Real World {h.s}

 
-¡Zayn!
La voz de mi madre me despertó, por su tono debería haber estado llamando hace bastante. Me removí entre las sabanas tapando mi rostro. Recibí un suspiro de mi madre a cambio.
-Tienes que llevar a tu hermana.
-Tiene 17 ya puede ir por su cuenta. Contesté con una voz ronca mientras intentaba en vano volver a dormir.
-Y tú 20 y un auto. En 30 te quiero abajo. La escuché cerrar la puerta y al mismo tiempo escuché mi celular vibrar. Lancé brutamente mi brazo hacia la mesa de luz y toquetee un poco en su búsqueda. Me encandile gracias a la pantalla y alcance a leer "Numero: Gracias x lo de anoche ;). Claire.". Bostece mientras le contestaba un insignificante emoticón. Me senté en el borde de la cama esperando encontrar motivos suficientes para levantarme. Cuando los encontré abrí la puerta de mi habitación y camine tambaleante por el pasillo mientras me desperezaba. Empujé la puerta del baño intentando abrirla, estaba trabada, podía escuchar el ruido de la ducha, le bufé al piso.
-Soul. Esperé su respuesta mientras miraba la parte superior de la puerta.- ¡Soul!. Golpee la puerta con fuerza y seguía sin recibir respuesta alguna. Maldije hacia mis adentros y apoye la cabeza contra la puerta, justo ahí deje de escuchar el agua caer, sentí la cortina abrirse y un par de pasos, dejé de tener mi cabeza contra la puerta justo cuando la figura de mi hermana apareció detrás de la puerta completamente mojada y con una toalla alrededor de su torso.
-Ni siquiera he tardado. Me miró mientras sostenía el borde superior de la puerta con su mano. La miré irónico y solo recibí una sonrisa burlona a cambio, le golpeé el hombro suavemente y entré al baño cerrando la puerta. Giré las perillas liberando el agua, estiré mi mano debajo de ella, esperé a que la temperatura me gustara y deje caer mi bóxer mientras me metía dentro de la ducha. El agua cayó por mi cara unos minutos y por mi espina dorsal otros minutos más dejando salir la resaca de anoche. Cerré la ducha después de terminar mi rutina de limpieza. Sentí que golpeaban la puerta conjunto a la voz de mi hermana. -¡Zayn!. Puse la toalla alrededor de mi cintura y abrí la puerta imitando la pose de ella momentos antes.
-Ni siquiera he tardado. Fingí su voz de una manera exagerada, ella solo me mostro su dedo del medio mientras apenas reía.
-Eres un puto crio. Me reí por su comentario y la dejé pasar. Caminé hacia mi cuarto y vi que la pantalla de mi celular había un mensaje. "Harry: Necesito que me lleves al instituto." Moví la cabeza y teclee la respuesta "Debo llevar a mi hermana y no soy tu puto taxi.". Tiré el celular hacia mi cama y agarré mi pantalón. Mientras me terminaba de vestir vi la pantalla iluminarse con otro mensaje. "Harry: Como pretendes convencerme si me dices que llevaras a tu hermana." Agarré mi mochila y el celular, mientras bajaba las escaleras le contesté el mensaje. "Tocas a mi hermana y prometo dejarte sin bolas." Metí el celular en mi bolsillo y caminé hacia la cocina. Le di un beso en la mejilla a mi madre mientras ella lavaba los platos del desayuno.
-¿ Y Soul?. Dije mientras tomaba las llaves del auto.
-Ya está fuera. Caminé hacia la puerta de salida. -Que tengas un bien día cariño.
-¡Igual!. Conteste mientras salía, un viento frio sacudió mi cuerpo mientras cerraba la puerta. Vi a mi hermana sentada sobre el último escalón. Me acerqué a ella y le saqué el cigarrillo de la boca mientras seguía camino hacia el auto.-No deberías hacerlo frente a casa. Hablé mientras desbloqueaba las puertas y tiraba el cigarrillo hacia el piso.
-Y tu deberías dejar de ser un idiota. Dijo mientras cerraba la puerta del auto. -Además ese era el último.
-Es un insignificante cigarrillo. Arranqué el auto y comencé a maniobrar para poder salir.
