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No hay mucho que decir sobre mí que sea de verdad interesante. ¿Qué tanto puede llegar a ser importante de una chica de 17 años que apenas sabe lo que quiere, se aburre de su monótona vida pero no hace nada por cambiarla? Eso no significa que no tenga problemas, no sufra o no desee ser otra persona. Tampoco estoy taaaan mal, y estoy segura de que hay gentte que tiene otras miles de razones para llorar.
Empezaré contando un poco mi vida:
Nací el 12 de junio de 1998 en Argentina, Capital Federal pero no viví mucho tiempo ahí, ahora vivo en una ciudad bastante poco conocida que no vale ni la pena nombrar. Soy la hija menor de los tres hermanos.

De chiquita (tal vez tenga que ver con ser la hija menor) siempre fui la más mimada. Lo que yo decía, se hacía, aunque con el tiempo mis hermanos me pusieron en mi lugar (xD) y ¡adios caprichos!
Empecé clasico (ballet, o como quieran llamarlo) cuando tenía seis años y desde entonces practico todos los días. Amo hacerlo y lo considero un arte inmenso, pero aún así nunca desee ser bailarina profesional, aunque quizá lo sea algún día no es lo que más sueño. En realidad, espero tener una carrera y varios títulos, y porque no, publicar un libro.

Actualmente estoy escribiedo un libro, que guardo recelosamente en la computadora que usa todo mi familia, que no pienso mostrárselo a alguien hasta que tengo terminada la saga (si,si, una saga de cuatro libros) y tenga 18 años. La verdad es que tengo muchas expectativas con esta novela, que escribo desde principio año aproximadamente y ya tengo cas terminada la primera parte. Hasta ahora, cuenta con unas 300 páginas completas.

Este año comenzaré a estudiar profesorado de Matemática, lo cual me asusta un poco bastante (? sobretodo, teniendo en cuenta de que no estoy segura de querer eso para mi vida.

Terminar la secundaria fue doloroso, pero no estoy segura de querer volver a repetir 2015. En realidad, fue bastante desastroso.

Debo aprender seriamente a disfrutar un poco de las cosas, y obligarme a mí misma a pasarla bien a como de lugar.

La gente piensa que soy amargada porque no ando chapando con chicos en las esquinas, o saliendo a boliches cumbieros los fines de semana, o con novio. No necesito andar haciendo estupideces de ese tipo, puede vivir tranquilamente sin salir a bailar cada sábado o teniendo cinco parejas a la vez. Pero eso no implica que de vez en cuando me pregunte qué se sentiría ser una persona más normal. No es culpa mía del todo, simplemente no soporto el ajetreo adolescente.

Eso no signofica que no tenga vida social, tengo varios amigos, con los que me junto siempre y pueden confiar en mí. Son 4 en total, y tengo un miedo terrible a que nuestra flamante adultez nos separe para siempre.

Sé guardar secretos siempre y cuando no afecte a otro amigo mío, porque lamento si te mando al frente pero si tú, querido, engañaste a mi amiga con otra chica, no me costará irme con ella y contarle todo lo que tú me confiaste. Te lo mereces, por traidor.

Soy vengativa y rencorosa cuando quiero y puedo pasar una semana sin hablar con una persona porque me dijo algo que no me gusto. Pero soy muy perfil bajo y sumisa frente a aquellas personas que me responden, me molestan o dominan de alguna manera. Eso no significa que cuando encuentre oportunidad, no se las devuelva de alguna forma, duplicado.

Tengo una sinceridad nata. Pero es más un defecto que una virtud, de esa honestidad que la gente no aprecia. La gente no valora que seas franco. Te preguntan cómo les queda el vestido, pero no le puedes decir que ese color no le va.  Te dicen que le des un consejo, y cuando se los das, no les gusta lo que le recomendaste. ok, nadie valora mi honestidad. ¡Y eso que a veces soy lo más delicada posible!

Por alguna razón no me gustan taaanto las películas como me gustan los musicales, que son sin duda mis favoritos. Sweaney Todd encabeza la lista, y conocí este maravilloso musical gracias a Burton, Bonham Carter y Depp. Drácula (la versión argentina, ni más ni menos), El Fantasma de la Opera, Excalibur, Los Miserables, y Jekyll y Hide son sólo algunos ejemplos.

Amo el drama, pero no las personas melo-dramáticas. Amo lo romántico, pero no lo cursi. Amo la acción, pero no la violencia injustificada. Amo la comedia, pero no la gente que se cree graciosa haciendo idioteces o molestando a los demás.

No soy perfecta, ni pretenso serlo. Soy una persona con sus problemas, defectos -muchos- y virtudes -pocas-, y anéctodas. Pretendo, en este tema, resumir todo eso... ¡Welcome each and every one!