"ROSE GARDEN" (Nick y Tu) 2° Temporada TERMINADA!!!

MARATÓN 6/8







CAPITULO 27

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CAPITULO 28

—Está bien _______, mi sobrino, o sobrina es muy fuerte—

— Ángel, ¿ya no está en peligro verdad?— estaba completamente asustada por lo que le pasara a mi pequeño, que aunque aun que era diminuto ya lo amaba más que a mi vida.

— Pues…— tocaron la puerta y un segundo después se abrió, dejando ver un cuerpo robusto enfundado en una bata blanca y larga, el doctor sonrió amablemente lo que suavizo su expresión dura.

—Como amaneció la paciente— eso quería decir, que había pasado un buen tiempo dormida, o desmayada.

—creo que bien— dije removiéndome en la cama.

—No te muevas mucho— dijo con amabilidad. —soy el doctor Matt Nicholson— >>qué lindo apellido ¿verdad?<< —te ves mucho mejor¬— dijo revisando la carpeta que sostenía en las manos.

— ¿Mi bebé está bien verdad?— pregunte.

—Lo está, pero tienes que cuidarte, ¿de acuerdo?— asentí

—Gracias dios— dije llena de alivio.

—doctor que fue lo que paso exactamente, ayer nadie me explico bien, y…bueno me preocupa mi hermana y mi sobrino— dijo Ángel al tiempo que se enderezaba en el sillón donde estaba.

—estuve a puto de perderlo y, no quiero que pase de nuevo— dije

—Trataremos de que eso no vuelva a suceder, veras, te realizamos unos análisis, y bueno con la información que nos dio el joven Collingwood, te puedo decir que lo que paso aquí fue una complicación a un problema que ya traías, sumado a una pequeña amenaza de aborto, y digo pequeña, porque fue detectada a tiempo— mi expresión de no comprender bien fue recibida por una cálida sonrisa. —todo está bien, pero, ese problemita de la anemia hay que tratarlo con delicadeza, tienes que cuidarte muy bien, recuerda que ahora no solo tienes que cuidar tu salud, sino la de tu bebé — dijo sentándose al pie de la cama con delicadeza. —el sangrado que tuviste se considera un tanto normal, se presenta en aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas en los tres primeros meses, está claro que te asustaste— dijo y me tranquilice un poco al recordar que mi periodo había llegado el mes anterior y en ese entonces yo no sabía que estaba embarazada, aun así me asuste ahora.

—Pero…sentí un dolor y luego desapareció, pero regreso de nuevo—

—si, eso se debió a la pequeña amenaza de aborto, ya te revisamos bien, y todo está en orden, ahora tienes que mantenerte en reposo absoluto por dos semanas, el menor movimiento posible favorece a que no se vuelva a presentar otra amenaza de aborto, por ahora te pusimos una transfusión sanguínea para mejorar tu bajo nivel de hemoglobina en la sangre, eso recompensa a tu organismo y ayuda al bebé—

— ¿Qué tiempo la tendrán aquí?— pregunto Ángel.

— a juzgar por su estado, la mantendré todo el día de hoy para tenerla en observación veinticuatro horas, y mañana temprano después de realizar otras pruebas de rutina, veremos si se puede ir a casa, si todo sigue como hasta ahora, solo le daré un par de medicamentos que ayudaran a que se recupere, y una buena dieta para que ese bebé este aun más sano— me regalo una sonrisa y se levanto de la cama.

— ¿eso quiere decir que mi bebé está bien?—

—si, claro que lo está, te hicimos una ecografía y bueno aun es muy pequeño pero está bien, no hay ningún desgarre, lo que nos indica que intervenimos en el momento adecuado, te diré que ese bebé se esconde muy bien aun, tarde como veinte minutos en encontrar su corazón y descartar cualquier daño, así que tu bebé está sano y es muy travieso desde ahora— sonreí y Ángel se paró a mi lado y tomo mi mano. —bien, me retiro, pediré que le traigan alimento ya que despertó, paso más tarde ¿de acuerdo?— dicho eso se retiro dejándonos a mi hermano y a mi solos.

—Bien, estoy tranquilo por una parte—

— ¿Por una?— no entendía.

— _________ estas consciente de que…mira— soltó un suspiro —descansa y más tarde hablamos ¿sí?—

—De acuerdo— sabía muy bien a qué se refería pero no me sentía muy bien como para hablar del tema, decidí dormir, total que me sentía muy cansada y débil. No sé cuánto tiempo estuve dormida, pero en todo el tiempo, lo único que aparecía en mis sueños era él…Nicholas. Desperté, pero no abrí los ojos, me sentía cansada, y ver mi realidad, me hacía sentir peor.

— ¿Ha despertado?— escuche decir la voz del doctor, supuse que estaba ya dentro de la habitación, y un segundo después, la puerta se cerró.

—No, ha estado dormida—

—Bien le hace muy bien el descanso, ya tiene un buen semblante, eso es bueno, y si no ha tenido molestias de ningún tipo, quiere decir que la evolución es favorable, y se podrán ir mañana, porque no vas a comer algo, y a darte un baño, se te ve cansado— dijo el doctor amablemente.

