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Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Nombre: Perfect Wife
Autor: Carla Cassidy (No es mía)
Adaptación: Yep
Genero: De todo un poco
Advertencias:
-De momento no necesitaré chicas.
-Conforme vea los comentarios subiré
-Le he cambiado su nombre original (valga aclarar que he dado los créditos)
Otras Páginas: No, de mi parte
Autor: Carla Cassidy (No es mía)
Adaptación: Yep
Genero: De todo un poco
Advertencias:
-De momento no necesitaré chicas.
-Conforme vea los comentarios subiré
-Le he cambiado su nombre original (valga aclarar que he dado los créditos)
Otras Páginas: No, de mi parte
Perfect Wife
Nada preparo la a _______ Samuels para lo que venía. Cuando el irresistible Harry Styles dijo que necesitaba su ayuda, ¿cómo iba a imaginarse que su jefe estaba hablando de matrimonio? Porque Harry prefería estar muerto antes que casado; Bueno no era menos, la verdad la recatada ______ sería su esposa por una semana, una semana que pretendía un negocio gordo para Harry y un poco más para ______.
Remplazando los saludos por halagos, los apretones de mano por abrazos y las conversaciones de trabajo por conversaciones personales ¿Podrán resistir una semana?
¿Habría llegado el momento de ascender a su secretaria a... esposa a jornada completa?
Remplazando los saludos por halagos, los apretones de mano por abrazos y las conversaciones de trabajo por conversaciones personales ¿Podrán resistir una semana?
¿Habría llegado el momento de ascender a su secretaria a... esposa a jornada completa?
HOLA! Me presento soy Juliana (:
Bueno esta es una novela, que NO es mía, es realmente hermosa la he leido 3 veces y no me arrepiento, Espero que le den una oportunidad, sé que no se arrepentirán, vale la pena. ¡Por favor no sean fantasmas!
Bueno esta es una novela, que NO es mía, es realmente hermosa la he leido 3 veces y no me arrepiento, Espero que le den una oportunidad, sé que no se arrepentirán, vale la pena. ¡Por favor no sean fantasmas!
LOS COMENTARIOS SON EL OXIGENO DEL ESCRITOR, ¡NO QUIERO MORIR JOVEN!
Última edición por EleanorJCalder el Dom 09 Sep 2012, 2:02 pm, editado 2 veces
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Hola, Me llamo Melissa, puedes llamarme Mel ;)
Me ENCANTO LA SINOPSIS, en verdad es Buena,
deseo que la sigas YA! SI? Hazlo por mi, :D
Me ENCANTO De Nuevo te Digo!
Por Cierto, los chicos, osea los demás saldrán?
Me ENCANTO LA SINOPSIS, en verdad es Buena,
deseo que la sigas YA! SI? Hazlo por mi, :D
Me ENCANTO De Nuevo te Digo!
Por Cierto, los chicos, osea los demás saldrán?
RockMe.
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Perfect Wife: Capitulo 1
—Necesito una esposa.
______ Samuels miró a su jefe, preguntándose si habría oído mal.
—¿Disculpe?
Harry Styles se inclinó hacia delante, observándola con sus ojos verdosos, examinándola. ______ sintió que sus mejillas se acaloraban mientras él deslizaba la mirada desde su pelo castaño rizado, que probablemente habría escapado parcialmente del pasador con que lo sujetaba a la altura de la nuca, hasta la punta de sus cómodos pero feos zapatos negros.
Su jefe asintió, como si hubiera quedado satisfecho tras el examen.
—Serás perfecta. Por supuesto, solo se trata de algo temporal. Una semana. Eso es todo lo que necesito.
—Lo cierto es que no sé de qué está hablando, señor Styles—dijo ______.
Él frunció el ceño, algo que no mermó en lo más mínimo su atractivo.
—¿No hemos hablado ya del asunto? ¿De Brody Robinson y el encuentro de matrimonios que organiza su esposa?
______ negó con la cabeza. Harry suspiró y se pasó una mano por el pelo.
—Pensaba que ayer te había dicho algo al respecto.
______ volvió a negar con la cabeza.
—A mí no —nunca habría olvidado una conversación sobre la posibilidad de convertirse provisionalmente en la esposa de su jefe.
—¿Conoces a Brody Robinson?
—Es el dueño de las galletas Brody —contestó ______. Robinson era el cliente más importante de Harry. Era un pintoresco pseudo vaquero que había hecho una fortuna explotando la receta de las galletas de su abuela.
—Hace poco ha comprado un rancho en Mustang, Montana, y mi «esposa» y yo hemos sido invitados a ir. El año pasado, cuando conseguí captarlo como cuente, Brody dedujo por su cuenta que estaba casado.
______ miró a su jefe, sorprendida. Harry Styles era el hombre con menos aspecto de casado que había conocido en su vida.
—¿Y cómo pudo llegar a esa conclusión? —preguntó.
Harry le dedicó una sonrisa ligeramente avergonzada.
—Dedujo que estaba casado por lo que estaba diciendo, y yo no hice nada para corregir su impresión —la sonrisa desapareció de su rostro y volvió a fruncir el ceño—. Ya conoces a Brody, ______. Conseguimos captarlo como cliente con unos anuncios basados en la familia, el hogar y los valores tradicionales. Brody es el hombre más conservador que conozco, y cree que somos almas gemelas.
______ reprimió una risa. ¿Harry Styles conservador? ¡Absurdo! Sobre todo en lo referente a su vida personal y a sus relaciones. Sospechaba que su dormitorio tenía instalada una puerta giratoria para facilitar la entrada y salida de sus amantes.
—¿Qué es eso del encuentro de matrimonios? —preguntó.
Harry se reclinó contra el respaldo de su asiento.
—La esposa de Brody es una psicóloga especializada en salvar matrimonios. Ha desarrollado un programa de una semana con el que pretende profundizar en el compromiso y la intimidad entre parejas. El caso es que Brody ha pensado que sería un buen regalo invitarnos a mí y a mi «esposa» a su rancho de Mustang, donde su mujer organiza los cursos. Así que el lunes por la tarde tengo que estar en Mustang, y si no me presento con una esposa, existen serias posibilidades de que Brody cancele su cuenta con nosotros.
—¿Y Sheila? —preguntó ______, refiriéndose al último amor de Harry.
Él la miró con gesto incrédulo.
—Piensa un poco ______ —dijo en tono irónico—. ¿Te parece que Sheila da el tipo de mujer casada?
No. Aquella pelirroja de cuerpo escultural no parecía poseer los atributos típicos de una esposa. Probablemente, su sensualidad hacía pensar a los hombres en noches ardientes y sexo ilícito. Tenía aspecto de amante, no de esposa.
—Sin embargo, tú eres perfecta para el papel —continuó Harry. ______ no supo si sentirse halagada o insultada—. Solo tendrás: que hacerte pasar por mi esposa durante una semana. Serán más unas vacaciones que otra cosa —volvió a inclinarse hacia delante, dedicando a ______ una mirada llena de embrujo.
Ella se preguntó si sería la misma mirada que utilizaba para tratar de llevarse a una mujer a la cama. Era la primera vez que aquellos ojos bonitos y sexys la miraban así, y sintió una lenta calidez ascendiendo desde la punta de sus pies hasta su rostro.
—No creo que sea buena idea —murmuró, apretando contra su pecho el informe que sostenía en las manos—. ¿Y si meto la pata y pongo en peligro la cuenta? Me parece una locura.
—Tienes razón —asintió Harry—. Todo el asunto es una locura, pero tengo que asistir y te necesito para salir del atolladero. Cobrarás una paga extra de mil dólares.
______ abrió los ojos de par en par ante aquel incentivo. Podía hacer muchas cosas con mil dólares. Su madre necesitaba un huevo aparato de aire acondicionado, y su hermano, Liam, siempre necesitaba dinero extra para sus estudios. Y si ella quería buscar otro trabajo, el dinero le daría un poco de tiempo para decidir lo que quería hacer.
—Mil quinientos —dijo Harry—; Por una semana que será más de vacaciones que de trabajo.
—De acuerdo ——aceptó ______, reacia, sabiendo que probablemente estaba cometiendo un error, pero incapaz de rechazar la oportunidad de aliviar un poco la situación financiera de su familia.
—Estupendo —Harry se levantó, sonriendo aliviado—. ¿Por qué no te tomas el resto de la tarde para ir a casa y escribir una especie de informe sobre ti misma? Tráemelo mañana y así tendré el fin de semana para estudiarlo. Yo haré lo mismo para ti. El lunes debemos saber lo suficiente el uno del otro como para dar la impresión de que llevamos casados un tiempo.
Cuando Harry se sentó y abrió una carpeta que tenía sobre la mesa, ______ supo que había llegado el momento de retirarse. Salió del despacho y fue a la zona de recepción, donde se encontraba su escritorio.
Aunque llevaba dos años trabajando para Harry Styles, no estaba segura de querer continuar en aquella oficina. Cuando Harry Styles la entrevistó por primera vez para el trabajo le explicó que su puesto incluía tanto los deberes de asistente personal como los de secretaria.
A ______ la alegró mucho conseguir el puesto y, al principio, no le importó ocuparse de los encargos personales de su jefe, como comprar los regalos de cumpleaños para su padre y su tía, o recoger su ropa de la tintorería. Esperaba alcanzar su sueño de convertirse en redactora publicitaria, de llegar a formar parte del proceso creativo del mundo de la publicidad.
En la entrevista inicial, Harry mencionó la posibilidad de ascender en la empresa, y conociendo la reputación de la Agencia de Publicidad Styles, ______ se entusiasmó ante la posibilidad de aprender de él.
Pero, hasta ese momento, lo único que había aprendido era que a su jefe le gustaban las camisas bien almidonadas y los sándwiches sin mayonesa, que ninguna novia le duraba más de tres semanas y que siempre les enviaba flores cuando las dejaba. Y aunque sentía que había aprendido muchas más cosas durante aquellos dos años, no había tenido la posibilidad de poner sus conocimientos en práctica. Se sentía frustrada, mal aprovechada y quería más de su trabajo.
Mientras ordenaba su escritorio, se fijó en la gran foto de su jefe que adornaba la pared que tenía enfrente.
Harry Styles. A los treinta y tres años ya era un profesional de éxito en el mundo de la publicidad. Y tampoco podía ponerse en duda que era un hombre guapo e irresistible. Tenía el pelo oscuro, fuerte y ondulado, y los ojos verdes. Sus rasgos marcados no irradiaban tan solo atractivo, sino también inteligencia.
Los dos primeros meses de trabajo ______ estuvo deslumbrada por él como una adolescente. Se quedaba muda en su presencia, el corazón le palpitaba cuando andaba cerca y tenía sueños eróticos con él casi todas las noches.
El enamoramiento había pasado, dejando una sincera admiración por su sentido para los negocios, pero también la certeza de que no era la clase de hombre del que quería enamorarse.
Respirando profundamente, tomó su bolso y salió de la oficina. Mientras conducía hacia su casa se hizo claramente consciente de lo que acababa de aceptar.
Esposa por una semana. Iba a ser la esposa de Harry Styles durante una semana. Bajó la ventanilla y respiró profundamente el cálido aire del verano, reprimiendo el impulso de volver y decirle al señor Styles que no quería seguir adelante con aquella farsa.
También le habría gustado decirle que estaba cansada de ser la recadera de un hombre que apenas era consciente de su existencia como persona.
