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PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Tenes mas de 3 comentarios, asique es mejor que la sigas e.e?
Ya sabes de lo que soy capaz de hacer
Ya sabes de lo que soy capaz de hacer
Agos McGinty
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
por Agos McGinty Hoy a las 8:42 pm
O.o
QUIEN LO LLAMA A ESTA HORA? ALGUNA DE SU CHICAS? DAMIAN (su padre) O CAMERON/SAMUEL? :O
Por Favoor Seguilaa!!!
Aww... Es muy tierna la hermanita de Damian!!! :3
:O ME BESOO!!?? Y NOS VIOO GEMMA!?
Jjajja, mori X.X, Damian es muy sobreprotector, pobre Gemma, con el hermnao que le toco no va a poder hacer nada pobresita
Jajja, VISTE!! Mis amenazas sirven para todo!! Jajaja, yo tambien te quiero Fio
POR FAVOOR!!! SEGUILAA!!!
AHAHAHHAA
YA VERAS QUIEN LO LLAMA :)
siii....tu amenazas sirvieron :)
te kiero mas
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
bueno....aqui vendra nuevo capitulo!!!!!por FatiM Hoy a las 8:47 pm
Siiiiiiiiiiii por favooor ojala que mas chicas comenten porque quiero otro capitulo YAAA!!
Será damian (padre) el que esté al otro lado del telefonoo?? todo esto y muchoo mas se viene en el proximo capitulo de Peligrosa obseción!! (si Fiore pone el capitulo dentro de un rato entonces eso sería mejoor) (con voz de locutor y hablando rápido)
SEGUILA POR FAVOOOR!!
Besoo te qiero muuuuucho (:
hahahaa....voz locutora...
me imagine diciendolo... :)
te kiero linda
besotes
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
por IaraMcGinty Hoy a las 9:12 pm
Hola Fioo!!!.. Hace un MONTON que no leo tu nove y ahora si, VOLVI! Me E N C A N T A R O N los capitulos!!!!... Siguela en cuanto antes!!!!
Iara :)
volvisteee!!!!!!
me alegra mucho
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
por annap Hoy a las 9:39 pm
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
FIO PORQUE HICISTE ESO!!!!!!!!! NO PUEDES DEJARLO AHI
seguro es el padre de Damian, ese desgraciado
siguela siguela siguela siguela... AHORA!!! vamos yo
se que tu quieres continuarla VAMOS!!! necesito capitulos
lamento mi alteracion pero necesitaba desahorgarme
ahora si Fio corazoncito continuala
hahahaha
lose soy mala...
me gusta dejarla en las partes mas importantes!!!!!
ahorita mismo la sigo
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
por Agos McGinty Hoy a las 9:57 pm
Tenes mas de 3 comentarios, asique es mejor que la sigas e.e?
Ya sabes de lo que soy capaz de hacer
hahahhaa
no me amenazez :)
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
HOLA LINDAS!!!
El trato era que subiria 3 capitulos mas si es que encontraba mas de 5 COMENTARIOS...
y tenian que ser DIFERENTES...
solo hubieron 4 y el 5 fue repetidoo(nose vale hacer trampa Agos :P)
Pero como soy buena y las kiero muchoo...
subire los 3 capitulos :)
Asi que espero que les guste....
LAS AMO
MINI-MARATON 1/3
Capitulo 85:
— Sé perfectamente en dónde estás metido, y tienes exactamente dos horas para estar en mi casa. Y te quiero solo… deja a tu ‘acompañante’ en donde se te plazca, pero no vengas con ella. ¿Entendiste? — me dijo.
Me tensé al instante de escuchar su maldita voz. ¿Cómo demonios se había enterado de que yo estaba aquí? ¿Acaso el infeliz estaba siguiéndome o algo por el estilo?
— Mal nacido — musité.
— Y más te vale que me hagas caso o ya verás — dijo y colgó.
Apreté con fuerza el celular que estaba mi mano. Cerré los ojos y traté de estar calmado, pero se me estaba haciendo imposible. Sentí una suave mano apoyarse en mi hombro, me giré a verla, y era ella, ______.
— ¿Qué sucede? — me preguntó preocupada.
Solté un suspiro y acaricie su mejilla.
— Debemos irnos — dije y bajé mi mano para acariciar sus labios.
— ¿Por qué? — dijo confundida.
— No puedo explicártelo ahora, solo sé que debemos irnos, cariño — me acerqué a ella y la besé cortamente.
Volvimos los pasos hacia donde estaban mi madre y Ben. Ambos me miraron con cara de preocupación.
— Lo siento, mamá, pero tenemos que irnos — le dije.
Ella se acercó a mí y me acarició el rostro.
— Tu padre, ¿verdad? — susurró por lo bajo.
La miré fijo a los ojos.
— Él sabe donde estoy — le contesté.
Ella sonrió levemente, se acercó más a mí y me abrazó.
— Él ya no puede hacerme nada, Damian… que sus tontas amenazas ya no te controlen, cualquier cosa que él te diga es mentira. Perdió control sobre mí hace exactamente un año — me calmó ella y con cuidado la alejé de mí para mirarla a los ojos.
— Entonces ¿ya no… no hay peligro? — preguntó con algo de duda.
— No, ya no hay peligro. Pero sé como es, así que ve… y hazle saber que ya no le tienes miedo, pero por favor no pierdas el control, Damian, es tu padre — me pidió.
Asentí y besó mi mejilla, para luego alejarse completamente.
— Más tarde, cuando todo este arreglado voy a llamarte — le dije a mi madre.
— Esperaré ese llamado ansiosamente, hijo — dijo ella.
Los tres nos acompañaron hasta la puerta. Gemma no tenía esa sonrisa que tenía cuando llegamos.
— ¿Qué pasa, enana? — le pregunté agachándome hasta quedar a su altura.
— Yo no quiero que se vayan — me dijo sin dejar de mirar al suelo.
Levanté su rostro con una mano e hice que me mirara.
— Prometo que nos veremos otra vez. Eres mi hermanita y prometo que voy a cumplir bien mi rol de hermano mayor – le dije.
Ella me sonrió y luego miró a ______.
— Tú también cumplirás bien tu rol de cuñada ¿verdad? — le dijo._______ la miró asombrada.
— ¿Qué es eso de rol de cuñada? — la regañó mi madre — ¿De donde has sacado eso?
— Lo vi en una telenovela, en casa de la abuela Fiona — se defendió ella.
Todos reímos divertidos y salimos fuera de la casa. Caminamos hasta el auto de ______ y nos giramos a verlos.
— Prometo, mamá, que esto pronto va a acabar — le dije.
Ella me sonrió.
— Lo sé, mi amor, cuídense. Adiós, _______, y gracias por traerme de nuevo a mi bebé — le dijo a ______. Ésta sonrió.
— Gracias a usted, por haberlo traído al mundo — le dijo ella, entonces la miré algo sorprendido.
Ella me miró y al instante se dio cuenta de que eso le salió sin permiso de la boca, se sonrojó de sobremanera y apartó la vista de mí.
— Adiós, muchachos — nos dijo Ben.
Me acerqué a él y lo abracé.
— Por favor, cuídalas — le susurré.
