No me dejes ir [James S. Potter & Tú] {Finalmente actualizada}

 
La Madriguera había sido testigo de los casamientos de cada uno de los Weasley, como si se tratara de una vieja costumbre nunca acordada. Todos sabían que Molly anhelaba eso, y nadie se atrevía a negarle el gusto. Así que aquel veintidós de agosto era turno de la nieta mayor, Victoire Weasley, de dar el sí bajo la mirada de aquel legendario hogar.
 
En el patio trasero, en plena pradera lindante del bosque, se había dispuesto una enorme carpa blanca, que parecía flotar. Sus paredes de tela estaban corridas, dejando ver la cantidad de mesas circulares que llenaban el lugar. Éstas estaban enmanteladas de dorado y crema, los mismos colores que las carcasas de las sillas. Un racimo de rosas blancas hacía de centro para cada una de las mesas, las cuales estaban ordenadas de manera que dejaban un pasillo entre medio de la carpa, el cual desembocaba en un glorioso arco coronado con cintas del color del oro e intrincadas figuras que parecían ser flores hechas con el mismo metal plateado del arco. Había unas cuantas sillas sueltas frente al arco que llegaban hasta la parte donde comenzaban las mesas; serían para que los invitados presenciaran la ceremonia cómodamente.
 
 
Los novios habían sido bendecidos con un clima espectacular, una digna y fresca tarde de verano. El sol estaba en lo alto, y el cielo celeste estaba salpicado por algunas pocas nubes; era la leve brisa la que daba aquel toque perfecto al ambiente, así como también el canto de los pájaros desde el bosque.
 
 
Fuera de la carpa, un gran grupo de personas comenzaba a amontonarse, todos vestidos con galas típicas de un casamiento, conversando animadamente entre sí con copas de licor en las manos, aguardando a los novios.
 
Varias cabelleras pelirrojas andaban por ahí, entrando y saliendo presurosos de la casa. Rose Weasley estaba entre ellos, con un largo vestido violeta medio vaporoso y un alto moño para controlar sus rizos. Tenía que levantarse un poco el vestido para no tropezar con la falda mientras corría al rescate de su novio, que estaba siendo intimidado por Ron, Bill y George.
 
—  ¡PAPÁ! —  Chilló cuando estuvo a sólo unos metros de distancia, maldiciendo los tacones y a Dominique por obligarla a usarlos. —  ¡Papá para! ¡Prometiste que no molestarías a Scor! —  Gritó, ya junto a ellos, jadeante.
 
El pelirrojo, cabizbajo por la vergüenza, se echó para atrás, mientras que sus dos hermanos se cruzaban de brazos flanqueándolo. Rose bufó, negando con la cabeza decepcionada, al igual que Hermione siempre hacia cuando se molestaba, y Ron sintió aún más bochorno. Scorpius, que estaba rojo, suspiro aliviado.
 
—  Lo siento, Rosie. Sólo estaba conociendo a tu… Novio Malfoy—  excusó, enfatizando la última palabra como si se tratara de un insulto, mirando directo a los ojos del muchacho, que dio un paso atrás intimidado. La pelirroja observó a su padre ceñuda, con aspecto de pelirroja enfurruñada. Rose abrió la boca, y su reprimenda comenzó.
 
 
Lejos de aquel grupo, más bien cerca de la carpa, había otros dos muchachos. Uno llevaba un esmoquin blanco, y lucía nervioso mientras bebía una copa de Whiskey. Su cabello, antes púrpura, ahora era castaño, pero no por dejarse llevar por sus emociones, sino que más bien porque el tiempo lo había decidido así. El chico a su lado, pelinegro, también estaba con los nervios a flor de piel, bebiendo la misma bebida que su amigo y mirando compulsivamente a su alrededor, aparentemente buscando a alguien.
 
