Delirium } muro.

Antes que los científicos encontraran la cura, la gente solía pensar que el amor era algo bueno. No entendían que éste florece en tu sangre y no hay forma de escapar de él. Es una enfermedad que se apodera de tus sentidos y te deja inválido, la más mortal de las cosas mortales. Pero hoy todo ha cambiado, los científicos han sido capaces de erradicar el amor y los gobernantes exigen que todos los ciudadanos reciban la cura cuando cumplan los dieciocho años. De esta manera, garantizan el orden y la seguridad de la sociedad. Porque el amor, o más bien, deliria nervosa de amor, se apodera de nuestras mentes y de nuestra capacidad para ser racionales. La gente hace locuras por amor, y todos (o al menos la mayoría de nosotros) estamos de acuerdo con que una vida sin amor es una vida de paz sin preocupaciones, sin dolores y sin heridas. Cometer errores ya no es una opción. Solo se pueden hacer las cosas bien, no hay otra forma.

En este mundo sin amor, la promesa de una vida sin sufrimientos se ve tentadora para todos. O al menos, casi todos. Las cosas en los últimos años no ha ido tan perfectamente como los gobernantes de Estados Unidos planeaban. Pero nningunade estas muestras de rebeldía fueron dadas a conocer ante los ciudadanos. Por lo tanto, en el mundo de la chusma, no hay nada de qué preocuparse.

Este grupo de jóvenes están muy cerca de cumplir con las expectativas de las autoridades, dentro de poco cumplirán la mayoría de edad y podrán no solo formar parte de la población adulta sino también estarán libres de esta enfermedad tan espantosa. Pero el camino al consultorio no será tan fácil como parecía. Deberás estar atento y apegarte más que nunca a las convicciones que te han implantado porque los deliria andan cerca, la enfermedad asecha a la vuelta de la esquina, y ya estás por llegar. Por sobre todas las cosas, recuerda lo impensable: no te enamores.