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El Lado Oscuro
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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El Lado Oscuro
CAPÍTULO 1
Con mis pies ya en el suelo, me dirijo hacia la ventana para abrir las gruesas cortinas. Agradezco la calidez del Sol encima de mi piel, hago contacto con el aire fresco de este otoño y dejo la ventana entreabierta para ventilar. Salgo una vez duchada y vestida con dirección a la cocina, me preparo rápidamente una taza de leche caliente con cacao en polvo y mis cereales favoritos, lo tomo y cojo todo para salir.
El aire remueve un poco mi pelo, dejando a este con un aspecto alborotado, parecido al de un león pero con muchos y largos rizos. Sienta bien este clima, amo esta estación, es mi favorita. Ver como las hojas caen de los arboles, dejando a estos desnudos ante la reaparición del frío, los colores anaranjados, amarillentos y rojizos presiden las calles. La gente respira tranquila el aire, los más pequeños vuelven de sus vacaciones para emprender otro curso más sus clases, otros sus trabajos... y otras personas nos dirigimos hacia la panadería de prestigio en Holmes Chapel. Me encantaría seguir con los estudios, ir a la universidad y estudiar Bellas Artes. La crisis en mi familia me impide pagar la educación superior, pero no me preocupa, de panadera también me divierto, y veo sonreír diariamente a gente al salir con su desayuno en mano. Ya he llegado después de mi paseo a mi central de felicidad, entro con mis llaves, Bárbara llega un poco antes de las ocho, y yo media hora antes.
Preparo todo, meto en el horno las pastas recién hechas y huelo el ambiente. Este enriquecedor aroma penetra mi nariz, termino de preparar todo y entra ella por la puerta, con su gran sonrisa, hoy más que nunca. Gira el cartel de la puerta, señalándola abertura un día más este negocio, me sorprendo al ver que por detrás aparece un chico. Harry, Harry Styles. Uno de mis cinco ídolos, de ese grupo que ahora tanto triunfa, los llamados One Direction. Sonrío tontamente al recordar que cando me conoció a penas teníamos cinco años. Él se acercó a mi para limpiarme todo el chocolate que una, ahora amiga, me tiró por encima. Siempre me ha gustado un poco, pero nada más allá de verlo como un héroe. Ahora lo miro siempre que voy a casa de mis padres, donde aún están colgados todas esas imágenes y cartulinas de ellos. No me los lleve porqué a mi madre también le gustan, y así se acordaría siempre de cuando cantábamos juntas sus canciones para la cena.
- Luna, ¡buenos días preciosidad! - Ella tan radiante. - te presento a Harry Styles, por lo que sé vas a saltar como una loca -se gira en dirección a el chico -, ella es una gran 'fan' vuestra. ¡Perdón! Quise decir 'Directioner', así se hace llamar. - Todo esto me hace sonrojar.
- Encantada Harry, Bárbara voy a retener los gritos. Esto está pasando. Qué fuerte. Oh Dios mío, madre del amor hermoso... Respira Luna, respira. - Hablaba para mí misma mientras ellos se carcajeaban de la situación. Nunca creí que Bárbara me lo presentará, ha sido todo una gran sorpresa. ¡Me alegro de haber nacido, hoy más que nunca!
- Todo un placer, mm... ¿Así que que tu eres Luna? Que sepas que ocupas mi lugar en este sitio, substituta - dijo borde. Por favor que no sea egocéntrico ni creído, por favor. Me miró serio, y se rió. - ¡Es broma, mujer! Menuda cara, me caes bien. Hoy os ayudaré a tu y a Bárbara para recordar mis viejos tiempos por aquí, ahora que tenemos un...
- Descanso de varios meses - Lo interrumpí -, hasta que sigáis componiendo y comencéis la siguiente gira mundial. - Me sonrió dándome a conocer en primera persona sus famosos hoyuelos, en verdad son adorables.
Nos ponemos a trabajar y ya entra la gente, servimos a todos, de tanto en tanto cruzamos miradas, nos ayudamos. Pues bien, el tiempo se terminó y se fue él, luego yo y quizá unos minutos más tarde Bárbara. Llego a casa y preparo una cena ligera, y antes de mi te diario suena el timbre. En instinto propio al ver la hora que marca mi reloj me extraño. Miro por el rabillo de la puerta antes de ver quién es.
- ¿Josh? - Sale una voz fina de dentro de mi, una sonrisa gobierna en su rostro.
