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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Effy. Jue 18 Oct 2012, 7:47 pm
Colegio. Pruebas. Estudios. Actividades extraprogramática. Son las mismas malditas cosas de siempre que me impiden poder sentarme tranquila al computador y escribir, o incluso entrar a Google xddd todo este tiempo me he estado metiendo desde el celular y creo que se entiende que no puede escribir facilmente desde aquí .___. comprendo aue ustedes no tienen la culpa y fue irresponsable de mi parte el no decirles, por lo que MILLONES de disculpas a todas mis fieles lectoras que siguen conmigo C: Espero poder subir capitulo este fin de semana, que ya se acercan los Juegos *w*
Effy.
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por ♥ Sheli ★ ツ Vie 19 Oct 2012, 6:47 pm
NEW READER
Me llamo Aracely
y tu nove me atrapo
cada capitulo me deja essperando mas
Que tierno es Natha
AWWWWW :oops:
que daria yo por un chico como el
KISSES
SIGUELA PRONTO
Me llamo Aracely
y tu nove me atrapo
cada capitulo me deja essperando mas
Que tierno es Natha
AWWWWW :oops:
que daria yo por un chico como el
KISSES
SIGUELA PRONTO
♥ Sheli ★ ツ
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Effy. Sáb 20 Oct 2012, 1:47 pm
Escribiendo c:
Effy.
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por CoonrallFly Sáb 20 Oct 2012, 5:23 pm
AHHHHHHHHHHH como te demoraste!! siguela!!
CoonrallFly
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Effy. Sáb 20 Oct 2012, 6:52 pm
CAPÍTULO 25 :
" LA ESCAPADA "
PARTE DOS
Nathan POV.
Parecía muy perfecto para ser realidad. El rubio estaba acostumbrado a ser rechazado por Broegan, estaba acostumbrado a que aquella muchacha de ojos azulados escapara de todo tipo de sentimientos, además de negar que podía sentir algo como el amor. Ya se había acostumbrado a que Broegan no quisiera nada de contacto físico, pues así era ella; una persona de poco demostración. No pudo ocultar la sorpresa al darse cuenta que estaba besando a la morena y esta ni siquiera se había movido lejos, como él esperaba, sino que había respondido el beso, abrazándolo por el cuello. Era la segunda vez que él comenzaba un beso, y también la segunda vez que ella respondía. ¿Sería que en realidad lo amaba tanto como él a ella?
-Nunca pensé que besaría los labios de Broegan Shields- dijo, una vez terminado el beso, pero aun manteniendo una corta distancia entre sus rostros. Broegan pareció sorprenderse ante la confesión, además de adquirir un rosa pálido, casi imperceptible, en sus mejillas. ¿Se estaba sonrojando?- Te ves hermosa sonrojada.
Dándose cuenta de aquello, la muchacha ocultó su cara en el pecho de Nathan, esperando unos segundo, para volver a levantarla. Esta vez sus mejillas estaban igual de pálidas que siempre.
-Yo no me sonrojo, nadie logra eso en mí- aclaró ella, con un tono distante, pero ambos sabían que lo había hecho. Nathan enarcó una ceja, sabiendo que si se había sonrojado. Con cierta molestia, la pelinegra se levantó de golpe y caminó hacia uno de los bordes del edificio, mirando todas las luces abajo.
-¿Qué hice?- preguntó Nathan, temeroso de haber hecho algo mal. Se levantó igual de rápido que ella y luchó consigo mismo por no correr hacia la chica, sino que mantener un paso seguro y tranquilo, aunque no sentía nada de ambas cosas- ¿Dije algo malo?
Pero Broegan no contestó. Sino que se quedó completamente inmóvil, su mirada azul fija en las luces y la hermosura brillante del Capitolio, observando cada cosa minuciosamente. Una cosa que Nathan sabía que era Broegan, es observadora. El muchacho insistió una vez más, “¿Qué hice mal?” volvió a preguntar, y esta vez logró volver a recibir la atención de la muchacha. Lanzó un pesado suspiro.
-No hiciste nada mal, Nathan- respondió ella, parecía cansada y rendida. Se puso de pie, pues había estado sentada en el borde, sabiendo que si llegaba a caer caería en una muralla invisible que la mandaría de vuelta a donde se encontraba- Sino que es la forma que eres, la manera en que haces que todo en mi interior se revuelva con sólo un alago, haces que me sonroje cuando yo nunca en mi vida me he sonrojado. Y yo no quiero esto, no quiero volverme dependiente de algo que sé que se volverá tan adictivo para mí, o sea tú. No quiero necesitarte, no quiero tenerte, no quiero amarte; porque sé que terminaré hiriéndote, no nací para entregar amor, nunca fui buena en eso y nunca lo seré. La gente se aleja de mí por lo mismo, si no los puedes hacer sentir queridos, ¿Para qué estar con ellos? Crecí para estar sola, moriré sola y eso no podré cambiarlo. Pero, mi mente no controla mi corazón; y este me grita y exige que no te aleje de mí, porque ni Lucy ha sido capaz de volverme tan humana como tú lo haces.
Nathan sentía como si sus pies no tocaran el piso, sentía su interior completamente revuelto, nunca había sentido tantas mariposas en su estómago y su corazón latía a una velocidad que se podría considerar fácilmente inhumana. ¿Acababa de admitir amarlo? Al menos eso había entendido él con la última parte. ¿Lo necesitaba tanto como él la necesitaba a ella? Broegan había dicho no querer ser dependiente de él, lo mismo habría dicho el chico pero ya era muy tarde para Nathan; desde que la conoció mejor que no podía dejarla. La necesitaba, la quería, la amaba; y ni la cosa más poderosa del mundo podría detener eso. Parecía una joven enamorada, lo sabía, pero esos eran los sentimientos que tenía hacia aquella muchacha; no importaba cuan orgullosa e independiente era, él siempre la protegería, la cuidaría y ayudaría, lo pidiera o no.
Broegan parecía más relajada, como si el haber confesado todo aquello la hubiera calmado. Realmente había necesitado decir eso. Lentamente, con temor a que se alejara, Nathan comenzó a acercarse. La pelinegra miraba a un lugar indefinido, una manera de ver pero no ver al mismo tiempo; el rubio sabía que ella sentía como se acercaba, sus sentidos siempre habían sido agudos, pero no se movió. El chico, con delicadeza, rodeó la cintura de la muchacha y la abrazó, apoyando su mentón en el hombro de la chica, cerca de su cuello, mientras que ella lo rodeaba por el cuello.
-Mañana serán los Juegos, no podré volver a abrazarte o besarte. Lo tienes claro, ¿cierto?- le preguntó Broegan a su oído, en forma de susurro. Nathan no pudo evitar sentir como los cabellos de su cuello se erizaban. Él sólo asintió con la cabeza, disfrutando de la armonía que sentía con aquella chica- Temía que no fueras a preguntarme si quería estar contigo, pues deseaba poder pasar este último día contigo.
-¿ Y Lucy?- preguntó el joven, extrañado de ser puesto primero en la lista, en vez de la mejor amiga de la infancia de la morena. Esta rió con suavidad, notando su sorpresa.
-Estuve con ella antes de que llegaras, la verdad es que estaba en mi habitación cuando fuiste a buscarme, ella sabía que vendrías, por lo que se escondió en mi armario- el chico rió ante aquello, aunque no pudo evitar sonrojarse al saber que la rubia había escuchado su titubeó inicial.
-Dices que esperabas que fuera…¿Por qué no fuiste tú?- preguntó, mirando al rostro de la chica atentamente. Esta enarcó una ceja, mientras lo observaba.
-Nathan, sabes que soy orgullosa, ni loca iría yo a buscarte- el rubio rió, sabiendo muy bien aquello. Desvió su vista a los labios rosas de la chica, y sin poder controlarse le robó un beso- ¿En serio, Mellark? ¿Me robas un beso?- el rubio se sonrojó y encogió de hombros. La pelinegra rió y beso los labios del chico, por un tiempo muy corto para él.
Y así estuvieron por un buen rato. Decidieron por tomar asiento en un borde, observando de vez en cuando la hermosa vista que el Capitolio brindaba, pero mayoritariamente estaban preocupados de observarse el uno al otro. ¿Sabían que Broegan había golpeado a seis chicas y tres chicos en toda su vida escolar? Todo por una misma razón; defender a su tímida amiga Lucille. También le brindó gran información sobre plantas, las comestibles y las venenosas; sabía eso pues había una anciana en nuestro distrito que le había enseñado todo lo que sabía a la simple edad de siete años. Por otro lado, Nathan le contó experiencias que había tenido en la panadería, además de cómo su madre solía enseñar arquería a su hermana dos años mayor, Primrose, a quién de cariño le decían Prim. También como siempre practicaba lucha con su padre, y como él le había enseñado perfectamente cómo debía tratar a las mujeres, al igual que proteger a su hermana.
