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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Cristina:D Lun 04 Feb 2013, 10:06 pm

Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Harry+Styles+Harry

Capítulo 3

Sé que la mayoría de las escuelas tienen competencia con otras escuelas, pero así no es como fue en Hamilton High. No. Nuestras batallas más grandes se libraron en el frente interno.
Todo empezó cuando Louis era un alumno de tercer año en la escuela secundaria.
Ahí fue cuando el comité escolar decidió empezar un equipo de fútbol oficial patrocinado por la escuela.
No sé todos los detalles —estaba en segundo año de la primaria, y cualquier cosa que no involucrase ponis no se merecía mi tiempo—, pero en una ciudad pequeña como la nuestra, quitar la mitad de los fondos del equipo de fútbol para crear otro equipo de fútbol fue bastante escandaloso.
Aparentemente, los jugadores de fútbol se enfadaron por tener que compartir tiempo en la sala de entrenamiento, y las multitudes que normalmente llenaban los sitios en los partidos empezaron a disminuir debido a que más y más gente empezó a ir a ver a jugar al equipo de fútbol. Hostilidad se elevó entre ellos —y entre los entrenadores de los equipos—, y al final una completa guerra estalló.
Ahora pensarás que el drama desapareció con el tiempo, ¿verdad?
Como si después de que los equipos se graduasen y entrasen nuevos jugadores, moriría.
Este no es el caso.
Una década después, la competencia todavía pisaba fuerte. Cada otoño, cuando la temporada de deportes empezaba, la batalla bramaba de nuevo. Y la parte más tonta era, para empezar, que ni siquiera creo que los chicos supieran por qué había comenzado. Se lo pregunté una vez a Zayn y simplemente se encogió de hombros.
—¿Realmente importa? —preguntó.
Para mí, una chica que tenía que compartir a su novio con la guerra cada otoño, sí que lo hacía. Pero para los jugadores no. Lo único que sabían era que se odiaban los unos a los otros. Eso era suficiente.
—¡Gilipol***! —gritó Zayn a través de la cafetería al mismo tiempo que Niall Horan, el portero del equipo de fútbol, le enseñaba el dedo corazón.
Me encogí ante el volumen del espanto en mi oído, y le di un golpecito a Zayn en el hombro.
—Oye, ¿te importaría bajar un poco el volumen? Me gustaría conservar mi audición un par de años más —me destelló una rápida sonrisa y pasó un brazo por mi cintura mientras devolvía su atención a la mesa del equipo de fútbol.
Me alegro de que no se diese cuenta de la forma en la que me puse tensa.
Estaba sentada en la mesa del almuerzo, comiendo sándwich entre Zayn y mi mejor amiga, Chloe. Aunque Chloe estaba demasiado ocupada coqueteando con Josh Devine como para darse cuenta de las miradas que estábamos recibiendo por parte del resto del cuerpo estudiantil. Esto no era lo que necesitaba un lunes.
Ya me dolía la cabeza por quedarme despierta hasta muy tarde la noche anterior. Ese fue el fatídico desperfecto en mi horario del fin de semana —con Zayn en las noches de los sábados, no pude hacer los deberes hasta el domingo. Con tres clases AP en mi matrícula, eso significaba un montón de deberes y trasnoches estudiando. ¿Tener gente gritando insultos sobre mi cabeza al día siguiente, cuando todavía estaba exhausta?
Nada divertido.
Y también completamente lamentable. Golpeé mis nudillos contra la mesa en un rápido e inquieto ritmo.
—Oye, ¿podrías calmarte? En serio —le dije a Zayn al mismo tiempo que uno de los amigos de Niall nos gritaba: "Que los j**an!" .
Zayn le lanzó una mirada antes asentirme en forma de disculpa.
—¿Estás bien? —preguntó.
—Estoy bien, simplemente me duele la cabeza.
Puso una mano en un lado de mi cabeza y alisó mi pelo, quitando algunas hebras doradas de mis ojos.
—¿Algo que pueda hacer para ayudar?
—Bueno, puedes…
Y ahí fue cuando el globo de patatas molidas aterrizó en un asqueroso montón en la mesa, justo delante de mí.
Fueron lanzadas, indudablemente, por uno de los jugadores de fútbol de la mesa Niall.
—Asqueroso —dije, retirando mi silla lejos de la mesa—. Zayn, ¿puedes por favor poner fin a esto?
Pero no estaba escuchando. Estaba demasiado ocupado mirando furiosamente a la mesa del equipo de fútbol; una apariencia de profunda concentración en su enrojecido rostro. Por alguna razón, me recordó a un hombre de las cavernas considerando cómo hacer fuego. Sólo que Zayn quería fuego. Él quería una forma de conseguir venganza sin que lo que castigasen —o peor, que lo expulsasen—, en el proceso.
Me puse de pié justo cuando uno de sus mejores amigos, Liam, cogió una naranja y echó hacia atrás el brazo, apuntando a una de las cabezas de los jugadores de fútbol.
—¿A dónde vas, nena? —preguntó Zayn, apartando la vista de sus enemigos y tratando de alcanzar mi mano.
—A la biblioteca —murmuré, zafando mi mano de un tirón de su agarre sin siquiera tener la intención. Solté un suspiro y moví mis hombros, teniendo intención de relajarme. Sólo era Zayn, después de todo.
Arrugó la nariz de asco ante mis palabras.
—¿A la biblioteca? ¿Por qué?
—Tengo que terminar algunos deberes —le di a su hombro un rápido y tranquilizador apretón para dejarle saber que no estaba enfadada —aquel bochorno no era completamente culpa suya; Niall había sido quien había empezado, en realidad—, antes de recoger mi bandeja y bordear la mesa, dirigiéndome al frente de la cafetería, así podría tirar mi comida apenas tocada y alejarme rápidamente de la locura.
O por lo menos, ese era el plan.
Chocar con Harry Styles lo arruinó un poco.
En un minuto estaba limpiando mi bandeja y devolviéndola al estante, pensando en lo tranquila que estaría la biblioteca, y al siguiente me giré —sin revisar detrás de mí, por supuesto—, y choqué contra algo duro. Por un segundo estuve completamente aturdida; la parte superior de mí cabeza martilleando por el impacto contra algo muy sólido. Cuando mis sentidos volvieron, me di cuenta de que la cosa que mí cabeza golpeó fue la barbilla de Harry, y que la única razón por la que seguía en pie era porque
uno de sus brazos se envolvió rápidamente alrededor de mi cintura, guardándome de caer hacia atrás dentro de los cubos de basura.
Sabía que era él sin ni siquiera levantar la vista. Me ruboricé, avergonzada por la forma en la que conocía su perfume. Odiando que me acordé.
—¿Estás bien? —preguntó con su grave voz.
Me alejé de él, poniendo apresuradamente unos cuantos metros de distancia entre nosotros.
—Estoy bien.
Harry estaba todavía frotando su barbilla donde chocamos.
—Lo siento. No te vi.
—No pasa nada —le dije, fingiendo que no me importaba si me había visto o no—, pero no deberías permanecer tan cerca detrás de la gente. Recuerda tal vez las burbujas personalesla próxima vez o… o algo.1
Sacudió la cabeza, medio riendo, y se pasó una mano sobre su alborotado pelo marrón. —¿Burbujas personales, eh?
Casi me río también. Eso sonó realmente poco convincente.
Pero me forcé a mantener una expresión clara, a quedarme tranquila y distante. Harry Styles no me haría sonreír. No le dejaría.
—Sí —dije fríamente—. Es como un radio de tres metros para la mayoría de la gente.
Sonrió; sus ojos verdes arrugándose en las esquinas.

1Burbujas personales:Se refiere al espacio personal

—¿Te sorprendería si digo que apenas aprobé geometría?
—Oh —dije—. Bueno, un radio es la distancia de cualquier parte del perímetro de un círculo al centro directo de cualquier círculo. Es la mitad del diámetro. Así que si un círculo tiene seis metros de ancho medio, el radio mide tres metros y… —Y estaba divagando.Moví mis pies y suspiré.—Y yo tuve una A en geometría.
—No me sorprende —dijo—. Parece que debería haberte contratado como tutor...
—Dudo mucho que hubiese podido salvarte si el radio está más allá de tu comprensión —la broma salió antes de que me diese cuenta.
—Cierto —dijo, acercándose un poco más a mí—. Pero si hubiese sido lo suficientemente inteligente para contratarte, quizás hubiese sido lo suficientemente inteligente como para aprenderme el material.
Estaba luchando contra una sonrisa cuando vi a Zayn acercarse por detrás de Harry.
Eso mató la sonrisa. Y de una rara forma, estaba agradecida. Me hizo sentir incómoda estar tan confortable con Harry.
Aunque tampoco quería estar presente en el drama que estaba a punto de desplegarse.
—Oye, perdedor —dijo Zayn bruscamente—. Deja a mi chica en paz.
Calor inundó mis mejillas mientras la expresión de Harry se oscurecía y se daba la vuelta para enfrentar a Zayn.
—Lo siento, no sabía que Emma fuese de tu propiedad.
—No te pongas así conmigo —dijo Zayn—. Te patearé el c*lo justo aquí y…
—Zayn, para —dije entre dientes, poniéndome delante de Harry para mantenerme entre ellos—. No hagas algo de lo que te arrepentirás después. Hay profesores alrededor.
Zayn miró furiosamente a Harry, quien era por lo menos dos centímetros más alto.
—Si se está metiendo contigo, le daré una paliza.
Pero sabía que no era por mí. Si Harry hubiese sido otro chico —o jugase a cualquier otro deporte—, Zayn no habría dejado su asiento. Realmente no era un novio celoso o posesivo la mayor parte del tiempo. Esto era al cien por cien sobre la competencia y sobre el hecho de que Harry jugaba al fútbol. Yo simplemente servía como una buena
excusa para empezar una pelea.
Y desde luego eso no me gustaba.
—No me estaba metiendo con nadie —dijo Harry—. Me acercaba aquí a agarrar un tenedor —señaló al contenedor de la vajilla de plata que estaba al lado del estante de bandejas—, cuando me choqué accidentalmente con ella —utilizó la misma mano para señalarme—. Sólo me estaba asegurando de que estaba bien. No sabía que eso era cruzar la línea. La próxima vez, la dejaré caer en los cubos de basura, si eso te hace sentir mejor.
—¿Siendo un sabiondo? —gruñó Zayn.
—Zayn, vamos —le exigí, tirando de su brazo—. Me estás avergonzando. Déjalo.
Zayn se resistió por un segundo antes de finalmente ceder y dejar que lo alejase.
—Gilipo**** —murmuró después de que hubiésemos dado como tres pasos.
—Sí, lo es —dije, a pesar de que estaba segura de que teníamos diferentes razones parapensarlo.
—Zayn, espera.
A pesar de mis esfuerzos por seguir arrastrándolo hacia adelante, Zayn se dio la vuelta para enfrentar a Harry.
—¿Qué?
Eché un vistazo por encima de mi hombro y vi a Harry dar un paso hacia delante. —
No sé si lo has oído, pero Pete fue al hospital anoche. Se desgarró su ACL2 después de ese truco que tú y tus amigos pusieron ayer. No podrá jugar toda la temporada. Espero que estés orgulloso.

2ACL: Ligamento cruzado anterior.

