The window. (Larry Stylinson-One Shot)

por **Emily Rawson** Vie 09 Ene 2015, 7:23 pm

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Ir todos los dìas a estudiar, escuchar a los profesores, tomar apuntes y quedarse sentado en una incòmoda silla por màs de siete horas es realmente cansador. Pero no se vuelve tan aburrido como parece si puedes observar la ventana del vecino...

>OTRO OS WI<

>Autor: La fea de yo *alza la manita*

>Contenido homosexual, si no quieres leer, no leas, pero si realmente lo haces te agradecería muchísimo.

>Puedes pasarte por mi novela (ya terminada) y mi otro one shot:también en wattpad

>Espero que esto quede como tengo planeado y que les guste♥

>Emily.

por **Emily Rawson** Vie 09 Ene 2015, 7:39 pm

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The window. (Larry Stylinson-One Shot) 2zhk4np

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Parte I

El trabajo le parecía algo aburrido y puede que sin mucho sentido, pero como todo proyecto escolar, era obligatorio. Louis sólo trataría de hacer todo bien para aprobar la materia.
Que estuviera estudiando artes no significaba que le iba muy bien en todo, definitivamente dibujo era una de sus materias favoritas, pero no estaba seguro de poder disfrutar este último trabajo.
El proyecto consistía en dibujar, retratar, o pintar algún ser vivo, con la particularidad de que no debía ser un único dibujo, si no, un dibujo de aquél por semana, para ver la evolución, los cambios y los estados de ese ser vivo.
La mayoría había optado por pintar alguna planta (lo más simple), o a sus mascotas, parejas o amigos.
Actualmente se encontraban en invierno, y el proyecto debía realizarse hasta el fin del año escolar.
Mañana empezarían el trabajo, los que dibujaban en la casa tenían que traer al menos el boceto, y los que lo hacían en la escuela debían traer todos sus materiales.
Louis aún no sabía qué hacer, pero se decidió cuando salió de la universidad, apenas vio que el hombre que vivía en el edificio de en frente se había mudado y le había dejado su departamento a un joven alto y con bastante cabello.

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La calle Welston tenía un tránsito normal, y uno bastante complejo en los días de semana debido a la universidad que llevaba el mismo nombre. En frente de ésta había un pintoresco y a la vez viejo, edificio, y al lado de él una verdulería, a la izquierda una panadería y del otro lado una tienda de ropa.
Aquél jueves, cuando Louis ingresó a su clase de dibujo, lo primero que hizo fue mirar a la ventana del aula, la cual daba directo a otra ventana, pero del edificio. Desde aquella ventana se podía observar el departamento de, ahora, un muchacho de pelo largo. La ventana solía estar abierta cuando el hombre más grande vivía allí, y ahora estaba exactamente igual.
Cuando Louis se aburría en alguna clase, miraba hacia la ventana y observaba cómo el hombre ex dueño de aquel departamento miraba la televisión y se alimentaba de cosas fritas. Ahora era diferente, Louis miraba hacia el interior del departamento esperando a que aquel nuevo dueño se apareciera por la ventana así él lo dibujaba.
A penas lo vio entrar a su casa, con bolsas de compra en mano, anotó en su hoja “Día 1, Jueves 4 de diciembre”.
Desafortunadamente, lo primero que hizo el joven fue irse a otra sala (probablemente la cocina) la cual no se podía ver desde la ventana.
Louis pensó que había perdido su oportunidad de retratarlo desde su asiento de escuela, pero eso no fue cierto porque el rizado apareció justo en la ventana, plantando unas semillas en el pequeño borde de la ventana que servía de cantero.
Rápidamente, tomó su lápiz y empezó con finos trazos a dibujar la melena de aquel muchacho plantando.

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La semana se pasó rápido y ya era miércoles 10, faltaba poco para navidad y para su cumpleaños, aunque su mente sólo pasaba por aquél chico de rizos y ojos verdes. Tal vez estaba actuando de manera acosadora, pero desde la semana pasada lo estuvo observando bastante a pesar de que no estuviera en clase de dibujo. Desde su banco lo veía reírse mirando televisión, por lo que supuso que le gustaba la comedia. Lo había visto con largos abrigos cada vez que salía del departamento, y también se había dado cuenta de que tenía un gato, o una gata. Todos los días el chico se asomaba a su ventana para respirar aire fresco y regar la planta del canterito.
Sacó su lápiz con emoción y anotó la fecha del día. Luego de unos minutos el joven apareció por la ventana, regando con una pequeña sonrisa plantada en su rostro.
Louis captó con su dibujo aquella escena y se fue de clase contento, aquel muchacho le estaba llamando mucho la atención y definitivamente tenía un rostro especial.

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Era jueves, y como todas las semanas, otra vez tenía dibujo. Aprovechó esa clase para retocar los gestos del chico en la ventana, aunque nunca apareció por su departamento en el horario de clase
.
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El viernes se juntó con sus amigos, Liam y Zayn estaban muy emocionados por el cumpleaños de Louis, ambos sabían que cada año el ojiazul preparaba una enorme fiesta llena de alcohol, música y cosas incoherentes que hacían que fuera la mejor noche buena de todas.
“¿Y qué tienes preparado para este año, Louis?” Le preguntó Zayn.
“Nada, aún” Los otros dos se quedaron sorprendidos por su respuesta.
“¿Cómo que aún no tienes nada preparado?”
“Falta, tengo tiempo” Ondeó su mano sin preocupación.
“Amigo ¡Faltan sólo doce días!” Aclamó Liam.
“Tengo tiempo” Repitió, dándole un sorbo más a su lata de cerveza.
“Doce días no es nada de tiempo para Tommo” Le recordó dándole una palmada en la espalda.
“No tengo muchas ganas de hacer una fiesta o algo así”
Zayn casi escupe la cerveza cuando escucha eso.
“¿Qué estás diciendo?” Le preguntó el moreno “¿A caso quieres romper la tradición de cada año?” Arqueó una ceja.
“No, es sólo que no tengo ganas…” Se encogió de hombros.
“Louis” Liam tocó su hombro “¿Estás bien? ¿Pasó algo? ¿Necesitas ayuda?” Louis sacó su mano de encima.
“No” Bufó “Estoy bien”
“¿Entonces qué diablos te pasa?” Reprochó Zayn “No nos podemos quedar sin una Tommo-Fest este año”
“Cancelé la cena familiar para ir a tu fiesta” Comentó Liam.
“Empezaré con los preparativos la semana que viene” Dijo para que los dos se quedaran tranquilos.

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Quizás no eran tan interesantes los dibujos del muchacho regando en diferentes posiciones, ya había pasado otra semana y Louis quería que este trabajo se volviera más interesante. Él quería encontrar una razón por la cual dibujar al chico de la ventana. Él quería descubrirlo, conocerlo, quería saber quién era el jovencito de pelo largo.
Jueves 18 de diciembre, no faltaba nada para su cumpleaños y mañana era el último día de clases antes del descanso de invierno. Ya había empezado un poco con los preparativos (con ayuda de Zayn y Liam) y planeaba mañana correr la voz sobre su fiesta.
Miró los tres dibujos del chico, el de ayer, hasta ahora, era su favorito. El rizado estaba aplastando su cabello con un beanie de color azul, se veía pálido y con los labios un poco violetas, hacía mucho frío y se había abrigado con un camperón verde oliva. Se veía adorable regando con tanto frío, parecía una estatua de hielo que sólo movía su mano derecha para regar y tiritaba.
Hoy día la ventana estaba cerrada, pero con las cortinas corridas, lo que permitía la vista de Louis.
El joven entró en la sala, se sentó en el sillón y colocó a su gato (o gata) sobre su regazo mientras comía unas facturas que parecían recién horneadas.
Pasaron varios minutos y Louis se quedó así, con su rostro en su mano y observando todas las acciones del muchacho que miraba tele riendo.
Un rato antes de que sonara la campana que indicaba el final del día en la universidad, el rizado miró la hora, o algo, que hizo que saliera rápidamente del departamento, dejando a su gato y las facturas sobre el sillón. Al segundo volvió a entrar y salió nuevamente con el abrigo verde sobre su sweater.
La campana sonó, Louis tomó sus cosas y salió.
En la salida se encontró a Zayn hablando sobre la “Tommo-Fest” con algunas chicas, la mayoría de ellas, rubias. Saludó y luego se fue hasta la esquina, en donde estaba Liam esperándolo para irse en micro.
“Hace demasiado frío” Le dijo temblando, Liam, mientras se abrazaba a sí mismo con sus guantes.
“Lindo gorrito” Le dijo jugando con el pompón de este.
“No te burles de él, era el único que encontré a mano” Dio un paso hacia atrás para que Louis dejara a su gorro en paz “¿Vamos?” Le preguntó.
“Iré a la panadería, tengo algo de hambre ¿Me acompañas?”
Liam hizo un puchero.
“¿No esperas hasta llegar a tu casa?”
“Necesito comer algo ahora, tengo un antojo de facturas. Puedes ir yendo si quieres, no hace falta que me esperes”
“Como quieras…” Liam lo saludó y fue rápido hacia la parada.
Louis cruzó hacía en frente y se dirigió a la panadería.
Abrió la puerta, haciendo sonar la campanita de entrada. El aroma de comida recién horneada le dio más hambre. Miró todo lo que estaba expuesto y levantó la vista para encontrarse con el vendedor.
“Buenas tardes” Saludó el que atendía. Louis sonrió notablemente cuando reconoció quien era. “¿Qué desea para su compra?” Le preguntó y Louis sonrió aún más. Su voz era áspera, ronca y lenta, nunca habría imaginado que podría hablar así.
“Ohm…” Dijo, dudando su respuesta y balanceándose en sus pies “¿Qué es lo que tienes recién salido del horno?”
El rizado también dudó en responder, pero un muchacho rubio se acercó y contestó por él.
“Medialunas, tortitas, pan casero, y en un minuto tenemos listos los muffins”
“Gracias…” Le dijo el ojiverde dejando claro que no se acordaba de su nombre.
“Niall” Completó su oración.
“Gracias Niall”
“De nada, Harry”
Se llamaba Harry, Louis acababa de descubrir algo nuevo. Sonrió por eso, también.
“Me gustaría esperar por los muffins” Le respondió.
“Genial, tenemos-“Harry tomó una nota pegada en frente de él “-de manzana, chocolate, vainilla, naranja y algunos de frutilla”
“Bien” Siguió balanceándose, mientras apreciaba la gentil sonrisa que le estaba regalando Harry “¿Qué tal uno de vainilla?”
“Buena elección” Harry se dio media vuelta y recogió la bandeja que le entregaron “¿Cuántos?”
“Cinco están bien”
El ojiverde tomó cinco muffins de vainilla y los metió en una caja que llevaba el logo de la panadería. Guardó la caja en una bolsa y se la entregó a Louis.
“Serían…” Harry miró otra nota en frente de él “Dos dólares con cincuenta”
El ojiazul sacó dinero de su bolsillo y se lo entregó.
“Eso sería todo, gracias por su compra”