La idea de fingir ser su esposa durante una semana resultaba realmente absurda. Pero la idea de cobrar mil quinientos dólares por aquella locura resultaba peligrosamente reconfortante.
«No es justo perpetuar una mentira, aceptar dinero por hacerlo, y luego dejar el trabajo», susurró una vocecita en su interior. «Haz tu trabajo, toma el dinero y corre», exclamó a continuación otra voz más fuerte.
______ decidió escuchar el último consejo. Después de todo, con aquella mentira no iba a hacer daño a nadie, y el dinero le había sido ofrecido como un extra.
Cuando pasara la semana, si decidía dejar el trabajo avisaría a Harry Styles con el tiempo estipulado por la ley. Aparte de eso, no le debía nada.
— Mientras iba por el sendero que llevaba a la pequeña casa de su madre, se preguntó cómo explicarle a esta su viaje. Con decirle que se trataba de un viaje de trabajo bastaría.
No tenía por qué mencionar en qué iba a consistir su trabajo. Sabía que a su madre no le parecería bien que fuera a hacerse pasar por la esposa de Harry. Además, ya tenía veintiocho años y era lo suficientemente mayor como para tener algunos secretos.
Mientras salía del coche, su mente pasó al siguiente problema: ¿qué equipaje debía preparar para hacerse pasar por la esposa de Harry Styles en un rancho de Montana?
—Sí, Brody, estamos deseando ir —dijo Harry, hablando por teléfono—. Llegaremos mañana al mediodía.
—¡Estupendo! —la poderosa voz de Brody Robinson retumbó a través de la línea—. Te encantará Mustang, y te garantizo que tú y tu esposa saldréis de aquí como dos tortolitos recién casados.
—______ y yo estamos deseando comprobarlo —replicó Harry.
—¿______? —Brody hizo una pausar—. Pensaba que tu esposa se llamaba Marie.
Harry sintió que la sangre abandonaba su rostro. Recordó demasiado tarde que cuando entró en tratos con Robinson estaba saliendo con Marie.
—______ Marie —improvisó—. Utilizo indistintamente ambos nombres para llamarla.
—Debe resultar bastante confuso —dijo Brody—. Pero me da lo mismo cómo la llames mientras la traigas. Hemos invitado a otras dos parejas a unirse a nosotros. Va a ser una semana estupenda.
Tras charlar un rato más, los dos hombres se despidieron. Harry apoyó la espalda contra el respaldo del sofá y suspiró. Odiaba el engaño, pero él mismo se había metido en aquel lío y no veía otro modo de salir del atolladero.
Tomó el informe que ______ le había dado el viernes. No había tenido tiempo de mirarlo hasta ese momento, lo que le daba menos de veinticuatro horas para averiguar todo lo que pudiera sobre ella.
______ llevaba dos años, trabajando para él, pero, curiosamente, apenas sabía nada sobre su vida personal.
Aunque también era cierto que hasta entonces no había tenido necesidad de preocuparse por ello. Era una empleada realmente eficiente, casi invisible, que realizaba las tareas necesarias para que el negocio marchara como era debido.
Frunció el ceño, sorprendido al descubrir que no podía evocar una imagen clara de ella en su mente. No estaba seguro de si sus ojos eran marrones o verdes, aunque recordaba que tenía el pelo de color más o menos castaño y que normalmente lo llevaba un tanto, revuelto.
Pero no lograba recordar sus rasgos y lo único que le vino a la mente fue que siempre llevaba unos zapatos negros muy feos, pero con aspecto de ser bastante cómodos,
Al menos no tendría que preocuparse por la posibilidad de caer en la tentación de llegar a creerse su papel. Aquella discreta secretaria no era en absoluto su tipo, y eso hacía que fuera la mujer ideal para interpretar el papel de esposa.
Suspirando, se levantó y recorrió el cuarto de estar. No podía decirse que estuviera deseando que empezara aquella semana. Pasar siete días en un rancho aprendiendo cómo desarrollar una intimidad más profunda con una esposa falsa no era precisamente su idea de unas vacaciones.
Intimidad. Lo que toda mujer anhelaba y lo que todo hombre aborrecía. Harry no quería una mujer en su vida, que conociera sus pensamientos y compartiera sus sueños.
Había visto lo que el amor y la intimidad le habían hecho a su padre. La madre de Harry murió cuando este tenía cinco años, y durante toda su vida había visto cómo su padre construía un imperio de tintorerías a base de trabajar muy duro.
Pero hacía un año, Harry Styles se había vuelto a casar y había dejado de ser el pujante empresario que siempre había sido para transformarse en un apacible señor al que nada le gustaba más que entretenerse trabajando en el jardín con su nueva esposa.
Y Harry no estaba dispuesto a perder su empuje y a dejar en segundo plano su trabajo por ninguna mujer.
Y hablando de mujeres…miró el reloj y vio que solo le quedaban quince minutos para ir a recoger a Sheila para su habitual cena de los domingos.
Una hora más tarde, Sheila y él estaban sentados a una mesa del Sam’s Steakhouse, el restaurante favorito de Harry. La decoración era bastante sosa, y el ambiente no tenía nada del otro mundo, pero las chuletas que servían eran enormes y estaban cocinadas a la perfección.
Mientras Harry cortaba un trozo de carne, Sheila picaba un poco de ensalada con gesto displicente. Estaba enfadada desde que él le había dicho que iba a estar fuera toda la semana por un asunto de negocios.
—¿Estás seguro de que no puedes volver a tiempo para la fiesta benéfica del viernes por la noche? —preguntó, cuando Harry ya estaba a punto de terminar su chuleta.
.
—Lo siento, cariño, pero será imposible. No podré volver hasta el domingo.
—Pero tú eres el jefe. ¿No puedes hacer que alguna otra persona se ocupe de ese negocio? Toda la gente importante de la ciudad asistirá a esa fiesta —la voz de Sheila, normalmente suave, se volvió quejumbrosa—. Tenía tantas ganas de ir... He comprado un vestido nuevo, e incluso había conseguido una cita en la peluquería de Pierre.
—Puedes ir a la fiesta sin mí —dijo Harry, preguntándose por qué no se había fijado hasta entonces en que los ojos verdosos de Sheila despedían el frío destello de una mujer acostumbrada a salirse siempre con la suya.
—Mustang está solo a dos horas de aquí. Podrías venir para la fiesta y volver a tu trabajo el sábado por la mañana —insistió ella.
Harry dejó el tenedor a un lado y apartó el plato.
—Lo siento, Sheila, pero ya te he dicho que esta vez no puede ser. Ya habrá otras fiestas a las que podamos ir.
Sheila dio un sorbo a su vino. Luego dejó la copa en la mesa y alargó una mano para apoyarla sobre la de Harry.
—¿Y qué va a hacer la pequeña Sheila sin su amorcito toda una semana?
Harry odiaba que le hablara como si fuera una niña idiota, y de pronto pensó que había muy pocas cosas de Sheila que realmente le gustaran.
Sin duda, tenía un tipo y un rostro que eran auténtica dinamita, pero también era caprichosa y exigente. Tenían muy poco en común y sospechaba que a Sheila le gustaba él más por su imagen y por el reto que representaba que por otra cosa.
Había llegado el momento de dar por terminado el período de tres semanas que había compartido con aquella atractiva mujer. En cuanto pensó aquello sintió un reconfortante alivio que lo hizo reafirmarse en su decisión.
Se pasó la servilleta por los labios, tratando de encontrar las palabras adecuadas para no herir los sentimientos ni la dignidad de Sheila.
—Eres una mujer preciosa y encantadora, Sheila, y he disfrutado mucho del tiempo que hemos pasado juntos —empezó.
—Me vas a dejar, ¿verdad? —el tono infantil se esfumó por completo de la voz de Sheila, dando paso a otro de auténtica rabia—. No puedo creerlo. Todos mis amigos me lo advirtieron, Harry Styles. Me dijeron que no saliera contigo, que eras un rompecorazones profesional.
—Sheila...
—Tú espera, Harry —interrumpió Sheila, dedicándote una mirada fulgurante a la vez que se levantaba de la mesa—. Uno de estos días vas a entregarle tu corazón a alguna mujer. Vas a quererla más que a nada en el mundo, y espero que te lo arranque y lo haga pedacitos —tras aquellas palabras, dio media vuelta y se marchó del restaurante.
Harry reprimió una oleada de arrepentimiento mientras contemplaba el sexy balanceo del trasero de Sheila mientras se alejaba. Probablemente, habría sido una buena amante, pero no había llegado a comprobar su pericia en aquella faceta.
Aunque ella le había dado los indicios necesarios todas las noches que habían salido, él no había respondido. Sabía que Sheila habría interpretado el hecho de que se acostaran como un preludio al anillo de compromiso, y eso era lo último que quería. Además, le costaba imaginarse a sí mismo haciendo el amor con una mujer que hablaba como una niña.
Lamentaba haber herido sus sentimientos, aunque sabía que Sheila estaría bien, con él o sin él. Era una de esas mujeres que siempre tendría un hombre a su lado. Al igual que él, era una superviviente en el juego de las relaciones.
Apartando a un lado cualquier resto de remordimientos, hizo una seña al camarero para que le llevara la cuenta.
—Adiós, Sheila —murmuró para sí, sabiendo que había hecho bien rompiendo con ella esa noche. A fin de cuentas, al día siguiente iba a ser un hombre «casado».
Mientras esperaba al camarero, pensó en su secretaria, la mujer que iba a interpretar el papel de su esposa. ______ era exactamente la clase de mujer que le parecería bien a Brody. Sencilla y tranquila, consciente de sus deberes y eficiente, tenía todas las cualidades de una esposa tradicional. Y, sobre todo, no suponía ninguna amenaza para su soltería.
Sonrió al pensar en las palabras con que se había despedido Sheila. Esperaba que alguna mujer le rompiera el corazón. Rió en alto al pensar en ello. El día que permitiera que una mujer entrara en su corazón sería el mismo que besaría el feo rostro de Brody Robinson. Y eso no sucedería mientras viviera.
______ Samuels miró a su jefe, preguntándose si habría oído mal.
—¿Disculpe?
Harry Styles se inclinó hacia delante, observándola con sus ojos verdosos, examinándola. ______ sintió que sus mejillas se acaloraban mientras él deslizaba la mirada desde su pelo castaño rizado, que probablemente habría escapado parcialmente del pasador con que lo sujetaba a la altura de la nuca, hasta la punta de sus cómodos pero feos zapatos negros.
Su jefe asintió, como si hubiera quedado satisfecho tras el examen.
—Serás perfecta. Por supuesto, solo se trata de algo temporal. Una semana. Eso es todo lo que necesito.
—Lo cierto es que no sé de qué está hablando, señor Styles—dijo ______.
Él frunció el ceño, algo que no mermó en lo más mínimo su atractivo.
—¿No hemos hablado ya del asunto? ¿De Brody Robinson y el encuentro de matrimonios que organiza su esposa?
______ negó con la cabeza. Harry suspiró y se pasó una mano por el pelo.
—Pensaba que ayer te había dicho algo al respecto.
______ volvió a negar con la cabeza.
—A mí no —nunca habría olvidado una conversación sobre la posibilidad de convertirse provisionalmente en la esposa de su jefe.
—¿Conoces a Brody Robinson?
—Es el dueño de las galletas Brody —contestó ______. Robinson era el cliente más importante de Harry. Era un pintoresco pseudo vaquero que había hecho una fortuna explotando la receta de las galletas de su abuela.
