Die in your arms.

Me gustaba tu forma de reír. Sin duda era una de esas risas contagiosas y encantadoras que podían acelerar el corazón de cualquier chica. Yo fui una de ellas y por lo que pude llegar a notar, la primera a la que le diste la oportunidad de conocerte mejor.

Recuerdo como si fuera ayer cuando nos besamos por primera vez. O mejor dicho, cuando yo te besé por primera vez. Te miré directamente a los ojos y me di cuenta de que me había enamorado de una manera tan profunda que no me daba miedo si rompías mi corazón. Y todavía lo estoy. La razón por la que te besé primero fue porque cuando estaba contigo no quería ser besada, quería besar. Besarte.

A veces extraño la cama en la que un día la ropa me supiste robar. Y extraño tus manos sobre las mías y los lunares de tu cuerpo y rostro que siempre me gustaba contar. Extraño la forma en la que te preocupabas por mí y siempre me preguntabas como me sentía. Extraño que tus labios en mi frente formen un beso, esos de los que siempre me dabas.

¿Tratabas de curarme o tratabas de romperme? Con el tiempo son lo mismo.

Pero lo más loco de todo esto, es que extraño tus mentiras. Extraño esa noche en la que te vi convirtiéndote frente a mí en el baile y tus ojos dorados captando cada uno de mis movimientos. Extraño al líder dentro de ti, en el que todos podíamos confiar.

Admito que extraño ese cosquilleo en el estomago cuando me sentía una heroína por haberte salvado el trasero varias veces. Extraño esa adrenalina y ese pánico que sentía cada vez que disparaba una flecha. Extraño sentirme viva.

¿Recuerdas esa vez que estaba en tus brazos y te confesé que quería dormirme en ellos? Estar en vilo y en tus brazos al mismo tiempo era la cosa que más me gustaba. No tenía miedo, porque sabía que tú me sostendrías. Y en el fin, a un paso de la eternidad, caí dormida en los brazos de mi primer amor. En tus brazos.

Quisiera volver a los días felices en donde los hombres lobo y los monstruos existían sólo en los cuentos. Quisiera volver a ser tuya, aunque sea una vez más. Cruzan por mi mente todos esos sucesos y recuerdos, desde principio a final, tratando de buscar algo de lo que deba arrepentirme, pero sin embargo, no encuentro nada. Cometí errores, pero no cambiaría nada.

Antes de morir, el amor habló en verdad. Miré tu rostro y supe donde estaba mi hogar. Hiciste que fuera un dulce adiós. El dolor lento se marchó y el amor todo lo curó. Lo que das nunca morirá jamás. Y me diste todo, Scott. Absolutamente todo. Hasta el día de hoy me lo sigues dando. Hasta el día de hoy veo que luchas en la batalla la cual yo morí luchando, porque nadie dijo que fue exactamente una victoria.

Me gusta pensar que morí por ti. Porque ellos podían golpearme, lastimarme, romper mi alma, quitarme todo. Matarme. Pero que por lo que más quieran, no te tocaran. No a ti, simplemente, no podía dejar que algo malo te pasara. Y sé que estoy muerta, pero no iré a ninguna parte. Así que cuando no queden más lugares en donde buscar, sólo deja la puerta abierta, te cantaré para dormir y espero que sueñes conmigo.

they say the good die young but they never really tell you that they never die alone:

Edito cuando llegue a casa (?) te quiero dejar un testamento (?)