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El viernes llegó y la gente estaba más que enterada sobre la fiesta de Louis. Ahora sólo debería calcular la gente que iría y encargarse de la comida, Liam y Zayn se habían ofrecido para ayudarlo con la decoración navideña y cumpleañera.
“Esto será genial” Comentó Zayn saliendo del instituto.
“Más que genial” Lo corrigió Liam.
“Me encargaré de que todo este verde, blanco y rojo”
“Hay más colores navideños” Le dijo Liam.
“Lo sé, pero esos son los principales. Ya tengo listas las guirnaldas, los globos, el cotillón y todo eso” Sonrió, orgulloso.
“¿Conseguiste el pene?” Le preguntó Liam.
“¿Qué?” Dijo, confundido, Louis.
“Sh, no tenías que hablar sobre eso” Le pegó en la cabeza.
“¿El pene de qué?” Siguió el ojiazul.
“Te enterarás en tu cumpleaños”
“Zayn colgará globos en forma de pene” Soltó rápidamente Liam, alejándose para no recibir otro golpe.
“¿Quién permitió eso?” Preguntó Louis.
“Yo mismo. Iba a ser una sorpresa… ¡Pero este buchón cagó todo!” Se enojó.
“Exijo que cambies esos globos”
“Eran esos, o los que tenían forma de Kitty”
“Prefiero los de Kitty”
“Todos sabemos que eso es mentira, nunca preferirías una gatita si tienes como otra opción varios penes”
“De muchos colores” Aclaró Liam.
“Cállate”

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21 de diciembre en Londres, cada día hacía más frío y Louis ya extrañaba la universidad y la ventana de Harry.

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El 22 de diciembre tenía que definir sus ideas sobre la comida, Liam le había dicho que alitas de pollo para todos sería lo mejor, pero no estaba muy seguro de aquello. Podría simplemente pedir unas cuantas pizzas la misma noche del 24 y ya se la arreglaría mañana con lo dulce.

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Martes 23 de diciembre. Liam había conseguido un pastel de cumpleaños con varios adornos de pinos de navidad, ahora él mismo tenía que encargarse de lo único que faltaba.
No dudó mucho en pensar en la panadería a la que tenía (y quería) ir. Tomó uno de sus abrigos y se subió al mismo micro que lo llevaba a la universidad.

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A penas llegó, la campanita de entrada sonó. Al parecer llegó justo, porque Niall se estaba despidiendo para irse y Harry estaba guardando sus cosas.
“Harry, atiéndelo, yo me voy…Chao” Saludó y se fue.
“Hola” Dijo Louis acercándose a Harry.
“Hola” Le sonrió “¿Qué necesita?”
“Galletas de navidad”
“¿Cuántos gramos?”
“Un kilo”
“¿Un kilo?” Le preguntó, sorprendido.
“Sí, es para mañana” Le sonrió.
“Wow, espero que hayan quedado…” Harry entró a la cocina y volvió con una caja que parecía pesada, la colocó en la pesa y la pantalla le indicó que habían dos kilos y medio allí adentro “¿Un kilo, entonces?”
“No, preferiría que me dieras la caja entera” Harry se sorprendió más.
“¿Se junta toda la familia, eh?” Le sonrió mientras cerraba la caja con cinta.
“No, mañana es mi cumpleaños y digamos que va a ir demasiada gente”
“Wow, espero que las galletas alcancen” Louis le devolvió la sonrisa “Adentro hay en forma de pino, de muñecos de nieve, regalos y cosas bien navideñas…. ¿Algo más?”
“Sí ¿Hay muffins?”
“Sí, en especial de frutilla y naranja”
“¿Y cupcakes?”
“Sobró algo…” Harry volvió a entrar a la cocina y volvió con una bandeja “Sólo estos”
“No creo que alcancen, pero me llevo todos” El rizado hizo lo mismo que hizo el otro día con los muffins y le entregó la bolsa a Louis.
“¿Alguna otra cosa?” Preguntó amablemente.
“No, creo que no…”
“Serían…” Hizo la cuenta en la calculadora “Treinta y cinco dólares”
Louis buscó en sus bolsillos y le entregó el dinero.
“Eso sería todo…Gracias por su compra”
“De nada”
“Que tengas una feliz navidad” Le dijo antes de que saliera de la panadería, con las cajas.
“Gracias, igualmente”
Intercambiaron sonrisas y casi se olvida que tenía que irse cuando vio los hoyuelos de Harry.
Luego, se decidió en salir y frenó en la esquina a acomodar todo, metió la caja con cupcakes dentro de la de las galletas y se paró para volver a su casa, pero escuchó a Harry cerrar la puerta de la panadería y se acercó a él.
“¿Necesitas ayuda?” Le preguntó al ver que tenía bastantes cosas en sus manos.
“No, no…Esta…bien” Intento tomar las tres cajas a la vez.
“Deja que te ayude” Insistió y le quitó una de las cajas.
“Gracias, tengo que llevar esto a mi departamento, no queda lejos pero es bastante para mí” Sonrió. Louis tenía ganas de abrazarlo en ese momento, se veía malditamente adorable intentando hacer fuerza para agarrar todo al mismo tiempo.
“No hay problema” El ojiazul siguió los pasos de Harry aunque ya supiera en dónde vivía. Ambos entraron al edificio y subieron en el ascensor hasta llegar al piso correcto.
“Por aquí” Le indicó su habitación. Sacó las llaves del bolsillo trasero de su pantalón y abrió la puerta “Hey, Minnie” Saludó a su gata apenas entró. Louis se rió por eso “Ven, pasa”
Los dos dejaron las cajas en el suelo. El departamento era bonito, adorable cómo Harry, el sillón era más grande de lo que parecía desde la universidad, su gata era blanca (no era un gato), la cocina estaba detrás del sofá y había un pequeño pasillo que seguramente dirigía hacia un baño y el dormitorio.
Louis no se quería ir, y tampoco quería ser un molesto desconocido, pero realmente deseaba conocer a Harry.
“¿Te mudaste hace poco?” Le preguntó, tratando de ser casual.
“Sí, vivía en Cheschire, afortunadamente mi hermana me consiguió este departamento. Es chico pero cómodo” Admitió.
“Que bien…” Louis miró hacia el televisor, el cual estaba en un mueble algo complejo. En el mueble de madera había varias notas pegadas en papeles de diferentes colores, en algunas habían horarios, en otras fechas de salidas, trabajo, hasta de programaciones de películas. Harry seguía acomodando las cajas que habían traído “¿Quieres que te ayude?”
“No, no…Gracias” Se paró “Muchas gracias por ayudarme con las cajas”
“No es nada”
Se formó un silencio algo incómodo.
“Ohm, bueno, creo que debo irme” Fue lo peor que podría haber dicho si quería quedarse.
“Muchas gracias…” Dijo esperando a saber su nombre.
“Louis, me llamo Louis”
“Lindo nombre”
“Gracias”
“Gracias a ti, por lo de las cajas”
“De nada” Louis tomó su caja de galletas y se acercó a la puerta con la compañía de Harry y su gata “¿Te gustaría ir a una fiesta?” Preguntó repentinamente, antes de irse y de que le cerrara la puerta.
“Ehm, sí” Contestó.
“Mañana, bueno, si no tienes nada que hacer, claro”
“Soy nuevo aquí, y mi familia está algo lejos así que no tenía nada planeado”
“Genial, digo, oh, pero…Bueno, genial. Es en un garaje que me prestan para cada navidad”
“Te agradecería si pudieras escribir la dirección, la hora, el día, todo” Le pasó un papel de color amarillo y una lapicera. Louis escribió todo lo que le pidió, incluyendo su número de teléfono.
“Aquí está” Le pasó el papel.
“Gracias por la invitación. Trataré de no olvidarlo”
“Puedes invitar a tu amigo, también”
“¿Qué amigo?”
“El rubio…De la panadería”
“¿Quién?”
“Niall”
“Oh, sí, cierto, Niall. Bueno, le avisaré…Gracias de nuevo”
“Deja de agradecer, está bien. Nos vemos entonces”
“Nos vemos”

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24 de diciembre, su celular estaba repleto de mensajes de feliz cumpleaños, entre ellos el de su madre que lo esperaba para un almuerzo navideño al día siguiente, y el de Liam, diciendo que estarían a las seis en el garaje para decorar todo.
Su emoción festiva se agrandó cuando vio otro de los mensajes:
“No puedo creer que estoy invitado a una fiesta de Louis Tomlinson. Wohoo! Esto será grande, hermano! Por suerte Harry no se olvidó de avisarme, el garaje no queda lejos de mi casa, así que le recordaré a rizitos que vamos a tu fiesta esta noche!”
Al segundo recibió otra notificación:
“Gracias por la invitación y feliz cumpleaños! A partir de ahora tendrás facturas por un mes, gratis! Niall”
Louis no tenía idea de que sus fiestas eran conocidas hasta por el chico de la panadería, pero la mejor noticia era que Harry asistiría.

