INOCENCIA, VENGANZA Y UN AMOR PROHIBIDO_SKANDAR Y TU

Después de aquella conversación todos salieron del estudio sin responder mi pregunta, se fueron completamente callados y yo me quede con todas mis dudas; me senté mirando hacia el bosque donde solíamos cazar, entonces llegaron a mi todos los recuerdos desde que era una niña, desde que empecé a tener conciencia y desde el momento en que me convertí en una vampira, en que tenía 192 años y seguía pareciendo una adolescente que lo único que le importaba era la belleza.

Mientras observaba el bosque vislumbre algo extraño, mejor dicho una persona que a su vez se acercaba lenta y vagamente con las manos en los bolsillos de su jean, al darme cuenta quien era mis ojos se abrieron como platos, no podía creer que Skandar hubiera ido a mi casa, era realmente un descaro y yo se lo haría saber, así que baje a esperar que llegara lo suficiente cerca de mí.
-¡ey! –Musite enojada – que diablos haces aquí, que no te vasto con lo que te dije ayer, para que hoy vinieras.
-__t/n__, necesito hablar contigo y no me has dejado más opción que venir hasta aquí, así que me tendrás que escuchar quieras o no, ¡lo harás! –termino adquiriendo en cada palabra un tono más de firmeza.
-¡ok! te doy treinta minutos nada más para que lo hagas y luego salgas de mi vista y no vuelvas a aparecer –dije disgustada ante la “grata” visita.
-ok –replico y se formo una gran sonrisa en su rostro –pero aquí no __t/n__. –termino.
-¿Qué? no, lo vas a hacer aquí y se acabo –dije molesta –¡ok!
-por favor __t/n__ son solo treinta minutos –musito con histeria y en voz baja.
-¡y a donde se supone que me vas a llevar! –replique molesta.
-solo sígueme, no te arrepentirás –mascullo un tanto feliz.

Me condujo por el bosque, un camino hacia la izquierda de mi casa, después subimos por una colina de arboleda y luego bajamos está llegando a una entrada entre dos troncos viejos y marchitos, pasamos por ahí y luego terminamos en un prado con flores de varios colores, todo el valle estaba despejado entre los demás arboles, apenas estaba empezando la tarde fría en Londres y el sol poco se vislumbraba sin embargo le daba un toque de encanto al lugar en donde nos encontrábamos.

-bueno empieza que está corriendo el tiempo y solo tienes treinta minutos –musite seria.

…-**cuando te conocí, sabía que cambiarias mi vida; era como esa aurora que vislumbrabas ante las personas, eras completamente diferente y me gustases tu desde el primer momento, fue entonces cuando empecé a buscarte a acortejarte de manera muy sutil, porque sabía que no me lo permitirían… por mi naturaleza, pero aun así me arriesgue. el día que te cortaste la mano, al verte, al ver la sangre… tan viva, al sentir aquel pulso y sentir cada latido de tu corazón me dieron ganas de saltar hacia ti y … -Skandar paro un momento, su mirada se volvió triste pero se recompuso y siguió.
-**desaparecí algunos días porque sabía que te amaba realmente y por eso no lo había hecho, me llene de valor te busque y te di lo que solo tu podías merecer… un beso; me volví entonces inmediatamente, inseparable para ti, pero he aquí cuando mi hermano se dio cuenta que existías e iba a ocurrir algo que no quería que pasara… pero aun así paso –termino mirándome y luego bajo la mirada hacia la fría tierra.
-¿Quien es tu hermano? –pregunte levantando con mi mano su cara.
-se llama Frederick keynes –replico inseguro.
Y entonces me dio curiosidad y quise seguir escuchando.

**cuando se dio cuenta de que tu existías, no sé, pero se volvió más perspicaz, era más atento hacia mí, y de las salidas que hacía para pasar tiempo contigo. Al principio pensé que era porque no convenía ante nuestra especie por lo que tú eras humana y yo un vampiro; pero no era así y fue entonces que me dio miedo de él, se comportaba muy extraño; temía por lo que pudiera pasar. Ese temor lo pude comprobar con el siniestro plan que estaba tramando y para más cinismo, el 8 de febrero, el día en que tus padres realizaban el baile por la extinción de los demonios del mundo… la expulsión de los vampiros y hombres lobos que nunca paso. Cuando llegue al baile te vi tan hermosa y fui contigo, pero sabía que estaba en el jardín y fue a ver qué pasaba, ¡tenía que protegerte! -su mirada se volvió triste e impotente lo que me daba a pensar que algo andaba mal.
-Frederick tiene el don de manipular mentalmente, así que cuando te somete, no sientes nada y tu cuerpo hace lo que el desee –musito él, pero se dio a explicar mejor al ver que no entendía nada.
-es como un transe, te sienes flotar, una especie de aturdimiento doloroso, los parpados te pesan, sientes lo que hacen contigo pero no tienes la mas mínima fuerza para que puedas hacer algo… -termino y me miro atentamente.

