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Un Mundo Oculto
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
Un Mundo Oculto
por CarlithaDeBieber Mar 04 Sep 2012, 10:43 pm
Nombre: Un Mundo Oculto
Autor: CarithaDeBieber (o mi nombre real: Carla)
Adaptación: No
Genero: Misterio
Advertencias: Ninguna
Otras Páginas: No
Hola chicas!!! :D ... Esta es la primera novela que hago y me gustaría que me dijeran que les parece :lol:
No tiene sinopsis... se me ocurrió hacerla asi :P ..... porfa comenten!!! espero que les agrade y pueden agregarme como amiga
chaoooo!! :)
(Inspirada en un Sueño Real)
Capítulo #1:
Estaba sola, en un lugar más bien tenebroso. Estaba al lado de una carretera desolada, el ambiente era de sereno, nublado; miré paralelo a la carretera, los árboles verdes a cada lado del asfalto hacían una especie de túnel que filtraba la luz, el túnel se perdía con el camino. Miré hacia atrás, no pude ver mucho ya que a pocos metros había un cruce; por el lado izquierdo seguían los inmensos arboles que cruzaban con la carretera y al lado derecho un muro de ladrillos rojos no más de 2 metros de alto. Me giré a mirar a mi lado derecho, a un lado de la carretera, quedando el muro a mi lado izquierdo y cruzando a lo que sería mi frente… Justo en frente de mí había un espacio de tierra con poca grama, con alrededor de 10 metros de ancho y 5 de profundidad, entre los árboles (a la derecha) y el muro (a la izquierda). Al fondo había más árboles altos que atenuaban la iluminación, con un camino de tierra a cada lado, ambos con “túneles” de árboles. El de la derecha era obscuro, al contrario del otro que era más bien iluminado. Estaba todo en silencio; no se escuchaba absolutamente nada. No sabía dónde estaba, cómo había llegado ahí ni qué hacía en ese lugar; sólo sabía que debía estar allí. Empecé a caminar hacia el camino iluminado, raramente me sentía segura en ese lugar a pesar de tal escenario. Mientras me acercaba no pensaba en nada. Entre al “túnel” de árboles el cual se extendía unos 5 metros rectos hasta llegar a un túnel de concreto de no más de 1,5 metro de ancho y 2 de alto. Llegué a la entrada del túnel con mucho cautelo, me di vuelta mirando por donde acababa de pasar y vi la silueta de un chico en la entrada misma del camino de tierra. Quise detallarlo pero la falta de luz en donde se encontraba me lo impidió. Estaba por preguntarle quién era pero se giró a un lado para desaparecer tras la vegetación. Tuve la intención de seguirlo pero entonces sonó el despertador; ya era hora de ir a clases.
Me llamo _____ (TN) López, tengo 15 años y vivo con mi única abuela, Beatriz, y mi hermano mayor de 20 años, Luis. Nuestros padres habían fallecido en un accidente de tránsito cuando tenía apenas 4 años. A mí no me afectó tanto ya que era muy pequeña, pero a mi hermano sí ya que tenía 9 años cuando sucedió. Iba a empezar el último año de preparatoria ya que me habían adelantado el quinto año de primaria. Pronto cumpliría los 16, para mí no era gran cosa, pero ese día iba a cambiar mi vida…
Me alisté para mi primer día de clases. Bajé y mi abuela me esperaba con mi desayuno. Luis se había ido ya al instituto. Le conté a mi abuela aquel sueño enigmático que tuve.
- Es posible que sea un mensaje. – me dijo.
- No lo sé, tal vez tangas razón… Nunca había soñado algo semejante.
- Te lo digo, es muy probable que dentro de poco tengas alguna experiencia fuera de lo común. – me dijo muy segura de sus palabras, casi como si supiera algo que yo no.
Me despedí de ella y le di las gracias por el desayuno. Caminé al colegio con entusiasmo, volvería a ver a mis amigos de siempre que se fueron de viaje en las vacaciones.
Pensé en lo que dijo mi abuela: “Es posible que sea un mensaje”, “… es probable que dentro de poco tengas alguna experiencia fuera de lo común”… ¿Sabrá ella algo del sueño que no me haya dicho? No le di mayor importancia y llegue tranquila al cole. Entre al salón de clases y Laura, mi mejor amiga, no se percato de mi presencia. Aproveché el momento para sorprenderla. Me acerqué a ella y la agarré por la cintura sin aviso, ¡ella gritó del susto!
