Family Morrison.

Liam Morrison

❛❛I didn't say secrets were better, I just say they were more exciting❜❜

Nombre completo: Liam James Morrison Ocean.
Edad: 20 años.
D. Psicológica: Liam es una persona muy despreocupada y fiestera. Siempre se deja llevar por la vida, es muy inteligente y puede que tome provecho de ello. Cuando se lo propone puede ser una persona muy coqueta e insistente. Nunca acepta un no por respuesta y el tampoco lo da. Nunca rechaza una fiesta y siempre se divierte al máximo, pero al mismo tiempo es una persona muy aplicada en el instituto. Con sus amigos puede ser muy burlista, sarcástico y divertido. Le encanta hacer bromas. Es muy hiperactivo. Cuesta mucho que tome las cosas en serio pero cuando la situación lo amerita, si lo hace. Puede ser una persona muy vengativa entonces es mejor no tenerlo como enemigo. Es seguro de sí mismo y le encanta llamar la atención. Puede ser muy manipulador y cuando no quiere hablar de algo cambia de tema muy fácilmente o simplemente ignora a las personas. Cuando se enoja se convierte en una persona fría y calculadora o algunas veces nada más se queda callado y se va, cuando le conviene evitar problemas. Aunque por dentro, es una persona que se preocupa por los demás y cuando en serio quiere alguien le da todo su tiempo, atención y cariño, es capaz de dar la vida por esa persona, por son contadas las personas que se han podido ganar el cariño de Liam.
Historia: -Liam alguien nos puede ver- la voz de la pelirroja sonaba entrecortada, mientras intentaba débilmente apartar al joven.
-¿Y qué?-habló el muchacho entre besos. 
-Por favor Liam, tengo un trabajo y un esposo que mantener- él rompió el abrazo en el cual tenía a su profesora. 
-Cualquiera que te escucha diría que eres la esposa modelo.- Liam rodó los ojos y se dio la vuelta para comenzar a caminar a la salida. Al tomar el pomo de la puerta para salir del aula, unas manos le comenzaron a acariciar la espalda y los hombros. Una sonrisa burlona se posó en los labios del castaño, hacerse la víctima siempre le funcionaba. 
-¿Qué quieres?- su tono de voz era neutro y serio, mientras trataba de reprimir la risa.
-Liam- llamó haciéndose la inocente- ¿te vas?
-Sí- usó el mismo tono, le costó trabajo contener la risa, pero lo había logrado. 
-¿Seguro?- preguntó depositando suaves besos en el cuello del castaño. 
Cualquier rastro de humor desapareció y se volvió quedando cara a cara. La pelirroja no dudó al acercarse hasta chocar sus labios con los del joven, llevándolo a un beso más duradero del que incluso ella misma tenía pensado. Liam la tomó en brazos y la cargó hasta llevarla al escritorio, donde la sentó para colocarse entre sus piernas. Apartó sus labios de los de ella y comenzó a repartir besos por su cuello. Ella tomó la cabeza de Liam entre sus manos y se acercó a su oído.
-Eres mucho mejor que él- esas cinco palabras llegaron hasta el pecho del castaño, pero en vez de alegrarse por ello, sentía una opresión grande, como si recién hubieran estrujado su corazón. Apretó los puños en la tela de la camiseta de su maestra, en un intento por apartar unas lágrimas que no dejaría salir por nada del mundo. Puede que algunas veces bromeara con ello, pero algo que no podía negar era que esto ya no era una simple aventura para él.
Liam retiró la camiseta de Nora, y continuó besando su cuello, la pasión y algo más que aún no estaba dispuesto a aceptar, lo cegaron, haciendo que no le importara en lo más mínimo que estuvieran en un salón de clases. La tomó más fuerte de la cintura y la acercó más a él, besó sus labios como nunca lo había hecho antes, demostrando algo que él no podía poner en palabras. 
Nora lo apartó al reconocer las segundas intenciones de ese beso. Pudo ver sus ojos cristalizados y reconoció la gravedad de sus acciones. Lo empujó con la mayor fuerza que pudo, y debido a que el muchacho no quería oponerse se dejó apartar. 
-No, esto no puede ser, no, ¿pero qué has hecho?- le preguntó horrorizada al muchacho.
-¿Qué he hecho yo?- cualquier tristeza fue remplazada por enojo e incredulidad. 
-Sí, tú. Sabías que esto era solo un juego desde el principio.- le gritó Nora, sin controlar su tono de voz.
-¿Un juego?- Liam rio cínicamente, cualquier lastima, cualquier compasión, cualquier otro sentimiento que no fuera enojo hacia la persona de enfrente había desaparecido. 
-Sí, fue solo un error, esto nunca debió suceder.- la puerta se abrió de golpe dejando ver al director del instituto. Los ojos de Nora se abrieron de golpe al encontrarse sin su camisa frente a su jefe, encerrada sola con un joven en una de las aulas. 
-¿Qué es esto?- el director miraba tanto a la señora Phillips como a Liam.
-Por lo que veo, un error- el castaño miró a Nora una última vez antes de salir claramente enojado del salón. 
-Morrison.
-¿Qué?-se detuvo.
-Esto lo sabrán sus padres- le informó el director.
-Pues bien- le gritó antes de seguir su camino, estaba claramente cegado por el enojo, y no sabía adonde se dirigía, solo sabía que ansiaba salir de ahí.

