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LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Nombre: La niña del látigo
Género: Solo para mayores
Adaptación: No - original mío
Advertencias: lenguaje vulgar, escenas de sexo soft y hard, sadomasoquismo, violencia, fantasías varias. No recomendable para personas sensibles o menores.
Si tengo lectoras que lo deseen empezaré a escribir una pequeña historia erótica, sobre una niña que tiene un único amigo en el mundo: un misterioso látigo.
ESCENA INICIAL
Va caminando por las calles una pequeña con su falda al viento. Camina despreocupada por las calles desiertas, sin ser vista por nadie, sin mirar a nadie, absolutamente despreocupada de la vida y cualquier cosa que pudiera ocurrir. Cae la lluvia desde el cielo, pero las gotas no parecen molestarla. No siente el frío en su cuerpo - últimamente no siente nada en particular.
A sus espaldas lleva un pequeña látigo negro, de cuero, rígido, de esos que ya no se utilizan. El mango está algo gastado, pero jamás re resbala y obedece a la mano que lo agarra con absoluta eficiencia. Por momentos, piensa la niña, el látigo es su único amigo. Es quien verdaderamente la entiende...
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Hola omg hace mucho que no leo algo así hot, me parece buena la idea. Síguela x
Invitado
Invitado
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Begin. escribió:Hola omg hace mucho que no leo algo así hot, me parece buena la idea. Síguela x
Gracias lectora! :) Ya mismo la sigo
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
CAPÍTULO 1
La primera vez que ___ tuvo un golpe fuerte, un golpe de verdad, fue cuando cumplió 13 años. Por aquella época estaba de novia con un compañero del colegio; desde siempre le había gustado, pero jamás había tenido el valor de acercarse a él. Así que cuando le dijo que la amaba y quería salir con ella, ___ no dudó un segundo ¡De inmediato dijo que sí! Salieron un par de veces, y la primera vez que la besó __ sintió como si el mundo se detuviera ¡Una gran ola de calor invadió su cuerpo y el cielo le pareció más brillante que nunca!
Cuando recordaba aquel día ___ se daba cuenta que ahora se encontraba en el otro lado del universo. Ahora todo era frío y oscuridad... Sólo frío y oscuridad. Había salido con su novio un par de meses, y el miserable día en que cumplió 13 fue el punto de quiebre. Su familia quería organizarle una gran fiesta, pero ella sólo quería verlo a él. Irían al cine, luego a tomar un helado; sería la mejor tarde de su vida.
Pero cuando lo vio besándose con otra, en la plaza, supo que todo había concluído. ___ había llegado media hora antes, no podía aguantar las ganas de volverlo a ver. Se acercó a la plaza y fue entonces que los vio: bajo la sombra de un árbol, un poco ocultos del resto de la gente, su novio y otra chica más se besaban con gran pasión.
Sintió un gran escozor en los pezones y un nudo en el estómago. Apretó fuerte los puños. Lo odiaba, lo odiaba con toda su fuerza. Jamás, se dijo, volvería a creer en otro hombre...
Algún tiempo después ella caminaba por la ciudad bajo la lluvia, una ciudad que jamás había visitado. Había decidido ser una eterna vagabunda, dejarse guiar sólo por sus pies y su deseo. No obedecer a nadie, no rendir cuentas a nadie. Sin padres, sin novios ni amigos. Tan sólo ella… y su látigo.
— ¡Hey niña! — le gritó un hombre desde el balcón — ¡Qué bien te sienta la lluvia!
Entonces ___ bajó la vista y comprendió: el agua había transparentado su camisa. Bajo la tela arrugada y sucia se formaba la silueta perfecta de sus pequeños pechos. El sostén también había cedido paso al agua y permitía ver, a quien fijara en ellos la vista, la cumbre de sus pezones puntiagudos. Incluso en la cintura se le había pegado la prenda, creando un efecto sugerente.
