Sombras del Pasado - NicholasJ&Tu (Adaptación) - TERMINADA

Fue una noche como cualquier otra, cuando el caprichoso destino decidió llevarse al orgulloso señor de la casa de entre los vivos. Ocurrió de repente, como si de pronto, una ráfaga de muerte hubiera paseado por los pasillos de la mansión y decidiera detenerse frente a la puerta de la alcoba de su padre. Nadie lloró su muerte, y mientras el pastor dedicaba unas últimas palabras de aliento a la heredera, la tierra y el agua cubrían la fosa reciente donde ahora descansaba por fin el alma atormentada del dueño de aquellas tierras.
Acompañada únicamente por su perro, la muchacha se dirigió silenciosa hacia la casa, tragando las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos. No quería que los curiosos que habían acudido al lugar vieran como todo su mundo se desplomaba a sus pies, ni que fueran contando que la única hija de aquel desgraciado ser, había heredado de él la debilidad que en los últimos años le había conducido a la muerte.
Sus pensamientos volaron diez años atrás, cuando después de un largo viaje, su padre regresó felizmente acompañado por una bella mujer de cabellos oscuros. Al principio, se había sentido traicionada, y se había esforzado por tratar de odiar a la hermosa mujer que desde entonces sería su madre, pero el cariño que ésta le demostraba día a día consiguió que lograra ver todo el amor que aquella señora de aspecto frágil podía ofrecerles. Fue entonces cuando comenzó a llamarla “madre” y a consolarla por la profunda pena que ocultaba la espesura de sus inmensos ojos negros. Sólo unos años después, poco antes de que una neumonía acabara con su vida, supo cuál era el motivo de su tristeza, y empezó a odiar sin darse cuenta a los causantes de aquella congoja.
Charlotte había conocido a su padre durante una subasta en España, y al momento habían sentido que el amor enlazaría sus vidas. Pero ella estaba casada, y había escapado de un marido tiránico y egoísta, dejando a un resentido adolescente bajo la tutela de semejante monstruo. No había podido hacer nada para tenerle con ella, ya que su marido era un hombre importante y muy influyente, y bajo una acusación de adulterio había conseguido arrebatarle la tutela de su amado hijo. Al pasar los años, las cartas que aquel muchacho escribía esporádicamente a su madre, dejaron de recibirse, haciendo que la vida de esta fuera perdiendo poco a poco el sentido. ____(tn) recordó con amargura los últimos días, cuando fijaba en ella su mirada perdida, tomando su mano y apretándola con fuerza. Los largos paseos a merced del frío, pese a las quejas de su padre y los consejos de los médicos, habían logrado que el débil pecho de la amargada mujer dejara de latir, y en ese mismo instante, fue cuando su padre, desquiciado por la pérdida, tomó como aliada a la botella, sobreviviéndola solo un par de años más.
Empujó el pesado portón de la casa, ordenando a su fiel compañero con la mirada que se adelantara a ella. La casa le pareció más vacía que nunca, y se dijo que no podría pasar un minuto más en ella, cuando todo lo que había amado había desaparecido. La idea de venderla le parecía horrible, pero era lo mejor que podía hacer después de todo, y decidió que a la mañana siguiente hablaría con su abogado de ello. Quizá supiera aconsejarla sobre lo que debía hacer.
Un ruido a sus espaldas la sobresaltó, y se volvió esgrimiendo el atizador con el que acababa de azuzar el fuego. Su mirada topó con unos oscuros ojos que la miraban con burla, y sin saber porqué bajó su arma, sintiendo que aquella mirada le resultaba familiar. Estaba segura de que había visto antes aquel brillo peculiar que en aquel individuo se tornaba peligroso y amenazador, pero no fue capaz de recordar dónde.
- ¿ Piensas utilizarlo o es sólo parte de tu estrafalaria indumentaria ?-.
____(tn) bajó avergonzada la vista hacia su largo vestido, y al instante se arrepintió furiosa de caer en su juego, aceptando con su reacción que en realidad estaba horrible.
- Le advierto que mis hermanos se encuentran durmiendo en el cuarto de arriba- mintió, tratando de asustar al intruso, pero él se limitó a sonreír de manera enigmática.
- No tienes hermanos, ____(tn). A decir verdad, no tienes a nadie.
La joven frunció el ceño, extrañada por la forma en que él parecía adivinar su vida, y entonces, un pensamiento fugaz cruzó su mente, retrocediendo en el tiempo de nuevo, al mismo momento en que enterraban a Charlotte. Recordó al muchacho delgado que escondido tras los árboles, bebía sus propias lágrimas y el corazón comenzó a latirle con fuerza en el pecho.
- Tú...Ahora te recuerdo....
- Me halagas - se burló -Sí, soy Nicholas Jonas... El hombre a quién tú y tu alcohólico padre arrebatasteis todo lo que amaba, a quién tu padre echó a los perros cuando sólo quería desahogar su pena...¿ Creísteis que podría olvidar tantos años de abandono ?...Todavía tengo una deuda pendiente con esta familia, y tal vez ha llegado el momento de cobrarla.
El dolor se reflejó durante unos instantes en su rostro, para ser sustituido luego por una máscara de frialdad que le heló la sangre. Quiso negar lo que escuchaba, pero no pudo por menos que reconocer que cuanto decía era cierto. Aquél día su padre había enloquecido, y ni por un momento, podía imaginar que el muchacho asustado que se abría paso hacia el ataúd, era el mismo por cuya ausencia, su adorada esposa había buscado la muerte. Y aunque su reproche era justo, no entendía cuál era el motivo de que ahora, en ese preciso instante en que la vida había dejado de tener sentido para ella, acudiera a su encuentro para recordar lo que ya no tenía importancia.
Quizá el motivo de su visita era ofrecerle consuelo por su pérdida, o quizá, y era eso lo más probable a juzgar por su actitud, sólo estaba ahí para burlarse de su dolor, de la misma manera en que años atrás no habían respetado el suyo.
De cualquier modo, no estaba de humor para soportar tiranteces, y aunque sentía todo lo ocurrido, no estaba dispuesta a aguantar su mal humor ni un segundo más.
- No puedo disculparme por algo que pasó hace mucho tiempo, y de lo que además no soy culpable, pero si he de decirte algo, de veras que lo siento. Siento que hayas pasado todo este tiempo pensando que te quitamos algo que en realidad siempre fue tuyo: el amor de tu madre. Si has venido a presentarme tus condolencias, gracias, pero en este momento sólo me apetece estar sola. Así que te agradecería que te marcharas cuanto antes.- había dicho todo sin respirar siquiera, esperando que sus palabras sonaran tan sinceras como las sentía. Pero un gesto de él al apretar con fuerza sus puños, la hizo comprender que no se trataba de una visita de cortesía.
- ¡Mis condolencias! - su risa fue despiadada al dirigirse a ella - Por mi podrías estar ardiendo en el infierno junto a tu padre. Te aseguro, querida, que no movería un solo dedo para salvarte. Quiero que tengas bien claro, mi estúpida “hermanastra”, que no te considero mi familia, y no siento la más mínima compasión por el dolor que puedas estar sintiendo. A decir verdad, creo más bien que me alegro de que al fin sepas lo que se siente cuando se está realmente solo.
____(tn) alzó la barbilla altiva. Así que era eso. El rencor y el engaño en que le habían mantenido durante todos estos años, le habían convertido en la viva imagen de su despótico padre. Se alegró de que Charlotte no estuviera allí para ver en qué clase de ser humano se había convertido el joven a quien tanto había soñado volver a ver.
- Fuera de mi casa- ordenó con voz amenazante, pero él no se movió de donde estaba. - He dicho que salgas de mi casa... Ahora.
- ¿Tu casa? Querida, en estos momentos, no eres dueña ni del aire que respiras. Te aconsejo que seas más cortés en adelante. Si has de vivir de mi caridad, he de advertirte que no he sido nunca demasiado generoso, en especial con las personas a las que desprecio.