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El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
O W N :: Adaptaciones :: Adaptaciones :: Películas
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Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 12
Northern lights[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Han pasado ya dos meses más o menos desde que me mudé aquí a Washington, y las cosas en la escuela van genial. Tengo buenas notas, me llevo genial con mis amigos, exceptuando la parte claro, en la que Raphael me acosa en clases.
Sebastian se ha hecho un gran amigo, y muchas veces aún hablamos en la puerta de mi casa por las noches, es alguien muy divertido.
Todas las tardes veo a Jack en el parque, y de vez en cuando llevo a los pequeños. La paleta de hielo se convirtió en alguien muy importante para mí.
Siempre es atento conmigo, me ayuda en lo que necesito y me defiende de los matones del parque, ya que obviamente, ellos no lo ven, se asustan al pensar que tengo poderes sobrenaturales. Y eso es divertido.
Extraño a mis padres, pero Jack me apoya mucho en eso, ya que sé que no estoy sola. El saber que él está ahí para mí, me hace sentir bien. Incluso casi me hace sentir especial.
–¡Hey Jack, mira esto! –Lo llamé corriendo hacia el lago congelado, pero caí en la nieve antes de que viera el truco que iba a hacer.
–Te caíste, Clare. –Carcajeó mirándome.- ¿Querías que viera eso? –Me dijo entre risas.
–No, idiota. –Gruñí levantándome y quitándome la nieve de encima.- Quería que me vieras patinar como un Bambi recién nacido. –Reí bromeando y él igual, pues habíamos visto muchas películas juntos en mi casa, así que ya sabía un poco más de esas cosas.
Caminé al lago e intenté patinar, pero caí unas 30 veces. ¿Cómo se supone que iba a tratar de hacer un truco si ni siquiera podía mantenerme de pie en el hielo?
Me dolía el trasero y Jack moría de risa.
–Ven, te enseño, niña torpe. –Carcajeó y se acercó volando hacia mí, me tomó la mano y comenzó a jalarme patinando por el hielo.- No es tan difícil. –Sonrió.- ¿Ves?
–No es difícil porque me estás jalando, Frost. –Reí, mirándolo con una ceja arqueada.
Una ráfaga de viento que hizo que soltara la mano del guardián, cayendo en el hielo. Luego, una gran sombra pasó a mi lado, con una risa malévola, me espanté y como reflejo me acerqué a Jack.
El ambiente se puso sombrío, como si toda la felicidad del mundo hubiera sido arrebatada por alguna especie de fuerza mayor.
La sombra se desvaneció, y todo pareció volver a la normalidad. Miré a Jack, con una tremenda confusión.
–¿Qué era eso? –Pregunté, nerviosa. Ese ambiente sombrío me había dado una sensación de temor e inseguridad.
–Nada bueno. –Susurró, igual o más nervioso que yo.
Luego de quedarnos en silencio por varios minutos, apareció una aurora boreal en el cielo.
Qué raro, yo creía que en Washington no se veían auroras boreales de ningún tipo. Digo, eso no es normal. ¿O sí?
Vi a Jack, quien estaba espantado y algo aturdido. Tragué con dificultad.
–¿Qué sucede? –Pregunté.
–Problemas. – Respondió.- No hay tiempo para llevarte a casa, debes venir conmigo, Clare.
–¿Eh? ¿A dónde?
–Solo sube a mi espalda. –Ordenó. Simplemente obedecí y emprendimos vuelo hacia quién sabe dónde.
–¿¡A dónde vamos!? –Grité, para que me oyera.
Volábamos a gran velocidad y yo ni siquiera sabía nuestro destino. Jack no respondió así que bufé y me dediqué a ver el paisaje.
Comencé a ver solo nieve por todas partes y un frío tremendo me inundó.
¿Estaríamos en el polo?
Seguimos volando por varios minutos, y finalmente aterrizamos en un castillo de hielo (Así lo veía yo) y entramos por una ventana.
Estábamos en un gran salón rojizo, lleno de… ¿Son duendes? ¿Y yetis? ¿Qué demonios?
También había un gran globo terráqueo lleno de luces por todas partes. Me quedé viéndolo hasta que apareció un pequeño hombrecito dorado que vestía ropa que parecía ser de arena. Pero no una arena cualquiera, sino, la misma arena que veía algunas veces con Jack, ¿Qué acaso era Meme?
Luego, de una especie de hueco del suelo, salió un conejo gigante estilo rambo, del tamaño de un canguro grande, y una mujer colibrí llegó volando. ¿Era el hada de los dientes?
Luego de unos minutos, un hombre barbón con tatuajes apareció en la sala, y a ese lo reconocí en un instante.
¡ERA SANTA CLAUS!
–Vaya, vaya. –Dijo Santa Claus, al notar mi presencia en la sala.- Agustina Clarisse Bennett. Buena niña, valiente, tenaz, ambiciosa y cariñosa. –Me dijo sonriendo, como si me conociera de toda la vida.
–Santa Claus. –Dije en su tono.- Un buen hombre, me lleva regalos cada navidad, pero nunca me llevó la bicicleta que quería a mis diez años. –Sonreí, cruzándome de brazos.
–¿¡Por qué todos quieren una bicicleta!? –Se quejó, soltando un bufido.
–¡Yo solo quería una bicicleta verde, Santa! –Lo mire haciendo un puchero.
–Dime Norte, pequeña. –Suspiró.- Está bien, quizás este año te la daré.
–¡Sí! –Di tres saltitos como niña pequeña, celebrando.
–¿Es esta la chica que nos dijiste que has estado viendo? –Preguntó el conejo-canguro estilo rambo gigante. Lo miré mordiendo mi labio.
No aguanté más y me lancé a abrazar al conejo enorme. Me sentí como una garrapata, pero no me importó.
–¡ERES EL CONEJO DE PASCUAAA! –Chillé con mucha emoción abrazándolo, lo cual causó risa en los demás.
–¡Cállate, canguro! –Dijo Jack algo… ¿Molesto?
Sí, su tono de voz sonaba molesto.
–Sí, soy el mismo. –Rió el conejo gigante, mirándome abrazarlo.- Puedes llamarme Conejo.
–¡Y nunca pensé que el hada de los dientes sería tan hermosa! –Me solté del conejo gigante y miré a la mujer colibrí.
–Aww, gracias. Llámame Hada. –Sonrió.
Miré al pequeño hombrecito de arena y me agaché hasta quedar a su altura. Le dediqué una sonrisa.
–Gracias por todos los lindos sueños que me has dado. Meme, ¿Cierto? –Sonreí.
El hombrecito de arena asintió e hizo símbolos sobre su cabeza. No entendí pero igual le sonreí asintiendo.
–Como sea, los he llamado, porque Pitch ha regresado. –Dijo Norte, serio.- Más fuerte que nunca. Pesadillas han atacado a muchos niños en el mundo, en especial en Washington, donde creemos que es su nueva guarida.
–¿Cómo logró regresar en tan poco tiempo? ¡Lo vencimos hace dos años! –Dijo Hada, con notoria preocupación en su voz.
En ese momento, las luces del globo terráqueo comenzaron a parpadear, y algunas se apagaron. Fruncí el ceño sin saber muy bien qué era eso, pero tenía el presentimiento de que era el inicio de una guerra, igual a la que Jamie nos contó que vivió.
–¡Al trineo! –Ordenó Norte.
–Clare, tú te quedas aquí. –Me dijo Jack, serio. Fruncí el ceño y ladeé una sonrisa.
–Ni siquiera lo pienses, Frost. Ya estoy en esto. –Le guiñé, subiéndome al trineo. Jack soltó un gruñido y murmuró algo, y luego subió detrás de mí.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 13
Pitch Black[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
El trineo partió y volamos hacia quién sabe dónde. Parecía una montaña rusa y yo levanté mis brazos muy feliz, disfrutando de la adrenalina.
Conejo parecía querer vomitar, con sus garras trataba de aferrarse a algo para no caer, y yo solo reía al verlo así.
En medio del trayecto, Norte giró a verme y me habló.
–Clarisse, considera esto un regalo de navidad adelantado. –Me entregó un carjac con un arco y flechas dorados. Sonreí ampliamente y me lo coloqué.
–Gracias. –Fue todo lo que dije.
Tenía sentido el hecho de aquel regalo. De pequeña, papá me enseñó a utilizar el arco y flecha, así que debo decir que se me da bien. Y esto sería un arma que podría utilizar contra las pesadillas.
–No es un arco ordinario, Clarisse. –Explicó.- Las flechas nunca se acaban. Y creo que te será útil para lo que se avecina. –Involuntariamente miré a Jack, quien me sonrió.- Sujétense, aterrizaremos en Washington.
Me sujeté, y al momento aterrizamos en el bosque cerca al lago de Jack. Saqué mi arco y coloqué una flecha en él. La misma sombra de hace rato pasó. Pero esta vez se materializó en un hombre con los ojos amarillentos y el cabello negro.
–Y ahora los guardianes necesitan la ayuda de una humana mortal, ¿Qué acaso no es suficiente haberte llevado al espíritu del invierno que originalmente fue elegido por las tres brujas? –Dijo el tipo, en un gruñido.
–Pitch Black. –Dije, mirándolo con el ceño fruncido.- Así que tú eres quien ha estado dando pesadillas a mi hermana. –Lo apunté con mi arco.- Pagarás por no dejarla dormir todas esas noches. –Lo miré, preparándome para lanzarle una flecha, pero Norte me detuvo, colocando su brazo en mi arco y bajándolo.
–Aún no. –Susurró Jack en mi oído.
Vimos a Pitch desvaneciéndose con una risa malévola. Al momento un montón de pesadillas se abalanzaron sobre nosotros, cubriéndonos en una oscuridad.
Escuché los llamados de los guardianes, pero cuando la oscuridad se desvaneció, solo nos encontrábamos Jack y yo, rodeados de un montón de pesadillas, que nos miraban amenazantes.
Miré a Jack, quien tenía la misma mirada que yo. Ambos nos pusimos espalda contra espalda, listos para atacar.
Coloqué una flecha en mi arco y disparé, acabando con una pesadilla. Ambos comenzamos a destruir a las pesadillas con nuestros poderes/armas respectivamente.
No tengo idea de cómo, pero logramos vencer a todas esas cosas. Norte le gritó a Jack algo que no entendí, Jack asintió e hizo que me subiera a su espalda.
Poco después nos encontrábamos en mi habitación y yo miré a Jack, frustrada. Ya entendía todo.
–Debes quedarte aquí. Es más seguro, Clare. –Dijo, mirándome serio.- ¿De acuerdo?
–Jack, soy parte de esto, no creas que voy a quedarme aquí sin hacer nada. –Le respondí, dejando mi carjac en mi mueble. Como por arte de magia, se comprimió, convirtiéndose en un anillo dorado.
Jack frunció el ceño y me miró.
–No quiero que te pase nada malo, entiéndelo. –Suspiró.
–Pero Jack, yo puedo ser de mucha ayuda.
–Yo digo que nos puede ayudar. –Dijo la voz de Conejo saliendo de un hueco que apareció en mi habitación.- Pero Jack tiene razón, Clarisse. Estás más segura aquí. Debes quedarte, al menos esta noche, ¿De acuerdo?
–Bien. –Dije. Conejo asintió, se acercó a murmurarle algo a Jack y luego desapareció en un hueco, de nuevo.
Jack me miró sonriendo, luego besó mi mejilla y se fue, tras decirme un ‘nos vemos mañana’.
