Things change.

Capítulo nueve.

Por fin terminó la reunión del consejo estudiantil, después de todo, no terminamos en nada concreto, solamente; se propondrán tres temas, en los cuales votaremos y veremos cuál optativa es la mejor; me encuentro a lado de Daphne quien no para de hablar tan entusiasmada y darme varias opciones acerca del baile.
—Me parece que es una buena idea. —comento, tratando de darle por su lado, ya que mis ojos, se posicionan en aquellos orbes marrón, platicando plácidamente con Andy Williams, uno de mis mejores amigos.
—Tierra llamado a Rosalie.
— ¿Te parece atractivo Spencer? —le consulto a mi amiga, lo cual, me mira sorprendida, soltando una carcajada.
— ¿Spencer? ¿El chico tímido que no le habla a nadie? ¿El que siempre se sienta a comer solo en la hora del almuerzo? ¿El que nunca asiste a fiestas? —bufo. Sé que este chico no tiene una buena reputación solamente por ser tan recatado, pero hay algo en el que me atrae.
—Si Daphne, Spencer Cooper. Solamente dime, ¿te parece atractivo o no?
—Pues, tiene lo suyo, he oído que practica natación, y eso quiere decir que tiene buen cuerpo, pero, sí, tal vez no es mi tipo pero es guapo. ¡No me digas que te gusta!
— ¿De qué hablas? A la prima de una amiga le gusta, ya sabes. —«que excusa tan más tonta Rosalie. » regaña mi subconsciente, haciéndome sentir aún peor, mi castaña amiga, vuelve a soltar una estruendosa carcajada, la miro molesta e inmediatamente trata de calmarse.
—Claro y yo nací ayer ¿de casualidad la prima de tu amiga se llama Rosalie Greene? No te debería de dar pena, se ve que es un buen chico y opino que deberías de hablarle. —se encoje de hombros tratando de darme valentía.
—Ni se te ocurra. ¿Qué le diría? Hola, me llamo Rosalie, y me gusta el queso. No, para nada, siempre que estoy frente a un chico lindo me vuelvo una idiota y no sé qué decir. —respondo ofuscada. —Además, tú eres la menos indicada para decirme que le hable, a ti te gusta Jackson y no has hecho nada al respecto.
—Eso es diferente, él es todo y yo soy...
— ¡Ay! ni se te ocurra decir lo que estás pensando, que te golpeo.
—Bueno, pero él puede tener muchas porristas a su al rededor babeando  por él ¿por qué se fijaría en mí?
—Porque eres maravillosa Daphne. —automáticamente me regala una media sonrisa, contagiándome su alegría.
—Bueno, si te gusta, deberías de hablarle. Pero ¿Beck no se pondrá celoso?
—Ya te lo he dicho varias veces, Beck y yo solo somos amigos, es como un hermano para mí. —sostengo enfadada, todas las personas que conozco me molestan acerca de que él es mi novio o algo similar, hasta mi madre me asegura que Winky y yo terminaremos juntos.
—Siempre dicen, que la relación entre amigo hombre y mujer no existe, alguno de los dos terminan enamorados.
—Bueno, pero eso no sucederá nunca entre Winky y yo.
— ¿Winky?
—Así nos decimos...
— ¡Ves! únicamente los novios se ponen apodos, seguramente él también te dice un sobrenombre cursi, y es algo de nunca acabar, además, no me digas que Beck no te cela. —y la verdad es que es cierto, a mi mejor amigo siempre le han caído mal todos los novios o pretendientes que he tenido.
—Ya Daph no quiero discutir contigo.
—Está bien, pero regresando al tema de Spencer, deberías de ir, sé que Andy es tu amigo y está con él, aprovecha esa oportunidad y acércate a ellos dos, con cualquier excusa.
—Eres un genio, eso haré. —muerdo mi labio con nervios, esperando que el resultado sea satisfactor.
—Sé que lo soy; suerte, y todo lo que pase, me platicas con lujo de detalle. —asiento nerviosa, me despido de mi amiga, alejándome de ella, mis piernas tiemblan y  mis pasos son cada vez más cortos; parece que el trayecto hacia ambos, es de cien kilómetros o más.
Cuando por fin llego, idealizo en qué decir, no quiero cometer algún error y que Spencer crea que soy tonta o algo peor, esto es tan frustrante, hacía mucho que no me sentía así por nadie. Andy está de espaldas, mientras que su sexy acompañante está de frente, pero no se percata que estoy cerca de ellos, es normal, siempre he sido invisible para él, no es que yo me sienta fea, pero, ni siquiera me da la hora.
