"Forgiveness and love {Payne, Styles y tú}"

Caminaba de un lado a otro en la habitación. El test de embarazo no dejaba de jugar entre mis manos. Lo sacudía, le daba vueltas en el aire. Sabía bien, que hiciera lo que hiciera, el resultado en ese test no cambiaria, a no ser que tuviera una máquina del tiempo, que me ayudara para que "ese día" nunca hubiera pasado, o al menos, que alguien le hubiera enseñado como usar la protección al idiota de mi novio. Me mordí el labio, y deje de caminar. Suspire pesadamente, mientras unos pasos se escuchaban acercarse por el angosto pasillo. Toc Toc. La puerta de madera resonó en toda la habitación, al ser golpeada con los nudillos de esa persona al otro lado de la puerta. Me mordí un labio, aquella persona al otro lado tenía impaciencia, se podía notar al escuchar golpear la puerta. Podía asegurar que esa persona en este momento fruncía el ceño al no escuchar respuesta mía. Y mis sospechas eran ciertas, al escuchar de nuevo el sonido de sus nudillos golpear contra la madera.

-Se que estás allí, ábreme- La voz femenina resonó en mis oídos. Su voz sonaba normal, pero sabía que por dentro, aquella rubia dueña de la voz, estaba llena de incertidumbres, nervios y sobre todo, temor.
-¿Qué pasa?- Dije al otro lado de la puerta, con la mano derecha en el pomo de aquella fina puerta, pero sin siquiera hacer algún amago para abrirla.
-Quiero hablar, sobre...tu sabes- Respondió pesadamente.
-Yo no quiero hablar- Respondí fríamente.
-No te dejare sola, menos en este momento, ábreme por favor- Replico la rubia, pasando por alto mi frialdad.
-Te abriré, por ser tu- Suspire, girando el pomo. Al otro lado, vi una rubia algo despeinada, y con unas grandes ojeras.
-No pude dormir...- Dijo al observar la expresión de duda en mi rostro. Sacudí mi cabeza, y la hice pasar hasta mi cama, donde nos sentamos.
-Yo soy la embarazada, no tu- Dije con una media sonrisa, sin apartar mi frialdad al tirar mis palabras.
-Me tomo por sorpresa, pues, bueno, siempre todos pensaban que yo iba a salir con un bebé antes que ustedes, tu eres como la "chica con los pies en la tierra", la que siempre va un paso adelante de todos, con las respuestas justas para cada situación. Ósea, eres tú, la chica perfecta...- No la deje terminar, levante mi mano en señal de alto, mientras negaba con la cabeza.
-Podre ser muchas cosas, pero ya está hecho. No soy perfecta, simplemente, oculto mis errores para mí misma. Sea lo que sea que pase luego, lo enfrentare. Ahora, no necesito una amiga que me diga lo perfecta que soy o era, necesito una amiga que me ayude...- Esta vez ella me interrumpió. Salto encima de mí, rodeándome con sus brazos en un gran abrazo.
-Siempre contaras conmigo, eso ni se diga- Susurro en mi oído. -¿Ya le dijiste a...?-

***

Caminaba, decidida, por los pasillos del gran colegio. Tenía mis libros pegados fuertemente hacía mi pecho. Mi cabello volaba detrás de mi cabeza, a pesar de estar bajo techo, el aire acondicionado era lo bastante potente para crear una suave brisa. Llevaba el uniforme del colegio, como cualquier otra alumna normal. Todos me miraban, como de costumbre, por ser de las chicas populares del colegio. Pero era algo que ni yo había pedido ser, simplemente había pasado. Ignoraba a todos, mientras mi cabeza solo volaba, mientras escuchaba música. Nadie sabía de mi estado, algo que me alegraba, era lo último que quería que pasara. Me mordí el labio, recordando la noche anterior. Había pasado toda la noche con Alice, mi mejor amiga, repasando como sería cuando me encontrara con mi novio, y le avisara de "la feliz noticia". "Se que sonara loco, que puede parecer inverosímil, pero...estoy embarazada" Esas palabras eran cortas, justas y acertadas, pero si para algo no estaba preparada, era para su reacción. Suspire, al toparme con la puerta del gimnasio, donde ahora el debería estar, enlongando para su práctica. Cerré los ojos, y con mi brazo derecho, empuje la puerta para hacerme paso dentro.

