EL DÍA NEGRO. (LOGAN LERMAN) (LIAM PAYNE)

por **Fallen3** Lun 11 Jun 2012, 7:44 pm

HOLA!
MI PRIMERA NOVELA! D:
ESPERO QUE LES GUSTE, POR FAVOR COMENTEN :)

Nombre: EL DIA NEGRO.
Autor: Fallen3 :)
Adaptación: No
Género: General
Advertencias: Puede que hayan capítulos muy cortos cuando se me vaya temporalmente la inspiración.
Otras Páginas: No. Por el momento 8)

PREFACIO:

Logan pudo vislumbrar a lo lejos una figura, se encontraba fuera de una tienda de tintes rojizos, el fuerte viendo que recorría aquellas extensiones lanzaba sus castaños cabellos hacia su rostro: un rostro pálido, marchito, decadente de cualquier indicio de su inmutable vitalidad.

Su mirada tropezó con la de Logan, era una mirada tétrica, lúgubre que logró helarle la sangre.

Logan avanzó temeroso a su encuentro. Por su mente cruzaban pensamientos atestados de desgracia, las peores escenas posibles marchaban perversas en mente. ¿Dónde está Bella? Indagaba inquieto.

Se aproximo a su amigo, cuando estuvo lo suficiente mente cerca, Alan anunció:

-Bella murió.- Sus ojos, fiel reflejo de su alma, eran dos insondables pozos de soledad; gritaban en silencio, disipados en la penumbra y marchitándose en su desesperanza.

Lovan lo miraba atónito, aun aturdido por la noticia.-¿Qué?- La voz se quebró.

- No debiste buscarme… soy la carnada.- Alan lo miraba con tristeza.- Nos encontraron.- Señaló con el mentón a su derecha y luego miró hacia algún punto en la multitud.

Logan miró a ambas direcciones, cuatro hombres a su alrededor apuntaban contra ellos.

-No…- Susurró.

Dirigió su mirada a su sombrío amigo, un celular comenzó a repiquetear, Alan buscó en el bolsillo de su chaqueta, extrajo el aparato plateado, presionó un botón y lo extendió al incrédulo Logan.

Él lo tomó desconfiado- ¿Hola?

-Lerman- Saludó una fría voz- Te propongo un trato…

CAPITULO UNO.

“DESPERTAR”.

-¡Vera! ¡Vera! ¡Maldita sea! ¡Si piensas despertar que sea ahora!

La voz retumbó en el más profundo estrato de mi mente. Como en el ojo del huracán, después de la lluvia y tinieblas pude ver la luz. Abrí los ojos y me incorporé precipitadamente, al ponerme de pié mis piernas tambaleantes no pudieron soportar mi peso, caí al suelo. Miré mi pierna, estaba sangrando.

Un halo de luz acompañado de un potente rugido me cegó obligándome a parpadear varias veces, un silencio ensordecedor se propagó en la áspera atmosfera.

“¿Dónde estoy?”

Vi fuego, el calor era casi insoportable, llamas se alzaban amenazantes a mí alrededor.
Una silueta se acercó arrebatadamente a mí, miré con más atención, el traía una máscara de gases cubriendo su rostro y vestía un uniforme de soldado, lo miré aterrada, con una rápida mirada hizo una inspección veloz de la situación, su mano se extendió, me tomó de la cintura y me obligó a incorporarme, paso mi brazo tras su hombro y me llevo prácticamente arrastrando lejos de las llamas.

No dijo ni una palabra.

Caminábamos sobre asfalto, sobre una carretera, había bruma a nuestro alrededor, engullendo todas las formas y colores, todo era gris y confuso. No había ni un solo sonido, ni siquiera el de nuestros pasos ni mi propio aliento.

Avanzamos había el sur. La bruma se comenzó a disipar. Como hormigas, un torbellino de agiles soldados corrían hacia el norte, pasando a nuestro lado sin inmutarse.

“¡¿Soldados?!” Pensè aterrada “¡¿Qué hacen soldados aquí?! ¡¿Qué hago yo aquí?!”

Comencé a toser sin dejar de avanzar, algo blanquecino caía sobre la extension y había entrado en mi garganta.

¿Era nieve? ¡Estábamos en mayo! Pero no hacia frio… miré con más atención… ¡Eran cenizas!

El que me ayudó era un chico, pude ver sus facciones cuando se quitó la mascara anti-gases, no lo reconocí, me gritaba algo que no podía escuchar y me obligaba a avanzar a trompicones mientras me sostenía.

