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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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WEDDING SPECIALIST !! N.C
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WEDDING SPECIALIST !! N.C
- FICHA :
- Ficha
✣Nombre: WEDDING SPECIALIST
✣Autor: Colectiva
✣Adaptación: No
✣Género: Drama entre otras.
✣Advertencias: Por ahora no
✣Otras Páginas: No
- REGLAS:
REGLAS:- Pido respeto entre todos tanto entre escritoras como lectoras.
- Tienen un máximo de ocho días para subir capitulo
- Si no puedes subir capitulo por equis motivo envíame un mp.
- Buena redacción y ortografía, no soy tan exigente pero si pido orden y controlar los acentos, y signos de puntuación.
- Si tienen algún problema con alguna de las otras escritoras avisen
- A las cuatro faltas tendré que sacarles de la novela
- No imágenes incrustadas en el capitulo, si les permito poner el URL en la palabra ya sea de vestimenta, paisaje, etc.
- Pueden escribir en la persona que mas les convenga.
- Los capítulos también serán escritos con los pensamientos de los chicos.
- Utilizaran el Código que les dejo a continuación para cada capitulo.
- Letra Arial 13 y blanco
- Diviertan sen!
- ORDEN DE ESCRITORAS:
- chelsy
- Stardust
- Patch
- July 3/4
- Cara de Ardilla
- chelsy
- CODIGO DE CAPITULO:
- Código:
[size=13]<center><br><link
href='http://fonts.googleapis.com/css?family=Rouge+Script' rel='stylesheet'
type='text/css'><div style="font-family: 'Rouge Script', cursive;
font-size: 55px; color: #FF99AF;text-shadow: 1px 2px 1px black;">Ilusión
o Realidad?</div><div style="width:500px;
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4px solid #FF8BBF; border-bottom: 7px groove #FF8BBF;"></div><div
style="width:500px; text-align: left; font-family: 'Rouge Script';
font-size: 30px; color: #FFF;text-shadow: 1px 1px 1px black;">¿Cómo
podrías recordar mis caricias si cada noche cambias de piel?</div>[/size][url=http://www.oursourcecode.net/u2848][size=11]»кιтту[/size][/url][size=13]<div
style="width:130px;height:130px;background-image:url('http://cdn1-public.ladmedia.fr/var/public/storage/images/look/toutes-les-news-look/photos/looks-de-victoria-justice-decouvrez-son-cv-fashion-336814/victoria-justice-a-tout-d-une-fashionista-336857/4428996-1-fre-FR/Victoria-Justice-a-tout-d-une-fashionista_portrait_to_carre_130x130.jpg');
border: 3px solid #FF8BBF; border-radius: 200px; margin-left: 395px;
margin-top: -130px;"></div></center>[/size]
WEDDING SPECIALIST
SINOPSIS
De niñas lo compartieron todo. Con los años se han convertido en mujeres divertidas, sexys e independientes y han montado una empresa donde cada una pone lo mejor de sí para convertir una boda en el día perfecto.
El éxito está asegurado si Dlyan Malik Se ocupa de la organización, Lindsay McBane Del banquete, Julieta Grant De las flores, Jenna Elliot De las fotos y Jessie Baker De la decoración.
Si alguien sabe cómo planear la mejor boda es este quinteto de amigas.
Pero organizar varios enlaces a la semana no garantiza encontrar el amor, que siempre aparece cuando y donde menos lo esperas; esto es lo que les acabara de suceder a estas cinco jóvenes.
Jenna Elliot siempre se ha sentido mas cómoda detrás de la cámara, con la que capta esos instantes de felicidad en los que jamás ha creído. Hasta que literalmente tropieza con uno. De un metro ochenta de cuerpo musculoso, cabello castaño. Es simpático pero se lo reserva para aquellas personas importantes; Liam Payne es un gran arquitecto pero guarda algunas cualidades bajo esa personalidad. Y aunque sigue convencida de que las canciones de amor eterno no se escribieron para ella, ¿por qué no aceptar que, a veces, la vida nos depara sorpresas?.
Juliera Grant sabe de flores y ramos de novia un rato. Sabe mucho de amor y cada vez que hace los arreglos flores se imagina su propia boda. Vive cada segundo como si fuera el último, espera su príncipe azul. Lo que nunca imagino es que pudiera tenerlo tan cerca. Louis Tomlinson su amigo del alma lo conoció en una de las bodas desde ese momento comparten muchas cosas y forma parte esa empresa pero lo mantiene distancia. ¿Puede la amistad transformarse en amor? Y ese nuevo camino que ha empezado a recorrer, ¿estará sembrado de rosas o de espinas?
Lindsay McBane la única concesión al romanticismo en la vida es ofrecer el remate perfecto a una celebración perfecta, creando el más perfecto de los pasteles de boda y banquete. En todo lo demás, ella antepone su sentido práctico y cierta actitud cautelosa. Aunque, cuando se va con tanto cuidado, se puede terminar caminando a tientas. Y darse de bruces con Harry Stlyes, el prestigioso abogado de la empresa que jamás había visto, hombre más leal y encantador que puede existir es un tanto persistente cuando se lo propone, que haya conocido. ¿No es el momento de lanzarse y atreverse a probar una relación con la que, hasta ahora, Lindsay solo podía soñar?
Dlyan Malik hasta ahora, la relación más larga y estable que tenido ha sido con su BlackBerry. Ya ha pasado algún tiempo desde que convirtió a sus amigas en socias y montaron Votos. Hasta que una tarde de lluvia su coche se sale de la carretera. Y en este momento tan poco romántico aparece Niall Horan, quien lejos de ser un príncipe azul es un mecánico pero guarda muchos secretos que representa lo que Dlyan más aborrece: lo impredecible. ¿O no es así? A veces el destino es muy sabio... ¿Por qué no anteponer el corazón al cerebro por una vez en la vida cuando lo que está en juego es tu propia felicidad?
Jessie Baker sabe de decoración y se fija hasta en el más mínimo detalle. Durante su trayecto a conocido a toda clase de hombres se podría decir que sabe tanto decorar como de hombres. Es sin duda, la rompe-corazones del grupo; pero Jessie sueña con encontrar a esa persona que lo cambiara todo. En un accidente por la desconcentración total de Jessie al ver al hombre que estaba en el coche de a lado conoce a Zayn Malik hermano de una de sus amigas y socias, anteriormente habría escuchado hablar de él; un Gran Futbolista, un tanto egocéntrico y más exasperante, haya conocido. ¿Sera que podrá luchar contra la corriente? ¿Puedo el amor ser más fuerte que el odio?¿No caer en las redes del amor será tarea fácil o difícil?By Union Wild for Source Code
Última edición por chelsy el Miér 26 Nov 2014, 12:14 am, editado 1 vezInvitadoInvitado- Pido respeto entre todos tanto entre escritoras como lectoras.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Capitulo 1 Recuerdos
La gente crece y cambia. Pero una amistad verdadera perdura.
El sol nuevamente daba sus rayos como todos los días para alumbrar a mi habitación. Lentamente fui abriendo los ojos, me desperece moviendo todas las sabanas y cobijas que terminaron en el suelo. Sonríe ante eso, salte de la cama, en busca de mi bolso para revisar el celular, la Tablet, la agenda electrónica, la agenda personal para ver si hay tendría que hacer algo en “Memories”.