—  ¿Nervioso? —  Preguntó James a Ted. El metamorfomago dejo su cuarto vaso de licor sobre la bandeja de uno de los mozos que pasaba cerca.
—  Muy. ¿Y tú?
—  También—  afirmó James, bebiendo otro sorbo, tratando de encontrar a esa persona entre el montón. Ted asintió.
 
—  Sí, supongo que…—  decía, pero se detuvo en seco, con el ceño fruncido asimilando sus palabras. Lo miró directamente, y soltó: —  Oye, tú no eres el que se casa, ¿por qué demonios estás nervioso?
 
James hizo fondo blanco con el poco líquido restante, y tomó una gran bocanada de aire para hablar, abandonando su búsqueda.
 
—  No es nada—  musitó, evidentemente mintiendo. Ted enarcó una ceja, y abrió la boca para decir que no le creía, cuando comprendió. ¡Claro!
 
—  Es por ella, ¿verdad? —  No era una pregunta, lo estaba afirmando. —  ¿Aún te gusta? Wow, eso sí es digno de ver.
 
—  ¡¿Qué?! ¡Claro que no! Camille dijo que la olvidara y se marchó, así que eso hice. Olvidarla. Eso implica que ya no me gusta—  aclaró, como si realmente fuese necesario. Ted lo miró divertido, meneando la cabeza. —  ¿De qué te ríes? —  Espetó duramente el Potter.
 
—  Que yo en ningún momento mencioné a mi hermana. Te has delatado solo, James.
 
El pelinegro abrió los ojos unos centímetros, y enseguida se apresuró a buscar un pretexto, pero Ted se le adelantó.
—  Ni siquiera lo intentes. Desde que te enteraste que ella vendría has estado distraído y más idiota de lo normal. Aún te gusta—  volvió a afirmar, quitándole el vaso vacío de su mano sin previo aviso, y dejándolo sin siquiera mirar sobre la charola de otro mozo. Parecía un experto en eso, pensó James, mientras trataba de buscar algo que lo sacara de tal aprieto. No encontró qué.
 
—  Ella está diferente. Me asusta—  confesó Ted luego de un rato de silencio, en el que el ojiavellana no admitió ni negó nada. Levantó la mirada, sorprendido, sin entender.
—  ¿A qué te refieres?
—  Ella. Camille. Está cambiada—  explicó, y con un suspiro pesado siguió hablando: —  He estado… Bueno, Stewart es nuestra lechuza compartida, ya sabes, y cuando Vic no está me deja las cartas a mí. He recibido… Um… sin querer, un par de Cam. Y lo que leí no era para nada lindo.
 
James de pronto se alarmó. Había tratado de interceptar las cartas de Lily un buen rato, sin éxito, queriendo tener alguna noticia de la Lupin pues lo único que recibía de la enana pelirroja era un “ella está bien” censurado, el cual sospechaba que también estaba obligado.
 
—  ¿Qué tiene? ¿Qué hizo? ¡Dime! —  Reclamó, de pronto desesperado, provocando que Ted soltara una risa. —  No te rías. Sólo quiero saber.
 
—  No he dicho lo contrario—  atajó el castaño, aún sonriendo divertido. Ante la mirada severa de su amigo se puso serio, carraspeando la garganta. — Bueno, lo que leí tiene que ver con chicos. Ha estado con demasiados chicos, al azar.
 
—  ¿Chicos? ¿Camille tiene chicos? —  Preguntó de pronto horrorizado el pelinegro. Imaginarse a su Cam en brazos de otro, besando a otro, o cualquier cosa que incluyera «otro» le aterraba. Se le revolvió el estómago, y de pronto le urgió que volviera a pasar un mozo con más vasos de Whiskey.
 
—  Sí. Bueno, tenía. Al parecer se volvió algo así como… la rompecorazones vengadora de Beauxbatons—. Ted hizo una mueca, y él también tuvo un vuelco de estómago.
 
—  Ted, por una vez en tu vida, da más detalles—  medio rogó el Potter, tirando un poco de su corbata; de pronto hacía calor. El castaño dio un suspiro, tomándose su tiempo para pensar bien sus palabras.
 
