She's the one (Zayn Malik)

Capitulo 6. El helado#
Abrí los ojos abruptamente. Vi a _____ agachada en frente de mí mirándome con el ceño fruncido.
- ¿Zayn qué te pasa? – me dijo con voz dulce y empezó a acariciarme el pelo. No me aparté como solía hacer.
- Nada.
- Estabas llorando. – su caricia se deslizó hacía mi mejilla - a mí me lo puedes contar Zayn.
Entonces sentí una extraña necesidad de compartir esto con alguien. Sacar lo que llevaba años metido dentro de mi corazón. Tal vez sacarlo ayudaría.
- Está bien… - susurré levantándome y dirigiéndome a un banco colgante que teníamos allí.
Me senté y ella hizo lo mismo.
- Marie King mi novia durante un año murió en un accidente de tráfico teniendo ella 15 años y yo 17. Murió el 15 de Julio de 2010. Fue muy duro. – dije con la mirada gacha.
- Lo siento mucho. – dijo ella poniéndome una mano en el hombro.
Yo sólo asentí.
- Estaba pensando en ella cuando has llegado. – admití mirando al horizonte.
- ¿La querías mucho? – preguntó con curiosidad.
- Nunca había querido a nadie que no fuese yo mismo. – reconocí – Fue la primera chica que me hizo sentir diferente. Que me hizo sentir especial. Que me hizo sentirme como nadie lo había hecho jamás.
La necesidad de rodearla con mi brazo se apodero de mí. Quería sentirla cerca. Lo pasé suavemente por sus pequeños hombros. No se apartó. A lo mejor me veía lo suficientemente mal y por eso no se apartaría. Yo tampoco dije nada.
Al revés. Callé. Simplemente porque se sentía tan bien…
Nos quedamos así un rato hasta que _____ se levantó con la cara llena de emoción.
- Zayn, ¡vamos a por un helado! Eso siempre anima.
- No gracias. – dije yo.
- Oh vamos por favor. – no pude volver a negarme cuando sus pequeños ojos azules me miraron llenos de emoción. Sus labios hicieron un puchero – Por favor.
- Vale. – dije rodando los ojos.
Entramos a la casa y subimos a nuestras respectivas habitaciones a cambiarnos. Bajamos y salimos a la calle.
Caminamos algo alejados. Pero, después de unas cuadras vi a unos chicos mirando a ___ y no me gustó como la miraban.
Alargué mi mano hasta tomar la suya y entrelacé sus pequeños dedos con los míos. Ella me miró confundida pero se acercó más a mí.
Llegamos a la heladería. Le abrí la puerta y cuando ella pasó por delante rodeé su cintura con mi brazo y lancé una mirada al grupo de chicos los cuales se miraban decepcionados.
Sonreí con satisfacción.
Pedimos y nos fuimos a sentar en una mesa algo apartada. Corrí su silla para que se sentase y ella me dedicó una sonrisa… ¿tierna?
- ¿Cómo está el tuyo? – preguntó como una niña pequeña.
- Buenísimo. – dije tratando de darla envidia.
- ¿Me dejas probar? – pregunto con una expresión adorable.
- No.
- Por favor. – dijo haciendo un puchero.
Me fije en sus labios y relamí los míos. Perdí algo de cordura y me incline sobre la mesa. Llegué hasta ella y capturé suavemente su labio inferior con los míos. Ella se sorprendió, pero enseguida sus labios se adaptaron al ritmo que marcaban los míos. Me separé y junte nuestras frentes.
- ¿___? – dije.

Capitulo 7. Sensación extraña#
- ¿___? – dije.
- ¿Qué? – me preguntó ella mordiéndose el labio inferior.
- Ya puedes probar mi helado. – dicho esto presioné suavemente mis labios contra los suyos.
Me podía acostumbrar a esto. A ser bueno y tierno con ella. A estar siempre juntos. De hecho me gustaba. Pero, me asustó lo que sentí cuando ella me devolvió el beso.
Alguna vez sentí algo parecido, pero no así. Decidí no darle muchas vueltas y observé como ella cogió su cucharilla, cogió un poco de mi helado y se lo llevó con cuidado a la boca.
Al parecer ___ no tenía ni idea de lo sensual que ella podía llegar a ser. Cosas muy impuras pasaron fugazmente por mi mente. Sacudí mi cabeza para sacar esas ideas de ahí.
- ¿Estás mejor? –preguntó ella apoyando su mano en la mía y sacándome de mis pensamientos.
- Eh, sí. – una sonrisa involuntaria se extendió por mi cara cuando la miré – Gracias.
- Para eso están los amigos. – me dedicó una pequeña sonrisa.
- Así que, ¿somos amigos? – pregunté alzando una ceja.
- Em. sí. – dijo ella tímida.
- ¿Sabes? Yo no quiero ser solo tu amigo.
- Pues será eso o nada. – dijo frunciendo el ceño.
- Lo siento pero, no puedo ser amigo de alguien por quien me siento atraído. – use mi mejor voz seductora.
- Zayn tu voz seductora no funcionará conmigo. – eso decía ella pero sus ojos contaban otra historia.
- Eso dices ahora cariño, ya te lo dije un mes. – dije con una sonrisa de autosuficiencia.
- ¿Sabes? Tu rollo seductor no va a funcionar. Te diré algo. Cuando eres tú y bajas la guardia es cuando más me gustas. Me gustas porque ese es el verdadero Zayn. No el que se esconde tras su papel de chico duro. En realidad eres tierno, dulce, amable y cariñoso. Ese Zayn es el que le gusta a más de una. – dijo ella.
- Vámonos. – le dije.
Esta vez cuando salimos a la calle fue ella la que me tomó la mano.
Odiaba que hubiese dado en el clavo. Por eso tenía que tener más cuidado con ella. Aunque muy en el fondo estaba cansado de ser como no era. Esta chica me estaba haciendo ver cosas que no las había conseguido hacer ver nadie. Yo no era así. Pero, si bajaba la guardia alguien podía hacerme daño.
También yo había perdido muchas fans después de que se supiese en varias ocasiones como había sido yo con las chicas. Tal vez me vendría bien un cambio y ___ era la persona indicada para hacerme cambiar.
Caminamos en silencio uno para nada incomodo. Ella parecía estar perdida en sus pensamientos.
A los pocos minutos llegamos a casa. Entramos y separé nuestras manos lentamente. No quería un interrogatorio de los demás. Involuntariamente besé su frente y me dirigí a mi habitación.
Necesitaba cambiar. Era una de las cosas de las que estaba completamente seguro en estos momentos. Y también de que ___ era la persona idónea para hacerlo. Lo hablaría después con ella. Tal vez mañana.
Me puse mi pijama y me tumbé en la cama. Todavía faltaba un rato para bajar a cenar.
De repente sentí miedo.
¿Qué pasaría si las cosas saliesen mal? ¿Qué pasaría si me llegase a enamorar de ___?
Ya empezaba a sentir una sensación extraña. No faltaba mucho.