-Lo dice quien tiene 7 etiquetas en su guantera. Me miró divertida, y le devolví la mirada. Miré por el espejo retrovisor mientras terminada de sacar el auto. – ¿Ese no es uno de tus amigos?. Soul miraba confusa hacia la persona que venía corriendo y agitando los brazos.
-Harry. Dije entre dientes y espere a que subiera a la parte trasera del auto. Cerro la puerta mientras intentaba recuperar el aliento.
-Gracias por esperarme Zayn, eres un gran amigo. Apoyo su mano sobre mi hombro  mientras me sonreía, me encargué de darle una mirada asesina por el retrovisor, eso solo lo hizo sonreír más.
-Hablando de grandes amigos, ¿Luego me acompañas a comprar una sierra?. Hable mientras comenzaba a conducir por la calle en dirección a la escuela.
-¿Para qué?
-Necesito conseguir una muy buena sierra para cortar una bolsa con pelotas que tengo en mi garaje molestando hace muchos años. Le regale una sonrisa por el retrovisor, el solo rió.
-Vale, vale. Alzo sus manos mostrando las palmas. –Prometo mantenerme en el margen.
-Yo prometo que la próxima vez iré en autobús. Soltó mi hermana mientras se ponía los auriculares. Solo me limité a reir.

 
Comencé a sentir el sol quemarme un costado de mi cara, me moví para intentar tapar mi rostro cuando sentí mi cuerpo entero contracturarse, me apoyé sobre mi codo convencido de encontrarme en mi habitación, pero no era así, me encontraba en el banco de una plaza. Me refregué la cara confuso y me senté sobre mi cama improvisada, toqueteé mi bolsillo esperando encontrar mi celular, no estaba, maldije en voz baja y mire debajo del banco, estaba ahí, con la mitad de la pantalla rota, lo tomé y me quedé observándolo, miré a mis alrededores para intentar adivinar en donde mierda estaba. Busqué mi etiqueta de cigarrillos en el bolsillo de la campera, cuando la encontré me lleve la sorpresa que no me quedaba ninguno, arrugué la caja y la tire lejos, lo vergonzoso fue que cayó a metros de mi. Me quedé mirándola molesto, vi a lo lejos una señora y decidí pararme para alcanzarla, cuando la alcancé toqué su hombro suavemente.
-Disculpe, eh, tiene alguna idea de… de donde estoy. Mi comentario le causó gracia.
-Pittsburgh 489.
-Eh, gracias. Contesté regalándole una sonrisa. No estaba lejos de mi apartamento, comencé a caminar y vi una cafetería a metros de mí. Al entrar me llené de un calido aroma a café, me dirigí hacia el mostrador y esperé a que alguien apareciera. Al cabo de unos minutos seguía sin venir nadie, giré mi cabeza para ver el resto del lugar que se encontraba ligeramente vacío. No lo pensé dos veces y salté el mostrador dirigiéndome hacia la cocina. Al abrir la puerta me encontré a una rubia apoyada sobre la mesada, mirando hacia la ventana con un cigarro en mano. Mis ojos viajaron directamente a su cuerpo, no hacia falta ser un experto para darse cuenta que estaba buena, me mordí el labio un segundo. Me aclaré la garganta cuando terminé de mirarla, ella se asustó tirando el cigarrillo por la ventana.
-¡¿Qué mierda haces aquí?!. Musité una pequeña risa para luego apoyarme sobre el marco de la puerta y cruzar mis brazos.
-Deberías estar atendiendo. La miré divertido mientras ella solo me miraba confusa.
-Es que no había nadie a quien atender. Habló calmando su expresión.
-Bueno ahora la hay.
-¿Y que quieres?
-Un café y cigarrillos.
-No vendemos cigarrillos.
-Pero tú tienes. Señale la etiqueta que se encontraba en la mesada a su lado.
-¿Y que te hace pensar que te voy a dar uno?. Habló agarrando la etiqueta y guardándola en su bolso. Comencé a acercarme a ella.
-Que puedo hablar con tu gerente y presentar una queja. Relaje la cadera contra la mesada mientras miraba directo a su busto. Sentí como se daba cuenta y levanté mi mirada hacia ella, estaba sonriendo de una manera provocadora, no hice mejor que devolvérsela.