—  Uf… Digamos que ha… Bueno, según lo que le escribía a Victoire, había roto una especie de récord en conquistar chicos. Según ella todo por la buena causa de vengarse, pero…
—  ¿De cuánto era ese récord? —  Interrumpió James, avistando un mozo y quitándole un vaso de algo que parecía whiskey de fuego, y llevándose un largo trago a la boca. Ted, lo miró medio alarmado, dudando si decirle o no. —  ¡Dime! —  Insistió, luciendo desesperado.
 
—  Cincuenta chicos. En cinco meses—  soltó rápidamente el Lupin, y vio a James sentir vértigo mientras analizaba el número. —  Hey, tranquilo, no decía nada respecto a que le gustara alguno, o…
—  ¿Se acostó con ellos? —  Volvió a interrumpir, sin querer dar rodeos.
—  Pues… No lo sé. Quiero creer que no, que mi hermanita no es una…—  Dejó la frase inconclusa flotando en el aire, como temiendo decir la palabra. James sólo quiso que la tierra lo tragara vivo. Se sentía enfermo de imaginar a su Camille teniendo relaciones con cincuenta muchachos diferentes, de pensar en que ellos la vieron de la misma forma que él lo hizo, de saber que ya no era sólo suya. Bebió hasta el fondo el whiskey de fuego, buscando recuperar algo de color en el rostro.
 
—  ¡Chicos! —  Llamó una voz familiar, acercándose cada vez más. Ambos voltearon, encontrándose con una apurada Rose llevando de la mano a un Scorpius incómodo. Ted y James intercambiaron una mirada. —  Necesito pedirles un favor—  añadió Rosie una vez que estuvo frente a ellos, jadeante. Los chicos previeron de qué trataba el “favor”.
 
—  No haré de niñera protectora de Malfoy—  se apresuró a decir el ojiavellana, buscando con la mirada algún otro mozo. Quizás si se emborrachaba dejaba de pensar en la horrible imagen de una Lupin desnuda hundiéndose en los brazos de un desconocido.
 
Rose lo miró ceñuda, y entonces se enfrentó a Ted, que parecía buscar dónde esconderse.
—  Tú. Ted, por favor, cuida que papá y los tíos no asesinen a Scorpius—  pidió severamente, cruzándose de brazos.
—  Rose, no necesito que Ted me cuide—  masculló el rubio, realmente incómodo. No le gustaba tener que ser protegido o algo así, aunque tampoco quería volver a caer en las garras de la mafia Weasley.
 
—  Sí lo necesitas. No quiero que te hagan pasar un mal rato esos grandotes inmaduros—  explicó la pelirroja, mirándolo con dulzura casi anhelante, que hizo que a cierto Potter le dieran aún más nauseas. Quizás un poco de celos también. —  Ahora, Ted, no escapes—  acotó la chica, apuntando al castaño que trataba de escabullirse dentro de la carpa. Él suspiró, volviendo frente a su primita. —  ¿Por favor? ¿Cuidas de Scorpius un rato? Debo ayudar a Victoire.
 
—  Oh, no lo sé Rosie. Malfoy y yo no congeniamos, ya lo sabes. Dudo que quiera que yo…
—  Si no lo haces, le diré a Vic, y entonces tu noche de bodas la pasaras durmiendo. Durmiendo, Teddy—  amenazó la Weasley con ojos entrecerrados, enfatizando la palabra de manera que se transmitiera bien el mensaje. ¿Quién dormía su noche de bodas? Pues Ted Lupin no, y no lo haría.
 
—  Bien. Cuidaré del rubio—  aceptó él a regañadientes, provocando que tanto Rose como James sonrieran; sólo que éste último más burlón.
 
—  ¡ROSE! ¡JAMES! —  Gritó una vocecita entusiasmada desde dentro de la carpa, mientras que una sonriente Lily vestida de satén verde se acercaba corriendo, acaparando la atención.
—  Eh, enana, respira un poco—  apuntó su hermano con cierta burla. Comenzaba a sentir el cálido efecto del Whiskey de fuego, como un cosquilleante impulso de ánimos. 
 
