Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 4 de 15. • Comparte
Página 4 de 15. • 1, 2, 3, 4, 5 ... 9 ... 15
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
como se te ocurre dejarla ahi....... siguela
jonatic&diectioner
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Uiiuiuiuiu
jaja que bien se encontro con joee
uuuu
jaja me encnata siguela
jaja que bien se encontro con joee
uuuu
jaja me encnata siguela
next to you
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Capitulo 11
—Hola, señor Jonas — contestó ella. Se preguntó por qué había comenzado a sentir una sensación extraña en el estómago al verlo.
—Creo que ya conoces a Charlene.
—Por supuesto —afirmó ella al comprobar la presencia de la pelirroja—. Me alegro de volver a verla —añadió. Entonces, _________ se volvió a su acompañante y lo presentó también. Chuck le dio la mano a Joe con gran entusiasmo.
— ¿Joe Jonas? ¿De verdad es usted Joe Jonas? —exclamó Chuck, lleno de admiración.
—No conozco a ningún otro —respondió él, con una sonrisa.
-Por favor, únanse a nosotros para tomar una copa —sugirió Chuck mientras indicaba la mesa.
La sonrisa de Joe se hizo aún más amplia. A continuación, miró a _________, que estaba haciendo todo lo posible por ocultar la incomodidad que sentía.
-Sí, por favor -dijo ella, con escrupulosa cortesía.
Lo miró a los ojos directamente, decidida a ganar la batalla con los extraños y poco comunes sentimientos que le producía la presencia de Joe. No obstante, cuando miró a su acompañante, la incomodidad se transformó en regocijo al observar que Charlene Masón se alegraba tan poco como ella de estar en su compañía. Tal vez la molestaba tener que compartir a Joe con alguien, aunque fuera por un breve espacio de tiempo.
—Los dos habéis hecho una demostración impresionante en la pista de baile —comentó Joe—. Debéis bailar muy a menudo para hacerlo tan bien juntos.
—No hay mejor compañera que _________ —declaró Chuck. Entonces, tocó suavemente la mano de la joven con gran afecto—. Ella es capaz de bailar con cualquiera.
-¿De verdad? -preguntó Joe-. Tal vez me permitas que te la robe durante unos momentos para comprobarlo por mí mismo.
El pánico se apoderó de _________ y se reflejó en sus expresivos ojos. Se levantó con un sentimiento de indignación cuando Joe se acercó a ella y la ayudó a ponerse de pie sin esperar a que ella accediera.
—Deja de parecer una mártir —le susurró él al oído mientras se acercaban a la pista de baile.
—No sea absurdo —afirmó ella con admirable dignidad. Se sentía furiosa de que él pudiera leerla tan fácilmente.
La música se había hecho más lenta, por lo que Joe se colocó frente a frente con ella y la tomó entre sus brazos. Al sentir el contacto, _________ sintió la abrumadora sensación de separarse de él, aunque se esforzó para que no se notara tanta tensión. Joe tenía el torso firme, una masculinidad abrumadora. El brazo que le había colocado alrededor de la cintura la acercaba mucho a él, tanto que sus cuerpos parecían fundirse mientras se movían por la pista de baile. Inconscientemente, ella se había puesto de puntillas y había permitido que la mejilla descansara al lado de la de él. El aroma que emanaba del cuerpo de Joe asaltaba sus sentidos y le hacía preguntarse si se habría tomado su bebida con demasiada celeridad. El corazón le latía alocadamente contra el de él, por lo que tuvo que esforzarse para seguir los pasos que él marcaba.
—Tendría que haberme imaginado que se te daría muy bien bailar —murmuró Joe, contra la oreja de _________.
-¿De verdad? —replicó ella haciendo un gran esfuerzo por mantener un tono casual que no reflejara la excitación que experimentaba al notar la boca de él contra el lóbulo de la oreja—. ¿Por qué?
—Por el modo en el que caminas y en el que te mueves. Tienes una gracia tan sensual, un ritmo tan natural...
_________ trató de reír al escuchar aquel cumplido cuando miró a Joe a los ojos. Sin embargo, se encontró perdida en ellos, incapaz de articular palabra. Los labios de ambos estaban a su suspiro de distancia...
—Siempre había creído que los ojos grises eran como de acero —murmuró ella, consciente de que estaba poniendo voz a sus pensamientos—. Los suyos parecen más bien nubes...
— ¿Oscuros y amenazadores? —sugirió él sin dejar de mirarla.
—A veces —susurró _________, inmersa en el poder que emanaba de Joe—. Otras, son cálidos y suaves como la bruma de la mañana. Nunca sé si me voy a encontrar con una tormenta o con un chubasco. Nunca sé lo que esperar...
— ¿No? —repuso él mientras le miraba los labios—. Ya deberías saberlo...
_________ luchó contra la debilidad que la invadió al sentir aquella respuesta y se aferró a la sofisticación.
— ¡Pero bueno, señor Jonas! ¿Está usted tratando de seducirme en medio de una concurrida pista de baile?
—Uno debe aprovechar lo que está disponible. ¿Se te ocurre otro lugar? —replicó él.
—Lo siento —se disculpó ella. Entonces, giró la cabeza para que sus miradas ya no se cruzaran—. Los dos estamos comprometidos con otras personas. El baile se ha terminado —añadió, con la intención de soltarse de él.
Joe no se lo permitió. La estrechó con más fuerza contra su cuerpo y volvió a susurrarle al oído.
—No dejaré que te marches hasta que dejes de utilizar eso de «señor Jonas» y empieces a usar mi nombre de pila. Yo estoy muy a gusto así -añadió, al ver que ella no respondía—. Eres una mujer destinada a estar entre los brazos de un hombre. De hecho, encuentro que encajas perfectamente en los míos.
—Muy bien —afirmó _________, entre dientes—. Joe, ¿te importaría soltarme antes de que me estrujes tanto que no se me pueda reconocer?
—Por supuesto —replicó él. Aflojó la presión, pero no la soltó—. No me dirás que te estoy haciendo daño, ¿verdad? —comentó, con una sonrisa.
-Ya te lo diré cuando me hayan hecho una radiografía.
—Dudo que seas tan frágil como tú quieres sugerir con esas palabras.
Mientras la conducía a la mesa, aún seguía rodeándola con el brazo. Se reunieron con sus respectivas parejas y el grupo charló durante unos minutos. _________ sintió una inconfundible hostilidad por parte de la otra mujer, hostilidad de la que Joe no se dio cuenta o prefirió ignorar. No obstante, la joven modelo se sentía muy incómoda. Sintió un gran alivio cuando la pareja se levantó, después de que Joe rehusara la invitación de Chuck para que tomaran otra copa. Charlene mostraba un aburrimiento que no hacía nada por ocultar.
—Me temo que a Charlene no le gustan demasiado las discotecas —explicó Joe mientras rodeaba con un brazo los hombros de la pelirroja. Inmediatamente, Charlene le dedicó una sonrisa de descarada invitación. Por su parte, _________ sintió una serie de emociones que se negó a identificar como celos—. Esta noche sólo ha venido para agradarme a mí. Estoy pensando en utilizar una discoteca en el proyecto —le dijo a _________, con una enigmática sonrisa—. Creo que ha sido una suerte encontrarte aquí esta noche, _________. Así he visto mucho más claramente cómo organizado todo. Hasta el lunes, _________ —concluyó, mientras él y su acompañante se disponían a marcharse.
—Hola, señor Jonas — contestó ella. Se preguntó por qué había comenzado a sentir una sensación extraña en el estómago al verlo.
—Creo que ya conoces a Charlene.
—Por supuesto —afirmó ella al comprobar la presencia de la pelirroja—. Me alegro de volver a verla —añadió. Entonces, _________ se volvió a su acompañante y lo presentó también. Chuck le dio la mano a Joe con gran entusiasmo.
— ¿Joe Jonas? ¿De verdad es usted Joe Jonas? —exclamó Chuck, lleno de admiración.
—No conozco a ningún otro —respondió él, con una sonrisa.
-Por favor, únanse a nosotros para tomar una copa —sugirió Chuck mientras indicaba la mesa.
La sonrisa de Joe se hizo aún más amplia. A continuación, miró a _________, que estaba haciendo todo lo posible por ocultar la incomodidad que sentía.
-Sí, por favor -dijo ella, con escrupulosa cortesía.
Lo miró a los ojos directamente, decidida a ganar la batalla con los extraños y poco comunes sentimientos que le producía la presencia de Joe. No obstante, cuando miró a su acompañante, la incomodidad se transformó en regocijo al observar que Charlene Masón se alegraba tan poco como ella de estar en su compañía. Tal vez la molestaba tener que compartir a Joe con alguien, aunque fuera por un breve espacio de tiempo.
—Los dos habéis hecho una demostración impresionante en la pista de baile —comentó Joe—. Debéis bailar muy a menudo para hacerlo tan bien juntos.
—No hay mejor compañera que _________ —declaró Chuck. Entonces, tocó suavemente la mano de la joven con gran afecto—. Ella es capaz de bailar con cualquiera.
-¿De verdad? -preguntó Joe-. Tal vez me permitas que te la robe durante unos momentos para comprobarlo por mí mismo.
El pánico se apoderó de _________ y se reflejó en sus expresivos ojos. Se levantó con un sentimiento de indignación cuando Joe se acercó a ella y la ayudó a ponerse de pie sin esperar a que ella accediera.
—Deja de parecer una mártir —le susurró él al oído mientras se acercaban a la pista de baile.
—No sea absurdo —afirmó ella con admirable dignidad. Se sentía furiosa de que él pudiera leerla tan fácilmente.
La música se había hecho más lenta, por lo que Joe se colocó frente a frente con ella y la tomó entre sus brazos. Al sentir el contacto, _________ sintió la abrumadora sensación de separarse de él, aunque se esforzó para que no se notara tanta tensión. Joe tenía el torso firme, una masculinidad abrumadora. El brazo que le había colocado alrededor de la cintura la acercaba mucho a él, tanto que sus cuerpos parecían fundirse mientras se movían por la pista de baile. Inconscientemente, ella se había puesto de puntillas y había permitido que la mejilla descansara al lado de la de él. El aroma que emanaba del cuerpo de Joe asaltaba sus sentidos y le hacía preguntarse si se habría tomado su bebida con demasiada celeridad. El corazón le latía alocadamente contra el de él, por lo que tuvo que esforzarse para seguir los pasos que él marcaba.
—Tendría que haberme imaginado que se te daría muy bien bailar —murmuró Joe, contra la oreja de _________.
-¿De verdad? —replicó ella haciendo un gran esfuerzo por mantener un tono casual que no reflejara la excitación que experimentaba al notar la boca de él contra el lóbulo de la oreja—. ¿Por qué?
—Por el modo en el que caminas y en el que te mueves. Tienes una gracia tan sensual, un ritmo tan natural...
_________ trató de reír al escuchar aquel cumplido cuando miró a Joe a los ojos. Sin embargo, se encontró perdida en ellos, incapaz de articular palabra. Los labios de ambos estaban a su suspiro de distancia...
—Siempre había creído que los ojos grises eran como de acero —murmuró ella, consciente de que estaba poniendo voz a sus pensamientos—. Los suyos parecen más bien nubes...
— ¿Oscuros y amenazadores? —sugirió él sin dejar de mirarla.
—A veces —susurró _________, inmersa en el poder que emanaba de Joe—. Otras, son cálidos y suaves como la bruma de la mañana. Nunca sé si me voy a encontrar con una tormenta o con un chubasco. Nunca sé lo que esperar...
— ¿No? —repuso él mientras le miraba los labios—. Ya deberías saberlo...
_________ luchó contra la debilidad que la invadió al sentir aquella respuesta y se aferró a la sofisticación.
— ¡Pero bueno, señor Jonas! ¿Está usted tratando de seducirme en medio de una concurrida pista de baile?
—Uno debe aprovechar lo que está disponible. ¿Se te ocurre otro lugar? —replicó él.
—Lo siento —se disculpó ella. Entonces, giró la cabeza para que sus miradas ya no se cruzaran—. Los dos estamos comprometidos con otras personas. El baile se ha terminado —añadió, con la intención de soltarse de él.
Joe no se lo permitió. La estrechó con más fuerza contra su cuerpo y volvió a susurrarle al oído.
—No dejaré que te marches hasta que dejes de utilizar eso de «señor Jonas» y empieces a usar mi nombre de pila. Yo estoy muy a gusto así -añadió, al ver que ella no respondía—. Eres una mujer destinada a estar entre los brazos de un hombre. De hecho, encuentro que encajas perfectamente en los míos.
—Muy bien —afirmó _________, entre dientes—. Joe, ¿te importaría soltarme antes de que me estrujes tanto que no se me pueda reconocer?
—Por supuesto —replicó él. Aflojó la presión, pero no la soltó—. No me dirás que te estoy haciendo daño, ¿verdad? —comentó, con una sonrisa.
-Ya te lo diré cuando me hayan hecho una radiografía.
—Dudo que seas tan frágil como tú quieres sugerir con esas palabras.
Mientras la conducía a la mesa, aún seguía rodeándola con el brazo. Se reunieron con sus respectivas parejas y el grupo charló durante unos minutos. _________ sintió una inconfundible hostilidad por parte de la otra mujer, hostilidad de la que Joe no se dio cuenta o prefirió ignorar. No obstante, la joven modelo se sentía muy incómoda. Sintió un gran alivio cuando la pareja se levantó, después de que Joe rehusara la invitación de Chuck para que tomaran otra copa. Charlene mostraba un aburrimiento que no hacía nada por ocultar.
—Me temo que a Charlene no le gustan demasiado las discotecas —explicó Joe mientras rodeaba con un brazo los hombros de la pelirroja. Inmediatamente, Charlene le dedicó una sonrisa de descarada invitación. Por su parte, _________ sintió una serie de emociones que se negó a identificar como celos—. Esta noche sólo ha venido para agradarme a mí. Estoy pensando en utilizar una discoteca en el proyecto —le dijo a _________, con una enigmática sonrisa—. Creo que ha sido una suerte encontrarte aquí esta noche, _________. Así he visto mucho más claramente cómo organizado todo. Hasta el lunes, _________ —concluyó, mientras él y su acompañante se disponían a marcharse.
Nani Jonas
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Capitulo12
— ¿Hasta el lunes? —repitió Chuck cuando se quedaron solos una vez más—. Menuda eres, _________. Ya veo que te querías guardar al señor Jonas exclusivamente para ti.
—Eso no es cierto —le espetó ella, irritada por la conclusión a la que Chuck parecía haber llegado—. Nuestra relación es estrictamente profesional. Estoy trabajando para su revista. Él es mi jefe, nada más.
—Muy bien, muy bien —dijo Chuck. Su sonrisa se hizo aún más amplia al ver la vehemencia con la que _________ lo había negado todo—. No me cortes la cabeza. Es una equivocación lógica y yo no soy el único al que le ha pasado.
— ¿De qué estás hablando?
-Mi dulce _________, ¿acaso no sentiste cómo se te clavaban los cuchillos por la espalda mientras estabas bailando con tu famoso jefe? —preguntó. Al ver que ella lo miraba sin comprender, suspiró—. ¿Sabes una cosa? Después de llevar tres años viviendo en Nueva York, sigues siendo muy ingenua. Una cierta pelirroja te estuvo lanzando puñales con la mirada durante todo el rato que estuvisteis bailando. De hecho, yo casi estaba esperando que te desmoronaras en medio de un charco de sangre en cualquier momento.