Louis Morrison

❛❛La vida es muy corta para lidiar con gente idiota❜❜

Nombre completo: Louis William Morrison Ocean.
Edad: 19 años.
D. Psicológica: Egocéntrico, no hay otra palabra que defina a este chico. Aunque también podemos definirlo como egoísta, creído, orgulloso, pedante, entre muchas más. Si nos ponemos a ver cada uno de los defectos de Louis nunca acabaríamos, este joven chico tiene su vida hecha una basura, así como su personalidad.

Pero no todo es malo, dentro de toda aquella personalidad errónea existe el verdadero Louis, aquel que se preocupa por los demás, sonriente, amable y simpático. Suele esconderse detrás de esa fachada con horrible fama que Louis ha creado. Suele pensar que si se muestra como realmente es se aprovecharan de él, como solían hacerlo en su pasado.

Louis, no es más que un chico asustado de la realidad mostrándose fuerte ante las situaciones.
Historia: —Hola Louis—hablo Britt seductoramente acercándose al chico.

Sus compañeros de equipo de futbol comenzaron a aullar como lobos, haciendo burla a la próxima escena romántica del mejor jugador del equipo con la líder del grupo de porristas. Eran la pareja del año, según la mayoría de alumnos de aquel instituto, pero para Louis solo era una chica más la cual debía llevar a su cama.

—Hola linda—respondió de la misma forma, tomando su casco entre sus dedos y con su brazo derecho rodeando la esbelta cintura de la rubia.

La rubia no dudo ni un segundo en rodear el cuello del castaño con su manos y acercarse a él para plantarle un beso. Mientras tanto se escuchaban los gritos y burlas provenientes del grupo de porristas y el equipo de futbol…

—Nos vemos hoy en la noche—musito Louis, cerca del oído de la rubia—. En mi coche.


— ¡Louis Morrison! ¡Ven aquí en este mismo instante! —gritaba su madre, Lauren.

Louis retiro sus sábanas blancas de su descubierto cuerpo y salió apresuradamente hacia la cocina. Durmió por horas después de toda la acción que tuvo con Britany, su ex novia, el día de ayer.

Flashback.

Sus cuerpos agitados, cubiertos por una delgada capa de sudor… Dieron terminado dándose un beso el cual Louis tuvo que rechazar. Corrió su rostro y alejo a la chica lejos de él, comenzó a vestirse, mientras tanto la inocente rubia no sabía lo que pasaba. Hace unos segundos habían tenido relaciones y ahora Louis actuaba como si hubiesen peleado.