-Entonces…¿Qué te puedo servir?. Habló con un tono seductor mientras tomaba el borde de mi campera.
-Sorpréndeme. Miraba directamente hacia su boca, estaba seguro que me quería tirar a esta tía y que ella no tenía problema con ello. Me comenzó a llevar hacia la puerta lentamente mientras seguía sujetando mi campera.
-Ahora espérame afuera. No comprendí mucho, pero le hice caso. Me quedé del otro lado del mostrador esperando hasta que llegó sosteniendo un vaso de café para llevar.-Son 13.50. Saqué el dinero del bolsillo de mi pantalón y se lo dí. Ella apoyo el café sobre el mostrador junto a un cigarrillo, sonreí cuando lo vi.
-Entonces, que te parece si mas tarde paso por ti y vamos a mi apartamento. Le entregué una sonrisa pícara al terminar de decir eso. Ella sonrió y musito una pequeña risa.
-Yo paso. Se dio la media vuelta y se metió en la cocina. Me quedé ahí parado pensado que había acabado de pasar. Agarré el café y el cigarrillo y salí de ahí.
“Ya me la voy a tirar.” Pensé y volví rumbo hacia mi apartamento. Le di un sorbo al café. Estaba bastante seguro que era el café más asqueroso que había probado y que le había escupido en el, lo tiré en el primer tacho que apareció. Recordé que tenia el cigarrillo que me había regalado, lo saqué de mi bolsillo y justo cuando lo estaba por llevar a mis labios se me ocurrió ver su interior, el tabaco había sido remplazado por pedazos de servilletas. Me mordi la punta de la lengua mientras apenas sonreía, comencé a caminar de espaldas mientras miraba el distante cartel de la cafetería. Me dí la vuelta y miré nuevamente el cigarrillo.
-Hija de puta. Hablé y guarde el tubo blanco en mi bolsillo.

 
Suspiré cuando volví a sentir una patada, esta vez en mis canillas, quise devolvérsela e intenté patearla, llegué a pegarle en el muslo.

-Que jodida eres para dormir Soul, deja de patear. Habló somnolienta mientras se daba vuelta.
-Me has estado pateando toda la noche. Me destapé de golpe y salí de la cama, estaba segura de que no quería seguir intentando dormir junto a ella. Agarré mi ropa que estaba sobre una silla y fui hacia el baño para ponérmela. Llevé mis ojos hacia el espejo para encontrarme con una figura totalmente desalineada, mi pelo era un desastre y el delineador me llegaba, como mínimo, a los cachetes. Abrí la canilla y mojé repetidas veces mi cara y corté el paso del agua. Solo arreglé un poco mi pelo con mi mano para después ir de nuevo hacia la habitación de mi amiga. –Karol. Intenté despertarla, no hubo respuesta. -¡Karol!. Esta vez comenzó a moverse hasta enganchar su mirada en mí.
-¿Qué mierda quieres?. Comenzó a refregarse los ojos.
-Debo irme.
-Déjame anotarlo en mi agenda. Rodeé los ojos ante su comentario mientras que ella se daba vuelta nuevamente.
-Es que no hay nadie en tu casa.
-Pues salta la ventana. Habló entre las sábanas.
-Vaya cría que eres. Me dirigí hacia la puerta de su habitación para luego salir y caminar hacia la puerta de salida.
-Envíame un mensaje cuando llegues. ¡Te quiero!. La escuché gritar desde su habitación mientras tomaba la llave de su casa.
-¡Vale!. Levanté la voz y cerré la puerta. Baje dando saltos las escaleras y me encaminé hacia mi casa. El frío calaba atreves de mi abrigo y tuve que cruzar los brazos como intento de mantener el calor. Eran las 6am recién y era más que esperable que solo hubiera unos cuantos autos deambulando por la calle, el sol ya había comenzado a salir y eso provocaba que las luces de la calle se vayan apagando. Sentí mi celular vibrar en mi pantalón, la pantalla se encendió mostrando un mensaje. “Zayn: Mas te vale que estés llegando si no quieres ir en autobús.” Reí y guarde el teléfono en su lugar. Me encontré enfrente de mi casa al cabo de unos minutos, busqué la llave en la maceta que se encontraba al lado de la puerta. Apenas entré el calor se apoderó de mí y me deshice de mi campera, corrí escaleras arriba y entré a mi habitación, busqué algo de ropa y justo cuando comenzaba a desvestirme sentí movimiento proveniente de mi cama. Me di la vuelta encontrándome con Harry acostado en mi cama.