Me congelé.
¿Qué?
Zayn se encogió de hombros y Harry se dio la vuelta y se alejó.
—Vamos —Zayn me dijo—. La biblioteca puede esperar, ¿cierto? Vamos a sentarnos y…
—¿Qué truco?
—¿Eh?
—¿Qué truco pusieron tú y tus amigos? —pregunté.—¿De qué está hablando Harry? ¿Cómo se desgarró Pete su ACL?
Zayn miró para otro lado, paseando sus ojos por un segundo antes de por fin dejarlos fijos en el suelo.
—Nada —dijo—. Quiero decir, no le hicimos nada al chico. Es culpa suya. Debería haber sabido que no debía correr a través del bosque cuando estaba tan oscuro, y…
—¿Nosotros? —Mis manos se cerraron en puños en mis costados—. Zayn, hace dos días me prometiste que no ibas a involucrarte en esas cosas.
—Emma, relájate. No es nada grave —me aseguró.
—Me lo prometiste —murmuré. Quería gritar—estaba lo suficientemente enfadada—, pero mi voz no se elevaba—. Me prometiste que no te involucrarías. Ahora ese chico no podrá jugar toda la temporada por tu culpa.
—Juro que no es nada grave. Además, es culpa suya. Se hirió cuando intentaba escapar de nosotros.
—¿Qué ibas a hacerle si no escapaba? —Randy empezó a abrir la boca, pero sacudí la cabeza rápidamente—. No importa, no quiero saberlo. Ya no importa. Lo que importa es que un pobre alumno de primero está ahora en el hospital, y no importa cómo intentes excusarlo, me mentiste.
—Estará bien —dijo Zayn, encogiéndose de hombros—. No veo por qué estás perdiendo los papeles.
Me lo quedé mirando. Después de más de un año, pensé que habíamos pasado esto.
Que habíamos pasado las mentiras y la rotura de promesas.
Una lesión dejó a mi padre sin poder volver a jugar deportes nunca más.
Racionalmente, sabía que la situación de Pete no era nada como lo de papá, pero para mí, no importaba. El hecho de que las acciones de Zayn —las acciones del equipo de fútbol entero—, habían herido a alguien, habían arruinado la temporada de alguien, me ponía enferma. Esto era más grande que simplemente incitar o unos cuantos gritos a través de la sala del almuerzo.
Esto era peligroso.
Y Zayn, la única persona en la que confié que entendería mis sentimientos sobre esto,
pensaba que estaba perdiendo los papeles . Esa era la peor parte de todo. Peor, incluso, que él hubiese roto su promesa.
—Me voy a la biblioteca —murmuré, yéndome a toda prisa y dirigiéndome hacia las puertas de la cafetería. Todo el lugar parecía de repente demasiado ruidoso, demasiado caótico.
Podía sentir al familiar pánico asentarse mientras luchaba por contenerme. Necesitaba salir de ahí.
—Vamos, Emma —le oí llamarme—. No te enfades. Lo siento, ¿vale?
Pero seguí andando.
Cristina:D
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Pinkman Lun 04 Feb 2013, 10:17 pm

Aaaaaaaaaah, lo ameee
Yo sabía que Malik mentía .-.
Siguela pronto
Besos.Xx
Pinkman
Pinkman


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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Cristina:D Lun 04 Feb 2013, 10:20 pm

Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Clavel_0%255B1%255D

Capítulo 4

—¿Realmente esperabas que fuese de otra forma? —preguntó Chloe en el teléfono esa noche cuando le conté acerca de Zayn y la novatada—. Vamos, Emma. Esa rivalidad ha estado como, desde siempre. Promesas o no, no hay posibilidad de que esos chicos vayan a perder una oportunidad de torturar al equipo de futbol.
—Alguien salió herido, Chloe —dije con amargura—. Mal esta vez. Y sin ninguna razón. Nunca habrá un ganador, así que, ¿cuál es el punto? No hay nadie. La pelea es estúpida.
—Quizás. Pero no sirve de nada quejarse acerca de eso. No es como si nunca fuera a acabar.
La primera vez que me hice amiga de Chloe Nelson el año pasado, luego de que Zayn y yo comenzáramos a salir, no estaba segura de qué pensar de ella. Escuché que ella había dormido con dos tercios de los chicos del equipo de futbol. Al comienzo pensé que era una especie de ramera—así era como todos la llamaban—pero nos volvimos amigas rápidamente. Más rápido que con cualquiera de las otras novias del equipo de futbol.
No me mal interpreten: las chicas parecían simpáticas, pero no confiaba por completo en ninguna de ellas. No con mis secretos y no con mi novio.
Pero en una extraña forma, sabía que podía confiar en Chloe.
También sabía que ella estaba bien.
Esta pequeña estúpida guerra nunca terminaría por sí sola. Pero tenía que hacer algo.
Simplemente tenía que hacerlo.
—Lo siento por ser una per** —le dije—. Es solo que…está escapándose de las manos, ¿sabes? Es demasiado caótico. Demasiado fuera de control. E incluso antes de que ese chico saliera herido, estaba entrometiéndose en mi relación. Quiero decir, él simplemente se olvida de mí cada vez que la pelea aparece. Odio eso.
—¿Has tratado de decirle eso? —preguntó Chloe.
—Algo así…
Chloe suspiró.
—Emma.
—Lo sé, no tienes que sermonearme.
—Qué mal. Lo haré de todas formas. —Tomó una respiración profunda—. Necesitas decirle a Zayn lo mal que todo esto te hace sentir. Sé que eres como la Pequeña Reina del Hielo y que te mantienes fría y distante y todo eso, pero él es tu novio. Necesitas relajarte por una vez en tu vida y simplemente hacerle saber que esto lastima tus sentimientos.
—Lo sé, lo sé. Es sólo que…es difícil. Quiero hacerlo, pero siempre me paralizo. Quiero decir, volvimos a estar juntos hace unas pocas semanas.
—Quizás ustedes dos terminaron porque tú no eras lo suficientemente abierta con él.
Eso estaba tan lejos de ser la razón por la que terminamos. Pero nunca podría decirle a nadie, ni siquiera a Chloe, la verdadera razón.
—Maldita sea, Emma. Sabes, tú eres la única persona que puede hacer que yo suene como una maldita tarjera de Hallmark. Sólo habla con él, ¿de acuerdo?
—Está bien.
—Bien. De todas formas, él probablemente será más amable contigo de lo que yo fui.
—Me gusta cuando eres cruel.
—Miau —dijo Chloe—. Oh, bebé.
Me reí. Ella era realmente la única persona que podía relajarme de esta manera. Si alguien más hiciera las bromas que ella hacía, me pondría muy incómoda. Aunque no con Chloe.
—Odio esto, Chloe. En vez de ser solo Zayn y yo, últimamente ha sido Zayn, yo, y todo el equipo de futbol.
—Bow chika wow wow3. Eso suena como algo bueno para mí.
—Dios, Chloe!
—Lo siento. No pude resistirme —rió ella.
—Aunque sabes a lo que me refiero, verdad? Es…
Plink.
Fruncí el ceño y me levanté de mi silla del escritorio, llevando conmigo mi celular a la ventana.
—Emma, ¿estás ahí?
—Sí. Sólo dame un segundo, Chloe. —Cubrí el celular y me incliné contra el frío vidrio de la ventana, mirando hacia la semioscuridad abajo.
Plink. Plink.
Las piedrecitas golpearon el otro lado del vidrio, justo donde mi nariz estaba.
Entrecerré los ojos, tratando de adivinar la figura que estaba de pie en los arbustos junto al borde de mi casa. Las luz naranja de la farola cayó sobre el pelo color negro y una camiseta azul. Ambos eran inconfundibles. Zayn tenía cerca de un millón de camisetas de las Panteras de Hamilton en sus cajones. Orgullo futbolístico y todo eso.
Puse el teléfono de vuelta en mi oído.
—Chloe, tengo que irme. Zayn está afuera. Te llamaré mañana.
—Diviértete —bromeó Chloe—. No hagas nada que yo no haría.
—No hay nada que tú no harías.
—Ese es el punto.
—Buenas noches, Chloe.


3Bow chika wow wow:Hace referencia a un encuentro sexual.

Luego de lanzar el teléfono en mi cama, di vuelta el cerrojo y abrí la ventana, con cuidado de mover la pantalla a un lado antes de inclinarme en el cálido aire de Agosto.
—Eres tan cliché —susurré hacia Zayn.
—Aunque el cliché funciona, ¿cierto?
—¿Qué quieres? —pregunté.
—Lo estoy demostrando.
—¿Demostrando qué?
—Viernes por la noche —me recordó Zayn—. Me dijiste que demostrara que tú significabas para mi más que una rivalidad. Estoy aquí para demostrarlo. —Sacó un pequeño bouquet de flores de detrás de él y me miró con ojos esperanzados, la luz de la farola se reflejaba en sus iris café—. Lo siento por hoy. Quiero compensártelo. ¿Ves?
—Movió el bouquet un poco, asegurándose de que lo veía.
No pude evitar reírme de él. Dios, podía ser tan lindo a veces. Un poco patético, pero en su mayoría lindo.
También fue lindo como abanicaba el tubo de desagüe, tratando desesperadamente de no apretar las flores y cayó torpemente a través de la ventana de mi dormitorio.
Me dio una sonrisa de lado mientras tomaba las flores y las ponía en un vaso en mi escritorio. Cuando miré de nuevo, Zayn yacía en mi cama. Sus ojos estaban en mí, y sus brazos estaban doblados tras de su cabeza, mostrando sus tonificados bíceps. Me sonrojé y esperé que no notara que me acobardé. Su ego era lo suficientemente grande.
—Claveles —dijo, levantando ambas cejas y mostrándolos con su mejilla, todo arrogante—. Te gustan los pequeños claveles rosa, así que eso es lo que traje.¿Orgullosa?
—Mucho —admití—. No creí que lo recordaras.
—Recuerdo todo lo que me dices. —Dio unos golpecitos con su dedo en su sien—.Está todo aquí.
—Tiene que haber espacio suficiente para ellos ahí. Quiero decir, no tienes mucho más en esa caverna que llamas cráneo.
—Ja, ja, muy graciosa. —Puso sus ojos en blanco hacia mí—. Quizás elijo no estudiar para tener más espacio para los datos de Emma. ¿Has pensado en eso? Quiero decir, conocer tu color favorito y tu número de la suerte será mucho más útil que una tabla periódica o, ya sabes, multiplicación básica.
Me sorprendía que de verdad pensara que no fuera necesario.
—La verdad, la multiplicación básica es realmente importante para la vida diaria. Es…
Gimió.
—Era una broma, bebé.
—Oh. —Moví mis piernas, nerviosa, y jugué un poco con mi cabello, sintiéndome avergonzada. Era dulce de su parte venir, pero tenerlo lanzándose hacia mí como ahora, me había sacudido. Tomé una respiración profunda y me dije a mi misma que me relajara un poco, que descansara.
—Bueno, gracias. Por las flores.
—De nada.
Podía decir por su sonrisa y el brillo en sus ojos que él quería que fuese a la cama con él, pero no me moví.
Con un suspiro, se levantó y caminó hasta mí. Una de sus manos se movió hasta mi cadera mientras la otra sacó cabello rubio de mi cara. Me forcé a quedarme quieta, de no moverme lejos como hacía a veces. No había razón para estar tan tensa a su alrededor. Cerré mis ojos, tratando de disfrutar su toque.
—Lo siento —murmuró—. No debería haber mentido, pero Liam y los otros realmente molestaron cuando les dije que no lo haría. No podía salirme sin ser humillado. Aunque realmente no quería que ese chico se lastimara su rodilla. De verdad.
—Lo sé.
Por un minuto, me pregunté si los jugadores de futbol le habían hecho una novatada cuando era de primer año. Zayn era demasiado orgulloso para decirme si era así, pero era posible. En ese caso, realmente no podía culparlo por querer venganza.
—Entonces, ¿estamos bien? —preguntó, pasando un pulgar por mi mejilla.
—Hmm. —Abrí mis ojos—. Quizás.
Se rió y se inclinó para besar mis labios, luego mi mandíbula, luego mi cuello. Dejé salir un pequeño gemido mientras su boca bajaba por mi clavícula. Mis hombros se relajaron y mis brazos lo envolvieron, mis manos descansando en su espalda.
—¿Están aún despiertos tu papá y Louis? —susurró Zayn después de que su boca subió de vuelta a mi oído—. ¿Te meterás en problemas por tenerme aquí?
—No —dije—. Es el cumpleaños de Louis. Fueron a un barco de apuestas por la noche.
Zayn se hizo hacia atrás, frunciendo sus labios.
—¿Por qué no me dijiste? Podría haber caminado por la puerta principal en vez de trepar por tu ventana.
Agaché la cabeza.
—Bueno, tú eras el que quería demostrar que lo sentía. Creí que trepar el tubo de desagüe era lo menos que podías hacer.
Se vio molesto por un momento, pero se recuperó rápidamente.
—Okay, probablemente tienes razón —dijo encogiéndose de hombros y con una pequeña sonrisa. Se inclinó y me besó de nuevo.
Nos quedamos de pie frente a mi escritorio, besándonos por un tiempo. Ambas manos de él estaban en mi cintura, y mis dedos estaban torcidos en su cabello. Luego de unos minutos, me alejó para poder recuperar el aliento.
—Te amo —dijo él, tocando la punta de su nariz con la mía.
—Yo también.
Presionó sus labios en los míos de nuevo, besándome por un largo tiempo antes de hacerse hacia atrás sólo un poco.
—Amor —susurró contra mi boca—. Quieres…?
Mis ojos se abrieron, viajando momentáneamente a la cama antes de encontrarse de nuevo con su mirada. Él estaba esperándome.
Suplicándome. Lo besé de nuevo, relajándome contra él, y presionando mis caderas un poco más cerca de las suyas.
***
Los momentos tranquilos era los mejores. Cuando nuestros latidos comenzaron a disminuir, y el único sonido era nuestra respiración. Era el sentimiento más íntimo en el mundo, dejar que alguien me sostuviera así. Esos eran momentos en los que recordaba lo mucho que nos amábamos, cuando finalmente podía relajarme por completo, cuando pensaba que quizás Chloe estaba en lo correcto y podía de verdad decirle a Zayn cómo me sentía. Esos eran mis momentos favoritos que pasaba con él.
—Okay, mejor me voy yendo.
Bueno, esos momentos eran geniales cuando duraban más de cinco segundos.
—¿Qué?
Zayn se desenredó de mí y empujó lejos la comodidad que se había instalado sobre nosotros. Lo miré mientras se bajaba de mi cama y se movía para abotonar sus jeans.
—¿A dónde vas? —Me senté y busqué mi camiseta en las sábanas. De pronto, me
sentía demasiado expuesta, demasiado vulnerable.
—Liam quiere que me encuentre con él en el viejo estacionamiento de la Calle Quinta. Algunos futbolistas idiotas quieren comenzar una pelea por ese chico de primer año que se hirió. Creo que será una buena pelea.
—¿Me estás dejando para ir a pelear con el equipo de futbol? —pregunté. Pasé mi camiseta sobre mi cabeza y me giré para mirarlo—. Pensé que estabas tratando de demostrar que yo estaba primero.
—Lo hice —dijo él—. Vine aquí primero, ¿verdad? Podría haberme ido directo a la pelea, pero vine a ver a mi chica. —Caminó hacia mí y se inclinó hacia abajo, besando mi mejilla.
—Y la pasamos bien, ¿verdad?
—No, tú tuviste un buen…
—Te llamaré más tarde —dijo—. Estuve aquí más tiempo del que esperaba… no es que me esté quejando, pero Liam está esperándome. Te veré mañana. Te amo.
Trató de besarme de nuevo, pero me alejé.
Zayn suspiró y negó con la cabeza.
—No seas así, Emma —dijo él, y luego se giró y caminé fuera de mi cuarto.
Comencé a seguirlo. Salté fuera de la cama, pero me detuve en la puerta. Tomé una
respiración profunda y me forcé a volver, me forcé a permanecer bajo control.
Pero un minuto después—mientras la puerta de entrada se cerraba de golpe y le sonido de Zayn caminando hacia su auto en la esquina subía hacia mi ventana—, supe que esta era la última vez que sería dejada atrás por esta guerra. Debía hacer algo al respecto. Detener la estupidez. Sacar a Zayn de la trampa en la que estaba. Por él. Por ambos.
Y sabía exactamente cómo hacerlo.