Memories es una empresa que se especializa en convertir una boda en el día perfecto de aquellas parejas enamoradas que solicitan nuestros servicios. Memories al principio nació siendo solo una manera independización para mí y de mis intrépidas amigas que al principio como yo dudábamos que esto saldría a flote. Debido a que cada una de nosotras teníamos muchas cosas en mente pero al momento de implementarlas simplemente no coincidíamos en nada y terminábamos discutiendo. Los primeros meses fueron complicados esto era nuevo para nosotras. Después nos fuimos dando cuenta que cada una tenía ese algo que nos hacía diferente Julieta es buena con las flores, Dlyan es una buena organizadora y le gusta el orden, Lindsay es buena en todo lo relacionado con la cocina mientras que Jenna adora tomar fotos. En cambio yo Jessie me encanta la decoración, jugar con los atractivos para la mejor presentación del evento. Así es como ahora Memories se ha convertido en una de las empresas más reconocidas y es que cada una de mis amigas ponen lo mejor para que aquel da sea inolvidable.
¡Diablos! Aquella palabra salió de mi boca al mirar el recordatorio de la cita con Susan Burn mi madre. Siempre me pasa lo mismo cuando tengo que reunirme con ella para concretar ciertas cosas sobre mi vida. Odio que se comporte como una adolescente siendo una mujer de edad que tiene marido y una hija mejor parada que ella.
Revise cada una de las cosas que había anotado al inicio de la semana para no olvidarme de nada. Y no pude evitar recordar lo que la controladora de Dlyan me dijo “Por última vez Jess necesito que no te olvides de nada, por Dios baja de esa luna” eso me lo dijo cuándo había faltado a la cita con Dannielle Capell una de nuestras nuevas clientas que preparaba su boda por todo lo alto, no le importaba cuan costoso podría llegar hacer, parecía que disfrutaba sacarle dinero al pobre novio. A pesar que le explique las razones de mi ausencia en esa cita, se molestó por una semana a veces Dlyan puede llegar a ser exasperante pero la quiero.
Al menos su sugerencia me sirvió tenia recordatorios para todas las horas y ahora estaba retrasa con la primera cita y la más dura mi madre de seguro me contara sus viajes, negocios que han quebrado, me hablara de mi padre, y de la hermosa familia que tengo. Al menos mis padres han hecho algo bueno por mí dejarme vivir sola. Lo que más me intrigaba que ella raras veces me llama a no ser que sea algo urgente y de suma importancia. “Ya Jessie deja de preguntarte cosas y muévete que el tiempo corre” grito mi subconsciente.
Rápidamente me duche, a los cinco minutos estuve cambia. Lleva puesto unos jeans que se ajustaban perfectos a mi figura, una blusa holgada con franjas azules y plomas, encima me puse un buzo informal de la misma tonalidad, unos zapatos deportivos. Hoy mi aspecto seria de una joven rebelde y deportiva, me mire en el espejo y sonreí a mi madre le dará un infarto al verme “Una señorita como tú no debe vestirse así” e indicaría mi aspecto. Salí de mi habitación no sin antes darle un vistazo ropa en el suelo, la cama desecha, revistas, cd´s por el suelo “más tarde arreglare” me dije, al entrar a la sala y ver el otro desastre caí en la cuenta de que ayer no había sido mi día.
Ayer había terminado con mi novio número…12, la relación iba bien solíamos salir, conocí a su familia y parecía que íbamos a durar pero fallo mis presentimientos o sentimientos. Cinco meses para el no fueron suficientes y como todo hombre busca la prueba de amor “Maldito Fuera” con eso la cena termino encima de él, algunos insultos y la noche termino, creo que llore unas horas pero luego me sentía aliviada de terminar con él. Sacudí la cabeza para sacar aquellos recuerdos de la noche anterior. Al menos tengo el servicio de limpieza para los fines de semana, entre a la cocina me prepare un desayuno rápido, jugo de naranja, en sanduche eso si una manzana que nunca podía faltar.
Ahora si estaba lista para enfrentarme a mi madre. Tome mi coche un BMW rojo, que lo tengo desde hace un año y medio. Gracias a los frutos de la empresa podía darme el lujo de este vehículo. Lo puse en marche mientras conducía por las avenidas para llegar al Clifton´s Cafetería, sintonice mi radio preferida y alce el volumen. La música me distrae y me relaja en cierto modo porque que sé que mi madre no solo hablara de sus interminables cosas, sino que buscara alguna excusa para reprocharme lo que hago, quejarse que no soy la hija que ella desearía que fuera, buscarme pretendientes para que me casa. Como si eso fuera fácil, si mi madre supiera que he tenido tantos chicos y que ninguno me ha hecho sentir loca de amor. Si se enterara pegaría el grito en el cielo diciendo que soy una cualquiera. “Jessie sigues siendo tan virgen como cuando naciste” se burló mi subconsciente.
Tan pronto encontré un sitio para estacionar, entre a la cafetería y no fue difícil encontrar a mi madre ella siempre vestida con elegancia y junta a ella una mujer que no conocía, su mirada decía todo y la sonrisa que llevaba desapareció al verme “Halla vamos” me fui acercando lentamente como soy una joven educada salude como es costumbre con un beso y dando la mano.
–Llevo horas esperándote– reclamo con arrogancia Susan
–Solo un par de minutos fueron madre– respondí con altives
–Valla, Susan jamás pensé que tu hija te tratara de esa manera– la señora que anteriormente no la reconocí, ahora me pareciese que alguna vez en mi vida me la cruce una mujer de unos 40 años, bien mantenida, cabellera rubia y unos ojos muy perversos.
–Ruth, te presento Jessie mi hija y Ruth es la esposa de uno de los socios de tu padre– bufe y me senté sonriendo falsamente. Mi madre ordeno unos cafés y empezó la plática, para mí el martirio.
Intente poner mi atención en algo para no aburrirme, mientras le contestaba en monosílabos a las preguntas de aquellas mujeres. Mire la decoración de aquella cafetería sus tonalidades oscuras que resaltan con la iluminación que pretende dar con luces bajas en color amarrillo o verde en cada una de las mesas, la mantelería de unas tonalidades muchas más llamativas, blanco con rojo que quedaban a la perfección con ese ambiente, un pequeño florero en medio de la mesa. Mi mente empezó a imaginarse una boda con aquella decoración claro con algunos retoques, quedaría estupendo en una recepción cerrada dando a resaltar la noche y los novios entrando por aquella pequeña luminosidad que los hará ver espectaculares, lo novia podría llevar un vestido no blanco sino de color carnes, hueso o colores suaves, mientras que el novio con su esmoquin negro o esta vez podría ser plomo con los adornos igual al vestido de la novia.
–Jessie qué opinas– me pregunto Ruth y con eso me hizo volver de mi ensoñación
–La verdad no preste mucha atención– me disculpe y ahora si me sentí apenada.
–Tú nunca prestas atención, lo que no comprendo cómo es que tienes aquella empresa y tus socias te soportan–
Golpe bajo, ellas no eran mis socias, ellas más bien son como mis hermanas que alguna vez soñé tener, compañeras de locuras, y si es verdad me soportan porque saben cómo soy en realidad, a pesar de ser una despistada, desordenada me adoran. Pero eso es algo que mis padres nunca entenderán. La amistad con Julieta, Dlyan, Jenna y Lindsay no fue fácil. Cuando iba a la escuela yo era la niña rica, popular que todo el mundo odiaba, mi carácter no ayudaba mucho. La llegada de aquellas niñas tan diferentes e iguales a mi llegaron, haciendo que la escuela cambiara totalmente para mí. Éramos las terremotos, cada una hacia sus cosas travesuras o diabluras como suelo decir cada vez que lo recuerdo. Haciendo que la escuela y la demás vida estudiantil no fuera aburrida o monótona. Al principio era difícil congeniar y peleábamos unas cuantas suspensiones me lleve por peleonera. Ellas no se quedaban atrás y entre todas nos jugábamos bromas pesadas que nos terminó uniendo y ahora somos inseparables. Julieta siempre dice que cuando cada una encuentre el verdadero amor nos separaremos, no creo ya que cada una se involucrara en la preparación de la boda de cada una y la empresa será el lazo de unión, Jenna en cambio dice que si nosotros nos casáramos ella llevaría la empresa sola porque no cree en el amor o no ha querido darse una oportunidad, Dlyan dice que el amor está lejos de todas menos de mí es la manera de molestar por mis relaciones, Lindsay ella vuelta dice que el amor entra por la barriga no mentira eso lo digo yo. Pero en fin lo que importa es que a pesar de que cada una tenga su idea sobre el amor, las bodas o algo. La amistad se fortalece cada día que pasa. Me he vuelto muy dramática creo que el ambiente de las bodas causa ese efecto.