— Tranquilo, las cuidaré. Tú cuídate y cuida a _______, es una muchacha increíble — me dijo al oído. Asentí y me alejé de él.
— Adiós — se despidió______ de todos antes de subirse al auto.
Miré una última vez a mi hermana y a mi madre y sonreí. La pequeña agitó su mano y eso me lleno de alegría.
— Cuídate, enana, y no comas muchos dulces… te van a hacer mal — le dije.
— Está bien, hermanito — me dijo sonriente.
— “Hermanito” — susurré divertido y me subí al auto.
______ arrancó y comenzamos a andar. Giré mi cabeza para ver como sus pequeñas figuras volvían a entrar a la casa. Soltando un leve suspiró volví mi vista al frente.
Miré a ________ y ella aun seguía sonrojada. Sonreí.
— Así que… le estas agradecida porque me trajo a este mundo — dije en tono divertido.
Ella se sonrojó más aun.
— Bueno… sí, porque si no lo hubiese hecho…
— No te hubiese conocido, no me hubieses conocido… no sería completa y tontamente feliz en este momento — le dije.
Ella mi miró y detuvo el auto. La miré extrañado, entonces se acercó a mí y me besó desesperadamente. Gruñí por lo bajo ante aquella excitante manera de besar. Giré hacia ella y la tomé de la cintura, para con un simple movimiento subirla sobre mí.
— No, Damian… — susurró agitada sobre mi boca.
— Cállate — le dije y volví a reclamar sus labios.
Mis manos se volvieron un poco traviesas y se metieron debajo de su remera, para acariciar su suave piel. Gimió levemente, haciéndome saber que deseaba eso tanto como yo.
— No, no, estamos en un auto, Damian… ya para… no… espera… diablos.
Hice oídos sordos a sus peticiones y la tomé de las caderas para acercarla más a mí. El dolor que se había producido en mi ingle, fue provocado por ella. Entonces lo iba a pagar, dándome lo que yo quería en este auto, si es preciso.
Tomó mi rostro con sus manos y logró alejarme de su boca. Me miró fijamente a los ojos. Sonreí mostrándole una agitada sonrisa.
— ¿Por qué no me escuchas? — me preguntó.
— ¿Por qué no me besas? — le pregunté.
Levanté mi mano y la tomé de la nuca para acercarla rápidamente a mí. Al parecer toda su cordura saltó del auto, porque sus manos pasaron a mi nuca y me acercaron más a ella. Coloqué mis brazos alrededor de su cintura, abrazándola más a mí. Cómo necesitaba estar cerca de ella, cómo me gustaba estar así de cerca.
Un celular comenzó a sonar, ella se alejó agitada de mí e intentó volver al asiento de al lado, pero la detuve y la volví a besar. El celular dejó de sonar, pero al instante comenzó a hacerlo de nuevo. Ella se volvió a alejar y, esta vez, se escapó de mí. De manera agitada se sentó de nuevo en su asiento. Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi celular, era Ben.
— ¿Ben? — dije extrañado al atender.
— Oye, ¿están bien? — me preguntó.
— Sí, ¿Por qué? — le dije.
— Porque el auto está detenido ahí justo en la salida, pensamos que se les había quedado o algo, ¿necesitan ayuda? — dijo.
No pude reprimir una risa, y miré a _________.
— No, Ben, tranquilo, estamos bien. Ya nos vamos, sólo nos detuvimos unos segundos porque… — miré a________ y ésta me miró para luego ponerse roja — Porque estábamos viendo a dónde ir ahora.
— Bueno, entonces no pasó nada — dijo Ben con tono divertido — Tu madre dice que por favor, cuando termines de hablar con tu padre, la llames.
— Dile que lo haré sin falta — dije y luego colgué.
_______ colocó sus manos sobre el volante y comenzó a manejar de nuevo. Sonreí sin que me viera, y luego dirigí mi mirada a ella.
— ¿En donde nos habíamos quedado, cariño? — le pregunté y estiré uno de mis brazos para tocarla, ella al instante se salió.
— No me toques, pervertido — dijo sin dejar de mirar al frente.
— ¿Pervertido yo? — dije.
— Sí, el más pervertido del mundo. ¿Cómo… cómo se te ocurre hacerme una cosa así?
— Discúlpame por ser un pervertido, pero en este caso la culpa la tienes tú, ¿Quién diablos te mandó a ser tan deseable?
Ella sonrió por lo bajo, pero aun así no me miró. Guardé silencio, mientras que nos íbamos alejando más de aquel campo y salíamos por la ruta para llegar a la cuidad.
— ¿Por qué tuvimos que volver? — me preguntó.
La miré y solté un suspiro.
— Mi padre… sabe donde estoy. Entonces ahora voy a ir a decirle que todo se terminó y que sus amenazas se las puede meter en donde no le da el sol — dije bastante contento por aquella idea.
— Voy contigo — afirmó.
— No, cariño — le dije y me miró — Fue muy claro conmigo cuando me dijo que fuera solo.
—Damian, eres demasiado impulsivo a veces… tal vez te descontroles y… a pesar de todo es tu padre — me dijo con preocupación.
— Tranquila, cariño — susurré y tomé una de sus manos, haciendo que me mirara — No voy a hacerle nada al infeliz.
— ¿Me lo prometes?
— Te lo prometo — le dije y besé la palma de su mano.
El trato era que subiria 3 capitulos mas si es que encontraba mas de 5 COMENTARIOS...
y tenian que ser DIFERENTES...
solo hubieron 4 y el 5 fue repetidoo(nose vale hacer trampa Agos :P)
Pero como soy buena y las kiero muchoo...
subire los 3 capitulos :)
Asi que espero que les guste....
LAS AMO
MINI-MARATON 1/3
Capitulo 85:
— Sé perfectamente en dónde estás metido, y tienes exactamente dos horas para estar en mi casa. Y te quiero solo… deja a tu ‘acompañante’ en donde se te plazca, pero no vengas con ella. ¿Entendiste? — me dijo.
Me tensé al instante de escuchar su maldita voz. ¿Cómo demonios se había enterado de que yo estaba aquí? ¿Acaso el infeliz estaba siguiéndome o algo por el estilo?
— Mal nacido — musité.
— Y más te vale que me hagas caso o ya verás — dijo y colgó.
Apreté con fuerza el celular que estaba mi mano. Cerré los ojos y traté de estar calmado, pero se me estaba haciendo imposible. Sentí una suave mano apoyarse en mi hombro, me giré a verla, y era ella, ______.
— ¿Qué sucede? — me preguntó preocupada.
Solté un suspiro y acaricie su mejilla.
— Debemos irnos — dije y bajé mi mano para acariciar sus labios.
— ¿Por qué? — dijo confundida.
— No puedo explicártelo ahora, solo sé que debemos irnos, cariño — me acerqué a ella y la besé cortamente.
Volvimos los pasos hacia donde estaban mi madre y Ben. Ambos me miraron con cara de preocupación.
— Lo siento, mamá, pero tenemos que irnos — le dije.
Ella se acercó a mí y me acarició el rostro.
— Tu padre, ¿verdad? — susurró por lo bajo.
La miré fijo a los ojos.
— Él sabe donde estoy — le contesté.
Ella sonrió levemente, se acercó más a mí y me abrazó.