— ¡A ti te hablo! — prosiguió el hombre — ¿Quieres un poco de diversión? ¡Sólo tienes que pedírmelo!
___ detuvo el paso y lo miró atentamente. Estaba ubicado en el piso cuarto. Serían aproximadamente 9 metros. Una buena caída. Sin decir una palabra llevó su mano a la cintura y tomó su látigo. Antes de que el hombre pudiera pronunciar una palabra más, la niña le asestó un golpe preciso, en el lado derecho del rostro, haciendo que perdiera el paso y cayera por encima del barandal. Una caída seca de 9 metros. El cráneo sonó como un huevo al reventarse contra el suelo. Las astillas de huesos, esparcidas en círculos por la acera, creaban la imagen de un pequeño mandala. La niña se acercó hasta el cuerpo y acarició los cabellos grasientos.
— Gracias — le dijo —, ya tuve toda la diversión que quería.
Sus zapatitos blancos estaban pisando el lago de sangre que manaba de la cabeza del hombre. La niña se levantó y prosiguió su camino, dejando tras ella el rastro de sus huellas. “A quién le importa” pensó “el agua de la lluvia las va a borrar”.
Pero no había llegado a la esquina cuando advirtió que un chico la observaba, aterrado, oculto detrás de un techo de basura.
La primera vez que ___ tuvo un golpe fuerte, un golpe de verdad, fue cuando cumplió 13 años. Por aquella época estaba de novia con un compañero del colegio; desde siempre le había gustado, pero jamás había tenido el valor de acercarse a él. Así que cuando le dijo que la amaba y quería salir con ella, ___ no dudó un segundo ¡De inmediato dijo que sí! Salieron un par de veces, y la primera vez que la besó __ sintió como si el mundo se detuviera ¡Una gran ola de calor invadió su cuerpo y el cielo le pareció más brillante que nunca!
Cuando recordaba aquel día ___ se daba cuenta que ahora se encontraba en el otro lado del universo. Ahora todo era frío y oscuridad... Sólo frío y oscuridad. Había salido con su novio un par de meses, y el miserable día en que cumplió 13 fue el punto de quiebre. Su familia quería organizarle una gran fiesta, pero ella sólo quería verlo a él. Irían al cine, luego a tomar un helado; sería la mejor tarde de su vida.
Pero cuando lo vio besándose con otra, en la plaza, supo que todo había concluído. ___ había llegado media hora antes, no podía aguantar las ganas de volverlo a ver. Se acercó a la plaza y fue entonces que los vio: bajo la sombra de un árbol, un poco ocultos del resto de la gente, su novio y otra chica más se besaban con gran pasión.
Sintió un gran escozor en los pezones y un nudo en el estómago. Apretó fuerte los puños. Lo odiaba, lo odiaba con toda su fuerza. Jamás, se dijo, volvería a creer en otro hombre...
Algún tiempo después ella caminaba por la ciudad bajo la lluvia, una ciudad que jamás había visitado. Había decidido ser una eterna vagabunda, dejarse guiar sólo por sus pies y su deseo. No obedecer a nadie, no rendir cuentas a nadie. Sin padres, sin novios ni amigos. Tan sólo ella… y su látigo.
— ¡Hey niña! — le gritó un hombre desde el balcón — ¡Qué bien te sienta la lluvia!
Entonces ___ bajó la vista y comprendió: el agua había transparentado su camisa. Bajo la tela arrugada y sucia se formaba la silueta perfecta de sus pequeños pechos. El sostén también había cedido paso al agua y permitía ver, a quien fijara en ellos la vista, la cumbre de sus pezones puntiagudos. Incluso en la cintura se le había pegado la prenda, creando un efecto sugerente.
— ¡A ti te hablo! — prosiguió el hombre — ¿Quieres un poco de diversión? ¡Sólo tienes que pedírmelo!