—Eso es absurdo —afirmó _________—. Estoy segura de que la señorita Masón sabía muy bien que la única razón por la que Joe estaba bailando conmigo ha sido para preparar su maravilloso proyecto.
Chuck la observó atentamente durante un instante. Entonces, sacudió la cabeza.
—Como te he dicho antes, _________, eres increíblemente ingenua.
El lunes amaneció fresco y gris. Sin embargo, en la redacción de Mode los amenazadores cielos no eran un factor a tener en cuenta. _________ decidió que, evidentemente, Joe había permitido que la naturaleza se revolucionara un poco cuando las sesiones fotográficas se iban a realizar en un estudio.
Bajo sus indicaciones, _________ se puso en manos de una peluquera que la ayudaría a transformarse en una elegante y competente mujer de negocios. El cabello por el hombro se recogió en un peinado con mucho estilo que acentuaba la estructura ósea del rostro de _________. El traje gris de tres piezas, a pesar de su severidad, consiguió que la joven, en vez de parecer masculina, acrecentara su innata feminidad.
Cuando ella entró en el despacho de Joe, Larry estaba inmerso en la preparación del equipo fotográfico, de las luces y de los ángulos. Tras examinar la sala, _________ tuvo que admitir que ésta era tanto elegante como adecuada para la sesión de aquella mañana. Observó con cariño y diversión a Larry, quien, completamente ajeno a su presencia, ajustaba objetivos y probaba enfoques sin dejar de murmurar para sí.
—El genio en su trabajo —susurró una voz al oído de _________.
Ella se dio la vuelta y se encontró frente a los ojos que habían empezado a obsesionarla.
—Eso es precisamente lo que es —replicó, furiosa por el modo en el que el corazón le latía al sentir la cercanía de Joe.
—Estamos algo nerviosas esta mañana, ¿no? —observó él con el ceño fruncido—. ¿Aún tienes resaca del fin de semana?
—Por supuesto que no. Nunca bebo lo suficiente como para tener resaca.
—Ah, sí. Se me olvidaba lo del síndrome de Mr. Hyde.
—_________, por fin estás aquí —dijo Larry, impidiendo así que _________ pudiera encontrar una respuesta adecuada—. ¿Qué te ha llevado tanto tiempo?
—Lo siento, Larry. La peluquera se entretuvo bastante.
El brillo jocoso que había en los ojos de Joe pidió y recibió la respuesta de _________. Cuando la mirada de ambos se cruzó por encima de la cabeza de Larry con la peculiar intimidad de una broma compartida, una dulce debilidad se apoderó de ella, como una suave ola que barría la arena de la playa. Aterrada, bajó los ojos y trató de olvidarse de las reacciones que Joe provocaba en ella sin esfuerzo alguno.
— ¿Te asustas siempre tan fácilmente? —le preguntó él, con voz tranquila. _________ lo miró con desprecio, airada con la habilidad que él parecía tener para leerle los pensamientos como si los llevara escritos sobre la frente—. Eso está mejor. La ira te sienta bien. Te oscurece los ojos y te ruboriza las mejillas. El espíritu es un rasgo esencial para las mujeres y... para los caballos —añadió, frunciendo levemente la boca.
_________ se quedó atónita al escuchar la comparación. Trató de dominar su genio sabido que si lo soltaba no tendría nada que hacer contra Joe en una batalla verbal.
—Supongo que es cierto —respondió, tras tragarse las palabras que le habían acudido a la cabeza—. En mi opinión, los hombres parecen carecer de la capacidad física del caballo y de la habilidad mental de las mujeres.
—Bueno, ese peinado te da un aspecto muy competente —comentó Larry mientras estudiaba a _________ con ojos críticos sin darse cuenta de lo que había ocurrido en el despacho en los últimos segundos. Con un suspiro de derrota, _________ miró al techo como pidiendo ayuda.
-Sí -afirmó Joe, con rostro serio-. La mujer ejecutiva, muy competen-te y muy elegante.
-Enérgica, agresiva y cruel —replicó _________ dedicándole una gélida mirada—. Trataré de emularlo, señor Jonas.
—Eso resultará fascinante —dijo él. Había levantado ligeramente las cejas—. Os dejaré con vuestro trabajo mientras yo me ocupo del mío.
Se marchó del despacho y cerró la puerta tras él. De repente, la sala pareció mayor y muy vacía. _________ trató de olvidarse de lo ocurrido y se puso a trabajar. Haría todo lo posible por erradicar los pensamientos de Joe Jonas de su cabeza.
Durante una hora, Larry le estuvo haciendo fotografías, ajustando la luz y dándole indicaciones mientras _________ asumía la actitud de una ejecutiva.
—Tomémonos un descanso —dijo Larry. Entonces, le hizo una indicación para que se relajara, lo que ella hizo dejándose caer sobre una butaca en una postura informal y muy poco digna.
— ¡Eres un demonio! —exclamó ella, cuando el fotógrafo le tomó una instantánea, capturándola en aquella posición tan desgarbada, con las piernas extendidas delante de ella.
-A mí me parece que será una buena fotografía —afirmó Larry con una sonrisa—. «Mujer muy cansada abrumada por su ingente trabajo».
—Tienes un extraño sentido del humor, Larry —replicó _________, sin moverse—. Creo que te viene del hecho de tener una cámara pegada a la cara todo el tiempo.
-Venga, venga, _________. No te pongas así. Levántate de esa butaca. Ahora vamos a ir a la sala de reuniones y tú, amor mío, serás la presidenta del consejo.
El resto de la sesión de aquel día fue largo y tedioso. Como Larry no estaba muy satisfecho con la luz, se pasó más de media hora ajustándola hasta que contó con su aprobación. Después de pasarse una hora más bajo la potente luz de los focos, _________ se sentía tan cansada que se alegró mucho cuando Larry decidió terminar la jornada de trabajo.
Mientras salía del edificio, se encontró buscando a Joe por todas partes y se sintió bastante desilusionada cuando no lo vio y furiosa consigo misma por su reacción. Anduvo durante unos minutos, respirando el fresco aire de otoño y decidida a olvidar las sensaciones que él le producía. Se dijo que sólo era una atracción física, como las que le ocurren a todo el mundo constantemente. La atracción física es muy frecuente y solía pasar con tanta rapidez como un virus de veinticuatro horas...
Decidió que necesitaba hacer algo para olvidarse de él, por lo que volvió a pensar en el camino que había trazado para su vida. El éxito en el campo que había elegido, independencia, seguridad... ésas eran sus prioridades. No había lugar para las relaciones románticas. Cuando llegara el momento de sentar la cabeza, ciertamente no lo haría con un hombre como Joe Jonas, sino con alguien de fiar, alguien que no le pusiera los nervios de punta ni la confundiera a cada paso. Además, se recordó, no sin repentino abatimiento, que él no estaba interesado en tener un romance con ella. Parecía preferir a las pelirrojas bien proporcionadas.
Las sesiones fotográficas prosiguieron a la mañana siguiente, de nuevo en la redacción de Mode. Aquella mañana, _________ iba vestida con una camisa azul marino y una falda por la rodilla de un tono más claro. Tenía que representar el papel de la mujer trabajadora. La sesión iba a tener lugar en el despacho de la secretaria de Joe, para regocijo de ésta.
—No le puedo decir lo emocionada que estoy, señorita Baxter. Me siento como una niña que va al circo por primera vez.
_________ sonrió a la joven secretaria, cuyos ojos estaban iluminados por la anticipación.
—Admito que, a veces, me siento como un elefante amaestrado. Llámame _________.