—no, la verdad es que no quiero alejarme de ella ni un segundo—

—está bien, como gustes…es una chica muy dulce cierto—

—si, se le nota ¿verdad?—

—así es, sabes, tiene la edad de mi hija, me recuerda a ella, en fin— dijo con un suspiro sonoro.

—Quiero…bueno, me… ¿me podría decir a que se debió la amenaza de aborto?— pregunto con cierto recelo mi hermano.

—Bueno, es que un aborto se puede deber a causas naturales, el estado de tu hermana no es favorable en estos momentos, así que eso pudo provocarlo, aunque también influyen otras cosas, y la principal es los problemas emocionales de la madre—

—Entiendo— contesto con voz poco audible

—no me quiero meter en lo que no me incumbe, pero, mi deber como médico, es ver por el bienestar de mis pacientes, dime, ¿tiene problemas con tus padres por el embarazo, o es el padre del bebé el que causa problemas?—

—bueno, su estado emocional, no es muy estable en estos momentos, nuestros padres ya no viven, se entero hace un par de meses que yo era su hermano, eso la altero mucho, y bueno también tuvo problemas con…con el imbécil de su novio…perdón— se disculpo por sus palabras.

—no hay problema—

—y bueno muchas cosas, ella creía que mi padre no la quería, en fin, son muchas cosas, y la gota que colmo el vaso, fue que, me la lleve un tiempo para que se calmara y pensara las cosas bien, y después se entero del embarazo, regreso a casa y estaba feliz y bueno, en fin, estaba ilusionada en contarle a su novio la noticia, cuando lo vio con otra chica y para colmo lo escucha decir que no la quiere y…usted sabe, cosas del corazón, y creo que tantas emociones en tan poco tiempo, ya no fueron buenas—

—comprendo bien, sabes…te daré un consejo, trata de que se recupere, si sigue así pensando en cosas negativas, solo le traerá problemas y complicaciones con el bebé, y no creo que quiera eso—

—no, por supuesto que no— y claro que no lo quería, a pesar de que Nick no corresponda mi amor, no quiere decir que dejare ir la vida de un ser inocente, que no tiene por que sufrir por los errores de sus padres, este bebé es lo único que queda de este amor, y nunca dejare que nadie, incluido el mismo Nicholas se acerque y lo lastime, eso jamás, sobre mí, tocara a mi hijo, sobre mí, por este pequeñito cambiare, seré más fuerte, por él seré lo que no soy, y por él daré la vida si es necesario.

MARATÓN 8/8







CAPITULO 29

Ya estaba cerca de la onceaba semana, bueno más bien a una semanas de que mi bebé cumpliera tres meses de vida, después de semana y media de no mover casi ningún musculo, regresamos a los Ángeles, las cosas marchaban bien, no sabía nada de Sofía ni del tío Bruce y eso me tenía agobiada.

—Has pensado ya lo que hablamos la semana anterior— dijo Ángel desde su sofá, mientras cambiaba de canal a la televisión con el control remoto.

—sí, creo que ya pensé bien las cosas— ángel me había propuesto un sinfín de lugares donde ir, varias ciudades que una vez hubiese querido visitar, me dijo que papá tenía propiedades en esas ciudades, que no habría problema en donde quedarnos, puesto que yo no quería que pagara un hotel de por vida, como lo había hecho estas últimas semanas, pero ya había pensado bien a donde quería comenzar de nuevo.

—Y bien, dime— se volvió hacia mí y apago el televisor.

—te parecería bien…bueno, es que no…—

—Solo dime a donde, no tengo ningún inconveniente en ir a donde quieras— soltó un suspiro pesado.

—quiero…quiero ir a donde vivió papá, no tengo ningún recuerdo de él, nada y al menos me gustaría vivir donde él una vez quiso que viviéramos juntos— dije finalmente. No lo había mirado mientras hablaba, y ahora que me disponía a ver su rostro, sus ojos estaban completamente iluminados, y la sonrisa que me brindaba, me dio a entender que la idea le encantaba—

—De verdad— dijo con inconfundible emoción en su voz.

—Sip—

—no sabes lo feliz que me hace eso— se levanto de un salto y me abrazo, sabía que la vida no me podía regresar a mi padre, pero tenía algo que aunque no lo remplazaba, me brindaba su cariño, mi hermano. Recordé en ese instante las veces que había deseado tener un hermano mayor, sin saber que la vida ya me había dado uno, un hermano mayor que para mí era, es, y siempre será el mejor del mundo.

— ¿de verdad crees que es una buena idea?—

—Claro linda— dijo separándome un poco de sí —te aseguro que a papá le encanta la idea— me abrase de nuevo a él, y las lagrimas ya estaban de nuevo en mis ojos. —no llores, no me gusta verte llorar—

—pero no lo puedo evitar—

—creo que tienes razón, pero me imagino que mi sobrino te tiene más susceptible que antes— y tenía demasiada razón, claro soy sentimental, pero últimamente, lloro hasta sin darme cuenta.