-Mi hermana es la viva imagen de mi madre, salvo que ella tiene ojos azulados y los de mi madre eran grisáceos- comentó el chico, mirando las brillantes estrellas. Ambos estaban acostados en el suelo, observado el cielo, mientras que Broegan reposaba su cabeza en el brazo izquierdo del muchacho, con una de sus manos apoyada en el pecho de Nathan- Tengo el presentimiento que tú y ella se llevarían de maravilla.
-Me habría gustado conocerla, lástima que no podré- eso hizo que la mandíbula de Nathan se tensara. ¿Tan asumida tenía su muerte? Él sabía que no era porque pensara que podía, pues ella era muy capaz de ser una de los dos vencedores, pero sus ganadores ya estaban elegidos; él y Lucy. No era egoísmo, pero él no quería a Lucy a su lado como vencedora si eso implicaba la muerte de Broegan; ella merecía vivir, ella sobreviviría fuera de los Juegos, en el mundo, no Lucille, que no era más que una chica débil y dependiente. “Ok, Nathan, cálmate, ya empezaste a hablar mal de Lucy. Acuérdate que es tu amiga y una buena persona”.
-¿Has necesitado alguna vez a una persona?- preguntó el chico, tratando de cambiar el tema, pero a la misma vez para poder responder una pregunta. Pudo sentir el cuerpo de Broegan tensarse sobre él, y seguía tenso cuando ella habló.
-¿Prometes no decirle a nadie?- bajó la vista y se encontró con los azulados ojos de ella observándolo atentamente. El sonrió tranquilizadoramente y asintió con la cabeza. Pudo sentir el cuerpo de la pelinegra relajarse repentinamente- Sé que dije que no quería necesitarte, pero a veces las cosas no van como uno quiere; nunca en mi vida he necesitado a nadie, pero ahora sí. Y ese alguien se llama Nathan Mellark.
-Nathan Caesar Mellark- completó el joven, con sus mejillas más que sonrojadas, además de una sonrisa en sus labios. La pelinegra sonrió con él. Eso le hizo recordar toda la confesión de la chica. “No quiero tenerte”- ¿No querías tenerme?- le preguntó el rubio, viendo como la chica asentía con la cabeza- Bueno, lamento decirte que, quieras o no, ya me tienes.
Cortó la distancia entre sus labios, dándole un beso lento y suave, acercándola más a él, sabiendo que en muy poco tiempo más no sería capaz de hacer eso. Tenía otra duda. “¿Me amas?” tenía tantas ganas de preguntarle, pero sabía que haciendo esa pregunta sólo terminaría por alejarla de él. Tenía muy claro que amor era algo que ella no deseaba sentir ahora; le dolía un poco a Nathan, pero prefería tenerla por una parte, sin importar que no lo ame, a no tenerla en completo.
Parecía muy perfecto para ser realidad. El rubio estaba acostumbrado a ser rechazado por Broegan, estaba acostumbrado a que aquella muchacha de ojos azulados escapara de todo tipo de sentimientos, además de negar que podía sentir algo como el amor. Ya se había acostumbrado a que Broegan no quisiera nada de contacto físico, pues así era ella; una persona de poco demostración. No pudo ocultar la sorpresa al darse cuenta que estaba besando a la morena y esta ni siquiera se había movido lejos, como él esperaba, sino que había respondido el beso, abrazándolo por el cuello. Era la segunda vez que él comenzaba un beso, y también la segunda vez que ella respondía. ¿Sería que en realidad lo amaba tanto como él a ella?
-Nunca pensé que besaría los labios de Broegan Shields- dijo, una vez terminado el beso, pero aun manteniendo una corta distancia entre sus rostros. Broegan pareció sorprenderse ante la confesión, además de adquirir un rosa pálido, casi imperceptible, en sus mejillas. ¿Se estaba sonrojando?- Te ves hermosa sonrojada.
Dándose cuenta de aquello, la muchacha ocultó su cara en el pecho de Nathan, esperando unos segundo, para volver a levantarla. Esta vez sus mejillas estaban igual de pálidas que siempre.
-Yo no me sonrojo, nadie logra eso en mí- aclaró ella, con un tono distante, pero ambos sabían que lo había hecho. Nathan enarcó una ceja, sabiendo que si se había sonrojado. Con cierta molestia, la pelinegra se levantó de golpe y caminó hacia uno de los bordes del edificio, mirando todas las luces abajo.
-¿Qué hice?- preguntó Nathan, temeroso de haber hecho algo mal. Se levantó igual de rápido que ella y luchó consigo mismo por no correr hacia la chica, sino que mantener un paso seguro y tranquilo, aunque no sentía nada de ambas cosas- ¿Dije algo malo?
Pero Broegan no contestó. Sino que se quedó completamente inmóvil, su mirada azul fija en las luces y la hermosura brillante del Capitolio, observando cada cosa minuciosamente. Una cosa que Nathan sabía que era Broegan, es observadora. El muchacho insistió una vez más, “¿Qué hice mal?” volvió a preguntar, y esta vez logró volver a recibir la atención de la muchacha. Lanzó un pesado suspiro.
-No hiciste nada mal, Nathan- respondió ella, parecía cansada y rendida. Se puso de pie, pues había estado sentada en el borde, sabiendo que si llegaba a caer caería en una muralla invisible que la mandaría de vuelta a donde se encontraba- Sino que es la forma que eres, la manera en que haces que todo en mi interior se revuelva con sólo un alago, haces que me sonroje cuando yo nunca en mi vida me he sonrojado. Y yo no quiero esto, no quiero volverme dependiente de algo que sé que se volverá tan adictivo para mí, o sea tú. No quiero necesitarte, no quiero tenerte, no quiero amarte; porque sé que terminaré hiriéndote, no nací para entregar amor, nunca fui buena en eso y nunca lo seré. La gente se aleja de mí por lo mismo, si no los puedes hacer sentir queridos, ¿Para qué estar con ellos? Crecí para estar sola, moriré sola y eso no podré cambiarlo. Pero, mi mente no controla mi corazón; y este me grita y exige que no te aleje de mí, porque ni Lucy ha sido capaz de volverme tan humana como tú lo haces.
Nathan sentía como si sus pies no tocaran el piso, sentía su interior completamente revuelto, nunca había sentido tantas mariposas en su estómago y su corazón latía a una velocidad que se podría considerar fácilmente inhumana. ¿Acababa de admitir amarlo? Al menos eso había entendido él con la última parte. ¿Lo necesitaba tanto como él la necesitaba a ella? Broegan había dicho no querer ser dependiente de él, lo mismo habría dicho el chico pero ya era muy tarde para Nathan; desde que la conoció mejor que no podía dejarla. La necesitaba, la quería, la amaba; y ni la cosa más poderosa del mundo podría detener eso. Parecía una joven enamorada, lo sabía, pero esos eran los sentimientos que tenía hacia aquella muchacha; no importaba cuan orgullosa e independiente era, él siempre la protegería, la cuidaría y ayudaría, lo pidiera o no.
Broegan parecía más relajada, como si el haber confesado todo aquello la hubiera calmado. Realmente había necesitado decir eso. Lentamente, con temor a que se alejara, Nathan comenzó a acercarse. La pelinegra miraba a un lugar indefinido, una manera de ver pero no ver al mismo tiempo; el rubio sabía que ella sentía como se acercaba, sus sentidos siempre habían sido agudos, pero no se movió. El chico, con delicadeza, rodeó la cintura de la muchacha y la abrazó, apoyando su mentón en el hombro de la chica, cerca de su cuello, mientras que ella lo rodeaba por el cuello.
-Mañana serán los Juegos, no podré volver a abrazarte o besarte. Lo tienes claro, ¿cierto?- le preguntó Broegan a su oído, en forma de susurro. Nathan no pudo evitar sentir como los cabellos de su cuello se erizaban. Él sólo asintió con la cabeza, disfrutando de la armonía que sentía con aquella chica- Temía que no fueras a preguntarme si quería estar contigo, pues deseaba poder pasar este último día contigo.
-¿ Y Lucy?- preguntó el joven, extrañado de ser puesto primero en la lista, en vez de la mejor amiga de la infancia de la morena. Esta rió con suavidad, notando su sorpresa.