- ¡_____! ¡Cuánto tiempo sin verte! – exclamó con gran alegría.
- ¡Sí, es cierto! Cuanto te extrañé estas vacaciones. – dije abrazándola.
- Yo igual. Y más porque al lugar donde nos llevó mi papá está totalmente incomunicado – dijo con cierto tono de fastidio pero en broma.
- Jaja. Bueno, ya estamos juntas – dije sonriendo – juntas en el viejo salón, con los viejos compañeros de clase
– agregué mirando a lo demás y con un cierto aire de melancolía en mi voz.
Empezó la clase y todos nos sentamos. La profesora se puso de pié y anunció:
- Muy bien jóvenes, soy la profesora Hereida Martínez, ya todos ustedes se deben conocer del año pasado, a excepción de un joven. Pasa y preséntate por favor – dijo dirigiéndose a la puerta que estaba abierta.
Apareció un chico de 1,70 de alto, delgado, de tez blanca y cabellos rubios, sus ojos tenían un color miel intenso, su mirada era frívola pero aún así so rostro permanecía serio. La atmósfera se sintió pesada en cuanto entró.
- Buenos días, – dijo al fin el misterioso chico mientras todos le observaban en silencio absoluto – me llamo Aarón Meléndez y soy su nuevo compañero de clases – agregó serio mirando fijo a un punto cualquiera del salón.
Empezó a recorrer el lugar con la vista deteniéndose en mis ojos. Su mirada ya no era frívola, era fuerte, dominante, amenazante… Era tan fuerte su mirada que no le podía apartar la vista. Se me hacia conocido pero, ¿dónde lo habría visto? No apartó sus ojos de los míos hasta que la profesora se acercó a él y dijo:
- Bueno Aarón, – hizo pausa ya que este la miró directo a los ojos – ya puedes sentarte – dijo pausadamente mientras se alejaba de él. En su voz se percibía algo extraño… ¿miedo?
Aarón fue a sentarse al fondo del salón. Todos permanecíamos en silencio y mirándonos las caras. Volteé instintivamente, era él, me estaba mirando fijamente. Como pude regresé la vista al frente, intentando olvidarme de él. Durante toda la clase me estuvo mirando. Ya no me sentía incomoda… sino intrigada, a pesar de que su mirada seguía igual de pesada
Llegó la hora de almuerzo y todos salimos tranquilos, algo que en mi salón era casi imposible. Ya en el comedor me senté con Laura y Andrés, un amigo que no había tenido oportunidad de saludar.
- Hola Andrés – le dije a mi moreno amigo aparentando normalidad.
- Hola _____, ¿qué te pareció el chico nuevo? Ese tal Aarón… – aparentemente ese iba a ser el tema por un tiempo.
- Estoy bien, gracias ¿Y tú? – dije fingiendo molestia.
- Jajaja disculpa _____, es que en serio me inquietó.
- A todos – Agregó Laura.
- Es cierto, y no fue a ti que se te quedó mirando durante toda la clase – dije, algo pensativa.
- Por cierto _____, ¿por qué crees que se te habrá quedado viendo a ti? – me preguntó Laura.
- Sinceramente no lo sé, siento que algo va a pasar entre él y yo.
- Oye, sé que es lindo y misterioso pero creo que no te deberías ilusionar con alguien así – dijo Laura casi reclamándolo.
- No, no es eso. Es otra cosa, algo diferente a lo que estamos acostumbrados…
- ¡Ya te estás imaginando cosas, _____! – Dijo Andrés con tono de burla.
No le hice caso a Andrés y mi mirada se perdió en el comedor. De pronto vi a Aarón, mirándome otra vez. La única reacción que tuve fue mirarlo casi preguntándole quien era en realidad. Laura y Andrés se dieron cuenta de mi extraña mirada y siguieron mi vista.
- Es él – dijo Laura
- ¿Por qué te está viendo tan directamente? – preguntó Andrés.
Yo no contesté, estaba muy concentrada en él.
- ¿_____ estás bien? – preguntó preocupada Laura y Andrés volteó a mirarme también.
- Quiere que se vayan, ambos. – dije ignorando la pregunta.
- ¿Qué? – preguntó Andrés desconcertado.
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó Laura.
- Simplemente lo sé. – Contesté secamente – quiere estar a solas conmigo.
- ¡A no! ¡Eso sí que no! Si quiere hablar contigo lo hará conmigo presente. – dijo Andrés con tono protector.
- Estaré bien. Sé cuidarme sola.