–No pienso discutir eso– conteste después de un largo rato de estar en silencio y pensando. Discutir con mi madre era agotador y hoy no quería perder energías tenía que hacer muchas cosas.
–Susan déjalo ya– Ruth me defendió eso le dio un punto y quite mi mala imagen de cuando llegue. –Lo que estaba diciendo es que mi hija se casa pero sus preparativos se han retrasado y los gustos– puso una cara de asco y bufo.
Empezamos a intercambiar ideas y cada vez me sentía más cómoda el motivo era obvio estaba hablando de algo que era mi especialidad. Ruth me escuchaba con atención cada detalle que le decía, iba anotando. Mi madre se mantuvo al margen pero sabía que no estaba contenta, la realidad parecía que me envidiara por ser como soy sin ayuda de nadie. Ahora lo que importaba es que Ruth prometió concretar una reunión más formal en Memories para organizar la boda de su hija.
Después de un rato más me despedí. Corrí no me importo nada, estaba feliz por lo que había logrado al fin mi madre me vio haciendo lo que me gusta y le hice tragar sus palabras. La organización de esta boda les emocionaría mucho a mis amigas y más por el lugar.
Invitado
Invitado
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Oh Jessy me encanto el cap*-* La verdad es que Jess me cayó muy bien pero su madre no tanto, es decir ¿por qué es así con ella? Que grosera, eso no se hace u.u ¡escribes con ganaaaaas! Ayyyy me gusta como describiste todo, en serio tienes el don(? Que lindo y ahora me pusiste nerviosa para seguirle jajaja, a ver si escribo a la altura xd
Stardust.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Oh....Jenny gracias por tus palabras. Si la madre de Jess es una mala, pero en el fondo adora a su hija.
Se que tu capitulo sera igual de genial y no te pongas nerviosa.
Se que tu capitulo sera igual de genial y no te pongas nerviosa.
Invitado
Invitado
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!
Me encanto el cap te amo y se que falta para mi capitulo pero yo también ando nerviosa T-T
Tu cap es el mejor hasta ahora xDD Espero el sigueinteee!!
Me encanto el cap te amo y se que falta para mi capitulo pero yo también ando nerviosa T-T
Tu cap es el mejor hasta ahora xDD Espero el sigueinteee!!
Invitado
Invitado
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Capítulo 2
Tan corto el amor, tan largo el olvido
Cuando era niña siempre deseé una cosa: Una boda de ensueño. No el matrimonio, no el novio, no esos ridículos saleros miniatura que daban como regalo. Una boda. La celebración acerca de la unión de dos personas que se amaban lo suficiente como para renunciar a su libertad y sacrificaban todo por el otro. Soñaba con el largo vestido hecho sólo para mí y una capilla llena de flores. El rostro del novio nunca estaba pero sabía que estaba feliz de verme. Se sentía orgulloso de tenerme ahí, caminando hacia el altar junto a él mientras pensaba en lo maravilloso que sería pasar la vida conmigo.
Pero como pasa, los sueños en muchos casos no se hacen realidad. Y ese era mi caso.
Así que puse toda mi obsesión hacia las bodas de cuentos de hadas y junto a mis amigas funde lo que se estaba volviendo el mejor organizador de eventos de la costa oeste. Podía estar orgullosa que mi sueño dorado ahora era materializado en billetes, los cuáles me podían dar todo lo dorado que yo quisiera. Y que trabajaba haciendo lo que amaba con gente a la que amaba.
La alarma sonó ya cuando me terminaba de arreglar y la apagué antes de salir de mi habitación. Vivía en un departamento en el centro de Los Angeles y compartía el lugar con mi hermana Faith, la cuál a pesar de ser un desastre en la limpieza era muy buena cocinera -podía retar a Eliza cuando quisiera- y con eso me bastaba. Ella buscaba ser una gran actriz y yo le ofrecía donde quedarse hasta que sus sueños se realizaran. Creía en ella, así como mi familia creyó en mí por lo que esperaba verla triunfar. Alcancé a oler algo dulce y seguí aquél rastro para encontrarme a un chico sin camisa preparando lo que parecía ser un desayuno para cinco personas. El chico debió notar mi cara ya que sólo sonrió ampliamente y yo no supe que decir. ¿Qué debía hacer? ¿Sacarlo a patadas? ¿Preguntar que era lo que hacía ahí? ¿O simplemente ignorarlo? Justo cuando me estaba decidiendo por la primera opción, mi hermana salió sólo con una camiseta grande puesta y el cabello alborotado. Sonreía como si no viera mi cara de incomodidad ahora.
—¡Jen! Veo que ya conociste a Pablo —mencionó abrazándolo de la cintura y este dejó lo que hacía para tomar su rostro y plantarle un beso—¿A qué no es un amor? Lástima que no sabe hablar inglés...—murmuró y él me miró apenado.
—Yo, sentirlo mucho—murmuró con un acento que no supe si era español o sudamericano.
—No te preocupes Pablo, todo bien yo... Yo ya me iba—dije viendo que ya ni siquiera me ponían atención pues mi hermana parecía una gata en celo. Literal.
—Es tu hermana, Jenna. Es tu hermana no lo olvides—murmuré entre dientes, buscando apaciguar mis instintos asesinos al mismo tiempo que cerraba la puerta detrás de mí.
Era mi apartamento. Y ese chico era el cuarto en el mes que se traía a casa. No sabía de dónde los sacaba sinceramente, si no era Pablo, era el pelirrojo llamado Brad o el Taylor, el rubio modelo. En fin. Tenía que buscarse un apartamento para que sus aventuras de una noche no fueran descubiertas por su hermana menor.
No había desayunado aún y mi mal humor aumentaba. Lo bueno es que Eliza siempre estaba probando recetas nuevas y yo sería su conejillo de indias en cuanto a probarlas. Esa mujer podía hacer que cualquier cosa supiera bien. Tenía unas manos mágicas. En cambio yo, apenas y podía hervir agua. Y con lo que me gustaba comer era muy sufrible esa situación. Mi auto estaba aparcado cerca de mi departamento por lo que mientras dejaba que el motor se calentara un poco chequé los mensajes que tenía en el buzón. Una sonrisa apareció en mis labios al instante.
—¡Si! ¡Sí, si, sí!—murmuré haciendo un ridículo baile del cuál si alguien me viera me daría mucha pena pero eso no importaba ahora.