Me puse mi pijama y me acosté para dormir, recordando qué día era mañana.
Mañana es mi cumpleaños, y estaba comenzando una guerra. Vaya cumpleaños tendría.
Caí dormida, y como era de esperarse, la misma sensación de cada noche: Alguien estaba observándome.
Al día siguiente, llevé a mis primos/hermanitos al colegio y fui a la preparatoria Streavy. Antes de llegar, vi a un rubio correr hacia mí. Sonreí al ver que era Sebastian.
–¡Feliz cumpleaños, Clarisse! –Me abrazó con fuerza y le correspondí entre risas.
–Gracias, rubio. –Sonreí.
–Te debo tu regalo, lo dejé en casa. –Suspiró.
–No te preocupes. –Guiñé.- Ya tengo que irme, te veo más tarde.
–Claro. –Sonrió.
Al llegar a la preparatoria, no encontré a mis amigos por ninguna parte. Y para colmo, Raphael se me acercó.
–¿Y tus seguidores, preciosa? –Susurró en mi oído, acorralándome contra la pared.- Me enteré de tu cumpleaños.
–Aja, disculpa, me gustaría quedarme hablando contigo, pero antes prefiero ahorcarme con un fideo hervido. –Le respondí, seca.
–No te librarás de mí. –Me dijo, retirándose.- Te veo a la salida, bebé.
De verdad. Lo odio. Desearía que se lo comiera un tigre.
Aunque, pensándolo bien, mejor no. Al tigre le daría diarrea.
Caminé por los pasillos en busca de mis amigos, compañeros, conocidos, alguna señal de vida de alguien conocido.
Nada.
–Gimnasio. –Me dijo un chico de cabello tipo afro, creo que estaba en mi clase.
Lo seguí hasta el gimnasio, y estaba todo oscuro. Caminé palmeando la pared en busca del botón para encender la luz. Escuché risas, y me acordé de Pitch. Esto me está asustando.
Encontré el botón para encender la luz y lo presioné al instante.
Nada.
–¿Hay alguien aquí? –Llamé. Esperé unos cuantos segundos pero no hubo respuesta.- ¿Alex? ¿Val? ¿Mateo? ¿Alguna señal de vida de alguien a quien yo conozca? –De nuevo, nada.
Luego de unos segundos más, escuché pasos. Una mini luz se encendió, la luz del auditorio.
–¿Clarisse? –Me llamó una voz que podía reconocer a mil kilómetros de distancia.
La voz de Alex.
–¿Alex? ¿Dónde estás?
–Ven acá, quiero enseñarte algo. –Susurró.
Obedecí y me acerqué. Al momento él tomó los reflectores y los encendió, iluminando todo el gimnasio. Vaya sorpresa.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 14
The gift[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Vaya sorpresa, toda mi clase (Extrañamente, incluía a Raphael) estaba parada ahí. Tenían un cartel gigante que decía ‘¡Feliz cumpleaños, Clarisse!’ y confeti.
Alex, Val, Mateo y mis compañeros me abrazaron deseándome un feliz cumpleaños. La pasamos genial, bailamos, jugamos, y reímos. Incluso Val cantó, y la pasamos increíble. Amaba a estos tres chicos.
Luego de saltarnos clases toda la hora de “mi festejo” de cumpleaños, regresamos a clase.
Al terminar la escuela, fui a mi casillero rápidamente y luego salí, para correr al parque y ver a Jack.
Para mi muy mala suerte, Raphael me tomó del brazo y en un movimiento brusco, me acorraló contra la pared.
–Te dije que te vería a la salida. –Me lanzó su sonrisa que para él, era sexy. La verdad, a mí me daba ganas de vomitar.- Déjame darte tu regalo, preciosa. –Sonrió ampliamente de una manera que me daba miedo.
Presionó su cuerpo contra el mío y me tomó de los brazos con fuerza, evitando que me fuera posible escapar.
Comenzó a besar y a morder mi cuello como si se tratase de una de las putas que se dejaban tocar por él.
–Basta, asqueroso depravado. –Gruñí, intentando zafarme de su agarre, pero me era imposible.
Él era demasiado fuerte, mucho más fuerte que yo. No podría escapar a menos que hiciera algo.
–Que te detengas, Raphael. –Dije, en un tono nervioso, pues él estaba bajando sus besos cada vez más.- Raphael, por favor. Para ya. –Rogué, tratando de quitarlo de encima de mí.
–Shh… –Susurró, y besó mi clavícula y fue bajando más.
No había nada que pudiera hacer, él iba a aprovecharse de mí y yo no podría defenderme porque era muy pequeña.
Entré en pánico, y solamente se me ocurrió gritar una cosa. Bueno, un nombre.
–¡JACK! –Chillé, con todas mis fuerzas.- ¡JACK, AYÚDAME! –Sentí las lágrimas en mis ojos. Había comenzado a llorar.
Vamos, debe haber algo que pueda hacer para liberarme, no dejaré que un pervertido me quite la virginidad.
Bajé la mirada y noté una pequeña oportunidad. Era muy riesgosa, pero era mi única salida, porque nadie vendría en mi rescate.
Levanté mi rodilla con fuerza y logré darle un golpe con la rodilla en su entrepierna. Él se separó de mí y gruñó de dolor.
Era mi oportunidad. Me alejé y corrí un poco, escapando del pervertido que iba detrás de mí.
Una mano tomó mi pie y caí al suelo. Luego vi a Raphael acomodándose sobre mí. Metió una mano dentro de mi camiseta y comenzó a manosearme mientras mordía y besaba mi cuello.
Sollocé. No sabía qué hacer.
–Ayuda… –Me eché a llorar, nadie vendría a mi rescate, y sería vilmente violada en la fría nieve del suelo.
Cerré los ojos, aceptando mi destino, y de pronto dejé de sentir a Raphael sobre mí, fue como si algo lo hubiera lanzado lejos de mí.
Abrí los ojos y me senté en la nieve, nerviosa. Raphael se encontraba a unos cuantos metros lejos de mí, en el suelo, casi congelado.
Me levanté rápidamente y me acomodé mi ropa. Giré y vi al peli-blanco que me había salvado. Sin pensarlo, corrí a esconderme detrás de él, aún con lágrimas en los ojos, que amenazaban con salir.
–Nadie toca a mí Clare. –Dijo, pero sonó más como un gruñido, realmente estaba enfadado.
Giró para verme y su expresión se relajó un poco, mirándome con preocupación.
–¿Estás bien, Clare? –Susurró, rodeándome con sus brazos. Asentí y lo abracé con fuerza, apoyándome en su pecho.
Me cargó como princesa sin decir nada, y salimos volando hacia su lago, donde me dejó en el suelo.
–Gracias, Jack. –Sonreí un poco, me había calmado en el viaje.
–Tranquila, –Sonrió de lado.- recuerda que prometí protegerte con mi vida, ¿Eh? –Guiñó y reí un poco.- Por cierto… no creo que este sea un buen momento, por culpa de ese estúpido humano… Pero, de todos modos, debo darte esto. –Metió su mano en su bolsillo, sacó una pequeña cajita dorada, y me la entregó.
–¿Qué es esto? –Pregunté observando la cajita con curiosidad, tenía unos pequeños copos de nieve decorados con tonos de turquesa y celeste con una especie de purpurina plateada.
–Es… un regalo. –Sonrió, pasando una mano por su cabello.- Feliz cumpleaños, Clare… –Me miró tensando su mandíbula.- Espero que te guste, pues…
–Cálmate. –Sonreí divertida, pues él estaba algo nervioso, se le notaba en la expresión que tenía en la cara.
Abrí la caja.
Dentro, tenía un precioso collar en forma de corazón, la mitad era dorada y la otra mitad plateada con destellos de copos de nieve. Era hermoso.
–Jack, yo… –Comencé a decir, no tenía palaras. Me había encantado.
–¿Te…gusta?
–¡Me encanta! –Exclamé. Lo observé con más detenimiento, era el regalo perfecto.- Es… precioso.
Jack sonrió y tomó aire.
–La parte dorada te simboliza a ti, porque que eres resplandeciente, hermosa y muy difícil de encontrar, como una joya dorada… –Comenzó a decir, sonriendo de lado. Parecía un robot hablando, era como si se hubiera aprendido el discurso de memoria.
Solo sonreí.
–…y la parte plateada me simboliza a mí, pues tiene copos de nieve, y la nieve es mi símbolo. –Sonrió. Sin decir palabra me lancé a darle un gran abrazo.
–¡Gracias! ¡Es el mejor regalo del mundo, Frost! –Reí. Al separarnos, recogí mi cabello y él me colocó el collar.- Es perfecto.
–Ven, vamos a tu casa. –Sonrió. Asentí y subí a su espalda. Ambos emprendimos vuelo hacia mi casa, entramos por mi ventana y grité para decir que había llegado.
Se supone que me harían una fiesta esta noche con toda la escuela, pero yo no quería nada.
¿Por qué?
Porque mamá y papá solían hacerme esas fiestas, yo solía amarlas…
–¿Hey, sucede algo? –Me preguntó el chico congelado, sacándome de mi mundo.
Yo negué, volviendo a la realidad. Él me lanzó una mirada desaprobatoria, como si supiera que escondía algo, así que tuve que hablar.
–Mis padres solían hacerme fiestas, y esta noche pretenden hacerme una aquí. –Solté un suspiro, sentándome en la orilla de mi cama.- Supongo que asistiré al menos un momento, luego me encerraré aquí, de seguro nadie lo notará. –Me encogí de hombros.
–En ese caso, quería llevarte a un lugar esta noche… –Me sonrió de lado.- Pero es una sorpresa.
–Bien. –Sonreí.- ¿Vemos una película? –Pregunté. Era temprano, pues la fiesta iniciaría como a las 8:00, así que tenía tiempo de sobra.
Jack asintió y coloqué su película de Disney favorita, Bambi.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 15
Party - Part I[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–Clare. –Me llamaban.- Clare, ¡ya despierta, tonta! –Desperté y abrí los ojos poco a poco, para ver que era Jack quien me llamaba.
–¿Eh? ¿Qué pasó? –Dije somnolienta, frotándome con una mano mi ojo derecho.
–Tu fiesta, son las… –Pensó.- Es tarde. –Dijo finalmente. Vi mi reloj, eran las 6:52 p.m., y tenía que arreglarme.
Lo saqué de mi habitación para poder arreglarme.
Me di una rápida ducha, me vestí con un precioso vestido negro que solía ser de mi madre, junto a unos zapatos que yo amaba.
- aqui:
Dejé mi cabello suelto, tras hacerme unas cuantas hondas perfectas. El collar que Jack me había regalado hacía una perfecta combinación.
Me coloqué rímel, y brillo labial. Estaba lista. Miré mi reloj: 7:43 p.m. Las personas llegarían en cualquier momento. Abrí la puerta, para notar que Jack estaba ahí y me miraba con la boca entreabierta.
–¿Cómo me veo? –Pregunté de una manera tímida. Quizás Jack me miraba así porque no me veía bien. El peli-blanco solo sonrió.
–Estás… dios, Clare. Te ves preciosa. –Sonrió ampliamente, mirándome de pies a cabeza. Sonreí también.
–¿Te quedarás? –Pregunté, a lo que él asintió.- ¡Genial! Porque… Es decir, yo amo las fiestas pero… ahora no estoy de ánimos para eso… Y creo que necesitaré a alguien que…
–Clare… –Me interrumpió, antes de abrazarme.
