Goodbye my love

Las cosas habían cambiado entre nosotros. Dicen que las decisiones difíciles llegan cuando menos te lo esperas, quizás ellas saben cuándo es momento de tomar una buena decisión. No quería dejarla sin una explicación pero tampoco quería verla sufrir por mi culpa.
Aún recuerdo ese día, estaba lloviendo y hacia demasiado frio. Mire por la ventanilla del auto, ahí estaba su casa y era hora de afrontar la cruda realidad. Baje del auto y me dirigí hacia la puerta, tres golpes sonaron sobre aquella puerta y espere por una respuesta. Justamente ahí estaba ella, con esa hermosa sonrisa que la caracterizaba.
— ¡Hey! No esperaba verte hasta mañana
—Siento llegar sin avisar—sonreí para tranquilizarla—Necesitamos hablar
—Bien—. Se hizo a un lado para que entrara
Tenía que tomar fuerzas para decirle que lo nuestro no podía continuar, quizás me arrepienta camino al aeropuerto pero es lo mejor para los dos. Ella se portaba tan amable como siempre, solo quería abrazarla y no dejarla nunca. Tomamos asiento en los enormes sofás de la sala de estar.
—No quiero prolongar más mi estadía, lo único que te pido es comprensión por tu parte. Eres la mujer más hermosa que he visto, has hecho mis días más divertidos, créeme cuando te digo que eres muy especial para mí y que te amo más que a nada en este mundo; pero la situación por la que estoy pasando es muy importante para mí y tengo que partir lejos de ti.
— ¿Qué tratas de decir con esto?—un tono de nervosismo se percibía en su voz
—Te amo y jamás haría algo para lastimarte, pero no creo en las relaciones a distancia.
El ambiente era cada vez más tenso entre nosotros. Tenía que tomar una decisión para el bien de los dos, no  quería dejarla pero las cosas se complicaban día a día. No podría vivir con la imagen de ella sufriendo por mí, por llevarla conmigo en mi sufrimiento, preferiría mil veces verla con otro hombre siendo feliz, que conmigo a punto de morir.
—Puedo ir contigo y…
—No te quiero a mi lado cuando llegue el día—una lagrima rodo por mi mejilla—entiende que te quiero ver feliz.
Me levante del sofá y camine hacia la puerta, no quería verla triste y le había dado bastante información de la que esperaba. La lluvia era cada vez más fuerte y realmente no me importaba mojarme. Podía escuchar unos pasos que venían detrás de mí, no quería oírla más, ella podría hacer que me quedara con tan solo una mirada.
— ¡Espera!—sus brazos rodearon mi cintura mientras que recargaba su mejilla en mi espalda—sé que no poder hacer que cambies de opinión pero quiero decir algo antes de que te vallas.
Gire para verla a los ojos, ahora ellos tenían lágrimas y demostraban todo el dolor que sentía. Tomo mi rostro entre sus manos y se levantó de puntillas, sus labios rozaron los míos y después nos fundimos en un beso tierno de despedida.
—Quiero que me recuerdes—susurro en mis labios—recuerda que también te amo y que no estoy de acuerdo con las decisión que estas tomando
—Lo siento—la abrace
Me aleje de ella y camine hacia mi automóvil, di un último vistazo hacia Alicia y ella se encontraba arrodillada en el suelo llorando; eso era lo que quería evitar, verla a ella destrozada. Encendí el automóvil y continúe con mi camino.
Tres años después.
Recibí una carta de Justin. Después de tanto tiempo, quería asimilar el hecho que después de tres años se había resignado a mandarme una carta. Me senté en las escaleras y abrí la carta, con solo ver su letra sentía que mi corazón salía de mi pecho.
“Mi querida Alicia.
No sabes cuánto he sufrido desde aquel día, quisiera regresar el tiempo y estar un minuto más contigo. Quizás ya no me ames pero quiero decirte que yo aún te amo, es momento de que te explique el motivo de mi partida.
La vida quería que muriera feliz y creo que cumplió su objetivo, hace tres años y medio me entere de mi enfermedad terminal. No quería dejarte con la ilusión de mi regreso, quería terminar un buen momento de mi vida y despedirme de ti antes de morir. Espero que tengas a un hombre que te valore como yo lo hice, no llores por mí, juro que ahora estoy en un lugar mejor y puedo cuidar de ti; el doctor dice que me quedan tres meses de vida y para cuando la carta te llegue quizás ya esté bajo tierra. Recuerda que a pesar de todo: Te Amo.


No podía creer lo que había acabado de leer. La vida es muy injusta cuando se lo propone, hubiera pasado el tiempo con él a pesar de todo, nunca lo hubiera dejado ir si hubiera sabido por lo que estaba pasando en ese momento. Lo único que me quedaba era buscar el lugar donde lo habían sepultado y llevarle flores, decirle que jamás encontré a un hombre que me hiciera tan feliz como el me hizo.

Hola: