#αмσя ρℓαтσиι¢σ; [Nicholas Jonas - Mini Shot]

Ella entró al baño y cerró la puerta lentamente, tratando de evitar que rechine. En su casa había una fiesta para festejar el fin del año, conformada por su madre, profesora del instituto al que ella asistía, y amigos que trabajaban en el mismo establecimiento. Entre ellos se encontraba él, su profesor de música, el que había protagonizado casi todos los sueños de la joven, el único hombre por el que había sentido tanto amor que dolía.

Nicholas tenía una contextura física envidiable a sus veintiséis años. Sus anchos hombros te hacían desear ser abrazada por ellos, su torso bien formado provocaban que quieras deslizar tus manos sobre él, sus finos labios que formaban un corazón causaba que las ganas de probarlos se incrementaran, y su sonrisa, demonios, su hermosa sonrisa lograba hacerte sentir segura. Él era el sueño prohibido de todas sus alumnas, y hasta algunos alumnos. Pero especialmente el de ella, porque ella lograba ver más allá de su físico. Su talento era inigualable, tanto para cantar y componer canciones, como para tocar la guitarra, el piano, la batería y el bajo, entre otros. Ella lograba sentir una conexión especial con él, gracias a la música.

Se sentó en el frío suelo color blanco y lentamente deslizó el objeto cortante sobre la piel de su estómago. Sintió cómo su savia rojiza se deslizaba y rápidamente tomó un trozo de papel higiénico para limpiarla, pero alrededor de la herida, no sobre ésta. Luego hizo otro corte, y otro, y otro, repitiendo el mismo método con cada uno de limpiar alrededor de la herida. Al igual que la sangre sobre su estómago, las lágrimas se deslizaban sobre sus mejillas. Dolía, dolía y mucho. No los cortes, sino saber que esa persona estaba lejos. No físicamente, sino espiritualmente. Podía tenerlo a dos escasos centímetros de ella, pero nada borraba el hecho de que su corazón se encontraba diez años y medio apartado.

De repente, la puerta del baño se abrió. Ella se paró rápidamente, ignorando el dolor proveniente de su estómago, y bajó su camiseta. Nicholas entró rápidamente y cerró la puerta con la misma velocidad. Luego, tomó las manos de la joven y las besó, prosiguió besando sus párpados, sus mejillas y finalmente su coronilla. La atrajo hacia sí y la abrazó mientras ella sollozaba en su remera de The Who.

-Bonita, ¿enserio creías que no me iba a dar cuenta?
-¿Por qué tendrías que hacerlo, Nicholas?- Preguntó en un hilo de voz luego de unos minutos. Él sonrió.
-Porque sólo yo puedo ver la agonía que se refleja en tus ojos.
-¿Por qué haces esto?- Inquirió, confundida. Nunca había mostrado una pizca de interés especial por ella, ¿qué era lo que había cambiado?
-Cariño, ¿eres ciega? ¿No te has dado cuenta ya de lo mucho que me importas? ¿No te has dado cuenta de que te aprecio más de lo que un profesor debería apreciar a una alumna? Te amo, y por eso hago esto-luego de una pausa, se alejó levemente de ella sin deshacer el abrazo y la miró a los ojos-, y esto- susurró para luego depositar sus suaves labios en los de ella.

Hermoso :3 . Termine de leerlo con lagrimas en los ojos. Ojala en alguna vida, pueda tener un profesor de musica tan talentoso y apuesto como Nick :)

Superr cool

*w* Es hemoso, quiero un profesor asi aaah.