Querido Zayn Malik|One Direction| Capítulo 9.

Capítulo 8.

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Ya había pasado una semana desde que Zayn se había ido sin ningún motivo.

Miento si dijera que aún no sigo mal por eso. Aún sigo mirando las pequeñas conversaciones que habíamos tenido antes de lo sucedido y no podía evitar sonreír con tristeza. ¿Por qué se fue?

Me duele el aún no saber el por qué se fue, me duele que no me haya escrito, me duele que no me haya echo reír con alguno de sus estúpidos mensajes, me duele que aún no haya twiteado nada.

Cada vez estoy más convencida de lo egoísta que es, no sabe lo mal que sus fans lo están pasando, e incluso los chicos ¿Qué hay de ellos? Claro que lo echarán de menos, hasta yo misma lo sé. Pero ¿Saben qué? A Zayn le da igual.

También últimamente me he sentido algo extraña, pues alguien me ha empezado a mandar mensajes y aún no sé quién demonios puede ser. En sus mensajes no para de mencionar lo guapa que soy o lo linda que me veo cada día que salgo de mi casa. Eso realmente me da miedo ¿Acaso es alguien que vive cerca de mi? ¿o un loco que no para de espiarme?

Me encuentro algo desconcertada, pero he intentado pasar del tema pensando en Zayn. Me siento estúpida al llorar por él, cuándo sé que yo para él no soy nada, ni le importo. Estoy perdiendo la cabeza, y todo lo que puedo hacer es quedarme en silencio y sonreír, porque sé que si hago algo lo haré para nada.

Decido levantarme de mi cama y bajar las escaleras. Quizás hoy sea el mejor día para comenzar con una sonrisa, aunque no sea del todo verdadera. Estar comiéndose la cabeza por alguien podría ser lo peor, así que lo mejor sería olvidar todo esto y aunque duela, hacer cómo si nunca hubiera pasado.

Lo mejor que se me ocurría para mejorar el día era llamar a Marc, sabía lo divertido que podía llegar a ser. Cogí rápida el teléfono y marqué su número. Esperé un par de toques hasta que escuché su voz por la otra línea.
—¡Marc!—Exclamé emocionada.
—¿___? ¿Ocurre algo?—Yo sonreí.
—No no, tan solo llamaba para ver si querías quedar conmigo—Dije.
—Oh si claro, sería un placer—Rió.
—Pues te espero en mi casa ahora—Dije en un tono gracioso, a lo que él contestó con una agradable risa.
—Está bien señorita, estaré de camino.
—Vale, adiós—Añadí y colgué.

Tiré mi móvil hacia un lado y me dejé caer en el sofá. Cogí sin ganas el mando de la tele y comencé a pasar canal por canal hasta que vi algo que me llamó la atención. Retrocedí canal por canal hasta aquel que quería.

Quedé en shock al ver a Zayn allí ¿Qué hacía recogiendo un premio? Dios ¿Qué hacía Zayn solo en un escenario? Y lo más raro ¿Qué le había sucedido a su pelo? De repente mira hacia la cámara y comienza a dar un pequeño discurso.
—Tan solo quería agradecer a mi madre, mi familia por todo lo que me han ayudado. Pero, quiero agradecerle todo ésto a unos cuatro chicos que de verdad, son increíbles. Sé que les echaré de menos—Dijo con una voz dura y fría. Yo aún seguía mirando la pantalla de mi televisor sin mover ningún músculo facial.

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Sinceramente nunca pude imaginar al chico más tímido de One Direction subir solo a recoger un pequeño premio. Nunca imaginé que él tomara todo ese valor que escondía y hablar delante de toda la gente, sin mirar a alguno de los chicos y sonreír porque se moría de vergüenza.

Me destrozó el alma.

De repente el timbre sonó provocando que sobresaltara. Apagué rápido el televisor y me dirigí hacia la puerta. Giré el pomo y tras ella me lo encontré con una de esas hermosas sonrisas típicas de él.

Me abrazó y seguido entró en mi casa.
—¿Y eso que querías que viniera a tu casa?—Me encogí de hombros.
—No sé, tenía ganas de pasar un rato contigo—Dije—Oye ¿Te apetece quedarte a comer hoy?—Él sonrió y asintió.
—¡Pizza!—Exclamó con los brazos abiertos. Yo reí.
—Exacto—Añadí—¿Puedes coger la tarjeta que está en el cajón de la cocina? Ahí está el número de la pizzería—Él asintió y se dirigió a cogerlo. De repente mi móvil comienza a sonar, me dirijo hacia dónde está y lo cojo.

