LOS MARCADOS | Harry Styles | +18

Si ,con lo que las audiciones estan aun abiertas y alguien comento alli ,no la hubiera visto ni hubiera sabido que habia una novea tan buena como esta!!
Te aplaudo desde aca Argentina,donde tengo entendido tambien vives ;) ,ahora yo soy la acosadora ,el señor Philip ,quedaria desterrado en esta ocasion jajaja.
Espero la sigas y me interesa mucho saber que pasara,si conocera personas ,si se enamorara...no lo se pero ,me da mucha ,mucha intriga de seguir leyendola!.
Un beso ,y saludo!!
P/d:Perdon ,olvide presentarme.Soy Oriana,tengo casi 15 y soy del pais con el fin del mundo ,argentina.Cuidate!xx

La secundaria es un edificio con muchas aulas, dónde todos “aprendemos” a movernos por allí, más bien… vivir. Todos, todos los días se preguntarán cuándo terminará esa tortura, y algunos otros no, porque ya lo han terminado o dejado –yo por ejemplo-. Quisiera algún día cortarme un brazo, para que esta vida horrenda termine, pero claro… si me faltara un brazo igual me discriminarían, o me tendrían lástima, que es lo yo más odio. Hay veces en esta vida en  la que no sabes que elegir, si vivir sometido a algo o vivir libre pero sin casi nada, seas libre o no vivirás sometido. No me explico, en simples palabras serás un sometido el resto de tu vida. 
 Me duele pensar que muchas personas se acuerdan tarde de vivir su vida, -por ejemplo yo, de nuevo-. Finalmente yo volvería a recordar esos momentos. No soy mala ni melancólica, me encanta vivir, sentir el viento en mi rostro, sentir mis piernas moverse cuando corro, sonreír, llorar, me encanta. No entiendo porque muchas personas me detestan, piensan que soy un bicho raro que no siente, y se equivocan.
  Ha pasado un mes desde que el Sr. Philip me había dicho que el edificio dónde trabajé el resto de mi vida cerraría. Habían terminado las vacaciones para la vida de un estudiante, y hoy las puertas de esos lugares lava mentes volverían a abrirse. Y yo debía entrar a una de aquellas. El otro día pasee cerca de lo que sería mi nueva escuela; es muy grande, con grandes ventanales, dos pisos, una gran escalera que conectaba a las puertas principales; realmente el Sr. Philip se lució. Él es como mi segundo padre, siempre me cuidó, pero siempre fue muy exigente con la gran fortuna que tenía y tiene. Me ayudó en muchísimas cosas, me aconsejó, y ahora esto. Él se fue a California para abrir un nuevo Hotel, mucho más lujoso que éste.
 Tomé mí bolso, lleve solo una cartuchera y un simple cuaderno. Salí de mi casa y marché directamente al instituto, caí en cuenta que el día era ventoso y frío. Miré la hora y era muy temprano, igualmente no había muchos alumnos dentro, muy pocos, repasando apuntes, abrazándose por no haberse visto en las vacaciones, hablando de cómo les fue. Y sí, a mí ya me reconocieron. Pasé haciéndoles caso omiso; hice todo el papeleo en dirección, mis horarios, todo. Ahora solo quedaba esperar a que esa campana suene para ir a mi primera clase. Sin mirar a nadie caminé derecho al salón y me quedé enfrente. Todos me miraban y me hacían sentir muy, pero muy incómoda; mi cara de emo depresivo y no grato también fue el foco de atención, igual ya sabía el motivo, y al parecer todos lo sabían. No sé, pero para mí me tenían miedo, de que pueda matarlos si los toco o algo así. De tanto esperar casi me duermo, pero ese ruido estruendoso que me venía salvando de estos años me despertó.
  Caminé lentamente hacia el salón, y me ubiqué casi detrás de todo, lastimosamente las mesas eran dobles.  Observé a los que entraban y nadie parecía hacerme caso. Un chico muy simpático de mejillas rosadas se ubicó a mi lado. Cuando vi a personas superficiales entrando a la clase casi se me da un paro al corazón…
- ¡Hola! Un gusto –estrechó su mano hacia mí el chico de mejillas rosadas.  
- Emmm –dude, pero la tomé en mi pequeña mano- un gusto –dije lo más bajo posible que ni creo que yo me escuché. - ¿Cómo es tu nombre? –me pregunta divertido.
- _____, ¿y tú? –le respondo, un tanto desconfiada tenía miedo de que me reconociera.
- Liam, Payne… Liam Payne –me sonríe.
    Iba a responderle, y casi lanzarme hacia él, alguien que tal vez me conozca no dijo nada. Genial.
 