Última edición por Cristina:D el Lun 04 Feb 2013, 10:34 pm, editado 1 vez
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Cristina:D Lun 04 Feb 2013, 10:23 pm

Listo, chicas!! Una pequeña maratón dedicada a mis sexys primeras lectoras ;)
Gracias Chicas!!
Subiré novela un par de veces por semana, y con suerte talvez tres veces...así que nos vemos (leemos?) luego :D

PD: por favor recomienden la nove. Es hermosa
PPD: Se les hace difícil leer con ese color de letra o esta bien? :)xx
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Pinkman Lun 04 Feb 2013, 10:31 pm

Jhjhdfjshdfgd Zayn *-*
Bad Boy♥
Siguelaaa
Pinkman
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Cristina:D Mar 12 Feb 2013, 11:43 pm

Chicas he tenido unos problemas con la página peeero mañana habrá maratón! Lo prometo, aparte, he pasado por un momento muy difícil en mi vida personal pero ya me tienen de vuelta. No me he ido ni me iré. Recomienden la nove porfis. Besos :)xxx
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Capítulo 5

Mensaje por Cristina:D Miér 13 Feb 2013, 11:05 pm


Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Revista

Capítulo 5

A la mañana siguiente, once de las estudiantes femeninas de Hamilton High recibieron un e-mail, pidiéndoles que se reunieran en la biblioteca durante su período de almuerzo. Nueve de las chicas estaban saliendo con jugadores de fútbol. Una se había acostado con la mayoría del equipo. Y la onceava chica, una joven llamada Ellen Brennan, era la novia de toda la vida del capitán del equipo de fútbol... y también era mi ex mejor amiga.
El e-mail dirigía a cada una de las chicas a que tomaran asiento en la mesa redonda, en la esquina trasera de la biblioteca, donde se les daría más detalles sobre un plan para poner fin a la rivalidad deportiva que había plagado a Hamilton High durante demasiado tiempo.
¿Y sabes quién envió el e-mail?
Yo.
—No veo por qué me tuviste que enviar un e-mail —dijo Chloe, echándose hacia atrás en su asiento y apoyando sus pies sobre la mesa. Llevaba unas sandalias blancas realmente lindas, y sus uñas de los pies pintadas de rojo brillante—. Podrías simplemente haberme llamado.
Puse una mano en el respaldo de la silla y la empujé hacia adelante.
Sus pies se deslizaron fuera de la mesa mientras que las patas delanteras de la silla
caían al suelo de nuevo.
—Pensé que un e-mail en grupo parecía más oficial —dije—. Y es mucho más ordenado.
—Eres tan malditamente neurótica. —Chloe se pasó los dedos por sus tirabuzones castaños. Sabía que ella los odiaba, eran, al parecer, un dolor en el culo para manejar. Pero se veían tan adorables en ella—. Y no entiendo por qué no me vas a contar nada sobre este plan tuyo.
—Lo averiguarás pronto —dije, golpeteando mis dedos sobre la mesa delante de mí y mirando el reloj—. ¿Dónde están todas? El almuerzo comenzó hace dos minutos. No podemos ser sólo nosotras.
—¿De verdad esperas que todo el mundo venga?
—Sí.
—¿Por qué?
—Porque todas las demás tienen que odiar esto tanto como yo —dije, cruzándome de brazos—. No puedo ser la única harta de esta pelea estúpida.
—Estoy segura de que no lo eres —dijo Chloe—. Pero tú eres la única loca y lo suficiente controladora como para pensar que puedes hacer algo al respecto.
En ese momento, las puertas de la biblioteca se abrieron y un grupo de tres chicas
entraron, todas llevando sus paquetes de almuerzo. Les tomó sólo un segundo localizar la mesa que había especificado en el e-mail, y se sentaron frente a Chloe y yo.
—Hola, Emma —dijo cada una de ellos.
Asentí con la cabeza en señal de bienvenida.
Ignoraron por completo a Chloe.
Ella no les hizo caso tampoco.
—Entonces, ¿qué es lo que pasa? —preguntó Kelsey Foagler, haciendo girar un mechón de pelo rubio alrededor de un dedo con la manicura hecha.
—Tengo un plan para poner fin a la rivalidad —dije.
—Sí, claro. Eso es adorable. —Era su modo para sonar increíblemente hipócrita.
—Um, ¿gracias?
Las puertas se abrieron de nuevo y unas cuantas chicas más entraron con sus almuerzos, ocupando los sitios libres en la mesa. Le sonreí a Chloe, dándome cuenta de que mi plan podría funcionar. Sólo cuatro chicas más tenían que presentarse antes de que tuviera a todo el mundo en la lista de correo electrónico. Ella simplemente puso sus ojos en blanco hacia mí.
Una por una, el último grupo de chicas atravesaron las puertas de la biblioteca.
Ellen fue la última en entrar, y lo admito, me sorprendió que hubiera decidido venir.
La había añadido a la lista de correo electrónico más por capricho que con la fe real de
que se fuera a presentar. No habíamos hablado en un año y, sin embargo, allí estaba
ella, tomando el asiento a mi lado y dándome una sonrisa como si nada hubiera cambiado. Sin embargo, Ellen siempre había sido una persona mejor y más tolerante que yo.
—Oye —dije nerviosamente—. Um, es bueno verte.
—A ti, también.
Al otro lado de la mesa, Kelsey le estaba dando una mirada menos que acogedora, reservada especialmente para las novias de los jugadores de fútbol. No pude evitar encogerme. Las tensiones de la pelea se habían filtrado en las vidas de las chicas, también. Eso había sido lo nos separara a Ellen y a mí, el año pasado.
La mesa estaba llena de charla. Me aclaré la garganta un par de veces, tratando de llamar su atención, pero nadie parecía escucharme.
—Oigan, perr**, cállense y dejen que Emma hable —gritó Chloe, y todas se callaron.
Hombre, a veces me infundía coraje. Al menos, así me sentí hasta que me di cuenta de que la Sra. Hillman, la bibliotecaria, nos lanzaba una mirada de desaprobación.
Oops.
Me aclaré la garganta otra vez.
—Hola a todas —comencé—. Sólo quería hablar con ustedes acerca de toda esta pelea deportiva de los chicos. Creo que se ha salido de las manos. La gente está haciéndose daño, y ha estado causando problemas en mi relación. Estoy segura de que se encuentran en situaciones similares.
—Sí —resopló Susan Port—. Después de que los neumáticos de Luther se pincharan la semana pasada, se olvidó por completo de nuestra cita por mi cumpleaños para poder ir a arreglar a su bebé .
—Por lo menos tu novio no tenía un labio partido y el ojo negro en las fotos de tu bienvenida el año pasado —se quejó Kelsey.
Un murmullo general de acuerdo burbujeó alrededor de la mesa.
—Exactamente —dije—. Estamos abandonadas durante el otoño debido a la rivalidad. Así que, naturalmente, hay que tratar de poner fin a esa situación, ¿verdad? ¿No es eso lo que todas quieren?
Otro murmullo de aprobación.
—Eso sería agradable —dijo Kelsey—. En teoría. Pero en realidad, ¿qué podemos hacer realmente para acabar con ella? Nada. Esos zoquetes no permitirán que otros clubes lideren hasta que se gradúen o consigan una muerte cerebral tan grave que olviden a qué golpear.
—Cállate, Kelsey, y simplemente dale a Emma una oportunidad —espetó Chloe.
Kelsey se burló con sorpresa.
—Oh, Dios mío, ¿Chloe puede hablar? Pensé que su boca sólo trabajaba para chupar pol***. Es un milagro.
—Te voy a mostrar un milagro, peque a…
Agarré a Chloe por su camiseta y tiré de ella hacia abajo para sentarla.
—Ustedes dos, por favor sean civilizadas —aconsejé.
Kelsey volvió a sentarse, gruñendo para sí misma.
—De todos modos —dije—, no estoy de acuerdo con Kelsey. Creo que por fin he descubierto lo que podemos hacer para acabar esto de una vez por todas.
—¿Destruir con armas nucleares el vestuario?
—¿En serio?
—¿Podemos conseguir simplemente cancelar el calendario de fútbol?
—¿Cómo haríamos eso?
—Dale una oportunidad de explicarse —dijo Chloe en voz alta cuando una ola de ansiedad se apoderó de mí. Demasiadas voces hablando una sobre la otra. Ella guiñó el ojo y asintió con la cabeza para que continuara. Me conocía demasiado bien.
—Así que todos queremos detener la lucha —dije—. Eso está bien. Me alegro de que estemos en el mismo lado. El hecho es que todas hemos intentado todo lo que podíamos pensar por nuestra cuenta. Hemos rogado, suplicado, y luchado, y no ha servido de nada. No podemos controlarlos. Así que aquí lo importante es conseguir el control de la situación, necesitamos el poder. Y claro, no hemos sido capaces de conseguirlo por nuestra cuenta. Es por eso que solicité esta reunión. Porque juntas, creo que podemos conseguir el poder sobre, al menos, uno de los lados. Y con ése poder, podemos manipular esta guerra para conseguir lo que queremos.
—¿Cuántas veces ensayaste este discurso? —preguntó Kelsey.
La ignoré, tomando un bolígrafo y apretando la tapa de un lado a otro debajo de la mesa. De ninguna manera iba a decirle que había practicado esto en frente del espejo...dos veces.
—Muy bien, así que el asunto es conseguir el control de nuestros chicos, y de hacerlo todas juntas, como una fuerza unificada —continué—. Porque cuando era sólo fútbol americano contra fútbol, era un callejón sin salida y un ciclo de nunca acabar. Sin embargo, añadamos como extra a las chicas, y es posible voltear completamente la balanza. Encontrar nuestra influencia es la parte difícil, y como ustedes, yo no creía que fuera posible. Pensé que todas estábamos jodidas. Pero ayer por la noche, lo averigüé. Sé exactamente cómo podemos conseguir el control de los chicos y poner fin a esta guerra para siempre.
—Dilo ya —instó Chloe.
Sonreí.
—Es la única cosa a la que nunca podría decir que no. La única cosa por la que rogarían y suplicarían e intentarían persuadir. Hasta ahora, no me di cuenta de que podíamos usarlo a nuestro favor. Pero ayer por la noche, me di cuenta de que es nuestra mejor oportunidad. —Hice una pausa, tomé una respiración—. Hagamos….una huelga de sexo!
Y... silencio.
Un silencio de muerte.
Por lo menos cuarenta y tres segundos.
Como podría haber predicho, Chloe fue la primera en compartir su opinión, y al estilo de Chloe, ella la compartió en voz alta.
—¿Has perdido la cabeza?
La mesa retumbó con una desaprobación incómoda, provocada por la protesta de Chloe. Tomé una respiración profunda, apretando la tapa del bolígrafo cada vez más rápido. Tenía que hacerlas entender. Tenía que conseguir que estuvieran de mi parte,
para demostrar que esta era la mejor opción.
—Piensa en ello —presioné, mi voz más alta—. Los chicos sólo quieren una cosa. Son todos unos salidos. Si hay algo que podemos utilizar para conseguir el poder, es el sexo. Específicamente, negarlo.
—Puede que tengas razón —dijo Chloe—. Pero te estás olvidando un factor clave aquí. ¿Nos lo estaremos negando a nosotras mismas, también?
Kelsey puso los ojos en blanco.
—Jesús, Chloe. Eres una zor**.
—Que te jod*n —estalló Chloe—. Sé que es un hecho que te tiraste a Terry en tu primera cita. No actúes tan alta y poderosa.
—Chicas —dije, un poco atemorizada—. La lucha entre nosotras no va a solucionar
nada. Estamos aquí para crear paz, ¿recuerdan?
