Someday | Harry Styles | CAPITULO 6 |

Margot


De acuerdo, estaba intentando procesar todo lo que sucedía ante mis propios ojos, me sentía algo, algo incómoda si podría llamarlo así además mi corazón parecía querer salirse de su lugar. Simplemente no pensaba que pudiera ser aquella persona que conocía por el hecho de que sería tan irónica mi suerte este día ya, sus ojos miel querían atravesar por dentro de mi como siempre lo hizo, llevaba diferente su cabello a como siempre lo recordé y aquella expresión de confusión en su rostro hacia que se viera mucho más serio de lo que parecía ser.

Parpadee un par de veces y me dispuse a tomar el celular mientras lo llevaba a mi oído sin apartar la vista del chico, él tampoco la quitaba.

—¡Margot!—exclamó molesta del otro lado lo que parecía ser una Jody abrumada por la espera.

—Jody, te compraré eso hablamos cuando llegue a la casa, te quiero—colgué.

Ambos nos levantamos como pudimos y ahí me di cuenta de la diferencia notable de estatura, vestía algo cómodo y casual diferente de lo que yo recordaba, esta vez tenía más tatuajes que la última y lucia muy bien. Él también lograba examinarme con su vista, aclare mi garganta llamando su atención.

—Gracias por intentar ayudar—bajé mi vista lejos de él, con una mano tenía mi celular y de la otra sostenía mi bolso.

Di media vuelta intentando huir lejos de ahí o al menos hasta que llegará a una tienda por la boba comida de Jody, ya le había dicho que si no podía retratarme, no iba eso conmigo. Pero antes de dar mi segundo paso una mano tomó la parte posterior de mi bolso haciéndome girar confusa, era él quien lo hizo.

—¿Acaso te eh visto en algún lado?—pregunta con una sonrisa.—tu rostro me resulta familiar.

—Dudo mucho que eso fuera así, chico no te conozco—mentí queriendo escapar.

—Oh, en ese caso me encantaría hacerlo eres muy bonita.

—Deberías preocuparte por tus cosas en vez de coquetear conmigo, no me interesas—dije mirándolo sería.

Entonces comenzó a reír lo que hizo que lo mirara aún más confundida de lo que ya estaba, arquee una ceja.

—¿Acaso tengo cara de payaso?—pregunté.

—Nada de eso preciosa—rió.—es sólo que está es la segunda vez en mi vida que una chica bonita me rechaza.

¿Segunda? Oh claro, olvidé que siempre intentaba coquetearme en el instituto pero siempre lo evadia, incluso cuando aquella chica de cabello platinado salía con él seguía insistiendo, en broma claro pero me molestaba. Voltee avergonzada y quise que algo me salvará.

—¿Zayn? ¡Zayn!—exclamó una voz detrás de nosotros.
Joder, no me refería a esta clase de salvación ¡Joder no! ¿Dios que te eh hecho para que me odies? Apreté la mandíbula intentando que eso me hiciera invisible, o que me arrollara un bus, literalmente.

—¿Pero que..? ¿Duende? Vaya, cuanto tiempo luces menos infantil de esa menera—se burló cruzando sus brazos.

—¡Eso es hiriente!

—¿Qué es hiriente Niall?—y ahí estaba mi perdición.—Oh, Zayn...

—Qué hay de nuevo Harry—sonrió a medias. Ambos no terminaron bien después de su partida.

Pasaba mis ojos de Harry a Zayn, de Zayn a Niall, debía huir como sea de aquí antes de que me metieran en su pequeña gran reunión después de varios años. Di la media vuelta con sigilo para dar pequeños pasos antes de mi gran huida a una tienda donde no me encontrarán, pero mi fracaso era tan enorme como mi hambre y dios me odiaba por la vida entera. Un jalón de bolsa hizo que le fuera para atrás haciendo que mi vista divisara el piso de concreto, cerré mis ojos por inercia pero nunca sentí el golpe, los abrí poco a poco encpntrandome con un par de ojos verdes, acurrucada en unos brazos con ambas manos sobre mi casi cerradas estaba confundida.

—Ten más cuidado Zayn, casi tiras de un golpe a Margot—habló mirándolo.

