Los Ojos del Demonio (Harry Styles)

Harry estaba mirando el techo cuando comenzó a amanecer, Dina tenia la cabeza en su pecho y estaba profundamente dormida. El rizado estaba sumido en sus pensamientos, recordando y asimilando cada parte de su plan.

Jamás se detenía a pensar en el bienestar de los demás, solo quería el suyo propio. La pobre e indefensa Dina era su próxima victima, después de que el peligro se fuera – Gian y Fabela - y que Nerky hiciera acto de presencia en Durham, él mismo se encargaría de matar a Dina, para así poder vengarse.

Ahora que sabia a lo que venia Gemma, no dudaría en él mismo hacerlo. El libro decía que un vínculo de sangre con algún mirtingasi haría que la muerte de Nerky fuera rápida. Y Dina era ese vínculo de sangre, el lunar en forma de lágrima en su nuca le delataba, pero ella no lo sabía. Dina estaba vinculada con Nerky, a pesar de que Harry no sabia como es que esto había pasado, ella era su única salida.

Harry tenía que aprovechar y retenerla con él hasta que la hora de su muerte llegara. Sonaba cruel su plan pero él quería venganza, quería que aquel demonio pagara por hacerle miserable la vida.

Dina comenzó a moverse intranquila en los brazos de Harry, haciendo que él rizado dejara de pensar. De un salto la chica salió de la cama mirando a Harry con terror.

-Largo de aquí… - le dijo sin poder controlarse. El rizado le miraba sin comprender su reacción. Harry se levanto de la cama tratando de tranquilizarla, pero ella tomo uno de sus broches, que a pesar de que no podían herir a Harry lo tomaba como arma de protección. – No te acerques, será mejor que te vayas…

-Me iré, lo hare… - le decía acercándose un poco mas a ella.

-No te acerques a ella, no mas… - Harry se detuvo en seco mirando a la que parecía ahora no ser Dina.

-¿Quién eres? – pregunto observando a la chica frente a él.

-Tan solo no la toques o te arrepentirás… - dicho esto la que parecía ser Dina le lanzo el broche, este se le encajo en el hombro al rizado haciéndolo gruñir despacio por el dolor.

El cuerpo de Dina cayó al suelo. Alguien mas había estado controlándole, alguien se había metido en su cuerpo haciéndole decir esas cosas, pero ¿Quién?

Harry tomo el cuerpo débil de Dina entre sus brazos, lo llevo a la cama de vuelta. Estaba tan pacifico su semblante. Recorrió cada parte de su cuerpo con la mirada, sus ojos se detuvieron en su brazo, aun tenia la marca que él le había hecho, su mano estaba plasmada en su brazo, pero no se veía tanto como aquel día en el ático.

Harry tomo la muñeca de Dina para tomar su pulso, había sido muy extraño que alguien haya poseído el cuerpo de la chica en su propia cara ¿así se supondría que le cuidaría? En sus narices le pasaban cosas.

Después de un corto tiempo Dina comenzó a moverse intranquila, el rizado le miraba esperando algún otro movimiento.

Dina abrió los ojos despacio sintiendo un fuerte dolor de cabeza, miro a Harry quien se mantenía mirándole fijamente, sintió otra punzada en la cabeza cerrando los ojos fuertemente.

-¿acaso bebí alcohol anoche? – pregunto la castaña apretando las sienes con los dedos. Harry negó sonriendo un poco.

-¿Te duele algo aparte de la cabeza? – Dina abrió los ojos como platos mirando al rizado, una sola palabra se le vino a su cabeza “sexo” ¿acaso Harry se había aprovechado de ella anoche? Pero ¿Cómo no lo recordaba? - ¿Dina?

-No me digas que… anoche… -él frunció el ceño para después poner los ojos en blanco, se levanto de la cama mirando a la castaña.

-Dejemos los malos pensamientos para después… - susurro Harry colocándose los lentes obscuros, ocultando sus ojos. – te esperare en el coche, apresúrate… - el coche lo había dejado aparcado una cuadra antes de la casa de la castaña.

-¿A dónde iremos? – pregunto Dina saliendo de la cama.

-Te llevare a la vieja casa con lo demás… - El rizado sonrió de lado, cerro los ojos – que Dina no pudo ver tal gesto. – murmuro algo que la chica no pudo escuchar y después desapareció de la habitación. Dina suspiro mirando el punto donde Harry había estado hace unos segundos, miro por la ventana unos momentos para después disponerse a ducharse y vestirse.