-Estuve con ella antes de que llegaras, la verdad es que estaba en mi habitación cuando fuiste a buscarme, ella sabía que vendrías, por lo que se escondió en mi armario- el chico rió ante aquello, aunque no pudo evitar sonrojarse al saber que la rubia había escuchado su titubeó inicial.
-Dices que esperabas que fuera…¿Por qué no fuiste tú?- preguntó, mirando al rostro de la chica atentamente. Esta enarcó una ceja, mientras lo observaba.
-Nathan, sabes que soy orgullosa, ni loca iría yo a buscarte- el rubio rió, sabiendo muy bien aquello. Desvió su vista a los labios rosas de la chica, y sin poder controlarse le robó un beso- ¿En serio, Mellark? ¿Me robas un beso?- el rubio se sonrojó y encogió de hombros. La pelinegra rió y beso los labios del chico, por un tiempo muy corto para él.
Y así estuvieron por un buen rato. Decidieron por tomar asiento en un borde, observando de vez en cuando la hermosa vista que el Capitolio brindaba, pero mayoritariamente estaban preocupados de observarse el uno al otro. ¿Sabían que Broegan había golpeado a seis chicas y tres chicos en toda su vida escolar? Todo por una misma razón; defender a su tímida amiga Lucille. También le brindó gran información sobre plantas, las comestibles y las venenosas; sabía eso pues había una anciana en nuestro distrito que le había enseñado todo lo que sabía a la simple edad de siete años. Por otro lado, Nathan le contó experiencias que había tenido en la panadería, además de cómo su madre solía enseñar arquería a su hermana dos años mayor, Primrose, a quién de cariño le decían Prim. También como siempre practicaba lucha con su padre, y como él le había enseñado perfectamente cómo debía tratar a las mujeres, al igual que proteger a su hermana.
-Mi hermana es la viva imagen de mi madre, salvo que ella tiene ojos azulados y los de mi madre eran grisáceos- comentó el chico, mirando las brillantes estrellas. Ambos estaban acostados en el suelo, observado el cielo, mientras que Broegan reposaba su cabeza en el brazo izquierdo del muchacho, con una de sus manos apoyada en el pecho de Nathan- Tengo el presentimiento que tú y ella se llevarían de maravilla.
-Me habría gustado conocerla, lástima que no podré- eso hizo que la mandíbula de Nathan se tensara. ¿Tan asumida tenía su muerte? Él sabía que no era porque pensara que podía, pues ella era muy capaz de ser una de los dos vencedores, pero sus ganadores ya estaban elegidos; él y Lucy. No era egoísmo, pero él no quería a Lucy a su lado como vencedora si eso implicaba la muerte de Broegan; ella merecía vivir, ella sobreviviría fuera de los Juegos, en el mundo, no Lucille, que no era más que una chica débil y dependiente. “Ok, Nathan, cálmate, ya empezaste a hablar mal de Lucy. Acuérdate que es tu amiga y una buena persona”.
-¿Has necesitado alguna vez a una persona?- preguntó el chico, tratando de cambiar el tema, pero a la misma vez para poder responder una pregunta. Pudo sentir el cuerpo de Broegan tensarse sobre él, y seguía tenso cuando ella habló.
-¿Prometes no decirle a nadie?- bajó la vista y se encontró con los azulados ojos de ella observándolo atentamente. El sonrió tranquilizadoramente y asintió con la cabeza. Pudo sentir el cuerpo de la pelinegra relajarse repentinamente- Sé que dije que no quería necesitarte, pero a veces las cosas no van como uno quiere; nunca en mi vida he necesitado a nadie, pero ahora sí. Y ese alguien se llama Nathan Mellark.
-Nathan Caesar Mellark- completó el joven, con sus mejillas más que sonrojadas, además de una sonrisa en sus labios. La pelinegra sonrió con él. Eso le hizo recordar toda la confesión de la chica. “No quiero tenerte”- ¿No querías tenerme?- le preguntó el rubio, viendo como la chica asentía con la cabeza- Bueno, lamento decirte que, quieras o no, ya me tienes.
Cortó la distancia entre sus labios, dándole un beso lento y suave, acercándola más a él, sabiendo que en muy poco tiempo más no sería capaz de hacer eso. Tenía otra duda. “¿Me amas?” tenía tantas ganas de preguntarle, pero sabía que haciendo esa pregunta sólo terminaría por alejarla de él. Tenía muy claro que amor era algo que ella no deseaba sentir ahora; le dolía un poco a Nathan, pero prefería tenerla por una parte, sin importar que no lo ame, a no tenerla en completo.