Al fin la pareja Donovan había aceptado contratar nuestros servicios y al ser ellos una pareja bastante influyente, hacían que nuestro negocio pudiera estar en el top ten de organizadores de bodas. Tenía que darle esta noticia a las chicas por lo que arranqué el auto y me dirigí a nuestro local. Aquella pareja era una de las importantes en la socialité americana y podia decir con orgullo que parte de lo que fue que tomaron esa decisión, fue por haber visto mis trabajos anteriores. Ellos ya nos conocían por bodas pasadas y su tema más delicado era el de las fotografías, pues al ser una pareja pública necesitaban buenas fotos. Ahí fue donde yo entré y sabía que no me darían un no por respuesta -era muy persistente en lo que quería-. Sólo que querían una boda a las afueras de la ciudad, en un hermoso viñedo un tanto descuidado por lo que tendríamos que trabajar en reconstruirlo de modo que fuera la boda de ensueño por la que pagarían. Cuando llegué una amplia sonrisa no pudo evitar salir al ver el nombre de la empresa que con tanto esfuerzo habíamos construido. Me estacioné cerca y caminé hacia el lugar mientras checaba los pendientes en mi teléfono. Dylan solía mandarnos mensajes acerca de lo que debíamos hacer y aunque a los demás podría parecerle agobiante, a mi me salvaba de muchas. Cuando entré vi como una pareja salía y discutían acerca de si querían rosas o tulipanes en la mesa y no pude evitar reír al ver como era la chica la que parecía imponer su decisión. Pobre Julieta, que tendría que enfrentarse a esta “Bridezilla”.
Cuando llegué fui hasta donde se encontraba nuestra asistente, Samantha Johnson, una chica de ascendencia asiática que trabajaba detrás de una computadora y nos ayudaba un par de veces. Casi siempre era la que organizaba las citas y les ofrecía un aperitivo mientras esperaban.
—¡Hola Sam! —Saludé alegremente y una pequeña sonrisa con una mirada extraña, parecida a tristeza la acompañó.
—Oh, Jen ¿cómo estas? —me preguntó de una forma muy rara. Yo sólo fruncí el ceño y con una pequeña risa sólo me encogí de hombros.
—Bien, supongo—le mencioné sin entender muy bien su reacción —¿Pasa algo? —le pregunté a la chica y ella abrió los ojos, negando con la cabeza rápidamente.
—No, no pasa nada.
—De acuerdo...bueno, me iré a la cocina con Eliza por si me necesitan—mencioné y ella asintió. Aquello había sido bastante extraño y es que ella no se comportaba así nunca.
Caminé hacia la cocina. Amaba nuestro negocio porque todo lucía tan femenino. Acostumbrada siempre a las flores y colores pasteles en mi hogar, era lindo verlo aquí y poder sentirme en casa. El olor a algo que no supe reconocer llegó a mis sentidos y con una sonrisa abrí la puerta para encontrarme un pastel, sin embargo mi amiga rubia no se encontraba en aquél lugar. Me encogí de hombros y sin pensarlo fui al refrigerador enorme que tenían y me preparé un poco del pastel que había hecho, tratando de hacer una nueva receta. Me serví un poco de leche y me senté en la barra que se encontraba en el centro de la cocina. El periódico siempre estaba a esta hora en aquél lugar para ver los anuncios de sociales. Las bodas que estarían próximas y las personas que podrían ser nuestros futuros clientes. Hojeé los artículos sin mucho interés hasta que paré en seco ante una página.
Era un anuncio de boda, sí.
Un anuncio de boda de mi único ex novio.
No supe cuanto tiempo me quedé viendo la imagen. Él, un jugador estrella de los Gigantes de Nueva York, a ella, Alyssa Fox, la podía reconocer en cualquier lado, era la modelo de moda, la cuál era usada en todos los desfiles de alta costura. Mis manos empezaron a temblar y mis ojos se humedecieron pero no permití que lágrima alguna saliera. Alex y yo nos habíamos separado cuando ambos entramos a la Universidad y me dijo que quería enfocarse en sus estudios. Después le ofrecieron ser jugador en la NFL y la universidad fue historia. Pensé que me buscaría. Que trataría de que lo nuestro renaciera pero nunca pasó.
El apetito se fue y respiré profundamente para apagar este sentimiento que me carcomía por dentro. Fue entonces que vi que abrieron la puerta de la cocina y yo levanté el periódico y con una media sonrisa la mostré.
—¿Adivina quién se casa? Tal vez quiera nuestros servicios—mencioné limpiándome la única lágrima que salió.
•••
—¡No lo entiendo, chicas! —decía una y otra vez en nuestra sala de juntas. La noticia ahora en vez de entristecerme, me daba rabia. Quería golpearlo y aplicar todas esas llaves que aprendí en un verano en el club de lucha. —Él no quería compromisos, él incluso se asustaba cuando pedíamos un combo juntos en el cine ¡Un combo! —mencioné exasperada.—Y ahora decide pasar toda su vida con esa chica.
Ya lo había olvidado, pero me llegaba a preguntar ¿qué tenía yo que no hizo que sentara cabeza? ¿Qué quisiera quedarse conmigo? Caminaba en frente de ellas, mordiendo mis uñas.
—Ya, el amor es una mierda. Yo ahorita soy una mierda. ¿Qué tenemos de pendientes?—pregunté tirándome en una de las sillas, mientras veía a mis amigas verme con lástima—No, por favor. Miradas de lástima no. Lo superaré, así como superé el que los Vaqueros de Dallas no hayan ganado el Super Bowl el año pasado o cuando Brad se separó de Jennifer Aniston. Veamos los pendientes.—murmuré entre enojada y cansada.
Quería distraerme, quería estar con mis fotografías, rollos, negativos, con todo lo que me hacía olvidar que había un mundo afuera de la empresa.
—Jenna... Esto no se supera así—murmuró Dylan, mirándome preocupada. Yo arrugué la frente.
—Sabes que sí, en mi caso si se puede. Juré no derramar ninguna lágrima más por él. Y ya. Cambio de tema por favor.
—Bueno—murmuró Jessie no tan convencida, pero decidió hacerme caso y yo le agradecí infinitamente.
Mi mente estaba en otro lado, sin embargo traté de poner atención a lo que las chicas decían. No lo quería, o bueno ya no de aquél modo de cuento en el cuál daría todo por él. Era más bien nostalgia al amor que pensé duraría para siempre. Pero esta vida no era un cuento y yo no era ni una princesa ni una de esas chicas con suerte en temas relacionados al amor, por lo que quite de mi mente a aquel chico castaño yde ojos azules que una vez tuvo mi corazón y me concentré en el aquí y en el ahora; en Memories.
- Ábreme:
- Holaaaa, pues estuvo algo corto perdón prometo mejorar conforme la historia continúe:( pues espero que esta trama esté bien, si quieren que cambie algo o así, ustedes me dicen:D, el ex novio de Jenna es Alexander Terrance -Zac Efron en mi mente-, que será un jugador de fútbol americano conocido y así(? Y la novia me la imaginé como Willa Holland, no digo que saldrán en la nc, pero estaría padre darle una razón a Jenna para odiar más al amor xd y así:B
Stardust.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
¡OH! me encanto mucho tu capitulo. Hay tu hermana una loca llevando a chicos....en fin adore la parte donde estamos todas juntas. Sabes no tienes que cambiar nada así esta genial.
Invitado
Invitado
Capítulo tres..
Capítulo tres.
Odio los lunes, odio trabajar, odio el amor, odio todo, maldita sea.
»кιтту —Drugs, give me drugs, give me drugs, i don't need it, but sell .Whatcha got, take the cash.—Sonó mi despertador con 'Na na na' de My Chemical Romance. Me levanté perezosamente de mi cama, hoy era uno de esos días en los que quería quedarme sola en casa como la mujer sedentaria que soy, hacer nada, dormir y quizás, volver a hacer nada.