___ detuvo el paso y lo miró atentamente. Estaba ubicado en el piso cuarto. Serían aproximadamente 9 metros. Una buena caída. Sin decir una palabra llevó su mano a la cintura y tomó su látigo. Antes de que el hombre pudiera pronunciar una palabra más, la niña le asestó un golpe preciso, en el lado derecho del rostro, haciendo que perdiera el paso y cayera por encima del barandal. Una caída seca de 9 metros. El cráneo sonó como un huevo al reventarse contra el suelo. Las astillas de huesos, esparcidas en círculos por la acera, creaban la imagen de un pequeño mandala. La niña se acercó hasta el cuerpo y acarició los cabellos grasientos.
— Gracias — le dijo —, ya tuve toda la diversión que quería.
Sus zapatitos blancos estaban pisando el lago de sangre que manaba de la cabeza del hombre. La niña se levantó y prosiguió su camino, dejando tras ella el rastro de sus huellas. “A quién le importa” pensó “el agua de la lluvia las va a borrar”.
Pero no había llegado a la esquina cuando advirtió que un chico la observaba, aterrado, oculto detrás de un techo de basura.
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
seguilaaaaaaaaaaaaaa
esta buenisimaaa
por diosQ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ahhahahaha
esta buenisimaaa
por diosQ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ahhahahaha
belu ibarra
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
hola! nueva!
dios mio! tienes que seguirla!!!
sube :3
cuidate xx
PD: me llamo Gabriela pero dime Gaby :D
dios mio! tienes que seguirla!!!
sube :3
cuidate xx
PD: me llamo Gabriela pero dime Gaby :D
Gabriela de Tommo
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Whaaaaa, al personaje lo he llamado Laura. Me dan flojera las historias con el nombre en blanco porque de por sí se me hace dificil nombrar a mis personajes, imaginate tener que ponerle nombre a los ajenos. e///e Pero me agarró la curiosidad y ya no tuve opción más que seguir leyendo.
Se volvió un poco drástica la niña, mira que los primeros amores dejan a uno un poco fuera de órbita. Aunque el tipo si que se lo merecia. Mira que andar ofreciendo "diversión" por ahí a niñas menores de edad es terrible y algo que pasa a diario. *sighs* Pobre de mi Laura, ya quiero ver que cosas traerá el futuro para ella.
¡Dime que la vas a seguir!
Se volvió un poco drástica la niña, mira que los primeros amores dejan a uno un poco fuera de órbita. Aunque el tipo si que se lo merecia. Mira que andar ofreciendo "diversión" por ahí a niñas menores de edad es terrible y algo que pasa a diario. *sighs* Pobre de mi Laura, ya quiero ver que cosas traerá el futuro para ella.
¡Dime que la vas a seguir!
sterek
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
chris-arjona escribió:siguela, me interesa mucho tu historia
Holaaa, muchas gracias!!
Si aún quieres la sigo.. Estuve con algunos problemas, pero tengo ganas de retomar la novela.. Cuento contigo como lectora?
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
belu ibarra escribió:seguilaaaaaaaaaaaaaa
esta buenisimaaa
por diosQ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ahhahahaha
Muchas gracias Belu! :)
Me encanta que te gusteee.. Estos meses estuve con algunos problemas, pero tengo ganas de retomar la novela.. Cuento contigo como lectora?
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Gabriela de Tommo escribió:hola! nueva!
dios mio! tienes que seguirla!!!
sube :3
cuidate xx
PD: me llamo Gabriela pero dime Gaby :D
Hola Gaby, como estás? Que lindo! Una nueva lectora
Estuve con algunos problemas, pero tengo ganas de retomar la novela.. Cuento contigo como lectora?
Cuidate tu también xxxx
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
sterek escribió:Whaaaaa, al personaje lo he llamado Laura. Me dan flojera las historias con el nombre en blanco porque de por sí se me hace dificil nombrar a mis personajes, imaginate tener que ponerle nombre a los ajenos. e///e Pero me agarró la curiosidad y ya no tuve opción más que seguir leyendo.