—Yo soy June. Supongo que todo esto será una rutina para ti, pero a mí me parece muy glamuroso y emocionante —dijo. Entonces, miró hacia el lugar en el que Larry estaba preparando la sesión con su habitual dedicación—. El señor Newman es un verdadero experto, ¿verdad? Lleva un buen rato preparando las luces y las cámaras. Es muy atractivo. ¿Está casado?
Aqi dos caps como recompensa por mi ausensia gracias por sus comentarios
— ¿Hasta el lunes? —repitió Chuck cuando se quedaron solos una vez más—. Menuda eres, _________. Ya veo que te querías guardar al señor Jonas exclusivamente para ti.
—Eso no es cierto —le espetó ella, irritada por la conclusión a la que Chuck parecía haber llegado—. Nuestra relación es estrictamente profesional. Estoy trabajando para su revista. Él es mi jefe, nada más.
—Muy bien, muy bien —dijo Chuck. Su sonrisa se hizo aún más amplia al ver la vehemencia con la que _________ lo había negado todo—. No me cortes la cabeza. Es una equivocación lógica y yo no soy el único al que le ha pasado.
— ¿De qué estás hablando?
-Mi dulce _________, ¿acaso no sentiste cómo se te clavaban los cuchillos por la espalda mientras estabas bailando con tu famoso jefe? —preguntó. Al ver que ella lo miraba sin comprender, suspiró—. ¿Sabes una cosa? Después de llevar tres años viviendo en Nueva York, sigues siendo muy ingenua. Una cierta pelirroja te estuvo lanzando puñales con la mirada durante todo el rato que estuvisteis bailando. De hecho, yo casi estaba esperando que te desmoronaras en medio de un charco de sangre en cualquier momento.
—Eso es absurdo —afirmó _________—. Estoy segura de que la señorita Masón sabía muy bien que la única razón por la que Joe estaba bailando conmigo ha sido para preparar su maravilloso proyecto.
Chuck la observó atentamente durante un instante. Entonces, sacudió la cabeza.
—Como te he dicho antes, _________, eres increíblemente ingenua.
El lunes amaneció fresco y gris. Sin embargo, en la redacción de Mode los amenazadores cielos no eran un factor a tener en cuenta. _________ decidió que, evidentemente, Joe había permitido que la naturaleza se revolucionara un poco cuando las sesiones fotográficas se iban a realizar en un estudio.
Bajo sus indicaciones, _________ se puso en manos de una peluquera que la ayudaría a transformarse en una elegante y competente mujer de negocios. El cabello por el hombro se recogió en un peinado con mucho estilo que acentuaba la estructura ósea del rostro de _________. El traje gris de tres piezas, a pesar de su severidad, consiguió que la joven, en vez de parecer masculina, acrecentara su innata feminidad.
Cuando ella entró en el despacho de Joe, Larry estaba inmerso en la preparación del equipo fotográfico, de las luces y de los ángulos. Tras examinar la sala, _________ tuvo que admitir que ésta era tanto elegante como adecuada para la sesión de aquella mañana. Observó con cariño y diversión a Larry, quien, completamente ajeno a su presencia, ajustaba objetivos y probaba enfoques sin dejar de murmurar para sí.
—El genio en su trabajo —susurró una voz al oído de _________.
Ella se dio la vuelta y se encontró frente a los ojos que habían empezado a obsesionarla.
—Eso es precisamente lo que es —replicó, furiosa por el modo en el que el corazón le latía al sentir la cercanía de Joe.
—Estamos algo nerviosas esta mañana, ¿no? —observó él con el ceño fruncido—. ¿Aún tienes resaca del fin de semana?
—Por supuesto que no. Nunca bebo lo suficiente como para tener resaca.
—Ah, sí. Se me olvidaba lo del síndrome de Mr. Hyde.
—_________, por fin estás aquí —dijo Larry, impidiendo así que _________ pudiera encontrar una respuesta adecuada—. ¿Qué te ha llevado tanto tiempo?
—Lo siento, Larry. La peluquera se entretuvo bastante.
El brillo jocoso que había en los ojos de Joe pidió y recibió la respuesta de _________. Cuando la mirada de ambos se cruzó por encima de la cabeza de Larry con la peculiar intimidad de una broma compartida, una dulce debilidad se apoderó de ella, como una suave ola que barría la arena de la playa. Aterrada, bajó los ojos y trató de olvidarse de las reacciones que Joe provocaba en ella sin esfuerzo alguno.
— ¿Te asustas siempre tan fácilmente? —le preguntó él, con voz tranquila. _________ lo miró con desprecio, airada con la habilidad que él parecía tener para leerle los pensamientos como si los llevara escritos sobre la frente—. Eso está mejor. La ira te sienta bien. Te oscurece los ojos y te ruboriza las mejillas. El espíritu es un rasgo esencial para las mujeres y... para los caballos —añadió, frunciendo levemente la boca.
_________ se quedó atónita al escuchar la comparación. Trató de dominar su genio sabido que si lo soltaba no tendría nada que hacer contra Joe en una batalla verbal.
—Supongo que es cierto —respondió, tras tragarse las palabras que le habían acudido a la cabeza—. En mi opinión, los hombres parecen carecer de la capacidad física del caballo y de la habilidad mental de las mujeres.
—Bueno, ese peinado te da un aspecto muy competente —comentó Larry mientras estudiaba a _________ con ojos críticos sin darse cuenta de lo que había ocurrido en el despacho en los últimos segundos. Con un suspiro de derrota, _________ miró al techo como pidiendo ayuda.
-Sí -afirmó Joe, con rostro serio-. La mujer ejecutiva, muy competen-te y muy elegante.
-Enérgica, agresiva y cruel —replicó _________ dedicándole una gélida mirada—. Trataré de emularlo, señor Jonas.
—Eso resultará fascinante —dijo él. Había levantado ligeramente las cejas—. Os dejaré con vuestro trabajo mientras yo me ocupo del mío.
Se marchó del despacho y cerró la puerta tras él. De repente, la sala pareció mayor y muy vacía. _________ trató de olvidarse de lo ocurrido y se puso a trabajar. Haría todo lo posible por erradicar los pensamientos de Joe Jonas de su cabeza.
Durante una hora, Larry le estuvo haciendo fotografías, ajustando la luz y dándole indicaciones mientras _________ asumía la actitud de una ejecutiva.
—Tomémonos un descanso —dijo Larry. Entonces, le hizo una indicación para que se relajara, lo que ella hizo dejándose caer sobre una butaca en una postura informal y muy poco digna.
— ¡Eres un demonio! —exclamó ella, cuando el fotógrafo le tomó una instantánea, capturándola en aquella posición tan desgarbada, con las piernas extendidas delante de ella.
-A mí me parece que será una buena fotografía —afirmó Larry con una sonrisa—. «Mujer muy cansada abrumada por su ingente trabajo».
—Tienes un extraño sentido del humor, Larry —replicó _________, sin moverse—. Creo que te viene del hecho de tener una cámara pegada a la cara todo el tiempo.
-Venga, venga, _________. No te pongas así. Levántate de esa butaca. Ahora vamos a ir a la sala de reuniones y tú, amor mío, serás la presidenta del consejo.
El resto de la sesión de aquel día fue largo y tedioso. Como Larry no estaba muy satisfecho con la luz, se pasó más de media hora ajustándola hasta que contó con su aprobación. Después de pasarse una hora más bajo la potente luz de los focos, _________ se sentía tan cansada que se alegró mucho cuando Larry decidió terminar la jornada de trabajo.
Mientras salía del edificio, se encontró buscando a Joe por todas partes y se sintió bastante desilusionada cuando no lo vio y furiosa consigo misma por su reacción. Anduvo durante unos minutos, respirando el fresco aire de otoño y decidida a olvidar las sensaciones que él le producía. Se dijo que sólo era una atracción física, como las que le ocurren a todo el mundo constantemente. La atracción física es muy frecuente y solía pasar con tanta rapidez como un virus de veinticuatro horas...
Decidió que necesitaba hacer algo para olvidarse de él, por lo que volvió a pensar en el camino que había trazado para su vida. El éxito en el campo que había elegido, independencia, seguridad... ésas eran sus prioridades. No había lugar para las relaciones románticas. Cuando llegara el momento de sentar la cabeza, ciertamente no lo haría con un hombre como Joe Jonas, sino con alguien de fiar, alguien que no le pusiera los nervios de punta ni la confundiera a cada paso. Además, se recordó, no sin repentino abatimiento, que él no estaba interesado en tener un romance con ella. Parecía preferir a las pelirrojas bien proporcionadas.
Las sesiones fotográficas prosiguieron a la mañana siguiente, de nuevo en la redacción de Mode. Aquella mañana, _________ iba vestida con una camisa azul marino y una falda por la rodilla de un tono más claro. Tenía que representar el papel de la mujer trabajadora. La sesión iba a tener lugar en el despacho de la secretaria de Joe, para regocijo de ésta.
—No le puedo decir lo emocionada que estoy, señorita Baxter. Me siento como una niña que va al circo por primera vez.
_________ sonrió a la joven secretaria, cuyos ojos estaban iluminados por la anticipación.
—Admito que, a veces, me siento como un elefante amaestrado. Llámame _________.
—Yo soy June. Supongo que todo esto será una rutina para ti, pero a mí me parece muy glamuroso y emocionante —dijo. Entonces, miró hacia el lugar en el que Larry estaba preparando la sesión con su habitual dedicación—. El señor Newman es un verdadero experto, ¿verdad? Lleva un buen rato preparando las luces y las cámaras. Es muy atractivo. ¿Está casado?
Aqi dos caps como recompensa por mi ausensia gracias por sus comentarios
Nani Jonas
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Me encantaron los capitulos....
esta increible tu nove!!!!!!
me encanto la parte de la disco.. O.o
siguela pronto
esta increible tu nove!!!!!!
me encanto la parte de la disco.. O.o
siguela pronto
vale_ana
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Charlene envidia de que joe le presta mas atencion a la rayis que a ella
uii
mira la june echándole ojo a larry vela ve :¬w¬:
haha la rayis es una cabeza dura joe te gusta
aceptalo de una vez mujer!!!!! eh! :roll:
la nove esta genialll
me fascinaa siguelaaaaaaaaaaaa
uii
mira la june echándole ojo a larry vela ve :¬w¬:
haha la rayis es una cabeza dura joe te gusta
aceptalo de una vez mujer!!!!! eh! :roll:
la nove esta genialll
me fascinaa siguelaaaaaaaaaaaa
next to you
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Capitulo 13
_________ se echó a reír y miró a Larry.
—Sólo con su Nikon.
—Oh —susurró June. Primero sonrió y luego frunció el ceño—. ¿Estáis los dos... quiero decir... estáis juntos?
—Sólo trabajamos juntos —respondió _________. Acababa de ver a Larry como un hombre atractivo por primera vez en su vida. Entonces, sonrió a June.
—Ya conoces el viejo refrán de «A un hombre se le roba el corazón a través del estómago». Sigue mi consejo. El modo de conquistar a ese hombre es a través de sus cámaras. Pregúntale sobre los enfoques.
En aquel momento, Joe salió de su despacho. Al ver a _________, esbozó una suave sonrisa.
— ¡Ah! La eficaz secretaria, la mejor amiga del hombre.
_________ trató de no prestar atención alguna a su corazón y adoptó un tono ligero de voz.
—Hoy no pienso tomar decisiones de empresa. Me han degradado.
—Bueno, así es el mundo empresarial —comentó él—. Un día se está en el despacho de los ejecutivos y, al siguiente, con el resto de las secretarias. Esto es una selva.
—Ya está todo preparado —anunció Larry, desde el otro lado del despacho—. ¿Dónde está _________? —añadió. Rápidamente se dio la vuelta y vio que los tres lo estaban observando. Entonces sonrió—. Hola Joe, hola _________. ¿Lista?
—Tus deseos son órdenes para mí, señor de los treinta y cinco milímetros —bromeó a Larry. Entonces, se acercó a él.
— ¿Sabes escribir a máquina, _________? -preguntó Joe alegremente—. Te puedo dar algunas cartas y así podemos matar dos pájaros de un tiro.
—Lo siento, señor Jonas — replicó ella con una sonrisa—. Los ordenadores y yo tenemos un acuerdo desde hace mucho tiempo. Yo no los aporreo y ellos no me aporrean a mí.
— ¿Le importa que mire durante un rato, señor Newman? —pidió June—. No los molestaré. La fotografía me fascina.
Larry asintió de modo ausente. Después de mirar a su secretaria completamente asombrado, Joe se giró y se dispuso a volver a entrar en su despacho. —Te necesitaré dentro de media hora, June, para el contrato Brookline —dijo.
La sesión avanzó rápidamente con Larry y _________ progresando con su facilidad profesional. La modelo seguía las instrucciones del fotógrafo y a menudo anticipaba sus intenciones antes de que él hablara. Después de un rato, June desapareció a través de las pesadas puertas que llevaban al despacho de Joe. Ni _________ ni Larry se dieron cuenta de su silenciosa marcha.
Algún tiempo después, Larry bajó la cámara y miró fijamente al espacio. _________ mantuvo su silencio, sabiendo por experiencia que aquello no significaba necesariamente el fin, sino una pausa mientras se le formaba una nueva idea en la cabeza.
—Quiero terminar con algo aquí —musitó, mirando a través de _________ como si ella fuera intangible. De repente, el rostro se le iluminó por la inspiración—. ¡Ya lo sé! Cambia la cinta de la impresora.
—Seguro que estás bromeando...
—No. Creo que será una buena fotografía. Adelante.
—Larry —protestó ella—. No tengo ni idea de cómo cambiar la cinta de una impresora.
-Entonces, finge que lo haces -sugirió Larry.
Con un suspiro, _________ volvió a tomar asiento y miró la impresora.
— ¿Has recogido trigo alguna vez, Larry? —aventuró con la intención de posponer su orden—. Es un proceso fascinante.
-_________...
Con otro suspiro, la joven modelo terminó por rendirse al temperamento artístico de su fotógrafo.
—No sé cómo abrirla —musitó mientras apretaba botones al azar.
-Debe de haber un botón o una palanca que abra la tapa —replicó Larry, con paciencia—. ¿Es que no tienen ordenadores en Kansas?
—Claro que sí. Mi hermano... ¡Oh! —exclamó, encantada de su descubrimiento, cuando consiguió que la impresora se abriera.
—Muy bien, _________ —le ordenó Larry—. Simplemente finge que sabes lo que estás haciendo.
_________ se puso manos a la obra y atacó el cartucho de tinta con entusiasmo. Frunció el ceño por la concentración y se olvidó completamente del hombre y de su cámara para entregarse al trabajo que tenía entre manos. Sin que pudiera evitarlo, se manchó los dedos tratando de sacar el cartucho y extendió la tinta por todas partes. Entonces, con gesto ausente, se rozó la mejilla con la mano y se la manchó de tinta negra. Justo en aquel momento, Larry tomó su última fotografía.
—Estupendo —dijo, tras bajar la cámara—. Un estudio clásico de la ineptitud.
—Gracias, Larry, pero te aseguro que, si utilizas alguna de estas últimas fotografías, te demandaré —bromeó-. Además, dejaré que seas tú quien le explique a June lo que le ha pasado al cartucho de su impresora. Yo ya he terminado.
—Por supuesto.
La voz de Joe resonó a sus espaldas. _________ se dio la vuelta y vio que tanto June como él la estaban observando.
—Si alguna vez dejas el mundo de la moda, mantente alejada del trabajo de oficina. Eres un desastre —comentó.