Kelsey le disparó a Chloe una mirada más malvada antes de reclinarse hacia atrás en u asiento y cruzar los brazos sobre su pecho, su labio inferior sobresalía como el puchero de una niña de cinco años de edad.
—Miren —dije—. Todas ustedes estuvieron de acuerdo en que querían era poner fin a esta estupidez, ¿verdad? Y esta es la manera de hacerlo. Los tenemos donde queremos, entonces nos negamos a darles lo que quieren. Cuando se dan cuenta de que no vamos a ceder, serán como masilla en nuestras manos. Y es cuando les damos el ultimátum. Tienen que suspender la rivalidad antes de que los toquemos. Yo apuesto a que ellos entrarán en razón máximo en dos semanas.
De alguna manera, podía sentir los ojos de Ellen en mí. Sonreí, tratando de no parecer incómoda.
—¿Es eso, ya sabes, ético? —preguntó Susan—. Quiero que la rivalidad acabe del todo, pero el sexo como un arma se siente un poco incompleto. Creo que ha habido todo un conjunto de episodios de Dr. Phil al respecto.
—Oh, vamos —dijo Chloe—. Cada chica tiene la prerrogativa de decir no. No hay ninguna razón para no ejercer ese derecho... incluso en grandes grupos. Además, el Dr. Phil es un charlatán.
—Susan, pagaste a una chica de primer año para hacer tus ensayos de Inglés —dijo Kelsey—. ¿Realmente consideras la cuestión ética?
—Oye, estoy ocupada. Tengo entrenamiento de baloncesto. No hay tiempo para leer El gran Gatsby o lo que sea. Además, yo la pago. Eso hace que sea ético.
—Esto es ético —dije, con la esperanza de volver al asunto—. En realidad no estamos usando el sexo como un arma, sólo estamos eligiendo no participar hasta que la rivalidad termine. No vamos a manipular ni nada. Estamos… boicoteando.
—Bueno, es un buen plan —dijo Susan—. Quiero decir, es probable que funcione.
—No sé. —La voz de Mary Grisham fue apenas lo suficientemente fuerte que la escuchara, por el bullicio de los susurros sobre la mesa. Ella era una pequeña estudiante de primero, con enormes ojos azules y cabello oscuro de color chocolate. La miré, sonriendo, instándola a continuar. Ella se movió nerviosamente en su asiento y dijo un poco más fuerte—. Yo, umm... No puedo realmente hacer nada —dijo—. Finn y yo no estamos acostándonos juntos, así que no…
—¿En serio? —dijo Chloe, embobada—. Tú y Finn han estado juntos, como, nueve meses, ¿verdad? ¿Y ni siquiera lo ha, hecho una sola vez?
Mary negó con la cabeza.
—¿Él es, como, gay? —preguntó Chloe.
—El hecho de que no se hayan acostado juntos aún no lo convierte en gay. —Sonó más duro de que lo que quería. Volví a mirar a Mary, después me dirigí al resto de la mesa—. Estoy segura de que algunas de los demás están en el mismo barco, ¿verdad?
Más silencio.
Tuve que dejar de contar después de diez segundos. No lo entendía.
Estas eran las mismas chicas que llamaban a Chloe puta por tener demasiado sexo.
Pude ver sus ojos en Mary. Ver las burlas o las expresiones de desaprobación. Como si su virginidad fuera una cosa mala.
—Bueno, gracias por ser honesta —le dije a Mary cuando sus mejillas se volvían cada vez más rojas—. Es agradable que estés esperando. Conozco a un montón de chicas que mienten sobre ello, así que respeto tu honestidad.
—Eres agradable —murmuró María.
—Oh, cariño —suspiró Chloe—. Eso es lindo, pero no sabes lo que te pierdes.
Le di a Chloe un codazo en las costillas y dije en voz alta a Mary:
—Pero puedes participar todavía. Simplemente no hagas otras cosas. No, umm... No te pongas sobre él o toques su... —Me sentía como si mi cara estuviera en llamas. Respiré hondo y me obligué a seguir adelante—. Nada de pajas. Ni cualquier cosa con la que él pueda disfrutar mucho. Si besarse es todo lo que hacen, no lo hagas. Encontrarás una manera. No tienes que tener relaciones sexuales para que funcione. Confía en mí.
—¿Pero no se enojarán? —preguntó una de las chicas.
—Sí, lo harán. ¿Y entonces no nos engañarán?
—No quiero eso.
—Ni yo. Entonces tal vez finalmente estaré libre para besar a ese chico de Oak Hill.
—Alto, alto, deténganse —dijo Chloe sobre la creciente ola de voces de pánico—.Miren, tal vez no soy una experta, ya que no tengo una relación o lo que sea pero, ¿es algo que te preocupa realmente? Si es así, eso está muy jodido.
—Las chicas como tú son la razón por la que tenemos que preocuparnos —murmuró Kelsey.
Chloe se volvió para echarle una mirada de hielo.
—A pesar de lo que pienses de mí, nunca me he acostado con el novio de otra chica. Y yo nunca me acostaría con Terry; los lamecu*** quejicas no son mi tipo. —Miró al resto de las chicas otra vez—. En serio, si los bastardos las engañan, entonces no las merecen de todos modos. Si eso es un miedo genuino, entonces probablemente no
deberían estar con ellos, para empezar.
—Emma —dijo Susan—, ¿y tú? ¿No tienes miedo de que Zayn te engañe si haces esto?
—No —dije. Aunque creo que soné un poco más segura de lo que me sentía—. No lo tengo. Él me ama. Algo como esto no va a cambiar eso. Además, esto ayudará a los chicos a largo plazo, también. Son víctimas aquí. Pero si no hacemos algo, algo para obligarlos a salir de la guerra, nunca van a terminar con ella. Esta es nuestra mejor opción, y un buen novio no utilizará el asunto de nada de sexo contra ti.
—En serio —dijo Chloe—. Quiero decir, me gusta el sexo probablemente tanto como a cualquier chico, e incluso sé que un poco de abstinencia no es algo para poner fin a una relación. Eso sería muy jodido.
—Para ti es fácil de decir —espetó Kelsey—. ¿Alguna vez, incluso, has tenido una relación, Chloe? Una de verdad. Una que continúa incluso después de ponerse la ropa de nuevo.
—¿Sabes qué? Que te jod**, Kelsey. No tengo que estar en una relación para saber que un hombre es un idiota si te deja tirada porque no abres las piernas. Y no importa lo que pienses de mí, no seré aquella a la cual los chicos acuden cuando quieren conseguir algo. Porque... porque voy a hacerlo. Lo que dijo Emma. Voy a seguir el juego. Nada de sexo.
Me quedé mirando boquiabierta a Chloe, asombrada.
—¿En serio?
—Sí. Estoy dentro.
—Yo también.
Me volví hacia mi derecha y vi a Ellen observándome con sus ojos color avellana.
Algo en ellos parecía escéptico, y me pregunté si la había entendido mal. Luego meneó la cabeza y el parpadeo de incredulidad se había ido.
—Estoy harta de esta lucha. Definitivamente, cruzó la línea. —Ella me dirigió una mirada significativa antes de añadir—: Creo que una huelga de sexo es una gran idea, y puedo tratar de conseguir que algunas de las novias de los futbolistas estén dentro. Apuesto a que van a ayudar. Todas estamos hartas.
— En se… serio? —Le sonreí, medio en estado de shock—. Ellen, muchas gracias.
Después de eso, un montón de gente parecía subirse al carro.
—Lo haré —dijo Susan—. Maldita sea, Emma, tienes algo de cerebro. Yo nunca habría pensado en esto.
—Estoy dentro. Hará de esta temporada más entretenida al menos.
—Creo que lo haré. Tal vez el sexo de final de la rivalidad será incluso mejor que la reconciliación sexual.
Agaché la cabeza para ocultar el rubor que estaba arrasando mi cara.
¿Cómo podían estas jóvenes ser tan abiertas sobre su vida sexual? Yo apenas hablaba de la mía con Chloe. Al infierno, ni siquiera podía decir las palabras de las cosas que estaba haciendo con Zayn, sin encogerme.
—Tenemos que hacer un pacto o algo así —dijo Chloe—. Al igual que un juramento. Tenemos que jurar abstenernos de toda actividad sexual.
—¿Sobre qué vamos a jurar? —preguntó Susan—. ¿La Biblia?
—Eso es un poco inapropiado —argumenté como broma.
—Considerando que lo estamos jurando y todo.
—Aquí. —Ellen colocó su mochila sobre la mesa y abrió la cremallera. Después de unos segundos de rebuscar, sacó una nueva edición de Cosmo y la arrojó sobre la mesa—. Trata el tema de consejos sexuales. Incluye una buena lista de todas las cosas que no podemos hacer. Podemos jurar sobre ella.
Chloe recogió la revista.
—Dulce —dijo ella, hojeando las páginas. Hizo una pausa y se estremeció visiblemente—. Ugh. No, no intenten eso. Confíen en mí, no es tan genial como parece.
Agarré la revista de Chloe, medio sorprendida y un poco temerosa al ver de lo que estaba hablando. La levanté para que todas la vieran.
—Bueno —dije—, por tanto todas vamos a hacer un voto. Expondré las reglas, y si están de acuerdo, ponen su mano sobre la revista y dicen, conforme Lo tienen?
La mayoría de las chicas asintieron.
Puse la revista sobre la mesa, poniendo mi mano sobre la cara de la modelo en la portada.
—Por la presente juro que abstenerme de toda forma de actividad sexual. Esto incluye, pero no se limita, a cualquier cosa que involucre partes del cuerpo por debajo del
cinturón. Eso incluye también la parte del cinturón. Ah, y la segunda base es ilegal, también. Nada, umm, debajo de la camisa. —Me obligué a continuar, a pesar de la forma en que este discurso hacía que mi rostro enrojeciera—. Me mantendré firme, incluso en los momentos más difíciles, y resistiré a la tentación hasta que la rivalidad
llegue a su fin.
Deslicé la revista a Ellen, todavía sintiéndome un poco ansiosa cuando nuestros ojos se encontraron. Pero no podía dejar que mi compostura flaqueara justo ahora. No con todas estas muchachas observando.
Me aclaré la garganta, como, por millonésima vez esa tarde.
—¿Estás de acuerdo? —pregunté.
—Conforme —dijo Ellen solemnemente.
Ella se la pasó a Susan.
—Conforme.
Susan se la pasó a la chica de su derecha.
—Conforme.
—Conforme.
—Conforme.
Cuando se acercó a Mary, la vi dudar por un minuto. Me miró, respiró profundamente, y puso su mano sobre la revista.
—Conforme.
Luego se la pasó a Kelsey.
—Simplemente pásala si eres demasiado cobarde —se burló Chloe—. Me llamas zo***, pero eres más que reticente a abandonar el sex* que yo.
—Cállate —susurró Kelsey—. Dame eso. —Tiró la revista hacia ella y puso la mano en el centro mismo de la portada. Sus ojos se encontraron con Chloe cuando dijo:
—Conforme.
Chloe sonrió.
Para mi sorpresa, después de tanto desacuerdo, las once chicas en la mesa, aparte de mí, terminaron haciendo el juramento.
Chloe fue la última, y ella me sonrió mientras juraba ser célibe. Sabía que sería un desafío para ella, más que nadie.
Pero al mirar a las demás, yo sabía que Chloe no podía ser sido la única chica a la que le gustaba el sexo. Otras tantas habían estado renuentes a aceptar de inmediato. Sin duda, algunas de las chicas tenían la misma razón que Chloe, aunque las demás se estuvieran mostrando reacias por miedo a perder a sus novios. Me preguntaba qué porcentaje era, cuántas de las chicas simplemente no querían renunciar al sexo en comparación con aquellas que tenían miedo de ser engañadas.
Y me preguntaba por qué Chloe era la única chica dispuesta a salir y decir que le gustaba el sexo. Tal vez, ¿porque las demás sabían que era llamada puta o una prostituta por gustarle tanto? Pero yo tampoco entendía eso. Al igual que Chloe, dijo, no era como si ella se acostara con novios de otras muchachas.

