Summertime of our lives |One Shoot|

Nombre: Summertime of our lives.
Autor: Kellen Whiteley .
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencia: No.
Otras paginas: por ahora no.

Me senté en nuestra roca, miré el horizonte con esperanza,cerré mis ojos un instante, mis oídos me obligaron a escuchar el sonido del mar, la brisa daba contra mi rostro provocando una leve sonrisa.

Oí su risa lo cual me hizo sonreír, ella estaba arrodillada contra la arena escribiendo algo en está.
-¿Que haces?- sonreí, se paró, su vestido blanco se movía producto de la brisa marina.
-Tienes que ver esto.- me tomó de la mano y me llevó a su creación. Nuestros nombres estaban en un gran corazón a orillas del mar. - ¿Que te parece?
-bonito.- sonreí - ¿quieres bailar?- pregunté
-pero no hay música.-
-No es necesario.- sonreí al ver su mueca de confusión. La agarré por la cintura y la acerqué a mi cuerpo, y ella subió sus manos a mi cuello mientras nos moviamos. Nuestros cuerpos se movían al unísono, y su vestido blanco también. Me acerqué a su oído lentamente.
-te amo.- susurré. Fue extraño, era la primera vez que le decía esas dos palabras.
Se separó y me vio fijamente a loa ojos y susurró "repitelo"
-Te amo- su cara mostró una radiante sonrisa. Y prácticamente se tiró contra mi lo cual ocasionó que perdiera el equilibrio y ambos cayeramos a la mojada arena. Su rostro quedó a centímetros del mío, la mire fijamente a los ojos, aquellos ojos azules que tanto amaba, tan hermosos, luego sus labios, aquellos labios rojos y bien deliñados y volví a mirar sus ojos y sin más la besé. Nos separamos lentamente se puso de pie y luego yo la imité.
- A que no me alcanzas- antes de que pudiera decir algo la vi a alejándose corriendo y vi su vestido blanco moverse junto con ella, ¡rayos! amo ese vestido. Sonreí para mis adentros y la seguí.
-No se vale, eres mucho más rápido que yo- me reí y comencé a hacerle cosquillas. -Basta...- apenas podía articular una palabra entre la risa que soltaba. -por favor no puedo más.- luego de eso la solté.
-¿Quieres un helado?- sus grandes ojos azules se iluminaron, me fije en cada una de sus pecas que quedan perfectamente con su cara, negó con la cabeza. -vamos, vainilla con chocolate, sé que es tú favorito, yo invitó.-
Justo a tiempo vimos el crepúsculo tomados de las manos mientras ella comía un delicioso helado de vainilla.

Abrí los ojos, los cuales estaban llenos de lágrimas. Agarré una piedra y la alancé con todas mis fuerzas hacia el mar, con la esperanza de que diera contra el crepúsculo, contra el sol rojo del ocaso, contra aquel sol rojo tan jodidamente conocido. La irá se apodero de mi e hizo que le diera un fuerte golpe a la roca en la cual estaba sentado.

Mis amigos dicen que debo dejarte ir, que ya nunca más te veré, pero eso no significa que no continués en mi mente, no importa sí nos separa el mar, o la tierra o sí nos separa algo, me enamoré de ti. Sigo enamorado de ti, pero ya no estas viva, lo único que me dejaste como recuerdo fue el crepúsculo, el cual grita tú nombre e inunda mi sufrimiento.