—Hace poco ha comprado un rancho en Mustang, Montana, y mi «esposa» y yo hemos sido invitados a ir. El año pasado, cuando conseguí captarlo como cuente, Brody dedujo por su cuenta que estaba casado.
______ miró a su jefe, sorprendida. Harry Styles era el hombre con menos aspecto de casado que había conocido en su vida.
—¿Y cómo pudo llegar a esa conclusión? —preguntó.
Harry le dedicó una sonrisa ligeramente avergonzada.
—Dedujo que estaba casado por lo que estaba diciendo, y yo no hice nada para corregir su impresión —la sonrisa desapareció de su rostro y volvió a fruncir el ceño—. Ya conoces a Brody, ______. Conseguimos captarlo como cliente con unos anuncios basados en la familia, el hogar y los valores tradicionales. Brody es el hombre más conservador que conozco, y cree que somos almas gemelas.
______ reprimió una risa. ¿Harry Styles conservador? ¡Absurdo! Sobre todo en lo referente a su vida personal y a sus relaciones. Sospechaba que su dormitorio tenía instalada una puerta giratoria para facilitar la entrada y salida de sus amantes.
—¿Qué es eso del encuentro de matrimonios? —preguntó.
Harry se reclinó contra el respaldo de su asiento.
—La esposa de Brody es una psicóloga especializada en salvar matrimonios. Ha desarrollado un programa de una semana con el que pretende profundizar en el compromiso y la intimidad entre parejas. El caso es que Brody ha pensado que sería un buen regalo invitarnos a mí y a mi «esposa» a su rancho de Mustang, donde su mujer organiza los cursos. Así que el lunes por la tarde tengo que estar en Mustang, y si no me presento con una esposa, existen serias posibilidades de que Brody cancele su cuenta con nosotros.
—¿Y Sheila? —preguntó ______, refiriéndose al último amor de Harry.
Él la miró con gesto incrédulo.
—Piensa un poco ______ —dijo en tono irónico—. ¿Te parece que Sheila da el tipo de mujer casada?
No. Aquella pelirroja de cuerpo escultural no parecía poseer los atributos típicos de una esposa. Probablemente, su sensualidad hacía pensar a los hombres en noches ardientes y sexo ilícito. Tenía aspecto de amante, no de esposa.
—Sin embargo, tú eres perfecta para el papel —continuó Harry. ______ no supo si sentirse halagada o insultada—. Solo tendrás: que hacerte pasar por mi esposa durante una semana. Serán más unas vacaciones que otra cosa —volvió a inclinarse hacia delante, dedicando a ______ una mirada llena de embrujo.
Ella se preguntó si sería la misma mirada que utilizaba para tratar de llevarse a una mujer a la cama. Era la primera vez que aquellos ojos bonitos y sexys la miraban así, y sintió una lenta calidez ascendiendo desde la punta de sus pies hasta su rostro.
—No creo que sea buena idea —murmuró, apretando contra su pecho el informe que sostenía en las manos—. ¿Y si meto la pata y pongo en peligro la cuenta? Me parece una locura.
—Tienes razón —asintió Harry—. Todo el asunto es una locura, pero tengo que asistir y te necesito para salir del atolladero. Cobrarás una paga extra de mil dólares.
______ abrió los ojos de par en par ante aquel incentivo. Podía hacer muchas cosas con mil dólares. Su madre necesitaba un huevo aparato de aire acondicionado, y su hermano, Liam, siempre necesitaba dinero extra para sus estudios. Y si ella quería buscar otro trabajo, el dinero le daría un poco de tiempo para decidir lo que quería hacer.
—Mil quinientos —dijo Harry—; Por una semana que será más de vacaciones que de trabajo.
—De acuerdo ——aceptó ______, reacia, sabiendo que probablemente estaba cometiendo un error, pero incapaz de rechazar la oportunidad de aliviar un poco la situación financiera de su familia.
—Estupendo —Harry se levantó, sonriendo aliviado—. ¿Por qué no te tomas el resto de la tarde para ir a casa y escribir una especie de informe sobre ti misma? Tráemelo mañana y así tendré el fin de semana para estudiarlo. Yo haré lo mismo para ti. El lunes debemos saber lo suficiente el uno del otro como para dar la impresión de que llevamos casados un tiempo.
Cuando Harry se sentó y abrió una carpeta que tenía sobre la mesa, ______ supo que había llegado el momento de retirarse. Salió del despacho y fue a la zona de recepción, donde se encontraba su escritorio.
Aunque llevaba dos años trabajando para Harry Styles, no estaba segura de querer continuar en aquella oficina. Cuando Harry Styles la entrevistó por primera vez para el trabajo le explicó que su puesto incluía tanto los deberes de asistente personal como los de secretaria.
A ______ la alegró mucho conseguir el puesto y, al principio, no le importó ocuparse de los encargos personales de su jefe, como comprar los regalos de cumpleaños para su padre y su tía, o recoger su ropa de la tintorería. Esperaba alcanzar su sueño de convertirse en redactora publicitaria, de llegar a formar parte del proceso creativo del mundo de la publicidad.
En la entrevista inicial, Harry mencionó la posibilidad de ascender en la empresa, y conociendo la reputación de la Agencia de Publicidad Styles, ______ se entusiasmó ante la posibilidad de aprender de él.
Pero, hasta ese momento, lo único que había aprendido era que a su jefe le gustaban las camisas bien almidonadas y los sándwiches sin mayonesa, que ninguna novia le duraba más de tres semanas y que siempre les enviaba flores cuando las dejaba. Y aunque sentía que había aprendido muchas más cosas durante aquellos dos años, no había tenido la posibilidad de poner sus conocimientos en práctica. Se sentía frustrada, mal aprovechada y quería más de su trabajo.
Mientras ordenaba su escritorio, se fijó en la gran foto de su jefe que adornaba la pared que tenía enfrente.
Harry Styles. A los treinta y tres años ya era un profesional de éxito en el mundo de la publicidad. Y tampoco podía ponerse en duda que era un hombre guapo e irresistible. Tenía el pelo oscuro, fuerte y ondulado, y los ojos verdes. Sus rasgos marcados no irradiaban tan solo atractivo, sino también inteligencia.
Los dos primeros meses de trabajo ______ estuvo deslumbrada por él como una adolescente. Se quedaba muda en su presencia, el corazón le palpitaba cuando andaba cerca y tenía sueños eróticos con él casi todas las noches.
El enamoramiento había pasado, dejando una sincera admiración por su sentido para los negocios, pero también la certeza de que no era la clase de hombre del que quería enamorarse.
Respirando profundamente, tomó su bolso y salió de la oficina. Mientras conducía hacia su casa se hizo claramente consciente de lo que acababa de aceptar.
Esposa por una semana. Iba a ser la esposa de Harry Styles durante una semana. Bajó la ventanilla y respiró profundamente el cálido aire del verano, reprimiendo el impulso de volver y decirle al señor Styles que no quería seguir adelante con aquella farsa.
También le habría gustado decirle que estaba cansada de ser la recadera de un hombre que apenas era consciente de su existencia como persona.
La idea de fingir ser su esposa durante una semana resultaba realmente absurda. Pero la idea de cobrar mil quinientos dólares por aquella locura resultaba peligrosamente reconfortante.
«No es justo perpetuar una mentira, aceptar dinero por hacerlo, y luego dejar el trabajo», susurró una vocecita en su interior. «Haz tu trabajo, toma el dinero y corre», exclamó a continuación otra voz más fuerte.
______ decidió escuchar el último consejo. Después de todo, con aquella mentira no iba a hacer daño a nadie, y el dinero le había sido ofrecido como un extra.
Cuando pasara la semana, si decidía dejar el trabajo avisaría a Harry Styles con el tiempo estipulado por la ley. Aparte de eso, no le debía nada.
— Mientras iba por el sendero que llevaba a la pequeña casa de su madre, se preguntó cómo explicarle a esta su viaje. Con decirle que se trataba de un viaje de trabajo bastaría.
No tenía por qué mencionar en qué iba a consistir su trabajo. Sabía que a su madre no le parecería bien que fuera a hacerse pasar por la esposa de Harry. Además, ya tenía veintiocho años y era lo suficientemente mayor como para tener algunos secretos.
Mientras salía del coche, su mente pasó al siguiente problema: ¿qué equipaje debía preparar para hacerse pasar por la esposa de Harry Styles en un rancho de Montana?
—Sí, Brody, estamos deseando ir —dijo Harry, hablando por teléfono—. Llegaremos mañana al mediodía.
—¡Estupendo! —la poderosa voz de Brody Robinson retumbó a través de la línea—. Te encantará Mustang, y te garantizo que tú y tu esposa saldréis de aquí como dos tortolitos recién casados.
—______ y yo estamos deseando comprobarlo —replicó Harry.
—¿______? —Brody hizo una pausar—. Pensaba que tu esposa se llamaba Marie.
Harry sintió que la sangre abandonaba su rostro. Recordó demasiado tarde que cuando entró en tratos con Robinson estaba saliendo con Marie.
—______ Marie —improvisó—. Utilizo indistintamente ambos nombres para llamarla.
—Debe resultar bastante confuso —dijo Brody—. Pero me da lo mismo cómo la llames mientras la traigas. Hemos invitado a otras dos parejas a unirse a nosotros. Va a ser una semana estupenda.
Tras charlar un rato más, los dos hombres se despidieron. Harry apoyó la espalda contra el respaldo del sofá y suspiró. Odiaba el engaño, pero él mismo se había metido en aquel lío y no veía otro modo de salir del atolladero.
Tomó el informe que ______ le había dado el viernes. No había tenido tiempo de mirarlo hasta ese momento, lo que le daba menos de veinticuatro horas para averiguar todo lo que pudiera sobre ella.
______ llevaba dos años, trabajando para él, pero, curiosamente, apenas sabía nada sobre su vida personal.
Aunque también era cierto que hasta entonces no había tenido necesidad de preocuparse por ello. Era una empleada realmente eficiente, casi invisible, que realizaba las tareas necesarias para que el negocio marchara como era debido.
Frunció el ceño, sorprendido al descubrir que no podía evocar una imagen clara de ella en su mente. No estaba seguro de si sus ojos eran marrones o verdes, aunque recordaba que tenía el pelo de color más o menos castaño y que normalmente lo llevaba un tanto, revuelto.
Pero no lograba recordar sus rasgos y lo único que le vino a la mente fue que siempre llevaba unos zapatos negros muy feos, pero con aspecto de ser bastante cómodos,
Al menos no tendría que preocuparse por la posibilidad de caer en la tentación de llegar a creerse su papel. Aquella discreta secretaria no era en absoluto su tipo, y eso hacía que fuera la mujer ideal para interpretar el papel de esposa.
Suspirando, se levantó y recorrió el cuarto de estar. No podía decirse que estuviera deseando que empezara aquella semana. Pasar siete días en un rancho aprendiendo cómo desarrollar una intimidad más profunda con una esposa falsa no era precisamente su idea de unas vacaciones.
Intimidad. Lo que toda mujer anhelaba y lo que todo hombre aborrecía. Harry no quería una mujer en su vida, que conociera sus pensamientos y compartiera sus sueños.
Había visto lo que el amor y la intimidad le habían hecho a su padre. La madre de Harry murió cuando este tenía cinco años, y durante toda su vida había visto cómo su padre construía un imperio de tintorerías a base de trabajar muy duro.
