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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
→bitter kisses with strawberry flavour.
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→bitter kisses with strawberry flavour.
por sugar. Miér 01 Ene 2014, 4:31 pm
Everything that kills me
Makes me feel alive.
I'm here to stay forever, people. Todo lo que puedo decir respecto a esta galería es bastante sencillo; son fanfics, terminados o en proceso. Siempre uso a los chicos de One Direction para estos fanfictions, por lo que obviamente podemos calcular que soy Directioner... cabe mencionar que también pertenezco a la 5sosfam, soy Mixer and Janoskianator. Cuando empiezo un fanfic me emociono a tal punto de subir capítulo seguido, pero como a todas, me canso, lo comienzo a encontrar estúpido, lo cancelo y...adiós fanfiction de Mack. (yeah, call me Mack or Connie) Así que pediré que tengan paciencia conmigo en caso de que les guste alguna de nis novelas o futuros proyectos...so, eso. facebook.Eso es todo. Bye. Love you all .x
By Mack.
Última edición por sugar. el Lun 16 Jun 2014, 7:55 pm, editado 3 veces
sugar.
Idiot, I love you.
por sugar. Miér 01 Ene 2014, 4:50 pm
Learning to Live.
Salir cada noche, beber hasta no poder más, fumar hasta que sus pulmones ya no resistieran y alejarse del ambiente de su destrozada familia, era la vida de Caitlin Lawrence; la chica extraña del vecindario criticada y mal mirada por la mayoría de sus vecinos.
No se preocupaba por nada, ni siquiera de ella misma o de lo que le podía ocurrir estando a altas horas de la noche por las ciudades de Doncaster.
El ambiente familiar, mejor dicho, no tan familiar ya que en la casa donde Caitlin vivía solo habitaba su madre y ella, sin duda la hostigaba. Todos los días era una discusión diferente, lo que terminaba logrando que ambas se distanciaran aún más. A Caitlin le gustaría volver a tener 5 años para no tener ningún tipo de preocupación y solo ir a la escuela, tener amigos que jugaran y la aceptaran, ser simplemente feliz. Pero sus 18 años solamente los dedicaba a los cigarrillos, los insultos a gente que ella odiaba, fiestas donde ni siquiera se divertía y aparentar ser una chica fuerte frente a los demás mientras cada insulto la hacía hundirse en un montón de criticas que la dañaban de inmediato.
—Soy fuerte, puedo hacerlo— Decía cada vez que pasaba frente a una persona que la miraba con cara de odio y asco.
Su vida era un asco, todo a su alrededor era un asco, pero, ¿Qué haría cuando se entere de la inesperada noticia de que solamente tiene 12 meses de vida, por una enfermedad a su corazón? ¿Alguien podría llegar y poner su vida de cabeza demostrándole que vivir si vale la pena? Y si esa persona lo logra… Después de todo… ¿Cuánto tiempo guardaría el secreto de su enfermedad y el triste final con el que terminará todo?
No se preocupaba por nada, ni siquiera de ella misma o de lo que le podía ocurrir estando a altas horas de la noche por las ciudades de Doncaster.
El ambiente familiar, mejor dicho, no tan familiar ya que en la casa donde Caitlin vivía solo habitaba su madre y ella, sin duda la hostigaba. Todos los días era una discusión diferente, lo que terminaba logrando que ambas se distanciaran aún más. A Caitlin le gustaría volver a tener 5 años para no tener ningún tipo de preocupación y solo ir a la escuela, tener amigos que jugaran y la aceptaran, ser simplemente feliz. Pero sus 18 años solamente los dedicaba a los cigarrillos, los insultos a gente que ella odiaba, fiestas donde ni siquiera se divertía y aparentar ser una chica fuerte frente a los demás mientras cada insulto la hacía hundirse en un montón de criticas que la dañaban de inmediato.
—Soy fuerte, puedo hacerlo— Decía cada vez que pasaba frente a una persona que la miraba con cara de odio y asco.
