¡Pow Pow!

Tema de diálogos, no comentar.

–¡Baja del escenario virgen!–Exclamó una voz que, como antes había dicho, encarnaba mis pesadillas. Candice.
Mi intención era recriminarle, reprocharle el hecho de que nos estábamos graduando y que se supone que debía de ser más madura. Pero, justo al girarme, ver su sonrisa triunfadora en la cara y mandarme un beso cínicamente, me asusté de tal manera que empecé a sentir como un nudo se creaba en mi garganta.
–¿Qué pasa bebita, a caso he hecho algo malo?

–¡¿Puedes, por una vez en tu vida, dejar de actuar como una mártir! ¡Deja de hacerte la víctima de una mala vida cuando en realidad tienes una vida perfecta con unos padres ricos y encantadores que te han hinchado la habitación con peluches!¡Deja de actuar como una maldita cría pija que decide ir de malota por el mundo para enfadar a sus padres!–Jonah miró a la componente del grupo que tanto apreciaba con asco, con incredulidad ante sus propios pensamientos–Me das asco...No, espera, me da pena lo falsa que eres simplemente para ser reconocida por la gente.
–Te recomiendo que, para la próxima vez que me grites toda esa mierda, te preguntes antes quien es el mimado de verdad aquí.–Dijo la chica, mientras procuraba que la voz no le temblase tanto como lo hacía.

—¡Dyl! —Exclamó Allison mientras respiraba entrecortadamente. —¿Has visto a Derrie o a Lucas?
—No. —Hizo una pausa. —Bueno, Derrie estaba en la prueba de vestuario y Lucas está tocando junto a Tessa.
—Dylan… Hace una hora que Wild Lilies acabó la prueba de vestuario.
—¡Mierda! —Exclamó el chico, levantándose de un salto y guardando el teléfono móvil en el bolsillo. —¿Tu por el ala este y yo por la oeste?
—Ajá. —Allison asintió rápidamente, dando así el fin de esa conversación.

—¡Emma! ¡Emma, por favor deja de caminar! —Exclamó Freddie mientras perseguía la pelinegra. Ésta se giró con una ceja levantada  —Tenemos que hablar sobre nosotros.
—Oh, Fred... No hay ningún "nosotros". —Emma rodó los ojos y se cruzó de brazos.
—¡Por dios, Emma!—Se acercó un poco a la chica y empezó a susurrar.—Tuvimos relaciones íntimas... eso en mi pueblo se le llama buscar una intención en la otra persona.
—Y en el mío se le llama efectos del alcohol. —McKlein rodó los ojos de nuevo y le acarició un poco en el brazo —Mira...lo siento si te estabas haciendo ilusiones, pero yo soy de esas que, cuando toman mucho alcohol, les gusta tener sexo. No te lo tomes como algo personal.
—¡¿Que no me lo tome como algo...?! ¡¿Pero estamos tontos?!¡Mi llave y tu cerrojo jugaron juntos!¿Me estás diciendo que no significó nada para ti?.
—Veo que vas captando la idea.