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Louis llegó al garaje unos minutos después de Liam y Zayn, quienes estaban algo enojados por su impuntualidad.
“Me tenía que bañar” Se excusó.
“Sí, claro, vamos, ahora abre” Lo apuró el moreno, quién llevaba en sus manos dos bolsas llenas de cotillón.
Louis se acercó al portón y los tres ingresaron al salón.
“Liam, saca la escoba del auto, definitivamente tenemos que hacer una limpieza aquí” Tosió, señalando el polvo de las esquinas, mientras se colocaba un par de guantes descartables.
“¿En serio, Zayn?” Le preguntó el cumpleañero “¿Guantes?”
“Esto es un asco, no pienso ensuciarme para la Tommo-fest”
Liam volvió con una escoba, una pala, y varios productos de limpieza.

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Luego de la limpieza profunda de Liam y Zayn, Louis llevó la heladera a su lugar, colocaron unas cuantas mesas, y los dos primeros empezaron con la decoración.
Zayn no se olvidó de los globos.
“Son unos idiotas” Fue lo único que dijo Louis al respecto “Podrían haber comprado unos con forma de árbol de navidad, sería más…creativo”
“¿Creativo? Esto es lo más original que he visto”
“No mientas”

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Los decoradores se fueron a sus casas para cambiarse y no tardaron en volver para ayudar a Louis con la comida.
En pocas horas la gente empezó a llegar y más de la mitad ya estaba ebria.
Todo iba a la perfección, música, alcohol, comida, chicas, chicos, pero Louis aún no se sentía cómodo. Se estaba divirtiendo, con sus amigos, compañeros, y ese grupo de gente que no conocía, aunque él quería ver una melena rizada cerca.

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Ya casi era medianoche, faltaba poco para navidad y recién en el momento que pudo estar seguramente de pie, se encontró con una cara familiar.
“¡Hey! ¡Niall!” Lo saludó, agarrándolo por el hombro.
“¡Louis! Feliz cumpleaños” Le dijo con una sonrisa, mientras tomaba a una morocha por la cintura.
“¿Y Harry?”
“Oh, se quedó afuera” Gritó por el elevado volumen de la música.
Niall le siguió hablando, pero Louis sólo dio media vuelta y salió de la fiesta, no sabía si era por su estado de ebriedad o sí realmente no quería despreciar otra oportunidad para hablar con el rizado.
Aire puro, no tenía cuerpos pegados a él y el olor a transpiración mezclada con cerveza ya no estaba. Era una linda noche, ahora que se dio cuenta. Se acercó al jardín y encontró a un joven de melena rizada sentado en la orilla de la calle.
Harry tenía puesto un bonito sweater navideño, de hecho, se parecía bastante al que llevaba Louis.
“Harry” Lo tomó por la espalda, mientras se sentaba a su lado “¿Cómo estás, amigo?” Él se estremeció un poco por la cercanía.
“Ehm…” El rizado miró el paquete que tenía en sus manos “Louis ¿Louis? ¿Tú eres…Louis, cierto?”
“Creo que el alcohol te ha hecho mal” Se rió sin sentido. Harry se quedó mirándolo, con rareza “Sí, Louis soy yo”
“Oh, feliz cumpleaños” Le entregó lo que llevaba en sus manos.
“Gracias” Sonrió, él lo había tenido en cuenta, le había traído un regalo.
Abrió el paquete y se encontró con un simpático globo de nieve, de aquellos que los sacudes y se llena de pequeños copos de nieve. Este, tenía en su interior, un bonito árbol de navidad.
“Es muy lindo, gracias”
“De nada” Dijo algo tímido.
“¿No quieres entrar?” Señaló el garaje.
“No, gracias” Sonrió débilmente.
“Parece que tienes algo de frío ¿Seguro que no quieres entrar?” Pasó y dejó su brazo por la espalda de Harry.
“No, estoy bien” Repitió esa sonrisa.
“¿Sabes? Realmente tengo muchas ganas de conocerte” Dijo tocando con su dedo, la punta de la nariz del ojiverde.
“A mí también me gustaría…conocerte” Parecía inseguro.
Louis estaba más ebrio de lo que pensaba.
“Cuéntame sobre tu gata”
“La tengo desde pequeño, se porta bien, le gusta comer galletas dulces y jugar con su juguete, y se llama…Minnie”
“Ja, es tan irónico” Rió.
“¿Por qué?”
“Porque Minnie Mouse es un ratón, y los gatos comen ratones, y tu gata se llama como un ratón” Explicó.
“¿Tienes mascotas?”
“Nop, vivo en absoluta soledad, en un departamento a unas calles de la uni”
“¿Vives aquí, entonces?”
“No, no, vivo algo más lejos. Este garaje me lo prestan todos los años mis primos que se van de vacaciones para navidad”
“¿No te gustaría adoptar, algo, para no estar tan solo?”
“Sólo tuve un hámster cuando era niño, se llamaba Puffyto, murió aplastado por Liam”
“¿Liam?”
“Sí, Liam, mi mejor amigo de la infancia y actual. Cuando teníamos diez años se sentó sobre mi hámster, fue la peor muerte que pudo haber tenido”
Harry se rió “Pobre”
“Sí, pobre Puffyto ¿Y tú, eras de Cheschire?”
“Exacto ¿Cómo lo sabes?”
“Me lo dijiste el otro día, en tu casa”
“¿Estuviste en mi casa?”
“Sí, para invitarte a mi cumpleaños”
“¡Oh, sí! Ahora lo recuerdo”
“Bueno, si eras de Cheschire ¿Qué haces aquí?”
“Necesitaba un espacio personal, por un tiempo. Mi hermana también vive en Londres, pero bastante lejos de aquí, y me consiguió un departamento sencillo, en dónde me puedo quedar por el tiempo que necesite” Sonrió, a gusto.
“¿Y la panadería?”
“Trabajo que conseguí, también trabajé en una panadería en Cheschire”
“Que suerte, te mudaste al lado de tu trabajo”
“Sí… ¿Tu trabajas en algo?”
“No, sólo me dedico a estudiar”
“¿Y cómo te mantienes?”
“Plata de mi padrastro”
“Ah, tienes la vida fácil”
“No es tan sencillo como parece ¿Tú estudias?”
“No, deje la universidad en el segundo año y me enfoqué en conseguir trabajo”
“¿Cuántos años tienes?”
“20”
“Oh, bien, yo 23 recién cumplidos”
Harry mostró sus hoyuelos. Louis se sintió en el cielo.
Una alarma de celular empezó a sonar, Harry sacó el aparato de su bolsillo y leyó su recordatorio.
“Disculpa, tengo que hacer una llamada” Louis sacó su brazo y el rizado se puso de pie, marcando un número por el teléfono.
Al segundo fue atendido y al mismo instante el lugar se llenó de fuegos artificiales.
“¿Mamá?” Dijo Harry “¡Feliz navidad!” Mordió su labio inferior, como si se hubiera sacado un gran peso de encima al decirle eso a su madre.
La música se apagó un poco y algunos de la fiesta salieron para observar el espectáculo de celebración navideña.
Al rato Harry terminó su llamada y se acercó a Louis.
“Feliz navidad”
“Feliz navidad”

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“¡Tommo! Feliz navidad” Dijo Zayn, quién estaba preparando algo en su cocina, sin remera y con un gorro de papá Noel.
“¿Ah? ¿Qué haces en mi casa?” Preguntó, rascando sus ojos.
“Dijiste que podía quedarme a dormir, lo mismo que le dijiste a Liam” Respondió sacando el huevo frito de la sartén.
“Oh, estaba muy borracho” Se quejó y miró en dónde estaba acostado, su sofá “¿Los dejé dormir en mi cama?”
“SÍ, a los dos” Sonrió.
“¿En serio? ¿Qué demonios hice?” Se sentó.
“Dormimos bien, tranquilo”
“Mientras que no hayan cogido en mi habitación…”
“Pf ¿Por qué haríamos eso?” Se acercó a Louis, comiendo tocino y huevo.
“No lo sé, ustedes también debieron de estar borrachos para aceptar dormir juntos”
“Liam es cómodo” Dijo con la boca llena.
“¿Ah?” Soltó un bostezo y miró su reloj de pared “¿Tan tarde es?”
“Es la hora que tiene que ser”
Se movió un poco en su lugar y sintió algo que lo estaba incomodando. Se encontró con el globo de nieve que le obsequió Harry.
“¿Cómo terminó la fiesta?” Preguntó Louis.
“Te quedaste toda la noche hablando con aquel chico de tus dibujos”
“¿Cómo sabes que es el de-“
Zayn lo interrumpió.
“Porque dejaste tus hojas en la mesa” Las señaló “¿Qué haces dibujándolo? ¿De dónde salió ese tipo? No lo he visto en la universidad”
“Trabaja en la panadería” Observó el globo en sus manos, y lo sacudió “Y vive en el edificio de en frente”
“¿Por qué lo dibujas?”
“Me parece atractivo”
“Tiene cara de chica”
“Es lindo”
“Me han contado sobre ese proyecto en dibujo…Podrías haber elegido otra cosa, no sé, a mí, por ejemplo”
“Pf, lo más aburrido que podría haber elegido”
“Es mejor que dibujar a un chico regando florcitas” Bufó.
“Hay algo especial en él…Pero aún no puedo saber qué es”
“Te gusta, te parece lindo, podría ser tu musa” Bromeó.
“No, hablo en serio. Hay algo especial que lo hace ser el chico de mis dibujos”
“¿Algo especial cómo qué?”
“No lo sé, aún debo averiguarlo”