—  ¡No me digas que respire! ¡Charlie está dentro! —  Chilló la chica, dando saltitos emocionada frente a su prima. Rose sólo tardó dos segundos en entender a qué se refería, y cuando lo hizo comenzó a chillar saltando junto a ella. A los tres muchachos les sorprendió que ambas pudieran moverse con tanta facilidad en semejantes tacones.
 
—  Uh… No sabía que el tío Charlie significara tanto para ustedes ahora—  comentó James, confundido. Se sentía osado, valiente… efectos secundarios del último licor que había bebido. Quizás si sólo hubiera tomado el whiskey normal de los muggles…
 
—  ¿¡No lo entiendes!? ¡Si Charlie está aquí significa que...! —  Pero no fue necesario que Rose terminara la frase, pues de entre la gente de la carpa apareció una muchacha sosteniendo un vaso de lo que parecía vino.
 
Era alta, esbelta, y pelirroja. Llevaba un vestido dorado, largo y con muy poco escote, delatando pertenecer a las damas de honor; su cabello estaba arriba, agrupando elegantemente sus rizos en un moño mantenido con horquillas. Unos tacones aguja en plateado, un delineado oscuro bajo sus ojos y su labial carmín eran el último toque a su imposiblemente atrevido conjunto. Una sonrisita casi burlona curvaba sus labios, y parecía una mujer adulta, sin dudas. Pero sus ojos, celestes muy pálido «como la primera vez», y sus dulces rasgos, la delataban; ella era Camille. Una crecidita Camille.
 
James no era el único boquiabierto. También lo estaban Ted y Scorpius, incluso Rose. Pero no porque se veía extrañamente sexy en el imposible traje de dama de honor que Vic había escogido; sino porque estaba totalmente diferente a la última vez que la habían visto. Camille, sin embargo, ya esperaba una reacción similar ante su nueva imagen, así que camino con paso confiado hasta ellos, depositando su vaso de vino sobre la charola de uno de los puntuales mozos, con gracia increíble para tal simple movimiento. O quizás sólo Potter lo veía tan espectacular, no lo sé.
 
 
—  ¡Lily Luna Potter! ¡Rose Weasley! ¿Qué esperan para saludarme? —  Reclamó una vez frente a todas, con las manos en la cintura. Las pelirrojas, con una enorme sonrisa de sorpresa, dieron un paso hacia adelante y las tres se fundieron en un abrazo.
 
—  ¡Merlín Cam! ¡Estás… diferente! —  Exclamó Lils, tan contenta por ver a su amiga que parecía que lloraría en cualquier momento.
—  Lo sé, mi cabello bipolar de metamorfomaga hizo cambio al fin. Agradezco que sea pelirrojo y no rosado como cuando era una niña—  río la Lupin, y recién entonces James reaccionó. Verdaderamente esa era Camille; de pronto le interesaba un bledo los cincuenta chicos que estuvieron con ella esos cinco meses. —  ¡Las he extrañado mucho!
—  Oh chica, nosotras también te extrañamos, no tienes ideas de cuánto—  aseguró Rose, luciendo como si definitivamente fuera a llorar, casi como si estuviera triste o nostálgica quizás.
 
—  ¡Hermanita! ¡Pareces… grande! —  Exclamó Ted angustiado, con mueca de sufrimiento. Cam se separó de sus amigas para mirar a su hermano. Volvió a reír por su expresión, y acortó la distancia que los separaba para rodear su torso con los brazos en un confortable abrazo.
 
—  Cierra el pico, Teddy. Te he echado demasiado de menos, tonto—  murmuró sinceramente, agradeciendo los brazos de su hermano a su alrededor. No había como él para hacerla sentir segura. Bueno, quizás cierta otra persona que era mejor no recordar, pues estaba allí al lado mirándola con aquella arrebatadora sonrisa que sabía que ella amaba.
 