También quería saber por qué Mary había sido la única dispuesta a confesar lo contrario: su virginidad. Porque yo no creía, ni por un segundo, que ella fuera la única en la mesa que aún no había dado ese salto.
Cuando todas habían jurado sobre la revista, se la devolví a Ellen.
—Puedes usarla para que las chicas de fútbol hagan el mismo juramento —dije.
—Claro. —Ella metió la revista en su mochila otra vez.
—Muy bien —dije—. Así que, aquí vamos. Estoy pensando en que todas deberíamos estar en contacto vía e-mail. Vamos a necesitar un grupo de apoyo para salir de esta, y mantenernos organizadas. Pero sin duda creo que estamos haciendo algo. Podemos ganar esta guerra.
—Por tu bien —dijo Kelsey, se puso de pie justo cuando la campana sonó durante el tercer período—, espero que sí. Esto tiene que funcionar, Emma.
—Lo hará —le aseguré—. Sé que así será.
Las chicas empezaron a moverse en manada hacia la puerta. Comencé a girarme hacia Chloe, que seguía sentada en la mesa conmigo, entonces noté a Ellen, permaneciendo cerca de la puerta de la biblioteca.
—Oye —dije, caminando hacia ella. Cogí mi bolígrafo de nuevo y ya estaba girando la tapa—. Gracias por venir. Sé que todo esto es muy extraño. Las novias de fútbol y el estar alrededor mío y... lo que sea.
—Siempre vendré si quieres que lo haga, Em. —Lanzó otra sonrisa y puso una mano en mi hombro, apretando brevemente. Luego se volvió y salió de la biblioteca.
Pensé que había perdido a Ellen para siempre a causa de esta pelea.
Debido a que nuestros novios se odiaban mutuamente. Pero tal vez, me di cuenta, yo podía poner fin a la guerra y recuperar a una amiga al mismo tiempo. El pensamiento me hizo sonreír.
Chloe se relajó junto a mí.
—¿Estás lista para Biología Avanzada?
—Claro —dije, dando vuelta para enfrentarla—. Gracias, por cierto. Por haber estado de acuerdo con esto.
—Sí. Me debes una.
—Bueno, al menos la estúpida lucha terminará pronto —dije.—¿Eso lo compensará?
Chloe puso en blanco los ojos.
—Emma, me importa un bledo los problemas entre los equipos. Sé que es estúpido, y sé que te afecta, pero realmente no tiene un impacto en mí, ya que no estoy realmente comprometida con ninguno de los chicos. —Se encogió de hombros—. No hice esto para poner fin a las peleas. Lo hice porque sé que es importante para ti. Y tú eres importante para mí.
Sonreí.
—Gracias, Chloe.
—Sí, sí —dijo, recogiendo su mochila bandolera—. También lo hice para herir a Kelsey, por lo que no fue totalmente desinteresado. Odio a esa pe***.
Me eché a reír.
—Vamos —dijo—. El Sr. Hall hará cargar con su mier** si llegamos tarde.
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Capítulo 6

Mensaje por Cristina:D Miér 13 Feb 2013, 11:15 pm


Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Books-camera-girl-library-vintage-Favim.com-430104


Capítulo 6

Esa tarde, mientras Chloe y yo salíamos al parqueadero de estudiantes, después del último bloque, Zayn corría detrás de nosotras.
—Oye, Emma espera un momento.
Nos detuvimos, y me giré para enfrentarlo.
—¿Sí?
Se detuvo a unos metros de mí, mirando momentáneamente confundido.
—¿Algo está mal? —preguntó—. Te ves molesta.
—No es nad… Auch! —Chloe me acababa de dar un fuerte codazo en el costado, y luego me dirigió una mirada severa. Suspiré—: De acuerdo, sí, está bien, estoy algo molesta, Zayn.
—Mierda, ¿qué hice?
—Bueno, mi trabajo aquí está hecho, les daré a ambos algo de privacidad. —Chloe pasó a mi lado y se dirigió hacia su convertible, la vi subir a la cubierta y empujar sus largas piernas hasta su pecho.
—Así que, ¿cuál es el problema? —preguntó, ya tenía puesta su ropa de entrenamiento para la práctica de fútbol. Pateé un pedacito de pavimento suelto, un poco más fuerte de lo que lo había previsto, se deslizó por todo el estacionamiento, chocándose con un bote de basura, a algunos
metros más allá, con un ruido sordo. —¿No te enseñó tu madre a usar tus palabras? —bromeó
Le dirigí una mirada severa.
—Lo… siento —dijo—. Sé que no te gusta hablar sobre… lo siento. —Suspiró y dirigió una mano hacia su cabello—. Rebobinemos. ¿Cuál es el problema? ¿Qué hice? Dime.
—Mira —dije, obligando a las palabras salir de mi boca. Chloe estaba en lo correcto. Necesitaba abrirme y decirle a Zayn cómo me sentía—. Es sólo que… no me siento bien siendo tu… —Mis ojos quedaron fijos en mis manos, donde ellas se enrollaban y desenrollaban en un estable ritmo cerca de mi cintura—. Consuelo sexual.
—¿Consuelo sexual?
—La noche anterior —le recordé—, mi cuarto, me sobornaste con una flores antes de abandonarme. Tú estabas ahí, estoy segura que lo recuerdas.
De repente, la bombilla se prendió sobre su cabeza.
—¿Qué? ¿Eso? Eso no fue consuelo sexual, nena, solo lo es sino estás con la chica. Pero estamos enamorados, así que está bien.
—No para mí —murmuré—. Dolió, me sentí usada. Estoy cansada de ti, abandonándome por esa estúpida pelea, Zayn. Eso en realidad me molestó anoche. Ha estado molestándome por un tiempo realmente.
Miré a mis pies y metí mis manos en mis bolsillos, así pararía de retorcerlas.
—Emma.—Lo miré. Zayn arrastró los pies y frotó la parte trasera de su cuello con una mano.—Está bien, lo siento. No quería que te sintieras de esa manera. ¿Puedo hacer algo para compensarte?
—¿Cómo?
—Permíteme sacarte el viernes. Como, en una agradable cita.
—Zayn…
—En serio, Emma, lo digo en serio. Déjame intentarlo de nuevo, ¿Por favor?
Suspiré y cambié mi peso de un pie al otro.
—Bueno, está bien.
—Genial —dijo, inclinándose y besándome en la mejilla—. Te recogeré a las siete, ¿Si? Te arreglas. Iremos a algún lugar agradable. Mamá irá a alguna clase de retiro de trabajo, así que tendremos la casa para nosotros por si quieres ir a mi casa luego.
—Suena bien.
—Genial, bueno, tengo que llegar a una práctica. Te veré luego.
Lo dejé darme un beso rápido en los labios antes de que regresara corriendo hacia las puertas dobles que dirigían al gimnasio.
Cuando se había ido, me giré y caminé hacia el auto de Chloe.
—Vámonos —dije, golpeando el capó del convertible negro—. No puedo llegar tarde al trabajo.
Chloe bajó del capó mientras yo me subía al asiento del pasajero.
—Ahora, Emma ¿Fue muy complicado?
—Sí, pero estoy agradecida de haberlo hecho. Estabas en lo correcto. Es mejor para mí sólo ser honesta con él.
—¿Cuando me he equivocado?
—Bueno, está esa ves el año pasado cuando trataste de convencerme de que Harrison Carlyle era hetero dirigiéndote hacia él en la cueva y tratando de…
—Oye, oye. —Chloe alzó una mano para callarme—. No hablamos de esa noche. — Suspiró—. Debí haberlo sabido cuando me dijo qué clase de shampoo me ayudaría con mi frizz.
—Entonces, si puedes equivocarte.
—Raramente —dijo—. Y no estaba equivocada en esta situación, así que... —Me guiñó y rió—. Es bueno saber que mis distintivos momentos temidos valen la pena.
Puse los ojos en blanco.
Encendió el motor y salimos del estacionamiento, dirigiéndonos hacia la librería pública Hamilton, donde archivaba libros cada martes y jueves. Como no podía permitirme un auto y Zayn tenía práctica de fútbol, Chloe, por lo general, me daba un aventón.
Así es como Chloe y yo hemos empezado a salir, realmente.
Me escuchó hablar sobre necesitar un aventón en la mesa del almuerzo el año anterior y se ofreció a llevarme. Al principio estaba algo nerviosa. Conocía los rumores acerca de Chloe, y estaba segura de que estar con ella a solas sería totalmente incómodo.
Como, si su auto estuviera lleno de envolturas de condones o extraños juguetes sexuales o algo por el estilo. No es exactamente la clase de chica con la que suelo salir.
Pero la juzgué mal, Chloe era muy normal. Escuchaba el top 40 de la radio, quería ver las mismas películas que yo y, aparte de unas cuantas botellas de Coca -Cola dietética en el piso, mantenía su auto bastante limpio. Nada la diferenciaba de cualquiera de las otras chicas en cuyos autos me había montado. Y, honestamente, luego de hablar con ella durante ése primer aventón, me di cuenta de cuanto me agradaba.
Chloe empezó a llevarme a casa o al trabajo cada tarde, y en pocas semanas, era mi nueva mejor amiga.
—Viernes, ¿eh? —dijo, mientras acelerábamos pasando el alquiler de películas de la calle quinta, con la capota bajada y la radio explotando con una canción vieja de los Backstreet boys. Estaba como a 32º afuera, normal para finales de agosto, y ya estaba temiendo los días
fríos otoño que vendrían muy pronto.
—¿Estabas escuchando? —pregunté, inconscientemente, abriendo la guantera de la manera en la que siempre lo hacía cuando iba en el auto de Chloe.
—Por supuesto, que estaba… y saldrás de ahí?
—Sólo estoy buscando un CD.
—No, no lo estás, los estás alfabetizando. —Se acercó y me dio un manotazo en la mano y, con un suspiro, cerré el compartimiento—. Así que si el paro empieza lo más pronto posible, parece que tu cita va a ser interesante. Pobre Zayn, ha conseguido esa casa sola y todo.
—Aún iremos a su casa —dije—. Veremos una película o algo así.
—Estoy segura de que esa será una alternativa con la que estará emocionado.
Rió y sacó un cigarrillo de un paquete del tablero.
—Liam quiere que vaya a su casa el viernes también —dijo, encendiendo y fumando un poco—. Le dije que me encantaría, pero el idiota no sabrá qué lo golpeo hasta que yo me canse.
—Pudiste sólo haber dicho que no —le dije—. No tenías que decirle que lo harías.
—¿Qué hay de divertido en eso? —Fumó otro poco de su cigarrillo y sopló el humo a través de sus labios color rosa brillante.
—No se trata de burlarse, ¿lo recuerdas?
—No me burlare de él… bueno no mucho. —Le dio otro soplo a su cigarrillo—. ¿Qué hay de ti?, ¿estás segura de que puedes manejar esto, Emma? ¿estar a solas con Zayn y no saltar hacia él? O sea, es bastante lindo, ¿serás realmente capaz de decir no?
—Créeme, estaré bien —dije—. Zayn es candente pero no es que él fuera un adonis.
Se veía escéptica.
—Lo que tú digas, puede que no sea un Dios del sexo, pero sé qué te gusta.
Me sonrojé.
“Dios, Chloe. ¿Podemos no hablar de esto?”
—¿Qué? —preguntó—. Vamos, si eres lo suficiente madura para tener sexo, deberías ser lo suficientemente madura para bromear sobre ello con tu súper fabulosa mejor amiga.
No dije nada sobre eso.
Paramos en el estacionamiento de la librería y, rápidamente, solté mi cinturón de
seguridad.
—Diviértete en el trabajo —dijo Chloe.
La miré mientras ella apagaba su cigarrillo y dejaba la colilla en su cenicero.
—¿Tu madre no ve esos y se molesta? —tuve que preguntar.
—Pff, nah, ella me compró el paquete. —Se encogió de hombros y dirigió un ademán a la guantera—. Ella juraba que lo había dejado la última vez. Pero luego del divorcio, me pidió que saliera y le comprara un paquete. Le dije que podía tener uno si me compraba uno a mí también. Pensé que estaría como, de ninguna manera o algo, pero me lanzó uno de veinte y dijo que estaba bien.
—Mi padre me mataría —dije.
—Eh. Tengo dieciocho ahora. Incluso si no le hubiese gustado, no hay mucho que ella pueda hacer. —Chloe empezó a molestar con la emisora y salió del convertible.
—Gracias por el aventón.
—Sabes que no hay problema. Te veo mañana.
Cerré la puerta del coche mientras me despedía con la mano por encima del hombro mientras me dirigía a las escaleras de la entrada del frente.
—Ya era hora. —Jenna chasqueó cuando me dirigía al escritorio de en frente.
—Estoy cinco minutos temprano —le dije.
Escogió ignorar esto, por supuesto, y señalo con un dedo el carrito de libros para niños junto a ella.
—Todos esos necesitan ser archivados de inmediato —me informó ella, agitando su cabello cereza-rojo encima de sus hombros—. Apresúrate. Hay algunos niños arriba ahora. ¿Qué si alguien está buscando alguno de esos libros y no los puede encontrar en el estante? ¡Date prisa! ¡Date prisa!

