Las reglas de Izzie (One Direction)

Después de muchas clases aburridas, conversaciones triviales y para nada relevantes, la hora de almuerzo llegó. Me sentía nerviosa, pues tendría que hablar con las populares, y el equipo de futbol y el de basquetbol.
-Chicos –habló Vanessa, pero como nadie la escucho, gritó -¡IDIOTAS!
-¿Qué sucedes? –dijo el chico más lindo que había visto en mi vida. Rubio, de ojos azules y con una físico increíble. Seguro pertenecía al equipo de futbol.
-Quiero presentarles a mis nuevas amigas Camille, Tamara, Lexie, Izzie y Valerie. –dijo la rubia apuntándonos una a una. –Chicas, ellos son Harry, Niall, Matt, Víctor y Ryan. Y las chicas que ya las conocen.
-Mucho gusto “nuevas amigas” –dijo un chico ruloso, de ojos verdes y más alto de lo que jamás pensé. –Soy Harry, capitán del equipo de futbol, pero eso ustedes ya lo saben. –dijo, Genial, un egocéntrico.
-Niall –dijo el chico rubio. –Capitán del equipo de Basquetbol. Matt y Víctor son jugadores de mi equipo, y Ryan juega en el de Harry.
-Mucho gusto –dije mirando a Niall.
El almuerzo estuvo cargado de risas y bromas por parte de todos. Lo cierto es que nos sentíamos muy cómodas con esos chicos. Siempre tuvimos ese estereotipo de que los deportistas de cualquier tipo eran egocéntricos y altaneros, pero creo que nos habíamos equivocado. Bueno, no completamente, pues Harry si era un egocéntrico y altanero, además de presumido, insoportable y muy sexy. Pero eso no tenía importancia, pues no importa cuán sexy pueda ser, su personalidad me hacia odiarlo con toda el alma.
Todo lo contrario con Niall, que a pesar de ser el capitán del equipo de Baloncesto y tener la escuela a sus pies, era un chico simpático, amable y muy guapo. De todo mi gusto.
Pensaba hacer algo al respecto, algo como conquistarlo y cosas asi, total nuestra nueva vida en la escuela tenia que venir con una nueva actitud, pero recordé algo, o mejor dicho me recordaron algo. Niall y Vanessa eran novios, y se estaban besando frente a todos los presentes en la mesa. Era de esperarse, claro. La capitana de las porristas con el capitán del equipo, los reyes del baile, y en general los lideres de toda la escuela. Como me hubiera gustado que Harry estuviera con la rubia oxigenada y no Niall, pero definitivamente el destino me odiaba.
-Izzie, ¿Dónde está Zayn? –me preguntó Val, sacándome de mis retorcidos pensamientos.
-No lo sé.
-Dijo que iría a hablar al taller de debate, para ver si lo aceptaban y luego iría a hablar con el entrenador de fútbol. –nos dijo Lexie. No me había dado cuenta, pero estábamos solo las cinco en el patio de la escuela.
-¿Cómo llegamos aquí? –pregunté.
-¿Qué?, Iz llegamos hace un buen rato aquí, hemos hablado de la fiesta del sábado. ¿En que mundo estas? -¿fiesta?
-¿fiesta? –pregunté.
-Sí, es el cumpleaños de Matt, y nos invitaron. Izzie, incluso te preguntaron si irías y respondiste que sí. ¿En qué mundo andabas? –me dijo Tamy.
-Ya sé en qué mundo. -dijo Val -En los ojos verdes de Harry.
-¿De Harry?, claro que no, estaba pensando en…
-No tienes que mentirnos Izzie –me interrumpió Camille – te vimos mirándolo cada cinco segundos. Se nota que te gusta.
-¿Qué? No…
-Tú no puedes hablar de esto Cam, pues todas te vimos mirando a Niall.
¿Qué? Esperen. ¿A Camille, mi amiga, le gusta Niall?
Observé a Cam, que se sonrojaba levemente mientras las demás chicas la molestaban con el rubio. El mismo rubio que me había gustado a mí.
Genial.
-¿Izzie? –me dijo Lexie.
-¿Qué?
-¿Qué te sucede? Enserio estas en otro mundo mujer –dijo Val –le estábamos diciendo a Cam que debía conquistar a Niall sin importar que este saliendo con Vanessa. Total, no es ningún secreto que esos dos están juntos para mantener el estereotipo de “pareja perfecta” ¿No crees?
-¿Qué? –dije distraída, aun no podía concebir la idea de que me gustara el mismo chico que a mi amiga –claro, si. Em… voy al baño.
Sin esperar nungun tipo de respuesta salí rápido, casi corriendo, empujando accidentalmente a dos chicos de primero. Debía aclarar mi mente pronto, es decir, a Cam le gustaba Niall. A mí me gustaba Niall. Y enserio quería intentar conquistarlo, pero no podía. La regla numero 4 me lo impedía. Ademas de eso él tenia novia, y esa novia inconscientemente nos estaba ayudando a dejar de ser unas inadaptadas.
Me miré al espejo empañado. El frío de noviembre estaba congelándome los huesos, pero aun así abrí la llave y me mojé la cara. No podía estar pasándome a mí.
-Primera vez que enserio me gusta alguien y no puedo estar con él. Genial. –me dije a mi misma.
-¿Te gusta alguien Izzie? –me preguntó Vanessa saliendo de uno de los baños. –Eso es genial, ¿lo conozco?
Ni te lo imaginas-pensé.
-No creo…
-Es Harry ¿verdad? -¿Por qué a todos les dio por preguntarme si me gustaba ese tarado?
-¿Qué? –dije exasperada, realmente este no era mi día. –No, claro que no.
-Sí, ¡es Harry! –gritó emocionada mientras salíamos juntas del baño. Muchos voltearon a mirarnos, y con cada mirada sentía que moría lentamente.
-¿Yo qué? –preguntó alguien a nuestras espaldas. Genial, Harry.
-Le gustas a Izzie –Dijo Vanessa, mientras Harry me miraba pícaramente.
-No ,no claro que no.
-Bueno, los dejaré solos. Allí esta mi amorcito, y ya lo extraño.
Inmediatamente miré en dirección a Niall, y me sentí flotar en las nubes. Tan hermoso y saliendo con una hueca. Llevaba puesto el uniforme del equipo, por lo que supuse se dirigía a entrenar.
-¿Te gusta Niall, verdad? –susurró Harry.
-¿Qué?
-Se te nota.
-Claro que no.
-No puedes mentirme, lo sé todo.
-Eres un idiota –dije para luego salir de ahí.
-¡Les diré a todos Izzie! –me gritó Harry, y la mitad del pasillo nos miró expectante.
-No te atreverías. –dije acercándome a él.
-Oh claro que sí. Pero no diré nada con una condición.
Me quedé en silencio por unos minutos. No sabía que responder, pues Harry podría tenderme una trampa, aun no lo conocía tanto como para confiar en él. Pero si no aceptaba les diría a todos que me gustaba Niall, y eso incluía a Cam. Y definitivamente no podía permitir que ella se enterara de eso. Ella menos que nadie.
-¿Cuál?-dije mirándolo con odio.
-Te espero a la salida, en los estacionamientos. Necesito un enorme favor de mi nueva amiga. –dijo con burla. –¡te espero Izzie! -gritó mientras se iba.
Genial, ahora tendría que pasar tiempo con el ególatra numero uno.

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