Se volvió un poco drástica la niña, mira que los primeros amores dejan a uno un poco fuera de órbita. Aunque el tipo si que se lo merecia. Mira que andar ofreciendo "diversión" por ahí a niñas menores de edad es terrible y algo que pasa a diario. *sighs* Pobre de mi Laura, ya quiero ver que cosas traerá el futuro para ella.
¡Dime que la vas a seguir!
Hola!! Sí, seguiré con la historia de Laura! Aún estás interesada en leerla? Dimee :D
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Capítulo 2
— ¿Qué es lo que estás viendo? — le gritó — ¿Acaso quieres terminar como el hombre?
Pero el chico no dijo nada. Permaneció agazapado detrás del tacho de basura, temblando bajo el miedo y el frío del invierno. No había un alma en las calles y la lluvia caía a raudales, formando torrentosas corrientes debajo del cordón de la vereda. La basura flotaba desde todas partes para caer pesadamente adentro de la alcantarilla. El chico sabía que de nada le valdría gritar: nadie lo oiría… Y aquella niña se aproximaba hacia él, blandiendo el látigo negro, la misma niña que minutos atrás había dado muerte a un hombre y no parecía intranquila en lo más mínimo.
— ¡Es la última advertencia! — le gritó — Dime quién eres o te juro que te arrepentirás…
Ante estas palabras el chico recuperó el control de su cuerpo ¡y emprendió la fuga! Ella lo siguió con la mirada, viendo cómo se perdía en la oscuridad de los callejones.
“Es un pobre diablo” pensó “No vale la pena perseguirlo”. Siguió caminando tranquilamente en dirección a la parte oeste de la ciudad, donde solía guarecerse del mal tiempo. No sabía, no podía saber, que alguien más había sido testigo de la escena: un joven de 24 años de ojos claros como la luna. Había salido a la terraza a beber (solía beber bajo la lluvia, de algún modo aquello lo hacía sentirse vivo). Iba por el tercer trago de whisky cuando vio la muerte del hombre y la huida del otro chico. A contramano de lo que hubiera podido pensar cualquier otro, no se sintió asustado.
El hombre era despreciable. Él bien lo sabía. Eran vecinos desde hacía tiempo, y el joven pudo constatar que aquella “persona” se pasaba los días enteros gritándoles cosas a las mujeres y mirando televisión, sin otra ocupación que la de calentar el asiento del sillón y, cuando sus hijos lo visitaban los fines de semana, pegarles si hacían algo que no le gustara. Definitivamente, nadie lamentaría su merecida muerte… Y en cuanto al otro chico, él no lo conocía, y sólo noto su presencia cuando la niña le gritó. Seguramente era un vagabundo, o algún ladronzuelo. Nadie de quién preocuparse…
En cuanto a la niña… Estaba intrigado. No la había visto nunca, pero quería saber más de ella. La forma en que se había comportado, su voz, su cabello. Todo en ella era irresistible. Y ahora, mientras él terminaba la botella, la pequeña seguramente estaba ya muy lejos, en algún recóndito rincón de la ciudad.
Cuando la pequeña __ llegó hasta el refugio la tormenta caía con toda la intensidad de la noche. Una pesada cortina de agua que empapaba a cualquiera que osara salir. La niña saludó al cuidador y subió hasta el cuarto que le reservaban. Se acomodó en el colchón y durmió. En tres días partiría para Nueva York. Aún tenía cosas que hacer, pero estaba cansada… terriblemente cansada.
Facundo_26
Re: LA NIÑA DEL LÁTIGO (+ 18) HARD
Holis!
espero ya esten bien los problemas que tubiste :33
claro! aqui me tienes como lectora siempre ;) me encanto el capitulo!
siguela pronto!
cuidate xx
espero ya esten bien los problemas que tubiste :33
claro! aqui me tienes como lectora siempre ;) me encanto el capitulo!
siguela pronto!
cuidate xx
Gabriela de Tommo
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