10 de Abril de 1912
Southampton, Inglaterra.
7:43 a.m.
—¡Corre Johnny! ¡El barco está a punto de irse sin nosotros!— el rubio miro como su amigo batallaba para correr mientras cargaba su mochila sobre su hombro. Rió mientras abrazaba su pequeña maleta contra su pecho, para no perderlo de vista entre toda la gente, y se echó a correr de nuevo.
Era una mañana algo soleada en el puerto de Southampton. El olor a pescado y sal era evidente en el aire, lo cual tranquilizaba, de una extraña forma, al joven Christopher. Era un día muy importante para el pueblo, todos se habían reunido en el puerto para despedirse del RMS Titanic; el barco transatlántico más grande que se haya construido durante esta época. La gente estaba emocionada, mientras observaban como subían varios pasajeros de primera clase al barco.
Chris se detuvo en seco mientras un carruaje pasaba frente a él. Johnny, quien seguía corriendo tras él, choco contra la espalda del rubio, empujándolo y haciendo que cayera sobre varias maletas.
—¡Johnathan! ¡Maldito hijo de...!— el grito enojado de Chris fue interrumpido por otro grito, pero un poco más, ¿femenino?
—¡Maldito bastardo! ¿Qué creen que están haciendo? ¡Tiraron todo nuestro equipaje!— Johnny tomo la mano de su amigo, jalándolo para levantarlo del suelo. Ambos dieron un paso hacia atrás al ver que la señora, quien parecía ser parte de la realeza con ese vestido largo y ese ridículo sombrero hecho de plumas exóticas, los fulminaba con la mirada, realmente molesta por el acto de torpeza de ambos chicos.
—Lo sentimos mucho, señora. No fue nuestra intención nada de esto.— hablo calmadamente Chris, acercándose para levantar una de las maletas del suelo y colocarlas en el carruaje de nuevo. Johnny lo imito tomando dos pequeñas maletas redondas y acomodándolas con cuidado.
—Más les vale que no hayan roto nada dentro de esas maletas, porque si encuentro algo roto en cuanto las abra, les juro que...
—¿Madre?— la voz irritante de la señora fue interrumpida por otra más dulce, o eso es lo que pensaba Christopher. Del carruaje bajo una joven, su vestido esmeralda hacia contraste con el color negro de su cabello que estaba acomodado perfectamente en un moño que descansaba en su nuca y sus ojos verdes brillaban con la luz del sol. Simplemente hermosa, pensó Christopher.
—¡Jocelyn! Necesito que vigiles a estos chicos mientras voy con Joshua a registrarnos.— la señora sacó un pequeño abanico y apunto a ambos chicos, quienes seguían acomodando las numerosas y lujosas maletas. Christopher miro por el rabillo de su ojo como la joven Jocelyn intentaba reprimir una carcajada, lo cual se le hizo terriblemente tierno al rubio.
—Está bien, aquí me quedare.— medio sonrió la ojiverde, echándole un vistazo rápido a ambos chicos. En el momento en que su madre desapareció, se acercó a Christopher y tomo con delicadeza la pequeña maleta rosada que sostenía en sus manos y la coloco arriba de una de las más grandes. Ambos voltearon al mismo tiempo, y por un segundo, lograron ver una pequeña sonrisa en el rostro de ambos. —¿Se podría saber, sin sonar grosera ni nada, que fue lo que paso para que mi madre se enojara así?— dijo Jocelyn con un tono juguetón.
—Fue un accidente, señorita. Eso es seguro.— hablo Johnny mientras le pasaba una de las maletas grandes a Chris, sacándolo de su trance.
—Teníamos apuro por irnos a registrar también, hasta que este idiota de aquí me aventó contra sus maletas.— explico ahora Christopher mientras le daba un codazo a Johnny. Jocelyn rió mientras admiraba el rostro indignado del moreno.
—Espera, ¿según tu a quien le dices idiota, rubio?— Johnny miro a su amigo y cruzo ambos brazos sobre su pecho. Christopher abrió la boca para contestar, hasta que fue interrumpido por el grito de alguien más.
—¡Últimos pasajeros de segunda y tercera clase, favor de registrarse! ¡Últimos minutos para abordar!— Los ojos de ambos chicos se dirigieron a un hombre que pasaba entre la multitud repitiendo la misma frase una y otra vez.
—Esos somos nosotros, Chris.— Johnny tomo su mochila, colocándola sobre su hombro. —Bueno señorita, sentimos mucho el desastre que ocasionamos, pero este idiota y su amigo rubio deben irse. Fue un gusto.— y con un leve saludo de mano, se despidió.
—Por mi parte, también le pido disculpas.— Chris imito las acciones de su amigo, acomodando la última maleta en su lugar y tomando la suya para sujetarla entre sus brazos. Se colocó frente a Jocelyn, le tomo la mano, y como acto de despedida, le beso el dorso de su mano derecha, ocasionando un leve rubor en las mejillas de la joven. —Ojala y nos veamos pronto.
—Pienso lo mismo.— susurro la ojiverde. Christopher le dedico una sonrisa, y, al igual que su amigo, salió corriendo en dirección al gran barco que los esperaba.