- Pero, _____...
- Estaré bien Andrés – dije cortante y mirándolo a los ojos, apartando por primera vez la mirada de los ojos de Aarón.
Andrés me miró como si mirara a un desconocido, solo asintió y empezó a alejarse. Laura lo hizo también, no sin antes decirme que me cuidara. Ya estando sola, Aarón se para y sale del comedor. Lo sigo, por alguna razón percibo lo que me quiere decir. Lo seguí a cierta distancia hasta el patio, a un lugar apartado de los demás. Me acerqué a él.
- ¿Quién eres? – pregunté con algo de desesperación.
- Eres _____ López, ¿cierto? – quedé desconcertada, se suponía que no sabía mi nombre. Disimule.
- ¿Quién eres? – repetí mi pregunta.
- Lo dije en el salón, soy Aarón Meléndez.
- No me refiero a eso, ¿qué haces aquí y cómo sabes mi nombre?
- Veo que aún no te dicen nada. – contestó serio.
- ¿Decirme qué? ¿Quién?
- No soy el indicado para decírtelo. Por ahora basta con que sepas que no eres como los demás.
- ¿A qué te refieres?
- Comprendo que estés confundida y desesperada. – ¿cómo lo supo? Si estoy completamente seria – En fin, sé que me buscarás cuando te lo digan. – dijo alejándose de mí.
- ¡Espera! – grité con intención de detenerlo. Él solo se giró y me miró. Yo solo callé. Quería seguirlo, detenerlo… pero por alguna razón no lo hice. No entiendo, no soy así.
Entramos de vuelta a clase. La conversación con Aarón me tenía distraída. Laura intentó hablarme pero no le presté mayor atención y Andrés se alejó, no me habló el resto del día. Justin ya no me miraba, esta vez era yo la que lo miraba. Al terminar la clase me despedí indiferente y camine a mi casa hundida en mis pensamientos. Llegué a mi casa, respiré profundo antes de entrar. Conseguí a mi abuela en la sala, viendo televisión.
- Hola abuela, ya llegué – dije en el tono más alegre posible.
- ¡Hola _____! ¿Cómo te fue en tu primer día de clases? – me preguntó con una gran sonrisa.
- Bien abuela, entró un chico nuevo a mi salón. – dije sin darle mucha importancia.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo es, cómo se llama? – mi abuela parecía muy entusiasmada con la noticia.
- Bueno, es un chico de piel clara, rubio y de ojos color miel – le contesté como si describiera a cualquier chico. Mi abuela se enserió un poco.
- ¿Cómo se llama? – preguntó algo seca. Me preocupé un poco.
- Se llama Aarón Meléndez. – vi como el rostro de mi abuela se enseriaba por completo. Trató de disimular y con una sonrisa forzada me pregunto:
- ¿Y hablaste con él? – iba a decir que sí pero entonces sentí que debía decir que no. Lo hice. Mi abuela no estaba tan convencida de eso. En eso llegó mi hermano del instituto.
- ¡Hola hermanita! ¿Cómo te fue en el cole? – dijo muy alegre despeinándome un poco.
- ¡No me despeines! – exclamé entre risas fingiendo enojo.
- Hola abue, ¿cómo estás? – dijo Luis dándole un beso en la mejilla.
- Hola Luis – contestó ella algo seria. Luis captó de inmediato qué pasaba ya que también se enserio, algo que yo no entendía estaba pasando.
- La cena estará lista en 15 minutos. – dijo mi abuela cambiando de tema.
- Sube a tu habitación – me dijo Luis como una orden. Mi abuela iba rumbo a la cocina.
- ¿Qué pasa? – pregunté sabiendo que él nunca me trataba así.
- Solo ve. – insistió.
Asentí con la cabeza y obedecí. No entendía que pasaba, pero presentía que pronto lo sabría. Bajé a cenar y cenamos todos en silencio; sin mirarnos las caras. Me pareció muy extraño, siempre hablábamos y compartíamos las cosas del día. Me fui a acostar temprano, pero no lograba consolidar el sueño… pensaba si esto tendría algo que ver con mi sueño de la noche anterior. Pensé en lo que me dijo mi abuela esa mañana. Recordé al chico del sueño… ¿sería Aarón?