Jenna era locamente compulsiva por tener el control. Era mi pareja, una estudiante en la Universidad de la Comunidad de Oak Hill, y un real dolor en el culo. Parecía agradable por, como, la primera semana que trabajé en la librería, pero había aprendido rápidamente que ella tenía serios problemas. Trabajar con Jenna era la única parte de este trabajo que yo odiaba.
Agarré un par de libros de ficción de adultos que habían, accidentalmente, sido puestos en el estante de niños ¡Ja! ¡Jenna podía cometer errores, también! y los puse en los estantes correctos antes de caminar de regreso a la recepción para agarrar la carretilla, la cual tenía que arrastrar por las escaleras. Juzgando su actitud, Jenna no iba ayudarme a arrastrar la bestia al segundo piso: genial.
—Oh, por cierto—Jenna dijo, volteándose lejos de su computador y encontrado sus ojos—, tienes un nuevo compañero de trabajo.
—¿Quién? —pregunté.
—Algún chico de secundaria. —Jenna suspiró. No se estaba molestando por ocultar su agitación. Estoy segura de que ella lo veía como otro idiota con el que tenía que tratar. Gracioso, realmente. Tanto como ella amaba mandar, pensarías que ella estaría emocionada por tener a alguien nuevo bajo su comando.
—¿Nombre? —insistí.
—No recuerdo. Pero es ardiente. No dejes que eso te distraiga de trabajar, sin embargo. No quiero que se vuelva un problema.
Puse los ojos en blanco cuando no estaba viendo.
—Está retrasado —dijo Jenna—. Por dos minutos y medio. No es una buena forma de comenzar un trabajo, ¿verdad?
Estaba a punto de responder cuando las puertas de la librería se abrieron detrás de mí.
—Perdón por llegar tarde. Tenía que hablar con mi entrenador de fútbol sobre reponer la práctica.
Todo mi cuerpo se puso rígido. Conocía esa voz.
—Ahí estás —dijo Jenna, moviendo rápidamente su pelo sobre sus hombros de la manera más atrevida posible—. De acuerdo. Perdonaré tu falta de puntualidad hoy, pero no hagas de ello un hábito, por favor.
¿Lo perdonaría? Jenna no era nuestra jefa. No podía castigarnos o algo así solamente porque trabajaba un par de días más a la semana. Ella debía llamarse a sí misma asistente bibliotecaria , pero no era más que otra archivadora. Necesitas un diploma para ser bibliotecaria (lo busqué en Google por curiosidad una vez), y ella seguía siendo una estudiante. En verdad, la Sra. Coles, la bibliotecaria, era la única con el poder para contratar, despedir y castigar.
—Lo siento —Jenna dijo—. No puedo recordar tu nombre. ¿Cuál es, de nuevo?
—Harry
—Claro. Bien. Harry, esta es Emma. Estarán trabajando juntos para mantener este lugar en máximo orden.
Tuve que evitar ruborizarme mientras me volteaba para enfrentarlo por primera vez desde que había caminado en la librería. Estaba molesta por encontrarlo sonriéndome. No una astuta sonrisa o una sonrisa de conocimiento, sólo una sonrisa casual. Como si él estuviera vagamente feliz de verme.
—Hola —dijo él.
—Hola.
—Ustedes dos dejen de mirarse fijamente y pónganse a trabajar. Tomen esos libros y archívenlos en la sección de niños —ordenó Jenna, señalando a la carretilla de nuevo—. Arriba.
—Sé dónde está la sección de niños —le dije.
—Sin embargo, Harry no. Ahora apúrense. ¿Qué si algún pobre niño pequeño está buscando El Conejo de Peluche y no lo puede encontrar porque ustedes chicos se tomaron tanto tiempo poniendo esos libros en los estantes?
Suspiré y agarré uno de los bordes de la carretilla.
—Elevador —dijo Harry mientras empujaba la carretilla hacia las escaleras.
—¿Qué? —Lo miré por encima de mi hombro.
—El elevador —repitió, haciendo ademán hacia la izquierda—. Sabes que hay uno aquí, ¿verdad?
—Um, sí —dije lentamente. Por supuesto que sabía. Yo estaba aquí todo el tiempo. Conocía este lugar como la palma de mi mano—. Pero es terrible. Se toma por siempre para llegar al segundo piso.
—Tal vez —dijo Harry—. Pero esa carretilla va a ser una pesadilla de subir por las escaleras. Luce bastante pesada. Usemos el ascensor solamente.
Tanto como odiaba admitirlo, y pasar cualquier cantidad de tiempo atrapada en un espacio encerrado con Harry, en verdad sería más fácil mover los libros hacia arriba en el elevador.
¿Y quién sabe? Tal vez lo habían arreglado. No había usado la cosa en meses.
—Bien —estuve de acuerdo.
Harry me ayudó a rodar la carretilla al antiguo y microscópico elevador. Ahora que estaba dentro de nuevo, con las puertas cerradas, recordé por qué lo había odiado la primera vez. Aparte de ser lento, era tan bien un poco aterrador.
Mis dedos se tensaron alrededor del asidero de la carretilla mientras el elevador temblaba, haciendo horribles sonidos de raspado mientras se deslizaba hacia arriba, a paso de tortuga. Por supuesto, mi ansiedad no estaba ayudada por el hecho de que Harry estaba parado sólo a unos centímetros lejos de mí, la habitación limitada
forzándonos incómodamente cerca el uno del otro.
— Entonces… tú y Jenna tienen mucho en común, huh?
Miré arriba de la carretilla, estrechándole los ojos.
—¿Qué?
—Jenna —repitió Harry, como si lo hubiera malinterpretado la primera vez—. Me recuerda a ti.
—¿Cómo?
—No lo sé. Solamente me recuerda a ti. Ambas son como maníacas del control, no de una mala manera o algo así, pero… ¿no lo has notado?
—No.
—Huh. —Se encogió de hombros—. Tal vez soy solamente yo, entonces. Pero ella en verdad me recuerda a ti. Simplemente recordé cuando estábamos hablando en esa fiesta en el verano, que dijiste que tenías algo por el orden y… —se detuvo. Podía sentir el calor alzándose en mi rostro cuando mencionó esa noche—. De todos modos —continuó—. Ella se parece mucho a ti.
Me concentré fuertemente en mantener mi replica suave, libre de cualquier emoción.
—Acabas de conocerla —le recordé—. Y en verdad, no me conoces así de bien, así que no puedes hacer comparaciones. Especialmente no entre Jenna y yo. No soy nada como Jenna.
—¿Estás segura de eso? —se burló, dándome un codazo a modo de juego.
Flirteando, de la forma como lo hacía con todas las chicas.
A pesar de su nombre merecedor de un romance de novela, Harry Styles no era nada más que un hombre destacado. Habíamos ido a la misma escuela desde el jardín de infancia, y en todos estos años, nunca había tenido una vez novia. Demonios, hasta donde yo sabía, él ni siquiera se había besado nunca con una chica. Pero era un coqueto. Chloe lo llamaba el último coqueto porque era apuesto, amigable, y encantador, y calentaba a todas las chicas pero nunca perseguía a ninguna de ellas.
No entendía por qué estaba bien para Harry flirtear con cada chica que conocía y nunca se comprometía con ninguna de ellas cuando, si una chica hiciera lo mismo, los chicos la llamarían calienta huevos. Los chicos eran tan patanes.
—Estoy segura —respondí, probablemente con más de un poco de mi voz de lo que era justo, pero me molestó que él me estuviera comparando con mi peor enemiga, y me molestaba incluso más que él tuviera las agallas para flirtear conmigo.
El elevador ya no parecía estar moviéndose, pero las puertas no se habían abierto tampoco. Pinché el botón de nuevo, y se lanzó hacia arriba, como si el artefacto se hubiera parado entre los pisos, olvidando moverse. Esto no podía ser seguro.
—¿Estás bien? —Harry preguntó.
—Sí. Solamente quiero salir de esta cosa.
De repente, su mano estaba encima de la mía, y me di cuenta que había estado golpeando mis nudillos contra la carretilla de libros.
—No estés nerviosa —dijo, apretando suavemente.
Lo miré, sorprendida de que encontrara preocupación en sus ojos.
—Debería haberte preguntado si eras claustrofóbica.
—Yo… ¿qué?
—¿No es por eso que eres una bola de estrés en este momento y no quieres usar el elevador? Mi primo es igual.
—Um… sí. Claro. Eso es.
—Perdón. No debería haberte hablado para hacer esto.
—Estaré bien —dije, y a pesar de todo, no pude evitar soltar una pequeña risita.
—Bueno, casi listo —dijo Harry—. Parece como si las puertas estuvieran a punto de abrirse. Y seguro, lo hicieron. El ruidoso elevador chilló mientras finalmente se detenía en el segundo piso y las puertas de metal se deslizaban hacia los lados. Harry quitó su mano de la mía, se sintió como un pequeño pinchazo en el corazón, y empujamos la carretilla hacia afuera, hacia el piso.
—Bueno, comienza a archivar —dije, tratando de recomponer mi compostura—. Alguien debe estar buscando uno de esos.
—¿Cómo Conejito de Peluche? —Harry sonrió y recogió uno de los libros de dibujos.
Abrí mi boca para discutir que yo no era como Jenna, pero Harry volteó esos ojos verdes hacia mí y sentí que me empezaba a derretir un poco. Negué con la cabeza, riéndome contra mi mejor juicio.
—Touché—dije.
Agarró un par de libros y caminó hacia uno de los estantes, sonriéndome mientras pasaba. Sonreí de vuelta, luego me reprendí por ello. Me había tomado casi un año relajarme alrededor de Zayn, y algunas veces todavía seguía siendo un reto. No debería haber sido tan fácil con Harry. Tan rápido como había aparecido, mi sonrisa se fue.
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Capítulo 7