—————
14 de Abril de 1912
11:26 p.m.
—¿Vendrás a la habitación de Miguel esta noche?— le pregunto Johnny, mientras terminaba de colocarse sus zapatos.
Hace cuatro días que el RMS Titanic había partido de Southampton, Inglaterra. Y hace cuatro días que Christopher, junto con Jocelyn, se veían todas las noches en la proa del barco sin que nadie supiera; a veces platicando, otras contando historias de su infancia, y cuando el mar estaba tranquilo, simplemente admirando las estrellas en el cielo nocturno. En tan poco tiempo, lograron conocerse mejor, y, hasta Christopher a considerado sentir una atracción hacia Jocelyn, no solo física, pero la forma de ser dulce e inocente de la chica le atraía;
la quería.—Esta vez no, Johnny. No tengo ganas.— negó la oferta de su amigo.
—No seas amargado, Chris. Sera divertido.— intento animarlo el moreno.
—Simplemente no tengo ganas de emborracharme y fumar hasta perder la conciencia, Johnny, entiéndelo.— las dos últimas veces que ha visitado la habitación de Miguel con Johnny, siempre ha salido medio borracho y con el olor a cigarro sobre él. Quien sabe cómo, un grupo de chicos lograron meter a escondidas del bar de primera clase a las habitaciones de tercera clase botellas de alcohol y varios paquetes de cigarros.
—Está bien, está bien. No quieres ir, punto.— se rindió el moreno. —Pero, yo si disfrutare un rato. Buenas noches, rubio.— se acercó a Chris y le revolvió el cabello.
—Buenas noches, cuídate.— le sonrió a su amigo, mientras este salía al pasillo del ala norte de las habitaciones de tercera clase.
Cinco minutos después, al ver que su amigo ya no regresaba a la habitación, se levantó de su cama y tomo sus zapatos para empezar a ponérselos. Reviso la hora en su pequeño reloj de bolsillo: las 11:30 p.m., la hora exacta. Tomo su chaqueta y su gorra y salió de la habitación, dirigiéndose a las escaleras que lo llevaban directo al babor del barco. Al salir, sintió la ráfaga de viento helado golpearlo, y procuro cerrar bien su chaqueta para evitar resfriarse. Siguió su camino a la proa, bajo otro par de escaleras, y ahí fue donde la vio.
De pie en la proa del barco, recargada contra la pequeña barra de metal que rodeaba toda la orilla del mar, estaba ella. Su cabello negro se mecía con el viento, al igual que su vestido blanco, con detalles de encaje plateados, se movía delicadamente. Se acercó a ella y la tomo delicadamente de la cintura, haciendo que ella brincara un poco del asombro, en cuanto vio quien era, le sonrió y lo envolvió en un abrazo corto.
—Viniste.— le sonrió la ojiverde.
—¿Por qué no lo haría?— le correspondió el rubio.
Pasaron los siguientes 20 minutos hablando de cualquier tema, recargados contra la barra de metal, mientras sus ojos se perdían en el oscuro mar del océano Atlántico. Se quedaron en un pequeño silencio, escuchando como las olas golpeaban con fuerza el barco; hasta que Jocelyn decidió hablar.
—Hay algo que nunca te llegue a preguntar.
—¿Si? ¿Qué cosa?— la volteo a ver el rubio con curiosidad.
—¿Qué haces aquí en el Titanic? Quiero decir, ¿por qué decidiste viajar a Estados Unidos?— lo miro a los ojos, esperando una respuesta.
—Como te conté, soy irlandés, y no vengo de una familia con muchos recursos que digamos. Siempre nos ha hecho falta el dinero, pero gracias a mi tío, logramos tener una vivienda decente y algo que comer para mí, mis padres y mis cinco hermanos.— la ojiverde abrió los ojos sorprendida. —Vengo de una familia numerosa como te puedes dar cuenta.— rió con suavidad el rubio. —Y la razón por la que estoy aquí, ahora, es porque escuche que hay más oportunidad para encontrar empleo en los Estados Unidos. Exactamente a qué parte iré, todavía no estoy seguro, pero intentare buscar algo para poderle enviar dinero a mis padres.
—¿Y tus hermanos?
—Cada quien decidió ir a buscar por su parte, ya sabes, para poder pagarle de alguna forma tantos años de esfuerzo a nuestros padres.— sonrió con nostalgia el rubio, no iba a mentir, extrañaba a su familia.
—Que tierno.— la miro confundido y con una sonrisa divertida pintada en los labios. —Quiero decir, que se me hace dulce de su parte ayudar a tus padres de esa forma.— le dedico una sonrisa sincera.
—¿Y tú? ¿Qué haces aquí en el tan famoso Titanic? ¿Qué planes tienes?— la ojiverde suspiro.
—Bueno, mi madre logro enviar una carta de recomendación a una de las mejores universidades en Nueva York. Y, tal parece, que fui aceptada.
—Eso es genial, ¿no? ¿Qué tienes planeado estudiar?— le pregunto con verdadera curiosidad.