—¿Margot? Oh vaya eres tú, me haz rechazado dos veces ya eso si es hiriente—rió observando.

—Dicen que la tercera siempre es la vencida—Niall habló haciendo una pose graciosa.

—Bueno, yo... ¿Puedes soltarme?—pregunté hacia Harry, él me miro.

—Si eso es lo que quieres—entonces me soltó y caí al frío piso de concreto.

—¡Margot!—Niall corrió hacia mi junto a Zayn para ayudarme.
—¡Harry eso fue grosero!

—Ella pidió que la soltara y eso hice—se encogió de hombros desinteresado.

(...)

Narrador omnisciente


No sabe cómo ni cuándo terminó entrando a un restaurante de comida rápida junto a esos tres chicos, todos la miraban algo sorprendidos, bueno casi todos. Aquel rubio y pelinegro hablaban de cosas sin importancia sobre sus vidas, el como la habían pasado después de la preparatoria en cambio, Harry sólo se disponía a darle miradas para nada bonitas a Mar mientras probaba su ración de papas fritas, recargado en la silla de madera con una mano sobre su pectoral y la otra tomando las papas aquella chica se sentía incómoda comiendo de su espagueti con relleno de queso.

—¿Podrías dejar de mirarme?—preguntó volteando a la venta junto a ellos.

—¿Por qué? ¿Te incómoda? Todos somos libres de hacer lo que queramos, en este caso verte—habló sin importancia.

Margot solamente suspiro exhausta ante el comentario del castaño, no era que le encantará que dijera ese tipo de cosas pero esperaba más que sólo cosas feas de parte suya aunque era obvio y sentía que lo merecía, lo había dañado como nunca imagino sabiendo por encima de todo que su corazón estaba dispuesto para ella, creyó que siempre lo tendría a su lado sin importar nada y cuando menos lo quiso, ella lo abandonó. Igual a un juguete viejo, igual a una ropa sucia, se sentía tan mal. Si dios podía escuchar sus plegarias no quiso que se cumplieran así.

—Chicos—llamo la atención de los dos que jugaban con unas papas.—debo irme olvidé que mi amiga necesitaba algo, ella se rompió una pierna esquiando así que debo cuidarla.

—Oh.. no quisiera que te vayas Mar—hizo un puchero adorable.—Pero entiendo, ve a cuidarla.

—Sería genial reunirnos todos de nuevo un día ¿No les parece?—preguntó y aquel castaño asintió feliz.

—¿No querías ser alguien normal Zayn? Recuerdo que te alejaste porque no querías ser parte de un grupo de idiotas adolescentes—lo miro con una sonrisa burlona.

¿Desde cuando Harry se comportaba así? Ese no era él y estaba segura de eso, además nunca fue el tipo de chico serio menos que tomará los errores de un pasado amargo para usarlos en contra de esa persona, no ¿Quién era esa persona? Nadie dijo nada después de eso, arrimo su silla provocando ruido.

—Bueno, nos vemos.

—Claro, cuídate bonita—esta vez Zayn habló algo cabizbajo, pobre chico.

Se levantó intentando huir de ahí, cada minuto que pasaba cerca de ellos o de alguno más sentía como esos recuerdos que intentaba reprimir se liberaban poco a poco haciendo que su corazón empezará a doler, nadie podía morir de amor y menos decir cómo realmente era su propio corazón al romperse en pedazos pero los sentimientos hacían que se sintiera como si se rompiera, no era lindo.

—Aguarda—su voz la detuvo.—iré contigo, es mejor que estar aquí.

—Yo no...—volteó para excusarse pero lo único que logró fue encontrarse con él, tomó su muñeca.

Sin decir nada la llevo hasta la puerta algo enojado según se veía, salieron sin saber a donde dirigirse, en cuanto Jody la viera tendría seguro que la mataría con sus propias manos por llegar sin nada y tarde, sin saber dónde estuvo husmeando.

