The Journey of Life ( Justin Bieber, Josh Hutcherson, tu y ¿tu otro tu? D:

El sol entraba por la ventana dándome en la cara con suavidad, mire el reloj que estaba al lado de mi cama, este no sonaba desde el inicio del verano, mis sentidos se empezaron a agudizar y pude percibir el olor a hot-cakes y te de limón, seguramente mamá se había quedado en caso hoy y quiso hacer el desayuno.

Me levante de la cama y me puse mis pantuflas y baje a la cocina.

-Buenos días señorita Miller- me dijo Rose una de las mucamas, una mujer muy amable que quería mucho a nuestra familia.

-Rose te eh dicho que me llames Emily- le regale una sonrisa sincera.

-Lo lamento Emily- dijo sonriendo para después irse.

Entre a la cocina donde mi mamá servia los hot-cakes con algo de fruta en un plato.

-Buenos días- dije.

-Hola cariño, ¿como dormiste?- me saludo sin siquiera mirarme pues estaba distraída sirviendo licuado en un vaso.

-Bien gracias- respondí.

-Buenos días mujeres hermosas- dijo mi "hermano" Ryan entrando bailando a la cocina, el es mi medio hermano, sus padres murieron en un accidente cuando el tenia 3 meses y mi madre se hizo cargo de el desde entonces. Mis padres son divorciados por situaciones de la vida,así que soy hija única.

-Hola cielo, siéntate para desayunar.- Los dos nos sentamos en la pequeña mesa de la cocina casi nunca comíamos en el comedor principal, solo los días especiales navidad,cumple años etc. -Les tengo una muy buena noticia- sonreía a mas no poder.

-Qué pasa?- dijo Ryan con la boca llena de hot-cakes realmente no parecía que tuviera 18.

-Mastica al menos hermanito- lo mire con cara de asco. y el sonrío aun con comida en la boca.

-Me van a dejar decirles-. nos quedamos callados para escuchar.

-Bien, tengo un muy buen proyecto en puerta, me llevara al menos 2 semanas terminar por lo tanto se cancela el viaje a la casa del lago-.

-¡¿QUÉ?!- gritamos Ryan y yo al mismo tiempo reprochando. 

-Escuchen...-

-Pero mamá...-

-Escuchen-

-Nos vamos a aburrir muchísimo...-

-ESCUCHEN LOS DOS- grito para llamar nuestra atención -Gracias, les tengo un trato-

-Escupe- dijo Ryan a lo cual mi mamá lo miro sorprendida -Habla querida madre soy todo oídos- sonrío inocente.

-Yo me quedare aquí las dos semanas para poder trabajar y ustedes se irán de viaje a New York con su tía Helen-

-¿Qué?- preguntamos los dos.

-Si se irán a unas pequeñas vacaciones para que no se aburran muchísimo- rodó los ojos después la abrazamos. -A hora vallan a arreglar sus cosas, mañana sale su vuelo-

Los dos salimos corriendo a nuestra habitación a empacar, entre y saque una gran maleta color rosa con flores, abrí el closet y observe mi ropa por un rato mientras pensaba que llevar, no es que la ropa me quitara el sueño pero no se esto era diferente a estar todo el día en casa como solía hacer todas la vacaciones mientras se acercaba la fecha de ir a la casa del lago, una de las muchas casas que teníamos en el país gracias a mi mamá, una exitosa empresaria. La casa en la que vivíamos constaba de 15 habitaciones un montón de baños, un sótano que usábamos como sala de juegos, Jacuzzis en todos lados y una gran piscina en la terraza de atrás. A mi no me gustaba alardear sobre el asunto pero hasta yo me sorprendía de la gran casa que tenia, pero bueno de todos modos no podía presumirlo con nadie pues no era muy sociable ni en la escuela ni en el vecindario, solía sentarme con los amigos de mi hermano en la escuela sin hablar ni nada por el estilo solo los observaba hablar de tonterias sin importancia para mi.

 

-Si no fuera por Jill y su amabilidad te hubiera sacado a patadas de Joe's- dijo algo molesta puesto que siempre iba cuando más trabajo tenia.