Volteé hacía atrás, vi un helicóptero, las llamas lo devoraban velozmente. Los latidos de mi corazón galoparon helando mi sangre al momento en que comprendí: yo había estado en ese helicóptero, las llamas que había visto a mí alrededor eran porque yo había estado dentro.

Volteé hacia delante. Estaba aturdida.

Me obligue a rescatar algún recuerdo, pero mi mente no me decía nada.

En un segundo estaba en el suelo, no supe que ocurrió, el soldado me tiro al suelo y se puso sobre mí cubriendo mi cuerpo con el suyo, una segunda explosión, tan potente como la primera atravesó el cielo como un relámpago decolorando todo a su paso. Cerré los ojos no pudiendo soportar aquel insólito resplandor.

Junto con el terror, el sonido volvió a mí.

Escuché gritos a lo lejos, dando órdenes al parecer, helicópteros sobrevolaban la zona, disparos aún más lejos, un sonido como de potentes turbinas se unían al caos, ¿Aviones? ¡¿Misiles?!

Volteé al cielo, veía las cenizas precipitándose al suelo y detrás enmarcando la escena un cielo nocturno, sin luna ni estrellas, rojizo… ¿Un incendio?

Por eso deben ser las cenizas. Conjeturé.

Cálmate Vera, cálmate… Me decía interiormente.

El sujeto llevó su mano derecha a la altura de su sien, tenía un auricular... –Objetivo encontrado. ¡Código Rojo! ¡Repito! ¡Código Rojo!- Gritaba con desesperación, mientras se levantaba y me ayudaba incorporarme nuevamente.

La persona del otro lado del auricular gritaba en ingles, el volumen era altísimo, comprendía fugases palabras sobre el caos a nuestro alrededor.

Pero comprendí palabras clave: “Esperarán por ustedes 600 metros al oeste de su posición actual”.

-Entendido- Concluyó la conversación el joven. Me levantó del suelo con suma facilidad y corrió cargando conmigo hacia unos tupidos abetos que se encontraban a la orilla de la carretera.

No protesté, era más rápido de esa manera. Mi pierna no estaba en condiciones de una carrera. Y solo quería irme ya.

Se escuchaban profusos disparos, cada vez más remotos. Soslayando arboles, un grupo de soldados armados hasta los dientes, saltaron de su escondite de arbustos y dispararon contra nosotros. Nos vimos obligados a lanzarnos a un improvisado fuerte de rocas, justo a tiempo, antes de que una ráfaga de mortíferas balas nos fulminara.

-Cúbrete los oídos- Avisó súbitamente enigmático guardián con un extraño acento que no había notado.

Desprendió algo de su mochila y lo lanzo sobre nuestra barrera.

“¡Hay mierda!” Pensé. ¡Era una granada!

A continuación la explosión sacudió la desdichada tierra bajo nosotros, mi intrépido protector saltó sobre la improvisada trinchera y disparó su arma. Lo vi como en cámara lenta, las balas caían del cargador hasta el suelo a mi lado, balas aún humeantes.

Un ardor corrió desde mi pierna herida hasta mi cabeza, como mil agujas siendo clavadas sin misericordia en ella. Ahogue un grito en mi garganta, llevé mi mano hasta mi desdichada extremidad, estaba húmeda y caliente, miré mi mano, cálida sangre avanzaba perezosamente por mis dedos, miré la piel de la zona lesión pero no pude ver más que una mancha oscura bajo la pálida y deficiente luz de la luna.

Los disparos cesaron.

-¡Afirmativo!- Gritaba el chico en su auricular- A 300 metros del ob…

Un relámpago irrumpió en el cielo, el chico cayó al suelo fulminado, una bala sin misericordia lo había alcanzado.

Lo miré horrorizada mientras el alma se me caía a los pies.

Me volví a la dirección de la había provenido el disparo; Un sujeto ataviado de negro, sostenía orgullosamente un arma humeante sobre su hombro.

-Maldita, aun estas viva- Sonrió caminando lentamente hacia mí.

Sin pensármelo dos veces me precipité sobre el arma del soldado caído, la apunté hacia el asesino controlándome y evitando temblar como una miserable gelatina.

No sabía quién demonios era aquel que murió por mí, ni porque, no sabía qué demonios ocurría, no sabía dónde estaba. No sabía nada. Pero sabía que aquel sujeto era peligroso, mis sentidos se alertaron contra él. Apunté el arma contra él desde el suelo.