—¿Si?—Pregunto extrañada al ver que es un número desconocido.
—¿____? Soy Zayn—Entonces sentí cómo el corazón me comenzó a ir a mil y cómo comenzaba a sudar sin ninguna razón.
—¿Z..zayn?—Tartamudeé—¿Qué pasa?
—Ábreme la puerta, las cámaras están a punto de pillarme—Añadió con un tono de desesperación. Entonces sentí cómo el corazón volvía a latir normal, o quizás menos que antes. Sonreí triste ¿Por qué me había ilusionado?—¿___?—Preguntó al ver que no le había respondido.
—Vale—Contesté seca. Colgué el teléfono y pude ver cómo Marc me miraba sin aún entender nada. Yo tan solo me encogí de hombros.

—Es Zayn—Dije sin él haberme preguntado.
—Si es él ¿Por qué estás así?—Preguntó.
—Porque ahora sé para lo que me necesita—Sonreí triste y me dirigí hacia la puerta para abrirla.

Ahí estaba él. Parecía cansado de haber estado corriendo, me dedicó una pequeña sonrisa y entró sin decir nada. Cerré la puerta tras él y apoyé mi espalda en ella para ahora mirar su espalda.

Noté cómo él giraba ahora para mirarme y cómo respiraba agitádamente. Yo en cambio le miraba seria, sin apenas mover un músculo.
—¿Te ocurre algo?—Preguntó con miedo. Yo reí.
—¿De verdad acabas de preguntarme eso?—Él asintió y yo volví a reír, sabía que lo hacía por no llorar—Me has dejado claras muchas cosas Zayn y lo más triste es que siempre una parte de mí creyó en que aunque te hubieras ido de One Direction seguirías siendo el mismo, pero no, me equivoqué—Suspiré.
—Sigo siendo el mismo Zayn que entró a One Direction...—Yo negué.
—No, deja de engañarte a ti mismo—Dije seria—Te has vuelto un hipócrita, un desagradecido, una persona cruel, una persona que ha empezado a mirar mucho por si misma y apenas mira por los demás, Zayn tú no eras así—Murmuré—Abusaste de mi confianza ¡Eso fue lo que hiciste!—Grité con ganas de llorar.
—¡No me entiendes, nadie lo hace, nadie me entiende!—Gritó ahora él—Tan solo quiero ser un chico normal de veintidós años y nadie me deja serlo.
—Si quisieras ser un chico normal de veintidós años no hubieras aparecido por la tele, no hubieras dado aquel pequeño discurso, no hubieras echo aquella canción—No pude aguantar más las ganas de llorar.
—¿Estás llorando?—Preguntó mientras con su dedo quitaba mi lágrima. Aparté su mano de mi rostro y le miré.
—Déjame ¿Vale?—Dije rota.

De repente Marc aparece por la puerta para admirar aquella escena.
—¿Ocurre algo ____?—Preguntó ahora él. Yo negué mientras quitaba mis lágrimas.
—¿Quién es? ¿Tú novio?—Preguntó Zayn cambiando su humor a algo más frío.
—¿Y qué pasa si lo soy? ¿Tienes algún problema?—Dijo Marc desafiándolo. Zayn me miró.
—Nada ¿Qué me va a pasar?—Rió cosa que hizo que una punzada se clavara en mi corazón.
—Te vi raro—Dijo Marc provocándolo más.
—Mira imbécil, tengo novia y pronto será mi prometida—Añadió mientras apretaba su dedo en el pecho de mi amigo—Es la mejor chica con la que he podido estar, así que nunca me lograrás poner celoso ¿Está bien?—Volvió a reír, pero lo único que hacía yo era mirar aquella escena y ver cómo Zayn, aquel muchacho sin sentimientos, después de haber roto los míos se iba por aquella puerta dejándonos solos.

Me apoyé en ella y lentamente me fui deslizando. Escondí mi rostro entre ambas rodillas y comencé a llorar desconsoládamente. Sentí cómo Marc me abrazaba fuertemente.
—Lo amas ¿Cierto?
—Claro que lo amo. Amo su sonrisa, su cabello, sus ojos, su forma de hablar, amo su cuerpo, todo joder—Sollocé.
—Entonces ¿Por qué no están juntos?—Levanté mi mirada. Cargada de lágrimas.
—¿Acaso no le oíste Marc?—Él rió.
—¿Y acaso tú creíste todo lo que él dijo?

