keep your mouth shut.

El internado Middleton parece ser como cualquier otro, con los diferentes tipos de estudiantes abarrotando los escritorios, haciendo memorias en sus pasillos, jugando en sus canchas ¿Nada mejor que la secundaria cierto? Error.
Esta escuela no es como todas, tanto el alumnado como el cuerpo de profesores y dirección guardan graves secretos, secretos oscuros que nadie quiere salgan a la luz.
Las clases transcurren de la manera usual, ningún altercado, todo permanece en silencio; era de madrugada, todos se encontraban dormidos, el silencio se cortaba con un cuchillo y el frío hacia que se pusiera la piel de gallina.
El crepúsculo cubría el cielo como una manta cubre la cuna del niño que duerme, cobijando a los estudiantes. Un grito, un grito desgarrador acabo con la calma y perturbo el sueño de todos los que habitaban en el campus.
Hope Waters no era una chica que destacara, todo lo contrario, ella era una chica callada, rara vez salía de la biblioteca, Hope era de esas chicas que no llamaban la atención y nadie hubiera reparado nunca en ella de no ser por ese accidente.
Ahí estaba Hope, tendida en su cama con sus sabanas blancas cubiertas del rojo carmesí característico de la sangre, la policía había llevado su cuerpo en una bolsa negra, donde muchos estudiantes limpiaban sus lagrimas mientras le decían el ultimo adios a su compañera.
Hoy, un año después el internado abre sus puertas nuevamente y sus estudiantes parecen no recordar nada de lo que paso.
O al menos hasta el día en que las cartas comenzaron a llegar, arruinado todo el ambiente de paz restaurada, aquí no importa si eres un simple estudiante o el mismo director del colegio, si tienes un secreto; No confíes en nadie.
”Hay tres cosas que no pueden permanecer ocultas; el sol, la luna y la verdad.”