Effy.
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Effy. Sáb 20 Oct 2012, 6:53 pm
¡Ahí les dejo capítulo! <3 Estoy en plan de hacerlos más largos, aunque no pasó con este .___. xddd
Effy.
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Invitado Sáb 20 Oct 2012, 8:01 pm
Belllllllllliiiieeeee!!!!! me encantó el capitulo, no te preocupes por tardar en subir, entiendo (:, escribes hermoso, esperaré lo que sea para leer un capitulo (:
“Ok, Nathan, cálmate, ya empezaste a hablar mal de Lucy. Acuérdate que es tu amiga y una buena persona”.me reí mucho con eso, no se porque soy una chica rara ._.
Cuídate
-Lu-
“Ok, Nathan, cálmate, ya empezaste a hablar mal de Lucy. Acuérdate que es tu amiga y una buena persona”.
Cuídate
-Lu-
Invitado
Invitado
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por ♥ Sheli ★ ツ Dom 21 Oct 2012, 7:54 am
Me mataste con eso
Natha es tan AWWWW
Cuando se sonroja me muero
Ojala existieran chicos asi
AWWWW
Ya me puse romantica
Kisses
Aracely
Natha es tan AWWWW
Cuando se sonroja me muero
Ojala existieran chicos asi
AWWWW
Ya me puse romantica
Kisses
Aracely
♥ Sheli ★ ツ
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por CoonrallFly Dom 21 Oct 2012, 1:47 pm
OMG!!!!!!!!!!!!!!!!!!! mujer!!! como me has dejado!!!! siguela que me encanta!!! ya quiero que empiezen los juegos :D
PD: pasate por una nueva nove que hice! :D : https://onlywn.activoforo.com/t20359-bienvenidos-a-los-juegos-del-hambre-n-100?highlight=bienvenidos+a+los+juegos+del+hambre+n100
PD: pasate por una nueva nove que hice! :D : https://onlywn.activoforo.com/t20359-bienvenidos-a-los-juegos-del-hambre-n-100?highlight=bienvenidos+a+los+juegos+del+hambre+n100
CoonrallFly
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Bellink1D Dom 21 Oct 2012, 8:45 pm
OMFG!!!!!!!!!!!!!!!!!!! MALVADASEA!!!! TIENES QUE SEGURIRLAAAAAAAAAAAAAAA QUIERO QUE EMPIECEN LOS JUEGOSSSS!!!!!!! pero no te apuro, tranquila, comprendo el trajín en el que estas, yo estoy en el mismo.... D:
Bellink1D
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por CoonrallFly Sáb 27 Oct 2012, 6:39 am
No la seguiras? :(
CoonrallFly
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Dannie Everlark Lun 29 Oct 2012, 6:16 am
AMO TU FANFIC!!!!!!!!!!!!!!!!!! Aasdfghjklñ La verdad es que soy lectora hace bastante tiempo,pero no tenia cuenta para dejar mis comentarios.Te felicito,eres realmente talentosa,no hay capitulo que no me haya sorprendido.Me encanta Nathan asdfghjk es muy parecido a Peeta y es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan tierno que me dan ganas de entrar a tu fic y abrazarlo! :)
Tienes que seguirla! O SINO...LLORARÉ :C
:lloro: :(L):
Tienes que seguirla! O SINO...LLORARÉ :C
:lloro: :(L):
Dannie Everlark
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Leyre Jue 08 Nov 2012, 2:50 pm
soy tu nueva lectora amo tu novela la tenes que seguir por que está muy buen aca te dejo el link de la mia pasate cuando puedas:
https://onlywn.activoforo.com/t21220-podria-ser-amigos-y-algo-mas#1270009
https://onlywn.activoforo.com/t21220-podria-ser-amigos-y-algo-mas#1270009
Leyre
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Little thing Mar 13 Nov 2012, 7:22 pm
Cuando la sigues? Por lo menos avisaaaaaaaaaaaa voy a morir si no la sigues :( la amo
Little thing
Re: La sangre volverá a correr {Novela de Los Juegos del Hambre}
por Darzee-picka Jue 06 Dic 2012, 4:16 pm
Siguela porfa
Darzee-picka
Contenido patrocinado
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