Levanté extrañada mi mirada. ¿Había escuchado bien?
—Marc, claro que me lo creí—Dije seria—Él está locamente enamorado de Perrie, lleva toda su vida con ella.
—¿Y?—Volví a mirarle, pero ésta vez con rabia.
—Mierda Marc, se va a casar con ella ¡Por eso dejó la banda! Por ella y nada más que por ella—Dije fastidiada. Sentí cómo él se sentaba a mi lado y pasaba su brazo por encima de mis hombros.
—Harían una linda pareja—Dijo él sonriente. Le golpeé el hombro, el sabía cómo sacarme una sonrisa aunque el tema me molestara un poco, o quizás mucho.
—Tiene novia—Volví a repetir. Marc rió.
—Dale una oportunidad, sé que aunque lo niegue y te acabe de conocer, siente algo por ti.
—¿Y si no es así Marc?—Pregunté con miedo.
—Si no lo intentas, nunca sabrás..
—Sé que no soy lo que él cree ni lo que necesita—Añadí mientras me levantaba de golpe, pero él me agarró.
—Ay ____—Dijo en un tono divertido—Eres más de lo que él necesita.

Le miré con una sonrisa. No sabía cómo lo hacía, pero me había echo sentir mejor, sin aún saber si Zayn sentía apenas algo por mi. Por eso me encantaba Marc, por eso era mi mejor amigo, porque sé que lo tendré a mi lado aunque sea la persona más cabezota que pueda existir.

Me acerqué a él y le abracé fuertemente.
—Gracias—Murmuré.
—No hay de qué linda—Dijo.
—Entonces.. ¿Le hablo?—Él negó.
—No no, tranquila él lo hará—Sonrió.
—¿Cómo lo sabes?
—Sé cómo somos los chicos—Dijo con un tono dulce.
—Pero él es Zayn Malik y...
—¿Y qué que sea Zayn Malik? Sigue siendo un chico—Dije entre risas. Le miré con el entrecejo fruncido, pero a decir verdad tenía razón.

Le estaba dando bastante prioridad solo porque él era famoso, pero él se aprovechaba de mi por esa razón. Piensa que por ser alguien "superior" que más de una chica desearía poder conocer, puede hacer lo que le venga de la real gana. Y no, conmigo no.

Cogí aire y me senté en el sofá mientras admiraba cómo Marc marcaba el número de la pizzería. No podía negar que estaba ansiosa por recibir un mensaje de él, no paraba de mirar mi móvil de reojo. Vi cómo una luz comenzaba a encenderse y a apagarse. Rápidamente lo cojo con la esperanza de que Zayn sea el motivo.

Abro el mensaje y me deprimo al ver que no es él.

"Oh ¿Te pusiste mal por Zayn linda? No llores por él, no se dará cuenta. Ya sabes, está enamorado de Perrie."

Parpadeé extrañada. Otra vez aquella persona hablándome ¿Quién demonios era? ¿Y cómo sabía todo lo que había sucedido? En parte tenía razón, estaba enamorado de ella y yo aquí, llorando cómo una estúpida. Pero supongo que mi vida se basa en eso.

"Déjame, deja de espiarme. Deja mi vida ya en paz."


Le mandé. Estaba realmente furiosa, quería saber quién demonios era, pero sabía que no me lo iba a decir por nada del mundo.
—¿Ocurre algo ____?—Preguntó Marc. Yo levanté la mirada y negué.
—No ¿Por qué?—Pregunté sin apenas hacerle mucho caso.
—No sé, pensé que le habías enviado algo a Zayn—Rió, pero yo negué. Aunque por dentro me muriera de ganas de poder hablarle.

De repente le timbre suena y me levanto de golpe. Marc me miró sorprendido y yo reí nerviosa. Me dirigí hacia la puerta y me encontré al repartidor tras ella, me deprimí. No sé por qué había pensado que Zayn era el que se iba a encontrar tras ella.

Le dediqué una débil sonrisa y él me la correspondió.
—Aquí tienes la pizza linda—Dijo dulcemente.
—Gracias—Añadí y le entregué lo que le debía. Cerré la puerta con la cadera y me dirigí hacia dónde estaba mi amigo—Toma, yo ahora no tengo muchas ganas de comer—El tema de Zayn me las había quitado todas.