—Odio los lunes, odio trabajar, odio el amor, odio todo, maldita sea.— Chillé cuando tocaron el timbre salvajemente en mi puerta. Vivía sola en un cómo departamento al sur de California. Tocaron el timbre otra vez.—Joder, mas vale que sea alguien importante porque lo mato.—murmuré antes de abrir la puerta.
—Eliza, acuérdate de que hoy tienes la cita con Darcy para quedar con lo del pastel y el menú de la boda.—Dijo Dylan sin, si quiera, dejarme abrir bien la puerta. Bufé.
—Hola Elizabeth, ¿Cómo estás, amiga?¿Bien y tú? ¡Ah, sí! bien, gracias por preguntar.—Exclamé sarcásticamente mientras la fulminaba con la mirada. Dylan rió.— Es bueno saber que te preocupas por mí, Dyl.—me corrí hacia un lado para dejarla entrar.
—Veo que no amaneciste con ánimos hoy, Liza.—dijo ella ya sentada en el sillón de la sala.
—¿En serio?¿Qué te hizo pensar eso?—Pronuncié sarcástica. Dylan rodó los ojos.
— Si no te conociera, diría que te dejó el novio y que estás pasando una crisis post-noviazgo.—Dijo riendo. En verdad, cada día me pregunto cómo puedo tener amigas tan buenas como las mías. sí, es sarcasmo.
—Sabes que Darcy KanCrefield me resulta realmente quisquillosa y arrogante. Es una rubia hueca que todo lo hace a costillas de el dinero de su papi y se cree superior a los demás sólo por ser modelo. La odio a más no poder.—Le fui sincera. Esa familia me resulta asquerosamente estúpida, los señores Kancrefield fueron amigos de mis padres y como clásicos ricachones que son solo piensan en dinero. Claro, si es que piensan. John, el hijo más grande de los Kancrefield es un maldito narcisista que anda de falda en falda... un día de estos no me sorprendería que tuviera el SIDA y por último, está Darcy. La muñeca mimada. Siempre ha sido de este tipos de chicas que no le importa si tiene que dañar a un millón de gente con tal de tener lo que desea, incluyendo a su propia familia. En resumen, todos son unos cínicos, narcisistas, huecos y estúpidos seres humanos.
—Eliza, acuérdate que tú solo estás para cumplir órdenes y entre más pronto te vayas a trabajar, más pronto saldrás de ella, ¿no crees?—¿Acaso esta mujer solo piensa en trabajo?.Joder.
—Aveces creo que sólo piensas en trabajar, Dyl.—Concluí subiendo las escaleras devuelta a mi habitación. Me duché y me vestí con algo que reflejaba mi humor de hoy: Unos vaqueros de cuero ajustados, un crop-top blanco con el nombre de ''Metállica'' en el pecho, una chaqueta negra de cuero sintético con algunas púas en el área de los hombros y unas botas de combate negras. Luego, me hice una trenza en espiga desde la raíz. Me ''maquillé'' con mi labial rojo puta, como suele llamarle Jenn. Me miré otra vez en el espejo y bajé.
—Elizabeth, pareces más una terrorista que otra cosa.—Me miró. Genial, así me sentía. Una terrorista con ganas de masacrar a cualquiera que me jodiera.
—¿Gracias?—Respondí dudosa.— Mejor, vayámonos. No quiero llegar tarde.— Dylan asintió, cogió las llaves de su auto, me pasó las mías y nos fuimos.
Si había algo que amaba más que cocinar, era mi auto. Un precioso Camaro ss convertible blanco y negro. Juro que si ese auto fuera un hombre, no dudaría en casarme con él. lo juro por el chocolate.
—Nos vemos dentro de unas horas, si no vuelvo, vayan a buscarme a la cárcel, ¿Entendido?—Dije ya poniéndome en marcha. Dylan rió y negó con la cabeza. Esta mujer me asusta cada vez mas.
—No la asesines, Liza.
—Trataré de no hacerlo, no prometo nada.
—Regresa temprano, recuerda que Jenn está con los pelos de punta desde el viernes por lo de su ex novio y necesita nuestra ayuda.— Me miró a los ojos como diciendo '' si no vienes temprano, no vuelvas a aparecer en tu vida por Memories''.
—Si, Dylan. Llegaré temprano, lo prometo.—dije rodando los ojos y acelerando. Amo como ruge el motor de mi auto cada vez que acelero, no sé, eso me hace sentir poderosa. Encendí la radio. Cambié de estación hasta que escuché 'Smells like a teen spirit'' de Nirvana. Amo esa canción, mejor dicho, amo esa banda. Todavía no supero la muerte de Kurt. Osea, ese hombre era perfecto: Rubio, ojos azulados, sexy y aparte, cantaba. ¿Qué mas se puede pedir?. Tarareé un poco lla canción hasta que la misma se terminó. Luego, pusieron Ain't it fun, de Paramore. Mi ídola es Hayley Williams, osea esa mujer es vida. y ni hablar de su pelo.
Rápidamente llegué al California Mall, si tengo suerte Darcy llegaría en diez minutos y me daría tiempo a practicar varias de mis sonrisas falsas. Por lo menos para parecer convincente. Entré en Starsbucks, me senté en la mesa que más cerca me quedaba y pedí un chocolate frozen.
Al momento de que mi pedido llegó, la campanilla de la puerta del local sonó anunciando la llegada de un nuevo cliente, para mi desgracia, era Darcy. Se acercó contoneando exageradamente sus caderas. Ugh, contrólate Eliza se lo prometiste a Dylan además, si la matas te llevarán presa y probablemente Jenn me mate. No, mejor me la aguanto.
—Elizabeth, ¡cuanto tiempo sin verte querida!—Chilló. yo fruncí el entrecejo y la miré de arriba abajo despectivamente. Algo me dice que este día va a ser muy largo...
Eran las 8:30 pm cuando salí del Starbucks. Juro por el chocolate que mataré a Darcy, estuve todo el día escuchando mierda acerca de el bizcocho. Perra por favor, la jefa en ese departamento soy yo, no me des ordenes que yo se que hacer. Entré en la empresa a velocidad cohete, no sin antes saludar a Sam, nuestra secretaria. Bueno mas de las chicas que mía. Subí al ascensor y marqué el piso 37. Allá era donde las chicas y yo nos reunimos al final de todos los días para comparar como nos fue. Espero que a ellas les haya ido mejor que a mí.
—¡Al fin te dignas en aparecer, Elizabeth Ann McBane!—Me reprendió Jenn sin siquiera dejarme entrar. Creo que ya se les está haciendo costumbre regañarme sin saludar. Vivan ellas.
—¡Hola Eliza!¿Cómo estás? Bien, bien y tú? ah si, bien.—Repetí el mismo procedimiento que en la mañana con Dylan. Jenn se acercó a mí y me pegó en la cabeza.—¡Coño! ¿Qué te pasa?—Cuestioné sobandome la cabeza. Jessie, Julieta y Dylan se estaban explotando a carcajadas.
—Eso te pasa por bruja.—¿Pero qué coño?
—Para que sepas, las brujas no van a la iglesia, niña genio.— Contesté burlona. Jenn me fulminó con la mirada.
—Quisiera ver el día en que Jenn y Eliza no estén peleando. —Habló Jessie. Jenna y yo nos miramos y hablamos al unísono.
—Já, sigue esperando en fila.—Reímos. Mi barriga rugió, hoy casi no había comido nada por estar de chota con Darcy.
—Cambiando de tema; ¿Cómo te fue con Darcy, Liz?—Preguntó Dylan. Cada una tomó asiento y se giraron a mirarme.