-Oh, que no te de vergüenza, imagina que no estoy aquí. Sus manos se encontraban detrás de su cabeza haciendo que adquiera una posición de que se iba a quedar observándome. Tapé mi cuerpo con la ropa que tenía a mano e intenté encontrar algo para tirarle, lo primero que apareció fue lo primero que voló en su dirección y para mi suerte era un libro que fue directo a parar a su pecho.
-¡Vete de mi habitación! ¡Zayn!. Comencé a gritar mientras escuchaba a Harry reírse intentando ponerse los pantalones antes de que llegara mi hermano.
-¿Qué pasa?. Asomó su cabeza por la puerta, señale con la mirada en dirección a Harry, eso hizo que empujé la puerta y haga aparición en mi habitación.- Eres un verdadero capullo. Empujo por la espalda a Harry en dirección a la puerta.
-Hombre, si no he hecho nada. Levantaba sus brazos por encima de su cabeza como señal de inocencia. Se fueron los dos cerrando la puerta. Suspiré y comencé a cambiarme. Terminé poniéndome un jean roto de color negro y la primera blusa suelta y provocadora que encontré agarré mi mochila y fui escaleras abajo.
-¿Irá con nosotros?. Pregunté mientras agarraba una manzana de la mesada.
-No, ya lo eché, lo obligue a irse caminando. Me reí de solo imaginármelo. Comenzamos a caminar hacia la puerta mientras me ponía mi campera de cuero. Salimos a la calle y el viento azotaba nuestras caras. Fuimos rápido hacia el auto queriendo evitar estar mas tiempo en el frío.

 Jugaba con mis dedos mientras espera, estaba sentada en una mesa un poco alejada del resto, no me gustaba estar tan rodeada de gente, me hacía sentir que todos me observaban. Miré la hora, 40 minutos tarde ¿Dónde cojones estaba? Nunca llegaba tarde a nuestras salidas. Justo cuando estaba por marcar su número cuando vi a Alex pasar por la puerta, se acercó para darme un beso en la mejilla, yo permanecí seria mientras se sentaba al frente mío.

-Lo siento princesa.- Estaba agitado, supuse que había llegado aquí corriendo.
-¿Dónde estabas?- Parecía una puta celosa, pero nunca había pasado de que llegue tarde a una de nuestras salidas.
-Haciendo unos negocios, perdona… - Me limité a asentir. -¿Qué tal si te lo compenso?- Me regaló una sonrisa.
-Sigue…- La sonrisa comenzaba a asomarse. No podía estar enfadada con él. Que mi sonrisa comenzara a notarse lo hizo sonreír aún más.
-¿Recuerdas a Derek?
-¿Anderson?- Alex asintió levemente.
-El mismo. Ha organizado una carrera para hoy.- Apoyé mis brazos sobre la mesa como señal de que estaba interesada. Este gesto provocó que soltara una pequeña risa. -El que gana se lleva 8 palos (€8.000) y el coche del perdedor.- Mis ojos se agrandaron, ese dinero me ayudaría muchísimo y el un auto extra no me vendría nada mal.
-Pero es imposible que entrar a una de las carreras de Derek…
-No tanto si él me debe un favor.- Su sonrisa volvió a aparecer. –Te voy a hacer entrar.- Solté un grito de emoción, cosa que hizo que todas las personas del bar se dieran vuelta a mi dirección, Alex solo se limitó a reír. –Así que prepárate, en 2 horas te espero en la costa.- Me guiñó un ojo, le regalé una sonrisa y vi cómo se marchaba. Llevé mi vista hacia mi teléfono, 23:45, tenía tiempo de ducharme y prepararme psicológicamente para la carrera.
Llegué al departamento en cuestión de minutos. Vivía en un último piso el cual incluía la posibilidad de tener un patio y de tener un perro. Había podido costear el alquiler gracias al dinero que ganaba vendiendo droga o de las victorias en las carreras. Hacía casi dos años que llevaba viviendo aquí, pensé que era suficiente tiempo viviendo en lo de mis abuelos y que debía independizarme de una buena vez. Tanteé dentro del bolsillo de mi mochila en busca de mis llaves, abrí la puerta apenas las encontré, en el segundo que crucé el umbral Fox me saltó encima lamiéndome toda la cara.