Marc agarró mi brazo antes de que subiera por las escaleras.
—Ah no, tu vas a comer—Dijo en un tono sobreprotector.
—Que no Marc, de verdad. No tengo hambre—Suspiré. Pero a él pareció darle igual lo que le decía. Me sentó a la fuerza a su lado y me colocó un trozo de pizza delante mía.

Bufé y me digné a cogerlo. Le di un par de mordiscos y Marc me comenzó a hablar de él y de aquella chica que antes solía ser su novia.

La verdad me parecía todo demasiado trágico. No sé por qué la gente promete tanto si sabe que no lo va a cumplir, el pobre se había quedado destrozado cuándo ella le dijo que se iba a marchar, pero más aún cuándo se enteró de que le había puesto los cuernos. Pero aún así sigue aquí a mi lado y con una sonrisa de oreja a oreja.

Cómo desearía ser cómo él y no mostrar tanto mis sentimientos. Pero así soy yo, aparte de una cabezota que le da mil vueltas a una cosa insignificante.

Después de un par de horas Marc se tuvo que ir, pues su madre lo necesitaba para cuidar a su hermano pequeño. Yo me quedé sola, debía admitir que me atemorizaba quedarme sola por la noche, pues todo cambiaba y mi imaginación comenzaba a crecer.

Me digné a subir las escaleras y me metí dentro del baño. Necesitaba una buena ducha para despejarme un poco. Abrí el grifo y rápida me metí bajo él.

Mi piel se erizaba cuándo las gotas hacían contacto con ella. Me sentía tan bien, que si por mi fuera me quedaría aquí de por vida.

Después de un par de minutos me digné a salir y comencé a secarme con la toalla. Entonces me miré en el espejo y solté un leve suspiro.
—¿De verdad piensas que él sentirá algo por ti? ¿Enserio?—Me autopregunté.

Salí del baño y me dejé caer en la cama. Quizás quedarme dormida ya fuera lo mejor que hiciese, pasaba de deprimirme cómo hacía todas las noches, porque sé que acabaré llorando cómo siempre.

De repente oigo cómo algo choca contra mi ventana. Asustada sobresalté quedándome sentada cómo una india. Abrazo la almohada y me quedo admirando la ventana por si vuelve a producir el mismo sonido, y así es, vuelve a sonar una y otra vez, hasta que me doy cuenta que son piedrecitas.

Me levanto a huntadillas de mi cama y me asomo por la ventana para saber que era lo que producía aquello. Entonces sentí cómo mi corazón se contraía al ver a Zayn en mi jardín. Me sonrió nada más verme, pero yo aún seguía sin entender nada.
—¿Qué es lo que quieres?—Pregunté haciéndome la dura. Él suspiró.
—Ábreme por favor—Dijo en un susurro.
—¿Para qué? ¿Acaso vienen más cámaras?—Pregunté molesta. Él pasó su mano por su cara, frustrado.
—No, no es eso. Por favor—Sabía que no podía hacerme más la dura. Asentí bajando las escaleras y dirigiéndome hacia la puerta para abrirla.

Entonces lo vi allí. Mojado por la lluvia, pero aún así seguía quieto delante de mi. 
—Has destrozado todas mis ilusiones—Sollocé. Él negó.
—Te las has destrozado tú misma...
—¿Por qué?—Pregunté rota.
—Por esperar algo, que sabías que no te podía dar—Yo negué con lágrimas en mis ojos.
—¿Qué más daba ser tu mismo?—Él me miró y pude ver en su mirada lo roto que estaba realmente.
—¿Qué más te daba a ti dejarme improvisar? No quiero ser yo mismo, no quiero—Murmuró.
—¿Por qué?
—Porque ya éste Zayn Malik ha cometido errores inrreparables, errores que ya no me dejarán ser el mismo.
—No te dejarán ser el mismo a no ser que intentes volver a serlo—Dije. La rabia me carcomía por dentro, no aguantaba más, no quería que me viera de ésta forma.

Cogí todo el coraje y cerré la puerta, pero fue rápido y la agarró. Al tener más fuerza pudo abrirla y entró cómo si nada. La cerró tras de si y comenzó a caminar hacia mi. Tenía el corazón en mi garganta, a punto de expulsarlo.

—Mírame a los ojos—Dijo él. Yo negué.
—No puedo..
—¿Por qué?—Yo reí triste.
—Porque te darías cuenta de lo mucho que—Un nudo se formó en mi garganta—siento por ti.
—Pero...
—Ya lo sé, se que lo nuestro es imposible, pero al menos déjame con ésta ilusión.