no name. no history. just a target on my temple and a hole in my head. I could've been one of kings!

  

Suelo a veces preguntarme si estoy loca, si necesito alguna ayuda "profesional" pues veo cosas, cosas extrañas que parecen haber sido sacadas de alguna historia de ciencia ficción o fantasía; escucho voces cuya procedencia es desconocida porque cuando me giro, buscando con mis enormes ojos oscuros al culpable, mi corazón se sobrecoge de terror ya que me encuentro sola; siento presencias a mi alrededor rozar con su frío tacto mi piel o mi pelo o simplemente tirar cosas al suelo, con tal de llamar mi atención. He buscado mil razones lógicas que me respondan a todo esto, algo que este reforzado en la famosa ciencia a la que recurro siempre pero me ha fallado. Suelo preguntarme si estoy loca o si me falta más de un tornillo. Me pasa desde los nueve años, cuando "algo" me acosó durante un año, colándose en mis sueños y haciéndome sentir desprotegida y observada. Constantemente en peligro. Pero supuse que eran mi imaginación, que me había vuelto paranoica por algo insignificante e inexistente. Quizá me equivoco. Vienen a mi cabeza, cegando mis ojos unos instantes con una imagen real que me tienta a estirar la mano, pensando en que vivo en ella. Luego, desaparece, esfumándose como la espuma y me hace sentir confusa. Aparecen en los momentos más extraños: cuando toco un objeto o me acabo de levantar. Luego, resulta que se cumplen, como si el Destino se burlase de mi y, no es lo único que me pasa. En ocasiones, una voz en mi mente me dice lo que va a suceder, con detalles muy precisos o noto corazonadas, que se vuelven ciertas; fechas en mi cabeza u horas que están vinculadas a hechos importantes; colores rodeando las personas que cambian con mucha frecuencia o figuras muy claras, que desaparecen delante mía, sin dejar rastro. Si toco el fuego, no me quemo. Hace unos días estaba con una amiga, jugando con una bola de cristal que la pertenecía a ella y me dijo que probará a ver su futuro, a ver si conmigo funcionaba y yo la hice caso: puse entre mis manos la bola y me acerque a ella, contemplando fijamente el reflejo de la vela y de mi imagen hasta que de repente ésta se oscureció, mostrándome el rostro de una niña muerta. Me entró un escalofrío y esa voz, a la que llamo Alice, porque ella me lo pidió así se alarmó e iba a decirle a mi amiga que encendiera la luz cuando la llama de la vela, sin haber corriente ni nada se movió sola. Sentí mi piel palidecerse, dándome un aspecto pobre y enfermo y grazné de mala gana que encendiera la luz. Unos minutos después, luego de habernos tranquilizado, intentamos prender la luz de la vela pero no funcionó hasta que yo lo conseguí, pero esta llama se consumía entonces, por reflejos coloqué mis dedos, rodeándola y creció de una manera impresionante, dejando impresionada a mi compañera y, esa no ha sido la única vez. Cuando mi otra parte y yo íbamos a mi hogar y hacíamos conjuros, yo me encargaba de mantener las llamas encendidas, porque me obedecían. Crecían en mis manos, lamiendo mi piel que no sentía absolutamente nada y me obedecían. Y puede que sea eso demasiado. Tantas casualidades inciertas y poco creíbles... Tiendo a quedarme quieta últimamente, ya que perdí a mi Alice, y no sé que hacer. Contemplo la nada, buscando mil formas de volverla a mi, de conseguir hacer regresar a todos los que perdí una vez pero se me hace imposible encontrar una respuesta... Y él se alejó porque yo era su caja de Pandora personal, la que desataba la magia. Su demonio oscuro, tan bello como misterioso, con el que tenía algo de acción porque jamás sabía por donde cogerme. Soy especial, pero el mundo supongo que no esta preparado para saber las cosas que se avecinan...

 "I can´t change who I am..."  —Lacrymosa, Evanescence.