–Gracias, Jack. –Susurré, escondiendo mi cabeza en su cuello.- Por todo…
–¿Clarisse? –Escuché una voz llamándome desde abajo.- ¿Clarisse? ¿Con quién hablas? –Reconocí la voz de Alex.
–¡Clarisse, baja ya! Todo está listo, ¡ya llegarán los invitados! –Oí el grito de Val.
–Creo que debes ir. –Me dijo Jack, separándose de mí.
–¿No vendrás? –Dije, algo desilusionada.
–Ellos no pueden verme. –Me recordó.- Estaré cerca, lo prometo. –Se acercó para besarme la mejilla y salió por la ventana. Lo vi alejarse hasta que lo perdí de vista.
–¡AGUSTINA CLARISSE BENNETT, BAJA AHORA O IRÉ POR TI! –Me gritó Val. Diablos.
–¡Voy! –Grité finalmente y bajé las escaleras. Todo estaba… estaba bello, se habían esforzado decorando.
Había globos, luces de colores, y una fuente de chocolate. Era… simplemente perfecto.
–¿Cuándo hicieron esto? –Fue lo primero que pregunté al ver a mis amigos. Alex, Mateo, Val, e incluso mi vecino, Sebastian.
–Esta tarde, cuando estabas con quien sabe quién, quien sabe dónde. –Dijo Mateo, arqueando una ceja.
–Jamie dijo que estabas con “Jack Frost.” –Rió Alex, lo cual me ofendió un poco, no pensaba dejar que lo molestaran porque ‘no era real.’
–Sí estaba con Jack Frost. –Dije frunciendo el ceño.- Él es real, lo crean o no.
–Como sea. –Habló Val.- Mírate, estás hermosa, amiga mía.
–Gracias. –Dije, sonriendo.
Al momento tocaron el timbre, y abrí. Una manada de personas entró, felicitándome y dejando un montón de regalos en una caja que decía ‘regalos aquí,’ que de seguro la había hecho Val.
De un momento al otro ya había al menos 100 personas bailando en mi casa, y eso me impresionó bastante, pues el lugar se llenó algo rápido.
–¡Hey, Clary! –Me llamó Mateo, así que fui a ver que quería.- ¿Por qué no cantas algo para la fiesta?
–¿Estás loco? –Le respondí, cruzando los brazos sobre mi pecho.- Yo no canto.
–Oh, Sí que lo haces. Te escuché el otro día tarareando una canción en biología, tienes buena voz.
–Y Jamie dijo que siempre cantas para ellos. –Apareció Sebastian, a su lado.
–Como sea, yo no canto en público. –Dije, lo cual era mentira, porque yo amaba cantar.
Pero no lo iba a hacer, ya que… No lo sé, por alguna razón me sentía intimidada por toda esta gente. Era algo así como pánico escénico.
Ese momento, la música se cortó como por arte de magia, y todo fue un completo silencio. La gente comenzó a quejarse.
–Acabamos de sufrir un quemón en nuestro amplificador. –Dijo el DJ.
Esperen, ¿¡Contrataron a un DJ!?
–Me informan que tardarán al menos 10 minutos en traer otro nuevo.
Algunas personas comenzaron a abuchear, y otras, simplemente comenzaron a salir de la casa.
–¡Noo…! –Se quejó Val, muy histérica.- ¡La fiesta se murió y solamente son las 9:30! ¡No pueden irse!
–¡Hay una solución! –Sonrió Mateo, mirándome con una sonrisa traviesa. Oh no.- ¡Clary cantará!
–¿¡Qué!? –Dijimos Val y yo al unísono.
–¡Yo no canto en público! –Repetí, incómoda.
–¡Clary, por favor! ¡No puede morir así esta gran fiesta! –Rogó mi amiga pelirroja.
Pensé un momento. Era increíble que vaya a hacer esto.
–Bien. –Solté un gruñido.- Lo haré.
Val subió al escenario de madera que había, y le susurró algo al DJ, que al momento llamó a las personas por el micrófono.
–¡Me acaban de informar que nuestra preciosa cumpleañera cantará hasta que traigan el amplificador! –Exclamó.
Mierda.
Todos volvieron y se quedaron viéndome.
–Mateo, te odio. –Me dije a mi misma.- Val, me debes una. –Bufé y subí al escenario.
Busqué en el computador alguna canción que yo pueda cantar y encontré tres opciones. Levanté la mirada, y, para mi mala suerte, Jack estaba flotando sobre todos, viéndome.
Decidí tomar la segunda canción. Tomé el micrófono.
–Esta canción… –Comencé a decir, respirando profundamente para calmarme.- Se la quiero dedicar a una persona muy especial para mí. Espero que les guste. –Sonreí y la canción comenzó a tocar.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 16
Party - Part II[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–Espero que les guste. –Sonreí y la canción comenzó a tocar.
(REPRODUCIR CANCIÓN MIENTRAS LEEN: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Me dejé llevar por la dulce melodía del piano y la guitarra, cerré los ojos, y comencé a cantar, sin importarme quién se encontraba a mi alrededor.
–There are three words, that I've been dying to say to you…
Burns in my heart, like a fire that ain't goin' out
There are three words, & I want you to know they are true...
I need to let you know
I wanna say I love you, I wanna hold you tight
I want your arms around me & I, want your lips on mine
I wanna say I love you, but, babe I'm terrified
My hands are shaking, my heart is racing
Cause it's something I can't hide, it's something I can't deny
So here I go...
Baby I lo-o-o-ve you
I've never said, these words to anyone, anyone at all
Never got this close, cause I was always afraid I would fall
But now i know, that I'll fall right in-to your arms...
Don't ever let me go
I wanna say I love you, I wanna hold you tight
I want your arms around me & I, want your lips on mine
I wanna say I love you, but, babe I'm terrified
My hands are shaking, my heart is racing
Cause it's something I can't hide, it's something I can't deny
So here I go...
Baby I lo-o-o-ve you
Take it in, breathe the air
What is there to really fear?
I can't contain, what my heart's sayin'
I gotta say it out loud...
I wanna say I love you, I wanna hold you tight
I want your arms around me & I, want your lips on mine
I wanna say I love you, but, babe I'm terrified
My hands are shaking, my heart is racing
Cause it's something I can't hide, it's something I can't deny
So here I go...
Baby I lo-o-o-o-ve you…
Al terminar la canción, todos aplaudieron y abrí los ojos, para ver a mis cuatro amigos sonreírme y gritarme al estilo porristas.
Reí y vi a varios hombres entrar por la puerta de mi casa con parlantes gigantes, había llegado el nuevo equipo.
El DJ acomodó la amplificación, música volvió a sonar y todos se pusieron a bailar de nuevo. Sonreí de lado, bajé del escenario y busqué con la mirada a mis amigos. Todos se encontraban bailando, riendo y divirtiéndose.
Nadie notaría si me fuera, ya que todos se divierten demasiado. Así que subí a mi habitación, cuidando que nadie me viera hacerlo, y me encerré allí tras notar que Jack entró también.
–¿Sabías que cantas muy bien? –Sonrió Jack, mirándome mientras se apoyaba en su cayado.
–Gracias. –Sonreí sentándome en mi cama. Me quité los tacones y me coloqué converse en su lugar. Miré al guardián.- ¿Nos vamos?
–¿A dónde?
–¿No que tenías una sorpresa para mí? –Arqueé una ceja.
–¡Oh, es cierto! ¡Vamos! –Sonrió. Tomé mi anillo-arma y me subí a su espalda.
Saltamos por la ventana, me aferré a su cuello y comenzamos a volar lejos de mi casa.
Un tiempo después de volar, comencé a divisar nieve por todos lados, y luego, el taller de Norte. Entramos por una ventana, y noté todo estaba oscuro.
Me bajé de la espalda del peli-blanco y me alarmé un poco, pues quizás Pitch había hecho algo malo aquí.
Jack me tapó los ojos con sus manos y me sobresalté.
–No mires. –Susurró en mi oído y asentí, relajándome un poco. Supuse que esto sería parte de la famosa sorpresa.
Luego de unos minutos de guiarme por el lugar, caminando a ciegas, me quitó las manos de mis ojos, pero los mantuve cerrados.
–¿Lista? –Preguntó, a lo cual asentí sonriendo.- ¡Anda, ábrelos! –Me animó.
Abrí los ojos.
Los guardianes se encontraban ahí parados, junto a los elfos y yetis, los duendes tocaban unas trompetas y un cartel de ‘¡Feliz cumpleaños!’ colgaba del techo.
Vaya… Si esto fue idea de Jack, debo decir que se esmeró con esta sorpresa.
–Yo… –Logré decir, antes de ser interrumpida.
–Feliz cumpleaños, Clarisse. –Me dijo Norte con un abrazo al que no tardé en corresponder.
–Pueden decirme Clare. –Sonreí. No era lo que había planeado decir, simplemente se me salió. Jack sonrió mirándome, y me lancé a darle un gran abrazo.- Gracias, Jack. –Susurré en su oído.- Te quiero, otaku friki. –Reí levemente.
–También te quiero, niña grande. –Susurró de vuelta, con una sonrisa.
Me estremecí al oír eso, pero le dediqué una sonrisa. Al separarnos, los demás guardianes me felicitaron con un gran abrazo, y nos dispusimos a comer, a charlar de la vida y demás.
Sonreí. Todo esto estaba mucho mejor que mi ‘fiesta’ en casa.
–Ven, quiero enseñarte un lugar. –Sonrió Jack mirándome.
Todos ya habíamos terminado de comer y los demás estaban en una charla interesante de la cual yo no era partícipe.
Puse una cara de confusión y éste pareció leer mi mente, pues solamente dijo:
–Sígueme.
Asentí y lo seguí por el taller de Norte.
Me llevó Hasta una gran puerta, por la cual entramos. Dios, todo era hermoso. Era algo así como Narnia, pero dentro de una habitación.
Había una cascada, un lago y muchas flores por todas partes. ¿Cómo era posible que este lugar tan bello existiera en el polo norte?
Jack sonrió y con su cayado hizo que comenzara a nevar, pero sin congelar lo demás. Fue un espectáculo increíble, todo el lugar se veía hermoso con la nieve cayendo.
–¿Y? ¿Qué opinas? –Me sonrió.
–Vaya… –Susurré, sin dejar de admirar el espectáculo, no tenía palabras para describirlo.- Es… hermoso. –Sonreí mirándolo, él me miró también y ambos sonreímos.
–Estás usando el collar. –Dijo, señalando mi cuello.
–Y jamás me lo voy a quitar. –Sonreí, algo sonrojada. Eso no me salió de la manera en la que quería, pero no había vuelta atrás. No podía cambiar lo que había dicho.
Jack no dijo nada y me rodeó con sus brazos. Me sorprendí pero le correspondí el abrazo. Él estaba totalmente frío, naturalmente. Pero no me molestaba. De hecho, ya me había acostumbrado a él.
Jack se separó de mí y me miró. Lo miré también y me sonrojé. Nunca fui muy buena con el contacto visual en tanta cercanía.
Él colocó su mano sobre mi mejilla y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, pero no fue por el frío que emanaba de su mano, no. Era porque noté que comenzó a acercarse a mí y yo no sabía qué demonios iba a hacer.
Me quedé paralizada hasta que estuvimos a centímetros de distancia, cuando una risa malvada apareció en el lugar, junto a una sombra que pasó por nuestro lado. Esto provocó que me escondiera detrás de Jack, sacando mi arco y colocando una flecha en éste, lista para atacar.