Harry se encontraba sentado en el interior de su coche esperando a Dina. Imágenes de la noche anterior venían a su cabeza. Los cálidos labios de la castaña sobre los suyos, inconscientemente pasó la yema de sus dedos por sus labios cerrando los ojos. Las palabras que Harry le había dicho a Dina anoche no eran ciertas, pero el rizado aun sentía el sabor de aquellos dulces labios que los suyos había probado.

-Durazno… - susurro recordando el sabor.

Abrió de nuevo sus ojos dando un fuerte golpe al volante algo desesperado y molesto con él mismo, deseando que esos sentimientos desconocidos no se adueñaran de él, no los dejaría ni siquiera entrar.

-Tu estas cerca de ella solo para después matarla, para eso la estas cuidando ahora… - se decía a su mismo.

Pero mientras él mismo se debatía en hundir esos sentimientos, recordó lo sucedido hace unos minutos. Alguien se había apoderado del cuerpo de la castaña y él no había podido protegerla de eso. Si el culpable de hubiera sido Gian, el mismo Harry se encargaría de matarlo y así poner marcar la ultima letra que le faltaba en su mejilla, la letra “S”. Gian se arrepentiría por haber invadido el cuerpo de Dina, para Harry no era importante el hecho que haya sido Dina, lo importante para él fue que lo hizo en sus propias narices, si esto hacia frente a él entonces si el rizado dejaba sin protección a la castaña, seguramente Gian o cualquiera que lo hubiera hecho, le seria mucho mas fácil raptar a Dina mientras él no estaba, debía de brindarle mas protección a la mirtingasi, si es que él quería seguir con aquel plan de venganza.

El ruido de unos golpecito al vidrio de la ventana le hicieron salir de sus pensamientos. Fingió una sonrisa abriendo desde adentro la puerta del copiloto dejando entrar a Dina.

-Lamento haber tardado tanto… - se disculpo colocándose el cinturón de seguridad. Harry sonrió ante la ironía de la situación, ella se protegía de un choque automovilístico mientras que quien le quería matar estaba sentado a su lado.

-¿Cómo sigue tu cabeza? – pregunto el rizado deteniendo el coche en un semáforo en rojo. Dina hizo una mueca mirándolo. – tomare eso como un “no” - ella suspiro mientras él ponía en marcha el Audi negro.

-Mi mamá ha preguntado por ti… - Harry le miro de soslayo notando como Dina veía por la ventanilla, pero él no pregunto nada, ella siguió hablando – dijo que no te vio salir y creyó que aun seguías en mi habitación… ella creyó… bueno… tu sabes lo que pasa por la mente loca de un padre si ve que su hijo con… - Harry frunció el ceño, después sonrió divertido escuchando como Dina trataba de explicarle lo ocurrido con su mamá.

-Entiendo – le dijo Harry serio. Dina suspiro encogiéndose de hombros.

El Audi negro se aparcó frente a la vieja casa, Dina se bajo de este antes de que Harry lo hiciera. Se dirigió hacia la puerta, Harry bajo y a los segundos ya estuvo a su lado abriendo la puerta.

Siete pares de ojos le miraron a ambos. Harry frunció el ceño mirando un par de ojos en particular.

-¿Qué haces aquí? – pregunto mirando la sonrisa de Gemma. Harry coloco de inmediato a Dina detrás de él, Gemma se hizo la ofendida mostrando un puchero a la acción de su hermano.

-Ella nos ayudara… - decía la señora Wind mirando a Harry. El rizado miro ahora a Louis quien le veía con cara de “hablamos después” Harry suspiro caminando hacia donde se encontraba Verónica. Dina tan solo se quedo de pie mirando como estaba frente a la chica que le había perseguido hasta en sueños.

-Te escucho – le dijo Harry ahora mirando a Gemma.

-Se sobre la llegada de los dos brujos, Gian y Fabela… - miro a Dina – me gustaría ayudarlos, supongo que la mirtingasi no merece morir – Harry sabia lo que pasaba por la mente de su hermana, frunció el ceño suspirando. Verónica le miro pero en ese momento la voz de Dina inundo el lugar.

-Y supongo que la que quiere matarme eres tu… - Gemma le miro seria levantándose de su lugar. – quieres protegerme para después volver a asecharme y atemorizarme por las noches… y matarme…

-Mira niñita, si quisiera matarte ya lo hubiera hecho desde hace mucho… oportunidades he tenido para hacerlo… - Harry sabia que su hermana mentía, ella solo quería lo mismo que él, y ahora pareciera que en la mente de Gemma se estaba creando el mismo plan que el rizado tenia, proteger a Dina de los otros brujos para después ellos matarla.