Su vida era un asco, todo a su alrededor era un asco, pero, ¿Qué haría cuando se entere de la inesperada noticia de que solamente tiene 12 meses de vida, por una enfermedad a su corazón? ¿Alguien podría llegar y poner su vida de cabeza demostrándole que vivir si vale la pena? Y si esa persona lo logra… Después de todo… ¿Cuánto tiempo guardaría el secreto de su enfermedad y el triste final con el que terminará todo?
♚Louis T. | ♚Caitlin L. | ♚Terminada. | [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] |
Pasa el cursor por la imagen.
Última edición por sugar. el Lun 16 Jun 2014, 7:36 pm, editado 4 veces
sugar.
You're my little Pandora's box
por sugar. Lun 16 Jun 2014, 7:48 pm
If I Stay.
Querida Gin,
Sabes… siempre me gustaste, desde el día que te conocí. Estaba tan borracho, y al verte, sentí que estaba más embriagado, pero de ti y de tu perfume. Cuando me gritabas… en pijamas, estabas tan enojada por haber destruido tu auto; y cuando te pregunté que si podía llevarte a tu casa, y tuve que levantarte por los aires… Dios, fue el mejor día de mi vida.
Gritaste y gritaste a todo pulmón y de pronto te diste cuenta de algo…
― Espera… Tú-tú eres famoso ¿verdad? ― dijiste.
― ¡No-me-digas! ― respondí, y rodaste los ojos.
En la misma posición estuviste hasta que llegamos a tu vecindario. ¡Ni las gracias me diste! ¡Ni siquiera tu número! Sólo un simple: Me llamo Ginger, adiós… idiota. Pero no te escapaste tan fácilmente, ¿verdad?
― ¡Ding-dong! ¡Ding-dong! ― grité hasta que abriste la puerta. Como no respondiste, decidí romper el hielo―. ¿Sabes Ginger-nomesétuapellido? Deberías tener un timbre en tu puerta, a tu novio de seguro le molesta tener que gritar para que le abras.
― No tengo novio. ¿Qué quieres?― mascullaste cerrando la puerta detrás de ti.
― ¿No me invitas a pasar? ― puse la cara más decepcionada que pude. Servía con todas, excepto contigo… hipster.
― Repito, ¿qué quieres? ― dijiste exasperada por mi presencia.
― Pimienta.
― ¿Pimienta?
― Pedir azúcar ya está gastado. ¿No te parece? ― dije tomándote en brazos y forzándote a “dejarme pasar”.
Y nuestra primera “cita” no fue tan diferente a nuestros encuentros anteriores. ¿Te gusta que te carguen a la fuerza, no es cierto? Pude deducir que gritarme sería tu pasatiempo favorito y besarte, el mío. Pensaba: ¿Cuándo la haré mía? Y luego algo me decía que eras una pequeña cajita de pandora demasiado frágil para ser utilizada como juguete.
¿Recuerdas la primera vez que fuimos por un helado? Yo sí lo recuerdo, es decir… como olvidar cuando mis converse favoritas quedaron manchadas por un helado de menta con chispas de chocolate. Ah. Nunca salió el verde de mis zapatillas.
Ash… y el día que te pedí que fueras mi novia. No sabes la gran discusión que tuve con el dueño del restaurante para que me dejara poner el papelito dentro de la galleta. Los chinos tienen fuerza, más de lo que crees. Y lo peor fue cuando te paralizaste, juré que me ibas a patear en las bolas; pero, wao… besas bien.
Ginger, te amo más que nadie en este mundo. Jamás soporté ver esas pequeñas líneas de color rojo en tu muñeca. Nunca entendí el porqué de ellas, ni tampoco el de tus lágrimas. Todo el tiempo pensaba en ti, por eso hice lo que hice, pero ahora estás con él y yo he caído en un huracán de miseria y soledad. Quisiera volver a entrar a tu vida, cargarte y escuchar tus gritos, besarte y cuidarte como si fueras mi pequeña cajita de pandora, y sobre todas las cosas, amarte; pero soy un desastre, un monstruo y un patán que sólo quiere disculparse contigo. Eres hermosa, y siempre te preocupas por mí, y ahora sólo tienes un montón de personas que te hacen sentir mal, y todo por forzarte a entrar a mi vida. Siempre serás mi hipster favorita, la mejor modelo de pijamas y la peor en comer helados de menta. Te amaré por siempre, y aunque no leas esto, espero que me perdones, así tengamos noventa años y estemos más arrugados que una pasita.