—  Yo también niña. Me he aburrido tanto. Desde que te fuiste todo fue… Ugh, monótono—. Hizo una mueca, separándose de la nueva pelirroja finalmente. —  Estás fantástica Cami—  afirmó con una ladina sonrisa. —  Eso me aterra—  añadió, otra vez con una mueca. Camille río meneando la cabeza.
 
—  Tranquilo Ted. Te casas, así que puedes estar todo lo aterrado que quieras. Pero no mucho, porque no permito que hagas alguna idiotez de las tuyas sólo por pánico, ¿entendido? Bien—. No esperó respuesta, sólo dio un paso atrás y se encontró con Scorpius.
 
—  Qué gusto verte de nuevo, Cam—  saludó el rubio casi con timidez. Ella rodó los ojos, y le dio un abrazo.
—  No seas tonto. Somos amigos, no socios de trabajo—  dijo mientras se separaba de él. —  Además, eres novio de Rose, y eso te convierte en mi casi cuñado. Por cierto… Tenemos que hablar—  advirtió con ojos entornados, de manera elocuente. El Malfoy abrió los ojos unos centímetros, sabiendo a qué se refería, y tragó con fuerza. —  Aha, ya me entiendes.
 
Camille, finalmente, con una última sonrisa volteó para enfrentarse a su peor miedo: James. Él aún sonreía de esa manera desafiante torcidamente, su marca personal, pues era un conjunto de las cosas que más adoraba ver ella en él. Se mordió el labio inferior inconscientemente, sin saber qué decir.
 
—  ¿Qué? ¿Para mí no hay abrazo? —  Se quejó el ojiavellana alzando las cejas, sorprendiendo a Cam, quien quedó helada al sentir los brazos del muchacho en torno a su cintura, y sus propios brazos moviéndose por inercia alrededor de su cuello. Un abrazo demasiado… Um… Bueno, quizás hubiera sido mejor uno al estilo “hermanos” que le dio a Ted. Sin embargo, no pudo ignorar el hecho de que esperaba abrazarlo de esa manera hacía meses, y aprovechó el momento, hundiendo su rostro en su hombro, oliendo con deleite su habitual fragancia mezcla de bosque húmedo y colonia. Amaba ese olor.
 
Pero lo que parecieron unos instantes se convirtieron en minutos, y finalmente tuvieron que separarse, casi a regañadientes. Camille fue consciente de las miradas que sus amigas le lanzaban, al estilo “vaya, debemos hablar”. Incluso Ted miraba a James con ojos entrecerrados, como hacía cuando ellos dos eran novios y tenía que vigilar que no se convirtieran en conejos fabrica sobrinos. «Quizás Ted exageraba».
 
—  Uhm… Cuánto tiempo, Potter—  articuló ella finalmente, poniendo todo su esfuerzo de metamorfomaga en que sus mejillas no se volvieran rojas, fallando en el intento.
 
—  Lo mismo digo, Lupin. El castillo quedó silencioso sin ti. Bueno, descontando a Fred y Hugo—  confesó él, aún guiado por la bebida de fuego. Claro que de otra manera nunca se habría atrevido a abrazarla así.
 
—  Pues, han tenido sus merecidas vacaciones de mí, entonces—  afirmó la chica con una sonrisa forzada. ¿Por qué le decía eso? ¿Por qué se comportaba tan… tan James-engreído-mujeriego-nomeimportanadaporquesoyelreydelmundo? Creyó que eso había quedado atrás, pero por la descarada manera en que la miraba, y aquel abrazo, incluso esas palabras, parece que se equivocaba. ¿Desde el comienzo? Pensó internamente, sin saber si estar feliz por su recuperación del ser frío-distante-notemeacerquesotelanzouncrucioporqueodioatodos que era antes -bueno, antes del asunto del bosque el año pasado, claro-, o estar aterrada por tener que enfrentarse a ese James confiado y fanático del sexo femenino.
 