_________ trató de sentirse molesta por su actitud, pero, al mirar de nuevo el caos que había causado con el cartucho de la impresora, se echó a reír.
—Bueno, Larry, sácanos de ésta —le dijo a su compañero-. Nos han sorprendido con las manos en la masa en la escena del crimen.
Joe se acercó a ella y, con mucho cuidado, levantó una de las manos de _________.
—Yo diría con las manos en la tinta -replicó. Entonces, se echó a reír del modo que solía hacer que el corazón de _________ realizara una serie de volteretas—. Y también tienes pruebas en la cara.
— ¡Dios Santo! —exclamó ella—. ¿Se me va a quitar? —le preguntó a June. La secretaria asintió con una sonrisa—. Bueno, pues entonces me voy a lavar y te dejo a ti, Larry, para que te ocupes de los daños.
Antes de que pudiera abrir la puerta para salir del despacho, Joe lo hizo por ella y la acompañó durante unos pocos pasos a lo largo del pasillo.
— ¿Acaso estás ejerciendo de Cupido con mi secretaria, _________?
-Podría ser. A Larry le vendría muy bien tener algo más en su vida que cámaras y cuartos oscuros.
— ¿Y qué le vendría bien a la tuya, _________? —preguntó Joe. Entonces, le colocó una mano sobre el brazo y la obligó a mirarlo.
_________ se echó a reír y miró a Larry.
—Sólo con su Nikon.
—Oh —susurró June. Primero sonrió y luego frunció el ceño—. ¿Estáis los dos... quiero decir... estáis juntos?
—Sólo trabajamos juntos —respondió _________. Acababa de ver a Larry como un hombre atractivo por primera vez en su vida. Entonces, sonrió a June.
—Ya conoces el viejo refrán de «A un hombre se le roba el corazón a través del estómago». Sigue mi consejo. El modo de conquistar a ese hombre es a través de sus cámaras. Pregúntale sobre los enfoques.
En aquel momento, Joe salió de su despacho. Al ver a _________, esbozó una suave sonrisa.
— ¡Ah! La eficaz secretaria, la mejor amiga del hombre.
_________ trató de no prestar atención alguna a su corazón y adoptó un tono ligero de voz.
—Hoy no pienso tomar decisiones de empresa. Me han degradado.
—Bueno, así es el mundo empresarial —comentó él—. Un día se está en el despacho de los ejecutivos y, al siguiente, con el resto de las secretarias. Esto es una selva.
—Ya está todo preparado —anunció Larry, desde el otro lado del despacho—. ¿Dónde está _________? —añadió. Rápidamente se dio la vuelta y vio que los tres lo estaban observando. Entonces sonrió—. Hola Joe, hola _________. ¿Lista?
—Tus deseos son órdenes para mí, señor de los treinta y cinco milímetros —bromeó a Larry. Entonces, se acercó a él.
— ¿Sabes escribir a máquina, _________? -preguntó Joe alegremente—. Te puedo dar algunas cartas y así podemos matar dos pájaros de un tiro.
—Lo siento, señor Jonas — replicó ella con una sonrisa—. Los ordenadores y yo tenemos un acuerdo desde hace mucho tiempo. Yo no los aporreo y ellos no me aporrean a mí.
— ¿Le importa que mire durante un rato, señor Newman? —pidió June—. No los molestaré. La fotografía me fascina.
Larry asintió de modo ausente. Después de mirar a su secretaria completamente asombrado, Joe se giró y se dispuso a volver a entrar en su despacho. —Te necesitaré dentro de media hora, June, para el contrato Brookline —dijo.
La sesión avanzó rápidamente con Larry y _________ progresando con su facilidad profesional. La modelo seguía las instrucciones del fotógrafo y a menudo anticipaba sus intenciones antes de que él hablara. Después de un rato, June desapareció a través de las pesadas puertas que llevaban al despacho de Joe. Ni _________ ni Larry se dieron cuenta de su silenciosa marcha.
Algún tiempo después, Larry bajó la cámara y miró fijamente al espacio. _________ mantuvo su silencio, sabiendo por experiencia que aquello no significaba necesariamente el fin, sino una pausa mientras se le formaba una nueva idea en la cabeza.
—Quiero terminar con algo aquí —musitó, mirando a través de _________ como si ella fuera intangible. De repente, el rostro se le iluminó por la inspiración—. ¡Ya lo sé! Cambia la cinta de la impresora.
—Seguro que estás bromeando...
—No. Creo que será una buena fotografía. Adelante.
—Larry —protestó ella—. No tengo ni idea de cómo cambiar la cinta de una impresora.
-Entonces, finge que lo haces -sugirió Larry.
Con un suspiro, _________ volvió a tomar asiento y miró la impresora.
— ¿Has recogido trigo alguna vez, Larry? —aventuró con la intención de posponer su orden—. Es un proceso fascinante.
-_________...
Con otro suspiro, la joven modelo terminó por rendirse al temperamento artístico de su fotógrafo.
—No sé cómo abrirla —musitó mientras apretaba botones al azar.
-Debe de haber un botón o una palanca que abra la tapa —replicó Larry, con paciencia—. ¿Es que no tienen ordenadores en Kansas?
—Claro que sí. Mi hermano... ¡Oh! —exclamó, encantada de su descubrimiento, cuando consiguió que la impresora se abriera.
—Muy bien, _________ —le ordenó Larry—. Simplemente finge que sabes lo que estás haciendo.
_________ se puso manos a la obra y atacó el cartucho de tinta con entusiasmo. Frunció el ceño por la concentración y se olvidó completamente del hombre y de su cámara para entregarse al trabajo que tenía entre manos. Sin que pudiera evitarlo, se manchó los dedos tratando de sacar el cartucho y extendió la tinta por todas partes. Entonces, con gesto ausente, se rozó la mejilla con la mano y se la manchó de tinta negra. Justo en aquel momento, Larry tomó su última fotografía.
—Estupendo —dijo, tras bajar la cámara—. Un estudio clásico de la ineptitud.
—Gracias, Larry, pero te aseguro que, si utilizas alguna de estas últimas fotografías, te demandaré —bromeó-. Además, dejaré que seas tú quien le explique a June lo que le ha pasado al cartucho de su impresora. Yo ya he terminado.
—Por supuesto.
La voz de Joe resonó a sus espaldas. _________ se dio la vuelta y vio que tanto June como él la estaban observando.
—Si alguna vez dejas el mundo de la moda, mantente alejada del trabajo de oficina. Eres un desastre —comentó.
_________ trató de sentirse molesta por su actitud, pero, al mirar de nuevo el caos que había causado con el cartucho de la impresora, se echó a reír.
—Bueno, Larry, sácanos de ésta —le dijo a su compañero-. Nos han sorprendido con las manos en la masa en la escena del crimen.
Joe se acercó a ella y, con mucho cuidado, levantó una de las manos de _________.
—Yo diría con las manos en la tinta -replicó. Entonces, se echó a reír del modo que solía hacer que el corazón de _________ realizara una serie de volteretas—. Y también tienes pruebas en la cara.
— ¡Dios Santo! —exclamó ella—. ¿Se me va a quitar? —le preguntó a June. La secretaria asintió con una sonrisa—. Bueno, pues entonces me voy a lavar y te dejo a ti, Larry, para que te ocupes de los daños.
Antes de que pudiera abrir la puerta para salir del despacho, Joe lo hizo por ella y la acompañó durante unos pocos pasos a lo largo del pasillo.
— ¿Acaso estás ejerciendo de Cupido con mi secretaria, _________?
-Podría ser. A Larry le vendría muy bien tener algo más en su vida que cámaras y cuartos oscuros.
— ¿Y qué le vendría bien a la tuya, _________? —preguntó Joe. Entonces, le colocó una mano sobre el brazo y la obligó a mirarlo.