—Hola. —llego por fin, tratando de sonar normal, ambos me miran por segundos, ocasionando un silencio desagradable.
— ¡Rosie! —comenta eufórico mi amigo, dándome un confortable abrazo, una de las razones por lo cual lo adoro.
—Andy, me preguntaba sí. —piensa Rosalie, piensa. —Si te gustaría ayudarme con el comité, ya sabes, a darme algunas ideas para el baile, quiero que sea algo increíble; si quieres, tú también podrías ayudar. —agrego al castaño a la plática, aquél no deja de mirarme, y no dice palabra alguna, tal vez es mudo o realmente mi comentario es demasiado tonto para él.
—Pero si hoy en la mañana propusiste una idea bastante genial, ¿en qué podría ayudarte? —bravo, ahora  pensará que soy una tonta.
—Lo sé, pero podrían darme tú y tu amigo una idea, no quiero que se arruine o algo similar.
—Siempre he creído que los bailes son una tontería ¿de qué sirve ir? siempre hacen el típico grupito en el que comienzan a bailar como idiotas, después hacen la estúpida coronación del príncipe y princesa de la primavera, en la que las chicas tontas se sentirán realizadas porque es lo mejor que les pudo haber pasado en su patética vida, después hacen sentir menos a las demás, porque supuestamente son las más bonitas de todo el instituto; más tarde, todos comienzan a besarse con su respectiva pareja, y si estás solo, solamente verás a las parejas tontas besarse, pero, lo único que quieren es follársela en la noche para después votarlas. Lo que quiero decir, es que de cualquier forma el baile se va a arruinar, es absurdo. —sus palabras me dejan helada, tal vez y tiene razón, pero para mí no es así, esto me entusiasma demasiado y aunque él sea hermoso para mí, su comentario hirió mi orgullo.
—Pues estás equivocado, porque será diferente, si tú no quieres divertirte, es porque eres demasiado aburrido y no te gusta vivir tu vida. —mi rubio amigo y el castaño, me miran sorprendidos, y no entiendo por qué, Andy sabe lo directa que puedo ser algunas veces.
—Perdón, pero no me interesa convivir con un grupo de idiotas que solamente piensan en sexo y alcohol.
— ¿A sí? ¿Entonces tú en que piensas?
—No es de tu incumbencia.
—Tienes razón, no me importa nada de lo que hagas o dejes de hacer. —me cruzo de brazos indignada, ¿quién se ha creído? mis expectativas hacía él han disminuido en un porcentaje demasiado bajo, y sinceramente me alegro, él no es mi tipo. —Como sea, solo te quería saludar, pero luego nos vemos, no tengo ganas de discutir por cosas sin importancia, y cuando quieras, háblame o búscame en mi casa, que tengo que hablar contigo. —digo por fin, alejándome de ellos dos, dirigiéndome a mi última clase.
Mi día no podría salir peor, Nath no me llevó a la escuela, porque supuestamente me tardé demasiado y quería llegar temprano para ver a su querida novia, no entiendo que le ve, tal vez sí es linda, pero, no me cae nada bien. Después, Beck estaba con la odiosa de Debbie, me cae mal, porque es agradable, y la verdad, me da miedo que me quite a mi mejor amigo; mi hermano y mi mejor amigo me cambian por chicas que no merecen la pena, vaya ironía; mientras tanto, yo acá, queriendo acercarme al único chico que me gusta y se porta como un imbécil, esto apesta.
— ¿Dónde rayos estabas metida? —llegan a mi lado, matándome de un susto.
—En mis clases, supongo.
—Spencer se quedó helado cuando te fuiste ¿qué sucedió contigo Rosie? —no estoy segura en decirle a mi amigo que me gusta aquél chico con quien pelee hace horas, pero, confío plenamente en él y estoy segura que siempre me apoyará.
—Nada, creí que era diferente. ¿Qué te dijo?
—Pues, a decir verdad, no dejó de hacerme tantas preguntas de ti, creo que le gustas; nunca me había hablado, bueno, nos viste porque le pregunté sobre una tarea, va en mi clase, y ahora no se despegó de mí, hasta Jack quería golpearlo y decirle que se alejara de nosotros. —cuando menciona aquellas palabras, mi corazón salta de emoción ¿de verdad le gustaré?