— ¿Louis? —cuestionó, Brittany.
El castaño una vez que termino de vestirse tomo las pertenencias de la chica y se las entrego: —vístete—articulo.
—Pero…
—Vístete si quieres que te lleve a tu casa.

La rubia no dudo en hacer caso a lo que el rubio había dicho, se vistió rápidamente tratando de no hacer enojar más a Louis. Mientras ella batallaba con abrochar su sostén, Louis manejaba hacia la casa de la rubia…

—Llegamos—exclamo, Louis.

No dijo nada más, solo paro el auto en la entrada esperando que la rubia se bajara. Aunque la rubia fuera algo torpe podía reconocer cuando alguien estaba molesto, y para ella, Louis lo estaba.

— ¿Nos veremos mañana? —pregunto, Britt, una vez que se bajó del auto.
—Linda—rió, Louis. Esta acción hizo que Britt sonriera y se sintiera aliviada por lo que había sucedido hace unos minutos—. Terminamos.

Entonces fue así como dio marcha al auto yendo a una velocidad impresionante.

Fin del flashback.

— ¿Qué sucede? —Pregunto, Louis. Tallando sus ojos con las yemas de sus dedos.
— ¡Qué diablos le hiciste a Brittany!

Su madre sostenía en su mano su teléfono celular, era seguro que la rubia llego llorando a su hogar haciendo que su madre se preocupara. Louis nunca pensó que al lastimar a Britt, ella le contaría todo a su madre y su madre se lo contaría a la mama del castaño…

—Mama, yo…
—Esto va tener graves consecuencias—aseguro su madre, negando con la cabeza mientras trataba de arreglar lo que su hijo le había hecho a Brittany.

Cassie Morrison

❛❛edito❜❜

Nombre completo: Cassandra Morrison Ocean.
Edad: 18 años.
D. Psicológica: Edito.
Historia: Edito.

Peyton Morrison

❛❛Si no puedes vencerlos, únete a ellos❜❜

Nombre completo: Peyton Jade Morrison Ocean.
Edad: 18 años.
D. Psicológica: Mentirosa, inteligente, seductora y manipuladora, así es Peyton fuera de la vista de sus padres.   Es un lobo con el rostro dulce de un cordero, por eso es que sus padres nunca desconfiarían de ella. Es el ejemplo a seguir, la hija perfecta... a pesar de estar muy lejos de ese papel. En casa, se comporta atenta, responsable, dulce y simpática. Habla detalladamente, delicada, risueña. Cada vez que puede, pasa tiempo con sus padres, haciendo que confíen en ella ciegamente. Trata de 'encarrilar' a sus hermanos menores, cuando ni siquiera puede con ella misma. De cara tierna, de niña, el orgullo de los Morrison. ¡Qué equivocados estaban! Fuera de casa Peyton es el mismísimo diablo. Descontrolada, fría, cínica como pocas. Es una persona extremadamente falsa y una muy buena actriz. Siempre te va a decir exactamente lo que queres escuchar, solo si ella también se beneficia, puesto que nunca haría algo por nadie si no tiene, directa o indirectamente, un beneficio para ella. La chica valora su orgullo mas que a nada en el mundo. Y para rematarla tiene un ego imposible de romper, que sale, obviamente, fuera de la residencia Morrison. El sarcasmo, posiblemente, sea una de sus armas. Lo usa tanto que no se sabe cuando habla enserio y cuando se esta burlando de ti.
Historia: Mierda, susurró en cuanto vio al Director Sparks acercándose a ella. Otra vez llegaría tarde a casa, otra vez tendría que poner una escusa y ya escaseaba de estas. ¿Por qué siempre era ella?
— Señorita Morrison, ¿por qué no esta en clase?— cuestionó con un tono de voz firme, tampoco es que le sorprendiera verla allí, si no fuera por sus notas altas.... ya estaría fuera de la escuela.— ¿La han vuelto a echar?
— Yo no lo diría de ese modo, suena... ya sabe, mal.— dijo Peyton divertida.— Me ha echado del salón por dar mi opinión. Creo que me odia. No, es un hecho, me odia.
— Dame el papel.— ordenó el hombre canoso, viendo la hoja que traía la castaña en sus manos.— ¿Qué tenemos?¿Insultos? Oh, detención de dos a cuatro. ¡Nos vemos, Morrison!