Mensaje por Cristina:D Miér 13 Feb 2013, 11:32 pm

Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Estrella2

Capítulo 7

Zayn y yo tuvimos nuestra primera gran pelea este pasado Junio, justo después que la escuela concluyera. Nosotros habíamos terminado, y estaba devastada. Pero en un caliente noche de Julio, Chloe decidió sacarme de mi estado de depresión y arrastrarme a una fiesta en la casa de Vikki McPhee‘s.
—Vamos —ella había dicho, arrancándome de mi dormitorio esa noche—. Nunca superaras a Zayn si no te muestras por ahí. Unos pocos enganches insignificantes es exactamente lo que necesitas justo ahora.
Cuando habíamos llegado a la fiesta, Chloe me examinó rápidamente y suspiró.
—Aún no puedo creer que estés usando eso. Tienes varias ropas sexy. ¿Por qué no estás usándolas?
Rodé mis ojos y me moví después de ella hacia la casa. El lugar ya olía como cerveza y marihuana, y las paredes estaban prácticamente estremeciéndose contra el golpeteo bajo del estéreo. Envolví mis brazos a mí alrededor y me moví por los adyacentes del cuarto, quedándome cerca de la pared. Quería caerme al suelo Ese tipo de problemas no era lo que necesitaba en ese entonces. O nunca.
Chloe se acercó corriendo por detrás de mí.
—Consigamos algo de beber.
—Sabes que no bebo —dije.
—Por una vez en tu vida, ¿no puedes sólo dejarte llevar? ¿Perder el control un poco? Tú realmente podrías disfrutar no angustiarte por cualquier cosa.
Sacudí mi cabeza.
—Haz lo que quieras —dijo, encogiéndose de hombros—.Pero por favor, ¿prométeme que irás a hablar con alguien? Ten un poco de diversión esta noche ¿Está bien?
—Bien.
Apretó mi hombro antes de salir corriendo hacia la cocina de Vikki. Presioné mi espalda contra la pared y miré alrededor. Más persones estaban llegando, y varias ya estaban bailando y gritando junto con la música. En la esquina, vi una mesa volcarse cuando un chico cayó de espaldas encima de la mesa. Me estremecí. Tenía que salir de allí. Manteniendo mi palabra a Chloe, dije rápido:
—Hey, ¿cómo estás? —a Kelsey mientras ella me pasaba, usando un vestido blanco que se veía caro. Ella me dio una mirada enojada, probablemente decidiendo que no quería hablar con alguien vestido tan mal como yo lo estaba, y avanzó. Justo como había esperado.
Con mi tarea completé, avance alrededor de la sala y me dirigí hacia la puerta trasera.
Dejar la fiesta no era una opción, dado que Chloe era mi aventón, como siempre, pero podía al menos salir de ese cuarto.
El sol acababa de ponerse cuando empuje para abrir la puerta hacia la terraza posterior de la casa. Pero en un lugar de encontrar el patio vacío, descubrí a Harry Styles sentado en las escaleras.
—Oh, lo siento —murmuré, mi mano seguía en la puerta—.Me iré.
Él estaba sentado en el primer peldaño del porche de madera, una de sus piernas doblada a la altura de su pecho mientras la otra extendida hacia los peldaños debajo de él. Su barbilla había estado descansando pensativamente en su mano, cuando me escuchó, su cabeza volteó en mi dirección.
—Hey —dijo. Y creo ver que sus ojos se iluminaron un poco, aunque pudo haber sido sólo la luz centellante del porche haciendo trucos—. No. Quédate. No me importa.
Aun cuando había querido estar a solas, decidí que Harry sería mejor compañía que la multitud adentro de la sala de Vikki. Cerré la puerta y pasé a sentarme al lado de él en las escaleras. La sonrisa que me dio fue tan dulce, tan cálida, que aún en mi mal humor, no puede evitar sonreírle de vuelta.
Realmente no conocía a Harry tan bien. Habíamos tenido unas pocas clases juntos, y de nuevo antes de que Ellen y yo hubiéramos dejado de hablarnos solía verlo pasando el rato con Adam, su enamorado. Habíamos hablado dos veces tal vez, pero nunca habíamos estado sólo los dos juntos. Hasta ahora.
—¿Entonces qué estás haciendo aquí afuera? —pregunté—. ¿Ya te cansaste de la fiesta?
Harry se rió.
—Supongo que podrías decir eso. En realidad no es lo mío. Algunos chicos del equipo de fútbol americano me pidieron que fuera el conductor designado, sin embargo. Así que accedí para sacarlos de un apuro. ¿Qué hay de ti?
—Mi mejor amiga me hizo venir.
— ¿Por qué? Quiero decir, si no quieres estar aquí…
—Ella piensa que será bueno para mí —expliqué—. Mi novio y yo… Bueno, acabamos de separarnos, y ella decidió que sería bueno para mí ser sociable.
Él apartó la mirada, y observé como su zapatilla dejaba marcas en el peldaño de madera algunos pies debajo de nosotros.
—¿Entonces tú y Zayn ahora no están juntos?
Casi le pregunto cómo sabía quién era mi novio, pero me detuve. La respuesta era obvia. Zayn era el mariscal de campo, uno de los chicos más populares de la escuela. Todo el mundo sabía con quién estaba saliendo. Sin mencionar que, Hamilton sólo ostentaba aproximadamente unos cien estudiantes por clase de graduación. Era casi difícil no ser consciente de quién salía con quién.
—Sí.
—¿Hace cuánto tiempo?
—Tres semanas.
—Lo siento.
Él no sonaba apenado, sin embargo. No pude entender su tono. Atrapado en algún lugar entre la indiferencia y la autosuficiencia. Casi me puse de pie y vuelvo a entrar. Casi me alejé de su insensibilidad.
Pero antes que me pudiera mover, volteó para mirarme de nuevo, congelándome en el acto con sus grandiosos ojos.
—¿Alguna vez has jugado al Juego de la Estrella?
Sólo lo miré parpadeando.
Las mejillas de Harry se volvieron rojas sólo un instante antes de que diera detalles.
—Tú tienes que estar aquí a causa de tu amiga, y yo conduciré a casa a los muchachos quienes no querrán irse hasta que el barril este vacío. Vamos a estar aquí afuera un rato, entonces también podríamos encontrar alguna manera de entretenernos, ¿sabes? ¿Entonces alguna vez has jugado al Juego de la Estrella?
—Bueno… técnicamente, es algo que vi a Russell Crowe hacer una vez en una película, pero en cierto modo simplemente lo volví una manera de pasar el rato. —Él levantó la mirada hacia el cielo, el cual ahora se había vuelto lo suficientemente oscuro para divisar el vasto número de estrella de verano.
—Está bien, elige una forma —él dijo.
—A… Qué estamos haciendo?
—Estas escogiendo una forma —él dijo—.Cualquier cosa. Incluso podría ser un objeto. O un animal, pero algunas veces esos son más difíciles.
—Harry, yo no…
—Sólo elige una.
—Bien. Un triángulo.
Él suspiró.
—Esa es demasiado fácil. —Entonces sin previo aviso, él se acercó y agarró mi mano.
Estaba sorprendida, y casi retrocedo pero luego nuestras miradas se encontraron.
—Cálmate —dijo.
Y, por una vez, lo hice.
Sus dedos eran cálidos y callosos contra los míos. Desenrolló mi mano y gentilmente
me obligó a extender mi dedo índice. Me hizo señalar al grupo de racimos sobre nuestras cabezas, y observé mientras él dibujaba un triángulo con mi dedo, usando tres estrellas como las puntas.
—¿Ves? Ese es el Juego de la Estrella.
—Oh —dije—. Wow… Un triángulo era demasiado fácil.
—Tu turno —dijo—.Te digo una forma y tienes que encontrarla en las estrellas.
Admito que, el juego era en cierto modo cursi, pero pensé que era dulce de parte de él tratar de entretenerme cuando estaba claramente teniendo una mala noche. Así que le seguí la corriente.
— Está bien ¿Qué forma?
—Un elefante.
—¿Estas bromeando? —me quejé. Dijiste que los animales eran los más difíciles. No me puedes dar un elefante.
—Eso es lo que lo hace un juego —bromeó, sonriendo y mirándome por el rabillo de su ojo—. La primera persona incapaz de juntar la imagen pierde. Me gusta ganar. Entonces te di un elefante.
—Idiota.
—El reloj está corriendo.
—Hay un tiempo límite, ¿también? —pregunté, asustada.
—No —rió—.En realidad sólo estoy molestándote.
Suspiré y levanté la mirada hacia las estrella. Al menos había un montón afuera esta noche. Eso hizo que encontrara las formas más rápido. ¿Pero un elefante? No había manera de que pudiera encontrar un elefante en el cielo. A medida que estaba pensando en eso, sin embargo, las líneas empezaron a formarse en mi cerebro, conectando una estrella a otra un tanto con forma de animal.
Cogí la mano de Harry y él extendió su dedo índice, queriendo que yo dibujara el elefante por medio de él. Lentamente, tracé el contorno de la figura clavada del elefante. Empecé con cada pata, después hice la parte trasera, pero cuando llegue a la cabeza, me detuve. Estas estrellas harían un mejor perro o gato, porque no podía hallar la trompa. Mis ojos escudriñaron las diminutas luces, esperando encontrar alguna manera de conectar las piezas finales, a la par que Harry empezó a tatarear ¡Jeopardy! Canción temática en mi oído. Después su muñeca empezó a moverse sin mí guiándola, y Harry conectó algunas estrellas que destacaban en la parte de arriba, haciendo una trompa, señalando hacia el aire en lugar de los pies del elefante, como yo había estado imaginando. Él bajó su dedo de nuevo, completando al animal. Formado asimétrico e irregularmente pero completo.
—Buen trabajo —dijo, como si hubiera resuelto cómo terminar la constelación.
—Me dejaste ganar.
Se encogió de hombros y me dio una pequeña sonrisa.
—Era tu primera vez.
—Bueno, gracias por ser tierno.
Harry se partió de la risa, y cuando me di cuenta de lo que había dicho, mis mejillas llamearon.
—Yo… yo quiero decir…
—No hay problema. —Harry se ahogó entre risas—. Cualquier chico bueno lo habría
hecho especial para ti.
Enterré mi cara en mis manos.
—Oh Dios. —Pero yo también estaba riendo. Con alguien más, Chloe descartada, probablemente habría estado avergonzada. Pero en ese contexto, realmente era divertido.
—Está bien —dijo, agarrando mi mano de nuevo mientras su risa se moderaba. Se sintió tan natural, tan normal, que ni siquiera desconcertó el que estuviera agarrando mi mano—. ¿Entonces piensas que puedes ganarme por tu propia cuenta la próxima vez?
—Por supuesto que puedo.
Él sonrió y se apoyó en mi brazo sólo un poco, su dedos aún envueltos alrededor de los míos.
—Pruébalo —dijo.
—Lo haré —dije provocadoramente—. Pero tienes que ir primero. Y esta vez, tienes que hacer un…. Un pulpo. Harry vaciló, después levantó la mirada al cielo antes se voltear de nuevo hacia mí.
—Que el juego comience.
***
Harry y yo jugamos el Juego de la Estrella por horas, hablando entre cada desafío. Él me explico su posición en el futbol, aunque la explicación realmente pasó directo por encima de mi cabeza, y después de que me atrapara contando los segundos mientras — esperaba que completara mi más nueva constelación asignada : Santa Claus.
Había sido forzada a confesar mi neurosis controladora La cual, sorprendentemente, no lo hizo correr de vuelta a la fiesta.
—¿Así que cuando estas nerviosa, tú cuentas?
No sólo cuando estoy nerviosa —dije—. Es… todo el tiempo. Cuento los segundos durante las pausas en las conversaciones. Algunas veces, cuando estoy un poco ansiosa o asustada, cuento mis latidos cardíacos. Algo acerca de contar me hace sentir como…como si tuviera el poder. Como si saber cuánto tiempo ha pasado o cuantos pasos he dado desde un lugar a otro de alguna manera me mantendrán en control de la
situación. —Mis manos dobladas en mi regazo. No podía creer que estuviera diciéndole a Harry eso. No era algo que había compartido con alguien además de Chloe—. Lo sé es loco.
—No pienso que estés loca —Harry dijo—. Pienso que eres…
Levanté la mirada hacia él mientras su voz se desvanecía. Estaba demasiado oscuro para asegurarlo, pero creo que él estaba ruborizado.
—¿Soy qué?
Él aclaro su garganta y pasó una mano sobre su pelo. Quería tocarlo, sentir los cabellos oscuros y cortos.
—Pienso que eres en cierto modo asombrosa.
Uno, dos…
Estaba aguantando la respiración, mi cuerpo entero tenso mientras esperaba por sus próximas palabras. Después me di cuenta, con un poquito de sorpresa, que era la primera vez que había estado ansiosa en algunas horas.
Él me tenía tan relajada, muy a gusto, hasta ahora.
Tres, cuatro…
¿Qué iba a decir? ¿Qué quería que dijera?
—Quiero decir —él agregó—. Eres sorprendentemente Buena en el Juego de la Estrella. Hasta esta noche, nunca había encontrado a alguien que pudiera competir conmigo.
—¿Tú, um, juegas con muchas otras personas?
—Bueno… no. Honestamente, era la única otra persona con la que he jugado además de mi mamá. Jugábamos cuando solíamos ir de campamento cuando era un niño, pero hace años. Normalmente sólo hago esto por mi cuenta. Así que… eres la primera persona en ser capaz de competir conmigo. No miento.
— Entonces… tú mamá realmente apestaba en el juego, huh?
Harry rió.
—Ni siquiera podía hacer un triángulo. Pero tenía nueve así que ella podría haberme dejado ganar.
—¿De la manera en que me estas dejando ganar justo ahora?
—Sí… simplemente mucho más sutil. Nunca habría adivinado en ese entonces que ella me estaba ayudando.
Pero antes de que pudiera responder, sentí la mano de Harry envolverse alrededor de la
mía. Él empujo mi dedo índice y señaló hacia el cielo.
—¿Qué estás haciendo? —pregunté—. Todavía no te he desafiado.
—No —dijo —Pero acabo de ver una propia. Mira esta.
Y observé mientras Harry trazaba con mi dedo una línea de estrella, seguido de algunas más en una curva y después otra, hasta que una larga línea las conecto del todo en un punto.
—Un corazón —murmuré.
Y el mío saltó en un latido.
—Sabes, eso es, um, un poco cursi.
—Sí, tal vez.
Volteé hacia Harry justo cuando él volteó hacia mí. Cerré mi mano sobre la suya, y
después él estaba inclinándose y yo estaba inclinándome y se sentía como una fuerza gravitacional. Como si moverse hacia Harry fuera la cosa más natural en el mundo. Y esa es la manera en que el beso se sintió, también. Natural. Como si lo hubiera besado siempre. Como si debíamos besarnos el uno al otro en ese momento, tal vez por cada instante. Mi celular vibró en mi bolsillo trasero justo cuando la mano libre de Harry ascendió para ahuecar mi mejilla.
—Lo siento —murmuré dentro de su boca mientras me alejaba—. Podría ser una emergencia o algo.
Él asintió y se apartó, pasando una mano por su pelo nuevamente.
Cuando volteé mi teléfono, encontré un mensaje de Chloe.
Volviendo con Liam. ¿Puedes conseguir otro aventón o quieres que te lleve de vuelta ahora?
Pase los ojos por Harry y sentí a las mariposas batiendo sus alas contra mi caja torácica.
Cuatro horas atrás, habría dado cualquier cosa para dejar este lugar. Pero ahora, mientras se acercaba la medianoche, no quería nada más que quedarme aquí. O estar dondequiera que Harry estuviera, de cualquier forma.
—Um, hey —dije, descaradamente—. Tú… tú crees que puedes darme un aventón a casa cuando lleves a tus amigos?
Él volteó para mirarme.
—Claro, por supuesto. Habrá espacio en mi auto.
—Genial. Gracias. Mi aventón se está yendo y… bueno, déjame enviarle un mensaje.
Le contesté a Chloe y empujé mi teléfono dentro de mi bolsillo. Volteé de vuelta hacia Harry, y él sonrió.
Le dirigí a Harry a mi casa después de que él condujera a sus amigos borrachos a sus casas aproximadamente una hora más tarde. Con algo de tristeza vi mi casa más cerca.
No quería que la noche terminara. No quería estar lejos de Harry.
Todo acerca de Harry me hacía derretir. El olor de su colonia. La manera en que decía mi nombre. La constante chispa en sus ojos verdes. Y saber que ninguna chica había llegado así de lejos con él, saber que había besado al Señor Inalcanzable y que él me había llamado asombrosa, me hacía sentir especial, auténtica y mareada. Habíamos pasado sólo algunas horas juntos, pero ya me sentía tan conectada a Harry. Ser yo misma con él, relajarme alrededor de él, venía tan fácilmente. Más fácil que con alguien más.
Nos besamos en su carro por algunos minutos después de que llegamos a mi calzada.
Lento y fácil. Él no me empujo más lejos de lo que quería, y yo estaba agradecida. Aún estaba superando a Zayn, después de todo. No quería apresurar nada nuevo. Pero después él estaba apartándose de mí. Su pulgar trazó mi labio inferior mientras decía.
—Deberías entrar. No quieres preocupar a tus padres.
—Sólo a mi papá —murmuré, queriendo continuar besándolo pero sabiendo que estaba en lo correcto. Si papá despertaba y encontraba la puerta aún sin llave, esperándome, estaría enojado. Me había pasado una hora del toque de queda, confiando en el hecho que se iría a la cama más temprano y nunca notaría la diferencia.
—Dame tu teléfono —dije
Harry me paso su teléfono, un Nokia de la vieja escuela como los que tenían cuando yo estaba en sexto grado. No pude evitar sonreír mientras programaba mi número para él.
Él me sonrió cuando se lo pasé de vuelta, y me besó una última vez. Rápido. Suave.
Dejándome anhelando más.
—Encenderé las luces delanteras así puedes ver para entrar —dijo.
—Gracias.
Las luces se encendieron, iluminando la entrada y brillando cerca de la parte trasera de
la van de papá.
—¿Fans del fútbol Americano, huh? —Harry dijo.
—Oh, sí —dije—. Bueno, tú sabes. Mi hermano solía jugar y ellos apoyaban a Zayn, por supuesto.
No estaba pensando en la rivalidad entonces, No estaba pensando en deportes en absoluto. Era verano. Era libre de todo. O eso pensaba. Pero la cara de Harry se oscureció sólo un poco a la mención del futbol americano y rápidamente me di cuenta de mi error.
—Llámame —dije, estirándome para alcanzar la manija—. La pasé bien esta noche. En verdad.
Él volteó para verme, y pensé que sus ojos aún se veían un poco cautelosos. O tal vez sólo estaba cansado. O tal vez yo lo estaba y mi visión no era como es usualmente.
Porque su voz sonaba normal.
—La pasé bien, también —dijo—. Buenas noches, Emma.
—Buenas noches.
Salí de su carro y me acerque corriendo a la vereda. Me detuve en el porche y observé mientras el carro de Harry desapareció alrededor de la esquina. Cuando el último resplandor de sus luces delanteras se había ido, entré.
Pero la felicidad de esa noche se desvaneció bastante rápido. Aún después de todo lo que pensé que compartimos, Harry nunca me llamó. Esperé tres semanas, y ni una ojeada. Ni siquiera un mensaje de texto. Era como si esa noche nunca hubiese pasado, y algunas veces me preguntaba si tal vez no lo había hecho. Si la había imaginado. Imaginarlo como una manera de superar a Zayn. Como una idiota, no había conseguido el número de Harry.
No es que hubiese importado. Él me rechazó. Tanto que era obvio.
A largo plazo, sin embargo, fue lo mejor. A principios de agosto, Zayn estrelló su Cougar. A pesar de esa noche con Harry, aún estaba enamorada de Zayn, y simplemente estaba tan feliz de que no hubiese salido herido que cuando me llamó para disculparse por nuestra pelea, corrí de regreso a él.
Y era afortunada, también. Porque los dos nos habíamos dado cuenta que romper fue el más grande error. Así que volvimos esa noche, y decidí poner a Harry por detrás de mí.
Es más fácil decir que hacer.
¿No es así como siempre funciona?
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty I'm back!!