Nani Jonas
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
UUUU
pregunta interesante ÑÑ
que responderas rayis
jaja
me encnata siguela
pregunta interesante ÑÑ
que responderas rayis
jaja
me encnata siguela
next to you
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Me encanto el capitulo..
sobre tofo el desastre que dejo la rayis xD
me encanto la ultima pregunta que le hizo Joe a la rayis...!!
Siguela Pronto
sobre tofo el desastre que dejo la rayis xD
me encanto la ultima pregunta que le hizo Joe a la rayis...!!
Siguela Pronto
vale_ana
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
Hola chicas vengo a dejarles cap porqe mañana no podre subirles espero les guste
Capitulo 14
—Yo... yo tengo todo lo que necesito —tartamudeó. Bajo su atenta mirada, se sentía como una mariposa sujeta por un alfiler.
— ¿Todo? Es una pena que tenga una reunión, porque si no podríamos hablar de esto con más detalle —susurró. Entonces, tiró de ella y dejó que sus labios rozaran los de la joven para sonreír después de un modo muy atractivo—. Ve a lavarte la cara... Estás hecha un asco.
Con eso, se dio la vuelta y dejó a _________ con una mezcla de frustración y anhelo.
Como tenía la tarde libre, ella se marchó de compras, una táctica destinada a apaciguarle los tensos nervios. Sin embargo, no hacía más que pensar en el breve roce de sus labios, en la sonrisa que había visto en los ojos de Joe... Le pareció que sentía una calidez en los labios que parecía despertar sus sentidos. De repente, una ráfaga de aire frío la hizo volver a la realidad. Maldijo su traicionera imaginación y llamó a un taxi. Tendría que darse prisa para llegar a la cena que tenía con Lisa.
Entró en su apartamento después de las cinco. Dejó sus compras en una silla del dormitorio. A continuación, retiró el pestillo de la puerta para que Lisa pudiera entrar sin problemas y se dirigió al cuarto de baño. Allí, llenó la bañera con agua caliente y se dio un largo y aromático baño. Justo cuando salía de la bañera y agarraba una toalla, sonó el timbre de la puerta.
—Entra, Lisa —gritó—. O llegas temprano o yo voy retrasada.
Rápidamente, se envolvió con la toalla y salió del cuarto de baño, dejando el rastro del aroma de fresas que llevaba en la piel.
—Estaré lista dentro de un minuto. Creo que me he entretenido demasiado en la bañera. Tenía los pies...
Se detuvo en seco. En vez de la menuda y rubia Lisa, tenía delante la alta y esbelta figura de Joe Jonas.
— ¿De dónde has salido? —le preguntó _________, cuando pudo sobreponerse.
— ¿Originalmente o sólo ahora? —replicó él, sonriendo ante la confusión que ella presentaba.
—Pensaba que eras Lisa.
—Ya me había dado esa impresión.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—He venido para devolverte esto—respondió él. Entonces, se sacó del bolsillo un finísimo bolígrafo de oro—. Di por sentado que era tuyo. Tiene grabadas las iniciales H.B.
—Sí, es mío —comentó ella, algo confusa—. Debió de caérseme del bolso. No te tendrías que haber molestado. Me lo podrías haber dado mañana.
—Pensé que tal vez lo estabas buscando —observó él. Entonces, miró de arriba abajo la figura de _________, cubierta sólo por la toalla de baño. Se detuvo sobre las suaves piernas y, por último, descansó un instante sobre el inicio del pecho—. Además, creo que ha merecido la pena venir.
_________ se miró y, al recordar cómo se había cubierto, abrió los ojos y se quedó completamente avergonzada. El rubor le cubrió las mejillas e, inmediatamente, se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación.
—Volveré dentro de un minuto.
Con rapidez, se puso un pantalón de pana color chocolate y un jersey de mohair beige. Se peinó con rapidez el cabello y se aplicó un toque de maquillaje. Entonces, respiró profundamente y regresó al salón tratando de aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir. Joe estaba sentado cómodamente en el sofá, fumando un cigarrillo con el aire de alguien que se sentía como en su casa.
—Siento haberte tenido esperando —dijo ella cortésmente—. Ha sido muy amable de tu parte tomarte la molestia de venir a devolverme el bolígrafo —añadió. Joe se lo entregó y ella lo colocó en una mesa—. ¿Puedo...? ¿Te apetecería...? ¿Quieres algo de beber? Aunque tal vez tengas prisa...
-No, no tengo prisa -respondió él-. Un whisky solo, si tienes.
—Tal vez tenga, pero tendré que comprobarlo.
_________ fue a la cocina y comenzó a buscar en los armarios las botellas de alcohol que raramente utilizaba. Joe la había seguido por lo que, cuando la joven se volvió, sintió que se le aceleraba el pulso al ver cómo la presencia de él parecía empequeñecer la cocina. Retomó su búsqueda sin poder dejar de pensar en la postura tan relajada con la que él se había apoyado contra el frigorífico con las manos en los bolsillos.
—Por fin —exclamó, al encontrar la botella—. Whisky.
—Eso es.
—Te daré un vaso. ¿Has dicho que lo querías solo? Eso significa sin hielo, ¿verdad?
—Serías una camarera maravillosa —comentó él. Entonces, agarró la botella y el vaso y se sirvió él mismo.
—No bebo mucho...
—Sí, ya lo recuerdo. El límite es de dos copas. ¿Nos sentamos? —le preguntó. Entonces, tomó la mano de _________ con la habitual familiaridad y la llevó de nuevo al salón—. Tienes una casa muy bonita —añadió, mientras se sentaban—. Abierta, simpática y colorida. ¿Refleja este hogar la personalidad de quien vive en él?
—Eso dicen.
—La simpatía es un rasgo admirable, pero no deberías dejar la puerta abierta. Estamos en Nueva York, no en una granja de Kansas.
—Estaba esperando a alguien.
—Pero recibiste la visita de quien no esperabas. ¿Qué crees que habría ocurrido si otra persona se hubiera encontrado con ese hermoso cuerpo que tienes envuelto solamente en una toalla? —le preguntó mientras la miraba de arriba abajo. Sin poder evitarlo, _________ se sonrojó y bajó los ojos—. Deberías tener la puerta cerrada con llave, _________. No todos los hombres te dejarían escapar como lo hice yo.
Antes de que _________ pudiera encontrar el modo de responder, se vio interrumpida por el sonido del teléfono. Aliviada, se levantó y fue a contestar.
—Lisa, hola. ¿Dónde estás?
-Lo siento, _________ -respondió su amiga-. Ha ocurrido la cosa más maravillosa que te puedas imaginar. Espero que no te importe, pero tengo que cancelar lo de esta noche.
—Claro que no. ¿Qué ha ocurrido?
-Mark me ha pedido que vaya a cenar con él.
— ¿Significa eso que seguiste mi consejo en lo de ponerle la zancadilla?
—Más o menos.
—Oh, Lisa... ¿De verdad lo hiciste? —preguntó _________, encantada.
—Bueno, no —admitió su amiga—. Los dos llevábamos unos pesados libros de Derecho y nos chocamos el uno contra el otro. ¡Bendito golpe!
—Ya me lo imagino —comentó _________, entre risas—. Tiene mucha más clase que lo de asaltarlo.
-¿De verdad no te importa lo de esta noche?
—¿Crees que sería capaz de permitir que una pizza se inmiscuyera con el amor verdadero? Vete y diviértete. Ya me contarás.
Cuando colgó el teléfono, vio que Joe la estaba mirando con abierta curiosidad.
—Tengo que admitir que ha sido el lado más fascinante de una conversación telefónica que he escuchado nunca.
Capitulo 14
—Yo... yo tengo todo lo que necesito —tartamudeó. Bajo su atenta mirada, se sentía como una mariposa sujeta por un alfiler.
