Mom, please.

La realidad es que Jack jamás creyó que el amor fuese algo real, al menos creía que era cosa que las madres sólo sienten por sus hijos, queriéndolos con todas sus fuerzas porque eran una parte de ellas mismas. Conocía ese tipo de afecto, de cierta manera. Su madre, Clarice, eran el tipo de madre que muestra su cariño con mensajes confusos. Podría darte un golpe terrible sobre la nuca por ser insolente con ella, y aún así, minutos después estaría preguntándote si quisieras salir a ver una película juntos. Trató lo más que pudo en comprender a su madre, de verdad lo hizo. 

  Algún tiempo atrás, había decidido llamar al sentimiento que tiene por su pareja como “amor”, porque éso era lo que sentía, amor. La mayoría de sus pensamientos eran dedicados a la misma persona, era una sensación en el pecho, una presión constante robándole el aliento. No había nada que no haría por él, la comodidad de estar a su lado y el saber que sin importar lo que pasara, se tenían incondicionalmente el uno al otro.

— Tengo todo resuelto J, Tyler puede prestarnos un par de bolsas de dormir, aunque pensándolo mejor, sólo logró rescatar una después de acampar en el bosque. Bueno, con eso basta, ¿no? — susurró en la última parte, los pequeños rizos del chico balanceándose ligeramente con el aire que entraba por la ventana de la habitación. Se veía nervioso, Jack sonrió a la ligera en el pensamiento. Michael siempre quería verlo feliz, se esforzaba por lograrlo, y Jack creía que no podía quererlo más, pero parece que una vez más estaba equivocado, a excepción de que en ésta ocasión no le importaba tener la razón. 

— Creo que sí, o podemos quedarnos en el coche, no es un problema — contestó y era verdad, lo importante era que iban a viajar (a las afueras de la ciudad, pero aún así, un viaje). Michael resopló descontento sobre la cabeza de Jack, moviéndose un poco en la cama pequeña donde se encontraban —. ¿Estás seguro de hacer esto, Mick? — su voz baja y con calma.

— Yo estoy seguro, tu madre puede que tenga unos “pequeños” inconvenientes con lo que su hijo y el vago de su novio tienen planeado —respondió haciendo comillas con sus dedos, y su tono con un toque de molestia en el. Jack resopló a la ligera y sintió un mechón de su cabello siendo (aunque ligeramente) alado en una posición un tanto dolorosa, el chico se quejó en voz baja y levantó la vista reuniéndose con la mirada de Michael —. Lo digo enserio J, tu madre no le agradará la idea. Le molesta que no quiera tener un doctorado o algo, y en lugar de eso me apasione el arte. Además, no cree que sea lo suficientemente capaz de ganar algo de dinero para comprar cosas para los dos, para invitarte a salir. — la voz triste y molesta como lo dice, es lo que hace que Jack se levante de donde tenía la cabeza apoyada en el estómago de su novio y se siente con la espalda recta, mirándolo a los ojos.

— No tienes que hacer nada de eso, somos un equipo, ¿verdad? — esperó a que asintiera ligeramente y prosiguió — Sabes que me encanta la escritura y la pintura, seríamos la misma cosa, artistas, ¿no es así? — el chico delante de él volvió a asentir, esta vez, con una ligera sonrisa y la mirada tímida — Bueno, entonces seremos los vagos más enamorados, sucios y llenos de deudas de toda la ciudad. —dijo mientras soltaba una pequeña risa y estira ambos brazos para llegar al estómago de Michael y darle pequeñas cosquillas. El otro chico comenzó a reír un poco más fuerte ésta vez, la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados. Pronto ambos estaban en una guerra de manotazos y almohadas por todas partes. Jack se sentía feliz, verdaderamente se sentía que pertenecía en algún lugar y ese lugar era justo aquí, con la persona que haría cualquier cosa por verlo reír como lo hace ahora.