—Andy, es que a mí  me gusta mucho, pero no sé, cuando peleamos me desencanté de él. ¿Es raro, sabes?
—Pues, me había dicho que no tuvo un buen día en su trabajo, y creo que por eso estaba tan molesto, es una buena persona, creo.
— ¿Y qué me recomiendas hacer?
—Cuando por fin nos libramos de él, dijo que haría sus tareas en la biblioteca, deberías ir a buscarlo.
— ¿Y qué le diría? —me da miedo que todo se arruine, otra vez.
—Nada, solamente, busca unos asientos un poco más adelante de él, para que pueda verte, y si tiene interés por conocerte, te buscará.
— ¿Tú crees?
—No pierdes nada con intentarlo. —sin pensarlo dos veces, acepto su consejo, deposito un beso en la mejilla de mi amigo y decido ir a buscarlo.

Diviso por toda la biblioteca si existe algún rastro de Spencer, afortunadamente, está solo, tratando de estudiar. Paso delante de él observo con discreción si se percata de mi presencia, y mi plan es todo un éxito, no deja de mirarme; saco uno de mis libros favoritos Once minutos,  hacía mucho que no leía y por ende había olvidado algunas cosas.
Todo me dice que estoy a punto de tomar una decisión equivocada, pero los errores son una manera de reaccionar…Si busco el amor verdadero, antes tengo que cansarme de los amores mediocres que encuentre. La poca experiencia de vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece. Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primer día de mi vida.
—Hola. —su voz distrae mi lectura, enfocando mi mirada en él; aquellos ojos marrones penetrantes y esa media sonrisa que me hace sentir, extraña. —Con que te gusta leer.
—Creo que a todo el mundo le gusta. —me encojo de hombros, sonando fría y cortante. — ¿O me equivoco?
—Bueno, he conocido a personas que no les atrae la lectura, son raros.
—Si no les atrae, es porque no han leído su libro adecuado, pero estoy segura, que si se atrevieran a buscar hasta en el lugar más recóndito, y encontraran un texto, les gustaría, o eso es lo que pienso yo. Bueno, ¿se te ofrecía algo? —no deja de mirarme, escuchando atentamente cada una de mis palabras.
—Quería pedirte perdón por hace rato, no he tenido un buen día, pero lo que dije es verdad, solo que no deseaba sonar tan, engreído, yo no soy así.
—Ah, ya lo había olvidado y tienes un mal concepto con los bailes, o por lo menos este no será así, porque yo me encargaré de que todo sea perfecto.
— ¿Y si no es así, señorita Rosalie?
—No me subestimes. —le guiño el ojo, él, me regala una amplia sonrisa, y ahora, era verdadera no aquellas muecas que realizó el día de hoy, era... diferente.
—Podrías hacerme cambiar de opinión, el viernes, por ejemplo, podríamos salir, y comentar las circunstancias, acerca de aquél baile, que me parece una tontería. —sus últimas palabras me hacen sentir molesta, pero ¿acaso era una cita? por dentro, siento una alegría inmensa, no me lo puedo creer.
—Tendría que pensarlo, y si me lo vuelves a preguntar el jueves, lo podría revalidar mejor. —muerdo mi labio nerviosa, trato de hacerme la interesante y tal vez mi cometido fue todo un éxito.
—Así será, se me hace tarde; pero, te buscaré para quedar de acuerdo. —se acerca a mí, provocando un manojo de nervios, rosa sus labios con mi mejilla, sintiendo esa extraña descarga de adrenalina, me limito en sonreír y disimular mi emoción, a los segundos se aleja de mí, dejándome perpleja y como una completa idiota.
Al parecer, mi día no había sido tan malo, después de todo.

Estúpido Nath, llevo más de media hora esperándolo, y hasta ahora, no ha habido rastro alguno de él, reviso por cuarta vez mi celular, por si de casualidad se había apiadado de su querida hermana, pero el resultado es inútil, pero si me dejó por irse con su novia o su querida amiga Anabelle, lo mataré, yo debería estar primero que ellas dos, soy su hermana, además no entiendo, tiene un pésimo gusto en escoger sus amistades, su amiga me odia, y no sé por qué o tal vez si lo sepa, pero eso es algo que me importa en lo más mínimo; ni siquiera me había llamado el muy desgraciado para avisarme que no me iría con él, ah pero cuando lo vea se las verá conmigo. Miro a los lados percatándome si no se encuentra Ryan, tal vez aún no se ha ido y pueda irme con él en su auto, odio caminar; además, el trayecto no es tan cerca que digamos, y hace un calor de los mil demonios.
