# He love me for me. | Zayn Malik |

Hacia muchísimo que no se veían.
Casi tres años.
Él había decidido seguir su sueño, y para ella no quedaba más que esperar a verlo llegar o que decidieran hacer un tour de nuevo en Londres.

Duele, pensó Cher sentada en su sofá, duele demasiado. Una lágrima rodó por su mejilla.
Sólo él sabía cómo amarla, cómo entenderla, cómo hacerla bajar de la nube en la que se subía todo el tiempo. Sólo él sabía qué hacer para calmarla, para hacerla sonreír. Él entendía que ella no era la típica londinense... y era por eso lo amaba.
Cher encendió la televisión y luego se arrepintió de hacerlo. Ahí estaba él, con su banda, tan brillante como siempre. Con su sonrisita pícara, otro de los motivos por los que se había enamorado de él. Los cinco estaban cantando en LA. Quisiera estar allí, acompañándote, se dijo.
La castaña agachó la mirada, encontrándose con su cuaderno.
-Le he dicho a Tony que no toque mis cosas -susurró y se estiro para tomarlo entre sus manos.
Lo abrió; en la primera hoja decía: Vas happenin' Cher?, pegada junto aquella frase había una foto de ellos, juntos. Él la abrazaba, mientras ella besaba su mejilla... se los veía llenos de pintura. Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquel día.

FLASHBACK

-¡Cher! ¿Dónde estás? -la voz de su mejor amigo resonó por toda la casa.
-¡En mi habitación! -gritó de vuelta-. ¡¡Sube, Zayn!!
En aquellos tiempos Cher tenía quince años, y Zayn dieciséis.
La puerta del cuarto de Lloyd se abrió, y el moreno asomó tras ella.
-Buenas tardes, mejor amiga -se acercó a abrazarla.
-Hola, Zayn -sonrió besando su mejilla.
-¿Me extrañaste? -la miró.
-Sólo han pa...
-¿Me extrañaste? -dijo.
-Claro que sí, idiota -rió.
-¿En qué querías que te ayudara? -examinó la habitación con la mirada.
-Quiero pintar las paredes -lo miró-. ¿Me ayudas?
-Vale -se paso una mano por el pelo-. Venga, ayúdame a mover las cosas.
Sacaron la cama, la mesita de noche, y las cortinas... por las dudas.
-¿Comenzamos? -dijo Cher entrando a la habitación con tres latas de pintura. Se había cambiado de ropa, ahora llevaba una camisa blanca --algunas tallas más grande-- y un pantalón gris, también bastante grande; dejando sus pies descalsos.
-Vale -sonrió.
Acomodaron los diarios en el suelo, para no manchar el parquet.
Mientras Zayn pintaba la pared de la ventana de color crema, Cher pintaba la que tenía el placard empotrado del mismo color.
-¡Hey, Malik! -le llamó, cuando el moreno se giró recibió algo de pintura en el rostro.
-¡Oye! -se quejó-. ¡Eso no vale, estaba distraído!
Ella alzó los hombros y siguió en lo suyo. Sin percatarse de que Zayn se había puesto de pie, con brocha en mano, acercándose; se agacho y le mancho una mejilla con la brocha.
-¡¡Zayn Malik!! -gritó y se arrojó sobre él.
El moreno quedó de espaldas en el piso, y ella sobre su regazo.
-No sabes en lo que te has metido, Malik, no lo sabes.
Lloyd mojó la brocha en la lata y lo miró.
-Oye, Cher, tu no harías eso -le rogó-. Sé que no lo harás.
-Sí. Sí lo haré -le paso pintura por el pelo-. Estamos a mano -se alejó de él, haciendo como si nada hubiese pasado.

-Oh, están pintando -dijo la madre de Cher al entrar en la habitación-. Acérquense les tomaré una foto.
Y allí fue cuando ella beso la mejilla de Zayn, mientras él la abrazaba y sonreía para la cámara.

La habían pasado de maravilla juntos.
Aquella misma tarde, Zayn había pintado la frase: I'm a princess I don't wanna be the queen en la pared de su habitación. Le había besado la mejilla, para luego proponerle ir a dormir a su casa. Para pasar una noche de amigos.

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Lyla.