–Frost, la profecía trataba de una humana, ¿eh? –Dijo una voz, en el oído de Jack, pero logré escuchar. Me estremecí al reconocer la voz de Pitch Black.
Unos segundos después, aparecieron varias pesadillas, dispuestas a atacarnos. Jack y yo nos armamos y comenzamos a destruirlas.
Una de ellas hirió a Jack, pues este cayó lejos al ser lanzado por ella. Me enfurecí y por instinto coloqué tres flechas a la vez en mi arco, y, no sé cómo demonios lo hice, pero destruí a tres pesadillas al mismo tiempo.
Tomé confianza, me armé de valor y logré destruir a todas esas cosas. Luego corrí a ver si Jack se encontraba bien.
–¿Estás bien? –Pregunté, preocupada, él sonrió débilmente asintiendo. Le ofrecí una mano, él la tomó y se levantó con mi ayuda.
–Estoy bien, Clare. –Dijo, tomando su cayado del suelo.- Acabaste con todas las pesadillas… Tú sola… –No sé si lo dijo como pregunta o admiración, pero decidí tomarlo como admiración.
–Jack, –Comencé a decir, pero me interrumpió la voz de Conejo, quien entró a la sala muy asustado.
–¡Pitch estuvo aquí! –Exclamó. Rodé los ojos y lo miré con cara de pocos amigos.
–Lo sé. –Lo corté.- Acabamos con sus pesadillas, y le dijo algo a Jack sobre una profecía o algo así. –Conejo me miró con preocupación y luego miró de la misma forma a Jack, preocupado.
–Debes llevarla a casa. –Dijo, Jack asintió.
–Pero… –Comencé a decir, en vano.
–Nada de peros. –Dijo Jack, interrumpiéndome.- Es lo más seguro, Clare.
–Bien –Gruñí, antes de subirme a la espalda de Jack para regresar a casa.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 17
Best night... or not?[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Regresamos a casa, y noté que aún quedaban personas en la fiesta. Entramos por la ventana de mi habitación y Jack me ayudó a deshacerme de algunas personas, pues congeló el estéreo y detuvo la música.
La mayoría bufó y se fue a regañadientes. ¿¡Qué se creen!? ¡Pronto serán las 2:00 a.m. y esta es mi casa! ¡Mis primos y hermanitos (sin contar tíos y abuela) están durmiendo!
Cuando la gente se fue, los únicos en quedarse fueron Mateo, Val, Alex y un chico que no tengo idea de quién es. Incluso Sebastian se había ido.
–¿Dónde estabas? ¿No disfrutaste de la fiesta? –Preguntó Mateo, arqueando una ceja.
–En realidad no quería una fiesta. –Bufé, algo nostálgica. No sabía qué decir, así que opté por mi mejor opción.- No quiero una fiesta desde… –Me quedé callada cuando noté que estuve por mencionarlo.
El día en que murieron volvió a mi mente, junto a lo último que me dijeron ambos en persona. ‘Te quiero, mi niña.’ Me lo había dicho mamá. ‘Cuida a tus hermanos, hija.’ me lo había dicho papá.
–Pero tienes que olvidar eso, Clary. –Me dijo Val. Se notaba que había tomado unos cuantos tragos.- No puedes hacer nada al respecto, no puedes evitar lo que sucedió, no puedes cambiar el pasado. –Se encogió de hombros, como si fuera un tema de poca importancia.
Eso me molestó bastante. Fruncí el ceño y suspiré. No era necesario lidiar con alguien borracho ahora. Y menos si ese alguien era mi mejor amiga.
–Ya. Basta. Váyanse. No voy a hablar de eso en mi cumpleaños. –Dije, tratando de mantenerme seca.
–Clary, supéralo. No van a volver, solo debes disfrutar de la vida. –Sonrió.
Eso fue como una estaca al corazón.
–¿Cómo puedes ser tan insensible? –Susurré.- ¿¡Cómo se supone que vaya a disfrutar de la vida cuando… –Me callé al sentir el nudo en mi garganta. Traté de no llorar.- Sólo… váyanse. –Dije, en un hilo de voz.
–Pero, Clary…
–Ahora. –Sollocé, en un intento fallido de ahogar un gemido que vendría acompañado de lágrimas.
–Val, eres una idiota. –Le dijo Alex, con el ceño fruncido.- Clary, Val se refería a que no siempre sufrirás con lo de tus padres y…
–Basta, váyanse. –Gruñí, reprimiendo lágrimas que amenazaban con salir.
–No puedes evadir el tema cada vez que sale a la luz. –Dijo Val, se notaba que había tomado mucho y eso me molestó.
–¡Sí, sí puedo! –Gruñí, momento en que una lágrima rebelde resbaló por mi mejilla. Val y los muchachos me miraron con tristeza. Val me miró, con cara de arrepentirse de lo que me dijo antes.
Pero el daño ya estaba hecho.
–¡No tienen derecho a hablar sobre mis padres y menos a obligarme a olvidarlos! –Grité, esta vez dejé que más lágrimas cayeran.
–Clary, ven… –Susurró Alex, en un tono calmado. Se me acercó, tratando de abrazarme, pero lo empujé. No quería a nadie cerca de mí ahora.
–Déjenme sola. –Dije, abrazándome a mí misma. Ninguno se movió, así que gruñí.- ¿¡Qué están sordos!? Dije: ¡LARGO DE MI CASA! –Lloré como niña pequeña haciendo un berrinche.
Alex jaló a Val del brazo y Mateo al otro chico. Los cuatro salieron de mi casa y cerraron la puerta detrás de ellos.
Dirigí mi mirada hacia las escaleras y noté que Jack estaba mirándome boquiabierto, sin decir palabra.
No lo miré más, solo salí disparada hacia mi habitación, y cerré la puerta de un zarpazo. Me senté apoyada en la puerta, abracé mis rodillas y hundí mi cara en ellas, dejando que lágrimas de dolor corrieran sin parar.
Les había gritado a mis amigos. Ellos tocaron un tema del que me dolía hablar, yo no estaba lista para hablar sobre eso sin caer al borde del llanto, aún no.
Sentí una presencia en mi habitación, obviamente era Jack. Era el único capaz de aparecer cuando yo quería destruirlo todo a mí alrededor.
–Clare, ¿te encuentras bien? –Susurró con un tono dulce en su voz.
Me limpié las lágrimas y levanté la mirada, e hice lo que mejor sé hacer: Sonreír.
Sonreí, dando a entender que estaba bien, aunque la verdad que no lo estaba.
Bueno, algo así. La presencia de Jack me reconfortaba al saber que siempre estaría para mí.
Entré al baño a cambiarme, y me coloqué mi pijama, luego de lavarme la cara.
–¿Jack? –Lo llamé al salir del baño. Él me sonrió, pues estaba recostado en mi cama.
Sonreí débilmente y me acosté a su lado. Él solo me abrazó sin decir palabra, y eso era justo lo que necesitaba. Recargué mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.
No tenía idea de cuánto tiempo pasó, pero estaba a punto de caer dormida, cuando sentí que me movían y ponían mi cabeza sobre una almohada. Seguramente era Jack, apunto de regresar al taller de Norte.
Me estremecí al sentir un helado aliento acercarse poco a poco a mí. Luego, una especie de punzada en los labios, como cuando te dan un beso.
Ahora sí abrí mis ojos, para encontrarme con un ruborizado Jack apartarse de mí. Estaba todo colorado. Fue algo muy divertido y tierno verlo así, pero… eso significaba solo una cosa. Oh, por Dios.
Jack Frost me había besado.
¡Demonios!
¡Jack me había besado!
–C-creí que estabas dormida. –Dijo Jack con voz temblorosa. No soporté más y tuve que preguntar.
–¿Por qué fue eso? –Él se tensó y pareció quedarse paralizado.
–Yo…yo… –Comenzó a decir.- Tengo que irme. –Fruncí el ceño.
–Bien. –Le dije, algo cortante.
–Buenas noches, Clare. Feliz cumpleaños. –Dijo, recuperando su pálido color. Se despidió besándome la frente, luego me susurró en el oído.- Te lo diré algún día, mi niña grande. Y ten esto, por si la necesitas. –Me dejó una esfera que nevaba en mis manos.- Te llevará a donde quieras ir. –Sonrió.
Simplemente sonreí.
–Buenas noches, otaku friki. –Reí un poco.
Nuestros apodos eran algo ridículos.
Jack salió por la ventana y me acosté, con una estúpida sonrisa en la cara, y una pregunta que rondaba por mi cabeza.
¿Por qué Jack me había besado?
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 18
Pitch attacks[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Desperté por la sensación de ser observada. Vi la hora, 4:28 a.m. dormí menos de tres horas. Wow.
Escuché un ruido proveniente de la ventana. Automáticamente tomé mi arco junto a una flecha que coloqué en él.
Me acerqué a ver qué sucedía. Una sombra pasó por ella, una sombra reconocible: Pitch.
Luego, varias pesadillas ingresaron a mi habitación, seguidas del coco.
–Pitch. –Dije en un tono serio, apuntándolo con mi arco.
Él sonrió, asintió sin decir nada y pesadillas me atacaron, abalanzándose sobre mí. Comencé a disparar flechas como loca, tratando de escapar.
Acabé con ellas como pude. Una vez que me libré de ellas, levanté la mirada, y vi que Pitch me disparó algo así como una especie lanza oscura que logré esquivar. Pero esta me raspó el brazo izquierdo.
Un dolor se apoderó de mi herida y sentí cómo todo iba perdiendo sentido para mí. Un sentimiento de temor se apoderó de mí, y supe lo que debía hacer.
Le disparé una flecha para distraerlo, luego, rápidamente tomé la esfera que Jack me había dado y susurré.
–Llévame con Jack. –Sin pensarlo dos veces la lancé a la pared, donde explotó, convirtiéndose en un portal.
Corrí adolorida y lo atravesé, escapando de Pitch.
Caí con un golpe seco en el suelo del taller de Norte. Levanté la mirada y noté que los guardianes estaban ahí, y los duendes se encontraban limpiando lo que desordenaron para mi fiesta.
Al verme, Jack y los demás corrieron y se pusieron a mi alrededor, alarmados. Me levanté, aún con ese horrible sentimiento de temor que me inundaba. Mi vista se nubló y me sentí caer, siendo sujetada por unos brazos helados. Jack.
–¡Clare! –Oí su voz distante.
–La lanza de Pitch. –Dijo… ¿Conejo?
–Necesita atención médica. –Escuché otra voz. Quizás era Norte.
–Clare, ¿Qué pasó? –Oí la pregunta de Hada, su voz se oía muy lejana.
Noté que un pequeño brillo dorado salió de la cabeza de Meme, formando signos de interrogación sobre él.
–Clare, tranquila… –Jack me miró con preocupación y luego miró mi herida. Creo que debió haberse visto mal, ya que se heló al verla.- …vas a estar bien. –Oí que dijo.
–Jack, –Logré decir, antes de que todo se volviera negro.
Mi consciencia volvió a mí. Desperté sin poder abrir mis ojos, pues mis párpados estaban pesados. Supongo que aún estoy en el taller de norte, ya que escucho los tintineos de los duendes al caminar.
Más allá de eso, escuché voces hablando.
–No olvides que ella ahora es parte del equipo. –Reconocí la voz de Hada a lo lejos.
–Es muy peligroso para ella, sólo es una humana. –Dijo una voz masculina, creo que era Conejo.
