"Un Novio Diferente" - Joe y tu Terminada

siguela

bienvenidas a todas las nuevas lectoras me alegra qe les guste
la nove ensegida subo cap :D

:cheers:

Capitulo 3


___________ miró el teléfono que sonaba desesperadamente mientras se secaba el pelo. No tenía ganas de contestar, si lo hacía se entretendría y tenía que irse ya.

El sonido cesó, y ella apuró el manejo del secador, secando su pelo completamente.

Cogió el bolso y abrió la puerta de su casa, en el preciso momento en el que sonó su móvil.

-Joder… -se quejó refunfuñando. Sacó el pequeño aparato del bolso y miró la pantalla «numero desconocido» bien. Pulsó el botón de colgar, y se metió el móvil en el bolsillo, si quería algo, volvería a llamar. No había terminado de salir a la calle cuando la canción tan conocida que usaba como timbre del móvil volvió a sonar, cansada contestó- ¿si? –casi gruñó.

-¿_____________?

-Si, ¿Quién habla?

-¡Menos mal que me contestas!-exclamó una voz aterciopelada con un tono de angustia- llevo todo el día llamándote. Soy Joe.

No hacía falta presentación, ella lo había reconocido, ¿Cómo olvidarlo?

-Así que eras tú… -contestó con indiferencia.

-¡Si, era yo! ___________… te necesito.

A la chica le dio un vuelco el corazón ante aquellas palabras, pero enseguida sacudió sus sentimientos. Ella no era de las que se dejaban sorprender. No le gustaba aquello.

-Cuéntame que te pasa.

-Mi madre.

-Interesante –vaciló.

-Viene a mi casa, viene a verte.

-¿Qué, cómo va a ir a verme a tu casa? Yo no vivo allí.

-No hace falta que me lo recuerdes.

-¿Por qué le dijiste eso?

-No lo se. Se lo dije antes de conocerte.

-Estás loco.

-Gracias por el recordatorio. Tienes que venir.

-¿Qué?

-No preguntes más y ven ya.

-No puedo hacer eso, ¡ni siquiera se donde vives!

-Eso tiene una fácil solución; te doy mi dirección.

-No voy a ir, no puedo.

-Por favor… -suplicó él.

-De verdad que no puedo –replicó mientras caminaba a paso lento, se daba cuenta de que se lo estaba pensando- Dile… no se que estoy trabajando.

-Querrá que la lleve.

-¡Que difícil! ¿Por qué no le cuentas la verdad? Yo tengo que buscarme ese trabajo.

-¡No puedo contarle la verdad, se pondría a buscarme novia enseguida!

-Creo que ya eres mayorcito para elegir solo.

-Y yo… pero ella no, quiere ayudar.

-Pues deja que te ayude.

-____________…

-¿Qué?

-Por favor –suplicó- se una buena chica de nuevo, mi chica.

Ella suspiró.

-Dame tu dirección.



-Sigo pensando que esto es una locura –dijo ___________ a modo de saludo.

-Eres un cielo.

-No saldrá bien.

-Ya verás que si…

-¡No se nada de ti, nada, es imposible que salga bien! Como me pregunte algo ya la hemos liado.

-Tenemos veinte minutos para aprender algo.

-¿Veinte? Nunca se me dio bien memorizar. Yo debería de estar buscando un trabajo…

-Lo siento. ¿Cuántos años tienes?

-Diecinueve. ¿Tú?

-Veinte. ¿Hermanos?

-Tres –vaciló ella.

-Yo soy hijo único.

-¡Que suerte! –exclamó ____________.

-No, soy hijo único y soy del único del que pueden estar pendiente, no es suerte…

-Viéndolo así…

-Es un asco –terminó él.

-Esto no va a salir bien.

-¡Deja de ser negativa!

-Ni siquiera se tu apellido, ni en que trabajas. No se nada.

-Jonas, y soy ingeniero. Te toca.

-___________(TA), y no soy nada, aún no encontré trabajo.

El timbre sonó y ___________ dio un brinco. Joe se movió con rapidez por la casa y se asomó a la mirilla.