por **Emily Rawson** Vie 09 Ene 2015, 7:50 pm

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Parte II

Fue algo estúpido, pero apenas llegó de la casa de su madre, se dirigió a la panadería. No tenía intenciones de comprar nada, ni siquiera tenía hambre, pero quería ver a Harry.
Además de estúpido, fue a propósito, se quedó esperando en la esquina, viendo la vidriera en la tienda de ropa hasta que se hizo el horario de salida laborar del rizado.
Lo mejor fue que vio a Harry otra vez con cajas, por lo que subió a su departamento con él.
“Gracias” Le sonrió “¿Quieres pasar a comer algo?”
Louis no se podía sentir mejor.
“Me encantaría” Respondió, con gusto.
“Tengo varias cosas dulces de navidad” Ambos se sentaron en la mesita redonda de la cocina y Harry le ofreció a Louis bizcochos preparados por él mismo “Suelo ayudar en la cocina de la panadería”
“¿En serio?”
“Sí, es divertido, y me pone a prueba”
Los dos se sonrieron, Minnie se acostó sobre los pies de su dueño.
“Esto está delicioso” Le dijo con la boca llena.
“Gracias”
“¿Hiciste algo para navidad?”
“La verdad que no, vi algunos especiales en televisión antes de ir a la panadería. De hecho, ahora empieza otro” Dijo leyendo una de las notas pegadas en el televisor, buscó el control remoto y lo prendió.

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“Louis, Louis…Hey” Una voz lo despertó.
“¿Me quedé dormido?” Le preguntó.
“Sí, al parecer te aburrió el especial de los simpsons” Le sonrió. Se había dormido en su hombro. Harry era cómodo.
“Ayer no dormí nada”
Harry empezó a jugar con mechones de su pelo.
“Aún quiero conocerte más, Harry”
“¿Qué quieres saber?” Preguntó, suave.
“Tus gustos” Suspiró, acercándose más a Harry.
“Creo que lo único que me gusta es ver series de comedias, o películas”
“También te gusta cocinar”
“Es cierto, me gusta cocinar. Y me gustan los gatos” Dejó de jugar con el pelo de Louis.
“¿Cuál es tu comida preferida?”
“Uhm, pregunta difícil” Se rascó la barbilla “Tal vez los espaguetis ¿La tuya?”
“Obviamente, la pizza ¿Animal favorito?”
“Los gatos”
“Los leones”
“Gr, ambos son felinos”
“Es cierto ¿Película favorita?”
“Ni idea”
“The notebook ¿Color favorito?”
“Azul”
“Verde…”
Se formó un silencio extraño, Minnie se unió de un salto al sofá.
“Mh….” Pensó Louis “¿País favorito?”
“Inglaterra, es el único que conozco”
“Francia”
“¿Has ido a Francia?” Louis asintió “¡Eso sí que es bueno!”
“Es el país que me encantaría dibujar entero”
“¿Dibujas?”
“Estudio arte”
“Que bien ¿Qué te gusta dibujar?”
“Muchas cosas, pero en especial a un muchachito”
“¿A un muchachito?”
“Sí…Lo tuve que dibujar para un proyecto en la escuela”
“Interesante… ¿Cuál es tu cosa preferida en la vida?”
“Conocer a personas interesantes” Respondió con facilidad “¿La tuya?”
“La verdad es que me gusta mucho besar” Louis se sorprendió “El problema es que nunca recuerdo cómo se siente un beso”
“¿Se te olvida?”
“Suelo olvidar…bastantes cosas”

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Louis y Harry se habían hecho amigos (con título de amistad) en el descanso de invierno. Cada tanto Louis pasaba por la panadería, compraba algo (o se lo llevaba gratis, por la oferta que le había dado Niall), y luego se iba al departamento de Harry, sin necesidad de ayudarlo con algún tipo de caja.
Llegaban al departamento y veían Friends, o algo parecido, luego cenaban comida hecha por los dos, ya que Harry le había enseñado a cocinar bastante y ahora deleitaba a Liam o a Zayn cuando iban a su casa a comer. Realmente pasaban un buen rato juntos.
Las semanas habían pasado volando y Louis seguía con su proyecto, ya llevaba siete dibujos de Harry, los últimos cuatro eran sus preferidos: En el primero de esos Harry no estaba regando, sino, estaba mirando hacia algún lado en particular, con sus manos sobre el cantero; en el segundo sí estaba regado, con una sonrisa especial, ese mismo día Louis había ido a visitarlo a la mañana; en el tercero Harry tenía una simpática cola en su cabello, y ya se alcanzaban a distinguir unos cuantos tallos verdes creciendo; el último era Harry sonriendo, con hoyuelos, alzando a Minnie con un brazo, y con el otro sostenía la regadera. Realmente se sentía un artista profesional admirando sus propios dibujos, o tal vez se sentía un bobo profesional observando a Harry cómo lo hacía.

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Cada día Louis se daba cuenta de que Harry era hermoso, tanto por fuera, como por dentro. Tenía un corazón demasiado grande, una mala memoria y un largo cabello.

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Aquél miércoles Louis realizó su octavo dibujo, ya se iban a cumplir dos meses de que dibujaba a Harry, le faltaban unos cuatro o tres más.
El ojiverde había salido a la ventana luego de bañarse, al parecer estaba despistado y se había olvidado de regar las plantas. La ventana estaba cerrada debido al aire fresco que corría, pero él la había abierto para regar sus plantitas.
Otra razón para la belleza de Harry: Tenía un cuerpo tallado por los dioses y lleno de tatuajes.
Louis ese día lo había dibujado con tanto detalle que hasta se había esmerado en marcar las gotas de agua que caían por su pecho y frente.

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El jueves, a la salida de la universidad, el ojiazul fue a la panadería. Ya se había vuelto una rutina, así que no fue raro que los dos terminaran sentados en el sillón del menor, viendo qué podían encontrar en televisión.
Aquella noche Louis casi se queda dormido en el pecho de Harry, pero una gata fastidiosa había impedido eso y el más grande había tenido que volverse a su casa.

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El viernes a la noche Louis lo invitó por primera vez a su departamento.
Era la primera vez que trataba de acomodar las cosas en su casa, pero cómo todo seguía viéndose desordenado a pesar del cambio de lugar de los muebles, tuvo que llamar a los especialistas en limpieza: Liam y Zayn.
Ni él mismo sabía por qué se estaba esforzando tanto en dejar todo limpio para Harry, pero realmente quería tener un lugar presentable para su nuevo amigo.

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“Bonita morada” Fue lo primero que comentó al entrar.
“Gracias”
“¿Hiciste todo eso?” Preguntó, acercándose a los cuadros que tenía colgados en su pared.
“Sí” Afirmó, señalando cada una de sus pinturas y contándole su inspiración para dibujar.
Luego de unos minutos, Louis sirvió la comida, mientras Harry seguía mirando su carpeta de trabajos. Este último se quedó observando algunos en especial.
“Louis…” Lo llamó, cuando el ojiazul terminó de colocar los cubiertos.
“¿Sí?” Se acercó a verlo.
“¿Este…él…Soy yo?” Le mostró algunos de sus dibujos para el proyecto.
Louis no sabía cómo responderle. Si le decía la verdad, tenía miedo de que Harry actuara mal, más si él le confesaba que había querido conocerlo para encontrar algo especial o un motivo para haberlo dibujado a él. Pero tampoco sabía cómo mentirle.
“La comida se enfría” Señaló la mesa. El ojiverde lo vio de manera triste.
“¿Soy yo?” Repitió.
Louis tragó con dificultad “Sí, eres tú”
“¿Te gusta dibujarme, eh?” Hojeó más hasta que encontró el último de sus dibujos.
“Ese es mi favorito” Confesó.
“Eres muy detallista” Sonrió.
“¿No estás molesto?” Rascó su brazo.
“¿Por los dibujos?” El mayor asintió “La verdad, que no. Pero me llama la atención, no sabía que me observabas por la ventana ¿Por qué lo haces?”
“Tengo varias razones” Se sentó a su lado, en el sillón “Primero, porque te estoy dibujando para un trabajo de dibujo. Segundo” Lo miró firmemente “Joder, Harry, eres hermoso”
“Gracias” Se sonrojó.
“Y eres aún más hermoso si te sonrojas” Maldijo.
Harry soltó una risa inocente.
“Tú también eres lindo, Louis”
“No creo llegar jamás a tu nivel de belleza”
“Pf” Se quedó mirando los dibujos “Este me gusta” Señaló el de él con Minnie.
“Está bonito”
“Dibujas muy bien”
“Gracias”

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La cena concluyó con éxito, Harry amó la comida de Louis y Louis amó que Harry se hubiera quedado hasta tan tarde. Le iba a preguntar si quería quedarse a dormir, pero una alarma de recordatorio que vivió sonando en el celular de Harry lo obligó a irse, y Louis lo acompañó.
“Gracias por el viaje en micro, y por la comida, obvio”
“No te cansas de agradecer ¿Eh?” Sonrió.
“No” Le devolvió la sonrisa.
“Hace algo de frío” Suspiró, encerrado en su abrigo.
“Sí, bastante…Bueno, me iré antes de que Minnie muera de hambre”
“Sí, está bien, nos ve-” Harry se acercó a él y sin permiso alguno le plantó un beso en sus labios, tomándolo por sus mejillas, y sin darle tiempo de responder “-mos” Dijo cuándo pudo respirar.
“Adiós” Le dijo el rizado. Louis levantó su mano y saludó.
Era la mejor cita de su vida. Invitaría a Harry más seguido.