Se detuvo bruscamente y la sonrisa se borro de su rostro.

-¿Qué te pasa?- Inquirió secamente, sus azules ojos se fijaron en mi con una intensidad calcinadora.

-Lo… lo mataste- Acusé con una voz más frágil de lo que quería mostrar. No sabía qué hacer o decir, me pareció estúpido hasta que lo hube pronunciado. ¿Quién era él?

“Tira del gatillo de una maldita vez!” Me decía mi mente.”¡Hazlo!”

-¿Qué querías? ¿Que lo lleváramos como prisionero?- Rió sombríamente.- Estas más loca de lo que creía.
Dio un paso hacia mí.

-No te muevas-Grité amenazante al enemigo, estrujando el arma contra mis sudorosas manos.
Se detuvo de nuevo, su mirada azul me estudió como lo haría un guepardo: evaluando a su presa.

Bruscamente volteó hacia el cielo.

Un sonido retumbo contra los arboles, las copas de los pinos sobre nosotros se movían con brusquedad delirante al ser arrancadas sus hojas, que se arrojaban sobre nosotros para luego ser arrastradas lejos por la súbita corriente de aire. Volteé hacia arriba atontada, una luz se posó sobre nosotros. ¡Eran helicópteros! Varios de ellos, más de una docena pasaron de largo, dirigiéndose a la locura que dejamos atrás. Pero uno de ellos nos observaba con su gran haz de luz, comenzó a descender.

Volteé hacia el sujeto de negro justo al instante que se lanzaba sobre mí, presioné el gatillo mientras aun estaba en el aire, la bala impacto contra el, un gruñido ahogado brotó de su garganta, pero llegó hasta mí de alguna forma “¡mierda! “

Me arrastre tratando de alejarme inútilmente. Con insultante facilidad, logró quitarme el arma de las manos.

Sujetó mis brazos mientras luchaba desesperadamente por zafarme de su agarre. Una patada de mi pierna en buen estado encontró su estomago. Un atónito gemido apenas audible escapó de sus labios. Tomó mi arma que reposaba en el suelo y la apuntó a mi cabeza, me paralicé.

Llevó mis brazos a mi espalda torciéndolos, un grito de dolor escapó de mi boca. Esposó mis manos ágilmente y pronto estuve inhabilitada.

Traté de lanzar una patada hasta sus partes nobles, pero al intentarlo no pude mantener el equilibrio por la lesión. Me sostuve contra la improvisada barrera antes de estrellar contra el suelo.

El tipo me sonrió con egocentrismo.- Siempre quise hacer eso- Confesó, y elevó su mirada al cielo.

¡¿De que hablaba?! ¡Yo no sabía quien era el! Yo había estado en mi casa durmidero plácidamente y desperté en medio de este infierno.

El helicóptero pronto estuvo en el suelo, descendieron, en fracción de segundos dos sujetos, vestidos igualmente
como las sombras, se acercaron corriendo a nosotros.

-¡45!- Gritó un hombre canoso, dirigiéndose al desgraciado tipo de ojos azules-¡ ¿Que significa esto?!- Quiso saber atónito mientras me miraba.

El sujeto “45” me miró alzando una ceja y se volvió a su superior.

-Me disparó - Se justificó indignado, señalando con un gesto su brazo izquierdo, arrancó un trozo de tela y se pudo ver la mancha de sangre que comenzaba a precipitarse desde su codo hasta su muñeca. Maldita! ¡Maldita sea. Un poco mas a la derecha y hubiera entrado en un pulmón o hasta en el corazón. Y hubiese podido haber escapado.

-Libérala- Ordenó.

Negó con la cabeza- La teoría de Payn es correcta- Afirmó con un atisbo de tristeza- Lograron filtrarse los documentos de los experimentos.

Su superior frunció el seño, intercambio una mirada entre mi y el imbécil- No es posible…- Gruñó.

El chico dirigió sus ojos azules a mí y sonrió con ironía.- La prueba viviente.

PEro la expresión del hombre el mundo parecía haberse desmoronado lentamente para el. Miró a su alrededor rápidamente. Sus ojos encontraron los cuerpos sin vida atribuidos a la explosión.

-División 13- Apuntó el sujeto 45 mirando los cadáveres al igual que los dos hombres-, una lástima…

-¡Almirante!-Llamo el segundo hombre, con gafas, que descendió del helicóptero- 10 minutos para la
desinfección- Anunció con una mirada llena de terror.