-Mi madre –anunció.

-Oh, dios, oh dios, ni conozco la casa. Joe, será mejor que le digas la verdad.

-Me matará.

-Tendrás que arriesgarte –contestó ella.

-____________, por favor, se que apenas me conoces, pero por favor, ayúdame, te necesito.

-Joe no es bue…

-Por favor… -suplicó.

-Será la última vez.

-Me inventaré que hemos roto o algo para la próxima visita.

-Más te vale. ¡Dios, te conozco desde hace una semana, y me has vuelto todo patas arriba!

-Así soy yo –presumió él. El timbre sonó.

-Ábrele –dijo _____________.

-Mejor abre tú, iré a dejar tu bolso en el salón.

-¿Yo? –siseó- ¿estás loco o qué?

-Abre –la urgió.

____________ respiró hondo, le apetecía demasiado pegarle a Joe, y ella no era una persona violenta. Él desapareció por el pasillo, estaba perdida, ni siquiera sabía llegar al salón, cuando Mercedes se fuera, pensaba golpearlo.

El timbre sonó, la voz de Joe gritó, «ya va» y ella se acercó a la puerta.

-¡Hola! –la saludó Mercedes animadamente.

-Hola –contestó.

-¡Madre mía! ¿se puede saber que estabais haciendo? ¡Habéis tardado siglos en abrir, ya me iba a ir y todo! –____________ vaciló, y abrió la boca- no, no, mejor no me digas nada, hay cosas que una no quiso saber.

Se sonrojó, y maldijo por lo bajo. Solo había visto a esa mujer dos veces, y las dos la había puesto de calenturienta.

-Pasa –dijo al ver que la mujer la miraba.

-Estás más delgada –anunció- tendré que decirle a Joe que te alimente mejor, no es bueno que estés tan delgada –___________ sonrió mientras aquella mujer hablaba.

Llegaron al salón casi por un milagro, pues ____________se sentía inquieta.

-¡Mamá! –saludó Joe- llegas pronto.

-Como siempre…

-Es cierto. ¿Te quedas a comer?

-Si cocinas tú…

-Por supuesto.

_____________ se sintió hundida, ¿y su opinión no contaba?


Al final, el día no fue tan mal, ____________ se descubrió riendo y charlando animadamente con la madre de Joe, quien contaba anécdotas de Joe, que la hacían reír sonoramente. Joe estaba sentado a su lado, y más de una vez se descubrió entre sus brazos, él se acercaba y la abrazaba, y ella ya se había acostumbrado a eso.

También había descubierto que era un magnífico cocinero. Había preparado el almuerzo mientras ellas charlaban, y había estado de muerte, tuvo que disimular para no soltar un halago demasiado exagerado.

Se había hecho con la casa, ya sabía dónde estaba cada cosa, cada habitación; al final no había sido tan pesado como ella creía que iba a serlo. Se lo pasaba bien.

-Ahora vengo –dijo poniéndose de pie- voy al baño –añadió.

No tardó más de cinco minutos, pero al volver pudo sentir la preocupación reflejada en la cara de Joe.

-¿Hago café? –preguntó.

-Por mi está bien –dijo Mercedes.

-¿Joe?

-Vale.

____________ se escabulló en la cocina. Vale, tenía un problema, se había aprendido las habitaciones pero no el lugar de las cosas.

-¿Necesitas ayuda? –preguntó la voz de Joe.

-Por favor –casi rogó.

Joe comenzó a sacar cosas de los armarios mientras ella ponía la cafetera.

-Tenemos un problema –soltó Joe en un susurro.

-¿Qué pasa? –preguntó ella, sabía que algo pasaba.

-Mi padre se va de viaje una semana… y mi madre se queda aquí.

Plof.

Mierda.

:D

chicas si me pasan de pagina les subo otro cap

OMG!
ESO SE PONE INTERESANTEMENTE BUENO :¬w¬:
SIGUEEEEE :sad:

:cheers:

:twisted: BUENO les ayudo un pooco a pasar
espero cuando llegue de la escuela ya este el
capii :D

:arrow:

:suspect:

:oops:

siguela..............



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