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Todo el fin de semana Louis se quedó pensando en aquel beso, lo había dejado totalmente atontado.
El sábado el ojiazul se juntó con sus amigos, quienes estuvieron hablando sobre su genial celebración de año nuevo (la cual se había perdido por haberse quedado en el departamento de Harry) y sobre cosas sin sentido, como siempre.
“¿Te pasa algo? ¿Por qué estás tan callado?” Le preguntó Liam.
“El gato de Harry le comió la lengua” Ambos se rieron. Louis lo miró de gala gana.
“¿Cómo sabes que tiene un gato?”
“Vi tus dibujos, dah” Le sacó la lengua “Siempre que voy a tu departamento miró tu carpeta”
“Eso no se hace, está mal”
“¿Por qué? Un artista debe mostrar sus dibujos”
“Es mi carpeta privada”
“Oh, también vi ese que esta todo mojado, con una toalla en la cintura, eh”
“Deja de mirar mis cosas ¿Okey?”
“Me encanta el de la colita atada” Se rió.
“Basta, Zayn” Le dijo Liam al darse cuenta que Louis no estaba de humor para bromas.
“¿Y ya le has dicho que sea tu musa?” Le guiñó un ojo.
“Que patético, déjalo” Le tiró sus cereales en la cabeza.
“¡Liam! ¡Mi cabello! ¡Eres un estúpido, te detesto!” Gritó exageradamente.
Liam y Louis llenaron el ambiente de carcajadas.
“Que malos amigos que son”

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Se fue de la casa de Liam y cuando llegó a la suya, vio los mensajes de Harry:
“Sábado a la noche ¿Maratón de películas de fin de semana? (:”
Louis no tardó en contestar.
“Estoy allí en 15 minutos”

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Y fue puntual, sábado a la noche con maratón de películas de fin de semana, listo.
Los dos se sentaron, como siempre, en el sofá y se encargaron de hacer palomitas para ver unas cuantas películas, mientras comentaban estupideces sobre ellas. Minnie también estaba en el sillón, en el medio de Harry y Louis, por lo que les impedía la cercanía.
En una escena de una de las películas, los personajes principales empezaron a acercarse demasiado, hasta que pasó lo que tenía que pasar: empezaron con sus relaciones sexuales.
“Oh, John” Empezó a gritar la mujer rubia. Harry le tapó los ojos a Minnie “¿Qué sucede si tu esposa nos descubre?”
“Eso no pasará, sólo déjate llevar” Le contestó el hombre de la televisión.
“Eres muy chico para ver esto” Bromeó, Louis.
“Cállate, mañana tendré 21”
El ojiazul se congeló. No era broma, mañana comenzaba febrero.
Mierda. Nunca habían hablado bien del tema, pero en una de las tantas preguntas y respuestas que habían realizado juntos, Harry había respondido que el primero de febero era su cumpleaños.
“Sigues siendo pequeño para estas escenas” Siguió, mirando la hora por la televisión, recién eran las nueve, tenía tiempo para salir corriendo y conseguirle algo a Harry.
“Me cae mal la rubia” Bufó.
“¿Por qué?”
“La está traicionando ¡Está cogiendo con el esposo de su amiga!” Le gritó al televisor.
Louis se rió “Pero ellos dos, sí se aman. La otra es toda una farsa, sólo esta con John por el dinero”
“Aun así, sigue siendo su amiga. Y John también está traicionando a su esposa, es decir ¡Doble traición! Pobre Caroline” Soltó un suspiro.
“Eso le pasa por interesada”
“Pobre igual, nadie se merece que lo traicionen así”
“¿Cómo te gustaría que termine la película?”
“Me gustaría que Caroline los viera ahora mismo, y luego que John se diera cuenta de lo interesada que es. Cheryl se quedará sin su amiga por traidora y a John le meterán un juicio, así que Caroline gana, quedándose con plata de su esposo, y Cheryl y John son felices porque al final se casan” Le dijo, mirándolo.
“Para mí va a terminar en que Caroline los descubre, entonces John termina solo, sin plata, ni nada, y Cheryl se casa con Caroline”
“¿Qué?” Arqueó una ceja “Es el peor final que he escuchado”
“Es lo más original que podría pasarle a la película”
Los dos volvieron a mirar la pantalla.
“Oh, John” Gimió Cheryl cuando terminaron.
“Es un asco ¡Mírala!” Señaló la pantalla.
“Esta excitada” Se rio, mientras sacaba más palomitas del bowl.
“Ay, Cheryl”
“Podrían haber buscado mejores actores para esto” Se quejó, Harry.
“No tienes idea cuánto te amo” La rubia abrazó al hombre, y empezó a darle una gran declaración cursi de todo su amor. Louis y Harry se quedaron escuchando “Está muy mal lo que hacemos, pero te juro que lo haría todos los días sólo para recordarte que te amo más que a nada en este mundo”
Louis, por instinto propio, soltó el bowl, dejándolo en su regazo, y trató de acercar su brazo izquierdo a la espalda de Harry, quien estaba demasiado concentrado mirando la película.
“Dejaría lo que fuese por tenerte a mí lado, aquí, todos los días” Le respondió John.
Louis estaba tratando de ser lento y cuidadoso, pero la gata del medio lo estaba mirando de mala gana al sentir como se le acercaban a su dueño.
“Entonces deja a Caroline ¡Termina con aquel matrimonio!”
“Ahora me siento listo, mañana hablaré con ella, te lo prometo…Te amo Cheryl”
“Yo te amo más, John”
En el mismo instante en el que Louis pudo tocar a Harry, y los personajes se besaron, Minnie saltó a la espalda del ojiazul, quién empezó a gritar como loco por los rasguños de la gata.
“¡Minnie!” Harry intentó sacarla de encima.
Las palomitas terminaron desparramadas por el piso, a Louis se le salió un zapato, Harry finalmente agarró a su gata y le dio un sermón.
Todo era un pequeño desastre mientras Caroline entraba al cuarto para encontrarse con su amiga en la cama de su esposo.
“¿Estás bien?” Se acercó a Louis, que estaba tirado en el suelo, con palomitas hasta en el pelo.
“Fue la peor pelea que tuve” Se quejó.
“Déjame que te ayude” Le tendió una mano y Louis se paró “Vamos a ver esto…” Sin permiso alguno, Harry levantó la remera de Louis para observar todos los rasguños “Minnie nunca se porta así” Tocó las heridas mientras el mayor gemía de dolor “¿Arde?”
“Demasiado”
“Minnie ¡Te quedas allí! ¡Estás castigada! ¡Gata mala!” Le dijo, Minnie sólo se dedicó a comer todas las palomitas del piso.
El ojiverde llevó a Louis al baño y le sacó la remera. Cerró la puerta para que su gata no fuera a molestar.
“Siéntate en el inodoro” El castaño le obedeció. Harry abrió la canilla del lavamanos, tomó una esponja, le puso jabón y empezó a limpiar la espalda del herido.
“Arde, arde, arde, arde, arde, arde, arde, arde, arde” Se quejó ante el tacto de la esponja.
“Deja que te limpie así luego desinfecto eso…Minnie tiene las uñas muy largas” Le dijo al ver que la piel de Louis estaba más que roja, algunos rasguños tenían algo de sangre.
“Arde” Siguió repitiendo.
“Cálmate bebé ¿Sí?” Lo abrazó por la espalda y le dio un beso en el cuello.
“Sí…” Dijo tratado de respirar con calma. Su piel se había erizado y Harry estaba sonriendo. Éste último salió del baño y volvió con algodón y alcohol “Ay, por favor, no” Le suplicó.
“No es nada” Dijo poniendo alcohol en un pedazo de algodón.
“Oh…” Se quejó con los ojos cerrados.
Harry empezó a desinfectar la espalda de Louis.
“Duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele” Repitió constantemente.
“Son sólo unos rasguños de gato que están lastimando tu hermosa piel”
“Pero duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele”
“Hay cosas más dolorosas” Dijo terminando de pasar el alcohol.
“Arde, ay, arde mucho, demasiado, ay” Apretó sus dientes.
“No llores por favor” Sonrió.
“Es que…Está ardiendo demasiado” Chilló “Arde, arde, arde, arde, arde, arde, arde, arde”
Harry se arrodilló ante él y lo besó, para callarlo.
A comparación del beso de anoche, éste, tuvo tiempo para que Louis pudiera corresponderlo, fue más largo, y con más sentimiento. De hecho, sus lenguas entraron en acción. El momento se arruinó cuando Harry decidió tocar la espalda de Louis.
“¡Ay!” Chilló de nuevo.
“Mierda, lo siento”
“Bésame de nuevo”

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Harry se despertó con la compañía de Louis.
“¿Te quedaste a dormir?” Preguntó a penas lo vio preparando el desayuno.
“Obvio, no iba a dejar que pasaras la noche de tu cumpleaños solo” Le sonrió.
“No me acuerdo de mucho… ¿Me dices que pasó?” Se acercó a la mesada.
“Vimos cuatro películas anoche, cuando íbamos por la cuarta, Minnie me destrozó la espalda, nos besamos, cenamos, me fui, volví con tu regalo, y te quedaste dormido” Le contó “¿Lo recuerdas, cierto?”
“¿Qué me regalaste?” Louis le señaló el sofá, Harry se acercó y vio un globo de nieve, de color azul, con un muñeco de nieve adentro. El rizado sonrió, se parecía al de Louis.
“Azul, de tu color favorito”
“Gracias” Se acercó al ojiazul y le dio un beso en la mejilla.
“De nada”
“¿Y Minnie?” Miró a su alrededor.
“La encerré en el baño”
“Ow, no, la dejaré salir”
“¡No, por favor no!” Suplicó. Pero Harry hizo caso omiso a sus pedidos.
“Aw, mi Minnie” La alzó apenas salió del baño.
“¿Desayunamos?” Preguntó, mirando de mala gana a la gata blanca.