Con mis pies ya en el suelo, me dirijo hacia la ventana para abrir las gruesas cortinas. Agradezco la calidez del Sol encima de mi piel, hago contacto con el aire fresco de este otoño y dejo la ventana entreabierta para ventilar. Salgo una vez duchada y vestida con dirección a la cocina, me preparo rápidamente una taza de leche caliente con cacao en polvo y mis cereales favoritos, lo tomo y cojo todo para salir.
El aire remueve un poco mi pelo, dejando a este con un aspecto alborotado, parecido al de un león pero con muchos y largos rizos. Sienta bien este clima, amo esta estación, es mi favorita. Ver como las hojas caen de los arboles, dejando a estos desnudos ante la reaparición del frío, los colores anaranjados, amarillentos y rojizos presiden las calles. La gente respira tranquila el aire, los más pequeños vuelven de sus vacaciones para emprender otro curso más sus clases, otros sus trabajos... y otras personas nos dirigimos hacia la panadería de prestigio en Holmes Chapel. Me encantaría seguir con los estudios, ir a la universidad y estudiar Bellas Artes. La crisis en mi familia me impide pagar la educación superior, pero no me preocupa, de panadera también me divierto, y veo sonreír diariamente a gente al salir con su desayuno en mano. Ya he llegado después de mi paseo a mi central de felicidad, entro con mis llaves, Bárbara llega un poco antes de las ocho, y yo media hora antes.
Preparo todo, meto en el horno las pastas recién hechas y huelo el ambiente. Este enriquecedor aroma penetra mi nariz, termino de preparar todo y entra ella por la puerta, con su gran sonrisa, hoy más que nunca. Gira el cartel de la puerta, señalándola abertura un día más este negocio, me sorprendo al ver que por detrás aparece un chico. Harry, Harry Styles. Uno de mis cinco ídolos, de ese grupo que ahora tanto triunfa, los llamados One Direction. Sonrío tontamente al recordar que cando me conoció a penas teníamos cinco años. Él se acercó a mi para limpiarme todo el chocolate que una, ahora amiga, me tiró por encima. Siempre me ha gustado un poco, pero nada más allá de verlo como un héroe. Ahora lo miro siempre que voy a casa de mis padres, donde aún están colgados todas esas imágenes y cartulinas de ellos. No me los lleve porqué a mi madre también le gustan, y así se acordaría siempre de cuando cantábamos juntas sus canciones para la cena.
- Luna, ¡buenos días preciosidad! - Ella tan radiante. - te presento a Harry Styles, por lo que sé vas a saltar como una loca -se gira en dirección a el chico -, ella es una gran 'fan' vuestra. ¡Perdón! Quise decir 'Directioner', así se hace llamar. - Todo esto me hace sonrojar.
- Encantada Harry, Bárbara voy a retener los gritos. Esto está pasando. Qué fuerte. Oh Dios mío, madre del amor hermoso... Respira Luna, respira. - Hablaba para mí misma mientras ellos se carcajeaban de la situación. Nunca creí que Bárbara me lo presentará, ha sido todo una gran sorpresa. ¡Me alegro de haber nacido, hoy más que nunca!
- Todo un placer, mm... ¿Así que que tu eres Luna? Que sepas que ocupas mi lugar en este sitio, substituta - dijo borde. Por favor que no sea egocéntrico ni creído, por favor. Me miró serio, y se rió. - ¡Es broma, mujer! Menuda cara, me caes bien. Hoy os ayudaré a tu y a Bárbara para recordar mis viejos tiempos por aquí, ahora que tenemos un...
- Descanso de varios meses - Lo interrumpí -, hasta que sigáis componiendo y comencéis la siguiente gira mundial. - Me sonrió dándome a conocer en primera persona sus famosos hoyuelos, en verdad son adorables.
Nos ponemos a trabajar y ya entra la gente, servimos a todos, de tanto en tanto cruzamos miradas, nos ayudamos. Pues bien, el tiempo se terminó y se fue él, luego yo y quizá unos minutos más tarde Bárbara. Llego a casa y preparo una cena ligera, y antes de mi te diario suena el timbre. En instinto propio al ver la hora que marca mi reloj me extraño. Miro por el rabillo de la puerta antes de ver quién es.
- ¿Josh? - Sale una voz fina de dentro de mi, una sonrisa gobierna en su rostro.
EJ
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