— Vamos a dormir un poco antes de que tengas que regresar a casa. — dijo entre respiraciones pesadas, ambos retomaron su lugar sobre la cama y se acurrucaron en una pequeña bola para mantener el calor. Michael depositó un beso pausado sobre el cabello de su novio, y después de un tiempo, ambos se quedaron dormidos.         
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No estaba preparado para lo que había pasado, después de todo, ¿no es el deber de una madre el querer a su hijo? ¿Eran éstos los mensajes confusos de su amor por él? Jack de verdad no lo entendía. El mayor anhelo de una madre es el ver a sus hijos felices y viviendo una buena vida a lado de alguien que los quiera de verdad, ¿Será que no todas las madres aman de la misma manera, o es que su madre era un caso especial?

— Jack, no puedes hablar enserio, ¿Estás hablando enserio? — repitió por duodécima vez, la mujer agitada de gritar por varios minutos. Su mirada cambiaba desde su hijo hasta el otro chico que estaba a su lado. 


— Lo digo enserio, mamá. Es sólo por un fin de semana, volveré el Domingo por la noche. No es tan difícil de entender. — respondió. Pero parecía que sí era un gran problema, la cara de su madre se arrugó en disgusto y resopló fastidiada. Estaba claro que no podría razonar fácilmente con ella, núnca lo había hecho, ésta vez no sería diferente.


— Es la primera de muchas veces, ¿que no entiendes? — esta vez se acercó a escasos centímetros de su hijo, a lo cual, el chico a su lado dio un paso adelante para interponerse en su camino —. Es obvio que no entiendes, la juventud de ahora sólo se dedica a perder el tiempo, malgastarlo en cosas sin importancia. He soportado muchas cosas Jack, soporté que fueras lo que quisieras ser, incluso ya no me importa que jamás podrás darme nietos, de éso deberías de estarme eternamente agradecido. Soporté que tuvieras como “novio” a un bueno para nada, sin un futuro estable, ni mucho menos algo bueno que ofrecer. Piensa dos veces a quién deberías darle las gracias y tenerle consideración, maldito ingrato. — terminó su diatriba con la respiración pesada y a medida que hablaba aumentaba su tono de voz, terminando en un grito furioso. Frente a ella, su hijo la miraba con ojos grandes, no entendía el cómo eso era lo que una madre debería sentir por su propio hijo. Algo tan retorcido no podría ser amor, ¿verdad?


— No pedí que me soportaras, te dije como me sentía y lo que realmente era. Jamás pedí que me odiaras en silencio o algo parecido— Jack trató de sonar lo más calmado posible, no quería comenzar a llorar o peor aún, perder el poco control que tenía y hacer algo de lo que se arrepintiera—. ¿De verdad me odias, mamá? — cuestionó en un susurro, apretando los puños.


— No digas ridiculeces, Jack. No tolero a la pareja que elegiste y quizá no esté de acuerdo en que seas lo que eres, pero no te odio. Eres mi hijo y te amo. 

Al estar sobre el capó del coche que se ingeniaron para poder alquilar, podía sentir la briza helada sobre su rostro, provocando un estremecimiento recorriendo su cuerpo delgado. Los dientes cascabeleando por el frío de la noche, sobre su cabeza la única iluminación que tenían era la luna llena. Se movió intranquilo por un momento, incapaz de encontrar una posición cómoda. Michael lo miró con tristeza, cubrió el cuerpo frágil de Jack en un abrazo y descansó la cabeza sobre su hombro. Ambos estaban callados por un tiempo, hasta que Jack giró su cuerpo enfrentando sus miradas juntas, Michael tomó con el mayor cuidado posible su rostro y frotó círculos sobre su piel destrozada. Bajo su tacto, Jack siseó por el dolor repentino. 

— Sabes que jamás dejaré que algo así vuelva a pasar, ¿verdad? —cuestionó. Jack cerró los ojos, pero asintió un par de veces y enterró su rostro, con cuidado, sobre el pecho del otro —. Ella cambiará de opinión, J. Se dará cuenta de todo lo que perdió cuando ya no estés, ya verás —y Jack le cree, le va a creer todo lo que Michael le diga, él mismo quiere creer que así será. 

— Te amo.

— También te amo, Mick. —después de trasladarse al interior del coche, ambos trataron de conciliar el sueño en un abrazo fuerte, miedo de si no lo hacían de esa forma, algo pasaría. 

— Por la mañana pensaremos qué hacer, mientras tanto, vamos a dormir. Te prometo que nada te va a pasar mientras estemos tu y yo. — y así fue, cayeron en un sueño profundo. Por la mañana, habría un mundo de posibilidades para el futuro.             

