We had some good times, didn't we?

— ¿Sabes? —empezó la morena mayor, captando la atención de Myralli.
— ¿Qué cosa?
— Extrañaba esto, Myra —habló con sinceridad Caitlin y aquello sorprendió gratamente a la menor de los Turner—. Extrañaba a mi mejor amiga —sonrió de medio lado a la vez que volteaba su cabeza a otro lugar. El expresar sus sentimientos no era algo que se le daba de la mejor manera a la joven Young, sin embargo aquella pequeña, pero significativa confesión mejoro el día de oji marrón menor de una forma asombrosa.
— Yo también extrañaba a mi bruja favorita —añadió su compañera, logrando que Caitlin sintiera que verdaderamente si tenía a un amigo incondicional en todo este viaje.

— Lucy, eres muy cruel ¿lo sabes, no? —la voz grave del rizado la hizo volver del trance en el que se había sumergido.
— No soy cruel, Marc. Simplemente dejo en claro quién manda aquí.
— No me refiero a eso, tonta —objeto el castaño, logrando que solamente se confundiera más la menor de los Hepburn.
— ¿Entonces?
— Sabes que el pobre chico, este Ryder, babea por ti y tú ni lo volteas a ver... Le romperás el corazón si no le das una oportunidad —aconsejo su buen amigo con una sonrisa de burla.
— Estas de joda, jamás andaría con alguien por lastima.
— Ve esto como una oportunidad de sacarte a Shane de la cabeza, enana —confesó el oji verde con algo de sinceridad, pero la castaña simplemente se negaba a ver la realidad.
— Que algo te quede claro, Marc: no te metas en mi vida amorosa, ¿de acuerdo, cabeza de brócoli?
— De acuerdo, Cruela De Vil.

— ¿Tú también estás deprimida, o me equivoco? —le interrogó con algo de acusación al posicionarse a un lado de la castaña.

— ¿Yo deprimida? —Sydra trató de usar algo de sarcasmo para no ser tan obvia, pero ante la mirada de “a mí no me engañas” que lanzó el moreno solo pudo suspirar y borró la sonrisa ladeada que había puesto todo el día para que nadie notará su estado emocional decaído— De acuerdo, eres de las pocas personas a las que no se les puede convencer, Ryder.

— En efecto.

— ¿Quién más está deprimido? —inquirió su amiga mientras caminaban por el sendero del gran parque de diversiones y tomaba de su soda.

— Aleen —comentó con algo de pesar al recordar el rostro triste de su hermana—. El que aquel estrellita con complejos de depresión se haya ido del tour de un día para el otro digamos que no le cayó muy bien.

— A nadie le caería bien que su pareja se fuera de un día para el otro, Ryder —le objetó Sydra como si aquello fuera por demás obvio.

— Lo sé, bueno, creo comprender eso, o bueno… no he tenido lo que tú digas “pareja formal” como para saber lo que se siente el que te dejen botado.

— Deberías agradecer eso entonces —no sabía si estaba de acuerdo con aquello, así que no respondió ante la sugerencia y guardó silencio mientras veía con la vista hacia arriba cada una de las atracciones del lugar.

— Creo que deberíamos dar gracias que ninguno de los managers nos dijeran para dónde se fue Alex —pensó en voz alta con una pequeña sonrisa en su rostro.

— ¿Por qué?

— Porque de saberlo, estate más que segura que iría hacia allá y le daría la paliza de su vida por haber lastimado a mi hermana —confirmó con una sonrisa ancha que dejaba ver sus intenciones, porque era verdad, y su acompañante no dudaba de esas palabras.

— Estás loco Ryder —comentó con una sonrisa su amiga y no pudo estar más de acuerdo.