El general y aquel tercer hombre cruzaron una mirada atónita, el sujeto “45” me tomó del brazo y me obligó bruscamente a ponerme de pie.

La confusión era asfixiante, sentía el sudor helado correr por mi cuerpo.

Me condujeron hasta el helicóptero. Unas blancas letras contrastaban contra el negro del helicóptero “MOID”

“¿MOID? ¿Qué es eso?” Pensé.

El almirante entró dando órdenes al piloto que se mantenía alerta en su silla.

¿Esos tipos que querían de mí?

Comencé la soltar patadas mientras el chico de gafas y “45” trataban de hacerme entrar en el helicóptero. - ¡Suéltenme hijos de p***!- Gritaba.

El chico de gafas sujetó mis piernas, logré zafarme y mi enfurecido pié encontró su rostro, cayó al suelo en un alarido de dolor.

“45” Aún me sujetaba por los brazos, luche por zafarme pero era demasiado fuerte, el almirante salió del helicóptero.- Sujétala- Ordenó.

Un objeto brillo en sus manos, una jeringa con un líquido turquesa en su interior. Se acercó a mí, tomó mi brazo y lo inyecto, solo sentí un pinchazo, mi corazón galopó frenético sin que yo pudiese hacer algo al respecto.

“45” Me soltó. Caí al suelo de rodillas, incapaz de mantenerme en pié.

Mi respiración se aceleró, sentía el oxigeno escapar de mi cuerpo, me estaba asfixiando.

-¡Vera!- Gritó “45” Poniéndose a mi altura y tomando mi rostro.

-¿Cómo sabes quién soy?- Pregunté en un murmullo, la luz se escapaba de mis ojos, al igual que mis energías.

-¿Qué era eso?- Preguntó al almirante, ignorando mi pregunta.

-Mutación del Virus H6- Aclaró.

“¿Virus?”... Solo pude pensar. Mis parpados me pesaban, y los contornos comenzaron a fundirse en un baile sin sentido ni piedad, el dolor se fue, ya no sentía nada. La luz comenzó a ser lentamente engullida por las tinieblas.

Caí en la oscuridad, ya no pude respirar.

¿QUE DICEN? ¿LA CONTINUO? :)

por **ivette gone** Mar 12 Jun 2012, 11:32 am

omg siguela es un poco confusa pero se ve interesante el de los ojos azules es logan??

por **Fallen3** Jue 14 Jun 2012, 4:48 pm

Ivette! Hola! Mi primera lectora :D EL DÍA NEGRO. (LOGAN LERMAN) (LIAM PAYNE) 88550944

Este capitulo resolverá esa duda! Y en el siguiente espero que te quede todo mucho más claro, me gustaria subir todo ahora pero necesito hacer trabajos de la escuela y odio la presion! Subiré lo que sigue tan pronto pueda! :)
¡Gracias por comentar!

CAPITULO 2 1/2

RECORDANDO EL IMPACTO.

-¿Y cual es el plan?- Preguntó una voz.

-El mismo de siempre…- Respondió otra, pero aquella voz ya la había escuchado…

Abrí los ojos, una luz blanquecina y brillante bañaba todo el lugar. Parpadeé repetidamente, adaptándome a la luz.

Estaba en una habitación amplia y blanca; techos blancos, paredes blancas y pisos de igual color, no había muebles, más que la cama donde estaba, una mesita a mi lado y un sillón frente a una ventana cerrada por unas persianas.

Un sujeto, un chico, no pasaba de los 19, estaba sentado a mi lado, mirándome con una expresión de asombro, incertidumbre pura.

En el sillón reposaba un chico ¡Era “45”!

Los recuerdos arribaron a mi mente rápidamente, uno tras otro, confundiéndome aún más.

-¡¿Qué haces tu aquí?!- Grité alterada. Traté de incorporarme de la cama, pero mis manos estaban atadas a las reposaderas de la cama.

El sujeto de ojos dorados se levantó de la cama mirándome indeciso.

Mi corazón se arrojó contra mi pecho, galopando aterrado y confundido.

-¡¿Quiénes son ustedes?!- Exigí saber.

- No puedo creerlo- Admitió el chico de ojos dorados, dándose la vuelta incrédulo y llevándose una mano a la cabeza; como si le hubieran dicho que la tierra era triangular.

Una extraña sensación se vino a mi mente, como de deja-vu. Ese tipo… ¿Lo había visto antes?

-Iré por Dominic. Avisó el caminando hacia una puerta de cristal. Antes de llegar a ella, “45” se interpuso en su camino.- ¿Qué haces?- Preguntó apenas audible.