-Eh, vale… que yo también te he extrañado.- Intentaba cerrar la puerta mientras calmaba a mi perro. -¿Tienes hambre pequeño?- Le acaricié la cabeza y fui en busca de su alimento, una vez satisfecha la necesidad básica de mi perro fui directo a mi habitación, me desnudé tirando mi ropa a la cama. Esperé a que el agua esté a mi gusto y procedí a bañarme. Al cabo de una hora y media ya había cenado y estaba cambiada, peinada y lista para salir. Pensé en hacer algo de tiempo y manejé hasta un bar cercano. Estaba bastante lleno y había buena música, así que pensé ¿Por qué no? Pedí una cerveza y me senté en los taburetes, me puse a observar al resto de la gente mientras bebía de mi vaso, sentí que un brazo me agarraba por detrás y me abrazaba.
-¿Por qué tan sola?- Nada más ni nada menos que un borracho, me di cuenta por cómo se tambaleaba y arrastraba sus palabras. Me limité a reír y darle un sorbo a mi trago.
-Y tú eres…- Lo miré divertida.
-Zayn…No te preocupes si no te lo aprendes, porque al final de la noche lo estarás gritando.- Seguía arrastrando las palabras e hizo un intento de guiñarme un ojo. Solté una carcajada.
-¿Son casi las dos de la mañana y ya estas así de borracho?- Miró con cara de confusión a su reloj y luego a mí y subió sus hombros en señal de que no importaba.
-Entonces… ¿Nos vamos a besar?- Me miraba con una sonrisa de costado, me volví a reír lo empujé de un movimiento, esto hizo que se cayera y quedara apoyado sobre la barra mirándome confuso.

-Ya vete a dormir capullo.- Solté mientras caminaba hacia la puerta. Una vez fuera me subí al auto y conduje rumbo a la costa, el clima estaba templado y te hacía sentir que se aproximaba una gran noche, la verdad, sólo esperaba poder ganar esta carrera.

 -¡Mike!- Grité mientras dejaba mi vaso en el lavaplatos.-¡Mike levanta!- No recibí respuesta alguna, solté un suspiro y caminé hacia su habitación.-¡Michael!-Volví a gritar mientras me cruzaba de brazos. Su puerta se abrió al cabo de unos segundo mostrando a mi hermano todo despeinado y con grandes ojeras.
-Ya me levanté...- Habló entre bostezos mientras se refregaba los ojos.
-Te he estado llamando hace una hora.- Reclamé
-Vale... Es que no he dormido.- Solté un suspiro y relajé mi lenguaje corporal.
-Da igual, salgo en 20 minutos estés o no.- Recibí un gesto de afirmación de su parte y me di la vuelta volviendo al comedor. Pensé en hacer un poco de tiempo y me senté a ver televisión mientras me encendía un cigarro. Al cabo de 15 minutos y un cigarrillo, me paré a ver si mi hermano ya estaba listo, su puerta estaba entre abierta.-Mike...- No recibí respuesta alguna, abrí del todo la puerta encontrándome con la figura de mi hermano completamente dormida sobre el colchón, respiré hondo y cerré su puerta. Al salir de casa el frío se sentía pero ya no tanto, la primavera estaba muy cerca. Caminé hasta la parada del autobús y me senté a esperar. Al cabo de 20 minutos y un cigarro el colectivo llegó. En cuestión de minutos ya estaba entrando a la escuela, la gente deambulaba somnolienta por los pasillos, estaba sacando mis libros del casillero cuando sentí una palmada en el trasero, me dí vuelta bruscamente esperando encontrar a quien pegarle una cachetada, como era de esperarse había sido Soul quien me miraba divertida. 
-Vaaaaaaale, no me mates.- Alzaba sus manos en señal de rendición.
-Lo siento, he empezado mal el día...-Dije mientras cerraba el casillero y comenzaba a caminar junto a mi amiga.
-¿Tu hermano de nuevo?- Suspiré para luego asentir.-Deberías dejarlo, él está queriendo ser así.