Pero hacía un año, Harry Styles se había vuelto a casar y había dejado de ser el pujante empresario que siempre había sido para transformarse en un apacible señor al que nada le gustaba más que entretenerse trabajando en el jardín con su nueva esposa.
Y Harry no estaba dispuesto a perder su empuje y a dejar en segundo plano su trabajo por ninguna mujer.
Y hablando de mujeres…miró el reloj y vio que solo le quedaban quince minutos para ir a recoger a Sheila para su habitual cena de los domingos.
Una hora más tarde, Sheila y él estaban sentados a una mesa del Sam’s Steakhouse, el restaurante favorito de Harry. La decoración era bastante sosa, y el ambiente no tenía nada del otro mundo, pero las chuletas que servían eran enormes y estaban cocinadas a la perfección.
Mientras Harry cortaba un trozo de carne, Sheila picaba un poco de ensalada con gesto displicente. Estaba enfadada desde que él le había dicho que iba a estar fuera toda la semana por un asunto de negocios.
—¿Estás seguro de que no puedes volver a tiempo para la fiesta benéfica del viernes por la noche? —preguntó, cuando Harry ya estaba a punto de terminar su chuleta.
.
—Lo siento, cariño, pero será imposible. No podré volver hasta el domingo.
—Pero tú eres el jefe. ¿No puedes hacer que alguna otra persona se ocupe de ese negocio? Toda la gente importante de la ciudad asistirá a esa fiesta —la voz de Sheila, normalmente suave, se volvió quejumbrosa—. Tenía tantas ganas de ir... He comprado un vestido nuevo, e incluso había conseguido una cita en la peluquería de Pierre.
—Puedes ir a la fiesta sin mí —dijo Harry, preguntándose por qué no se había fijado hasta entonces en que los ojos verdosos de Sheila despedían el frío destello de una mujer acostumbrada a salirse siempre con la suya.
—Mustang está solo a dos horas de aquí. Podrías venir para la fiesta y volver a tu trabajo el sábado por la mañana —insistió ella.
Harry dejó el tenedor a un lado y apartó el plato.
—Lo siento, Sheila, pero ya te he dicho que esta vez no puede ser. Ya habrá otras fiestas a las que podamos ir.
Sheila dio un sorbo a su vino. Luego dejó la copa en la mesa y alargó una mano para apoyarla sobre la de Harry.
—¿Y qué va a hacer la pequeña Sheila sin su amorcito toda una semana?
Harry odiaba que le hablara como si fuera una niña idiota, y de pronto pensó que había muy pocas cosas de Sheila que realmente le gustaran.
Sin duda, tenía un tipo y un rostro que eran auténtica dinamita, pero también era caprichosa y exigente. Tenían muy poco en común y sospechaba que a Sheila le gustaba él más por su imagen y por el reto que representaba que por otra cosa.
Había llegado el momento de dar por terminado el período de tres semanas que había compartido con aquella atractiva mujer. En cuanto pensó aquello sintió un reconfortante alivio que lo hizo reafirmarse en su decisión.
Se pasó la servilleta por los labios, tratando de encontrar las palabras adecuadas para no herir los sentimientos ni la dignidad de Sheila.
—Eres una mujer preciosa y encantadora, Sheila, y he disfrutado mucho del tiempo que hemos pasado juntos —empezó.
—Me vas a dejar, ¿verdad? —el tono infantil se esfumó por completo de la voz de Sheila, dando paso a otro de auténtica rabia—. No puedo creerlo. Todos mis amigos me lo advirtieron, Harry Styles. Me dijeron que no saliera contigo, que eras un rompecorazones profesional.
—Sheila...
—Tú espera, Harry —interrumpió Sheila, dedicándote una mirada fulgurante a la vez que se levantaba de la mesa—. Uno de estos días vas a entregarle tu corazón a alguna mujer. Vas a quererla más que a nada en el mundo, y espero que te lo arranque y lo haga pedacitos —tras aquellas palabras, dio media vuelta y se marchó del restaurante.
Harry reprimió una oleada de arrepentimiento mientras contemplaba el sexy balanceo del trasero de Sheila mientras se alejaba. Probablemente, habría sido una buena amante, pero no había llegado a comprobar su pericia en aquella faceta.
Aunque ella le había dado los indicios necesarios todas las noches que habían salido, él no había respondido. Sabía que Sheila habría interpretado el hecho de que se acostaran como un preludio al anillo de compromiso, y eso era lo último que quería. Además, le costaba imaginarse a sí mismo haciendo el amor con una mujer que hablaba como una niña.
Lamentaba haber herido sus sentimientos, aunque sabía que Sheila estaría bien, con él o sin él. Era una de esas mujeres que siempre tendría un hombre a su lado. Al igual que él, era una superviviente en el juego de las relaciones.
Apartando a un lado cualquier resto de remordimientos, hizo una seña al camarero para que le llevara la cuenta.
—Adiós, Sheila —murmuró para sí, sabiendo que había hecho bien rompiendo con ella esa noche. A fin de cuentas, al día siguiente iba a ser un hombre «casado».
Mientras esperaba al camarero, pensó en su secretaria, la mujer que iba a interpretar el papel de su esposa. ______ era exactamente la clase de mujer que le parecería bien a Brody. Sencilla y tranquila, consciente de sus deberes y eficiente, tenía todas las cualidades de una esposa tradicional. Y, sobre todo, no suponía ninguna amenaza para su soltería.
Sonrió al pensar en las palabras con que se había despedido Sheila. Esperaba que alguna mujer le rompiera el corazón. Rió en alto al pensar en ello. El día que permitiera que una mujer entrara en su corazón sería el mismo que besaría el feo rostro de Brody Robinson. Y eso no sucedería mientras viviera.
[center]HOLA! Hola les dejo el primer cap, espero que les guste :)
*Para mi primera lectora, Mel Yay!
PD: Nada que ver el gif pero me encanta *-*
*Para mi primera lectora, Mel Yay!
PD: Nada que ver el gif pero me encanta *-*
LOS COMENTARIOS SON EL OXIGENO DEL ESCRITOR, ¡NO QUIERO MORIR JOVEN!
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Más que bienvenida Mel :D Gracias por ser mi primera lectora, te he dedicado el 1er capitulo (: Respecto a los chicos solo aparecerá Liam.Melissa escribió:Hola, Me llamo Melissa, puedes llamarme Mel ;)
Me ENCANTO LA SINOPSIS, en verdad es Buena,
deseo que la sigas YA! SI? Hazlo por mi, :D
Me ENCANTO De Nuevo te Digo!
Por Cierto, los chicos, osea los demás saldrán?
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Pasense por mi novela https://onlywn.activoforo.com/t15400-only-you-one-direction-y-tu
Natalia 1D
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Nueva lectora :D
Me ha gustado mucho la idea, es original y tengo el presentimiento de que va ser genial.
*Yo también ame el gif, esa plasticola en barra salio tan sexi.. Ok no xD*
Enfin, siguela en cuanto puedas :D
Me ha gustado mucho la idea, es original y tengo el presentimiento de que va ser genial.
*Yo también ame el gif, esa plasticola en barra salio tan sexi.. Ok no xD*
Enfin, siguela en cuanto puedas :D
Potato.
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Potato. escribió:Nueva lectora :D
Me ha gustado mucho la idea, es original y tengo el presentimiento de que va ser genial.
*Yo también ame el gif, esa plasticola en barra salio tan sexi.. Ok no xD*
Enfin, siguela en cuanto puedas :D
BIENVENIDA! :D
Me alegra muchísimo que te guste, estoy segurisima que no te arrepentiras :D
Subiré ahora ;) GRACIAS POR COMENTAR
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Me encanto!*------* Nueva lectora {Creo que soy la tercera o cuarta:$} SAjhsajsaklj Jaja:3 Me dio risa lo ultimo, no se, como ya se que se enamorara de la rayis, pues me lo imagino besando a ese tal Brody:3 Alkjsakjsak Mua! okno._. Me llamo Diana, tengo 16 años y soy de México {Odio presentarme ¬¬ Siento como si acabara de entrar a la secundariaD:} Asjakjalkdj Kisses;
Diana Ajaslask(?
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Beatles. escribió:Me encanto!*------* Nueva lectora {Creo que soy la tercera o cuarta:$} SAjhsajsaklj Jaja:3 Me dio risa lo ultimo, no se, como ya se que se enamorara de la rayis, pues me lo imagino besando a ese tal Brody:3 Alkjsakjsak Mua! okno._. Me llamo Diana, tengo 16 años y soy de México {Odio presentarme ¬¬ Siento como si acabara de entrar a la secundariaD:} Asjakjalkdj Kisses;
SUPER BIENVENIDA Diana!
Qué felicitada que te guste, de verdad es todo un honor porque me encanta como escribes, no te preocupes a mi igual me da pereza presentarme :| - Pero eres siempre bienvenida Muchos abrazos psicológicos!
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
holaaaaa!nueva lectoraaa!(soy la quinta creo?)
me llamo adriana pero dime adrii :)
me encantaa tu noveee!!!
se vee super interesantee!
haber que pasara en 1 semana entre Harry y rayis 8)
siguela prontoo!
kisses beautiful!
adriana
me llamo adriana pero dime adrii :)
me encantaa tu noveee!!!
se vee super interesantee!
haber que pasara en 1 semana entre Harry y rayis 8)
siguela prontoo!
kisses beautiful!
adriana
chuqi
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Perfect Wife: Capitulo 2
—¡Para, Liam! —______ trató de mirar a su hermano con expresión severa, pero rompió a reír mientras este sostenía el cepillo del pelo en alto, por encima de su cabeza—. Vamos, necesito cepillarme antes de que venga el señor Styles.
Liam se puso a bailar alrededor de ella y acabó tras la mesa de la cocina, con una amplia sonrisa en su rostro delgado.
A los diecinueve años, Liam era aún un joven alto y desgarbado, con un travieso sentido del humor que a veces volvía loca a ______.
—¿Por qué iba a dártelo? Seguro que vas a sujetarte el pelo atrás con uno de esos pasadores tan feos.
—Mis pasadores no son feos, ¡y mi jefe va a llegar en cualquier momento! —______ rodeó la mesa, golpeó a su hermano juguetonamente en el pecho y volvió a reír cuando este la abrazó como un oso.
Cuánto quería a su hermano... pensó mientras luchaba por librarse de su abrazo. Aunque Liam ya no era ningún bebé, aún lo adoraba.
Su padre los abandonó cuando su madre estaba embarazada de Liam. Poco después del nacimiento de este, su madre se puso mala del corazón y fue ______ la que se ocupó de criarlo. El resultado fue un amoroso e intenso lazo de unión entre los dos hermanos.
El timbre de la puerta sonó en ese momento y ______ se quedó petrificada. Mientras oía que su madre iba a abrir, luchó por librarse del abrazo de su hermano.
—Si no me sueltas ahora mismo, voy a... voy a...
Liam rió.
—¿Qué vas a hacer? Soy demasiado grande como para que me des unos azotes en el trasero —la soltó justo cuando Harry Styles entraba en la cocina
—Buenos días —saludó Harry, alzando una ceja con gesto de sorpresa.
______ sintió las mejillas totalmente acaloradas mientras tomaba el cepillo de la mano de Liam y se apartaba el pelo del rostro.
—Buenos días —contestó—. Yo... estaré lista en un momento. Liam, ¿por qué no sirves una taza de café al señor Styles?