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Autor: CarithaDeBieber (o mi nombre real: Carla)
Adaptación: No
Genero: Misterio
Advertencias: Ninguna
Otras Páginas: No
Hola chicas!!! :D ... Esta es la primera novela que hago y me gustaría que me dijeran que les parece :lol:
No tiene sinopsis... se me ocurrió hacerla asi :P ..... porfa comenten!!! espero que les agrade y pueden agregarme como amiga
chaoooo!! :) Un Mundo Oculto
(Inspirada en un Sueño Real)
Capítulo #1:
Estaba sola, en un lugar más bien tenebroso. Estaba al lado de una carretera desolada, el ambiente era de sereno, nublado; miré paralelo a la carretera, los árboles verdes a cada lado del asfalto hacían una especie de túnel que filtraba la luz, el túnel se perdía con el camino. Miré hacia atrás, no pude ver mucho ya que a pocos metros había un cruce; por el lado izquierdo seguían los inmensos arboles que cruzaban con la carretera y al lado derecho un muro de ladrillos rojos no más de 2 metros de alto. Me giré a mirar a mi lado derecho, a un lado de la carretera, quedando el muro a mi lado izquierdo y cruzando a lo que sería mi frente… Justo en frente de mí había un espacio de tierra con poca grama, con alrededor de 10 metros de ancho y 5 de profundidad, entre los árboles (a la derecha) y el muro (a la izquierda). Al fondo había más árboles altos que atenuaban la iluminación, con un camino de tierra a cada lado, ambos con “túneles” de árboles. El de la derecha era obscuro, al contrario del otro que era más bien iluminado. Estaba todo en silencio; no se escuchaba absolutamente nada. No sabía dónde estaba, cómo había llegado ahí ni qué hacía en ese lugar; sólo sabía que debía estar allí. Empecé a caminar hacia el camino iluminado, raramente me sentía segura en ese lugar a pesar de tal escenario. Mientras me acercaba no pensaba en nada. Entre al “túnel” de árboles el cual se extendía unos 5 metros rectos hasta llegar a un túnel de concreto de no más de 1,5 metro de ancho y 2 de alto. Llegué a la entrada del túnel con mucho cautelo, me di vuelta mirando por donde acababa de pasar y vi la silueta de un chico en la entrada misma del camino de tierra. Quise detallarlo pero la falta de luz en donde se encontraba me lo impidió. Estaba por preguntarle quién era pero se giró a un lado para desaparecer tras la vegetación. Tuve la intención de seguirlo pero entonces sonó el despertador; ya era hora de ir a clases.
Me llamo _____ (TN) López, tengo 15 años y vivo con mi única abuela, Beatriz, y mi hermano mayor de 20 años, Luis. Nuestros padres habían fallecido en un accidente de tránsito cuando tenía apenas 4 años. A mí no me afectó tanto ya que era muy pequeña, pero a mi hermano sí ya que tenía 9 años cuando sucedió. Iba a empezar el último año de preparatoria ya que me habían adelantado el quinto año de primaria. Pronto cumpliría los 16, para mí no era gran cosa, pero ese día iba a cambiar mi vida…
Me alisté para mi primer día de clases. Bajé y mi abuela me esperaba con mi desayuno. Luis se había ido ya al instituto. Le conté a mi abuela aquel sueño enigmático que tuve.
- Es posible que sea un mensaje. – me dijo.
- No lo sé, tal vez tangas razón… Nunca había soñado algo semejante.
- Te lo digo, es muy probable que dentro de poco tengas alguna experiencia fuera de lo común. – me dijo muy segura de sus palabras, casi como si supiera algo que yo no.
Me despedí de ella y le di las gracias por el desayuno. Caminé al colegio con entusiasmo, volvería a ver a mis amigos de siempre que se fueron de viaje en las vacaciones.
Pensé en lo que dijo mi abuela: “Es posible que sea un mensaje”, “… es probable que dentro de poco tengas alguna experiencia fuera de lo común”… ¿Sabrá ella algo del sueño que no me haya dicho? No le di mayor importancia y llegue tranquila al cole. Entre al salón de clases y Laura, mi mejor amiga, no se percato de mi presencia. Aproveché el momento para sorprenderla. Me acerqué a ella y la agarré por la cintura sin aviso, ¡ella gritó del susto!
- ¡_____! ¡Cuánto tiempo sin verte! – exclamó con gran alegría.
- ¡Sí, es cierto! Cuanto te extrañé estas vacaciones. – dije abrazándola.
- Yo igual. Y más porque al lugar donde nos llevó mi papá está totalmente incomunicado – dijo con cierto tono de fastidio pero en broma.