 
 Oh por todos los cielos, perdón, perdón, y excesivamente miles de perdones «A quién corresponda o les esto», últimamente la escuela me a tenido más agitada que de costumbre gracias a mis queridos maestros a los que les doy un enorme agradecimiento por sus proyectos y exposiciones   actualizaré pronto, quizá el fin de semana a más tardar así que espero entiendan:(( ¡Gracias por leer fantasmas, o quién sea que les esto! :''3 

Colocó la sartén en la estufa mientras estaba encendida, tomó el traste verde con espagueti en el para meterlo en la sartén junto a la salsa Alfredo que había preparado, le dejaría un poco a Jody y llevaría el resto a la oficina no quería bajar a desayunar y toparse con Harry nuevamente.

—Bien, supongo que con esto es suficiente—dijo moviendo la pasta revuelta en un traste.

Tapó el resto y lo dejo junto a una nota después camino hasta su bolsa y metió el traste junto a una bebida y dos plátanos que habían en la mesa, sería poco para un día pesado. No quería tener que imaginar lo que le preparaba ese día. Tomó la chaqueta encima de la sombrerera junto a la bufanda roja, recordar que Harry la vio con ella hacia que se detuviera un momento porque pensó que quizá pudo reconocerla, se vería tonta usandola aún. Cerré la puerta tras de ella y comenzó a caminar entre las calles mezclándose con el resto de personas presentes, todas extrañas entre sí y tan distantes como lo que eran: extraños.

(...)

—¿Sería buena idea colocar esta imagen? Es decir luce como una destacada para mi—expresó Hayle alzando la imagen.

—Si para ti luce de ese modo sería mejor que colocaramos otra, esa sería dada de baja—le contestó aquel castaño en tono burlón.

—Eres un...—antes de lograr su insulto fue callada por la jefa.

—Luke ya déjate de tonterías. Todos aquí debemos ser serios si queremos lograr un mejor puesto este mes, ¿Han entendido?—habló la señora ante los menores.

—Si jefa—respondieron todos al unísono.

Después de eso camino directo a su escritorio con el afán de encontrar algo nuevo que llamara la atención, todos regresaron a sus asientos, debían buscar una noticia jugosa para que pudieran ocupar uno de los primeros lugares en revistas de ese mes debido a que su bajo desempeño hacia que decaiga un mes si y un mes no, si volvían a decaer de nuevo sería una pérdida total para la compañía, tomando en cuenta que hace dos meses seguidos llevaba uno de los puestos más bajos de los que siempre lograban. La castaña suspiro tomando su taza con café, estaba despierta desde temprano preparando la parte estructural de la nota que le había tocado: un artículo sobre lo último en moda. Quería morirse ahí mismo debido a su poco conocimiento en esa área además Jody no ayudaba con sus comentarios sobre la moda urbana y lo genial que de veía, era tan patética como su amiga.

—Mar ¿Haz acabado tu parte ya?—preguntó la castaña sobre su silla rotatoria.

—Aún no. Me eh pasado toda la mañana pensando en algo útil que me pudiera servir.—dijo soltando un gran suspiro.

—Vaya, necesitaba ayuda con la parte técnica del diseño—dijo algo desanimada Hayle.—Bueno, te dejo entonces.

La castaña se volteó hacia la pantalla de su laptop dudando si debía ayudar o no a la menor debido a su poco conocimiento dentro del decorado para la página que tenían. Sabía que era mala idea cuando ni siquiera había empezado por un título pero siendo Hayle sería rápido gracias a su capacidad nata por aprender las cosas rápidas.

—Hayle—habló llamando la atención de la chica que estaba en el escritorio a su lado.

—¿Qué sucede Mar?—preguntó algo confundida, claro que con tremendos lentes la hacían ver curiosa.

—Te ayudaré. Será más fácil para ti terminar de esa manera.

—¡Woah! ¿Enserio? ¡Gracias!—exclamó juntando ambas manos sin dejar de sonreír.

Era gracioso ver a Hayle en un modo infantil que casi la hacia sentir mal por llamarla Dorothy. Además ¿Qué tan difícil puede ser ayudarla?

(...)

—¡Nos vemos mañana! Espero termines tu trabajo está vez—se burló Ricky.

—Qué gracioso Ricky, suerte con conseguir novia—devolvió la burla sin mirarlo e hizo una seña con la mano.