—Yo me ocuparé del señor Styles. Tú ve a terminar de prepararte —dijo Janette Samuels mientras entraba en la cocina.
______ dedicó a su madre una sonrisa de gratitud y luego corrió a su dormitorio, donde la aguardaba el equipaje, ya preparado.
Se cepilló rápidamente el pelo hacia atrás y se lo sujetó en la nuca con un amplio pasador. No quería entretenerse más. No quería que su madre se pusiera a interrogar a su jefe sobre su «viaje de negocios».
Miró su reflejo en el espejo. Harry le había dicho que se vistiera informalmente y le había hecho caso. Llevaba unos vaqueros y una blusa blanca y azul marino. En lugar de sus habituales zapatos negros se había puesto unas zapatillas deportivas blancas. Tras una última y nerviosa mirada al espejo, tomo la maleta y salió del dormitorio.
Su jefe estaba sentado a la mesa de la cocina, flanqueado por su madre y su hermano. Liam le estaba hablando de las clases a las que asistía en la universidad local.
Mientras su hermano hablaba, ______ se tomó un momento para observar al hombre que iba a ser su supuesto marido durante la siguiente semana. Vestido con vaqueros y un polo de manga corta que enfatizaba sus anchos hombros y bíceps, resultaba demasiado masculino y viril como para dejarla tranquila.
—Parece que tienes un horario muy duro —comentó Harry cuando Liam terminó de hablar.
______ se acercó a su hermano y le puso las manos en los hombros.
—Liam puede con él. Fue el primero de su promoción en el colegio y ha recibido ofertas de becas de las mejores universidades del país.
Janette palmeó la mano de su hijo.
—Y el año que viene irá a una de esas universidades.
—Ya veremos, mamá —dijo Liam, sin comprometerse.
Harry se levantó y miró a ______.
—Nos espera un largo trayecto. Será mejor que nos pongamos en marcha.
—Sí, claro —______ tomó su maleta y se encaminó hacia la puerta de salida.
—Déjame —Harry le quitó la maleta de la mano y se volvió hacia la madre de ______—. Ha sido un placer conocerla, señora Samuels. Me ocuparé de devolverle a su hija sana y salva el próximo domingo.
Janette sonrió,
—Muy bien. Espero que sus negocios vayan bien.
—Adiós, hermanita —dijo Liam.
—Adiós, Liam. Y no faltes a clase mientras estoy de viaje—bromeó ______.
Una vez fuera de la casa, respiró aliviada. Harry metió su equipaje en el maletero mientras ella entraba en el deportivo rojo.
—Siento no haber estado lista cuando ha llegado. No pretendía que tuviera que charlar con mi madre y mi hermano —dijo ______, nerviosa, mientras Harry ocupaba su asiento ante el volante.
—No me ha importador—contestó él. Tras arrancar el coche, se volvió a mirarla—. De hecho, me ha parecido bastante interesante. Este fin de semana, mientras leía el informe que me habías preparado, he comprendido que apenas sabía nada sobre ti. Y por cierto, será mejor que empieces a tutearme. Resultaría muy extraño que me trataras de usted estando casados.
______ asintió.
—No hay mucho que saber —dijo, mientras él ponía el coche en marcha.
—Al contrario. No sabía que tuvieras familia. Siempre estás disponible para trabajar horas extra y los fines de semana. Si no recuerdo mal, la pasada nochebuena supervisaste una fiesta en mi casa durante casi toda la noche.
______ se encogió de hombros.
—No estoy casada ni tengo hijos. Mamá y Liam saben cuánto me importa mi trabajo —se preguntó si aquel sería el momento adecuado para decirle a su jefe lo insatisfecha que estaba con su situación en la oficina, pero decidió no hacerlo. Esperaría al viaje de vuelta.
Mientras salían de la ciudad, miró a Harry de reojo, comprendiendo que, probablemente, aún no se le había pasado del todo su tonto enamoramiento de adolescente. Aunque sabía que era un playboy aparentemente incapaz de mantener una relación duradera, no podía evitar sentirse alterada por su cercanía. Y eso la irritaba.
Había algo en él que la hacía consciente de su propia feminidad, de la sexualidad que aún esperaba ser despertada. Tenía veintiocho años y todavía no la habían besado en serio.
Claro que en el colegio había tenido sus citas, e incluso se había besado con algún compañero durante el último curso, pero la realidad de la enfermedad de su madre y de las necesidades de su hermano habían hecho imposible que se relacionara.
Tenía veintiocho años y nunca había sentido la emoción de ser besada por un hombre adulto y experimentado. Y algo en Harry Styles le hacía recordar su falta de experiencia.
—¿Por qué estudia tu hermano en la universidad local si ha recibido tantas ofertes de otras? —preguntó Harry mientras entraban en la autopista que los llevaría a Mustang.
______ agradeció poder salir de sus inquietantes pensamientos.
—Cuando llegaron las ofertas, mi madre estaba pasando una mala temporada. Está enferma del corazón y no sabíamos si iba a superar aquella crisis. Liam decidió que prefería estar cerca de casa.
—Muy loable. ¿Y vuestro padre? ¿A qué se dedica?
—Quién sabe —______ reprimió el dolor y la rabia que siempre le producía pensar en su padre—. Nos abandonó cuando mamá estaba embarazada de Liam sin dejar señas en las que poder localizarlo.
—Eso es algo, que tenemos en común —dijo Harry—, Los dos hemos crecido en familias con un solo padre. Mi madre murió cuando yo tenía cinco años.
—Sí, lo sé —replicó ______. Harry la miró, sorprendido, y ella continuó—. Averigüé todo lo que pude sobre ti antes de presentarme a la entrevista para el trabajo. Leí todos los artículos que encontré en revistas y periódicos.
Harry le dedicó una sonrisa insegura.
—Espero que no creyeras todo lo que leíste. Los periodistas tienden a exagerar, sobre todo en lo referente al
dinero y al amor.
______ se ruborizó ligeramente.
—He trabajado lo suficiente para ti como para saber que te va bien en ambos aspectos.
Harry rió.
—Eso depende de a quién se lo preguntes. Según mi contable, gasto casi lo mismo que gano, y tengo la impresión de que si le preguntaras hoy a Sheila lo que piensa de mí, no te diría precisamente cosas agradables.
—¿Problemas en el paraíso?
—El paraíso perdido —replicó Harry—. Rompí con ella anoche.
—¿Debería llamar a la floristería? —preguntó ______ en tono burlón.
—No, esta vez nos saltaremos la rutina habitual. Además, no me parecería bien mandarle flores a Sheila estando casado contigo —Harry sonrió y Ángela sintió el magnetismo de aquella sonrisa recorriendo su cuerpo—. Y hablando de nuestro matrimonio, deberíamos discutir algunos detalles sobre nuestra boda.
—¿Qué detalles?
—Por ejemplo, si nos casamos con una ceremonia tradicional, o en un parque, o con un juez de paz. Si nuestro noviazgo fue un idilio arrollador, o si nos conocíamos de toda la vida...
—Pues claro, fue un idilio arrollador —dijo ______ de inmediato—. Pero nos casamos siguiendo la ceremonia tradicional —cerró los ojos por un instante, visualizando la boda con la que siempre había soñado—. Nos casamos por la tarde, y la iglesia estaba llena de velas y flores. Yo llevaba un vestido largo blanco con encaje y botones de perlas; tú, esmoquin con una faja color rosa claro y pajarita.
—Parece que has pensado mucho en ello.
La voz de Harry sacó a ______ de las agradables imágenes que poblaban su mente. Fue como despertar en medio de un sueño agradable.
—En realidad no —contestó. No quería que su jefe supiera lo a menudo que tensa aquellas ridículas fantasías—. Supongo que todo el mundo piensa alguna vez en cómo le gustaría que fuera su boda.
—Puedo asegurarte que yo jamás pienso en mi boda.
______ sonrió irónicamente.
—Y yo puedo asegurarte que no me sorprende. Tienes el corazón de un soltero empedernido —dudó un momento, mirando a Harry con curiosidad—. Ni siquiera estoy segura de que puedas interpretar el papel de un hombre casado durante toda una semana.
Harry alzó una de sus cejas oscuras y sus ojos destellaron, desafiantes.
—No me subestimes, ______. Has trabajado conmigo el tiempo suficiente como para saber que soy implacable en lo referente a conseguir lo que quiero o necesito, y necesito que Brody crea que soy un v hombre felizmente casado. Te aseguro que sabré interpretar mi papel. ¿Estás segura tú de poder interpretar el tuyo?
______ sonrió, segura de sí misma.
—Después del tiempo que llevo trabajando para ti, ya deberías saber que soy muy eficiente. Si necesitas que me comporte como una esposa, eso es exactamente lo que haré.
Harry rió, y su grave y desafiante risa resonó en los oídos de ______, haciendo que se le encogiera el corazón.
—Tengo la sensación de que vamos a pasar una semana muy interesante.
______ sintió que todo su cuerpo se acaloraba al oír aquello, y en ese momento supo que había cometido un gran error aceptando tomar parte en aquella locura.
Durante la siguiente hora se dedicaron a inventar su vida juntos. Decidieron que habían pasado la luna de miel en el Caribe, que solían ir de vacaciones a Nueva York y que pasaban casi todos los viernes por la tarde jugando a las cartas con otras parejas de amigos. Cuando sintieron que todo había quedado claro, se quedaron en silencio.
Al cabo de un rato, ______ apoyó la cabeza contra la ventanilla y se quedó medio dormida. Harry aprovechó la oportunidad para observarla.
Lo había sorprendido. Cuando había llegado a su casa para recogerla y la había visto en brazos de su hermano, con el pelo rizado y suelto flotando en torno a sus hombros, había sido como ver a una desconocida.
¿Había tenido el pelo siempre tan largo, fuerte y brillante? ¿Por qué no se había fijado nunca en ello?
Pero no era el pelo lo único que le había llamado la atención. Mientras hablaban en el coche, ______ lo había sorprendido con su ironía, su humor y unas agallas de las que nunca había hecho gala en el trabajo.
La miró de nuevo, fijándose rápidamente en sus rasgos. No podía decirse que fuera una belleza. De hecho, ni siquiera era bonita. Tenía el pelo de un tono castaño bastante normal, y lo llevaba sujeto detrás de la cabeza con un pasador, como siempre. La barbilla era demasiado afilada, y la nariz, un poco larga. En una época en que los labios carnosos estaban de moda, los suyos resultaban un tanto delgados.
Volvió a fijarse en la carretera, agradeciendo no sentirse físicamente atraído por ella. La semana que los aguardaba habría sido un infierno si ______ hubiera sido una belleza.
Se felicitó a sí mismo por su inspirada elección. Pedirle a su sencilla secretaria que interpretara el papel de su esposa había sido una idea genial. No existía la posibilidad de que alguno de los dos se tomara el juego demasiado en serio.
Cuando se hallaban a pocas millas de Mustang, ______ abrió los ojos.
—Hola, dormilona —saludó Harry—. Llegaremos en diez minutos.
______ se incorporó en el asiento.
—Oh, lo siento. No tema intención de quedarme dormida —se llevó las manos al pelo en un gesto de timidez—. Viajar en coche siempre me produce este efecto.
—No te preocupes. Hay otra cosa de la que debemos ocuparnos antes de llegar—dijo Harry, mientras sacaba del bolsillo de su pantalón una cajita de joyería.