—  ¿Vacaciones? Cielo, tu ausencia fue todo menos vacaciones—  aseguró James, cruzándose de brazos. No parecía molesto, sino más bien… Hm… Tenía “la” mirada. Esa de “vas a caer a mis pies”, que Camille le había visto usar con muchas chicas los primeros meses de convivir con James. Sintió su corazón acelerarse. ¿Acaso él… pensaba olvidar todo y hacer un verdadero “borrón y cuenta nueva”? ¡¿DE VERDAD PODÍA OLVIDARSE TODO AHORA, PERO NO PUDO HACERLO EL AÑO ANTERIOR?! Se hubiera ahorrado una temporada.
 
—  Pues… Yo… También te extrañé—  balbuceó la chica, plenamente desconcertada. Había llegado toda confiada de sí, atreviéndose a cualquier cosa, creyendo que podría con él. Pero no. En absoluto podría con un Potter tan… raro. Era completamente diferente a como ella creía que él la recibiría. ¿Qué quería? ¿Qué buscaba? ¿¡Por qué sonreía de aquella forma!?
 
Y por todos los santos, ¿por qué dijo que lo extrañó? Camille, compórtate y ve a buscar tu cordura, que se te cayó en el camino.
 
—  Me alegra oír eso—  aseguró el ojiavellana, complacido con verla titubear. Bien, ella no había cambiado. Quizás aún podía reconquistarla, ¿no?
 
—  Ohm… Cam… Mejor vamos, debes ver a Victoire. Y a Dominique. ¡Merlín, deberías haber visto el escándalo que hizo para ponerse su vestido de dama de honor! —  Exclamó Lily entre risas, salvándola de una situación en la que ella estaba vulnerable hasta límites insospechados. Camille parpadeó un par de veces, saliendo de la recién pinchada burbuja en la que James los había metido.
 
—  ¿Eh? Oh, sí, sí. ¡Quiero ver a esa rubia vestida de blanco! —  Chilló alegremente, regresando a la normalidad donde era confiada de sí y sus palabras. —  Y de verdad, de verdad que quiero ver a Niqui con este vestido. ¡¿En qué pensaba Victoire cuando los escogió?! —  Y sin más, se dejó llevar por las otras dos pelirrojas directo a la Madriguera, entre charla de chicas.
 
 
—  ¿Qué fue eso Sirius? —  Demandó Ted cruzado de brazos, mirando directamente a James. Él, dejó de mirar a la chica como bobo para enfrentarse a su amigo castaño. Rodó los ojos.
 
—  ¿Quieres dejar de llamarme “Sirius” cada vez que te molestas conmigo? Y no fue nada. ¿Acaso no puedo abrazarla ahora? Fuimos novios, después de todo. No fingiré que no sucedió nada—  avisó firmemente, lanzándole una mirada de soslayo a Scorpius, que había quedado bajo su cuidado como alma a la deriva.
 
—  Lo sé. Lo siento—. Ted suspiró resignado, y relajó sus brazos otra vez a sus costados. —  No fingiré olvidar eso yo tampoco. Sólo… Oh dios, no sé a quién debo proteger. A mi hermanita bebé, o a ti, que has quedado como un corazón desinflado desde que se fue. Es difícil—  admitió con pesar, ignorando al Malfoy olímpicamente.
 
—  Yo no soy un corazón desinflado, Ted.
—  Pero lo eras. Hasta que la viste. De verdad, podría vomitar cada vez que los veo. ¿Es que no entienden? Merlín, ni yo soy tan torpe… Bueno, fueron tres nuevos perdones que tuve que ganarme, pero aún así, ahora me casaré con Victoire.
—  ¿A qué quieres llegar? —  Cuestionó James con ojos entornados.
—  ¿No es obvio? Pues parece que para ti no. Como sea, te darás cuenta solo igual que yo. Ambos, supongo. —  Se encogió de hombros, dejando al Potter con las ganas de saber de qué hablaba. —  Oh, y, James… Tengo que confesar que, aunque no me gusta para nada la idea de ver a mi hermanita con novio –conste eso-, considero que tú eres el mejor para cumplir ese papel—  confesó francamente, casi en un murmullo que parecía costarle pronunciar. —  Sólo digo—  añadió ante la cara de desconcierto de James. —  Tú, rubio. Ven. Vas a conocer a la tía Gertrudis. —  Soltó entonces, zanjando el asunto. Scorpius lo miró con horror anticipado.
 