Escucho unos queridos de parte del chico pero simplemente los ignoró sin más. Casi quería ahorcar a Hayle por ser tan distraída a veces, lo que ocasionó que su trabajo no terminará ahí mismo en la oficina y tuviera que llevarlo a casa. Eran pasadas las diez de la noche debido a que editar una página tomaba tiempo, y mucho más si alguien que es una novata en ese campo no sabía nada, desperdició gran parte del día.

—¿Qué pasó?—preguntó de la otra línea una adormilada chica.

—Jods llegue tarde de la oficina, apenas voy camino a la casa.

—¿Qué? ¿Tarde?—su voz sonaba confundida. Unos minutos después escucho voces lejos.—¡Oh dios mio, me quedé dormida!

Rió por lo bajo.—Típico de ti amiga. En un momento estaremos cenando comida china.

—Oh sobre eso, eh salido con un chico así que estarás sola hasta mañana—rió junto a otra voz más fuerte. Rodeó los ojos.—te amo no lo olvides.

—Espero no olvides darme una cena mañana por dejar plantada a tu novia.

—Eres la mejor Marggie.

Sólo rió ante el apodo bobo de su amiga y colgó. Sabía que Jody a veces salía con chicos y, bueno técnicamente terminaban en la cama pero sólo era durante una noche aunque últimamente salía días y no regresaba hasta la mañana siguiente.

Observo una tienda de 24 hrs y entró para comprar algún producto instantáneo que llevar a casa y comer mientras veía un maratón de Friends por la televisión. Lo típico de cada día desde que estaba con Jody. Camino entre los pasillos y escogía lo primero que veía, un paquete de fideos, una coca cola grande, dulces de goma y por último dos paquetes de palomitas con un bote de helado de chocolate, vaya calorías había en todo eso que, lo más probable acabaría hoy mismo. Se colocó atrás de una chica para hacer fila al pagar. Su celular vibró indicando un nuevo mensaje.


Número desconocido.
¡An-nyeong!
¿Qué tal tu día? ¿Bien? ¿Mal? Hace tanto que no lograba verte Unnie TT
Junto a Leyum-ssi hemos decidido hacer una fiesta así que deberías venir.
*Lugar*
Te esperaremos 7u7
Soy Hye, aunque eso ya lo sabes

No sabía si reír o querer matarla por seguir usando esos términos coreanos que sólo ella podía usar por siempre, aunque si sospechaba que era Hye desde el momento que vio aquel saludo idiota de ella. La dejo en visto bloqueando su celular para después guardarlo en su bolsa. ¿Una fiesta? ¿Debería ir? Era tentador pero encontrarse a Harry ahí lograba aterrarla un poco aún después de que él la llevará lejos del restaurante.


Era obvio que su fuerza había aumentado más que la última vez por lo que le era difícil seguir su paso, uno que otro tropiezo se hacía presente. Estaban ya a varias cuadras lejos después de su incidente con Zayn que aquel castaño logró causar, era tan diferente a como recordaba.


—¿Podrías parar?—preguntó por cuarta vez donde, por fin Harry cedió.


La soltó haciendo que se estampara contra su pecho al voltearse él, claro que sus manos ayudaron pero no en mucho. Se alejó un poco sobando su cabeza.


—¿Qué te pasa? Casi me rompes el brazo en dos—se quejó ante el ojiverde.


—Eso no te interesa en lo más mínimo—dijo indiferente. Quería matarlo ahora si.—como sea puedes irte llenado. Sólo necesitaba librarme de Zayn.


—¿Eh? ¡Que cobarde!—exclamó golpeando su brazo con el bolso que tenía.


—¡Basta mujer duele! ¡Llevas piedras ahí! ¡Ya!—exclamaba dando vueltas mientras era golpeado.


Mar lo miro con enojo dejando de golpearlo porque si de por si estaba enojada que actuará como idiota la hacia enojar aún más, suspiro y volteó su vista lejos de él. Era tan lindo que no podía evitar que su bobo corazón palpitara con emoción.


«—Basta ya de tanta cursilería, no lo necesito en mi vida—penso.»