— ¿En dónde te has metido? —murmuran detrás de mí, sacándome un susto.
—Tonto ¿por qué tienes esa maldita manía de asustarme todo el tiempo? —pongo la mano en mi pecho, tratando de controlar el intento de paro-cardíaco. —Estaba buscando a Ryan ¿no lo has visto?  creo que no me iré con mi hermano.
—¿Y por qué no me llamaste a mí? nos podemos ir juntos, te estuve buscando por horas y no te encontré, deberías de conseguir tu licencia para conducir.
—Nath será mi chofer por siempre, me da pereza aprender a manejar, además, pensé que estabas con tu querida Debbie. [iAay sí, voy a estar con Debbie y no me importa que le pase a mi mejor amiga.[/i] —trato de hablar como él, aunque realmente no me saliera para nada su voz, pero él había entendido lo que quería decir.
—No creí que te cayera mal.
—Y no creí que te gustara, quedamos que siempre nos contaríamos todo y no lo hiciste. —reprendo molesta.
—Las cosas pasaron rápido, además, aún no somos nada, tú serás la primera que le comente; no te pongas celosa Dipsy, tú eres mi chica favorita.
—Prométeme que nunca sustituirá mi lugar. —suelta una risita nerviosa. — ¡Promételo con el meñique!
—Promesa del meñique. —entrelaza su dedo pequeño con el mío, haciendo uno de nuestros mil pactos que hemos realizado desde pequeños.
—Mucho mejor. —respondo contenta. —Además, tengo que contarte algo. —es obvio que él debe saber que por fin hablé con Spencer, y necesito que me dé su opinión.
Inesperadamente, diviso el estacionamiento de la escuela, y mi mirada se enfoca en una chica que me resulta bastante familiar, abrazando eufóricamente a un chico. ¿Acaso es Mickeyla?
—Escóndete. —empujo a Beck hacia el tronco del árbol, tratando de que ella y su acompañante no nos descubran.
— ¿Que sucede? —murmura, mirándome extrañado.
— ¿No es Mickeyla? —la señalo, para saber si mis sospechas son ciertas y mi vista aún no me falla. Observa por unos segundos
—Sí, pero ¿qué tiene? Puede ser su primo.
— ¿Enserio crees que abrazaría tan emocionada a su primo? —después de su abrazo, comienza a decirle varias cosas a aquél chico, parece molesta. Este, saca de su carro un peluche y se lo entrega. — ¡Ves! ellos dos tienen algo, no puede ser... ¿la muy cínica está engañando a mi hermano? Pero me va a escuchar. —el enojo me carcome completamente, nunca había visto tan enamorado a mi hermano, no por nada, ella me cae mal, sé que no es una buena persona, en este momento, tengo ganas de arrancarle todas sus extensiones; mi mejor amigo trata de detenerme, pero le doy una mordida en su mano, logrando que aquél me soltara y yo corriera a golpearla.
— ¿Quién te crees tú para engañar a mi hermano? —llego molesta, aquellos dos, me miran sorprendidos, por mi parte, espero alguna explicación, y más vale que sea rápida o de lo contrario su  rostro estará morado en segundos.

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Tenías que ponerles Pinky y Winky lol, okno. Me encantó el cap y salió mi bella Anabelle omg, me llegan los fils. LA ESTÁ ENGAÑANDO!!! LA MUY ZORRA LO ESTÁ ENGAÑANDO!! Eso no se hace Maggs, no no no no no no no no!!! Haré que Anabelle le asesine y realice un sacrificio con todas las partes de su cuerpo   bc yolo y es una bitch .-. 
En fin, me encantó el fragmento de Once minutos que pusiste, es uno de mis libros preferidos del maravilloso Coelho y que pusieras ¡Justo ese fragmento! Fue una puñalada a mi heart   y lo de que las personas que no leen es porque no han encontrado su libro adecuado   omg. 
anyway. espero el de bomer!
pd: no me jodas a beck le gusta rosie aunque lo niegue mil veces 

No tienen idea de lo feliz que me pongo al leer sus comentarios, enserio, las amo muchísimo chicas, sacan puro feels en mí ;u; y bueno, espero tu capítulo Andy