Stay there. I'm coming to get you.

Otra vez sucedió. No quería admitirlo, no quería afrontar la verdad. Una joven de cabellos castaños se encontraba acostada en el suelo, a su alrededor un ecosistema de devastación y furia. Suelo donde antes una variedad verde se extendía ahora se encontraba destruido, infértil y calcinado. Aun había rastro de pequeñas ramas en lo que solían ser ramas y troncos de la arboleda.

Odiaba con todo su ser al otro sujeto. Su otra personalidad. Su otra mitad. De quien, ella aseguraba, nunca se libraría. Su perdición.

Ella no pertenecería nunca al grupo de los futuros héroes del universo, de hecho, ni de una ciudad. ¿Quién quisiera en su equipo a una heroína con problemas en controlar su poder? Más bien, que su poder la controlaba a ella, cambiándola completamente.

Tomo aire y abrió los ojos. Jadeaba conteniendo el nudo que se avecinaba en su garganta, sus ojos se nublaron con las lágrimas. Todo era tan doloroso. Se rehusaba a levantarse y ver ante ella la destrucción que provocó ella misma. No quería ver el tipo de monstruo en el que se había convertido.

Se sentía con el cuento del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde. Sólo que ella podía seguir personificando a Jekyll hasta el momento de usar sus poderes, Hyde espera pacientemente que Jekyll dé un movimiento en falso para apoderarse del ser del frágil e inseguro que es el doctor.

Una oleada de viento fresco la paso por encima, levanto un poco de tierra seca a su paso, sumado al dolor de espalda que empezaba a sentir, decidió sentarse. Su cuerpo se sentía adolorido. Su ropa estaba sucia. 
Miro a su alrededor. La escena ante sus ojos no era más que destrucción. Como si una guerra se hubiera batido en el lugar. Era un círculo de devastación, como si una bomba hubiera explotado y arrasado metros a la redonda. El nudo volvió. Y por fin lagrima brotaron de sus ojos humedeciendo todo su rostro. Gritó de desesperación. Definitivamente ella era un monstruo.

¿Desde cuando todo empezó a salir mal? ¿Que había de malo en ella? Tal vez la solución más obvia era desaparecer de una vez por todas, nadie lamentara su partida, muy en el fondo sabrán que la fue lo mejor. A su madre no le importada, su padre ya no existía y no tenía amigos, a excepción de él. Andrew, ¿qué hubiera sido su vida sin él? Era como él sol y sin la presencia del castaño, tal vez me Josephine se convertiría en una criatura gris y sin gracia.

De repente un flashback invadió sus pensamientos, era una charla que había tenido con Andrew en la terraza del cuartel general. Para ser exactos fue la primera vez que fallo en la misión, pese a que era una simulación no logro defender a su compañero causando la muerte de casi todo el grupo.

—No fue tu culpa Jo… —¿Por qué sigue insistiendo? Se preguntó
—Basta Drew, lo fue. Si no puedo ser apoyo para mis compañeros en una simple tarea ¿Cómo voy a hacerlo cuando el enemigo sea real? ¡Dime como lo hago Drew! —Exclamó con sus ojos llenos de lágrimas.


Ella le dio la espalada y observó el paisaje nocturno, estaban rodeado de arboles porque se supone que esta base era secreta. Respiro profundamente para calmarse. Andrew se acercó a ella y se ubico a lado, ambos mirando al frente.


—No puedo creerlo, me convertí en la viva imagen de mi madre. —Esas palabras le provocaron repulsión pero era la verdad. –Era inevitable ¿no? Después de todo es parte de mí. —El castaño no sabía que responder a eso.
—Mi padre decía que, en ese tiempo entonces, a Jean le costaba controlar sus poderes. Que había una chispa de maldad muy pequeña dentro de ella que si no lograba controlarla explotaba.
—Tal vez también haya maldad en mí. —Era triste pero era su realidad.


Andrew como ultima acción le paso un brazo por hombro y la acercó a él para darle un beso en la coronilla.

Otra ráfaga de viento paso sobre ella provocando que tiritara de frio. Tenía que levantarse e irse, si seguía tirada lamentándose se atormentaría más. Pero ella podía caminar y seguir lamentándose ¿no? se levantó empezó a alejarse de la zona de destrucción. No mires atrás Josephine, pensé para ella misma.

Ya un poco lejos del punto de partida, la zona de bosque intacta a su alrededor, los únicos ruidos era su respiración agitada y las ramas que crujían bajos sus pisadas. No se dio cuanta hasta que sintipo que piso un objeto que hizo un fuerte sonido, retrocedió un poco para ver lo que era, un espejito portátil, que hora se encontraba roto. Reconoció el objeto como suyo, pues tenía el estampado de cebra rosa, lo levanto con sumo cuidado de no cortarse y observo su reflejo roto. Frunció el entrecejo.

Si el espejo estaba aquí, eso quería decir que bolso estaba cerca, pensó. Siguió caminando, esta vez con cautela para poder buscar sus pertenecías. El objetivo era su teléfono. Estaba segura que estaría tirado por ahí.
No muy lejos, unos pasos a su izquierda el aparato estaba entre pasto y hojas secas. La pantalla estaba oscura, obviamente se encontraba apagado. Por instinto lo encendió, se sorprendió al ver como la pantalla se iluminaba y entrecerró los ojos cegada por el brillo.

Sin importarle las notificaciones y registro de llamadas perdidas, se dirigió a contactos y marco al primer contacto. Andrew.

Un pitido. Contesto de inmediato.

—Dios, Jo ¿dónde estas? Te estoy llamando desde hace horas. Me asuste cuando Maximoff no sabia nada de ti. Por favor dime que estas bien… —Y más palabras que expresaban preocupación fueron todo lo que decía el joven. Josephine no pudo evitar llorar. —Estas llorando, ¿que pasó? ¿Alguien te hizo daño? Vamos Jo dime algo. —Suplicó.
—Drew. —Su voz la traicionó y salió un sollozo. Esto provocó más la preocupación del castaño.
—Enciende tu ubicación, y la seguiré. Quédate ahí. Voy a buscarte. —Parecía un promesa. Ella asintió aunque no lo viera y cortó la llamada.

holu:

Hola Andy    gracias por pasarte y por tu lindo comentario