Worldwide (Big Time Rush)

Narra Emily:

Ya han pasado algunas semanas desde que Nick se fue a Alemania a cumplir como rey por mí. Es algo que jamás voy a olvidar en mi vida. No he sabido demasiado sobre él, ya que ha estado ocupado asistiendo a reuniones, a sus clases de rutina y a cada lugar al que algún miembro de la familia real va. Pero por supuesto he visto la televisión. Mi ausencia sigue siendo un escándalo que de seguro pone los nervios de punta a mi padre, pero ¿qué cosa no lo hace? Debería ser más relajado como mi madre, ella solo tiene buenos deseos para mí además de consejos. Creo que me hacen falta. Es por eso que me encontraba sola en mi habitación en Los Ángeles, recordando las cosas que solía hacer en el palacio, mis travesuras, los regaños de mi padre, y todas esas cosas que nada más me divertían. Pensándolo bien vivir ahí no estaba tan mal, y hasta extraño todo aquello. Pero antes de que pudiera hacer alguna mueca de tristeza, justamente mi celular comenzó a sonar con el tono de una canción pop moderna que las chicas le pusieron, eso habría sido un insulto en el palacio, pero ya no estoy ahí, así que me apresuré a contestar la llamada y sorpresivamente era Nick, la voz que más quería oír.

—¡Hola pequeña! —me saludó Nick con ánimo. Siempre suele decirme pequeña porque tenemos la misma edad, sí que le gustaría ser mayor.

—¡Nick! —dije con los ojos cristalizados de la emoción.

—¿Cómo estás?

—Creo que yo debería preguntar primero, he sabido cosas. —dije con voz insinuante.

—Ya sé por dónde vas —rió—. Katelynn es genial —continuó con voz maravillada y yo solté un pequeño chillido de emoción.

—Y es hermosa. ¡Ahh estoy tan feliz por ti! Al menos uno de los dos será feliz con alguien, eso es lindo. —dije sin poder evitar que mi voz se apagara de a poco. El hecho de haberle prometido a mi padre que no me enamoraría es algo que me hace sentir aprisionada ¿Cómo cree que ese sentimiento se reprime?

—Hmmm… ya sé, es esa estúpida promesa ¿verdad? —suspiró preocupado—. ¿Sabes qué? Olvídalo, olvídate de eso.

—¿Qué? No lo creo. —dije aparentando firmeza.

—Oye, Logan no va a esperarte por siempre. —dijo riendo levemente. Bien, esto fue extraño.

—¿Logan? Nick, me parece que estás un poco equivocado.

—Emily, te conozco perfectamente así que no trates de engañarme. Sé que sientes algo por ese chico. —afirmó con seguridad.

Vamos, ¿de verdad soy tan notoria? Bien, puede que sienta algún tipo de atracción por Logan, por esa sonrisa coqueta, por esos ojos tan intensos y profundos que cuando los miro, siento que podría perderme en ellos sin ningún problema, por esa voz tan melodiosa y suave que… Ah, parece que sí tenemos un pequeño dilema.

—Nick, Logan es maravilloso, y siento que me gusta y demasiado, pero no quiero jugar con sus sentimientos. No puedo enamorarme. —dije con un ápice de tristeza en mi voz.

—No, ya te dije, olvida esa tonta promesa Emily, papá tendrá que entenderlo…

“Papá tendrá que entenderlo”, sonaba fácil. Pero si yo soy testaruda, mi padre lo es el triple, claro que no va a aceptarlo. Mi conversación con Nick me dio un poco de ánimo, me alegra saber que las cosas van mejor y que desde ahora tiene un poco más de libertad y que su relación con Katelynn puede ser del todo aceptada.

En algunos minutos más la llamada terminó y yo volví a la realidad. Las risas de los chicos por la casa eran algo inusual y diferente para mí, así que cuando los escuchaba reír, yo sonreía como una tonta. Ellos se han empeñado en que me sienta cómoda y acogida, es por eso que invitan a las chicas más de lo normal para que me hagan compañía y para que hagamos “Cosas de chicas” como denominó James.