—  ¿Quién es la tía Gertrudis? —  Preguntó rápidamente, mientras que Ted pasaba un hombro por sus brazos para empujarlo hasta dentro de la carpa –que comenzaba a llenarse de gente. Una sonrisa maléfica cruzaba los labios del castaño.
 
—  La amaras. Rose es su sobrina nieta favorita, y sin dudas se alegrará de conocer a quien le quitó la inocencia a su querida Rosie Lie—  comentó con dulzura fingida, apretando el agarre de su mano en el hombro de Scor, quien hizo una mueca de dolor.
 
Bien, Ted y James no lo adoraban mucho desde que se enteraron de lo sucedido con Rose en la Sala de los Menesteres, pero ¿llevarlo con tía Gertrudis? El ojiavellana hizo una mueca mientras los perdía de vista. Entonces pensó en las palabras de Ted.
 
¿Acaso le había dado una “bendición” para ir y reconquistar a su “hermanita bebé”? Eso sí que era inesperado. Pero genial. Sonrío abiertamente, y ya no necesitó más whiskey de fuego. Bien, ¿qué más daba si ella había estado con… todos esos idiotas? Él había sido el primero. Y se encargaría de ser el último.
 
 
Aunque teniendo en cuenta la nueva actitud de Camille, quizás debería hacerlo lentamente, todo a su tiempo… Primer paso: Conseguir que regrese a Hogwarts. El resto se resolvería solo.
 


 

OHASDJSHLDJKHSDJKHASJKDHSJKHDAJHSKDJLDSKJA MUERO QUIERO OTRO CAP PLISSSSSSSSSSSSSSSSSSS HACE MARATÓN SDAJLKSJDÑAKSDJLKASDKASDJKLSJD JAMES TE VIOLO e.é SI PLISSSSSSS MARATÓN

God! Ya no vamos a tener a la savia Vicky y al loco Teddy :(pero estoy segura de que ya estoy amando esta tercera parte<3 deos meooooooooooooo me voy a poner a leer YA para comentarte*-* estoy feliz de estar aca, apoyandote porque amo lo que escribis y no quiero ponerme cursi pero dsnkdhbsdhjasbd JAMEEEEEEEEEES esperame mi amor*-* okya u.u me voy a poner a leer:D Solo me reporto y gracias por pasarme el link :D fueron dias agonisantes sin que subieras este tema T.T besos!!

Juliettteeeeeeee!!!
Me dejaste.... sin palabras. Fue tan agsvcudviuvdvucdfucbb su reencuentro, dios! Y me reí mucho con la reacción de Camille, pero al mismo tiempo no podía respirar, podes creer que justo cuando estaba leyendo esa parte vino mi hermano a decirme que "necesitaba la compu"? Casi le lanzo un Crucio, y sinceramente no me esperaba esa reacción de Ted, cambiando de tema, me encanto tu foto de Avatar, sos tributo? En el caso de que si, yo también!!! Amo la trilogía y ya quiero que salga en llamas *.*
Besos
-Mati
PD: seguís sin adivinar mi nombre XD
PD2: No tenes ni idea lo loca que estaba esperando que empezaras la tercera temporada
PD3: Me encanto!!!
PD4: Sip, me gustan los posdatas XD

OMG, como puede ser que escribas asi!! Me encantaron las temporadas anteriores y creo que esta la voy a amar. No puedo creer que Ted se case!!. Felicitaciones por llegar a la tercera parte. Un beso enorme y te pido que la sigas lo mas rapido posible. jeje un besoo