–Aunque sea humana, es poderosa y todos aquí lo sabemos. Ustedes vieron cómo venció a las pesadillas.
–Pero podría morir.
–No si nosotros la protegemos, Conejo.
–¡Por favor, Hada! ¡Tú viste lo que le hizo Pitch! ¡La usará como nuestro punto débil! –Estalló, se escuchaba realmente molesto.- Ella nos importa, ¿o no? ¡Tenemos que protegerla porque eso hacemos! ¡Proteger a aquellos que creen en nosotros!
–No quiero que le pase nada. –Reconocí la voz de Jack entrometerse en la conversación.
–Jack, estamos viendo esto desde la perspectiva de los guardianes, –Reprochó Conejo, claramente molesto.- ¡No desde la tuya!
–¿Y qué tiene la mía de diferente?
–¡Que estás enamorándote de ella, idiota!
–¡No es verdad!
–Shh… la van a despertar. –Escuché a Norte ingresar a la habitación.
Esta vez, traté de abrir mis ojos, y lo logré, poco a poco. Todo se vio borroso al principio, pero luego las cosas comenzaron a hacerse más claras.
Me encontraba en la oficina de Norte, y tenía vendado mi brazo izquierdo, que aún me dolía un poco.
Todas las miradas se dirigieron hacia mí. Jack se sentó a mi lado y me sonrió.
–Clare… ¿Cómo te sientes? –Me preguntó, con una mirada intensa. Sonreí asintiendo levemente, dando a entender que me encontraba bien.
–¿Qué fue lo que sucedió allá? –Preguntó Norte, acercándose a mí.
Suspiré y le conté lo ocurrido con Pitch horas atrás, sin saltarme ni un solo detalle por si había algo en lo que podía ayudar.
–No puede ser. –Dijo, cuando terminé de relatar lo sucedido.
–Creo que debemos dejarla descansar, chicos. –Sugirió Hada, mirándome con una pequeña sonrisa. Todos asintieron y fueron saliendo de la habitación, uno por uno.
–¿Puedo quedarme? –Preguntó Jack.- Para… que no esté sola. –Dijo. Norte asintió y salió cerrando la puerta detrás de él. Jack dirigió su mirada hacia mí.- Yo… perdona, Clare. Es mi culpa que estés así. –Susurró, notoriamente triste.
–Jack, no digas eso. –Lo interrumpí.
–Pero…
–Shh. –Lo callé, sonriendo.- No es tu culpa, ¿Entiendes? –Arqueé una ceja. Él asintió. Tomé su mano y le sonreí, él sonrió también.- ¿Puedo preguntarte algo? –Dije. Él sonrió asintiendo.
Tomé aire y valor para decirlo, esa duda me mataba.
Y tenía que saber la respuesta.
–¿Por qué me besaste?
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 19
Heart Break[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Hubo un silencio incómodo por algunos segundos. Él tomó aire mirando a otro lugar.
Solo lo miré esperando una respuesta, y al final, se dio por vencido y respondió.
–No fue… no fue por que quisiera. –Noté un rojizo color en sus mejillas y fruncí el ceño levemente.
–Eso no responde mi pregunta, Frost.
–No vas a dejarme en paz hasta que te lo diga, ¿cierto? –Preguntó pasando una mano por su cabello. Sonreí asintiendo. Jack me miró con seriedad y tomó aire.
–La verdad Clare, es que… –Comenzó a decir, yo lo miré expectante.- …que estabas tan deprimida por lo de la pelea con tus amigos, que creí que lo necesitabas. –Dijo.
Escuchar eso me partió el corazón en mil pedacitos.
¿¡Qué este pendejo cree que muero por que me dé un beso!? ¡Que se vaya a la mierda!
–¿¡Qué, crees que besarme haría que olvidara lo que pasó!? –Lo miré mal, mi orgullo estaba herido.- Eres un idiota. –Murmuré, con frialdad. Miré a la ventana que estaba al lado de la cama, podía ver la nieve del polo a través de ella.
–Yo… no quise referirme a eso. –Habló rápidamente, tratando de arreglar lo que había dicho.
–Pues lo hiciste. –Dije con rencor, no había manera de que él se retractara.- Ya, vete Frost. Acabas de cagarla en grande.
–Clare, pero yo…
–¡Jack, ataque de pesadillas en Washington! –Conejo entró alterado en la habitación, Jack me miró dolido y salió de la habitación.- Quédate aquí, Clare. –Me ordenó el canguro, como si fuera a hacerle caso.
Esperen un minuto, dijo ataque de pesadillas en Washington…
¡Sophie, Jamie!
¡Mierda, mis hermanos!
Me levanté como pude, lamentablemente seguía en pijamas, lo cual ahora, poco me importaba.
Tomé mi arco y flechas, y fui hacia donde estaba el trineo, pero para mí mala suerte, ya se habían ido.
Corrí de regreso a la oficina de Norte, donde encontré las esferas que se volvían portales. Tomé una y susurré ‘Washington’ para después lanzarla.
Al atravesar el portal, me encontré con los guardianes en problemas, estaban rodeados de pesadillas. Corrí, colocando tres flechas en mi arco y disparé, dando a tres pesadillas.
Pronto, el resto de las pesadillas se dirigieron hacia mí. Jack y los demás me ayudaron y juntos acabamos con ellas.
–Te dije que te quedaras. –Me regañó Conejo, como si fuera una niña que escapó de casa para ir a una fiesta o algo así.
–¡Si no hubiera llegado, podrían estar muertos! –Dije molesta, en mi defensa.
–¿Enserio crees que te necesitamos para vencer a las pesadillas? ¡Eres una simple humana! –Gruñó.
–Yo acabé con muchas pesadillas y los ayudé, ¿¡y aún así crees que no les soy útil!? –Gruñí de vuelta.
–No eres más que una humana, no sirves en esta guerra. Debes irte a casa, donde perteneces.
–Pero…
–Nada de peros. –Me calló.- Mejor vete ahora, Clarisse. Los humanos son inútiles en estas cosas, nunca saben cómo lidiar con lo que no entienden.
Miré atónita a los demás. Ninguno dijo nada, parecían estar de acuerdo con lo que Conejo acababa de decir, y Jack, tenía la mirada en el piso.
Eso sí que me dolió.
–Bien. –Miré a Conejo enfadada y dolida.- ¡Púdranse, todos ustedes! ¡Los odio! ¡No merecen llamarse guardianes!
Luego salí corriendo a casa tan rápido como pude.
Al llegar, me encerré en mi habitación y me tiré en la cama. Eran las 6:45 a.m. y hoy no había clases, pues era sábado.
¿Cómo pude haber sido tan idiota para creer que mi lugar era ayudando a los guardianes? ¿Cómo pude pensar que Jack si quiera se preocuparía por mí? ¿Cómo pude haber pensado que yo le importaba a alguno de ellos?
Idiota. Clarisse, eres una idiota.
Me repetía una y otra vez.
Tomé una foto de un álbum, en donde estábamos mamá, papá, mis hermanos y yo. Todos estábamos felices riendo sin parar.
La abracé y susurré para mí misma.
–Mamá, papá, no tienen idea de cuánto los necesito. –Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, suspiré y me dejé caer en cama hecha un mar de llanto.
Pensando.
A veces me pregunto cómo sería mi vida en Washington si no hubiera conocido a Jack.
¿Seguiría llorando cada noche por mis padres? ¿Habría disfrutado de la fiesta que mis amigos hicieron para mí? ¿Tendría a alguien que me importara de la manera en la que Jack me importa?
Mil preguntas pasaban por mi cabeza.
Pero ahora, no podría estar más equivocada. Creí que era importante para Jack. Creí que los guardianes me querían. Creí que Jack me defendería de Conejo. Creí mal.
Todo lo que quería era ser feliz, y lo era, hasta que todo mi mundo se vino en mi contra luego de preguntarle a Jack sobre el beso.
Jamás pensé ser tan idiota. No hasta ahora.
Estaba tan ilusionada que jamás creí que esto pasaría. Estúpidas desilusiones.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 20
That guy[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Desperté gracias a los llamados de Jamie desde afuera de mi habitación. Vi mi reloj, eran las 10:34 a.m.
No descansé nada.
–Pasa, enano. –Dije como pude, luego escuché la puerta abrirse y volverse a cerrar. Poco después, Jamie se sentó en mi cama, viéndome con su preciosa sonrisa.- Hola... –Sonreí somnolienta, pues había estado toda la noche con los guardianes.
–Alex dijo que te fuiste de la fiesta anoche, y te encerraste en tu habitación, pero fui a buscarte y no estabas. –Me dijo mi hermanito.- ¿Dónde estabas? –Preguntó curioso.- ¿Saliste con Jack? –Preguntó con una sonrisa, y asentí.
–Sí, estaba con él y los guardianes. Pues… al parecer, Pitch regresó.
–¿Y los ayudas? –Dijo emocionado.
–Pues, Santa Claus me dio un arco y flechas para acabar con las pesadillas. –Sonreí al ver a mi hermano emocionado.- Pero Conejo me botó del equipo anoche, y Jack es un idiota. –Dije con resentimiento.
–¿Qué sucedió? ¿Pelearon?
–Es… complicado, ¿sabes? –Suspiré.
–Cuéntale todo a tu hermanito menor. –Sonrió, fingiendo ser mayor. Morí de la ternura y supe que merecía saber lo que sucedió.
–Pues… –Y solté todo. Desde el regalo de cumpleaños hasta lo sucedido horas atrás.
–¿Y por qué te importa tanto saber lo del beso? –Preguntó con una sonrisa pícara.- ¿¡Te gusta Jack!? –Preguntó muy emocionado.
–No lo sé… –Respondí, lo cual era verdad, no sé lo que siento por él.- Es… complicado. –Suspiré. Mi hermano me miró a los ojos como diciendo “no te creo,” así que dije lo que él esperaba que dijera.- Pero… creo que sí, Jamie. –Confesé, finalmente.
–Jack es un idiota y lo sabes. –Me dijo, dando ánimos.- Y no creo que Conejo haya dicho eso para herirte. –Me sonrió colocando una mano sobre mi hombro.- Yo creo que solo quería protegerte de Pitch.
–Pero puedo ayudar… –Dije, algo triste.
–Ellos no quieren que salgas herida, hermanita. –Me miró a los ojos.- Y creo que si Jack te besó cuando estabas durmiendo, no fue por lo que dijo, porque podría haberlo hecho cuando te encontraras despierta. –Me sonrió, iluminando una chispa de esperanza en mi interior.- Quizá, solo quizá… –Sonrió.- Podría ser que le gustes, hermanita.
–Jamie, siempre sabes que decir para que me sienta bien, incluso siendo menor. –Sonreí abrazando a mi pequeño hermanito.- Gracias, enano. –Lo despeiné con una mano.
–¿Quién eres, y qué es lo que vas a hacer? –Me animó sonriendo.
–Enano, no empieces. No soy uno de tus superhéroes. –Reí
–No lo arruines, hermana mayor. –Bufó, molesto.- Dije, ¿Quién eres y qué vas a hacer?
–Bien. –Reí, y decidí seguirle la corriente.- Soy Clarisse Bennett y voy a ayudar a los guardianes…
–¡Esa es mi hermana! –Exclamó con orgullo.
–…Después de comer. –Reí y bajé las escaleras, seguida de Jamie.
Media hora después, me encontraba en el parque, admirando el precioso paisaje lleno de nieve, y preguntándome dónde se encontraría Jack en estos momentos.