Entonces observo algo único, aquella pared en la avenida 104 donde regresaba después de la escuela seguía intacto, en ella estaba grabada aquellas iniciales junto a un corazón. Sin pensarlo su cuerpo actuó por si solo acercándose hasta que pudiera leerlo a la perfección, llevo una mano de forma lenta hasta el garabato que llegaba a ser. Harry se acercó a su paso observando tan sorprendió también, no sabía cómo actuar ni que decir más que mirar, Margot era mucho más baja que él así que podía ver perfectamente sus movimientos y la pared.


—Eso es..—intentó decir algo pero sólo salían susurros que no escuchaba.


—Es patético—completo de una forma cortante y fría, Mar sólo lo miro de una forma ¿Triste? ¿Enojada?

Suspiro recordando aquel encuentro donde después de eso terminó dando la vuelta sin decir nada para volver al apartamento, quería llorar pero su orgullo evitaba que lo hiciera tragando todas sus palabras. Ser dura consigo misma le costaba pero a final de cuentas nadie podría salir lastimado, ni lastimarla. Un pequeño empujón por detrás hizo que caminara hasta la caja, volteó encontrándose con él. Sus ojos parecieron abrirse más de lo pensado pero no dijo nada, más bien no sabía que decir.

—Van a ser dos dólares con veinticinco centavos señorita—dijo la cajera.

Estaba estática mirando directo a sus ojos tanto que parecía querer comerlo con la mirada aunque Harry tampoco hizo nada para evitarla o esquivar sus ojos, simplemente la veía también.

—¿Señorita?—volvió a preguntar sacandola esta vez de su trance.

—ah, si si. Aquí tiene—dio el dinero para después tomar la bolsa.

Una vez en sus manos salió corriendo «literalmente» por la puerta sin mirar pues era una locura encontrarlo tan regular por esa zona, quizá tenía novia y ella vivía ahí, o algún amigo, o familiar o él mismo. De ser alguna de sus locas teorías ciertas entonces debería verlo seguido y si sus encuentros eran así de fuertes no soportaría mucho.

—Rayos, rayos, y muchos rayos más—susurraba mientras caminaba sin pensarlo mucho.

Apretó con fuerzas su abrigo marrón de ese día debido al frío que comenzaba a ser presente durante las noches, la bolsa con la mercancía estaba entre su brazo derecho y su bolsa estaba entrecruzada con su cuerpo. Sus pies temblaban un poco por el miedo mientras que su corazón parecía querer salirse de ella. Diviso la calle frente a su edificio y sin dudarlo mucho camino para poder cruzar rápido aunque sin darse cuenta un carro parecía querer pasar, otra vez se quedó estática pero un calor la hizo entrar en razón.

—¡No!—exclamó cerrando los ojos con fuerza para esperar el impacto pero nunca llegó.

Abrió lentamente sus ojos mirando como los carros pasaban frente a ella, bajo la vista hacia sus zapatos dándose cuenta que estaba a nada de cruzar y un diminuto espacio en la banqueta la separaba de la carretera. Entonces sintió como unos brazos la rodeaban por lo que asustada quiso voltear su vista aunque el individuo no lo permitió, era evidente que el perfume lo conocía de un sitio, sin esperar mucho una cabeza buscó asilo entre el hueco de su cuello haciendo que el aliento caliente del chico hiciera que se le pusieran los pelos de punta.

—¿No crees que tu corazón late demasiado fuerte?—preguntó de una manera algo sexy por el tono de su voz.

—¿Ha..harry?—preguntó casi en un susurró.

—Sigues siendo tan dura como siempre ¿No es así Margot?—dijo junto a una risa algo apagada.

Entonces sintió un calor demasiado fuerte en sus mejillas ocasionando que su corazón latiera con más fuerza que antes. Entre abrió los labios intentando decir algo coherente pero nada salió, con algo de nervios llevo ambas manos al brazo de Harry que la sostenía por los hombros de extremo a extremo, lo apretó sin hacer mucha fuerza intentando voltear su cara pero simplemente no podía por el hecho de que el castaño tenía su rostro oculto en su cuello y la abrazaba desde atrás.

—No pienses que mi corazón está latiendo con tanta fuerza, ese eres tú.

—El caso es, que yo no tengo.