-Pero si es la chica Malik- Un rubio se coloco a mi lado, caminando junto a mí.
-No molestes Horan- Le respondí pegándole levemente en el hombro.
-Ya ya, se que molestarte es pura exclusividad de Zayn- Respondió divertido, mientras lo miraba alzando una ceja. Zayn, mi hermano, no había pensado que diría ante la noticia. Estaba segura que terminaría encima de mi queridísimo novio, dejándolo desfigurado. Trague duro, ni siquiera había pensado como Niall se lo tomaría, mi mejor amigo, bueno, ya podía decirse mi segundo hermano.
-¿Me podrías decir donde esta Harry?- Le pregunte, haciendo caso omiso a su comentario.
-Esta con Zayn y Louis, por allá- Señalo hacía tres chicos riendo, sentados en las tribunas. Me despedí de Niall rápidamente, y camine a paso apresurado hacía ellos, cualquier que me viera, seguramente diría que estaba corriendo.
-¡Invitado!- Grito mi hermano, al verme corriendo hacía ellos. El se levanto rápidamente, y corrió hacía mi, y al llegar conmigo, me abrazo y me elevo en el aire, dándome algunas vueltas.
-¡Malik! Bájame, se me vera todo- Dije riendo, y susurrando lo último. El me bajo, y yo camine hacía los otros dos, que miraban divertidos la escena.
-Hola Harry, hola Boo Bear- Les dije una vez que llegue a su lado.
-Ya hablamos sobre ese apodo, querida- Dijo Louis, elevando una ceja, yo solo lo ignore, mirando a Harry.
-Debemos hablar- Dije algo fría, algo normal en mi, cambiar de estado emocional, ahora más por estar en este estado.
-¿Pasa algo?- Dijo algo confundido, mientras me seguía. Yo apreté con más fuerza los libros a mi pecho, mientras caminaba hacía los vestidores, que en este momento estaban vacios.
-¿Pasar?, que no pasa- Dije irónicamente, a lo que el simplemente lo dejo con más dudas. -Iré al grano, estoy embarazada- Y así, todo el parlamento que me había aprendido de arriba a abajo, fue simplemente una perdida completa de tiempo.
-¿Qué tu qué?- Dijo él, mirándome con los ojos abiertos. Su respiración se aceleraba, comenzó a caminar enfrente de mí de un lado a otro, acariciándose la barbilla.
-Estoy de lo más segura que entendiste todo, Styles- Dije fríamente.
-Pero, ¿Cómo? Dios, esto está muy mal- Dijo él, sin dejar de caminar de un lado a otro.
-No pienso responder esa pregunta- Dije rodando los ojos. -Creo que será mejor hablar más tarde, cuando caigas de nuevo en el mundo real- Dije irónicamente, mientras volvía hacía la puerta. Una mano rodeo mi muñeca.
-¿Estás segura?- Me gire, encontrándome con sus ojos verdes abiertos de par en par, mirándome penetrantemente.
-Si. Me hice la prueba esta mañana, y mi periodo se retraso...- Como nunca, en este momento me sentía avergonzada, débil. Incluso, inferior a él y su mirada.
-Esto no puede estar pasando, ¿Sabes lo que me haría tu hermano cuando se entere? Aparte de romperme en mil pedazos, seguramente querrá que me case y toda esas idioteces- Dijo suspirando, mientras me soltaba la muñeca.
-¿En eso piensas? ¿En qué te hará mi hermano?- Lo enfrente, con el ceño fruncido. -Sabes, me imagine una y mil veces este momento, qué harías algo al respecto, pero no que te preocuparías de más por mi hermano. Ósea, ¡Estoy embarazada! ¿Que harás con eso, eh? ¿O también piensas que mi hermano me matara a mi por eso?- Felicidades Harry, acabas de despertar la fiera.
-No te pongas así tampoco, ¿Que querías que hiciera? ¿Que saltara en una pata por recibir semejante noticia? Mira, la idea que me hacía sobre mi vida era no tener hijos, ni siquiera cuando fuera mayor, y no quiero cambiar eso- Dijo sacándome la mirada de encima.
-¿Entonces quieres que aborte? ¿Qué mate a una indefensa criatura solo por que el padre no quieres tener hijos en toda su vida?- Replique, furiosa.
-No, no, no quise decir eso- Dijo exaltado.
-Pues así sonó, Harry.- Dije saliendo por la puerta. No supe que paso con él, simplemente camine, decidida, evitando a todos los que me querían hablar. Las lágrimas caían por mis mejillas, pero mi cara simplemente reflejaba indiferencia y frialdad. Eran lágrimas silenciosas, que cargaban odio, miedo, en fin, miles de cosas. ¿Qué haría ahora? Estaba completamente sola, y eso no le caería bien a mis papás si se enteraban. Ya era demasiado malo estar embarazada, y se hacía peor ya que el supuesto padre no quería reconocerlo.