Al caminar, me encontré con aquel chico que ayer estaba con Val y los demás, se acercó a mí y me sonrió. Era castaño, tenía los ojos claros y pecas por toda la cara.
–Hola, eh… –Dijo, dejando espacio para que me presentara.
–Clarisse, mi nombre es Clarisse Bennett. –Sonreí.
–Un gusto, Clarisse. –Sonrió, tenía una linda sonrisa, para qué mentir. Era lindo.- Mi nombre es Ethan Matthews.
Tenía una preciosa sonrisa. Hizo una reverencia como príncipe, y tomó mi mano, besándola. Acto que hizo que me ruborizara.
Una ráfaga de viento helado me hizo dar frío, así que me abracé a mi misma para darme calor.
De seguro era Jack, quien vio a Ethan besando mí mano. Aunque… no lo creo. Quizás solamente había comenzado a imaginar cosas porque seguía un poco dolida por lo de anoche.
–¿Frío? –Me preguntó Ethan, a lo cual asentí.- En ese caso, ¿Te gustaría ir por chocolate caliente?
–Claro, vamos. –Sonreí. Ethan puso una mano alrededor de mis hombros para darme calor. Sentí otra ráfaga de viento helado y giré para ver de dónde provenía.
Y entonces lo vi. Sobre la rama de un árbol, con el ceño fruncido en señal de disgusto. Lo miré con el ceño fruncido, aún molesta con él, y volteé a mirar a Ethan, quien me sonrió.
–¿Mejor así? –Preguntó, refiriéndose a si su brazo abrazándome me calentaba aunque sea un poco.
–Mejor, gracias. –Le sonreí.
–Entonces creo que es una buena idea mantenernos así mientras tengas frío. –Comentó, antes de guiñarme un ojo.
Sin mi consentimiento, sentí que mis mejillas se tornaron de un color rojizo y no supe qué hacer, así que solo reí levemente y me mantuve callada todo el camino hacia el lugar en el que tomaríamos chocolate caliente.
Al llegar a la tienda, compró dos chocolates calientes y nos sentamos frente a frente en una mesa del lugar.
–Cuéntame sobre ti, Clarisse. –Comentó, con una sonrisa.
–¿Qué quieres saber? –Pregunté del mismo modo.
- aquí:
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 21
Bunny's burrow[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Luego de tomar chocolate caliente con Ethan, (quien por cierto, es un amor de persona), regresé a casa, a eso de las 3:00 p.m.
Me puse a jugar a las escondidas con Jamie, Sophie y mis primos, nos divertimos bastante, hasta que Arabella se me acercó luego de que decidiéramos tomarnos un descanso.
–Clary, ¿Podrías cantar para nosotros?
–¡Si, por favor! –Rogó Harry, regalándome una sonrisa.
–¡Canción! ¡Canción! –Canturreó Sophie, abrazando mi pierna.
–Está bien, está bien. –Sonreí, no puedo decirles que no a estos pequeños demonios, los quiero demasiado.- Vamos al piano. –Les dije, los cinco pequeños me siguieron al auditorio de la casa, donde tenían toda clase de instrumentos. Me senté y me preparé en la silla del gran piano.- ¿Qué canción les gustaría oír? –Pregunté, con una sonrisa.
–¡Esa que escribiste! –Me sonrió Jamie.
–¿Y tú cómo sabes que escribí una nueva canción? –Reí, mirando acusatoriamente a mi hermanito. Jamie rió.
–Te escuché practicar el otro día.
–De acuerdo. –Sonreí.- ¿Listos? –Los cinco asintieron.- Aquí va.
REPRODUCIR CANCIÓN MIENTRAS LEEN: (https://www.youtube.com/watch?v=86YkF06GUC8)
Comencé a tocar la canción, y posteriormente, a cantarla. Nunca he podido cantar sin sentimiento, así que me emocioné, y al parecer Jamie lo notó, porque me miró emocionado.
–Loving him is like driving a new Maserati down a dead-end street
Faster than the wind, passionate as sin, ending so suddenly
Loving him is like trying to change your mind once you're already flying through the free fall
Like the colors in autumn, so bright just before they lose it all
Losing him was blue like I'd never known
Missing him was dark grey all alone
Forgetting him was like trying to know somebody you never met
But loving him was red
Loving him was red
Touching him was like realizing all you ever wanted was right there in front of you
Memorizing him was as easy as knowing all the words to your old favorite song
Fighting with him was like trying to solve a crossword and realizing there's no right answer
Regretting him was like wishing you never found out that love could be that strong
Losing him was blue like I'd never known
Missing him was dark grey all alone
Forgetting him was like trying to know somebody you never met
But loving him was red
Oh, red
Burning red
Remembering him comes in flashbacks and echoes
Tell myself it's time now, gotta let go
But moving on from him is impossible
When I still see it all in my head
In burning red
Burning, it was red
Oh, losing him was blue like I'd never known
Missing him was dark grey all alone
Forgetting him was like trying to know somebody you never met
'Cause loving him was red
Yeah, yeah, red
We're burning red
And that's why he's spinnin' 'round in my head
Comes back to me, burning red
Yeah, yeah
His love was like driving a new Maserati down a dead-end street…
Al terminar la canción, los cinco pequeños aplaudieron.
–Me encanta como cantas, me haces sentir… no lo sé, diferente, animado, algo así. –Sonrió mi hermanito.
Cuando miré mi reloj, eran como las 6:30 p.m.
Le dije a Jamie que iría con los guardianes y eso haré.
–Nos vemos más tarde pequeños. –Me despedí de los cinco y subí a mi habitación.
Tomé mi arco y flechas, y una bola-portal que tomé de Norte, sabía que me sería útil. Tomé aire y lancé la bola-portal, diciendo “¡Con los guardianes!”, y corrí a atravesar el portal.
Me encontraba en un lugar muy colorido, donde se encontraban… ¿Huevos coloridos? ¿Será esta la madriguera de Conejo?
Miré a mí alrededor, y a lo lejos, vi a los guardianes, tendidos en el piso, y Conejo era el único en pie, que estaba mirando con preocupación en busca de una señal de movimiento.
Vi que una pesadilla se le acercaba, dispuesta a atacarlo por la espalda, así que corrí y saltando a un costado grité:
–¡Muévete, Conejo! –Él me miró y saltó a un costado, mirándome mal.
Lancé una flecha que dio justo en mi blanco: La pesadilla. Ésta se desvaneció, dando paso a otras seis. Tomé tres flechas, y las lancé a tres de ellas, dando en el blanco.
Las otras tres, se abalanzaron a los guardianes caídos, pero fui más rápida y repetí mi acción, acabando con el resto de las pesadillas.
Caí de rodillas, me sentí una power-ranger al terminar una tarea difícil.
–¿¡Qué demonios pasó aquí!? –Pregunté al levantarme.
–No deberías estar aquí, ¿No se supone que nos odiabas? –Me dijo Conejo, algo exaltado y alterado por si aparecían más pesadillas.
–El hecho de que esté furiosa contigo no significa que no vaya a ayudarlos. –Respondí, indiferente.
–Gracias. –Dijo. Lo miré incrédula. Éste suspiró y lo repitió.- Gracias. –Tomó aire como para dar un gran discurso de disculpas.- Creí que eras débil y que tendríamos que protegerte… Pero veo que me equivoqué… –Miró al piso, y yo me quedé perpleja.- …Clarisse, gracias a ti no estamos muertos. Perdona por lo que dije antes, sólo quería protegerte, pues pensé que eras… débil, enserio, lo lamento… –Él no sabía qué más decir, y yo sonreí ampliamente.- Espero que me perdones…
Corrí, soltando mi arco y me lancé a abrazarlo, era como abrazar un peluche gigante.
–Conejo, eres un idiota. –Reí como niña pequeña.- Claro que te perdono. –Sonreí. Luego, ayudé a Meme y a Hada a levantarse, quienes se alegraron de verme y me recibieron con un abrazo, al igual que Norte. Jack me dedicó una sonrisa, la cual, no correspondí, aún estaba molesta por lo que me dijo.
Nos quedamos conversando animadamente sobre cómo había terminado con las pesadillas y salvé a todos los guardianes, cuando se estaba haciendo algo tarde, y Norte dijo que debíamos actuar pronto.
–Será mejor que nos dividamos en grupos y vayamos por pesadillas, no podemos arriesgarnos a que suceda algo peor. –Dijo Norte, una vez recuperado por completo.- Meme y Conejo, ustedes irán por el sur, Jack y Clare… –Mierda, nos hizo un equipo.- …ustedes irán por el centro de la ciudad, y Hada y yo iremos por el norte. –Todos asentimos y cada quien fue a su respectivo lugar.
Con Jack, por primera vez, hubo un gran silencio incómodo, hasta que Jack decidió hablar para romper la tensión.
–Si me odias, solo dilo. –Me dijo, serio y… ¿dolido? No lo creo, este tipo es un experto en engaños. Decidí quedarme callada, no pensaba hablarle hasta que se disculpe.- ¿Clare…? –Me llamó.- ¿No vas a hablarme? –En ese momento escuché un ruido, en un arbusto. Traté de agudizar mi oído.- Clare, escúchame, si tu…
–¡Shh! –Lo callé.- ¿Oíste eso?
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 22
The kidnap[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–¿Oír qué? –Me dijo, poniéndose en posición de ataque.
Vi a una pesadilla enorme detrás de él, la apunté con mi arco rápidamente.
–¡Cuidado! –Exclamé. Jack se movió y disparé, acabando con la pesadilla.
Pronto, más y más pesadillas se acercaron, acorralándonos en un círculo. Una atacó a Jack, pero me interpuse en medio, y me hirió a mí, dándome una sensación de inseguridad y miedo, aunque no tan fuerte como la sensación que había provocado en mí la lanza de Pitch.
Jack de alguna forma, atacó al resto de las pesadillas y terminó con ellas. Luego se me acercó con preocupación irradiada en su mirada.
–¿Por qué? –Lo mire con cara de pocos amigos y él me dijo.- ¿Por qué lo hiciste? Creí que me odiabas…
–Que esté enojada contigo no significa que no me importes, Frost. –Dije levantándome, temblorosa. Jack me ayudó.
–Vamos, te llevaré a casa. –Me cargó como princesa y emprendimos vuelo a casa de mis tíos. Entramos por mi ventana y me dejó en mi cama.- Descansa, Clare.
–Adiós Jack. –Dije, en un tono cortante.
Pensé en todo lo sucedido desde que llegué a Washington, y pronto, caí en un profundo sueño.
–Estás sola, nunca podrás recuperar lo que perdiste… –Me decía una voz.- ¡SOLA!
Desperté, estaba cubierta por una ligera capa de sudor. Había sido un sueño, solo un sueño. Un muy mal sueño.
–Hola, Clarisse Bennett. –Me dijo una voz que reconocí al instante. Pitch. Busqué mi arco con la mirada, pero no estaba en su lugar.- ¿Buscas esto? –Dijo, sacando… ¡Mi arco y flecha!
–¿¡Qué es lo que quieres, Black!? –Dije, muy a la defensiva.
–Te quiero a ti. –Rió malvadamente.- A ella. –Dijo. Pesadillas se abalanzaron sobre mí, y me atraparon por más que luchara con todas mis fuerzas.
Mierda.
Me llevaron hasta un lugar bastante tétrico, era oscuro, y estaba infestado de pesadillas. Era algo así como una colmena de pesadillas. Me daba más asco que miedo, porque yo las veía como plagas.
