» no more tears.

Sus pequeños ojos vagaban por los pasillos, acompañados con los leves golpes contra el suelo que hacían sus pies mientras caminaba. Daba torpes pasos, y la mirada se le tornaba confundida. Estaba perdida.

Mientras Cassandra seguía riendo con sus prácticas de animadora, Lennon aún seguía perdida en la escuela de la primera. No conocía el edificio, no tenía ni la menor idea de cómo era una escuela, mucho menos sabría encontrar el campus. El color blanco inundaba sus ojos, no estaba acostumbrada a tantos pasillos, ya que toda su vida estudió en casa. Leyó un pequeño cartel de color azul que decía: vestidores. Por lo menos, un poco de agua le haría salir de ese trance.

Giró el grifo, sin mirarse al espejo y cubrió su rostro con el agua en sus manos. Tomó una gran bocanada de aire por la nariz, para soltarla por la boca. Abrió los ojos y una figura masculina se reflejaba en el espejo. Lennon dio un salto en su lugar, para darse la vuelta y mirar con temor al chico que se encontraba frente a ella. Este estaba igual, o hasta más confundido que ella. Las gotas que anunciaban que acababa de bañarse caían por su cuerpo y el cabello castaño estaba empapado.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó la pelirroja con un hilo en la voz.

— Mejor dicho, ¿qué haces tú aquí? —contraatacó —. El vestidor es de hombres.

Las mejillas de la pelirroja tomaron un color rojo, marcando sus mejillas con intensidad. Abrió la boca para comenzar a titubear, pero una voz la interrumpió, al mismo tiempo que la hacía tener más miedo.

—¿Lennon?

Era él. Él estaba allí.