¡Oh My... Oh My... Oh My Gosh! Sisi, ya llegué mi Jullie :) ¿Pues adivina qué? Me ha encantado el capítulo, yo no pensaba que hiba a ser tan genial... ¡Sigo hiper-contenta con Teddy y Vic! ¡¡SE CASAN!! Y Camille como Dama de Honor... Oh shi Jamie (? Que ternurita cuando Cam y James se abrazan, y yo gritando como loca cuando llegó a la Madriguera ¡Es literal. Mi hermana estaba presente mirandome como loca! Pobre Scor, con la Tía Gertrudis... Morí de risa. ¿Y qué onda con el James desinflado? Al principio (Que tontita que soy) no entendía a que se refería Ted... Quedé con cara de WTF (Como James (?) porque no entendía nadita (Si lo sé, falta de  entendimiento mental) Pero cuando lo releí... ¡A eso se refería! Más horas de en trenamiento.
Jajaja. Cuando llegó Camille me imaginé así la cara de James: Jejejeje... Y la de Camille así: :meh: Enceritas que estoy loquita loquita xDD
Hace muho que no pogo "xDD" Me siento miserablemente miserable :((?
Pues cada vez más loquilla lo ves. ¿Y de que provincia de Argentina eres? Así te voy a visitar (? Bueno no lo sé. Pero en algún mundo paralelo posiblemente sí. ¡Saludos a una tí del mundo paralelo!...

Empezó maravilloso la tercera temporada. La esperaba con ansias... Pero te diré la verdad. Pensé que quemarías la historia, como algunas chicas hacen. ¡PERO ERES TAN GENIAL QUE NO PUEDES QUEMAR NADA! Enceritas que eres genial :3 Jajajaja c:

Espero que la sigas prontito como puedas... Y cada vez me estoy confundiendo más ¡¿Elijo a James o a Albus?! Es una pregunta que me estoy haciendo desde que terminé de leer la segunda temporada. Y te juro que no mme desapareceré nunca más. Y si lo hago dame una paliza virtual :canto:
Entiendes, palisa virtual, ¿eh, eh? (? ¡Lo vés! Te digo que estoy loka ¡Con "K"! Jajaja, me lo eh choreado de Austin & Ally... Ok, ok... Soy la última en comentar. No es digno de mí (? Bien, bien, ok, ok, si, si (? Ya, dejaré de poner "(?"... Lo que ocurre es que es muy adictivo... Y ya cambié de tema.
Esta bien... Me hiré, adiós mundo cruel (?


Bye, Bye... Tu admiradora, Maia :)

P.D: También es muuuy adictivo el "..."
P.D 2: También yo soy adictiva...
P.D 3: (? Debo dejar de ser tan, tan... yo c:
P.D 4: Bien, ya me voy o mi consiencia me matará c:

Psssss, te he dicho cuanto te odio?

Pues lo hago, debes de seguirla, todo se pone fantástico.

POR QUE NO VIOLENCIA DESDE YA???? POR QUE??????

Se casaron, hay que lendo.

Ahora Camill es una puta? Me caería bien si no fuera tan idiota como siempre.

Bueno síguela. Ya te mande mi ficha.

Espero ver a Alec pronto.

Solo te aviso que lo AME!*-* no puedo escribir mas porque me corren xD
pero me lo lei todo y quiero MAS!! :wut: subi pronto por favoooooooooooor!! D':
estoy muriendome! Cami parece una cualquiera u.u pero agh, es la adolescencia(? y cada persona es como es(? haha y no se vale que James fuera un cualquiera y nadie se lo recalque por ser hombre pero a Cam si¬¬
me gusto el reencuentro y omg todos odiando al pobre Scor xD jajaja goosh y como estara Freddie cuando vea a Cam :O Gooosh y la boda, ya quiero que sea la boda!!:'D
Por merlin no la dejes asi, ¿ok? muero Julie, muero y es tu culpa! okya u.u

Besotes!