La castaña entro a su casa, rápidamente, evitando llamar la atención de sus padres o de cualquiera de sus hermanos, mas tropezó con Liam, quien le regalo una de esas sonrisas tan conocidas, una arrogante y burlona, y susurró un: ''Estas en problemas, Peyton.'' Que apenas pudo escuchar. Entró a su cuarto, dormiría un momento antes de escuchar el grito de su padre, no podía ser. Ella era buena, sus padres le creían. Y grata sorpresa se llevo, al mirar su cama.
— ¿Qué haces aquí, má?— preguntó totalmente sorprendida. ¿Qué diablos hacia ella en su cuarto? ¿Pensaba 'violar' su privacidad como lo hacia con Niall o Charlotte? No, ella no era ninguna niña. Tenía dieciocho años y hace bastante no lidiaba con problemas como este, es más, acostumbraba a reírse de sus hermanos cuando su madre revisaba sus cuartos. Respira, se dijo, uno... dos... tres...
— Cassie llegó hace más de tres horas de la escuela.— escupió, literalmente, mirándola a los ojos. Todo estado de relajación en Pey, se esfumó.— ¿Dónde estabas, Peyton?
La chica se movió de su lugar y sonrió abiertamente.— ¿No recuerdas? — hablo con un tono de voz inocente.— Creí haberte dicho que iba a tomar actividades extras... ya sabes, teatro y esas cosas.— en realidad, no sabía de que estaba hablando.
— Ah, ¿si? — la rubia encarnó una ceja y miro a su hija por encima de sus anteojos.— Cómo... ¿detención? ¿AH?— mostrando los papeles de citaciones.
— Mamá, no... yo....— ¿qué iba a inventar? Estaba perdida.
— Espera... ¿qué puedes decirme de esto?— metió la mano en una bolsa sacando una caja de cigarrillos y algunos preservativos sin usar. Los ojos de Peyton se abrieron a más no poder. Mierda, mierda, mierda.
— Eso...— NADA.— Mamá, por favor...
— ¡Para, Peyton!— gritó su madre, la castaña estaba segura que sus hermanos estaban atentos a la pelea tras la pared, pero eso era lo que menos le preocupaba.— Oh, cuando llegue tu padre, querida.— La mujer siguió buscando entre los cajones.— Ahorrame el tiempo. ¿Qué mas hay? ¿Dro...
— ¡Para! ¡Deja de querer controlar mi vida! ¡Maldita sea!— la palma de su madre estampo contra la mejilla de la castaña.
— Eres mi hija. ¡Yo no te crié así!— estaba furiosa, su madre se acercó a Peyton un poco más, arrepentida.
— Aléjate.— dijo cortante, fría, no podía creer lo que sucedía.
— Tu no puedes hacerte la victima, Peyton Jade Morrinson.— dijo severamente.— Nada bueno saldrá de esto.— finalizó saliendo del cuarto. Maldición.
— Te dije que estabas en problemas.— Liam apareció de la nada, abrazando a su hermana.—¿Preservativos?