— ¿Todo? Es una pena que tenga una reunión, porque si no podríamos hablar de esto con más detalle —susurró. Entonces, tiró de ella y dejó que sus labios rozaran los de la joven para sonreír después de un modo muy atractivo—. Ve a lavarte la cara... Estás hecha un asco.
Con eso, se dio la vuelta y dejó a _________ con una mezcla de frustración y anhelo.
Como tenía la tarde libre, ella se marchó de compras, una táctica destinada a apaciguarle los tensos nervios. Sin embargo, no hacía más que pensar en el breve roce de sus labios, en la sonrisa que había visto en los ojos de Joe... Le pareció que sentía una calidez en los labios que parecía despertar sus sentidos. De repente, una ráfaga de aire frío la hizo volver a la realidad. Maldijo su traicionera imaginación y llamó a un taxi. Tendría que darse prisa para llegar a la cena que tenía con Lisa.
Entró en su apartamento después de las cinco. Dejó sus compras en una silla del dormitorio. A continuación, retiró el pestillo de la puerta para que Lisa pudiera entrar sin problemas y se dirigió al cuarto de baño. Allí, llenó la bañera con agua caliente y se dio un largo y aromático baño. Justo cuando salía de la bañera y agarraba una toalla, sonó el timbre de la puerta.
—Entra, Lisa —gritó—. O llegas temprano o yo voy retrasada.
Rápidamente, se envolvió con la toalla y salió del cuarto de baño, dejando el rastro del aroma de fresas que llevaba en la piel.
—Estaré lista dentro de un minuto. Creo que me he entretenido demasiado en la bañera. Tenía los pies...
Se detuvo en seco. En vez de la menuda y rubia Lisa, tenía delante la alta y esbelta figura de Joe Jonas.
— ¿De dónde has salido? —le preguntó _________, cuando pudo sobreponerse.
— ¿Originalmente o sólo ahora? —replicó él, sonriendo ante la confusión que ella presentaba.
—Pensaba que eras Lisa.
—Ya me había dado esa impresión.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—He venido para devolverte esto—respondió él. Entonces, se sacó del bolsillo un finísimo bolígrafo de oro—. Di por sentado que era tuyo. Tiene grabadas las iniciales H.B.
—Sí, es mío —comentó ella, algo confusa—. Debió de caérseme del bolso. No te tendrías que haber molestado. Me lo podrías haber dado mañana.
—Pensé que tal vez lo estabas buscando —observó él. Entonces, miró de arriba abajo la figura de _________, cubierta sólo por la toalla de baño. Se detuvo sobre las suaves piernas y, por último, descansó un instante sobre el inicio del pecho—. Además, creo que ha merecido la pena venir.
_________ se miró y, al recordar cómo se había cubierto, abrió los ojos y se quedó completamente avergonzada. El rubor le cubrió las mejillas e, inmediatamente, se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación.
—Volveré dentro de un minuto.
Con rapidez, se puso un pantalón de pana color chocolate y un jersey de mohair beige. Se peinó con rapidez el cabello y se aplicó un toque de maquillaje. Entonces, respiró profundamente y regresó al salón tratando de aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir. Joe estaba sentado cómodamente en el sofá, fumando un cigarrillo con el aire de alguien que se sentía como en su casa.
—Siento haberte tenido esperando —dijo ella cortésmente—. Ha sido muy amable de tu parte tomarte la molestia de venir a devolverme el bolígrafo —añadió. Joe se lo entregó y ella lo colocó en una mesa—. ¿Puedo...? ¿Te apetecería...? ¿Quieres algo de beber? Aunque tal vez tengas prisa...
-No, no tengo prisa -respondió él-. Un whisky solo, si tienes.
—Tal vez tenga, pero tendré que comprobarlo.
_________ fue a la cocina y comenzó a buscar en los armarios las botellas de alcohol que raramente utilizaba. Joe la había seguido por lo que, cuando la joven se volvió, sintió que se le aceleraba el pulso al ver cómo la presencia de él parecía empequeñecer la cocina. Retomó su búsqueda sin poder dejar de pensar en la postura tan relajada con la que él se había apoyado contra el frigorífico con las manos en los bolsillos.
—Por fin —exclamó, al encontrar la botella—. Whisky.
—Eso es.
—Te daré un vaso. ¿Has dicho que lo querías solo? Eso significa sin hielo, ¿verdad?
—Serías una camarera maravillosa —comentó él. Entonces, agarró la botella y el vaso y se sirvió él mismo.
—No bebo mucho...
—Sí, ya lo recuerdo. El límite es de dos copas. ¿Nos sentamos? —le preguntó. Entonces, tomó la mano de _________ con la habitual familiaridad y la llevó de nuevo al salón—. Tienes una casa muy bonita —añadió, mientras se sentaban—. Abierta, simpática y colorida. ¿Refleja este hogar la personalidad de quien vive en él?
—Eso dicen.
—La simpatía es un rasgo admirable, pero no deberías dejar la puerta abierta. Estamos en Nueva York, no en una granja de Kansas.
—Estaba esperando a alguien.
—Pero recibiste la visita de quien no esperabas. ¿Qué crees que habría ocurrido si otra persona se hubiera encontrado con ese hermoso cuerpo que tienes envuelto solamente en una toalla? —le preguntó mientras la miraba de arriba abajo. Sin poder evitarlo, _________ se sonrojó y bajó los ojos—. Deberías tener la puerta cerrada con llave, _________. No todos los hombres te dejarían escapar como lo hice yo.
Antes de que _________ pudiera encontrar el modo de responder, se vio interrumpida por el sonido del teléfono. Aliviada, se levantó y fue a contestar.
—Lisa, hola. ¿Dónde estás?
-Lo siento, _________ -respondió su amiga-. Ha ocurrido la cosa más maravillosa que te puedas imaginar. Espero que no te importe, pero tengo que cancelar lo de esta noche.
—Claro que no. ¿Qué ha ocurrido?
-Mark me ha pedido que vaya a cenar con él.
— ¿Significa eso que seguiste mi consejo en lo de ponerle la zancadilla?
—Más o menos.
—Oh, Lisa... ¿De verdad lo hiciste? —preguntó _________, encantada.
—Bueno, no —admitió su amiga—. Los dos llevábamos unos pesados libros de Derecho y nos chocamos el uno contra el otro. ¡Bendito golpe!
—Ya me lo imagino —comentó _________, entre risas—. Tiene mucha más clase que lo de asaltarlo.
-¿De verdad no te importa lo de esta noche?
—¿Crees que sería capaz de permitir que una pizza se inmiscuyera con el amor verdadero? Vete y diviértete. Ya me contarás.
Cuando colgó el teléfono, vio que Joe la estaba mirando con abierta curiosidad.
—Tengo que admitir que ha sido el lado más fascinante de una conversación telefónica que he escuchado nunca.
Nani Jonas
Re: "La Imagen Del Amor" - Joe y tu Terminada
me encanto el cap... ya yo quiero abrir la puerta y que aparezca Joe....siguela
jonatic&diectioner
Página 4 de 15. • 1, 2, 3, 4, 5 ... 9 ... 15
Temas similares
» Antiguo amor ( joe y tu ) TERMINADA
» "Amor (Joe Jonas y Tu)" TERMINADA
» Amor de adolescente . joe y tu TERMINADA
» -- Amor Loco -- J,N&Tu [TERMINADA]
» Traicionados por El Amor (Joe y tu) -Terminada-
» "Amor (Joe Jonas y Tu)" TERMINADA
» Amor de adolescente . joe y tu TERMINADA
» -- Amor Loco -- J,N&Tu [TERMINADA]
» Traicionados por El Amor (Joe y tu) -Terminada-
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 4 de 15.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.