— Él ya no puede hacerme nada, Damian… que sus tontas amenazas ya no te controlen, cualquier cosa que él te diga es mentira. Perdió control sobre mí hace exactamente un año — me calmó ella y con cuidado la alejé de mí para mirarla a los ojos.
— Entonces ¿ya no… no hay peligro? — preguntó con algo de duda.
— No, ya no hay peligro. Pero sé como es, así que ve… y hazle saber que ya no le tienes miedo, pero por favor no pierdas el control, Damian, es tu padre — me pidió.
Asentí y besó mi mejilla, para luego alejarse completamente.
— Más tarde, cuando todo este arreglado voy a llamarte — le dije a mi madre.
— Esperaré ese llamado ansiosamente, hijo — dijo ella.
Los tres nos acompañaron hasta la puerta. Gemma no tenía esa sonrisa que tenía cuando llegamos.
— ¿Qué pasa, enana? — le pregunté agachándome hasta quedar a su altura.
— Yo no quiero que se vayan — me dijo sin dejar de mirar al suelo.
Levanté su rostro con una mano e hice que me mirara.
— Prometo que nos veremos otra vez. Eres mi hermanita y prometo que voy a cumplir bien mi rol de hermano mayor – le dije.
Ella me sonrió y luego miró a ______.
— Tú también cumplirás bien tu rol de cuñada ¿verdad? — le dijo._______ la miró asombrada.
— ¿Qué es eso de rol de cuñada? — la regañó mi madre — ¿De donde has sacado eso?
— Lo vi en una telenovela, en casa de la abuela Fiona — se defendió ella.
Todos reímos divertidos y salimos fuera de la casa. Caminamos hasta el auto de ______ y nos giramos a verlos.
— Prometo, mamá, que esto pronto va a acabar — le dije.
Ella me sonrió.
— Lo sé, mi amor, cuídense. Adiós, _______, y gracias por traerme de nuevo a mi bebé — le dijo a ______. Ésta sonrió.
— Gracias a usted, por haberlo traído al mundo — le dijo ella, entonces la miré algo sorprendido.
Ella me miró y al instante se dio cuenta de que eso le salió sin permiso de la boca, se sonrojó de sobremanera y apartó la vista de mí.
— Adiós, muchachos — nos dijo Ben.
Me acerqué a él y lo abracé.
— Por favor, cuídalas — le susurré.
— Tranquilo, las cuidaré. Tú cuídate y cuida a _______, es una muchacha increíble — me dijo al oído. Asentí y me alejé de él.
— Adiós — se despidió______ de todos antes de subirse al auto.
Miré una última vez a mi hermana y a mi madre y sonreí. La pequeña agitó su mano y eso me lleno de alegría.
— Cuídate, enana, y no comas muchos dulces… te van a hacer mal — le dije.
— Está bien, hermanito — me dijo sonriente.
— “Hermanito” — susurré divertido y me subí al auto.
______ arrancó y comenzamos a andar. Giré mi cabeza para ver como sus pequeñas figuras volvían a entrar a la casa. Soltando un leve suspiró volví mi vista al frente.
Miré a ________ y ella aun seguía sonrojada. Sonreí.
— Así que… le estas agradecida porque me trajo a este mundo — dije en tono divertido.
Ella se sonrojó más aun.
— Bueno… sí, porque si no lo hubiese hecho…
— No te hubiese conocido, no me hubieses conocido… no sería completa y tontamente feliz en este momento — le dije.
Ella mi miró y detuvo el auto. La miré extrañado, entonces se acercó a mí y me besó desesperadamente. Gruñí por lo bajo ante aquella excitante manera de besar. Giré hacia ella y la tomé de la cintura, para con un simple movimiento subirla sobre mí.
— No, Damian… — susurró agitada sobre mi boca.
— Cállate — le dije y volví a reclamar sus labios.
Mis manos se volvieron un poco traviesas y se metieron debajo de su remera, para acariciar su suave piel. Gimió levemente, haciéndome saber que deseaba eso tanto como yo.
— No, no, estamos en un auto, Damian… ya para… no… espera… diablos.
Hice oídos sordos a sus peticiones y la tomé de las caderas para acercarla más a mí. El dolor que se había producido en mi ingle, fue provocado por ella. Entonces lo iba a pagar, dándome lo que yo quería en este auto, si es preciso.
Tomó mi rostro con sus manos y logró alejarme de su boca. Me miró fijamente a los ojos. Sonreí mostrándole una agitada sonrisa.
— ¿Por qué no me escuchas? — me preguntó.
— ¿Por qué no me besas? — le pregunté.
Levanté mi mano y la tomé de la nuca para acercarla rápidamente a mí. Al parecer toda su cordura saltó del auto, porque sus manos pasaron a mi nuca y me acercaron más a ella. Coloqué mis brazos alrededor de su cintura, abrazándola más a mí. Cómo necesitaba estar cerca de ella, cómo me gustaba estar así de cerca.
Un celular comenzó a sonar, ella se alejó agitada de mí e intentó volver al asiento de al lado, pero la detuve y la volví a besar. El celular dejó de sonar, pero al instante comenzó a hacerlo de nuevo. Ella se volvió a alejar y, esta vez, se escapó de mí. De manera agitada se sentó de nuevo en su asiento. Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi celular, era Ben.
— ¿Ben? — dije extrañado al atender.
— Oye, ¿están bien? — me preguntó.
— Sí, ¿Por qué? — le dije.
— Porque el auto está detenido ahí justo en la salida, pensamos que se les había quedado o algo, ¿necesitan ayuda? — dijo.
No pude reprimir una risa, y miré a _________.
— No, Ben, tranquilo, estamos bien. Ya nos vamos, sólo nos detuvimos unos segundos porque… — miré a________ y ésta me miró para luego ponerse roja — Porque estábamos viendo a dónde ir ahora.
— Bueno, entonces no pasó nada — dijo Ben con tono divertido — Tu madre dice que por favor, cuando termines de hablar con tu padre, la llames.
— Dile que lo haré sin falta — dije y luego colgué.
_______ colocó sus manos sobre el volante y comenzó a manejar de nuevo. Sonreí sin que me viera, y luego dirigí mi mirada a ella.
— ¿En donde nos habíamos quedado, cariño? — le pregunté y estiré uno de mis brazos para tocarla, ella al instante se salió.
— No me toques, pervertido — dijo sin dejar de mirar al frente.
— ¿Pervertido yo? — dije.
— Sí, el más pervertido del mundo. ¿Cómo… cómo se te ocurre hacerme una cosa así?
— Discúlpame por ser un pervertido, pero en este caso la culpa la tienes tú, ¿Quién diablos te mandó a ser tan deseable?
Ella sonrió por lo bajo, pero aun así no me miró. Guardé silencio, mientras que nos íbamos alejando más de aquel campo y salíamos por la ruta para llegar a la cuidad.
— ¿Por qué tuvimos que volver? — me preguntó.
La miré y solté un suspiro.
— Mi padre… sabe donde estoy. Entonces ahora voy a ir a decirle que todo se terminó y que sus amenazas se las puede meter en donde no le da el sol — dije bastante contento por aquella idea.
— Voy contigo — afirmó.