-Lo sé, es que solo quiero que pueda tener un buen futuro...- Seguimos caminando en silencio hasta que el timbre indicó la entrada a las aulas. Nos sentamos al fondo y transcurrimos la hora sin prestar atención.
-Eh- Soul habló por lo bajo, miré en su dirección.-¿Te has enterado de la fiesta?-Negué con la cabeza.-Adrian, un tío que va con mi hermano ha organizado una fiesta antes del receso de primavera, irá toda la escuela.- Soul sonreía pícaramente, imité su sonrisa y chocamos puños.
El día siguió su rumbo rutinario, llegué a casa apenas salí del colegio, estaba empapada ya que al clima no se le ocurrió mejor idea que diluviar mientras volvía, abrí desesperada la puerta, tiré mis cosas apenas entré y caminé hacia mi habitación. Me detuve en seco cuando escuché gemidos de la habitación de mi hermano, insulté mirando al techo y cerré fuertemente los ojos, comencé a seguir mi camino mientras tapaba mis oídos, entré lo antes posible a la ducha, gracias a Dios el ruido del agua ahogaba los gritos de placer de mi hermano y su amiga. Después de 40 minutos cerré el grifo y salí del baño envuelta en una toalla, por mi suerte ya no se escuchaban ruidos. Una vez cambiada el hambre no tardó en surgir.
-¡Mike!- Grité. No recibí respuesta alguna. Me dirigí hacia el comedor encontrándome con una nota sobre la mesa. "Saldré a cenar, regreso tarde. Mike xx" Suspiré y arrugué el papel. Extrañaba a mi hermano, hacía años que ya no hablábamos como antes, que ya no reíamos o hacíamos lo de antes, necesitaba a mi pequeño Mike de nuevo. Mi cena fue simplemente una sopa instantánea, no tenía hambre ni ganas de hacer algo mas elaborado, dejé que el caldo caliente me aumente la temperatura corporal, en ese momento estaba en paz, quería permanecer así toda la noche si fuese posible, encontraba tranquilidad en esas pequeñas cosas, en una canción, en un buen vino, en un cigarro, esas cosas diminutas me llenaban. Una vez mi sopa terminada decidí quedarme en el sillón sin  hacer nada, permanecí en esa increíble paz unos 20 minutos hasta que el estéreo comenzó a reproducir una canción que inevitablemente me llenó de recuerdos. Las lagrimas salían sin pedir permiso,mi mente repetía una y otra vez la misma imagen, hacía mucho tiempo que no volvía a pensar en ese momento, ese jodido momento donde todo se dió vuelta. La canción termino y yo seguía allí, paralizada, llorando sin sollozo alguno. No se cuanto tiempo pasó, solo recuerdo sentir que alguien me cargaba hasta mi habitación para luego dejarme sobre mi cama. -Descansa princesa. No olvides que te quiero.- Susurraron en mi oído para luego depositarme un beso en mi mejilla, no tardé en darme cuenta que era Mike, sonreí causa a ello, estiré mi mano alcanzando el brazo de mi hermano.
-Quédate.- Musité aun con los ojos cerrado. Supuse que Mike sonrió y luego sentí como se acomodaba detrás mio pasándome un brazo por la cintura y atrayéndome hacia él, nuestro calor corporal no tardó en fusionarse, Michael me volvió a besar la mejilla y aumentó su agarre. -Te extraño.- Susurré. -A ti y a ellos.-
-Yo también, no hay un día que no extrañe lo que éramos antes.- La voz de Mike se iba apagando palabra por palabra, no tardó en quedarse completamente dormido. Nuevamente, estaba en paz, me dejé llevar por los brazos de Morfeo en cuestión de minutos. No recuerdo haber dormido tan tranquila en años.


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¡Hola mis amores!
Lo prometido es deuda 
Iré dejando un capítulo por día en lo posible
Les aviso que este Jueves me iré de viaje y volveré el Sábado.
Luego por dos semanas estaré de exámenes finales *se mata*
Pero como sé que no puedo dejarlas sin capítulos todos esos días (intentaré avanzar entre tiempos libres)
Voy a escribir lo más que pueda en estos días para luego en las dos semanas siguientes les suba cap cada vez que pueda
¡Las adoro muchísimo!


Soulxx