Me lanzaron en una jaula. Y Pitch puso mi arma muy lejos de mi alcance.
–No sé qué quieres de mí. –Bufé.- No te sirvo.
Pitch lanzó una risa malvada.
–Oh, pequeña Clarisse… –Rió.- ¡Sí que me sirves…! –Se puso frente a mí.- Gracias a ti, dominaré el mundo. Después de todo, la profecía sí se trataba sobre ti.
–¡Los guardianes vendrán por ti! –Le advertí.- Van a acabar contigo, ¡igual que la última vez!
–No lo creo. –Rió.- Esta vez tengo un mejor plan… –Me miró serio.- …no estaré solo esta vez. –Sonrió.- Diviértete ahí, pequeña. Porque estarás un buen rato ahí adentro. –Y desapareció, dejando a dos pesadillas de guardias en mi celda.
No tengo idea de cuánto tiempo estuve en esta celda, pero estoy segura de que fueron horas… horas, antes de que alguien note mi ausencia…
Estaba tan aburrida que decidí escribir una canción, para Jack… Sobre todo lo que siento por él, me vuelve loca, pero lo quiero, y él es la única razón por la que no temo volar… Varias cosas cursis que sentía por él a pesar de que estaba enfadada…
Al terminar de escribir la canción, escuché un ruido en la puerta de mi celda. Me acerqué a ver qué era. Dos pesadillas retorciéndose de… ¿Dolor? Y detrás de ellas, Pitch.
–¿Qué quieres? –Bufé.
–Si accedes a cantar para mí, lo que yo te diga, puede que deje unirte a nosotros. –Sonrió. ¿Nosotros? ¿Él y quién más?- Calma, pequeña, pronto llegará el invitado especial. –Rió.
–Nunca voy a unirme a nada que tenga que ver contigo, Pitch. –Volqué mis ojos.- Jamás.
–Bueno, pero déjame decirte que si no lo haces, vas a estar… –Comenzó a decir riendo.- …SOLA. –Desapareció tras decir eso en un susurro.
–¡No estaré sola…! –Dije en un gemido ahogado.
Este desgraciado tiene el don de hacerme sentir… atemorizada… No es posible.
Tomé una piedrita y comencé a dibujar algo en mi celda, tarareando una canción que me hacía sentir mejor, una canción de cuna. “Ta-da-da-ba-duh-da-da-dah.”
Noté que las pesadillas que me vigilaban se quejaban de algo, como si estuvieran siendo torturadas por una fuerza invisible o algo.
Paré de tararear para ver qué sucedía y me miraron amenazantes. Levanté mis manos en signo de rendición y volví a dibujar con la piedrita mientras tarareaba.
Oí de nuevo ese quejido de las pesadillas, que se retorcían desesperadas.
Me detuve y me acerqué de nuevo. Las pesadillas recobraron sus sentidos y me miraron muy mal.
Esperen un segundo…
Volví a tararear, mirando a las pesadillas.
Estas se retorcieron de dolor desesperadamente. Dejé de tararear y se detuvieron. Entonces repetí mi acción de nuevo para comprobar mi teoría.
Genial, tenía un arma a favor.
Solo debía esperar el momento exacto para poder utilizarla. Me acosté en un rincón. Pensé en cómo reaccionarían todos al saber que desaparecí.
Lugo de un rato, caí en un sueño profundo.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 23
Pitch's jail[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Desperté debido a los rugidos de mi estómago. Estaba muerta de hambre y necesitaba comer algo con urgencia.
–¡Pitch! –Lo llamé. No hubo respuesta.- ¡Ustedes, pesadillas! –Las llamé. Ambas me miraron con recelo.- Tengo hambre.
Me miraron con cara de pocos amigos. Fruncí el ceño.
–¿No me traerán nada? –Pregunté, en tono de advertencia. Ambas negaron. Sonreí.- En ese caso… ¡TENGO HAMBREEE! –Canté, llegando a una nota muy alta y noté que las pesadillas se retorcieron de dolor. Me detuve para tomar aire.- ¿Y ahora? –Ambas se miraron y desaparecieron.
Momentos después, estaba comiendo una pata de pollo mal cocida.
Comida es comida.
Me dije.
–Jack… ¿Dónde estás? –Susurré para mí misma.
Ahora, aunque esté molesta, aunque quiera partirle la cara, gritarle lo mucho que lo detesto, y luego besarlo y decirle que lo quiero, lo necesito… Es muy importante para mí.
No sé qué sería de mí sin él. Al llegar aquí, fue el primer adolescente de mi edad que conocí –A parte de Alex– él fue el primero en enterarse lo de mis padres, sin contar con mi familia.
Él me ayudo a superar mi dolor poco a poco, y fue llenando mi corazón con sus estupideces, su carisma, su vanidad, su egocentrismo, su ternura… Cómo decirlo… Él fue enamorándome poco a poco, y debo admitir, que, lo que siento por Jack, nunca lo había sentido por nadie más.
¿Por qué tenía que darme cuenta de lo que sentía por él ahora?
Tomé el collar que me había dado entre mis manos, y lo presioné contra mi pecho.
–Jack, ven… Por favor. –Dejé que una lágrima rebelde corriera por mi mejilla sin mi consentimiento.
Pasaron horas, y horas y más horas –una eternidad, según yo–, y ya estaba por matarme del aburrimiento, no había nada interesante que hacer en mi pequeña prisión.
–Sé que no te complace estar aquí. –Rió Pitch.- Pero no hay otra salida.
–Cállate. –Bufé.
–Pronto, tu querido guardián aparecerá, y cuando lo haga, dominaré al mundo.
–No lo creo. –Sonreí, segura.- Los guardianes acabarán contigo.
–Yo creo, que si no te me unes, estarás sola.
–No estaré sola.
–Sabes que sin tus padres, estás sola. –Mierda. Tocó mi punto débil.
–¡Tú no sabes nada de eso! –Chillé, afectada por sus palabras.- ¡Déjame en paz, Black! –Él rió, le parecía divertido verme sufrir.
–Aww, ¿la pequeña niñita va a llorar?
Traté de ignorarlo, pero se me hacía muy difícil, ya que tenía lágrimas en los ojos que amenazaban con salir.
–¿¡Por qué mejor no te largas!? –Grité, furiosa y dolida.
–¿La pequeña niña necesita a sus papis? –Rió.- ¡Ellos ya no están, niña ilusa! ¡ESTÁS SOLA!
Tras decir eso, desapareció.
Ahora sí me eché a llorar. Quizá Pitch tenga razón, quizá si esté sola, después de todo. Mamá y papá dijeron que nunca estaría sola, pues al parecer era una vil mentira.
Porque ahora, si me encuentro sola. Sola, triste, asustada, y necesitando un abrazo. Necesitando un ‘todo estará bien’. Necesitando… necesitando a Jack.
Me duele admitir esto, pero demonios que necesitaba a Jack… es el único que puede darme la confianza suficiente para revelarme contra todo.
Es el único que me puede alentar a hacer cosas que creía imposibles…
El único.
–¿Clare? –Oí una voz que reconocería a kilómetros.- ¿Clare? ¿Estás aquí?
–¿¡Jack!? –Llamé, esperanzada.- ¿¡Jack!? ¿¡Dónde estás!?
–¡Clare! –Lo escuché más cerca, hasta que lo vi, frente a mí, al otro lado de mi celda.- ¡Clare! ¡Gracias al cielo estás bien!
–Jack… –Lo abracé como pude, a través de la celda.- ¿C-cómo es que…? –Jack sonrió.
–Tranquila, te sacaré de aquí.
–Pero, Pitch… –Comencé a decir, cuando se escuchó una risa malvada detrás de él.
Jack se puso en posición de defensa, pero Pitch solo sonreía malévolamente.
–Frost. –Rió.- Sabía que vendrías por esta tonta humana. Porque ambos sabemos que ella es de quien habla la profecía.
–¡Libérala ahora! –Dijo Jack, furioso.
–No lo creo. –Sonrió.- A menos… que me den algo a cambio.
–¿Qué es lo que quieres? –Gruñó Jack.
–Controlar al mundo.
–Eso ni lo sueñes, Pitch.
–Bueno, creo que me quedo con la niña, entonces.
Jack y yo intercambiamos miradas, antes de que él dijera una estupidez.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 24
Exchange[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–Pitch, espera. –Dijo Jack.
–Jack, no hagas algo estúpido, por favor. –Rogué.
–¿Qué se te ofrece, Frost? –Dijo Pitch, volteando a verlo.
Jack me miró, una mirada que cualquiera interpretaría como un ‘lo siento’ luego, suspiró y miró a Pitch.
–Yo, por ella. –Dijo.
¿¡QUÉ!?
–Hmm… Suena interesante. –Fingió pensar.- Acepto. –Sonrió, quitándole su cayado y arrojándolo lejos de él.
Luego, las pesadillas lo metieron a mi celda, y me tomaron, para sacarme.
–¡Espera! –Chillé, moviéndome como loca para que me soltaran. Las pesadillas pararon y Pitch me miró mal.- ¡Quiero despedirme! –Exigí.
–Ya que eres la dichosa humana de la profecía… –Pitch bufó.- Tres minutos.
Las pesadillas me volvieron a arrojar a mi celda, me levanté y sin pensarlo dos veces abracé a Jack.
–¡Eres un idiota!
–Lo sé. –Me dijo, correspondiendo a mi abrazo.- Perdóname Clare, es mi culpa que estés aquí…
–No es tu culpa Jack. –Lo miré.- No tienes que hacer esto.
–Pero lo haré, por ti. –Me acarició la mejilla y un escalofrío me recorrió el cuerpo al sentir su tacto helado.- Clare, la verdadera razón por la que te besé ese día… –Comenzó a decir. Mierda, ya salió con el tema.- …no fue por lo que dije. –Susurró. Lo miré esperanzada.- Pero eso no importa ahora. Vete, no salgas de casa, cuida a tus hermanos y a tus primos, por favor. Clare, no quiero que te pase nada más. Deja esto en manos de los guardianes. –Me besó la frente.- Te quiero, Clare. Siempre serás mi niña grande. –Me abrazó.
–Y yo te quiero a ti, Otaku Friki. –Dije, abrazándolo con fuerza.
–Ya, es suficiente. –Dijo Pitch, y las pesadillas me separaron de él.
–Abrió un portal, por el cual arrojó mi arma.- ¡Jack! ¡No! –Chillé, antes de que me arrojaran al portal también.
Caí sobre mi cama. Todo se encontraba tal y como lo había dejado antes de ser secuestrada.
–¿Hermanota? –Entró Jamie corriendo, y se lanzó a abrazarme.
–¡Jamie! –Correspondí al abrazo de mi hermanito.
–¿¡Dónde estabas!? ¡Me asustaste! Pasó algo y tiene que ver con Pitch, ¿¡cierto!? –Me miró preocupado. Asentí.- ¿Qué sucedió?
Suspiré. No puedo ocultarle nada a este pequeño.
–Pues… –Y le conté todo.- Pitch… lo tiene. –Solté un gemido ahogado.
–¡Tenemos que salvarlo! –Exclamó.- ¡Es mi mejor amigo!
–Lo sé, enano. –Suspiré.- Pero, por primera vez seguiré un consejo de Jack. Ambos sabemos cómo es él. Si no lo vemos por aquí en los próximos tres días, iré con los guardianes.
–Pero…
–Nada de peros, Jamie Bennett. –Me puse seria.- Jack se intercambió por mí. No dejaré que sea en vano. –Bufé, tratando de tragarme mis palabras.- El no querría eso. Me pidió que me quedara en casa, y que cuide de ustedes cinco. Y eso haré.