— No, cariño — le dije y me miró — Fue muy claro conmigo cuando me dijo que fuera solo.
—Damian, eres demasiado impulsivo a veces… tal vez te descontroles y… a pesar de todo es tu padre — me dijo con preocupación.
— Tranquila, cariño — susurré y tomé una de sus manos, haciendo que me mirara — No voy a hacerle nada al infeliz.
— ¿Me lo prometes?
— Te lo prometo — le dije y besé la palma de su mano.
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MINI-MARATON 2/3
Capitulo 86:
Más rápido de lo que esperé ______ se detuvo frente a la gran mansión de mi padre. Solté un suspiró y la miré.
— ¿Estas seguro de que no quieres que me quede contigo? — me preguntó.
Sonreí por lo bajo.
— Cariño, todo va a estar bien — le dije. Suspiró y me miró a los ojos.
— Está bien, te dejo aquí. Yo tengo que ir a ver a Gina y luego a mi padre… sino después se ponen insoportables — dijo. Acaricié su mejilla.
— Ve tranquila, saluda a Gin de mi parte… y dile que tal vez considere el volver a trabajar los sábados — dije divertido. Ella me miró desaprobadamente — ¿Qué? ¿Acaso no te gustaría?
— No, no me gustaría — dijo.
La miré sorprendido.
— ¿Por qué? — dije.
— Porque no quiero verte babeando por las flacuchas esas que tiene mi madre como modelos —dijo celosa.
— Por la única que he estado babeando últimamente es por ti, cariño — me acerqué a ella y la besé despacio para luego alejarme — A la noche te llamo… quizás podemos salir a comer algo o al cine y luego…
— Y luego nada — me interrumpió.
— Pero mañana no tenemos Universidad — dije al instante.
— No me importa… ¿tú crees que a mi me gusta estar así todo el tiempo? — preguntó.
La miré fijo, y asentí levemente con la cabeza
— Ya bájate… y, por favor, no hagas locuras, Damian, prométeme que no vas a ponerte loco.
— Juro, cariño, que no voy a hacer nada malo — le dije.
Ella sonrió y me besó cortamente
— No, uno así de cortito no, ¿Sabes cuantas horas estaremos alejados? Yo necesito un beso más largo para no desesperarme…
Mordió su labio y se acercó de nuevo a mí. Su boca se movió suave sobre la mía, mandando sensaciones que nunca había sentido sobre mi cuerpo. Se alejó despacio pero se mantuvo cerca.
— Ahora sí, ya puedes irte — susurró.
— Te juro que no tengo ganas de hacerlo — le confesé.
Sonrió y se alejó completamente de mí.
— Vamos, cariño, ve, tu padre te esta esperando — me dijo.
— Esta bien, adiós — la besé otra vez y me bajé del auto.
Cerré la puerta y la miré. Me sonrió de manera dulce y luego arrancó para dejarme allí parado mirando como se alejaba.
Solté un suspiro y giré para enfrentar la casa de mi padre…
Aquel hombre que era mi padre, aquel hombre que me dio la vida, pero al mismo tiempo aquel hombre que hizo de la mitad de mi vida un infierno. No solo la mía, sino que la de mi madre también.
Ese hombre que solo podía tener odio de mi parte, vergüenza, decepción. Yo no podía sentir otras cosas por él, nada de nada. Respirando profundamente comencé a caminar hacia la puerta, toqué el timbre y esperé a que alguien me abriera.
— Buenos días, niño Mcginty — me saludó Berta cuando abrió la puerta.
Ella era la encargada de limpiar la mansión.
— ¿Qué tal, Bert? — le dije y besé su mejilla.
— Bien, niño — me dijo y me miró con algo de preocupación — Su padre lo espera en el despacho…
— Gracias — dije y entré del todo para empezar a caminar hasta el despacho.
Hacía ya tres años que había dejado esta casa, nunca me había gustado vivir aquí. Por el simple hecho de que siempre me recordaba el sufrimiento de mamá. Me acerqué a la puerta del despacho…
— Pasa — escuché su voz.
Abrí y él estaba sentado en aquella inmaculada silla. Su mirada estaba fija en unos cuantos papeles que tenía en las manos. Levantó su vista hacia mí y una sonrisa hipócrita se dibujó en su rostro.
— Me alegro que hayas venido, hijo… por el bien de los que quieres.
Lo miré fijo por unos cuantos segundos… no puedo entender como alguien así puede ser mi padre. Cómo mi madre pudo amar a esta basura.
—Ya no más, Damian(papá) — le dije.
Él sonrió de costado y se acomodó mejor en su silla.
— Creo que va a ser mejor que pienses en el bien de tu madre. — me habló.
Ahora yo sonreí de la misma manera torcida y perversa que él.
— Ya no puedes hacerle daño — le aseguré.
Su sonrisa se desvaneció lentamente.
— Dime — dijo mientras se ponía de pie – ¿Qué te llevó a tu madre? – no contesté y solo me dediqué a mirarlo fijamente — Sé que esa jovencita con la que estás últimamente consiguió el número de tu madre…
— No es ninguna tonta… ya sé que intentaste manipularla ayer, no te funcionó ¿verdad? – reí levemente — Ella no es como las demás. Ya no tienes poder sobre mí. Se terminó.
Se puso de pie y salió de atrás de su escritorio. Se acercó a la biblioteca y comenzó a mirar los libros que allí estaban. Él podía llegar a ser tan cínico, tan frío… tan distante. Luego de que mamá se fue aprendí que lo único que podía recibir de Damian(papá) Mcginty eran órdenes y amenazas. Se giró a verme y volvió a sonreír.
— Voy a demostrarte que puedo ser generoso, Damian – dijo y volvió la mirada a los libros – Tienes un poco de tiempo para jugar a ‘la casita’ con la ramera de tu madre…
— Bastardo – lo interrumpí — Ella no es una ramera.
— No me interrumpas, hijo, sabes que no me gusta – respiré profundamente tratando de no perder el control – Como te decía, tienes un tiempo para jugar a ‘la casita’ con tu madre y divertirte con esa muchachita.
— Sabes que ya no es cuestión de tiempo… se terminó, Damian(papá), ya no más amenazas estúpidas y ese tipo de cosas — dije.
Volvió su vista a mí, se notaba que ya estaba perdiendo la paciencia.
— ¿Sabes? Sé a qué jardín va Gemma – me paralicé y mi cuerpo se tensó – Es una niña muy linda, se parece a tu madre. Le gustan mucho los dulces, ella me lo ha dicho.
— Gusano — musité por lo bajo.
— Por eso mismo, piénsalo bien, hijo... no me molesta que estés con la hija de Levine, una pequeña diversión no te viene mal... pero lo mejor va a ser que dejes de la loca idea de estar cerca de tu madre y de ese
infeliz – sonreí ante la forma en que llamó a Ben.
Reí divertido y él me miró con furia.
— Padre, padre, padre — dije calmando mi risa — No sé si has visto a tu alrededor últimamente pero, si no, aquí tienes una noticia: YA NO ME CONTROLAS ni CONTROLARÁS.
— No estés tan seguro de eso — dijo apretando los dientes.
— Puedes meterte tus amenazas en donde más se te acomoden — le dije con una sonrisa.