Niall Morrison

❛❛Obey isn’t my middle name, baby❜❜

Nombre completo: Niall James Morrison Ocean.
Edad: 17 años.
D. Psicológica: Niall, el menor de los hombres de los Morrison es la descripción física de “grano en el trasero”. A pesar de ser un chico bromista, con un agradable sentido del humor, un cuerpo y un rostro de infarto y poseer la personalidad más tierna, coqueta, extrovertida y locuaz de todos, tiene un defecto. Es la persona más perezosa que puedas conocer. Con sus cinco hermanos echándosele encima, los continuos regaños de sus padres y su terrible faceta de hombre compulsivo, se mete en serios problemas. Respondón y orgulloso; sus papás no saben qué hacer para que Niall crezca un poco y se centre en sus estudios. Las bajas notas, las tardes en detención y las continuas llamadas del director conducen al rubio por el camino incorrecto. Inteligente, capaz de conseguir todo lo que se propone y abierto a cualquier reto, Niall no aprovecha sus cualidades para escapar de las decisiones de sus padres. Y aunque el ojiazul sea el menos problemático de los Morrison, el que prefiere dormir a beber y salir de fiesta, la confianza que sus papás le perdieron de hace mucho no se recuperará en un chasquido de dedos.
Historia: Niall despierta de golpe cuando siente agua fría, casi congelada, golpear contra su rostro esculpido. Se sienta sobre las almohadas y apoya la espalda en el cabezal, tallándose los ojos mientras traga saliva con sabor a rayos.

—¿Qué te pasa, mamá? —gruñe, poniéndose de pie y acomodando sus calzoncillos blancos. La cabeza de la familia está de mal humor. Terrible. Sus caras zapatillas golpetean la moqueta de la habitación y sus brazos cruzados junto con su rostro completamente fruncido provocan que Niall se aleje unos centímetros.
—¿Qué me pasa? —pregunta en tono mortal, acercándose al menor y halándolo de una oreja. Niall hace una mueca de dolor y coloca sus manos sobre el brazo de su madre— ¡¿Y te atreves a preguntar?! —dice entre gritos.
—¡Mamá! ¡Suéltame, con una mierda! —frunce el entrecejo y arranca violentamente la mano de su madre. Se coloca frente a ella, casi rozando sus narices y la fulmina con sus bellos ojos azules.
—Tócame un cabello, Niall James, y te juro que me vas a conocer —gruñe, apartándolo de un empujón. Niall sacude la cabeza y se pasa una mano por el cabello, exasperado.
—Dime que ocurre, mamá —masculla.
—Ocurre que tú —le pica el pecho desnudo con uno de sus delgados dedos con manicura— Idiota, estás en serios problemas.
—Yo siempre estoy en problemas mamá… ni si quiera hago nada —se aparta de ella y se sienta en la orilla de la cama, colocando los codos sobre sus rodillas— No los entiendo, mis hermanos viven más en la calle que en la casa y explotan sus tarjetas y no estás tan encima de ellos que como conmigo…
—Niall, tus hermanos no van mal en calificaciones… reprobaste el semestre completo —dijo negando con la cabeza y acomodándose la americana negra— Voy tarde al trabajo, Niall… no puedo creer que nos hayas hecho esto. Trabajamos por ustedes, para que tengan lo mejor ¡y no le pones empeño a lo único que tienes que hacer! —comenzó a pellizcarse el puente de la nariz dramáticamente. Niall rodó los ojos malhumorado y arrancó la ropa de cama, que estaba completamente empapada.

Siempre tienen que armar escándalo.

—Lo siento, ¿sí? —suspiró profundamente, envolviendo entre sus fuertes brazos a su madre— En serio lo siento mamá… tu sabes que no me gusta la escuela. Yo no quiero dedicarme a lo de papá… mi vocación está en la música má, ¿por qué no me apoyas?
—No Niall, termina la preparatoria primero y después hablamos de vocaciones —se deshizo del abrazo, colocando ambas manos en las mejillas pálidas de su hijo y le besó la frente— Sabes que te quiero mucho, Niall, solamente haznos caso… hacemos todo esto por tu bien…
—Suéltame —escupió, alejándose de ella y abriendo la puerta— Si ya terminaste con tu teatro puedes irte de mi habitación —la rubia agachó la mirada, caminando desganada hacia la puerta y se recargó levemente contra el marco.
—Solamente quiero lo mejor para ti, Niall, escúchame…
—¡Lárgate! —gritó, furioso y la empujó fuera de su alcoba, cerrando la puerta en sus narices— ¡No-voy-a-cambiar! Mamá… acostúmbrate. Así soy yo y me importa un bledo que lo hagas por mi bien.
—Cierra la boca, Niall James… cuando llegue tu papá todo se pondrá peor. No sé qué es lo que vamos a hacer con ustedes, pero te juro que cambiarán —hizo una pausa, atragantándose con el nudo en la garganta y cuadró los hombros— Sí o sí.