- Jaja. Bueno, ya estamos juntas – dije sonriendo – juntas en el viejo salón, con los viejos compañeros de clase
– agregué mirando a lo demás y con un cierto aire de melancolía en mi voz.
Empezó la clase y todos nos sentamos. La profesora se puso de pié y anunció:
- Muy bien jóvenes, soy la profesora Hereida Martínez, ya todos ustedes se deben conocer del año pasado, a excepción de un joven. Pasa y preséntate por favor – dijo dirigiéndose a la puerta que estaba abierta.
Apareció un chico de 1,70 de alto, delgado, de tez blanca y cabellos rubios, sus ojos tenían un color miel intenso, su mirada era frívola pero aún así so rostro permanecía serio. La atmósfera se sintió pesada en cuanto entró.
- Buenos días, – dijo al fin el misterioso chico mientras todos le observaban en silencio absoluto – me llamo Aarón Meléndez y soy su nuevo compañero de clases – agregó serio mirando fijo a un punto cualquiera del salón.
Empezó a recorrer el lugar con la vista deteniéndose en mis ojos. Su mirada ya no era frívola, era fuerte, dominante, amenazante… Era tan fuerte su mirada que no le podía apartar la vista. Se me hacia conocido pero, ¿dónde lo habría visto? No apartó sus ojos de los míos hasta que la profesora se acercó a él y dijo:
- Bueno Aarón, – hizo pausa ya que este la miró directo a los ojos – ya puedes sentarte – dijo pausadamente mientras se alejaba de él. En su voz se percibía algo extraño… ¿miedo?
Aarón fue a sentarse al fondo del salón. Todos permanecíamos en silencio y mirándonos las caras. Volteé instintivamente, era él, me estaba mirando fijamente. Como pude regresé la vista al frente, intentando olvidarme de él. Durante toda la clase me estuvo mirando. Ya no me sentía incomoda… sino intrigada, a pesar de que su mirada seguía igual de pesada
Llegó la hora de almuerzo y todos salimos tranquilos, algo que en mi salón era casi imposible. Ya en el comedor me senté con Laura y Andrés, un amigo que no había tenido oportunidad de saludar.
- Hola Andrés – le dije a mi moreno amigo aparentando normalidad.
- Hola _____, ¿qué te pareció el chico nuevo? Ese tal Aarón… – aparentemente ese iba a ser el tema por un tiempo.
- Estoy bien, gracias ¿Y tú? – dije fingiendo molestia.
- Jajaja disculpa _____, es que en serio me inquietó.
- A todos – Agregó Laura.
- Es cierto, y no fue a ti que se te quedó mirando durante toda la clase – dije, algo pensativa.
- Por cierto _____, ¿por qué crees que se te habrá quedado viendo a ti? – me preguntó Laura.
- Sinceramente no lo sé, siento que algo va a pasar entre él y yo.
- Oye, sé que es lindo y misterioso pero creo que no te deberías ilusionar con alguien así – dijo Laura casi reclamándolo.
- No, no es eso. Es otra cosa, algo diferente a lo que estamos acostumbrados…
- ¡Ya te estás imaginando cosas, _____! – Dijo Andrés con tono de burla.
No le hice caso a Andrés y mi mirada se perdió en el comedor. De pronto vi a Aarón, mirándome otra vez. La única reacción que tuve fue mirarlo casi preguntándole quien era en realidad. Laura y Andrés se dieron cuenta de mi extraña mirada y siguieron mi vista.
- Es él – dijo Laura
- ¿Por qué te está viendo tan directamente? – preguntó Andrés.
Yo no contesté, estaba muy concentrada en él.
- ¿_____ estás bien? – preguntó preocupada Laura y Andrés volteó a mirarme también.
- Quiere que se vayan, ambos. – dije ignorando la pregunta.
- ¿Qué? – preguntó Andrés desconcertado.
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó Laura.
- Simplemente lo sé. – Contesté secamente – quiere estar a solas conmigo.
- ¡A no! ¡Eso sí que no! Si quiere hablar contigo lo hará conmigo presente. – dijo Andrés con tono protector.
- Estaré bien. Sé cuidarme sola.
- Pero, _____...
- Estaré bien Andrés – dije cortante y mirándolo a los ojos, apartando por primera vez la mirada de los ojos de Aarón.
Andrés me miró como si mirara a un desconocido, solo asintió y empezó a alejarse. Laura lo hizo también, no sin antes decirme que me cuidara. Ya estando sola, Aarón se para y sale del comedor. Lo sigo, por alguna razón percibo lo que me quiere decir. Lo seguí a cierta distancia hasta el patio, a un lugar apartado de los demás. Me acerqué a él.