— Puedo hacerlo mucho mejor, hijo, te sorprenderías.
— ¿Sabes? — dije sin dejar de sonreír — He visto cómo está mamá... y debo decirte que alejarla de ti ha sido lo mejor que has podido hacer en este mundo. Así que, sin rencores... papi, todo está bien. Ben le ha dado todo lo que tú jamás pudiste darle en la vida – lo vi ponerse rojo del coraje, y eso me llenó de satisfacción – Cuidado, papá, creo que estas a punto de tener una embolia. Cuídate, ¿sí?... ya estás viejito, no debes pasar corajes.
Quise echarme a reír ante su notorio enojo, pero traté de controlarme… pero es que juro que se me hace imposible. Este infeliz tiene que pagarme una y cada una de las que me ha hecho.
— Ten cuidado, hijo mío — me dijo con toda la calma posible, mientras me miraba fijamente.
Mi mandíbula se tensó
— Mide tus palabras… no querrás que algo le pase a tu nueva dama de compañía ¿o sí?
Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, rápidamente me acerqué a él tomándolo de la camisa para acercarlo a mí.
— Escúchame bien, maldito infeliz — le hablé entre dientes sin dejar de sostenerlo por la camisa.
Sus ojos se clavaron en los míos
— Dejaré de lado el motivo de tener tu maldita sangre si le tocas un pelo a ______... no voy a dudar en acabar contigo.
— Te importa de verdad — susurró como si acabara de descubrir lo mejor de su vida.
— Entendiste, ¿verdad? No juegues conmigo, Damian(papá)… ya no tengo 9 años. Y lo único que siento por ti es desprecio, así que mejor no me busques — lo solté bruscamente y salí de aquel despacho antes de acabara con la poca paciencia que me quedaba.
Cuando estuve afuera de la casa, pateé lo primero que estuvo delante de mí. El tacho terminó en medio de la calle con toda la basura esparcida.
Intenté calmarme, pero se me estaba haciendo imposible. De verdad, pero de verdad si a él se le ocurre hacerle algo a _______, lo mataré. Solté un suspiró y decidí calmarme del todo. Comencé a caminar y luego de unos cuantos minutos llegué a mi casa, necesitaba dormir un poco, pensar, despejarme. Abrí la puerta y al instante mi prima salió de la habitación.
— ¡Hola! — dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Se acercó a abrazarme, al instante se alejó de mí y me miró bien
— Oye, ¿Qué te pasa? ¿Acaso vas a decirme que arruinaste todo con ________ y pelearon? — no pude evitar sonreír.
— No, no peleé con _______ — dije en un suspiro
— ¿Entonces? ¿Por qué esa cara horrible? — preguntó.
Le estaba por decir algo, pero me interrumpió con un pequeño gritito
– Quiero que me cuentes, quiero saberlo todo… todo ¿Qué pasó con ________? ¿Por qué durmieron juntos? ¿Cómo te sientes? ¿Estás enfermo? ¿Sabes lo que haces verdad? — volví a reír.
— Sí, sé lo que hago… todo está bien. Anoche me di cuenta de que todos tenían razón, yo estoy loco por _______, la quiero… no puedo evitarlo.
Lindsay llevó sus manos a su pecho y puso su mejor cara de tonta emocionada, apretó los labios como si evitara llorar y luego volvió a gritar. Me alejé un poco de ella.
— Aaay, muero, te juro por Dios que me muero aquí mismo. No puedo creerlo, esto es increíble. Al fin, primito – dijo y apretó mis mejillas.
— Ya, ya — dije alejándome de su molesto agarre.
— Te quiero, primo — me volvió a abrazar.
Sonreí y le respondí el gesto.
— Yo también te quiero, tonta — le dije.
Se alejó de mí y soltó un suspiro. La miré bien, percatándome de que estaba bastante arreglada
— ¿Vas a salir? — ella se sonrojó instantáneamente y ahí supe que ella saldría con Cam — Ooooh, vas a salir con Cam
Capitulo 86:
Más rápido de lo que esperé ______ se detuvo frente a la gran mansión de mi padre. Solté un suspiró y la miré.
— ¿Estas seguro de que no quieres que me quede contigo? — me preguntó.
Sonreí por lo bajo.
— Cariño, todo va a estar bien — le dije. Suspiró y me miró a los ojos.
— Está bien, te dejo aquí. Yo tengo que ir a ver a Gina y luego a mi padre… sino después se ponen insoportables — dijo. Acaricié su mejilla.
— Ve tranquila, saluda a Gin de mi parte… y dile que tal vez considere el volver a trabajar los sábados — dije divertido. Ella me miró desaprobadamente — ¿Qué? ¿Acaso no te gustaría?
— No, no me gustaría — dijo.
La miré sorprendido.
— ¿Por qué? — dije.
— Porque no quiero verte babeando por las flacuchas esas que tiene mi madre como modelos —dijo celosa.
— Por la única que he estado babeando últimamente es por ti, cariño — me acerqué a ella y la besé despacio para luego alejarme — A la noche te llamo… quizás podemos salir a comer algo o al cine y luego…
— Y luego nada — me interrumpió.
— Pero mañana no tenemos Universidad — dije al instante.
— No me importa… ¿tú crees que a mi me gusta estar así todo el tiempo? — preguntó.
La miré fijo, y asentí levemente con la cabeza
— Ya bájate… y, por favor, no hagas locuras, Damian, prométeme que no vas a ponerte loco.
— Juro, cariño, que no voy a hacer nada malo — le dije.
Ella sonrió y me besó cortamente
— No, uno así de cortito no, ¿Sabes cuantas horas estaremos alejados? Yo necesito un beso más largo para no desesperarme…
Mordió su labio y se acercó de nuevo a mí. Su boca se movió suave sobre la mía, mandando sensaciones que nunca había sentido sobre mi cuerpo. Se alejó despacio pero se mantuvo cerca.
— Ahora sí, ya puedes irte — susurró.
— Te juro que no tengo ganas de hacerlo — le confesé.
Sonrió y se alejó completamente de mí.
— Vamos, cariño, ve, tu padre te esta esperando — me dijo.
— Esta bien, adiós — la besé otra vez y me bajé del auto.
Cerré la puerta y la miré. Me sonrió de manera dulce y luego arrancó para dejarme allí parado mirando como se alejaba.
Solté un suspiro y giré para enfrentar la casa de mi padre…
Aquel hombre que era mi padre, aquel hombre que me dio la vida, pero al mismo tiempo aquel hombre que hizo de la mitad de mi vida un infierno. No solo la mía, sino que la de mi madre también.
Ese hombre que solo podía tener odio de mi parte, vergüenza, decepción. Yo no podía sentir otras cosas por él, nada de nada. Respirando profundamente comencé a caminar hacia la puerta, toqué el timbre y esperé a que alguien me abriera.
— Buenos días, niño Mcginty — me saludó Berta cuando abrió la puerta.
Ella era la encargada de limpiar la mansión.
— ¿Qué tal, Bert? — le dije y besé su mejilla.
— Bien, niño — me dijo y me miró con algo de preocupación — Su padre lo espera en el despacho…
— Gracias — dije y entré del todo para empezar a caminar hasta el despacho.