Mensaje por Cristina:D Lun 25 Mar 2013, 3:41 pm

Bueno esta novela no ha tenido mucho éxito pero sin duda se van a enamorar aún más de Harry con forme vaya saliendo más en la nove. He estado un poco perdida pero tengo una semana de receso de la Universidad y ya la tengo terminada así que la publicaré. Si por alguna razón llega alguna lectora nueva, agradecería mucho que comenten. Besos! :)xx
Cristina:D
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por kate medina Sáb 14 Sep 2013, 3:59 pm


Buano aqui me tienes ya tienes razon para seguirla asi q...
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SIGUELAAAAAAAAAAAAAAA!!
kate medina
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por Cristina:D Dom 15 Sep 2013, 9:11 pm

Hola linda. Gracias, mil gracias por sacar mi novela de su oscura y fría soledad xD Hace muuuuuucho tiempo nadie pasaba por aquí, ni siquiera yo. Lo que pasa es que hace un tiempo tuve un ENORME problema con mi computadora y de un pronto a otro dejó de funcionar. Hasta hace poco la pude llevar donde el técnico pero aun no tengo noticias de ella. Mi novela se quedó ahí y lo que me enoja más es que ya la había terminado de adaptar :/ Espero poder recuperarla y subirla lo antes posible. Por favor no dejes de comentar para saber que aún sigues aquí y si la puedes pasar a tus amig@s sería genial. Besos :)xxx
Cristina:D
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por kate medina Lun 16 Sep 2013, 3:49 pm


u.u cuanto lo siento!
CADA DIA COMENTARE!
tengo pocos amigos en el foro asi q no creo poder ayudarte con lectoras pero siempre comentare :3
asi q 
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SIGUELAAAAAAA!!!!!!!
Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Tumblr_mt6ujdby9O1ryiejxo1_400 One Thing♥️ :3

:bye:
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Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación - Página 2 Empty Re: Shut Out (Harry Styles y Emma Tomlinson) Adaptación

Mensaje por kate medina Mar 17 Sep 2013, 4:59 pm


SIGUELAaaaaaaaa!!!!
PD: tu si tu, la que lees mi comentario... COMENTA! xD
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