—¿De qué?—preguntó ______.
—De tu anillo de boda, por supuesto.
______ abrió la cajita y se quedó boquiabierta.
—Oh, es precioso. .
Harry asintió.
—Era el anillo de mi madre. Me ha parecido que sería un bonito detalle que lo llevaras. Póntelo.
______ deslizó el anillo en su dedo.
—Es un poco grande, pero no importa. Prometo cuidarlo muy bien.
Harry sonrió.
—Supongo que ahora es oficial. Llevas mi anillo, así que eso te convierte en mi esposa.
—Sabes que esto es una locura —dijo ______ mientras observaba el anillo, que tenía un gran diamante en el centro rodeado por otros más pequeños.
—Lo que sería una locura sería perder a Brody Robinson como cliente —Harry se quedó en silencio mientras entraban en los límites de la población y trataba de recordar las señas que le había dado Brody.
—Qué pueblo tan encantador —dijo ______ mientras avanzaban por la calle principal.
Harry asintió, fijándose en las antiguas y pintorescas fachadas de las tiendas, que recordaban a las de un típico pueblo vaquero.
—El rancho de Brody está al otro lado del pueblo, a varios kilómetros hacia el oeste —explicó—. ¿Te estás poniendo nerviosa? —preguntó, al ver que ______ se movía inquieta en su asiento.
—Un poco —replicó ella, y sonrió—. Nunca había estado casada hasta ahora.
Su sonrisa hizo algo a su rostro... lo iluminó, enfatizando el brillo de sus ojos y confiriendo a sus rasgos irregulares un encanto especial.
—Esto es lo más cerca que pienso estar del matrimonio —dijo Harry, en tono más forzado del que pretendía.
Unos minutos después giraban en el sendero que llevaba al rancho de Brody. Incluso sin el cartel que decía Robinson’s Ranch, Harry habría sabido que el lugar pertenecía a su cuente por la enorme galleta de metal que adornaba la verja de entrada.
—No hay nada sutil en Brody —murmuró mientras la casa del rancho aparecía ante su vista.
—¡Dios santo! —exclamó ______—. ¡Es una mansión!
Y era una mansión, sin duda. La casa tenía dos plantas y era de proporciones mastodónticas. Encima del porche, con sus enormes columnas, asomaban dos grandes balcones de la planta alta.
A lo lejos se veían las demás edificaciones del rancho, así como cientos de vacas pastando en unas extensiones de hierba que parecían no tener fin.
—Bastante impresionante —dijo Harry, mientras detenía el coche junto a la casa—, Brody nunca hace nada a medias —apagó el motor y en ese momento salió Brody Robinson de la casa. Harry se volvió hacia ______ con una sonrisa que parecía tensa—. Ya estamos en plena faena. Recuerda que estamos casados.
Brody abrió la puerta del coche.
—Cuánto me alegro de verte —el robusto vaquero sacó casi a rastras del coche a Harry, y enseguida corrió a ayudar a ______—. Y tú debes ser su damita —exclamó, abrazándola como un oso—. Pasad a conocer a mi
media naranja. No os preocupéis por el equipaje. Enviaré a uno de mis empleados para que lo recoja.
Mientras seguían a Brody, Harry tomó a ______ de la mano. La tenía fría como el hielo. Le dedicó una reconfortante sonrisa que ella trató de devolverle.
—¡Barbara! —gritó Brody mientras entraban en el enorme vestíbulo de la casa—. Ya han llegado nuestros primeros invitados —volviéndose hacia Harry y ______, añadió—: Las otras parejas llegarán a última hora de la tarde —los tres se volvieron al oír el sonido de unos tacones acercándose—. Ah, aquí está mi esposa.
Alta y esbelta, atractiva, con el pelo corto y gris, Barbara Robinson irradiaba calidez y simpatía. Brody le pasó un brazo por los hombros e hizo las presentaciones.
—Este es Harry, el cerebro que se oculta tras nuestras campañas publicitarias, y esta es su encantadora esposa, a la que unas veces llama Marie y otras ______.
—Llamadme ______, por favor —dijo ______, mientras estrechaba la mano que le ofrecía Barbara—. Gracias por invitarnos a vuestra casa. Harry y yo estábamos deseando venir.
Harry sintió una oleada de orgullo. ______ sonaba cortés y sincera, dos cualidades que querría en una esposa... si es que quisiera una esposa.
—Vamos al cuarto de estar. Acabo de preparar una limonada. Podemos charlar un rato antes de que os instaléis en vuestro cuarto —Barbara los condujo a un amplio cuarto de estar y señaló el sofá para que se sentaran—. Enseguida vuelvo con los refrescos.
Harry y ______ se sentaron en el sofá y Brody ocupó uno de los sillones que había enfrente.
—¿Habéis atravesado Mustang para venir?
Harry asintió.
—Bonito pueblo.
—Es el mejor pueblo de los Estados Unidos —dijo Brody, con evidente entusiasmo—. Y sus habitantes son la mejor gente del mundo. Llevamos aquí poco tiempo, pero no querríamos vivir en otro sitio —sonriendo, añadió—: Hacéis una pareja estupenda. ¿Cuánto tiempo lleváis casados?
—El mes que viene hará dos años —dijo ______. Harry asintió, satisfecho.
—Ah, así que os casasteis en verano. Barbara y yo nos casamos en diciembre, en medio de la peor tormenta de nieve de la historia de Montana. Casi me congelo al ir a la iglesia, pero estar con ella me ha mantenido caliente desde entonces.
—Es un tonto sentimental —dijo Barbara mientras entraba con las bebidas. Sonrió cariñosamente a su marido—. Cada vez que nieva se empeña en renovar nuestros votos... y nieva mucho en Montana.
Tras dar a cada uno su vaso de limonada, ocupó el sillón contiguo al de su marido.
—¿Trabajas, ______?—preguntó.
—Ocuparme de Harry para que pueda concentrar todas sus energías en su negocio es un trabajo de jornada completa —apoyó una mano en el brazo de Harry—. No sé qué haría sin mí.
—Estoy seguro de que él siente lo mismo —dijo Brody.
Harry sonrió, aunque pensaba que ______ se estaba pasando un poco. Dio un sorbo a su limonada, observando a su «esposa» mientras esta charlaba con Barbara.
Ella tenía razón, admitió, finalmente. No sabría qué hacer sin ella. Apenas se fijaba en su secretaría durante el trabajo, pero eso se debía a lo bien que llevaba todo. Estaba totalmente al tanto de sus citas y compromisos, siempre recordaba los nombres de las esposas y los hijos de sus clientes, se ocupaba de comprar tos regalos para sus familiares y amigos en los cumpleaños...
Había tenido media docena de secretarias antes que ella, mujeres atractivas que parecían más interesadas en hacerse las uñas qué en ocuparse de su trabajo. Sí, no sabía qué haría sin ______, y esperaba no tener que averiguarlo nunca. No necesitaba una esposa, pero, sin duda, necesitaba una buena secretaria.
—Los primeros cinco años son los más difíciles del matrimonio —dijo Brody, distrayendo a Harry de sus pensamientos—. Si superas esos años, la relación se hace más fuerte y duradera —sonrió a su esposa con evidente amor—. Barbara y yo nos estamos preparando para celebrar nuestro treinta aniversario de boda.
—Eso es todo un logro —dijo Harry, sinceramente impresionado. Él no podía imaginar ni treinta días seguidos con la misma mujer.
—Hemos pasado juntos muchas tormentas, pero los problemas solo han servido para fortalecernos. No hay nada mejor para un hombre que amar a una mujer y ser correspondido por ella.
Barbara rió.
—Si no lo interrumpimos ahora, se pondrá poético durante horas, y estoy segura de que queréis refrescaros un poco antes de cenar —mirando a su marido cariñosamente, añadió—: ¿Por qué no los acompañas arriba mientras yo llevo los vasos de vuelta a la cocina?
Harry y ______ salieron con Brody del cuarto de estar y subieron la enorme escalera que llevaba a la segunda planta.
—Tiene una casa preciosa, señor Robinson —dijo ______.
—Gracias, cariño. Lo cierto es que hemos invertido mucho trabajo en ella desde que la compramos... y por favor, llámame Brody —dijo el vaquero, entrando en la primera habitación que había a la izquierda del pasillo—. Vais a alojaros aquí —______ y Harry lo siguieron al interior del bonito y amplio dormitorio—. Os dejo para que deshagáis el equipaje y os instaléis cómodamente —con una inclinación de cabeza, giró sobre sus talones y salió.
Harry miró la cama de matrimonio, cubierta con una bonita colcha verde. Era una cama muy pequeña. Como todo lo que hacía Brody era grande, había asumido que las camas serían igualmente grandes. Esperaba algo diferente a aquello.
______ y él no habían hablado sobre cómo iban a arreglárselas para dormir. Era el único asunto que no habían dejado resuelto.
Cuando la miró, supo por su expresión que estaba pensando lo mismo que él.
Aparte de la cama, solo había un pequeño sofá en la habitación que pudiera servir de algo parecido a una cama, pero era demasiado pequeño para Harry. Se quedaría lisiado para toda la vida si tuviera que dormir en él.
—No vamos a compartir la cama —dijo ______ con suavidad—. Nadie tiene por qué saberlo.
Harry asintió y volvió a mirar el sofá. Luego miró de nuevo a ______.
—Si me dejas la cama, te subo la paga a mil setecientos cincuenta dólares.
______ miró el sofá un momento.
—Trato hecho —dijo, finalmente.
Harry le dedicó una sonrisa ligeramente forzada, sabiendo que aquella semana le iba a costar una pequeña fortuna.
Liam se puso a bailar alrededor de ella y acabó tras la mesa de la cocina, con una amplia sonrisa en su rostro delgado.
A los diecinueve años, Liam era aún un joven alto y desgarbado, con un travieso sentido del humor que a veces volvía loca a ______.
—¿Por qué iba a dártelo? Seguro que vas a sujetarte el pelo atrás con uno de esos pasadores tan feos.
—Mis pasadores no son feos, ¡y mi jefe va a llegar en cualquier momento! —______ rodeó la mesa, golpeó a su hermano juguetonamente en el pecho y volvió a reír cuando este la abrazó como un oso.
Cuánto quería a su hermano... pensó mientras luchaba por librarse de su abrazo. Aunque Liam ya no era ningún bebé, aún lo adoraba.
Su padre los abandonó cuando su madre estaba embarazada de Liam. Poco después del nacimiento de este, su madre se puso mala del corazón y fue ______ la que se ocupó de criarlo. El resultado fue un amoroso e intenso lazo de unión entre los dos hermanos.
El timbre de la puerta sonó en ese momento y ______ se quedó petrificada. Mientras oía que su madre iba a abrir, luchó por librarse del abrazo de su hermano.
—Si no me sueltas ahora mismo, voy a... voy a...
Liam rió.
—¿Qué vas a hacer? Soy demasiado grande como para que me des unos azotes en el trasero —la soltó justo cuando Harry Styles entraba en la cocina
—Buenos días —saludó Harry, alzando una ceja con gesto de sorpresa.
______ sintió las mejillas totalmente acaloradas mientras tomaba el cepillo de la mano de Liam y se apartaba el pelo del rostro.
—Buenos días —contestó—. Yo... estaré lista en un momento. Liam, ¿por qué no sirves una taza de café al señor Styles?
—Yo me ocuparé del señor Styles. Tú ve a terminar de prepararte —dijo Janette Samuels mientras entraba en la cocina.