Hacía ya tres años que había dejado esta casa, nunca me había gustado vivir aquí. Por el simple hecho de que siempre me recordaba el sufrimiento de mamá. Me acerqué a la puerta del despacho…
— Pasa — escuché su voz.
Abrí y él estaba sentado en aquella inmaculada silla. Su mirada estaba fija en unos cuantos papeles que tenía en las manos. Levantó su vista hacia mí y una sonrisa hipócrita se dibujó en su rostro.
— Me alegro que hayas venido, hijo… por el bien de los que quieres.
Lo miré fijo por unos cuantos segundos… no puedo entender como alguien así puede ser mi padre. Cómo mi madre pudo amar a esta basura.
—Ya no más, Damian(papá) — le dije.
Él sonrió de costado y se acomodó mejor en su silla.
— Creo que va a ser mejor que pienses en el bien de tu madre. — me habló.
Ahora yo sonreí de la misma manera torcida y perversa que él.
— Ya no puedes hacerle daño — le aseguré.
Su sonrisa se desvaneció lentamente.
— Dime — dijo mientras se ponía de pie – ¿Qué te llevó a tu madre? – no contesté y solo me dediqué a mirarlo fijamente — Sé que esa jovencita con la que estás últimamente consiguió el número de tu madre…
— No es ninguna tonta… ya sé que intentaste manipularla ayer, no te funcionó ¿verdad? – reí levemente — Ella no es como las demás. Ya no tienes poder sobre mí. Se terminó.
Se puso de pie y salió de atrás de su escritorio. Se acercó a la biblioteca y comenzó a mirar los libros que allí estaban. Él podía llegar a ser tan cínico, tan frío… tan distante. Luego de que mamá se fue aprendí que lo único que podía recibir de Damian(papá) Mcginty eran órdenes y amenazas. Se giró a verme y volvió a sonreír.
— Voy a demostrarte que puedo ser generoso, Damian – dijo y volvió la mirada a los libros – Tienes un poco de tiempo para jugar a ‘la casita’ con la ramera de tu madre…
— Bastardo – lo interrumpí — Ella no es una ramera.
— No me interrumpas, hijo, sabes que no me gusta – respiré profundamente tratando de no perder el control – Como te decía, tienes un tiempo para jugar a ‘la casita’ con tu madre y divertirte con esa muchachita.
— Sabes que ya no es cuestión de tiempo… se terminó, Damian(papá), ya no más amenazas estúpidas y ese tipo de cosas — dije.
Volvió su vista a mí, se notaba que ya estaba perdiendo la paciencia.
— ¿Sabes? Sé a qué jardín va Gemma – me paralicé y mi cuerpo se tensó – Es una niña muy linda, se parece a tu madre. Le gustan mucho los dulces, ella me lo ha dicho.
— Gusano — musité por lo bajo.
— Por eso mismo, piénsalo bien, hijo... no me molesta que estés con la hija de Levine, una pequeña diversión no te viene mal... pero lo mejor va a ser que dejes de la loca idea de estar cerca de tu madre y de ese
infeliz – sonreí ante la forma en que llamó a Ben.
Reí divertido y él me miró con furia.
— Padre, padre, padre — dije calmando mi risa — No sé si has visto a tu alrededor últimamente pero, si no, aquí tienes una noticia: YA NO ME CONTROLAS ni CONTROLARÁS.
— No estés tan seguro de eso — dijo apretando los dientes.
— Puedes meterte tus amenazas en donde más se te acomoden — le dije con una sonrisa.
— Puedo hacerlo mucho mejor, hijo, te sorprenderías.
— ¿Sabes? — dije sin dejar de sonreír — He visto cómo está mamá... y debo decirte que alejarla de ti ha sido lo mejor que has podido hacer en este mundo. Así que, sin rencores... papi, todo está bien. Ben le ha dado todo lo que tú jamás pudiste darle en la vida – lo vi ponerse rojo del coraje, y eso me llenó de satisfacción – Cuidado, papá, creo que estas a punto de tener una embolia. Cuídate, ¿sí?... ya estás viejito, no debes pasar corajes.
Quise echarme a reír ante su notorio enojo, pero traté de controlarme… pero es que juro que se me hace imposible. Este infeliz tiene que pagarme una y cada una de las que me ha hecho.
— Ten cuidado, hijo mío — me dijo con toda la calma posible, mientras me miraba fijamente.
Mi mandíbula se tensó
— Mide tus palabras… no querrás que algo le pase a tu nueva dama de compañía ¿o sí?
Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, rápidamente me acerqué a él tomándolo de la camisa para acercarlo a mí.
— Escúchame bien, maldito infeliz — le hablé entre dientes sin dejar de sostenerlo por la camisa.
Sus ojos se clavaron en los míos
— Dejaré de lado el motivo de tener tu maldita sangre si le tocas un pelo a ______... no voy a dudar en acabar contigo.
— Te importa de verdad — susurró como si acabara de descubrir lo mejor de su vida.
— Entendiste, ¿verdad? No juegues conmigo, Damian(papá)… ya no tengo 9 años. Y lo único que siento por ti es desprecio, así que mejor no me busques — lo solté bruscamente y salí de aquel despacho antes de acabara con la poca paciencia que me quedaba.
Cuando estuve afuera de la casa, pateé lo primero que estuvo delante de mí. El tacho terminó en medio de la calle con toda la basura esparcida.
Intenté calmarme, pero se me estaba haciendo imposible. De verdad, pero de verdad si a él se le ocurre hacerle algo a _______, lo mataré. Solté un suspiró y decidí calmarme del todo. Comencé a caminar y luego de unos cuantos minutos llegué a mi casa, necesitaba dormir un poco, pensar, despejarme. Abrí la puerta y al instante mi prima salió de la habitación.
— ¡Hola! — dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Se acercó a abrazarme, al instante se alejó de mí y me miró bien
— Oye, ¿Qué te pasa? ¿Acaso vas a decirme que arruinaste todo con ________ y pelearon? — no pude evitar sonreír.
— No, no peleé con _______ — dije en un suspiro
— ¿Entonces? ¿Por qué esa cara horrible? — preguntó.
Le estaba por decir algo, pero me interrumpió con un pequeño gritito
– Quiero que me cuentes, quiero saberlo todo… todo ¿Qué pasó con ________? ¿Por qué durmieron juntos? ¿Cómo te sientes? ¿Estás enfermo? ¿Sabes lo que haces verdad? — volví a reír.
— Sí, sé lo que hago… todo está bien. Anoche me di cuenta de que todos tenían razón, yo estoy loco por _______, la quiero… no puedo evitarlo.
Lindsay llevó sus manos a su pecho y puso su mejor cara de tonta emocionada, apretó los labios como si evitara llorar y luego volvió a gritar. Me alejé un poco de ella.
— Aaay, muero, te juro por Dios que me muero aquí mismo. No puedo creerlo, esto es increíble. Al fin, primito – dijo y apretó mis mejillas.
— Ya, ya — dije alejándome de su molesto agarre.
— Te quiero, primo — me volvió a abrazar.
Sonreí y le respondí el gesto.
— Yo también te quiero, tonta — le dije.