Nota-: Desde aquí ya no narrará más el personaje principal, ahora será el autor.
 
   El profesor Smith, con un traje de color marrón, rompiendo la facha con unas zapatillas entró a la clase. Muy amigable se presentó y les dio la bienvenida. Hablaron de cómo fueron sus vacaciones y ____ tuvo que presentarse, nadie notó nada, y lo agradeció, pero aun así seguían tratándola como sapo de otro pozo. La clase terminó, y todos salieron al pasillo, tuvo mucho miedo de meter la pata, hace bastante que no socializa con alguien de ese modo, increíble pero cierto. Liam y ella fueron directo a la cafetería, hablando de tantas cosas, pero siempre con distancia. Llegó la hora y tomaron una mesa al fondo de la cafetería.
 
- ¿Conoces a alguien de aquí? –Le pregunta Liam.
- No, la verdad es que no –Juega con sus manos.
   Ella nunca había socializado con personas de escuelas, por el simple hecho de que le daban la espalda, y ella se cansó de sentirse menospreciada, abandonada, no pudo más y se fue.
 - Oh, bueno –agacha la mirada- Mira esta noche hay una fiesta en casa de Stefany, ella lo organiza por el comienzo de clases, si quieres ve conmigo… te presentaré a algunas amigas –sonríe mientras sus mejillas se sonrojan.
- ¿Hoy? Pero… mira no creo que pueda, mañana hay clases ¿sabes de eso? –pregunta un poco alterada y a la vez inocente.
- Esa es la idea –ríe un poco- es lo divertido, amanecer allá y venir a la escuela todos dados vueltas –anuncia entusiasmado- ¿No es grandioso?
- Emmm… -queda dudando.
  La verdad es que ____ nunca bebió en su vida, jamás había probado el alcohol, nunca había ido a una de esas fiestas, y menos tratado con personas de esa clase.
   Liam con una cara de ternura, da un giro su cabeza hacia un lado, le sonríe y largó un profundo suspiro que a cualquiera volvería loca.
- Eres muy inocente –finaliza.
 _____ se sonroja de forma instantánea, no pudo evitar que su rostro pareciera un tomate, se sintió torpe pero a la vez bien. Calló unos segundos mientras Liam reía pero luego dijo…
- Lo sé –asiente- muchos me lo dicen, creo que siempre fui así –dice mientras la voz se le iba mientras avanzaba con la frase, era por la vergüenza que tenía, Liam no la entendía por qué tanto… pero si tan solo supiera todas las piezas se unirían en un rompe-cabezas.
          Luego de eso no hablaron y siguieron con su almuerzo. Lo que ____ no sabía es que Liam si sabía quién era, pero él es una de esas personas en las que no creía de eso, y, anteriormente, la había visto llorando por las burlas de que era una Marcada, por eso no dijo nada y la trata como una persona normal y es lo que era.
- ¿Eres… una de esas personas antisociales? –pregunta ___.
   Liam se ríe, por supuesto que no lo era, para colmo tampoco era bueno ni en la escuela.
- No –negó-, si fuera antisocial no hablaría contigo –dobla el labio y le da un mordisco a su manzana de color verde.
     Ella sonrió ampliamente. Empezó a ver a todas las chicas en el lugar, “son muy bellas” pensó. Todas tenían un buen físico, cabello castaño, ojos claros, y ella se creía muy fea a comparación.
- ¿Conoces a varios de aquí?
- Por supuesto, mira… -empieza a mirar por todos lados-, allí van los genios de matemática –dice en voz baja mientras señala simuladamente a un grupo de la mesa del frente.
    “No son personas feas como las películas, si llevaban anteojos y tragaban libros a morir pero solo eso” piensa ___.
 - Allí también está el club de arte –señala a unos chicos y chicas con un espíritu muy alegre- los de deportes, los populares, los malos, los que nadie los toma en serio, los anti… -empieza a señalar a muchos grupos de distintas mesas.
    Pero mientras él señalaba ella miraba solo a una persona, un chico con unos bellos ojos un tanto lejos de ___, su sonrisa deslumbrante, su rostro, ¡le encantaba! y ella no podía hacer nada al respecto; por lo que dejó de soñar y bajó de la nube a tierra sacándose esa idea de la cabeza, tratando de borrar ese rostro… pero era un tanto imposible.