Inmediatamente me llegaron recuerdos de ese día la verdad no me acordaba de mucho… pero no sabía qué hacer en este momento, no quería seguirle escuchando temía lo peor y no sabría cómo respondería yo ante tal… locura.
-Frederick me vio con cara de malicia al verme salir de la casa rumbo hacia la parte del jardín en donde se encontraba, tenía todo planeado era como si hubiera visto el futuro y me esperase muy sigilosamente.
-**me saludo normalmente y me dijo lo que iba hacer, el sabia claramente que me opondría así que con su don me mitigo y dos de sus más fieles acompañantes “Rehellí y Malagar” me tomaron y me llevaron a casa de él a ver lo próximo. Luchaba con todas mis fuerzas para poder salvarte pero me era imposible, Frederick me había sucumbido y al ver el daño que te hacia lo poco de alma que creía poseer se iba… se iba con la pureza e inocencia que poseías, no sabes cuánto me duele eso –termino de decir Skandar y cayó de rodillas al suelo.
-¡es mentira! –Masculle entre dientes y con rabia –fuiste tú, el que me hizo eso. –termine con un gran nudo en la garganta.
-no __t/n__, jamás lo hice fue el… -murmuro lentamente.
Sus ojos se cerraron fuertemente y sus mejillas se pusieron rojas al igual que sus ojos al hecho de que estaba llorando.
-hubiera querido que tu vida fuera normal, que se cumplieran tus sueños pero todo cambio y es lo que más me duele, lo lamento tanto __t/n__ -termino y no sabía qué hacer –no sabes cuánto daría por que el tiempo retrocediera y no haberte conocido.
Le mire con dolor ante lo que decía, era cruel.
-pero no creas que por haberte conocido, sino por salvarte de este mundo, es cruel y no mereces ello __t/n__, no merecías esta vida –termino de decir y se encontraba ante la idea de abrazarme o no hacerlo.
Yo… me encontraba en shop no sabía qué hacer o que decir, todo lo que había creído por mucho tiempo era mentira y había una parte de mí que me decía que Skandar decía la verdad, por ello nunca lo había dejado de amar, solo había reprimido ese deseo por lo que sentía una extraña corriente por mi cuerpo, algo que lo trataba de encender, de regresar a la vida… sin embargo no salía del asombro y estaba de pie como una estatuilla.

La verdad me abrumaba de una manera voraz e intimidante y era como pasar varias veces un filudo cuchillo por una gran herida, por la cual me desangraba violenta y rápidamente; había entrado en un aturdimiento en el cual por mi cabeza pasaba una y otra vez sus palabras “jamás lo hice, fue él”.
El tiempo pasaba tan lento que todo parecía así, las flores, el viento todo mitigaba mas mi dolor y ya no sabía qué hacer estaba realmente vencida por el pasado y por mi cuerpo invadía las ganas de terminar con todo el sufrimiento pero algo me insinuaba que no debía ser así que debía mirar hacia arriba, delante y seguir.
Skandar toco mi hombro en forma de apoyo, todo cambiaria de ahora en adelante, todo seria totalmente diferente entonces ante tal pensamiento yo le mire con un desdén doloroso y él, en sus ojos traslucía culpa, sosiego, dolor, rabia… y pasión. Me abrazo fuertemente al cual yo correspondí de manera sutil y vaga.
**perdóname de corazón, te lo ruego** yo asentí y le mire a los ojos, se acerco lentamente y me beso, un beso con dolor y pasión una mezcla realmente explosiva que da vueltas y malicias al amor reencontrado y que este a su vez siempre fue puro e inocente con el cual se deja la venganza atrás y de… lado.
Por mis ojos cerrados fuertemente salieron dos lagrimas, sentimientos reencontrados estaban en mi ser, el dolor intenso se revivió completamente de aquel momento atrás y a la vez volvía a sentir la seguridad que por tanto tiempo extrañe: un abrazo cálido me hacía falta, un beso voraz me mataba pero no era muerte, era pasión vival y agónica.
Se recostó delicadamente en el césped, dejándome a mi encima de él, el aire que recorría por en medio de nosotros era fuego y hielo, ninguno de los dos hablo simplemente nos mirábamos a los ojos, no necesitábamos mil palabras, una simple mirada decía todo.
Las horas pasaban y el crepúsculo se acercaba lentamente haciendo de este el momento más esperado, el momento tranquilo y el momento de paz sin pena; el tiempo siguió avanzando y el sol dio su ultimo rayo y entonces se vislumbro una luna a piel porcelanica de los dos, el crepúsculo había llegado, me fundí en un abrazo con él, hundiéndome en su pecho y ahogándome en el aroma de su piel. sus manos bajaron a mi cintura y me abrazaron nuevamente con el cambio que hizo rápidamente dejándome entonces a mi debajo de él, me volvió a besar de una manera tan tierna y sutil que el tiempo se detuvo y mi mundo giro en torno a él y al momento. El beso se intensifico y se volvió más pasional; después de un momento, el deslizo su cara a mi cuello y permaneció así un rato, abrazado a mí sin decir nada cerré mis ojos dejando todo atrás aunque la culpa de los dos no borrara jamás el pasado triste e insufrible.
-te amo –oí susurrar de sus labios contra mi piel, causando un eléctrico químico que recorrió todo hasta lo más profundo de mis entrañas.
Lo que estábamos haciendo no era bueno, pero aun así lo quería y lo deseaba de manera incontrolable, definitivamente era algo que nos iba a matar, así de seguro como fuego rápido y destructor, el fuego que nos mataría en un infierno al lado de Hades o hielo tan destructor que con solo un toque nos daría hipotermia del puro frio pero éramos inhumanos por lo cual…… no interesa.