______ dedicó a su madre una sonrisa de gratitud y luego corrió a su dormitorio, donde la aguardaba el equipaje, ya preparado.
Se cepilló rápidamente el pelo hacia atrás y se lo sujetó en la nuca con un amplio pasador. No quería entretenerse más. No quería que su madre se pusiera a interrogar a su jefe sobre su «viaje de negocios».
Miró su reflejo en el espejo. Harry le había dicho que se vistiera informalmente y le había hecho caso. Llevaba unos vaqueros y una blusa blanca y azul marino. En lugar de sus habituales zapatos negros se había puesto unas zapatillas deportivas blancas. Tras una última y nerviosa mirada al espejo, tomo la maleta y salió del dormitorio.
Su jefe estaba sentado a la mesa de la cocina, flanqueado por su madre y su hermano. Liam le estaba hablando de las clases a las que asistía en la universidad local.
Mientras su hermano hablaba, ______ se tomó un momento para observar al hombre que iba a ser su supuesto marido durante la siguiente semana. Vestido con vaqueros y un polo de manga corta que enfatizaba sus anchos hombros y bíceps, resultaba demasiado masculino y viril como para dejarla tranquila.
—Parece que tienes un horario muy duro —comentó Harry cuando Liam terminó de hablar.
______ se acercó a su hermano y le puso las manos en los hombros.
—Liam puede con él. Fue el primero de su promoción en el colegio y ha recibido ofertas de becas de las mejores universidades del país.
Janette palmeó la mano de su hijo.
—Y el año que viene irá a una de esas universidades.
—Ya veremos, mamá —dijo Liam, sin comprometerse.
Harry se levantó y miró a ______.
—Nos espera un largo trayecto. Será mejor que nos pongamos en marcha.
—Sí, claro —______ tomó su maleta y se encaminó hacia la puerta de salida.
—Déjame —Harry le quitó la maleta de la mano y se volvió hacia la madre de ______—. Ha sido un placer conocerla, señora Samuels. Me ocuparé de devolverle a su hija sana y salva el próximo domingo.
Janette sonrió,
—Muy bien. Espero que sus negocios vayan bien.
—Adiós, hermanita —dijo Liam.
—Adiós, Liam. Y no faltes a clase mientras estoy de viaje—bromeó ______.
Una vez fuera de la casa, respiró aliviada. Harry metió su equipaje en el maletero mientras ella entraba en el deportivo rojo.
—Siento no haber estado lista cuando ha llegado. No pretendía que tuviera que charlar con mi madre y mi hermano —dijo ______, nerviosa, mientras Harry ocupaba su asiento ante el volante.
—No me ha importador—contestó él. Tras arrancar el coche, se volvió a mirarla—. De hecho, me ha parecido bastante interesante. Este fin de semana, mientras leía el informe que me habías preparado, he comprendido que apenas sabía nada sobre ti. Y por cierto, será mejor que empieces a tutearme. Resultaría muy extraño que me trataras de usted estando casados.
______ asintió.
—No hay mucho que saber —dijo, mientras él ponía el coche en marcha.
—Al contrario. No sabía que tuvieras familia. Siempre estás disponible para trabajar horas extra y los fines de semana. Si no recuerdo mal, la pasada nochebuena supervisaste una fiesta en mi casa durante casi toda la noche.
______ se encogió de hombros.
—No estoy casada ni tengo hijos. Mamá y Liam saben cuánto me importa mi trabajo —se preguntó si aquel sería el momento adecuado para decirle a su jefe lo insatisfecha que estaba con su situación en la oficina, pero decidió no hacerlo. Esperaría al viaje de vuelta.
Mientras salían de la ciudad, miró a Harry de reojo, comprendiendo que, probablemente, aún no se le había pasado del todo su tonto enamoramiento de adolescente. Aunque sabía que era un playboy aparentemente incapaz de mantener una relación duradera, no podía evitar sentirse alterada por su cercanía. Y eso la irritaba.
Había algo en él que la hacía consciente de su propia feminidad, de la sexualidad que aún esperaba ser despertada. Tenía veintiocho años y todavía no la habían besado en serio.
Claro que en el colegio había tenido sus citas, e incluso se había besado con algún compañero durante el último curso, pero la realidad de la enfermedad de su madre y de las necesidades de su hermano habían hecho imposible que se relacionara.
Tenía veintiocho años y nunca había sentido la emoción de ser besada por un hombre adulto y experimentado. Y algo en Harry Styles le hacía recordar su falta de experiencia.
—¿Por qué estudia tu hermano en la universidad local si ha recibido tantas ofertes de otras? —preguntó Harry mientras entraban en la autopista que los llevaría a Mustang.
______ agradeció poder salir de sus inquietantes pensamientos.
—Cuando llegaron las ofertas, mi madre estaba pasando una mala temporada. Está enferma del corazón y no sabíamos si iba a superar aquella crisis. Liam decidió que prefería estar cerca de casa.
—Muy loable. ¿Y vuestro padre? ¿A qué se dedica?
—Quién sabe —______ reprimió el dolor y la rabia que siempre le producía pensar en su padre—. Nos abandonó cuando mamá estaba embarazada de Liam sin dejar señas en las que poder localizarlo.
—Eso es algo, que tenemos en común —dijo Harry—, Los dos hemos crecido en familias con un solo padre. Mi madre murió cuando yo tenía cinco años.
—Sí, lo sé —replicó ______. Harry la miró, sorprendido, y ella continuó—. Averigüé todo lo que pude sobre ti antes de presentarme a la entrevista para el trabajo. Leí todos los artículos que encontré en revistas y periódicos.
Harry le dedicó una sonrisa insegura.
—Espero que no creyeras todo lo que leíste. Los periodistas tienden a exagerar, sobre todo en lo referente al
dinero y al amor.
______ se ruborizó ligeramente.
—He trabajado lo suficiente para ti como para saber que te va bien en ambos aspectos.
Harry rió.
—Eso depende de a quién se lo preguntes. Según mi contable, gasto casi lo mismo que gano, y tengo la impresión de que si le preguntaras hoy a Sheila lo que piensa de mí, no te diría precisamente cosas agradables.
—¿Problemas en el paraíso?
—El paraíso perdido —replicó Harry—. Rompí con ella anoche.
—¿Debería llamar a la floristería? —preguntó ______ en tono burlón.
—No, esta vez nos saltaremos la rutina habitual. Además, no me parecería bien mandarle flores a Sheila estando casado contigo —Harry sonrió y Ángela sintió el magnetismo de aquella sonrisa recorriendo su cuerpo—. Y hablando de nuestro matrimonio, deberíamos discutir algunos detalles sobre nuestra boda.
—¿Qué detalles?
—Por ejemplo, si nos casamos con una ceremonia tradicional, o en un parque, o con un juez de paz. Si nuestro noviazgo fue un idilio arrollador, o si nos conocíamos de toda la vida...
—Pues claro, fue un idilio arrollador —dijo ______ de inmediato—. Pero nos casamos siguiendo la ceremonia tradicional —cerró los ojos por un instante, visualizando la boda con la que siempre había soñado—. Nos casamos por la tarde, y la iglesia estaba llena de velas y flores. Yo llevaba un vestido largo blanco con encaje y botones de perlas; tú, esmoquin con una faja color rosa claro y pajarita.
—Parece que has pensado mucho en ello.
La voz de Harry sacó a ______ de las agradables imágenes que poblaban su mente. Fue como despertar en medio de un sueño agradable.
—En realidad no —contestó. No quería que su jefe supiera lo a menudo que tensa aquellas ridículas fantasías—. Supongo que todo el mundo piensa alguna vez en cómo le gustaría que fuera su boda.
—Puedo asegurarte que yo jamás pienso en mi boda.
______ sonrió irónicamente.
—Y yo puedo asegurarte que no me sorprende. Tienes el corazón de un soltero empedernido —dudó un momento, mirando a Harry con curiosidad—. Ni siquiera estoy segura de que puedas interpretar el papel de un hombre casado durante toda una semana.
Harry alzó una de sus cejas oscuras y sus ojos destellaron, desafiantes.
—No me subestimes, ______. Has trabajado conmigo el tiempo suficiente como para saber que soy implacable en lo referente a conseguir lo que quiero o necesito, y necesito que Brody crea que soy un v hombre felizmente casado. Te aseguro que sabré interpretar mi papel. ¿Estás segura tú de poder interpretar el tuyo?
______ sonrió, segura de sí misma.
—Después del tiempo que llevo trabajando para ti, ya deberías saber que soy muy eficiente. Si necesitas que me comporte como una esposa, eso es exactamente lo que haré.
Harry rió, y su grave y desafiante risa resonó en los oídos de ______, haciendo que se le encogiera el corazón.
—Tengo la sensación de que vamos a pasar una semana muy interesante.
______ sintió que todo su cuerpo se acaloraba al oír aquello, y en ese momento supo que había cometido un gran error aceptando tomar parte en aquella locura.
Durante la siguiente hora se dedicaron a inventar su vida juntos. Decidieron que habían pasado la luna de miel en el Caribe, que solían ir de vacaciones a Nueva York y que pasaban casi todos los viernes por la tarde jugando a las cartas con otras parejas de amigos. Cuando sintieron que todo había quedado claro, se quedaron en silencio.
Al cabo de un rato, ______ apoyó la cabeza contra la ventanilla y se quedó medio dormida. Harry aprovechó la oportunidad para observarla.
Lo había sorprendido. Cuando había llegado a su casa para recogerla y la había visto en brazos de su hermano, con el pelo rizado y suelto flotando en torno a sus hombros, había sido como ver a una desconocida.
¿Había tenido el pelo siempre tan largo, fuerte y brillante? ¿Por qué no se había fijado nunca en ello?
Pero no era el pelo lo único que le había llamado la atención. Mientras hablaban en el coche, ______ lo había sorprendido con su ironía, su humor y unas agallas de las que nunca había hecho gala en el trabajo.
La miró de nuevo, fijándose rápidamente en sus rasgos. No podía decirse que fuera una belleza. De hecho, ni siquiera era bonita. Tenía el pelo de un tono castaño bastante normal, y lo llevaba sujeto detrás de la cabeza con un pasador, como siempre. La barbilla era demasiado afilada, y la nariz, un poco larga. En una época en que los labios carnosos estaban de moda, los suyos resultaban un tanto delgados.
Volvió a fijarse en la carretera, agradeciendo no sentirse físicamente atraído por ella. La semana que los aguardaba habría sido un infierno si ______ hubiera sido una belleza.
Se felicitó a sí mismo por su inspirada elección. Pedirle a su sencilla secretaria que interpretara el papel de su esposa había sido una idea genial. No existía la posibilidad de que alguno de los dos se tomara el juego demasiado en serio.
Cuando se hallaban a pocas millas de Mustang, ______ abrió los ojos.
—Hola, dormilona —saludó Harry—. Llegaremos en diez minutos.
______ se incorporó en el asiento.
—Oh, lo siento. No tema intención de quedarme dormida —se llevó las manos al pelo en un gesto de timidez—. Viajar en coche siempre me produce este efecto.
—No te preocupes. Hay otra cosa de la que debemos ocuparnos antes de llegar—dijo Harry, mientras sacaba del bolsillo de su pantalón una cajita de joyería.
—¿De qué?—preguntó ______.
—De tu anillo de boda, por supuesto.
______ abrió la cajita y se quedó boquiabierta.
—Oh, es precioso. .