Se alejó de mí y soltó un suspiro. La miré bien, percatándome de que estaba bastante arreglada
— ¿Vas a salir? — ella se sonrojó instantáneamente y ahí supe que ella saldría con Cam — Ooooh, vas a salir con Cam
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MINI-MARATON 3/3
Capitulo 87:
Sus ojos volvieron a adquirir ese brillo de hace unos instantes, sus mejillas se enrojecieron levemente y eso terminó con lo que quedaba de mí.
— ¿Usas ese calificativo con otras… personas? — me preguntó con recelo. Sonreí.
— ¿Celosa? – le pregunté arqueando una ceja.
— Estás matando el momento, Damian — dijo frunciendo levemente el ceño.
Reí por lo bajo.
— Y tú solo me estás tentando cada vez más — dije divertido.
— Solo quiero saber si alguien más fue llamada así…
— No — le dije mirándola fijamente — Nadie más, amor.
Ella levantó su mano y acarició mi mejilla, para luego subir hasta mi cabello y acomodarlo levemente hacia atrás. Me incliné hacia ella y la besé dulcemente acariciando sus labios con cuidado. Gimió levemente, mandando a través de mí una oleada de placer. El beso dulce y tierno se volvió apasionado e intranquilo.
Necesitaba sentirla, desesperadamente. Bajé mis manos al borde de su blusa.
— No, no y no, Mcginty — dije agitada soltando mis labios — Dije que no…
— Maldita, eso eres una pequeña y peligrosa ninfa que ha venido hasta mi habitación y me ha despertado y me ha seducido y ahora no quiere dejarme cobrar lo que debo.
— Por Dios, Damian, no han pasado si quiera 24 horas desde la última vez que lo hicimos… no puedes estar desesperado. Definitivamente eres un ninfómano.
— Y tú te comportas como una monja — la besé cortamente.
— Pero te encanta esta monja – dijo coqueta.
— Está bien, tú ganas. Solo porque no tengo como contradecir aquello, es absolutamente cierto.
Me miró de manera tierna y acarició de nuevo mi mejilla.
— Ahora, ¿me puedes dejar salir? Quiero comer algo — me dijo.
— Delante de ti ya tienes algo para comer, ¿para qué quieres otra cosa? — le pregunté.
Ella rió por lo bajo.
— No se puede vivir de hacer el amor, Damian — dijo mientras sin intención alguna clavaba su mirada en mi boca.
— Mmmm, esa mirada… quieres besarme ¿cierto? – le dije y me agaché para morder sus labios.
— Tienes razón… ganas en todo. Sí quiero besarte, y todo lo que se te pueda pasar por la mente. Pero ahora tengo hambre…de comida.
— Bueno, vamos a comer — dije rendido mientras me alejaba de ella y me ponía de pie.
Tomé su mano y la levanté de la cama
— Pero luego quiero el postre.
Le gruñí y la tomé de la cintura para un arrebato beso y luego la solté. Ella rió divertida.
— Traje helado — dijo con una inocente sonrisa.
— Y te atreves a decir que soy yo quien mata los momentos. No tienes vergüenza, amor.
— Decidí ignorar tu doble sentido — me aclaró.
— Pero si lo divertido de eso es que te escandalices — dije mientras ambos salíamos de la habitación.
— Oh, bebé, ya no me escandalizan tus dobles sentidos — me dijo divertida.
Arqueé una ceja y antes de que se alejara demasiado, la detuve y la acerqué a mí. Su espalda chocó levemente contra mi pecho y el aroma de su cuerpo, me excitó un poco más de lo que ya estaba. Sentí como su respiración se volvía un poco más densa.
— ¿Por qué estas tan distante? — le pregunté al oído.
— Yo no estoy distante — aseguró.
— Sí, sí lo estás – susurré y bajé mis manos a su vientre, abrazándola un poco más.
— Damian… - murmuró.
— ¿A qué le temes, _________? – le pregunté y la giré para que me hiciera frente.
Me miró fijo a los ojos y vi la inseguridad en ellos. Aquellos ojos cautivantes estaban llenos de inseguridad.
— No quiero que… que te canses de mí.
— ¿Cansarme? – pregunté confundido.
— Tal vez… si me hago la difícil, pueda que no me dejes tan pronto.
Eso es lo que pasa… _______ aún no entiende lo que ella significa para mí. Tomé su rostro con mis manos y la acerqué a mis labios.
— Estoy perdida y completamente enamorado de ti… te necesito, te quiero. Y no creo que pueda cansarme de algo que hace latir tan fuerte mi corazón — besé sus labios apenas — Eres la dueña de mi corazón… puedes hacer lo que se te cante con él. Soy tuyo, maldita sea.
— Yo también soy tuya, Damian, completamente tuya — susurró agitada y se acercó completamente a mi boca.
Gruñí ante el desenfreno de su pasión.
Sus labios abrasaron los míos y su lengua me cautivó. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y entonces la alcé del suelo.
— Rodéame con tus piernas… por favor, necesito sentirte, ________ — le supliqué soltando apenas su boca. Ella sonrió levemente.
Sus piernas rodearon mis caderas y entonces volví a besar su boca.
Capitulo 87:
Sus ojos volvieron a adquirir ese brillo de hace unos instantes, sus mejillas se enrojecieron levemente y eso terminó con lo que quedaba de mí.
— ¿Usas ese calificativo con otras… personas? — me preguntó con recelo. Sonreí.
— ¿Celosa? – le pregunté arqueando una ceja.
— Estás matando el momento, Damian — dijo frunciendo levemente el ceño.
Reí por lo bajo.
— Y tú solo me estás tentando cada vez más — dije divertido.
— Solo quiero saber si alguien más fue llamada así…
— No — le dije mirándola fijamente — Nadie más, amor.
Ella levantó su mano y acarició mi mejilla, para luego subir hasta mi cabello y acomodarlo levemente hacia atrás. Me incliné hacia ella y la besé dulcemente acariciando sus labios con cuidado. Gimió levemente, mandando a través de mí una oleada de placer. El beso dulce y tierno se volvió apasionado e intranquilo.
Necesitaba sentirla, desesperadamente. Bajé mis manos al borde de su blusa.
— No, no y no, Mcginty — dije agitada soltando mis labios — Dije que no…
— Maldita, eso eres una pequeña y peligrosa ninfa que ha venido hasta mi habitación y me ha despertado y me ha seducido y ahora no quiere dejarme cobrar lo que debo.
— Por Dios, Damian, no han pasado si quiera 24 horas desde la última vez que lo hicimos… no puedes estar desesperado. Definitivamente eres un ninfómano.
— Y tú te comportas como una monja — la besé cortamente.
— Pero te encanta esta monja – dijo coqueta.
— Está bien, tú ganas. Solo porque no tengo como contradecir aquello, es absolutamente cierto.
Me miró de manera tierna y acarició de nuevo mi mejilla.
— Ahora, ¿me puedes dejar salir? Quiero comer algo — me dijo.
— Delante de ti ya tienes algo para comer, ¿para qué quieres otra cosa? — le pregunté.
Ella rió por lo bajo.
— No se puede vivir de hacer el amor, Damian — dijo mientras sin intención alguna clavaba su mirada en mi boca.