—Pésimo, la pendeja está mas quisquillosa que nunca aparte, me estaba jodiendo con lo del pastel. Parece que no le explicaron que yo si sé lo que hago, juro por el rock que estaba apunto de arrollarla por mi auto. Por cierto, ¿Jenn me puedes prestar tu cámara? Ella me pidió que hiciera varios pasteles para mañana, todavía no se ha decidido de qué va a ser y sospecho que, tendré que hacer ese pastel con muy poco tiempo....
—Odio los lunes, odio trabajar, odio el amor, odio todo, maldita sea.— Chillé cuando tocaron el timbre salvajemente en mi puerta. Vivía sola en un cómo departamento al sur de California. Tocaron el timbre otra vez.—Joder, mas vale que sea alguien importante porque lo mato.—murmuré antes de abrir la puerta.
—Eliza, acuérdate de que hoy tienes la cita con Darcy para quedar con lo del pastel y el menú de la boda.—Dijo Dylan sin, si quiera, dejarme abrir bien la puerta. Bufé.
—Hola Elizabeth, ¿Cómo estás, amiga?¿Bien y tú? ¡Ah, sí! bien, gracias por preguntar.—Exclamé sarcásticamente mientras la fulminaba con la mirada. Dylan rió.— Es bueno saber que te preocupas por mí, Dyl.—me corrí hacia un lado para dejarla entrar.
—Veo que no amaneciste con ánimos hoy, Liza.—dijo ella ya sentada en el sillón de la sala.
—¿En serio?¿Qué te hizo pensar eso?—Pronuncié sarcástica. Dylan rodó los ojos.
— Si no te conociera, diría que te dejó el novio y que estás pasando una crisis post-noviazgo.—Dijo riendo. En verdad, cada día me pregunto cómo puedo tener amigas tan buenas como las mías. sí, es sarcasmo.
—Sabes que Darcy KanCrefield me resulta realmente quisquillosa y arrogante. Es una rubia hueca que todo lo hace a costillas de el dinero de su papi y se cree superior a los demás sólo por ser modelo. La odio a más no poder.—Le fui sincera. Esa familia me resulta asquerosamente estúpida, los señores Kancrefield fueron amigos de mis padres y como clásicos ricachones que son solo piensan en dinero. Claro, si es que piensan. John, el hijo más grande de los Kancrefield es un maldito narcisista que anda de falda en falda... un día de estos no me sorprendería que tuviera el SIDA y por último, está Darcy. La muñeca mimada. Siempre ha sido de este tipos de chicas que no le importa si tiene que dañar a un millón de gente con tal de tener lo que desea, incluyendo a su propia familia. En resumen, todos son unos cínicos, narcisistas, huecos y estúpidos seres humanos.
—Eliza, acuérdate que tú solo estás para cumplir órdenes y entre más pronto te vayas a trabajar, más pronto saldrás de ella, ¿no crees?—¿Acaso esta mujer solo piensa en trabajo?.Joder.
—Aveces creo que sólo piensas en trabajar, Dyl.—Concluí subiendo las escaleras devuelta a mi habitación. Me duché y me vestí con algo que reflejaba mi humor de hoy: Unos vaqueros de cuero ajustados, un crop-top blanco con el nombre de ''Metállica'' en el pecho, una chaqueta negra de cuero sintético con algunas púas en el área de los hombros y unas botas de combate negras. Luego, me hice una trenza en espiga desde la raíz. Me ''maquillé'' con mi labial rojo puta, como suele llamarle Jenn. Me miré otra vez en el espejo y bajé.
—Elizabeth, pareces más una terrorista que otra cosa.—Me miró. Genial, así me sentía. Una terrorista con ganas de masacrar a cualquiera que me jodiera.
—¿Gracias?—Respondí dudosa.— Mejor, vayámonos. No quiero llegar tarde.— Dylan asintió, cogió las llaves de su auto, me pasó las mías y nos fuimos.
Si había algo que amaba más que cocinar, era mi auto. Un precioso Camaro ss convertible blanco y negro. Juro que si ese auto fuera un hombre, no dudaría en casarme con él. lo juro por el chocolate.
—Nos vemos dentro de unas horas, si no vuelvo, vayan a buscarme a la cárcel, ¿Entendido?—Dije ya poniéndome en marcha. Dylan rió y negó con la cabeza. Esta mujer me asusta cada vez mas.
—No la asesines, Liza.
—Trataré de no hacerlo, no prometo nada.
—Regresa temprano, recuerda que Jenn está con los pelos de punta desde el viernes por lo de su ex novio y necesita nuestra ayuda.— Me miró a los ojos como diciendo '' si no vienes temprano, no vuelvas a aparecer en tu vida por Memories''.
—Si, Dylan. Llegaré temprano, lo prometo.—dije rodando los ojos y acelerando. Amo como ruge el motor de mi auto cada vez que acelero, no sé, eso me hace sentir poderosa. Encendí la radio. Cambié de estación hasta que escuché 'Smells like a teen spirit'' de Nirvana. Amo esa canción, mejor dicho, amo esa banda. Todavía no supero la muerte de Kurt. Osea, ese hombre era perfecto: Rubio, ojos azulados, sexy y aparte, cantaba. ¿Qué mas se puede pedir?. Tarareé un poco lla canción hasta que la misma se terminó. Luego, pusieron Ain't it fun, de Paramore. Mi ídola es Hayley Williams, osea esa mujer es vida. y ni hablar de su pelo.
Rápidamente llegué al California Mall, si tengo suerte Darcy llegaría en diez minutos y me daría tiempo a practicar varias de mis sonrisas falsas. Por lo menos para parecer convincente. Entré en Starsbucks, me senté en la mesa que más cerca me quedaba y pedí un chocolate frozen.
Al momento de que mi pedido llegó, la campanilla de la puerta del local sonó anunciando la llegada de un nuevo cliente, para mi desgracia, era Darcy. Se acercó contoneando exageradamente sus caderas. Ugh, contrólate Eliza se lo prometiste a Dylan además, si la matas te llevarán presa y probablemente Jenn me mate. No, mejor me la aguanto.
—Elizabeth, ¡cuanto tiempo sin verte querida!—Chilló. yo fruncí el entrecejo y la miré de arriba abajo despectivamente. Algo me dice que este día va a ser muy largo...
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Eran las 8:30 pm cuando salí del Starbucks. Juro por el chocolate que mataré a Darcy, estuve todo el día escuchando mierda acerca de el bizcocho. Perra por favor, la jefa en ese departamento soy yo, no me des ordenes que yo se que hacer. Entré en la empresa a velocidad cohete, no sin antes saludar a Sam, nuestra secretaria. Bueno mas de las chicas que mía. Subí al ascensor y marqué el piso 37. Allá era donde las chicas y yo nos reunimos al final de todos los días para comparar como nos fue. Espero que a ellas les haya ido mejor que a mí.
—¡Al fin te dignas en aparecer, Elizabeth Ann McBane!—Me reprendió Jenn sin siquiera dejarme entrar. Creo que ya se les está haciendo costumbre regañarme sin saludar. Vivan ellas.
—¡Hola Eliza!¿Cómo estás? Bien, bien y tú? ah si, bien.—Repetí el mismo procedimiento que en la mañana con Dylan. Jenn se acercó a mí y me pegó en la cabeza.—¡Coño! ¿Qué te pasa?—Cuestioné sobandome la cabeza. Jessie, Julieta y Dylan se estaban explotando a carcajadas.
—Eso te pasa por bruja.—¿Pero qué coño?