“45” Lo miró seriamente. –En cuanto vean que esta mejor comenzará la investigación, se la llevaran y el plan se vendrá abajo.

-¡¿Cuál plan?!- Inquirió alejándose de la puerta con desconfianza.

- ¿Confías en estas personas?

El chico se reservó su respuesta desviando la mirada. Ahora parecía el comprender a que se refería. “45” Sonrió con suficiencia.

-¿Cuándo? –Susurró el chico de ojos dorados.

- En dos días.

-¡¿Dos días?! ¡Es demasiado pronto!

-Liam, no pienso arriesgarnos más tiempo, y tengo un plan.

-Y tu ultimo plan salió taaan bien- Encaró con rabia.

-¡Era eso, o arriesgarnos a que nos mataran a todos! – Gritó acercándose amenazante a Liam, apretando los puños.

- ¡Pero a costa de qué!- Me miró con el rabillo del ojo.

“45” Empujó potentemente al chico contra la puerta, el cristal se rompió en miles de pedazos, la lluvia se precipitó en el suelo emitiendo un ruido espantoso.

Una alarma irrumpió en la atmosfera. El sistema de seguridad se había activado.

Cruzaron una larga mirada en la que el aire pareció estremecerse. Liam desvió su mirada a sus manos estaban húmedas y con un liquido espeso escurriendo de ellas, pedazos de cristal se habían incrustado en ellas.

“45” Buscó algo en su chaqueta de cuero, la misma que traía en nuestro ultimo encuentro, un escalofrió me recorrió al recordar la escenas.

Sacó una tarjeta pequeña, se la arrojo al chico aún en el suelo, esta aterrizó a su lado. Liam la tomó mientras el enigmático sujeto de ojos azules se daba la vuelta sin agregar nada más y a continuación alejarse por el pasillo.

Miró la tarjeta en sus manos, aun mueca apareció en su rostro, y la guardó rápidamente en su bolsillo al momento que pasos comenzaron a retumbar entre los laberinticos pasillos.

Se levantó del suelo ágilmente, sin apoyar las manos heridas en ningún lado.

Su mirada despreocupada se encontró con la mía; aterrorizada y confundida.

-¡Payne!- Gritó una voz en el pasillo, un hombre elegantemente vestido se aproximó a él con una cuadrilla de hombres armados listos para atacar.- ¡¿Qué ocurrió aquí?!

-Logan- Dijo sin inmutarse, como si aquello resolviera todo.

El hombre canoso miró las manos de Liam un instante frunciendo el seño, desvió su mirada al interior de la habitación, y al encontrarme pareció relajarse al igual que sus hombros.

Hizo una seña con la mano a los hombres armados y estos se alejaron sin protestar. Segundos después la alarma se apagó al fin.

El elegante hombre se internó en la habitación, Liam lo siguió, pero de desvió y entro en una puerta blanca que ni siquiera había notado. Un sonido de agua corriendo apareció ¿Era ese un baño?

-Hola Vera- Llamó mi atención el señor a mi lado, aun a una prudente distancia.- Soy Dominic Taner.- Se presentó con una sonrisa.- Lamento el trato que has recibido, las medidas tomadas son para la seguridad de todos, te liberaremos pero debes permanecer calmada ¿Esta bien?

Asentí con la cabeza.

Había un pequeño teclado numérico en la reposadera derecha de la cama, Dominic avanzó hasta el y tecleó el código.

Mis manos quedaron liberadas al instante.

Me levanté de la cama lentamente, no me había dado cuenta, pero ya no traía mis ropas, tenia una bata blanca con una cinta dorada en la cintura.

-Veo que estas bien.- Afirmó Dominic.

-No del todo.- Afirmó Liam atravesando el marco de la puerta.

-¿Qué hago yo aquí?- Inquirí tratando de no alterarme, mis manos temblaban, pero mi voz sonó firme.- ¿Qué pasó? ¡El tipo que te lanzó contra la puerta trató de asesinarme!

Dominic lanzó una clara carcajada.- No en realidad, Lerman no se atrevería… ¿Recuerdas algo antes de que te el encontrara?

-¡¿Que no se atrevería?! ¡El tipo nos disparó!

-No a ti, al enemigo.- Aclaró Liam.

Sacudí la cabeza confundida.- ¿El enemigo? ¡El chico al que mató no era el enemigo! ¡Me salvó la vida!

Liam me miró con tristeza mientras Dominic escrutaba mi mirada, como tratando de averiguar que pasaba por mi mente.