— Mmmm, esa mirada… quieres besarme ¿cierto? – le dije y me agaché para morder sus labios.
— Tienes razón… ganas en todo. Sí quiero besarte, y todo lo que se te pueda pasar por la mente. Pero ahora tengo hambre…de comida.
— Bueno, vamos a comer — dije rendido mientras me alejaba de ella y me ponía de pie.
Tomé su mano y la levanté de la cama
— Pero luego quiero el postre.
Le gruñí y la tomé de la cintura para un arrebato beso y luego la solté. Ella rió divertida.
— Traje helado — dijo con una inocente sonrisa.
— Y te atreves a decir que soy yo quien mata los momentos. No tienes vergüenza, amor.
— Decidí ignorar tu doble sentido — me aclaró.
— Pero si lo divertido de eso es que te escandalices — dije mientras ambos salíamos de la habitación.
— Oh, bebé, ya no me escandalizan tus dobles sentidos — me dijo divertida.
Arqueé una ceja y antes de que se alejara demasiado, la detuve y la acerqué a mí. Su espalda chocó levemente contra mi pecho y el aroma de su cuerpo, me excitó un poco más de lo que ya estaba. Sentí como su respiración se volvía un poco más densa.
— ¿Por qué estas tan distante? — le pregunté al oído.
— Yo no estoy distante — aseguró.
— Sí, sí lo estás – susurré y bajé mis manos a su vientre, abrazándola un poco más.
— Damian… - murmuró.
— ¿A qué le temes, _________? – le pregunté y la giré para que me hiciera frente.
Me miró fijo a los ojos y vi la inseguridad en ellos. Aquellos ojos cautivantes estaban llenos de inseguridad.
— No quiero que… que te canses de mí.
— ¿Cansarme? – pregunté confundido.
— Tal vez… si me hago la difícil, pueda que no me dejes tan pronto.
Eso es lo que pasa… _______ aún no entiende lo que ella significa para mí. Tomé su rostro con mis manos y la acerqué a mis labios.
— Estoy perdida y completamente enamorado de ti… te necesito, te quiero. Y no creo que pueda cansarme de algo que hace latir tan fuerte mi corazón — besé sus labios apenas — Eres la dueña de mi corazón… puedes hacer lo que se te cante con él. Soy tuyo, maldita sea.
— Yo también soy tuya, Damian, completamente tuya — susurró agitada y se acercó completamente a mi boca.
Gruñí ante el desenfreno de su pasión.
Sus labios abrasaron los míos y su lengua me cautivó. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y entonces la alcé del suelo.
— Rodéame con tus piernas… por favor, necesito sentirte, ________ — le supliqué soltando apenas su boca. Ella sonrió levemente.
Sus piernas rodearon mis caderas y entonces volví a besar su boca.
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
1ro ODIO A EL PAPÁ DE DAMIAN ¬¬ tengo miedo de lo que le hizo firmar a Damo sea algo malo y que lo meta en problemaas :S
2do Damoo es un pervertido, no paraa nuncaa!! :P
3ro MUCHAS GRACIAS POR LA MINI MARATON!! SOS UNA GENIA!!
4to (este comentario es por lo que dije antes de lo de la voz de locutora) A mi todos me dicen todos que tengo voz de locutora y que cuando sea grande tendria que tener una radio :P Pero no me gusta :S
Bueno como que me re fuí de tema :S sorry
MUCHAS GRACIAS POR LA MINI MARATON FIORE!! SOS LO MAAS!!
Besotes lindaa, te quierooo muchoo!! (:
2do Damoo es un pervertido, no paraa nuncaa!! :P
3ro MUCHAS GRACIAS POR LA MINI MARATON!! SOS UNA GENIA!!
4to (este comentario es por lo que dije antes de lo de la voz de locutora) A mi todos me dicen todos que tengo voz de locutora y que cuando sea grande tendria que tener una radio :P Pero no me gusta :S
Bueno como que me re fuí de tema :S sorry
MUCHAS GRACIAS POR LA MINI MARATON FIORE!! SOS LO MAAS!!
Besotes lindaa, te quierooo muchoo!! (:
FatiM
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MUJER que linda maraton!
el papa de Damian es un cabron!!
pero el reencuentro estuvo super emocionante! :')
siguela!
el papa de Damian es un cabron!!
pero el reencuentro estuvo super emocionante! :')
siguela!
Invitado
Invitado
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
AHHHHHHHHHHH!!!!!!!! Me encantaron los capitulos Fio!!!!.. Siguelaaaaaaaaaa!! :)
{#Iara Styles}.
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Estoy perdida y completamente enamorado de ti… te necesito, te quiero
MUERO!!!!!!!!!!!!! LO LEI Y LO VOLVI A LEER
NO PUEDO CREER QUE AL FIN EXACTAMENTE
EN EL CAPITULO 87 LO ADMITIO Y LO AFIRMO
TUVE QUE ESPERAR MUCHO PERO VALIO LA
PENA LA ESPERA! ES OFICIAL....
BIEN, FIESTA EN MI CASA!!!!!!!!!!
CONTINUALA FIO
MUERO!!!!!!!!!!!!! LO LEI Y LO VOLVI A LEER
NO PUEDO CREER QUE AL FIN EXACTAMENTE
EN EL CAPITULO 87 LO ADMITIO Y LO AFIRMO
TUVE QUE ESPERAR MUCHO PERO VALIO LA
PENA LA ESPERA! ES OFICIAL....
BIEN, FIESTA EN MI CASA!!!!!!!!!!
CONTINUALA FIO
annap
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
:O
Jajja, Por Favooor Fio Seguilaa!!!!
Eran 5? Haa, Yo Pense Que Eran 3 XD Jjaja
Lo Bueno Es Que Eres Buenita Y No Malita, Por Eso Publicaste Los Capitulos :D
Jajjaja, Yo Te Quiero Maas!!
por Favor Seguilaa!! Me Enccanta!!!
Quien Ubiera Pensado E Tener El Amor En Un Auto!! Jajaj XD
SEGUILAA!!
Jajja, Por Favooor Fio Seguilaa!!!!
Eran 5? Haa, Yo Pense Que Eran 3 XD Jjaja
Lo Bueno Es Que Eres Buenita Y No Malita, Por Eso Publicaste Los Capitulos :D
Jajjaja, Yo Te Quiero Maas!!
por Favor Seguilaa!! Me Enccanta!!!
Quien Ubiera Pensado E Tener El Amor En Un Auto!! Jajaj XD
SEGUILAA!!
Agos McGinty
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Fio!!!!
Paso mucho muchisimo demasiado tiempo desde que no comento!
Perdon!
Es que el viernes pasado tuve examen de Historia, era el examen mas importante del año! Perdonameeeeeee
Ame todos y cada uno de los capitulos!!!
Fueron perfectos, llenos de ternura, pasion y emocion!!
Seguilos Fio, en serio quiero mas:)
Paso mucho muchisimo demasiado tiempo desde que no comento!
Perdon!
Es que el viernes pasado tuve examen de Historia, era el examen mas importante del año! Perdonameeeeeee
Ame todos y cada uno de los capitulos!!!
Fueron perfectos, llenos de ternura, pasion y emocion!!
Seguilos Fio, en serio quiero mas:)
#Biaan
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