Al día siguiente amanecí cansada, pero aun así me levanté, pues tenía que ir a la escuela. Me arreglé, dejé a mis hermanos y primos en su escuela, y me dirigí a la mía, sin dejar de pensar en si Jack ya había logrado huir de Pitch.
En menos de lo que me esperaba, había llegado. Saludé a Ethan, y entramos juntos a clase, donde se me acercaron Val, Mateo y Alex.
–Escucha, Clary… –Comenzó a decir Mateo.
–Yo… –Suspiró Val.- Perdona, amiga. Fui una completa idiota la otra noche, yo… solo quería que disfrutaras de tu cumpleaños, y creo que te obligué a eso… –Suspiró de nuevo.- Y… ayer fuimos a buscarte a tu casa, pero dijeron que desapareciste.
Me tensé y pensé en una excusa.
–Si… es que… quería estar sola para pensar… –Suspiré.- Solo… no creo poder regresar a mi vida normal sin mis padres…
Creo que se lo creyeron, pues los cuatro me abrazaron.
Luego de clases, Ethan me acompañó a casa, y, bueno, mientras caminábamos, miraba al cielo, los árboles, alguna señal de mi Otaku-friki. Pero no había nada.
–Clary, Algo te preocupa. ¿Qué es?
–Nada. Dije rápidamente.- Solo… disfrutaba del paisaje. –Ethan me miró incrédulo.
–No vas a engañarme. –Me miró serio.- ¿Qué sucede, Clary?
Suspiré. Alguien debe saberlo, aunque sea de otro modo.
–Hace tiempo que me peleé con un amigo, y no lo veo desde entonces. Solo espero verlo de nuevo para decirle lo mucho que me importa…
–Ven… –Me abrazó. Era todo lo que necesitaba ese momento para sentirme un poco mejor.
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 25
Day two[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Desperté, me arreglé y fui a la preparatoria. No había señales de vida de Jack aún. Eso hizo que me preocupara. No presté atención a ninguna clase, estaba pensando si Jack había logrado escapar de Pitch, o si éste le había hecho daño.
–Hey, Belleza. –Oí la voz de Raphael siguiéndome, al salir de clases.
–Ahora no, Raphael. –Gruñí. Tenía en mente cosas mucho más importantes que estar pensando en estupideces como él.- Estoy ocupada.
–A mí me prestarás atención. –Dijo en un tono molesto y me acorraló en la pared. Mierda.- Andas muy distraída últimamente. ¿Quién carajos es ese tal Jack? ¿Cómo carajo terminé congelado en la nieve?
–Mira, estoy ocupada, así que suéltame. –Me liberé de su agarre al mantenerme firme.- Y, para que sepas, ese Jack es Jack Frost. Si lo llamo y te ve conmigo, date por muerto, tienes suerte de que la última vez solo te haya congelado. –Dije fría y segura, noté que él se puso pálido por la confusión y se quedó quieto.- Nos vemos, Raphael. –Bufé y comencé a caminar hacia mi casa, cuando sentí que alguien estaba persiguiéndome.
Me asusté y comencé a correr, sin mirar hacia dónde. De pronto choqué con alguien, cayendo al piso. Temblé y me asusté, hasta que levanté la mirada y vi con quién me había chocado.
–¡Ethan! –Me levanté rápidamente y abracé al castaño con fuerza.
–Clary, ¿estás bien? –Me abrazó también.- ¿Por qué corrías?
–Alguien me perseguía, pero no estoy segura de quién. –Me calmé un poco al sentir que sus brazos me rodeaban y me brindaban calor. Él me acarició el cabello.
–Tranquila, solo necesitas relajarte un poco. –Sonrió y hoyuelos se marcaron en sus mejillas. Linda sonrisa.- ¿Qué tal si vamos a ver una película?
–Amm, me encantaría, Ethan. –Sonreí débilmente.- Pero… tengo que cuidar a los pequeños hoy, no habrá nadie en casa… –Respondí. Noté que su mirada tomó un color algo… ¿Triste?
En fin, no pude resistirme a aquella mirada, pues se veía algo emocionado con la idea de ver una película conmigo, así que…
–¡Pero podemos verla en mi casa! –Sonreí, dando una nueva idea. Él sonrió de oreja a oreja y asintió.
Ambos caminamos hacia mi casa.
Al llegar, mis primos/hermanos se pusieron a jugar, y yo fui con Ethan a la sala de TV para ver la película. No podíamos decidir qué película veríamos.
Al final, decidimos ver “Votos de amor” ya que era una de mis películas favoritas. En el transcurso de la película, noté que Ethan me volteaba a ver de reojo de vez en cuando, eso causaba que mis mejillas hirvieran. ¿Tenía algún motivo para mirarme tanto?
¿Estaba despeinada? ¿Tenía un grano en la cara? ¿¡Tenía un moco en la nariz!?
Uno de esos momentos sentí que su mano rozó la mía, y no sé cómo, pero terminamos tomados de la mano entrelazando nuestros dedos.
¿Qué estaba sucediendo?
En una parte de la película, el protagonista trata de reconquistar a su amor, enviándole regalos, y, bueno, eso me recordó aquel momento…
***// Flashback //***
Jack estaba parado frente a mí, algo nervioso.
–Debo darte esto. –Sacó una cajita dorada de su bolsillo y me la entregó.
–¿Qué… es esto? –Pregunté observando la cajita, tenía unos pequeños copos de nieve decorados con tonos de turquesa y celeste con purpurina plateada.
–Es… un regalo. –Sonrió.- Feliz cumpleaños, Clare… –Se acordó de mi cumpleaños… Pensé.- Espero que te guste, pues…
–Cálmate. –Sonreí, estaba algo nervioso, se notaba en su mirada.
Abrí la caja. Dentro, tenía un precioso collar en forma de corazón, la mitad era dorada y la otra mitad era de plata con destellos de copos de nieve. Era hermoso.
–Jack, yo…. –Comencé a decir, no tenía palaras.
–¿Te…gusta? –Preguntó, algo nervioso todavía.
–¡Me encanta! –Exclamé. Lo observé con más detenimiento, era el regalo perfecto.- Es… precioso…
Jack sonrió.
–La parte dorada te simboliza a ti, ya que eres resplandeciente y hermosa como una joya dorada… –Comenzó a decir. Solo sonreí, escuchándolo.- …y la parte plateada, me simboliza a mí, pues tiene copos de nieve, y la nieve es mi símbolo. –Sonrió. Sin decir palabra me lancé a sus brazos y lo abracé con fuerza.
–¡Gracias! ¡Es el mejor regalo del mundo!
***// Fin flashback //***
Demonios, Jack. ¿Dónde estás?
Loki.
Re: El guardián de la diversión es el guardián de mi corazón.
Chapter 26
Memories[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ethan y yo continuamos con la película, pero, yo no prestaba atención.
La verdad era que lo único que venía a mi mente eran recuerdos. Recuerdos de Jack, recuerdos de nosotros, recuerdos hermosos…
***// Flashback //***
Estaba dibujando a Jack en el parque, ya que no había señales de él.
–Dibujas bien. –Una voz hizo que me sobresaltara, cayendo en la nieve. Fue Jack.
–Idiota me asustaste –Bufé. ¡Se supone que no debía haber visto eso!- Te tardaste. –Sonreí de lado.
–Preparaba una sorpresa. –Sonrió.
***
Estábamos en mi habitación, estaba algo triste, sentada en el marco de mi ventana en medio de la noche.
–Siento que nadie va a escucharme como lo hacía mamá, o a protegerme como papá, o a decirme que todo estará bien, como…
–Oye… –Me interrumpió, colocando una mano en mi hombro.- Mira, aquí estoy yo, Clare. Soy un guardián y voy a protegerte con mi vida, es una promesa. Siempre estaré aquí para ti, a pesar de todo. Si no quieres hablar, sólo te haré compañía, si quieres desahogarte, tienes mi hombro para hacerlo, ¿De acuerdo? Nunca estarás sola, te lo garantizo. –Y sin decir más, me abrazó.
–Gracias, Jack. –Susurré, agradecida por haberlo conocido.
***
Ambos estábamos sentados en el techo de mi casa, observando el atardecer. Ambos estábamos en un plácido silencio, disfrutando de la compañía del otro.
–Es una vista muy hermosa. –Comenté, ladeando una sonrisa.
–Sí. Lo es. –Respondió, mirándome con una leve sonrisa formada en sus labios.
No dijimos nada por varios minutos, hasta que sentí la mano helada de Jack posarse sobre la mía. Me sobresalté y estuve a punto de apartarla, pero por algún motivo no lo hice.
***
Estábamos patinando en el lago, y yo patinando parecía Bambi recién nacido.
–Ven, te enseño. –Se acercó volando hacia mí, me tomó la mano y comenzó a jalarme patinando por el hielo.- No es tan difícil. –Sonrió.- ¿Ves? –Sonreí de vuelta.
***
La fiesta de cumpleaños que debería haber sido mía había terminado.
–¿Jack? –Lo llamé y él me sonrió de lado, pues estaba recostado en mi cama.
Sonreí y me acosté a su lado. Él solo me abrazó sin decir palabra, eso era justo lo que necesitaba. Recargué mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.
No tengo idea de cuánto tiempo pasó, pero estaba a punto de caer dormida, cuando sentí que me movían y ponían mi cabeza sobre una almohada.
Era Jack, apunto de regresar al taller de Norte. Me estremecí al sentir un helado aliento acercarse poco a poco a mí. Luego, una punzada en los labios, como cuando te dan un beso.
Ahora sí abrí mis ojos, para encontrarme con un ruborizado Jack apartarse de mí, estaba todo colorado. Me había besado.
***
Las pesadillas me arrojaron a la celda, luego de que Jack ofreciera intercambiarse por mí. Me levanté y sin pensarlo dos veces abracé a Jack.
–¡Eres un idiota!
–Lo sé. –Me dijo.- Perdóname, Clare. Es mi culpa que estés aquí…
–No es tu culpa, Jack. –Lo miré.- No tienes que hacer esto.
–Pero lo haré, por ti. –Me acarició la mejilla, se me erizó la piel al sentir su tacto helado.- Clare, la verdadera razón por la que te besé ese día… –Comenzó a decir.- …no fue por lo que dije. –Lo miré con un destello de esperanza brillando en mis ojos.- Pero eso no importa ahora. Vete, no salgas de casa. Cuida a tus hermanos y a tus primos, por favor. Clare, no quiero que te pase nada más. –Me besó la frente con delicadeza.- Te quiero, Clare. Siempre serás mi niña grande. –Y sin decir más, me abrazó.
–Y yo te quiero a ti, Otaku Friki. –Dije, aferrándome a él.
***// Fin flashback //***
Sin darme cuenta, retenía algunas lágrimas rebeldes que intentaban escapar, y, bueno, algunas lo lograron sin mi consentimiento.
Me di cuenta de lo que siento por Jack es más que solo atracción. Creo que estoy enamorada de este Otaku Friki.
Ethan no se percató de mi repentino cambio de humor, pues estaba muy atento a la película. Limpié mis lágrimas disimuladamente y Ethan no lo notó, o al menos, no dijo nada al respecto.
Me puse a pensar en algunas cosas. ¿Me había enamorado del espíritu del invierno?
Creo que el guardián de la diversión, después de todo, se ha convertido también en el guardián de mi corazón.
Loki.
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