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“Gracias por quedarte conmigo” Ronroneó sobre su cuello, mientras lo tomaba por la nuca y Louis lo abrazaba por la espalda.
“No me agradezcas” Besó su frente “¿Nos vemos mañana?”
“Sí” Sonrió en sus labios “Te quiero”
Louis esta vez fue el que inició un nuevo beso.
“Yo también te quiero”

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“Día 9”, anotó, “miércoles 4 de febrero”.
Harry salió a regar, lo mejor de todo fue que no miró a las plantas, sino, a Louis.
Louis pintó los ojos de Harry como si fueran el diamante más bello de todo el mundo.

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Se estaban viendo todos los días, era más que una rutina salir de la universidad, o de la panadería y terminar en la casa de alguno. A veces se quedaban a dormir juntos, y otras veces no, pero lo mejor de todo era que cada vez tomaban más cercanía y confianza en el otro.
Louis estaba muy feliz cómo para expresar lo que estaba sintiendo.

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Definitivamente a Harry le encantaba besar, y lo notaba cada vez que lo hacía.
De besos cortos y dulces, habían pasado a besos, a veces, feroces y molestos para la celosa Minnie.
A Harry le gustaría besar, pero Louis amaba besarlo. Se sentía demasiado bien como para ser real.

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Otro fin de semana con quejas de Zayn, era cierto que Louis no estaba pasando mucho tiempo con ellos, ni siquiera en la universidad, pero toda su atención estaba en el rizado de sus dibujos.
Ya no estudiaba mucho para los exámenes y aprobaba con suerte.
Ya no se juntaba mucho con sus amigos, pero al menos les hablaba.
Su vida se estaba concentrando bastante en Harry y todo lo que estuviera relacionado con él.

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El lunes casi pasan una barrera que no habían puesto, pero fue un gran cambio para los dos.
Estaban en la casa de Louis y uno de sus besos había terminado en la cama, con los dos sin remera, y por algo sin razón alguna, ninguno había seguido con eso.

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El miércoles 11 de febrero olía a primavera, el clima era suave y las flores de Harry ya tenían color.
Otro dibujo del ojiverde regando se unió a su carpeta.

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El jueves 12 Harry tuvo turno completo en la panadería, y Louis se quedó acompañándolo.

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El viernes 13 Louis se dio cuenta que le gustaba Harry.

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El sábado 14 se juntó con Liam y Zayn, pero nunca habló sobre el rizado, o siquiera la cercanía que estaban teniendo.

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El domingo 15, por obligación, fue a almorzar con su familia. Pero cenó en la casa de Harry. También durmió allí y hubo un beso parecido al del lunes.

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El lunes 16 y el martes 17 rindió tres materias, y las tres las aprobó con un siete. Tuvo una charla larga con uno de los profesores por la baja de sus notas.

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El miércoles 18 dibujó a Harry sonriendo porque el capullo de las flores se había abierto.

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El jueves y el viernes tuvo una charla larga con Harry. Se la pasó bien. Descubrió que sus padres se separaron cuando él era pequeño, su madre nunca le quiso decir bien, pero ella había dejado a su padre por un problema de memoria que padecía. Aquél problema también lo sufría otro miembro de la familia y Harry no quiso decir quién. Él admitió que aún quería a su mamá, pero obviamente le había dolido mucho el hecho de que sacara a su padre de la familia por aquel motivo.
Cuándo Louis le preguntó a Harry por qué necesitaba un tiempo lejos de su familia, lejos de su casa, en donde vivían su madre y su padrastro, no quiso responder.
También le contó que su hermana era más grande que él, estaba casada con un chico más grande y al parecer ella estaba embarazada.

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La noche del viernes, cuando se fue de la casa del rizado, se despidieron con un “Te quiero mucho”.

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Estaba más que claro que él y Harry no eran sólo amigos, estaban cumpliendo otro rol que no querían etiquetar por el momento.
El sábado 21, Liam llamó a Louis.
“¿Nos juntamos esta noche?”
“¿Qué te parece esta tarde?” Trató de sonar casual.
“Habrá un concierto de unos imitadores de los Rolling Stone y Bon Jovi”
“Pero no tenemos entradas” Se excusó.
“¿Quién dijo que no las teníamos?”
Louis no quería ir.
“¿Cuántas tienes?”
“Tres, perfectas para tres amigos solteros en su plena edad…de 23 años”
“Aún no tienes 23”
“Los tendré pronto”
“Falta bastante para agosto” Sonrió.
“Como sea, para dos amigos de 23 y uno solo de 22”
“¿Ya hablaste con Zayn sobre esto?”
“¡Claro! Él consiguió las entradas el jueves. Pensé que te había dicho”
“No me dijo nada…” O tal vez sí, sólo que su mente pasaba por otra cosa.
“Louis”
“¿Qué?”
“¿Qué sucede, amigo? Sinceramente ¿Estás bien?” Preguntó dulce, preocupado “Soy tu amigo, sabes que puedes confiar en mí ¿Hay algo que hice mal? ¿Te estamos molestando con Zayn?”
A Louis se le encogió el corazón. Liam era muy buen amigo y él tan sólo había estado ignorándolo toda la semana.
“No has hecho nada mal, y Zayn tampoco”
“Estamos preocupados ¿Quieres que hablemos?”
“Estamos hablando” Contestó secamente.
“Me refiero a que puedo ir a tu casa, puedo ir con Zayn si quieres…”
“No, no. Estoy bien, estoy muy bien”
“¿Y por qué estás tan…raro?”
“¿Estoy raro?”
“Sí, distinto”
“Me gusta alguien” Le dijo rápidamente.

por **Emily Rawson** Vie 09 Ene 2015, 7:58 pm

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Parte III

“Es obvio, no hace falta que adivinemos” Comentó Zayn apenas entraban al concierto.
“¿Quién dices que es?” Preguntó Louis.
“Pf, obviamente yo, hasta que al fin admites que mi belleza va más allá de sobre todas las cosas”
“Deja tu ego para después, Malik” Bufó Liam.
“Apuesto diez dólares a que es el rizadito de las flores ¿Aceptas la apuesta, Liam?” Le guiñó un ojo.
“Esto no es una apuesta, Louis está confiando en nosotros para decirnos algo y tú sólo bromeas con todo”
“Hey, tranquilo ¿Sí? Sólo trato de alegrar y calmar las cosas”
“Pues, no las calmas”
“Te ganaste diez dólares” Le dijo Louis.
“¡Bien ahí! Con qué es él” Aplaudió para sí mismo.
“¿El chico de tus dibujos? ¿El que estuvo en tu fiesta?” Preguntó Liam.
“Sí, él”
“Ahora, cuéntanos los que nos quieras contar…” Trató de ser amable, Zayn “¿Ya cogieron?” Liam le dio un golpe en el hombro “Auch”
“No, aún”
“Hey” Sonrió con malicia “¿Al menos ya se besaron?”
“Sí”
“¿Qué han hecho juntos?”
“Comer, ver televisión, hablar, dormir-“Zayn lo interrumpió.
“¡Durmieron juntos pero aún no cogen!”
Louis les contó que estaba algo asustado, sentía que se estaba volviendo loco por Harry y no tenía muchas ganas de enamorarse, o tirar sus estudios, amigos, y lo que tenía, a la basura por él. El problema era que ya estaba dejando sus estudios de lado, no quería dejar a Liam ni a Zayn pero prefería pasar tiempo con Harry.

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Tal vez arriesgar un poco las cosas que tenía no era tan malo, después de todo. Harry era la persona perfecta para amar.

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“Louis…Que bien que llegaste” Lo abrazó con fuerza.
“¿He sido puntual?”
“Puntualísimo…Pero tengo un problema” Lo miró a los ojos.
“¿Qué sucede?” Le dio un beso antes de que respondiera.
“Me olvidé de ir a la panadería, Niall está enfermo y tenía que cubrir su turno” Dijo cuándo dejaron de besarse.
“¿Eso quiere decir que me tengo que volver a casa?”
“No, no, no” Negó con su cabeza “Quiero que te quedes aquí”
“¿En tu departamento?”
“Exacto, hasta que vuelva…”
“¿Tengo que cuidar a Minnie?” El asintió.
“Le dije que se portara bien contigo, así que confió en que lo hará” Louis lo miró con los ojos entrecerrados. Esa gata lo iba a matar “Por favor, por favor. Te prometo que cuando vuelva te daré una sorpresa”
“¿Me gustará la sorpresa?”
“Oh, no tienes idea” Le dio un corto beso “¿Te quedarás?” Le hizo puchero.
Louis tan sólo esperaba no arrepentirse.