　

— ¿Ya lista?— pregunto, mientras se ponía la chaqueta.

— Eso creo— dije, mientras me ponía yo mi chaqueta, eran cerca de las ocho de la noche, nuestro vuelo salía a las diez treinta, pero hay que estar con tiempo, así que tome mi pequeña mochila, y Ángel tomo su maleta y la mía, para así bajar y salir con rumbo a mi nueva vida.

Llegamos al aeropuerto, Ángel se encargaba de todo, del equipaje, del papeleo de todo, nos condujeron del área de espera a través de un pasillo a otro, y luego atravesamos una puerta negra, donde estaba una pequeña sala, no había mucha gente ahí, los asientos eran más cómodos, y me di cuenta de que seguramente, estaba en el área privada.

—Siéntate— me dijo.

—Voy a dejar arreglar un pequeño inconveniente con las visas y los pasaportes—

—Desde cuando tengo visa—

—desde hace unas cuantas semanas, creo que olvide decirte ese detalle— beso mi frente y atravesó de nuevo la puerta por la que entramos.

Recargue mi cabeza en el asiento y cerré mis ojos, aun tenía mareos matinales y nocturnos, y peor aún, sumándole los nervios de volar por primera vez.

—vaya que tienes nauseas— Abrí mis ojos de golpe al escuchar su voz.

—Sofía— la mire y me levante de un golpe, lo cual logro desestabilizarme, pero afortunadamente los brazos de mi hermano me atraparon.

— ¿Estás bien?— pregunto mi hermano.

—Eso creo— dije, me ayudo a sentarme, y Sofía se sentó a un lado, mientras por el otro tío Bruce se sentaba también a mi lado.

— ¿pensabas irte sin despedirme de mí? Te tengo una mala noticia, eso no es posible— me brazo fuertemente, y yo a ella, y después al señor que me vio como de su familia por tanto tiempo.

Estuvieron conmigo ahí, hasta el momento de abordar el avión.

—Cuídate mucho pequeña mía— dijo el tío Bruce al tiempo que una lagrima resbalaba por su mejilla, y las mías ya eran cascadas. —Ángel, te paso a ti la promesa que una vez le hice a su madre de cuidarla, ahora eres tú, quien debe prometerme, quela cuidaras mucho—

—lo hare, no se preocupe, yo veré por ella siempre—

—y ahora también, cuidaras de otro pequeño, cuídalos, Ángel, cuídalos mucho—

—lo hare, no lo dude, son mi familia, y también se lo debo a mi padre— ambos tenían sonrisa melancólica, y me contagiaban su tristeza, o lo que fuera que transmitían.

—Cuida bien a mi amiga, me oíste grandote— dijo Sofía con los brazos cruzados y sus grandes ojos verdes clavados en mi hermano, quien solo respondió con una sonrisa, y extendió los brazos para abrazar a Sofí.

— ya he dicho que si— dijo abrazando a mi amiga.

—Cuídate pequeña, estaremos en contacto, tu hermano lo ha prometido—

—Y yo también lo prometo— lo abrase tan fuertemente como pude, mientras lloraba en sus brazos una vez más, como tantas veces lo había hecho desde que mi madre se fue.

Después llego el turno de la única amiga que había tenido en mi hogar, la única chica que se atrevió a ser amiga de una chica tan rara como yo.

—Sofía…—

—…te extrañare amiga— término por mí la frase que pensé.

— Yo también— la abrace, esperando que nuestra amistad durase, a pesar de la distancia.

—es…momento de irnos— aviso Ángel, y después de otro fuerte abrazo a esas dos personas que extrañaría demasiado, era tiempo de partir.

—dile a…a Kevin, y a Joe que…los extrañare demasiado, y también a Frankie, dile que perdón por romper la promesa que le hice un día de jugar con él todos los jueves por siempre— ese pequeño era simplemente adorable.

—_______, Nick…—

—lo sé, ya lo hablamos Ángel y yo, pero por ahora, no quiero que él sepa nada, ni nadie más, por favor— le pedí a Sofía y ella acepto silenciosamente con una sonrisa y un asentimiento.

Un par de minutos después ya estaba en una pequeña fila que era el inicio a algo nuevo.

—Toma— me entrego Ángel aquel pequeño libro grisáceo cuya portada decía en le tras mayúsculas "PASAPORTE" lo tome en mis manos, y por curiosidad lo abrí.

Tenía una peque fotografía mía, que de seguro le dio el tío Bruce, y abajo mi nombre

—__________ Collingwood Becket— leí en voz alta.

—si es una nueva vida, yo creo que ya es hora de que lleves lo que por derecho te corresponde, el apellido de papá, y claro el de tu madre, pero ahora, que las cosas familiares están en orden, ya eres oficialmente una Collingwood— le sonreí

—Tienes razón…solo una cosa, que pasa con todos mis papeles—

—no te preocupes, todo está en orden ya, ahora sí, empezaras bien todo lo nuevo que te espera— y claro que tenía razón, me esperaban muchas cosas nuevas, con mi hermano y con mi bebé.