Harry asintió.
—Era el anillo de mi madre. Me ha parecido que sería un bonito detalle que lo llevaras. Póntelo.
______ deslizó el anillo en su dedo.
—Es un poco grande, pero no importa. Prometo cuidarlo muy bien.
Harry sonrió.
—Supongo que ahora es oficial. Llevas mi anillo, así que eso te convierte en mi esposa.
—Sabes que esto es una locura —dijo ______ mientras observaba el anillo, que tenía un gran diamante en el centro rodeado por otros más pequeños.
—Lo que sería una locura sería perder a Brody Robinson como cliente —Harry se quedó en silencio mientras entraban en los límites de la población y trataba de recordar las señas que le había dado Brody.
—Qué pueblo tan encantador —dijo ______ mientras avanzaban por la calle principal.
Harry asintió, fijándose en las antiguas y pintorescas fachadas de las tiendas, que recordaban a las de un típico pueblo vaquero.
—El rancho de Brody está al otro lado del pueblo, a varios kilómetros hacia el oeste —explicó—. ¿Te estás poniendo nerviosa? —preguntó, al ver que ______ se movía inquieta en su asiento.
—Un poco —replicó ella, y sonrió—. Nunca había estado casada hasta ahora.
Su sonrisa hizo algo a su rostro... lo iluminó, enfatizando el brillo de sus ojos y confiriendo a sus rasgos irregulares un encanto especial.
—Esto es lo más cerca que pienso estar del matrimonio —dijo Harry, en tono más forzado del que pretendía.
Unos minutos después giraban en el sendero que llevaba al rancho de Brody. Incluso sin el cartel que decía Robinson’s Ranch, Harry habría sabido que el lugar pertenecía a su cuente por la enorme galleta de metal que adornaba la verja de entrada.
—No hay nada sutil en Brody —murmuró mientras la casa del rancho aparecía ante su vista.
—¡Dios santo! —exclamó ______—. ¡Es una mansión!
Y era una mansión, sin duda. La casa tenía dos plantas y era de proporciones mastodónticas. Encima del porche, con sus enormes columnas, asomaban dos grandes balcones de la planta alta.
A lo lejos se veían las demás edificaciones del rancho, así como cientos de vacas pastando en unas extensiones de hierba que parecían no tener fin.
—Bastante impresionante —dijo Harry, mientras detenía el coche junto a la casa—, Brody nunca hace nada a medias —apagó el motor y en ese momento salió Brody Robinson de la casa. Harry se volvió hacia ______ con una sonrisa que parecía tensa—. Ya estamos en plena faena. Recuerda que estamos casados.
Brody abrió la puerta del coche.
—Cuánto me alegro de verte —el robusto vaquero sacó casi a rastras del coche a Harry, y enseguida corrió a ayudar a ______—. Y tú debes ser su damita —exclamó, abrazándola como un oso—. Pasad a conocer a mi
media naranja. No os preocupéis por el equipaje. Enviaré a uno de mis empleados para que lo recoja.
Mientras seguían a Brody, Harry tomó a ______ de la mano. La tenía fría como el hielo. Le dedicó una reconfortante sonrisa que ella trató de devolverle.
—¡Barbara! —gritó Brody mientras entraban en el enorme vestíbulo de la casa—. Ya han llegado nuestros primeros invitados —volviéndose hacia Harry y ______, añadió—: Las otras parejas llegarán a última hora de la tarde —los tres se volvieron al oír el sonido de unos tacones acercándose—. Ah, aquí está mi esposa.
Alta y esbelta, atractiva, con el pelo corto y gris, Barbara Robinson irradiaba calidez y simpatía. Brody le pasó un brazo por los hombros e hizo las presentaciones.
—Este es Harry, el cerebro que se oculta tras nuestras campañas publicitarias, y esta es su encantadora esposa, a la que unas veces llama Marie y otras ______.
—Llamadme ______, por favor —dijo ______, mientras estrechaba la mano que le ofrecía Barbara—. Gracias por invitarnos a vuestra casa. Harry y yo estábamos deseando venir.
Harry sintió una oleada de orgullo. ______ sonaba cortés y sincera, dos cualidades que querría en una esposa... si es que quisiera una esposa.
—Vamos al cuarto de estar. Acabo de preparar una limonada. Podemos charlar un rato antes de que os instaléis en vuestro cuarto —Barbara los condujo a un amplio cuarto de estar y señaló el sofá para que se sentaran—. Enseguida vuelvo con los refrescos.
Harry y ______ se sentaron en el sofá y Brody ocupó uno de los sillones que había enfrente.
—¿Habéis atravesado Mustang para venir?
Harry asintió.
—Bonito pueblo.
—Es el mejor pueblo de los Estados Unidos —dijo Brody, con evidente entusiasmo—. Y sus habitantes son la mejor gente del mundo. Llevamos aquí poco tiempo, pero no querríamos vivir en otro sitio —sonriendo, añadió—: Hacéis una pareja estupenda. ¿Cuánto tiempo lleváis casados?
—El mes que viene hará dos años —dijo ______. Harry asintió, satisfecho.
—Ah, así que os casasteis en verano. Barbara y yo nos casamos en diciembre, en medio de la peor tormenta de nieve de la historia de Montana. Casi me congelo al ir a la iglesia, pero estar con ella me ha mantenido caliente desde entonces.
—Es un tonto sentimental —dijo Barbara mientras entraba con las bebidas. Sonrió cariñosamente a su marido—. Cada vez que nieva se empeña en renovar nuestros votos... y nieva mucho en Montana.
Tras dar a cada uno su vaso de limonada, ocupó el sillón contiguo al de su marido.
—¿Trabajas, ______?—preguntó.
—Ocuparme de Harry para que pueda concentrar todas sus energías en su negocio es un trabajo de jornada completa —apoyó una mano en el brazo de Harry—. No sé qué haría sin mí.
—Estoy seguro de que él siente lo mismo —dijo Brody.
Harry sonrió, aunque pensaba que ______ se estaba pasando un poco. Dio un sorbo a su limonada, observando a su «esposa» mientras esta charlaba con Barbara.
Ella tenía razón, admitió, finalmente. No sabría qué hacer sin ella. Apenas se fijaba en su secretaría durante el trabajo, pero eso se debía a lo bien que llevaba todo. Estaba totalmente al tanto de sus citas y compromisos, siempre recordaba los nombres de las esposas y los hijos de sus clientes, se ocupaba de comprar tos regalos para sus familiares y amigos en los cumpleaños...
Había tenido media docena de secretarias antes que ella, mujeres atractivas que parecían más interesadas en hacerse las uñas qué en ocuparse de su trabajo. Sí, no sabía qué haría sin ______, y esperaba no tener que averiguarlo nunca. No necesitaba una esposa, pero, sin duda, necesitaba una buena secretaria.
—Los primeros cinco años son los más difíciles del matrimonio —dijo Brody, distrayendo a Harry de sus pensamientos—. Si superas esos años, la relación se hace más fuerte y duradera —sonrió a su esposa con evidente amor—. Barbara y yo nos estamos preparando para celebrar nuestro treinta aniversario de boda.
—Eso es todo un logro —dijo Harry, sinceramente impresionado. Él no podía imaginar ni treinta días seguidos con la misma mujer.
—Hemos pasado juntos muchas tormentas, pero los problemas solo han servido para fortalecernos. No hay nada mejor para un hombre que amar a una mujer y ser correspondido por ella.
Barbara rió.
—Si no lo interrumpimos ahora, se pondrá poético durante horas, y estoy segura de que queréis refrescaros un poco antes de cenar —mirando a su marido cariñosamente, añadió—: ¿Por qué no los acompañas arriba mientras yo llevo los vasos de vuelta a la cocina?
Harry y ______ salieron con Brody del cuarto de estar y subieron la enorme escalera que llevaba a la segunda planta.
—Tiene una casa preciosa, señor Robinson —dijo ______.
—Gracias, cariño. Lo cierto es que hemos invertido mucho trabajo en ella desde que la compramos... y por favor, llámame Brody —dijo el vaquero, entrando en la primera habitación que había a la izquierda del pasillo—. Vais a alojaros aquí —______ y Harry lo siguieron al interior del bonito y amplio dormitorio—. Os dejo para que deshagáis el equipaje y os instaléis cómodamente —con una inclinación de cabeza, giró sobre sus talones y salió.
Harry miró la cama de matrimonio, cubierta con una bonita colcha verde. Era una cama muy pequeña. Como todo lo que hacía Brody era grande, había asumido que las camas serían igualmente grandes. Esperaba algo diferente a aquello.
______ y él no habían hablado sobre cómo iban a arreglárselas para dormir. Era el único asunto que no habían dejado resuelto.
Cuando la miró, supo por su expresión que estaba pensando lo mismo que él.
Aparte de la cama, solo había un pequeño sofá en la habitación que pudiera servir de algo parecido a una cama, pero era demasiado pequeño para Harry. Se quedaría lisiado para toda la vida si tuviera que dormir en él.
—No vamos a compartir la cama —dijo ______ con suavidad—. Nadie tiene por qué saberlo.
Harry asintió y volvió a mirar el sofá. Luego miró de nuevo a ______.
—Si me dejas la cama, te subo la paga a mil setecientos cincuenta dólares.
______ miró el sofá un momento.
—Trato hecho —dijo, finalmente.
Harry le dedicó una sonrisa ligeramente forzada, sabiendo que aquella semana le iba a costar una pequeña fortuna.
[center]HOLA! Segundo capitulo! BIENVENIDAS TODAS Y LAS NUEVAS LECTORAS, ESTE CAPITULO FUE PARA USTEDES :D
LOS COMENTARIOS SON EL OXIGENO DEL ESCRITOR, ¡NO QUIERO MORIR JOVEN!
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
chuqi escribió:holaaaaa!nueva lectoraaa!(soy la quinta creo?)
me llamo adriana pero dime adrii :)
me encantaa tu noveee!!!
se vee super interesantee!
haber que pasara en 1 semana entre Harry y rayis 8)
siguela prontoo!
kisses beautiful!
adriana
Bienvenidisma Adri! :D
Gracias por tomarte el tiempo de comentar, de verdad lo aprecio.
Espero verte pronto por aquí ;)
Gracias por tomarte el tiempo de comentar, de verdad lo aprecio.
Espero verte pronto por aquí ;)
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Lo ame, lo ame, te juro que lo hice*------* Pero me molesto que a Harry no le atrajera la rayis ¬¬ Osea, es como si.. 'No te imaginas lo que pasara después' e.é (? Me cayo bien Brody:3 Osea, me lo imagine como un ranchero todo... todo.. Ajua! x3 Ennn fin.. Síguela, simplemente me encanta;) BesosC:
Diana Ajaslask(?
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Beatles. escribió:Lo ame, lo ame, te juro que lo hice*------* Pero me molesto que a Harry no le atrajera la rayis ¬¬ Osea, es como si.. 'No te imaginas lo que pasara después' e.é (? Me cayo bien Brody:3 Osea, me lo imagine como un ranchero todo... todo.. Ajua! x3 Ennn fin.. Síguela, simplemente me encanta;) BesosC:
Muchas gracias! Brody es genial en el proximo capitulo empieza lo mejor ;)
EleanorJCalder
Re: Perfect Wife [Harry Styles] Terminada
Holi new reader ah *-* lo ame lo ameee todoo sube cappp pronto c:
"jess♥"
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