Siempre y para siempre tuyo,
Harry xx.
Sabes… siempre me gustaste, desde el día que te conocí. Estaba tan borracho, y al verte, sentí que estaba más embriagado, pero de ti y de tu perfume. Cuando me gritabas… en pijamas, estabas tan enojada por haber destruido tu auto; y cuando te pregunté que si podía llevarte a tu casa, y tuve que levantarte por los aires… Dios, fue el mejor día de mi vida.
Gritaste y gritaste a todo pulmón y de pronto te diste cuenta de algo…
― Espera… Tú-tú eres famoso ¿verdad? ― dijiste.
― ¡No-me-digas! ― respondí, y rodaste los ojos.
En la misma posición estuviste hasta que llegamos a tu vecindario. ¡Ni las gracias me diste! ¡Ni siquiera tu número! Sólo un simple: Me llamo Ginger, adiós… idiota. Pero no te escapaste tan fácilmente, ¿verdad?
― ¡Ding-dong! ¡Ding-dong! ― grité hasta que abriste la puerta. Como no respondiste, decidí romper el hielo―. ¿Sabes Ginger-nomesétuapellido? Deberías tener un timbre en tu puerta, a tu novio de seguro le molesta tener que gritar para que le abras.
― No tengo novio. ¿Qué quieres?― mascullaste cerrando la puerta detrás de ti.
― ¿No me invitas a pasar? ― puse la cara más decepcionada que pude. Servía con todas, excepto contigo… hipster.
― Repito, ¿qué quieres? ― dijiste exasperada por mi presencia.
― Pimienta.
― ¿Pimienta?
― Pedir azúcar ya está gastado. ¿No te parece? ― dije tomándote en brazos y forzándote a “dejarme pasar”.
Y nuestra primera “cita” no fue tan diferente a nuestros encuentros anteriores. ¿Te gusta que te carguen a la fuerza, no es cierto? Pude deducir que gritarme sería tu pasatiempo favorito y besarte, el mío. Pensaba: ¿Cuándo la haré mía? Y luego algo me decía que eras una pequeña cajita de pandora demasiado frágil para ser utilizada como juguete.
¿Recuerdas la primera vez que fuimos por un helado? Yo sí lo recuerdo, es decir… como olvidar cuando mis converse favoritas quedaron manchadas por un helado de menta con chispas de chocolate. Ah. Nunca salió el verde de mis zapatillas.
Ash… y el día que te pedí que fueras mi novia. No sabes la gran discusión que tuve con el dueño del restaurante para que me dejara poner el papelito dentro de la galleta. Los chinos tienen fuerza, más de lo que crees. Y lo peor fue cuando te paralizaste, juré que me ibas a patear en las bolas; pero, wao… besas bien.
Ginger, te amo más que nadie en este mundo. Jamás soporté ver esas pequeñas líneas de color rojo en tu muñeca. Nunca entendí el porqué de ellas, ni tampoco el de tus lágrimas. Todo el tiempo pensaba en ti, por eso hice lo que hice, pero ahora estás con él y yo he caído en un huracán de miseria y soledad. Quisiera volver a entrar a tu vida, cargarte y escuchar tus gritos, besarte y cuidarte como si fueras mi pequeña cajita de pandora, y sobre todas las cosas, amarte; pero soy un desastre, un monstruo y un patán que sólo quiere disculparse contigo. Eres hermosa, y siempre te preocupas por mí, y ahora sólo tienes un montón de personas que te hacen sentir mal, y todo por forzarte a entrar a mi vida. Siempre serás mi hipster favorita, la mejor modelo de pijamas y la peor en comer helados de menta. Te amaré por siempre, y aunque no leas esto, espero que me perdones, así tengamos noventa años y estemos más arrugados que una pasita.
Siempre y para siempre tuyo,
Harry xx.
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