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El departamento se sentía tan vacío sin su dueño. Minnie por suerte se mantuvo alejada de Louis, aunque siempre lo miraba de mala gana. No sabía cómo podía pensar que un gato lo estaba mirando mal, pero realmente lo sentía.
Cuando se aburrió de hacer zapping en la tele, en busca de algo divertido, se le ocurrió revisar un poco las cosas de Harry. Sólo…un poco.
Se acercó al mueble de la tele y empezó a leer las notas de colores.
“7:30pm COMIDA MINNIE”
“8pm PANADERÍA-TURNO ESPECIAL”
“10pm PELÍCULA: THE NOTEBOOK” Louis sonrió al leer eso.
“12pm HABLAR CON LOUIS (: -pregunta secreta guardada en el cajón- “Lo primero que hizo fue abrir el cajón, encontró más notas, una agenda, papeles en blanco, lapiceras, dos preservativos, colores y cinta.
Leyó algunas de las notas, y una de ellas decía “12pm hablar con Louis –en la agenda-“. Louis El Metido E Impaciente Tomlinson, agarró la agenda y comenzó a leer las primeras hojas. Todas eran fechas de citas o cosas tontas que estaban anotadas, según la fecha escrita, desde hace cuatro meses. Un poco antes de que se hubiera mudado. El ojiazul llegó a las hojas del nuevo año hasta llegar a la fecha de hoy, lunes 23 de febrero.
Lunes 23 de febrero:
7am: Comida Minnie
8am: Panadería
12:15: Regar plantitas
12:30: Almuerzo
15: Regar plantitas
17: Panadería
18: MARATÓN DE FRIENDS!
19: Llamar a Louis para que venga a la casita (:
19:30: Comida Minnie
20: Panadería, turno especial!
22: The notebook (peli)
00: Preguntarle a Louis si quiere un novio
00:30: Comida Minnie
Louis cerró la agenda y guardó todo en su lugar. Tenía ganas de saltar en el sillón y gritar, pero al recordar que había una gata en la esquina de la sala, y no era su departamento, decidió quedarse en su lugar.

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A las nueve y media Harry ya estaba en el departamento.
“¿Había poca gente?” Preguntó al verlo entrar.
“Hey, hola Louis” Dejó sus cosas y corrió a besarlo desesperadamente.
“Ho-la” Respondió mientras lo besaba.
A las diez cenaron tacos, en el sofá (con Minnie en el medio), mientras veían The Notebook, la película favorita de Louis.
“¿Nunca la habías visto?”
“No recuerdo haberla visto antes…”
La película trataba de un señor que le contaba a una señora la historia de dos jóvenes que se enamoraban, pero la familia de la muchacha no aceptaba que ella anduviera con él, debido a sus clases sociales. A medida que crecen, se separan y ella se muda lejos hasta que termina casándose con otro hombre, rico y más guapo. Después de unos años, los protagonistas se reencuentran hasta que terminan juntos. Lo más triste de aquella película es que el señor que contaba la historia era el mismo protagonista de ella, y la señora era la misma muchacha de la cual se enamoraba. La cosa es que ella no recordaba ni siquiera quién era él, hasta que le cuenta la historia.
La película termina en que ella muere abrazada a él.
Los dos casi lloran con el final, y gracias a ese clima tan cursi y melancólico, Minnie se había ido a dormir.
“Louis ¿Por qué esta es tu película favorita?” Preguntó, abrazándolo.
“Porque demuestra que el amor puede ir contra todo…”
“¿Puede ir hasta en contra de la pérdida de memoria?”
“Ajam”
Harry lo abrazó más, ocultando su rostro en los brazos de Louis mientras lloraba.

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Ya era la una de la mañana, Harry no le había dado de cenar a su gata y no le había dicho nada a Louis, así que decidió tocar el tema.
“¿A qué hora cena Minnie?” Preguntó.
“Oh, no me acuerdo”
“¿No cena a las doce y media?”
“Puede ser…” Se acercó a la tele y comprobó que era cierto. Le dio de comer a Minnie.
“Y…Ehm, Harry”
“¿Sí?”
“¿Tenías una sorpresa para mí?”
“Oh, sí…la tenía” Se rascó la nuca, nervioso.
Louis se quedó en silencio.

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Ese miércoles, Louis se dio cuenta que sí quería un novio, en realidad, quería un Harry en su vida. Quería a ese único Harry Styles que conocía.
Cuando Harry se asomó por la ventana, para regar sus flores, se veía algo triste. Louis no tuvo ganas de dibujarlo, si no, de ir hasta su departamento y preguntarle a qué se debía su cara.
Aun así, realizó su onceavo dibujo.

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A la salida, fue al departamento de Harry, y le preguntó si se encontraba bien.
Él le respondió con un sí poco creíble y le comentó que su madre había llamado, supuestamente lo extrañaba.
“Yo no le creo” Bufó, mientras jugaba con la punta de su camisa.
“¿Por qué no habría de extrañarte? Es tu madre, eras el único hijo que quedaba en su casa y eres el menor”
“Sí no quería a mi papá, tampoco me quería a mí” Dijo, seguro, con el ceño fruncido.
Louis se dio cuenta quién era la otra persona que sufría problemas de memoria en su familia.

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El viernes fue a la panadería, Harry no había ido a trabajar.
“Hey, Niall” Lo saludó cuándo terminó de hablar con su clienta.
“Louis ¿Cómo andas, amigo?” Sonrió simpáticamente.
“Bien, pero algo preocupado…”
“¿Qué sucede?”
“Harry está algo triste”
“Está distante…No ha venido a trabajar”
“Sí, lo sé. Me gustaría mucho animarlo, pero no sé cómo”
“Él te quiere mucho, estoy seguro de que tu compañía siempre le agrada”
“¿Habla sobre mí?”
“Sí, bastante” Rió “Dice su agenda en voz alta para no olvidarla”
“¿Él tiene problemas de memoria?”
Niall se quedó callado, hasta que decidió salir del mostrador.
“Pensé que ya sabías eso”
“Nunca me dijo nada…”
“El sufre de amnesia”
“¿Te lo dijo?”
“No, cuando llegó a Londres hablé con su hermana. Ella me contó sobre Harry, me dijo que se mudaría en uno de los departamentos de al lado, que era un chico amable, simpático y dulce, pero que solía olvidarse de las cosas más simples. Él heredó un problema de memoria por su padre, y ella me advirtió sobre eso, a medida que crece, su memoria se irá desgastando, y algún día desaparecerá”

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Ese mismo día, Louis invitó a Harry a su departamento, cenaron espaguetis (caseros) y el mayor hizo todo lo posible para que el ojiverde se mantuviera con una sonrisa toda la noche.
Ninguno de los dos habló sobre la familia de Harry y Louis llegó, con indirectas, a una conclusión.

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Todo el fin de semana se quedó en casa de Harry, durmió con él y con Minnie, y el domingo le preguntó lo que nunca pensó en decirle.
“¿Quieres un novio, Harry?” Le dijo, abrazándolo por la cintura, mientras regaba las flores.
“Oh, sí, me encantaría” Sonrió, sonrojándose “Realmente me encantaría que Leonardo Di Caprio fuera mi novio”
“¿En serio? Lamentablemente él no está en la lista de ‘novios que te puedo dar’” Le dio un beso en su cuello.
“¿Y quiénes están en la lista?” Soltó una risita.
“Únicamente yo”
“Okey, me conformo con ese” Harry se dio vuelta y le regaló un beso.

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Aquella semana Harry era la persona más feliz del mundo, no, del universo. Se podía decir hasta que estaba recordando más las cosas, ya era una costumbre para él saber el horario de Friends, de la comida de Minnie, de su trabajo, y hasta de regar. Pero ahora, lo mejor, era que se acordaba más de los nombres, ya podía distinguir a Zayn de Liam, ya conocía los nombres de otros actores además de Leonardo Dicaprio, y sabía que Niall era Niall.
Louis también estaba muy feliz, amaba ver a Harry tan animado, con una memoria normal. Ya se sabía dos recetas de principio a fin.
Louis se sentía orgulloso.

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El miércoles 11 de marzo hizo un dibujo de Harry regando, pero con la mirada en él, y con una sonrisa en su cara.

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La semana siguiente fue casi igual, ambos estaban realmente bien con la idea de ser novios, de ser pareja, de estar juntos, de tener un título que significaba más que amistad.

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Zayn y Liam no habían sido tan amargos con el asunto, por suerte lo apoyaban bastante, y ahora a los dos les agradaba Harry.
Niall también estaba enterado de todo, Harry le contaba todos los días sobre Louis, y ya no era sólo por el hecho de no olvidarse, sino que, le gustaba compartir sus anécdotas con alguien como el rubio.

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En la universidad, ese miércoles 18, Harry se había aparecido por la ventana, mostrando sus hoyuelos mientras comía su plato de cereales.

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Otra semana más pasó, y ambos se encontraban cada vez mejor. Louis no podía estar más agradecido de toda la felicidad que ganaba alrededor de Harry. Nunca se había sentido así antes, pero se sentía genial.
Ese día, el ojiverde lo invitó a que se mudara con él.
Louis no tenía mucho en su departamento, así que la respuesta fue un rápido “sí”.

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Ya habían pasado dos semanas de su convivencia, era demasiado agradable despertarse al lado de su novio cada mañana. Era más tranquilo realizar las tareas y estudios allí, con la compañía de Minnie y era más feliz tener que recibir a Harry cada vez que volvía de la panadería.
El departamento de Harry era cómodo, y tener que cruzar una calle en vez de tomarse un micro, para ir a la universidad, era más cómodo aún.
Todo estaba bien, demasiado bien.

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El martes 7 de abril pasaron esa barrera que nunca habían puesto.
Louis agradeció eternamente que Minnie se hubiera quedado en el baño.

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El miércoles 8 Louis se despertó sonriendo, con Harry desnudo a su lado.
“Buenos días” Se despertó, lentamente, mientras se acomodaba un poco.
“Buenos días” Le dio un beso en la frente.
“No entiendo por qué no hicimos esto antes” Se colgó de su cuello.
“¿Recuerdas lo qué pasó?”
“Imposible olvidarlo” Aprovechó para morder su cuello y palmear su trasero desnudo.
“Espero que no lo olvides” Sonrió, acercándolo más a él.
“Lo agendaré, cariño”

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Aquél día Louis dibujó a Harry con mucha emoción.

