INOCENCIA, VENGANZA Y UN AMOR PROHIBIDO_SKANDAR Y TU

Mis piernas temblaron… mi cuerpo entero lo hizo.
-ven conmigo ___T/N___ -susurro él en mi oído de forma tangible, sutil e irreal.
-¡no! –musite suavemente y algo indecisa.
Realmente no sabía qué hacer.
-por favor ___T/N___ te lo ruego. –mascullo en un hilo de voz.
Más que tenerlo cerca era una fuerza tan extraña al no saber qué hacer, al no saber cómo actuar o simplemente que decir. Me había vuelto cobarde, demasiado para ser vampira, pero el dolor me había llenado por completo, y una pequeña parte de rabia era la que me mantenía sostenida en mis pies, aun así me sentía frágil.
-vete de aquí –escupí entre dientes falsamente.
-primero necesito hablar contigo. ¡Es necesario! –replico con pánico y volteándome para mirarle a los ojos.
Algo que definitivamente no era bueno, sus ojos seguían siendo oro fundido, un oro puro y algo tentativo hacia mí.
-¿necesitas? discúlpame y deja de ser tan descarado, primero que nada… -me sulfure pero antes de que me dejara terminar coloco su gélido dedo en mi boca.
-¡¡por favor!! –dijo en forma de suplica.
Era doloroso verlo así, pero que mas podía hacer, no me quería acercar de a mucho a él, todo era mejor así.
-lo lamento, pero es mejor que estemos de lejos –musite algo mordaz.
-hay algo que debes saber –mascullo atajándome el camino.
-¿qué debo saber? créeme todo está mejor así, tu por tu lado y yo por el mío. –replique lo bastante dura, no quería seguir en la incómoda conversación.
-eres demasiado orgullosa y estás viviendo en una mentira, por favor ___T/N___ -musito con histeria, dolor y pazeurismo.
-lo siento –dije por ultimo y me subí al auto.

Mientras me dirigía a la salida, vi que se quedo parado en donde habíamos tenido nuestra conversación, viéndome como me alejaba.
Toda mi cabeza daba vueltas, no había sido bueno este día, definitivamente lo había empezado con el pie izquierdo.
Llegue a casa y me dirigí a mi cuarto, en busca de tranquilidad para pensar en todo lo que había sucedido hoy
… y de tanto hacerlo se hizo de noche, noche oscura para la maldad que abunda en el mundo y de pronto sonó el móvil avisando que había un nuevo mensaje.

Cariño:
He regresado y esta vez será por un largo tiempo, te sigo vigilando y no te das cuenta, soy invisible para ti y eso es muy bueno para mí. Ten cuidado _t/n_, ten mucho cuidado, elige bien tus amistades, porque ellas serán las que te ayuden cuando yo esté a tu lado para matarte.

Y los mensajes habían regresado de nuevo… aun más abrumadores.