—Para que sepas, las brujas no van a la iglesia, niña genio.— Contesté burlona. Jenn me fulminó con la mirada.
—Quisiera ver el día en que Jenn y Eliza no estén peleando. —Habló Jessie. Jenna y yo nos miramos y hablamos al unísono.
—Já, sigue esperando en fila.—Reímos. Mi barriga rugió, hoy casi no había comido nada por estar de chota con Darcy.
—Cambiando de tema; ¿Cómo te fue con Darcy, Liz?—Preguntó Dylan. Cada una tomó asiento y se giraron a mirarme.
—Pésimo, la pendeja está mas quisquillosa que nunca aparte, me estaba jodiendo con lo del pastel. Parece que no le explicaron que yo si sé lo que hago, juro por el rock que estaba apunto de arrollarla por mi auto. Por cierto, ¿Jenn me puedes prestar tu cámara? Ella me pidió que hiciera varios pasteles para mañana, todavía no se ha decidido de qué va a ser y sospecho que, tendré que hacer ese pastel con muy poco tiempo....
- Konichiwua.:
- Caca, caca y más caca.Lo sé, quedó horrendo._. bueno, espero que les guste. Por cierto, me imagine a Darcy y a Jhon como Chlöe Moretz
mi tocayay Marshall williams. Si quieren que cambie algo, me avisan linduras de mi heart c:
Youngster.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Capitulo 4
¿Claveles o Rosas, o mejor Dalias?
“Stu-u-uck in a limbo (here we go) Me and my sins go (toe to toe oh-oh-oh) I played a vicious part (whoa-oh)”
— ¿Qué carajos quieren a esta hora?—murmure mientras contestaba la llamada.
“¿Qué?” dije bruscamente.
“Te acabo de despertar de nuevo ¿Cierto?” dijo Dylan riendo.
“Ve al grano” dije sonriendo.
“Tienes una cita con los Fleet a las once, no llegues tarde. Será en el Starbucks del centro” Colgó inmediatamente.
Me levante pesadamente de mi cama, dirigiéndome hacia la ducha. La fría lluvia artificial caía sobre me piel, causándome escalofríos sin embargo esta lograba despejarme. Al salir de esta me vestí con unos jeans oscuros, una camiseta color negro con estoperoles dorados en los hombros, zapatillas deportivas y una sudadera gris a rayas además de mi mochila en la que cargaba todo el papeleo. Salí de mi departamento, hacia un frio tremendo. El nublado cielo escondía el calor de los rayos solares, esperaba que no llovieran.
Me dirigí a mi moto, en el estacionamiento del edificio. Mis pasos resonaban por las paredes de granito, no había ni un alma en aquel lugar. Coloque el casco en mi cabeza y salí de ahí, eran las diez con treinta y dos minutos, tenía algo de tiempo.
Los Fleet eran una pareja que llevaba tres años intentando casarse, habían pospuesto la boda una cantidad incontable de veces. Nosotras éramos la decimoquinta empresa en planear su boda, sin embargo ellos eran demasiado indecisos y desorganizados. “¿Claveles o Rosas, o mejor Dalias?”
Al llegar al café revise mi reloj, las once con cuatro minutos. Vislumbre a la pareja en una mesa junto a la ventana, jugueteando con las manos del otro. A veces añoraba tener pareja, un compañero que estuviera a tu lado. Envidiaba su felicidad, nunca había sido feliz con alguien. Desde que mi padre comenzó a usarme no he podido tener una relación feliz. Deje los pensamientos a un lado, en el pasado. Estacione mi moto y, literalmente, corrí hasta la pareja.
—Lamento la tardanza —murmure tomando asiento.
—No te preocupes querida —me sonrió Amanda, la novia.
— ¿Ya han pensado en lo que quieren? —dije cambiando de tema con una sonrisa.
—Bueno, no exactamente —murmuro Alan, el novio. El alma se me cayó a los pies.
—Realmente yo si —se defendió Amanda. Un rayo de esperanza surgió entre la penumbra—. Quiero rosas rojas, pero también quiero alcatraces blancos y claveles amarillos.
Realmente voy a asesinar a este par.
[…]
Eran las dos cuarenta y siete de la tarde cuando me marche del lugar, sin haber terminado. Los idiotas de mis clientes se la habían pasado peleando entre si mientras yo moría de ganas por estrangularlos. Me dirigía a mi moto, rogando que borrara del mapa a personas como aquellas. Del grisáceo cielo comenzaron a caer pequeñas, casi imperceptibles gotas de agua, sin embargo estas crecían y caían cada vez más. Acelere el paso ligeramente, trotando en dirección a mi negro transporte. Sin embargo mi teléfono comenzó a vibrar, indicando que un mensaje había llegado al buzón. Sin tiempo para revisarlo, cogí el teléfono del bolsillo de mi sudadera y lo lance al interior de mi pequeña mochila, intentando ignorarlo. Rápidamente, subí mi cuerpo al vehículo e inmediatamente arranque. Las gotas de lluvia volvían mi visión borrosa, se me dificultaba ver. Llego un momento en el que creí que no lograría llegar a Memories pero entonces me di cuenta de que estaba a punto de pasar de largo la puerta. Regrese sobre mis pasos y estacione mi moto, corrí hacia la puerta. Sam se sobresaltó de verme así e inmediatamente corrió a ayudarme.
— ¿Pero qué ha pasado? —dijo ella. Me limite a apuntar el exterior.
Me dirigí a donde las demás, escurriendo ligeramente. Cuando me vieron llegar partieron en carcajadas.
— ¿Te dieron ganas de nadar? —dijo Eliza burlándose.
Les lance una mirada asesina, deseando abofetearles. Arroje mi mochila al suelo, causando un ligero ruido. Caí en cuenta de que mi celular se encontraba dentro, y rápidamente vacié el contenido de esta al suelo. Mis papeles, fotos y libros se desparramaron por el suelo dejando un estropicio, entre toda la porquería se hallaba mi teléfono, aun vibrando. Ellas me miraban confundidas, tal vez creían que había perdido la cabeza.
—Mi bebé —dije restregando mi mejilla con la helada pantalla de mi celular. Una ligera vibración recorrió mi rostro, un hormigueo.
— ¿Qué es lo que estás haciendo? —dijo Jessica viendo la escena.
— ¿No es obvio? —Contesto Dylan—. Está dándole cariño a su hijo, como una madre.
Partiéndose de risa, las chicas comenzaron a ayudarme con toda la basura que había creado. Guarde cuidadosamente mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón, no sin antes desactivar la vibración.
— ¿Qué tal te fue? —pregunto Jessica pasándome la foto de un ramo de magnolias.
—Pésimo —declare con un suspiro—. Los estúpidos no deciden.
— ¡Eh! ¡Aún son nuestros clientes! —me reprendió Dylan.
—No la culpo, a veces los clientes llegan a ser unos pendejos —tercio Eliza.
—Bueno, pendejos o no nos están pagando —murmuro Jessica.
Solo reí ante al comentario. Al terminar de recoger mi desastre me dirigí al invernadero, a ver mis flores. Al entrar, el cálido ambiente me arropo en sus delicados brazos, llenándome de un calor en el cuerpo. Mientras recorría el pasillo, aspirando el olor de la tierra húmeda, recordé mi teléfono.
Metí una de mis manos a mi bolsillo, cerrando el puño alrededor del rígido artefacto. La pantalla, ligeramente manchada de agua, estaba en oscuridad total. Cuando intente utilizarlo, una leyenda apareció en su pantalla, brillantes letras que marcaban las palabras “Conecte su cargador”. Con un bufido, volví sobre mis pasos. Lo lleve a donde Sam, conectándolo a la corriente. Sonreí a Sam y me marche, volviendo al cálido recinto del invernadero.