Las intensas pisadas y el sonido de los tacones sobre la loseta poco a poco se fueron ralentizando. Niall estrelló el puño sobre la fina puerta de madera, soltando una letanía de palabrotas cuando sintió la mano punzante y los nudillos destrozados.

—Mierda.

Louis se asomó por el enorme hoyo de la puerta y negó con la cabeza.

—Eres un idiota...

Charlotte Morrison

❛❛no soy loca y rara en el mundo, el mundo es raro y loco❜❜

Nombre completo: Charlotte Morrison Ocean.
Edad: 16 años.
D. Psicológica: ¿Que podemos decir de la pequeña Charlotte? Es una chica un poco especial, con sus tan solos y escasos 16 años ha echo muchas locuras en su vida. Suele ser muy callada y reservada para si misma, casi nunca convive con su familia y cuando lo hace casi siempre discute. Las demás personas dicen que "esta zafada" o "que le falta un tornillo". No, por su hiperactividad, si no por sus "amigos". Si a los 16 años aún tiene amigos imaginarios, siempre es callada y cuando habla lo hace pero de cosas que te dejarán boqui-abierto. Es una buena persona que te escucha, pero al meterte con ella saca su lado más oscuro y te puede atacar con lo que sea.
Historia: Estaba la chica rubia recostada en su cama, las luces de su habitación estaban apagadas y la única luz que había era la de su reproductor de música. Sus oídos retumbaban por el sonido de "Do i wanna know?", a la lejanía se escuchaban los gritos de su madre y su hermano Niall. La puerta de su cuarto de abre y entra una chica pelinegra, la rubia gira sobre su cuerpo dándole la espalda a la recién llegada. Siente que ella se siente a su lado y la mira de reojo.
— ¿Que quieres?-dice en un susurro la rubia.
— ¿Así recibes a tu hermana?.-Dijo en un tono un poco sentido.
—Si—dice para después retirar sus audífonos.-¿Por que discuten ahora?.-dice mirando a Peyton.
—Bueno, Niall reprobó el semestre—Charlotte hace una mueca de horror y Peyton ríe un poco con ella. Charlie sonríe de lado y se levanta de su cama seguida de Peyton—. Bueno creo que me iré.
Charlie asiente con la cabeza. —-Claro—Dice para después ver como su hermana sale de ahí, suspira y rueda los ojos. -La misma mierda de siempre.-dice para después ponerse su chaqueta.
— ¡Charlotte! —Escucha que le gritan desde abajo y sale de su habitación, al instante es cegada por la luz de los focos y comienza a bajar las escaleras. Mira la escena que esta en la sala, su madre sentada en el sofá, apretándose como siempre el puente de la nariz y camina hacia ella.-Tengo algo que decirte.
Charlotte abre los ojos de golpe y la mira;-¿Soy adoptada acaso?-Ríe un poco pero al ver la expresión neutral calla. Su madre la mira ahora seriamente, pareciera como si le hubieran llamado de la escuela de las cortadas en sus muñecas.
—Irás con tus hermanos... a la casa en Ohio—La chica abre los ojos de golpe y la mira raro.
— ¿Por que?.-Pregunta en un tono triste—Aquí estoy bien y no soy como esa bola de idiotas.
—Quiero que cambies—dice su madre tomando sus manos—. Quiero que seas normal.
Charlie suelta las manos de su madre y corre hacia las escaleras. —Nadie en esta casa es normal.