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“Hey ¿Y esa cara?” Le preguntó cuándo cerró la puerta, mientras terminaba de pintar uno de sus trabajos.
“Louis, detesto el olor de tus acrílicos” Se quejó, tirando sus cosas en el suelo.
“¿Qué sucedió?”
“El departamento es un desastre” Volvió a quejarse, viendo todas las cosas desparramadas en el suelo.
“¿Te encuentras bien?” Dejó de lado su pintura.
“No puedo convivir con este desorden” Se acercó a la heladera y sacó un poco de leche.
“Está bien, tranquilo, ya ordenaré”
“Siempre dices lo mismo, pero nunca cumples” Bufó.
“Te prometo que cuando termine con esto” Señaló el trabajo “Recogeré todo del piso”
Harry rodó sus ojos, mientras tomaba de su vaso.

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Al día siguiente, Harry llegó igual de estresado.
“Louis, no ordenaste”
“Sí lo hice bebé, mira” Señaló el pasillo sin ropa.
“Pero no barriste, la escoba esta siempre en la esquina” Dejó su bolso en el perchero.
“¿Te encuentras bien?”
“Iré a dormir”

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Los días transcurrieron de manera similar, Harry llegaba muy cansado del trabajo, y a Louis eso le llamaba demasiado la atención. El ojiverde amanecía con grandes ojeras o con bolsas en sus ojos, y su novio ya no sabía si era por estrés, o por si realmente no dormía bien.

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El viernes Louis se despertó por la noche, y se dio cuenta de que Harry no estaba a su lado.
De prisa, salió de la cama a buscarlo. Estaba asomado a la ventana.
“¿Harry?” Se dio vuelta al escuchar su nombre “En serio, me encantaría saber qué está sucediendo” Lo abrazó por la espalda.
“No me quiero enamorar” Bufó.
“¿Por qué?”
“¿El amor duele?”
“Depende” Besó su espalda.
“¿El amor hace mal?”
“Depende”
“¿El amor te puede matar?”
“…Depende” Respondió, dudando “Pero nuestro amor es sano, no te hará daño”
“¿Pero a ti? ¿A ti te hará daño?”
“No, soy la persona más feliz a tu lado”
Los grillos de afuera llenaron un poco el silencio que se formó.
“Louis, tengo miedo” Soltó una lagrima.
“¿Por qué?” Descansó su cabeza en el hombro de su novio.
“Tengo miedo de perderte…Tengo miedo de que me dejes” Lloró.
“¿Por qué te dejaría?”
“Porque algún día no me querrás más en tu vida” Miró las flores que tenía en frente.
“Yo te quiero demasiado en mi vida, no sé qué haría si no estuvieras en ella”
“Tengo miedo de enamorarme de ti” Confesó “Lo peor de todo es que creo que ya me enamoré”

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“Me siento un lobo solitario” Exageró, Liam “Ahora los dos están de novio, y yo, aquí, solito llorando como una papa”
“Las papas no lloran” Lo corrigió Louis.
“Eres una papa” Le dijo Zayn.
“¿Soy una papa?” Arqueó una ceja.
“Sí, y alguno de estos días encontraras a tu señora papa”
“Algún día” Se lamentó Liam.
“Yo encontré a mi señora perfecta y Louis encontró a su señorito” Sonrió.
“¿Señora perfecta? ¿Así le dices a Perrie?” Se rió el ojiazul.
“Sí, señor y señora perfectos”
“No eres perfecto” Le dijo el único soltero en la sala.
“Cállate señor cara de papa”
“¿Les puedo hacer una pregunta?” Preguntó Louis.
“Acabas de hacer una”
“Bueno, ¿Otra?”
“Ya hiciste otra”
“Como sea ¿Qué se supone que debo hacer si Harry tiene miedo a amarme?”
“¿Ah?”
“¿Ya cogieron?” Fue lo primero que preguntó Zayn.

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Aquella semana transcurrió de una manera más tranquila, al parecer los consejos de Liam le sirvieron. Louis había hecho todo lo posible para demostrarle a Harry que su amor no hacía mal, que el amor que compartían les hacía bien a los dos, y que si seguía con ese miedo, no iba a disfrutar nada de esa relación.
Esa noche tuvieron sexo.

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De a poco, Harry volvía a ser el de antes, tranquilo, alegre, sin estrés, y podía dormir toda la noche. Louis aún no entendía bien porque tenía miedo a dar un paso más en el cariño que se tenían, pero era mejor que mantuviera todo como estaba ahora.

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La primer semana de mayo salieron al parque. La primavera estaba más que presente en Inglaterra y tenían que aprovechar ese clima tan agradable.

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El viernes le avisaron a Louis sobre una fiesta nocturna, la cuál debía asistir obligatoriamente. Estúpido, pero fue igual.
Se despidió de Harry con un “Buenas noches, te quiero demasiado”.

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El domingo tuvieron una larga sesión de besos.
Una sesión de besos algo excesiva.

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Extrañamente, el martes no tuvieron sexo, pero hicieron el amor.
A penas terminaron, Louis, tumbado en la cama, le dijo:
“Harry, te amo”.

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El miércoles 20 de mayo Louis realizó otro dibujo de Harry.
Cuando el artista vio a su novio asomado en la ventana, éste último le había dicho mudamente, con mímica en sus labios, un simple pero demasiado cargado para Louis “te amo”.

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“Tengo un grave problema”
“¿Qué sucedió?” Le preguntó, asustado.
“Te amo en exceso”
“Entonces también tengo un grave problema”
“¿Por qué?”
“Porque también te amo en exceso”

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Louis se había ganado el respeto y el cariño de Minnie, lo cual era un milagro.

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“Ya es sábado, bebé” Lo abrazó mientras cocinaba una receta nueva que llevaba escrita en un papel.
“¿Y eso qué tiene que ver?” Mezcló la harina con la leche.
“Empezamos un nuevo fin de semana sólo para nosotros”
“Sí…” Sonrió.
“Y…Tengo planeado que salgamos esta noche”
“Louis, estoy preparando la cena ¿En serio?” Soltó un pequeño bufido.
“Deja todo allí, será la mejor cena de tu vida” Lo besó en los labios.

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“¿En serio es la primera vez que estamos en un restaurante?” Se rió cuando les sirvieron a los dos champagne.
“Sí, Harrycitos”
“No me llames así, suena ridículo”
“Puedo decirte cómo yo quiera” Le sacó la lengua.
“Que seas mi novio no te da permiso” También le sacó la lengua.
“Lo que sea, quiero que veas lo estrellada y hermosa que está la noche” Harry miró el cielo.
“Es realmente precioso…”
“Sí, pero no hay ni un millón de estrellas que igualen a tu belleza”
Harry lo miró de mala gana.
“No sirves con los piropos”
“Al menos lo intento…” Se cruzó de brazos. Harry rió “Okey, quiero que brindemos” Cada uno tomó su copa.
“¿Por qué tenemos que brindar?”
“Porque hoy día se cumplen dos meses y veintidós días de que estamos de novios” Sonrió, con orgullo, chocando copas.
“¿En serio? ¿Ya pasó todo ese tiempo?”
“Sí, y quiero que sepas que estoy extremadamente feliz por eso”
“Yo también”
“Pero ni siquiera sabías cuánto tiempo llevábamos juntos” Resopló.
Harry volvió a reírse.
“No llevo la cuenta exacta”
“Te amo, novio” Volvió a brindar.
“También te amo”

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Louis aquella noche se despertó por la extraña reacción de Harry.
Ambos estaban durmiendo, abrazados, cuando de repente el rizado empezó a patalear y gritar como loco, pero seguía dormido.
“¡No lo dejes! ¡No puedes hacerlo!” Gritaba, desesperado “¡Por favor papá, no, no me dejes! ¡No lo hagas!”
“Harry, por favor, tranquilízate” Louis estaba tratando de abrazarlo, pero Harry sólo tiraba golpes al aire y se soltaba del agarre de su novio.
“¡No te olvides de mí! ¡No te olvides!” Había comenzado a llorar.
“Harry, por favor, reacciona” Había tratado de contenerlo, o hacer algo, pero él seguía metido en su pesadilla.
“¡Papá! ¡Papá! ¡No te vayas por favor! ¡Papá! ¡Papá!”
Rápidamente, Louis prendió la luz de la habitación y buscó un vaso de agua.
“¡Papá!” Los gritos de Harry llenos de llanto se escuchaban desde la cocina.
“Harry, por favor, despierta bebé” Volvió a acercarse a él. Estaba sudando.
“Papá….papá” Lloró más.
“Tranquilo bebé, soy Louis, estoy aquí para ayudarte…No entres en pánico” Dejó el vaso en la mesita de luz y logró cubrirlo con sus brazos.
“Papá” Abrazó a su novio.
“Sh, sh, tranquilo. Todo está bien, todo está bien…Todo está bien” Acarició su melena rizada.
El menor abrió sus ojos llenos de lágrimas y se calmó un poco al ver que estaba su novio abrazándolo.
Louis le pasó el vaso de agua y no se habló más del tema.

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No se habló más del tema, hasta que Louis quiso realmente hablar del tema.
“Harry, me gustaría saber más sobre tu papá, sobre tu hermana, tu mamá, sobre ti…”
“No hay nada por saber”
“¿Podemos hablar sobre la pesadilla del sábado pasado?”
“No” Fue seco y corto.
“¿Por qué nunca quieres hablar sobre esto? Soy tu novio, quiero ayudarte”
“No puedes ayudar…”
“Si me dijeras al menos algo”
“Algo”
“Ja, no estoy de chistes Harry” Lo tomó de la mano “Mi amor, puedes confiar en mí…”
“No hay nada

por **clariimonzi** Mar 20 Ene 2015, 10:43 pm

Simplemente me encanta ! Tenes que seguirla porfaaaa!! Muy buena de verdad. Besos y suerte!

por **Sleepwalking** Jue 29 Ene 2015, 1:53 am

¡Está preciosa, en una parte me hizo llorar! Eso casi no lo logra ninguna escritora, tienes mucho talento, sigue adelante. <3

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