— ¿Qué carajos quieren a esta hora?—murmure mientras contestaba la llamada.
“¿Qué?” dije bruscamente.
“Te acabo de despertar de nuevo ¿Cierto?” dijo Dylan riendo.
“Ve al grano” dije sonriendo.
“Tienes una cita con los Fleet a las once, no llegues tarde. Será en el Starbucks del centro” Colgó inmediatamente.
Me levante pesadamente de mi cama, dirigiéndome hacia la ducha. La fría lluvia artificial caía sobre me piel, causándome escalofríos sin embargo esta lograba despejarme. Al salir de esta me vestí con unos jeans oscuros, una camiseta color negro con estoperoles dorados en los hombros, zapatillas deportivas y una sudadera gris a rayas además de mi mochila en la que cargaba todo el papeleo. Salí de mi departamento, hacia un frio tremendo. El nublado cielo escondía el calor de los rayos solares, esperaba que no llovieran.
Me dirigí a mi moto, en el estacionamiento del edificio. Mis pasos resonaban por las paredes de granito, no había ni un alma en aquel lugar. Coloque el casco en mi cabeza y salí de ahí, eran las diez con treinta y dos minutos, tenía algo de tiempo.
Los Fleet eran una pareja que llevaba tres años intentando casarse, habían pospuesto la boda una cantidad incontable de veces. Nosotras éramos la decimoquinta empresa en planear su boda, sin embargo ellos eran demasiado indecisos y desorganizados. “¿Claveles o Rosas, o mejor Dalias?”
Al llegar al café revise mi reloj, las once con cuatro minutos. Vislumbre a la pareja en una mesa junto a la ventana, jugueteando con las manos del otro. A veces añoraba tener pareja, un compañero que estuviera a tu lado. Envidiaba su felicidad, nunca había sido feliz con alguien. Desde que mi padre comenzó a usarme no he podido tener una relación feliz. Deje los pensamientos a un lado, en el pasado. Estacione mi moto y, literalmente, corrí hasta la pareja.
—Lamento la tardanza —murmure tomando asiento.
—No te preocupes querida —me sonrió Amanda, la novia.
— ¿Ya han pensado en lo que quieren? —dije cambiando de tema con una sonrisa.
—Bueno, no exactamente —murmuro Alan, el novio. El alma se me cayó a los pies.
—Realmente yo si —se defendió Amanda. Un rayo de esperanza surgió entre la penumbra—. Quiero rosas rojas, pero también quiero alcatraces blancos y claveles amarillos.
Realmente voy a asesinar a este par.
[…]
Eran las dos cuarenta y siete de la tarde cuando me marche del lugar, sin haber terminado. Los idiotas de mis clientes se la habían pasado peleando entre si mientras yo moría de ganas por estrangularlos. Me dirigía a mi moto, rogando que borrara del mapa a personas como aquellas. Del grisáceo cielo comenzaron a caer pequeñas, casi imperceptibles gotas de agua, sin embargo estas crecían y caían cada vez más. Acelere el paso ligeramente, trotando en dirección a mi negro transporte. Sin embargo mi teléfono comenzó a vibrar, indicando que un mensaje había llegado al buzón. Sin tiempo para revisarlo, cogí el teléfono del bolsillo de mi sudadera y lo lance al interior de mi pequeña mochila, intentando ignorarlo. Rápidamente, subí mi cuerpo al vehículo e inmediatamente arranque. Las gotas de lluvia volvían mi visión borrosa, se me dificultaba ver. Llego un momento en el que creí que no lograría llegar a Memories pero entonces me di cuenta de que estaba a punto de pasar de largo la puerta. Regrese sobre mis pasos y estacione mi moto, corrí hacia la puerta. Sam se sobresaltó de verme así e inmediatamente corrió a ayudarme.
— ¿Pero qué ha pasado? —dijo ella. Me limite a apuntar el exterior.
Me dirigí a donde las demás, escurriendo ligeramente. Cuando me vieron llegar partieron en carcajadas.
— ¿Te dieron ganas de nadar? —dijo Eliza burlándose.
Les lance una mirada asesina, deseando abofetearles. Arroje mi mochila al suelo, causando un ligero ruido. Caí en cuenta de que mi celular se encontraba dentro, y rápidamente vacié el contenido de esta al suelo. Mis papeles, fotos y libros se desparramaron por el suelo dejando un estropicio, entre toda la porquería se hallaba mi teléfono, aun vibrando. Ellas me miraban confundidas, tal vez creían que había perdido la cabeza.
—Mi bebé —dije restregando mi mejilla con la helada pantalla de mi celular. Una ligera vibración recorrió mi rostro, un hormigueo.
— ¿Qué es lo que estás haciendo? —dijo Jessica viendo la escena.
— ¿No es obvio? —Contesto Dylan—. Está dándole cariño a su hijo, como una madre.
Partiéndose de risa, las chicas comenzaron a ayudarme con toda la basura que había creado. Guarde cuidadosamente mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón, no sin antes desactivar la vibración.
— ¿Qué tal te fue? —pregunto Jessica pasándome la foto de un ramo de magnolias.
—Pésimo —declare con un suspiro—. Los estúpidos no deciden.
— ¡Eh! ¡Aún son nuestros clientes! —me reprendió Dylan.
—No la culpo, a veces los clientes llegan a ser unos pendejos —tercio Eliza.
—Bueno, pendejos o no nos están pagando —murmuro Jessica.
Solo reí ante al comentario. Al terminar de recoger mi desastre me dirigí al invernadero, a ver mis flores. Al entrar, el cálido ambiente me arropo en sus delicados brazos, llenándome de un calor en el cuerpo. Mientras recorría el pasillo, aspirando el olor de la tierra húmeda, recordé mi teléfono.
Metí una de mis manos a mi bolsillo, cerrando el puño alrededor del rígido artefacto. La pantalla, ligeramente manchada de agua, estaba en oscuridad total. Cuando intente utilizarlo, una leyenda apareció en su pantalla, brillantes letras que marcaban las palabras “Conecte su cargador”. Con un bufido, volví sobre mis pasos. Lo lleve a donde Sam, conectándolo a la corriente. Sonreí a Sam y me marche, volviendo al cálido recinto del invernadero.
- Well, Hello!:
- Lo se, esto es una reverenda porqueria ;-; No me gusto del todo, me parecio incompleto. ¡Sigue Abril!
Última edición por JuLy ¾ el Lun 01 Dic 2014, 2:13 pm, editado 1 vez
limbo.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Los clientes son bien pendejos. July, me gustó mucho muchisisisimo tu capítulo.
Abril *inserte voz de locutora sexy* you're next.
Me partí de la risa en esa parte.— ¿Te dieron ganas de nadar? —
Abril *inserte voz de locutora sexy* you're next.
Youngster.
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
Nada que mal me encanto me he reído por la escena de la lluvia.
Realmente me encanta el camino de la novela.
Realmente me encanta el camino de la novela.
Invitado
Invitado
Re: WEDDING SPECIALIST !! N.C
¿¡En serio les gusto!? Sigo pensando que quedo algo raro (?
Creo que ese dialogo fue la parte que mas me gusto Xd
La lluvia fue como una venganza por mi parte, dirigida a mi misma (?
Abril~
Creo que ese dialogo fue la parte que mas me gusto Xd
La lluvia fue como una venganza por mi parte, dirigida a mi misma (?
Abril~
limbo.
Página 1 de 2. • 1, 2
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