- ¿Quién eres? – pregunté con algo de desesperación.
- Eres _____ López, ¿cierto? – quedé desconcertada, se suponía que no sabía mi nombre. Disimule.
- ¿Quién eres? – repetí mi pregunta.
- Lo dije en el salón, soy Aarón Meléndez.
- No me refiero a eso, ¿qué haces aquí y cómo sabes mi nombre?
- Veo que aún no te dicen nada. – contestó serio.
- ¿Decirme qué? ¿Quién?
- No soy el indicado para decírtelo. Por ahora basta con que sepas que no eres como los demás.
- ¿A qué te refieres?
- Comprendo que estés confundida y desesperada. – ¿cómo lo supo? Si estoy completamente seria – En fin, sé que me buscarás cuando te lo digan. – dijo alejándose de mí.
- ¡Espera! – grité con intención de detenerlo. Él solo se giró y me miró. Yo solo callé. Quería seguirlo, detenerlo… pero por alguna razón no lo hice. No entiendo, no soy así.
Entramos de vuelta a clase. La conversación con Aarón me tenía distraída. Laura intentó hablarme pero no le presté mayor atención y Andrés se alejó, no me habló el resto del día. Justin ya no me miraba, esta vez era yo la que lo miraba. Al terminar la clase me despedí indiferente y camine a mi casa hundida en mis pensamientos. Llegué a mi casa, respiré profundo antes de entrar. Conseguí a mi abuela en la sala, viendo televisión.
- Hola abuela, ya llegué – dije en el tono más alegre posible.
- ¡Hola _____! ¿Cómo te fue en tu primer día de clases? – me preguntó con una gran sonrisa.
- Bien abuela, entró un chico nuevo a mi salón. – dije sin darle mucha importancia.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo es, cómo se llama? – mi abuela parecía muy entusiasmada con la noticia.
- Bueno, es un chico de piel clara, rubio y de ojos color miel – le contesté como si describiera a cualquier chico. Mi abuela se enserió un poco.
- ¿Cómo se llama? – preguntó algo seca. Me preocupé un poco.
- Se llama Aarón Meléndez. – vi como el rostro de mi abuela se enseriaba por completo. Trató de disimular y con una sonrisa forzada me pregunto:
- ¿Y hablaste con él? – iba a decir que sí pero entonces sentí que debía decir que no. Lo hice. Mi abuela no estaba tan convencida de eso. En eso llegó mi hermano del instituto.
- ¡Hola hermanita! ¿Cómo te fue en el cole? – dijo muy alegre despeinándome un poco.
- ¡No me despeines! – exclamé entre risas fingiendo enojo.
- Hola abue, ¿cómo estás? – dijo Luis dándole un beso en la mejilla.
- Hola Luis – contestó ella algo seria. Luis captó de inmediato qué pasaba ya que también se enserio, algo que yo no entendía estaba pasando.
- La cena estará lista en 15 minutos. – dijo mi abuela cambiando de tema.
- Sube a tu habitación – me dijo Luis como una orden. Mi abuela iba rumbo a la cocina.
- ¿Qué pasa? – pregunté sabiendo que él nunca me trataba así.
- Solo ve. – insistió.
Asentí con la cabeza y obedecí. No entendía que pasaba, pero presentía que pronto lo sabría. Bajé a cenar y cenamos todos en silencio; sin mirarnos las caras. Me pareció muy extraño, siempre hablábamos y compartíamos las cosas del día. Me fui a acostar temprano, pero no lograba consolidar el sueño… pensaba si esto tendría algo que ver con mi sueño de la noche anterior. Pensé en lo que me dijo mi abuela esa mañana. Recordé al chico del sueño… ¿sería Aarón?
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Última edición por CarlithaDeBieber el Vie 07 Sep 2012, 9:02 pm, editado 2 veces
CarlithaDeBieber
Re: Un Mundo Oculto
por CarlithaDeBieber Miér 05 Sep 2012, 9:55 pm
lo haré :D ... Gracias por leerla :D
mi primera lectora!!
mi primera lectora!!
CarlithaDeBieber
Re: Un Mundo Oculto
por ap Sáb 25 Mayo 2013, 2:29 pm
Síguela plis! Esta genial!! Quizás no tengas lectores por que esta en sección de miedo y la gente no se mete mucho... Por favor, síguela! :( te lo ruego
ap
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