forever.

cada vez que caigo, puedo discernir los síntomas de este círculo vicioso, puedo sentir la capa que me cubre y me aisla, me aprieta, y me aprieta... hasta el punto de la desesperación, y yo, acostumbrada a esto, me dejo guíar por la familiaridad de mis acciones, estiro los brazos, doy manotazos, busco a tientas algo a lo que aferrarme, lo que sea que me de estabilidad pues con estando a ciegas, mi más grande temor se hace realidad; la incertidumbre.
he hecho esto tantas veces y por tantos años, que el nudo en mi garganta y la presión en mi pecho derivados de la situación, en lugar de afectar mis sentidos, me ponen alerta pues son un aviso, una llamada de atención para que sepa que esto está sucediendo y que es momento de actuar. sin embargo, el proceso al que me he aferrado durante estos años, aquel que diseñé y apliqué tan diligentemente hasta el día de hoy, comienza a mostrar sus primeros quiebres. 
me es difícil no cuestionarme si estoy haciendo lo correcto o simplemente hago lo que conozco y por eso se siente bien. ojalá pudiera saber la respuesta.

creo que los 25 es la edad perfecta para que uno pueda mostrarse más sincero con los demás y quizá, si se nos permite, ser un poco descarados.

siempre que entro en crisis cambio por completo mi vida, mi actitud, mi contexto.

en este momento, después de haber arruinado todo, sólo espero construir algo mejor y más bonito, algo sólido.