— No voy a permitir que desperdicies tu vida con un don nadie, hijo. Aún estás a tiempo de arreglar todo lo malo que haz hecho. Por favor no lo hagas, no te vayas. — imploró, la mujer tenía a su hijo por el cuello, algunas lágrimas corriendo por su rostro agotado. 


— Solo me han ofrecido dos clases de amor: el tuyo que jamás he podido entender, un amor que no es capaz de quererme por quien soy y las decisiones que tomo. Me pides que haga lo que crees correcto, lo que se debe hacer según tu voluntad. Michael me ha demostrado que no sólo existe tu forma de querer a alguien, él es comprensivo conmigo, de verdad se preocupa por mis cosas y por lo que haga. No juzga cuando no cree que es lo correcto. Me ama sin importar lo que quiera ser en la vida, o por el dinero que pueda ganar. Si tengo que elegir entre esos dos tipos mamá, escogería una y mil veces el amor que él me da. Lo siento si no es lo que querías. — su madre se retiró bruscamente de su cuello, la mirada furiosa y los labios temblando de frustración. Lo que Jack sintió en la mejilla no era el peso de una mano provocado por una bofetada. Era el peso sólido contra su mejilla de un puño con una fuerza suficiente para que su rostro se moviera en otra dirección. A su lado, podía escuchar como su madre gritaba descontrolada y Michael se unía a sus gritos.


— ¡Vámonos, Mick! — gritó entre dientes, esto se estaba saliendo de las manos. Ambos lograron llegar a la entrada principal, mientras que la mujer los seguía de cerca. Abrieron la puerta y al estar al otro lado del umbral, Jack se dio vuelta y miró a su madre con decepción y completa tristeza.


— Nos vamos, mamá. Por favor no hagas nada que pueda hacerte daño. Te quiero. — dio media vuelta y mientras caminaban, podían escuchar a la mujer maldecir y llorar histéricamente. Lo último que se escuchó de sus labios antes de quedarse en una casa que solo habita ella misma, fue “Al primer paso que des por la puerta de ésta casa Jack, considérate muerto”.  


Algo tan retorcido no podría ser amor, ¿verdad?

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Tenía el One Shot arrumbado en mi bloc de notas, pero aquí está. La historia es independiente de lo que pasa en la película, la recomiendo si es que no la han visto. Sobra decir que mi amor por Xavier me supera, es por eso que aunque la historia no lleva el nombre de alguno de sus personajes (o de él mismo), pensé en él para escribirla. La historia habla de una madre con mal corazón, en cambio, en la película la mujer ama a su hijo, y él también. Ojalá Xavier Dolan y François Arnaud colaboraran de nuevo u_u

Seguiré escribiendo con él como mi "musa" podría decirse jajaja, gracias por leer.  

Astryd! Muchas gracias de verdad, tenía como 1 año y medio sin atreverme a subir nada por que mis escritos apestaban demasiado. Pero de verdad me alegra que te guste y entretenga 

Podría planear subir una segunda parte, de algunos momentos locos de la madre antes de todo esto. 
Gracias por leer, y otra vez, me alegra que te gustara. 

Hola, Sofia. Me alegra demasiado saber que te agradó mi escrito, significa mucho, de verdad. Podría subir algo (aunque más pequeño) la próxima semana (o antes, nunca se sabe).   

Muchas gracias de nuevo, y nos leemos luego 

Hella, solo vine a decir que me encuentro enamorada de tu os. Ame de donde vino tu inspiración bc xavier bb es vida -nunca creí que alguien de aqui le gustara- yo lo amo a partir de su película j'ai tue ma mere, de donde salio la idea quiero creer. Escribes genial y estoy con las demas exijo que la sigas  xx

Astryd:
Gracias, de verdad, que linda.   


Lilac: Hola, muchísimas gracias por tus palabras, y sí, la inspiración es de esa película por que es una de mis favoritas (como todo lo que Xavier hace ah ). Sólo conocía a alguien que le gustaba, pero me alegra que más gente también piense que Xavier es vida, Xavier es amor. Y sí, haré una última parte de éste Os.
Gracias,de nuevo.