-Escucha, se que hago mal en ir a tu trabajo e interrumpirte, pero es que me aburro sin ti y necesitas relajarte- me tomo de los hombros haciendo un mal masaje relajante que solo me ponía los nervios de punta- Solo relajete ¿quieres? - me susurro haciéndome cosquillas en el cuello con su respiración -¿Ya te relajaste?-

-Un poco- mentí para que me dejara en paz de una vez.

-Muy bien- beso mi mejilla y se puso a mi lado dejando mis hombros.

-¿Vamos a Central Park?- pregunte entusiasmada-

-Uuuy Brook, ¿quieres revivir viejos tiempos preciosa?- sonrío picaramente.

-Eso fue hace años Justin, Superalo-

-No le gusta que molesten a su novio Erick nariz de morsa- habló con un tono tan infantil que casi me causa ternura.

-¡Por Dios! tenia once años y créeme que no me enorgullezco que el allá sido mi primer beso- tomamos el camino a Central Park mientras recordaba ese día de Junio en el que la escuela nos llevo de excursionismo a ese mismo lugar, en ese entonces Justin y yo estábamos en 5 grado de primaria, no eramos amigos ni nada por el estilo, en realidad nunca antes de ese día habíamos hablado, en fin en nuestro grupo había un niño llamado Erick Mayer, tenia o tiene la nariz mas horrorosa de todo el universo. Como mi suerte es tan buena, yo le gustaba, lo irónico es que yo le había puesto el apodo que hoy lo bautiza como Erick nariz de morsa. Fue cuando uno de sus amigos no hicieron sentarnos juntos en una banca y el bueno...me beso, el principio me sorprendió su acción pero claro eso fue antes de que lo tumbara de un solo golpe. Ahí se me acerco Justin el niño por el que todas las niñas estaban "enamoradas" pero para mi solo era un buen jugador de fútbol; el se acerco a mi y dijo...

-Tienes un buen brazo para ser una niña- sonrío.

-Y tu buen cabello para ser niño- dije seria y el río.

-Mi mamá y yo vamos a ir a jugar béisbol el sábado ¿quieres venir?.

Acepte y desde entonces somos amigos, lo se no es la historia más tierna del mundo pero siempre que la recuerdo me saca una sonrisa.

-¿Qué pasa?- pregunto Justin al ver mi sonrisa.

-Nada, recordaba cuando nos hicimos amigos- dije sin dejar de sonreír.

-Si, fue tan sexy como golpeaste a ese niño- Yo solo rodee los ojos ante su comentario.

-No puedes tener una conversación sin decir sexy- reí un poco.

-Es que ¡nena! derrochas sensualidad grrr- solté una carcajada - Y mas cuando traes harina en el cabello y chocolate en la mejilla- guiño el ojo.

Me detuve para sacudir mi cabello, ya que creí que no quedaba rastro de harina, empece a caminar, pero Justin me paro de nuevo.

-Aun te falta el chocolate- me recordó burlesco. 

-¿Esta aqui?- toque mi mejilla derecha.

-No, del otro lado-.

-¿Aqui?- toque la otra mejilla.

-Mas abajo- se acerco mas a mi.

-¿Donde?- pregunte desesperada.

-Ya, yo te lo quito- se acero y beso mi mejilla en la parte del pómulo.

-Espera, falle- dijo a hora besándome casi en la barbilla. -No, ahí no era- a hora besándome en  la comisura de los labios. -Si ahí estaba- susurro encima de mis labios.

-¿Seguro?- hable despacio.

-Eso creo- no se movió ni un centímetro.

-Asegúrate bien- dije en susurro.

-Déjame ver- tomo mi barbilla delicadamente y observo buscando una mancha de chocolate que ambos sabíamos que no existía.

-Oh aquí esta- se acerco de nuevo empezando desde la frente,pasando por la nariz e ignorando los labios, hasta llegar al cuello donde daba pequeños besos.

-Justin- susurre para llamar su atención y así fue me respondió con "aajaa" sin dejar de mirar mi cuello.

-Deberíamos sentarnos, por allá- dije ya con mi voz normal.

-Claro- dejo mi cuello mirándome con cara de "¿Por qué hice eso?" y seguimos caminando como si nada hubiera pasado, pero sabia que las cosas no serian normales después de eso pues los latidos de mi corazón no eran normales.