—Es una universidad de bellas artes, estudiare para convertirme en bailarina.— el rubio sonrió al imaginársela vestida con un bello traje de baile, moviéndose al ritmo de la música clásica, sus pies moviéndose delicadamente por un gran salón. —Si tú tuvieras la oportunidad de ir a la universidad, ¿qué quisieras estudiar?
—La verdad nunca fui bueno en la escuela. Era muy travieso y desastroso de pequeño.— Jocelyn se imaginó a un pequeño niño de cabellos rubios, gritando y corriendo por todo el salón de clases, visitando todos los días la oficina del director. —Pero, si tuviera la oportunidad, quisiera ser músico. Hasta el momento, lo único que se hacer es tocar la guitarra y cantar un poco.
—Algún día de estos me tendrás que enseñar tus habilidades con la música.— ambos terminaron la conversación riendo, pero fueron interrumpidos por un gran golpe que sacudió a todo el barco, seguido de un grito.
—¡Iceberg a la vista!— ambos chicos voltearon a su izquierda, donde, efectivamente, había un gran iceberg, rasgando el babor del barco. Christopher se acercó a la orilla del barco, y con tan solo estirar un poco la mano, logro sentir el frio del hielo rosando la punta de sus dedos.
—¡Christopher! ¡Cuidado!— miro hacia arriba, y vio un gran pedazo de hielo despegarse del iceberg y caer enseguida de él, golpeando fuerte el suelo de madera. Se alejó, al mismo tiempo que tomaba la mano de Jocelyn y llevándosela junto con él al centro del barco, mientras veían como este daba vuelta intentando alejarse del gran iceberg.
Después de varios intentos, lograron separarse de él y seguir su recorrido. A los minutos, varios gritos se escucharon y sintieron como el barco empezaba a inclinarse, la proa empezaba a hundirse de a poco en el mar.
—Christopher…
—Vamos, no te detengas.— para entonces, el plano de cirugía del barco estaba lleno de pasajeros desesperados por salvar sus vidas. Varios ya llevaban sus chalecos salvavidas puestos, mientras otros, ante la desesperación, se aventaban al mar abierto.
—¡Mujeres y niños primeros! ¡Solo mujeres y niños!— los botes salvavidas se iban llenando de uno en uno, y cada que se llenaba uno, caía al mar y se alejaba lo más pronto posible del barco que con cada minuto que pasaba, se iba hundiendo cada vez más, la popa empezaba a elevarse en el aire, la luz empezaba a cortarse, y los pasajeros cada vez más salían de sus habitaciones.
—Jocelyn. Jocelyn, escúchame.— Chris tomó el rostro de la ojiverde entre sus manos y la miro a los ojos. Le seco las lágrimas que caían por sus mejillas y le hablo tranquilamente. —Necesito que me hagas un favor. Necesito que te pongas esto y te subas a uno de los botes y… solo sal de aquí, ¿sí?— le entrego un chaleco salvavidas y la acerco a uno de los señores que empezaban a subir gente a los botes.
—¡No! ¡Necesito que te quedes conmigo!— lloró cada vez más.
—¡Solo hazlo! Hazlo por ti, por mí. Necesito que estés a salvo.
—¡Y yo necesito que estés conmigo!— Christopher le beso delicadamente la frente y la acerco a la orilla.
—Súbanla.— le dijo a uno de los señores que subían a las mujeres al bote salvavidas. Jocelyn empezó a patalear y a gritar, sin soltar la mano del rubio. En cuanto logro subir, el pequeño bote empezó a descender, y Christopher se fue de su campo de visión.
El pequeño bote logro alejarse del gran barco, que ahora parecía un gran edificio en medio del mar. A lo lejos, logro ver como los demás botes se llenaban, esta vez con los hombres que se habían quedado en el barco, y el resto, solo seguía saltando al helado océano Atlántico. Con el paso del tiempo, los botes con los hombres se acercaban más a el resto, intento buscar la cabellera rubia de Christopher entre los hombres, pero al único que distinguió fue a Johnny, su amigo.
—¡Johnny!— le grito al moreno hasta que logro llamar su atención. El moreno volteo y vio a la ojiverde en el bote de enseguida. —¿Dónde está Christopher?— el moreno inmediatamente abrió los ojos sorprendido, y empezó a buscar a su amigo.
La búsqueda desesperada de ambos chicos fue interrumpida al ver como el barco término partiéndose por la mitad, las luces se apagaron y ambas partes cayeron al mar, hasta hundirse por completo. Ahí fue donde Jocelyn se dio cuenta:
Christopher no había bajado del barco. Las lágrimas pronto empezaron a caer por sus mejillas y lanzo un grito desesperado al aire, al ver como las últimas piezas del gran Titanic se perdían en el fondo del mar, junto al chico que había logrado llegar en lo más profundo de su corazón.
- hi or hey:
bueh, nunca creí que terminaría escribiendo algo tan largo. ((8 paginas de word a.k.a 2,832 palabras(?)
)) ojala y les guste que la verdad lo escribí en un momento de poca imaginación. lamento de nuevo la tardanza y espero a la siguiente. <333
sigue: hayes grier. ((creo.))
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
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Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
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Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
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Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
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Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
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Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
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Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
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Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.