-Creo que Liam debería explicarte las cosas.- Resolvió Dominic dirigiéndose a la puerta, o mas bien dicho donde había estado.- Payne, la reunión del consejo será a las 9 en punto, sin falta y asegúrate que Lerman asista, hay asuntos que necesitan tratarse con urgencia.

El castaño asintió. Dominic salió de la habitación con los restos de cristal crujiendo bajo sus pies.

-No estoy seguro por donde comenzar, Vera.- Admitió el un tanto cohibido.

- ¿Porqué estoy aquí? ¿Dónde estoy?

-Estas en la base de operaciones de la MOID, estamos bajo el atlántico ahora mismo, a unos 3000 metros bajo el nivel del mar.

- ¡¿Cómo?!- Sentí nauseas y pánico… era claustrofóbica.

-Lo se, te costó acostumbrarte, lo harás de nuevo. Solo no pienses en eso.

-¿Hacerlo de nuevo? Yo no te conozco! ¡Jamás eh estado aquí!

-Si nos conocemos y si haz estado aquí.- Afirmó con una mirada de comprensión.

-¡No, claro que no! ¿Cuánto tiempo llevo aquí?! ¡Mis padres van a matarme si no saben donde estoy…!

-Vera, calma, solo sienta y escucha ¿Quieres? Es difícil para mi explicártelo también, no se por donde empezar…

¿Qué es lo ultimo que recuerdas que hiciste?¿ Antes de despertar en medio de la batalla?

Lo miré con desconfianza. Esto tenia que ser una broma…

-Yo estaba en mi casa, estaba durmiendo y desperté en medio de ese infierno.

-¿Qué fecha era esa?

-No lo sé. ¿Qué fecha es hoy? Réstale un día y listo.

-Hoy es 29 de Enero del 2014.

-¿2014? No, estas equivocado.- Afirme sonriendo nerviosamente.- Estamos en el 2012. Es verano, pero no recuerdo la fecha exacta…

Liam me miró penetrantemente, sus ojos desvelaron un extraño brillo y una extraña sombra de escepticismo apareció en su mirada.

Desvió su mirada, caminó hasta el sillón blanco y se dejó desplomó sombre el.

-¿Dices Verano del 2012?

-SI…

-¡¿Entonces por qué no puedes recordarme?!

-¿De que demonios estás hablando?

Se puso de pie y camino hasta mi, me aleje unos pasos pero me atrapó sosteniéndome por los hombros, obligándome a mirarlo a la cara.

-Mírame a los ojos y dime que no sabes quien soy.- Dijo con contrariedad en la voz.

-No te conozco.- Afirmé zafándome de su agarre y retrocediendo, tratando de huir a su mirada.
Comenzaba a asustarme aun más.

-¡Te conozco de toda la vida! ¡¿Porque puedes recordar todo lo demás y a no a mi?!

-No se nada de ti! ¡¿Qué quieres que te diga?!

-¡Intentalo! ¡Mi nombre es Liam! ¡Nos conocimos en el jardín de niños, no tienes hermanos, pero siempre quisiste tener una hermana mayor, tuviste un perro llamado Dom que murió durante el incendio de tu casa a los 12 años, por eso odias el fuego y los espacios cerrados, tuviste que ocultarte en un armario! ¡Se que tu color favorito es el azul por que te recuerda el océano.

Me miró largamente, pensando si debia decir lo siguiente. Negè con la cabeza. NO es posible que el supiera todo eso... Todo lo que habia dicho era verdad, pero yo jamás la habia visto.

- Sabemos por que no recuerdas nada... Pero antes tienes que escuchar algunas cosas...- Se dirigió hasta la mesita de noche y abrió un cajon, extrajo un brillante sobre plateado. La garganta se me contrajo en un nudo- ¿Recuerdas esto?

Claro que sabia que era. Pero lo habia perdido hacia mucho tiempo.

-Me lo dejò mi padre antes de morir... ¿Como es que tu lo tienes?

por **ivette gone** Jue 14 Jun 2012, 10:39 pm

OMG SI ERA LOGAN :D EL DÍA NEGRO. (LOGAN LERMAN) (LIAM PAYNE) 88550944

AAWW LIAM ESTA ENAMORADO DE VERA???? :D SI ES ASI MALDITA QUE SUERTE :caliente2:
AMI ME DARIA MIEDO DESPERTARME EN EL FUTURO POBRE
SIGUELA ES GENIAL TU NOVEE

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