-No es necesario llegar a ser tan cruel con tus palabras… - le decía Louis intentando de tranquilizar a Gemma.

-No me hables de crueldad – replico la chica resoplando, tomo su lugar de nuevo mirando a Dina. Le iba a matar y disfrutaría al hacerlo.

-¿Así quieres que te crea? ¿Comportándote de esa manera? – Harry susurro, Gemma se giro de nuevo a ver a su hermano.

-Debes creerme… - Gemma le hablaba como si no hubiera sido ella la que había amenazado a Dina hace unos segundos. – o de no ser así, les gustara tenerme como enemiga…

-Seria bueno tenerla de nuestro lado – el que ahora hablo fue Liam – si somos mas tratando de cuidar a… Dina… menos podrán llevársela – Zayn asintió estando de acuerdo con el castaño.

-¿Mi opinión no cuenta aquí? – reclamo Dina mirándolos a todos.

-No… - respondió Gemma de inmediato. Dina iba a decir algo más pero rápidamente Verónica ya estaba de su lado conduciéndola hasta la planta alta de la casa.

-No quiero tener cerca a esa chica, por más hermana que sea de Harry… - le decía Dina a Verónica una vez ambas estuvieron dentro de la habitación de Harry.

-Ellos saben bien lo que hacen, incluso Gemma puede ser de gran ayuda para todos…

-Pero ella intento asesinarme y ella…

-Ella es de gran ayuda… - volvió a decir la ojiverde haciendo que Dina frunciera el ceño.

-No me agrada – dijo sentándose en la cama – me atemoriza tenerla cerca…

-No solo a ti, debo admitir que a mi también… - le reconforto lo que la ojiverde le decía. La castaña sonrió a la otra chica.

-Por lo que se tienes mas experiencia que ella, ¿Por qué tenerle miedo? Podrías matarla cuando quisieras…

-Su forma de actuar, su forma sádica de comportarse… eso hace que trate de no acercarme a ella – la castaña rio un poco a lo que Verónica frunció el ceño. – No te burles de mi o la que te matara seré yo – Dina se quedo quieta y Verónica rio. – era broma…

-Creí que lo harías… - dijo con un tono nervioso, pero al instante rio con ella.

-¿De que me perdí? – dijo Harry mientras entraba a su habitación.

-Nada – murmuro Dina.

-¿Se quedara Gemma esta noche? – pregunto la chica de ojos esmeralda, pero Harry negó.

-La que se quedara hoy será Dina… - la castaña frunció el ceño.

-No se si sea… -Dina iba a comenzar a protestar.

-Te quedaras… - sentencio Harry.



Dina había regresado a su hogar por la tarde, Verónica le había acompañado para que así tomara algo de ropa. Para no levantar sospechas y que su mamá no comenzara con preguntas. Tomo lo necesario, y regreso a la vieja casa antes del anochecer.

Se encontraba acomodando el sofá que estaba en la habitación de Harry, una pequeña manta seria suficiente ya que no hacia demasiado frio esa noche. El rizado entro a la habitación observando como la castaña se recostaba en el incomodo sofá.

-¿Qué haces? – pregunto sin moverse de donde le veía.

-Voy a dormir… - el rizado resoplo rodando los ojos.

-Largo del sofá, la cama es tuya por hoy… - Dina frunció el ceño sentándose en el sofá y mirándolo. – No digas nada, solo ve y pon tu trasero en la cama antes de que me arrepienta… - Y así fue como Dina camino hasta la cama y sin decir palabra alguna se recostó en esta sintiendo el peso de Harry caer al otro costado del colchón.

-Dijiste que la cama seria para mi… - replico Dina girándose a verle. Harry suspiro mientras frotaba sus ojos con los nudillos.

-Pero jamás dije que el sofá seria mi cama… - se defendió.

Dina no dijo nada, tan solo se quedo en silencio girándose en la cama para darle la espalda a Harry y así poder dormir en paz, no quería pelear y mucho menos con él. La noche anterior él había dicho que solo debía sentirlo, y eso haría. Aunque el comportamiento del chico le estuviera volviendo loca. Tal vez conversaría con Verónica en cuanto el sol tomara su altura correcta, o trataría de averiguar más sobre el mismo Harry.