Siglo XXI (Harry Styles y tú)

Bueno, primero de todo hola. Esta novela la empece hace tiempo con otro nombre; ayudáme a olvidar. Pero por motivos (no me gustaba) la cancele. Y ahora la he vuelto a escribir. Ahora me gusta más y por eso he querido volver a escribirla.
Besos.

SINOPSIS.


XXX: ¡Escóndete! - dice mi hermano mayor mientras me impulsa hacia un armario.
Hago lo que me pide. Entro en el armario y me cubro con todas las mantas que hay, pero dejo mis ojos descubiertos.
Entra aquel hombre, dando un portazo y el olor a tabaco se va esparciendo por toda la habitación. Veo a mi hermano mirándolo tranquilo, pero sé que tiene miedo. El hombre sonríe con ironía y se va acercando lentamente hacia mi hermano.
XXX: ¿A qué esperas inútil? ¡Búscame un cenicero Christian! - dice levantándolo del cuello de la camiseta y tirándolo hacia un lado.
Christian se levanta rápido y se va en busca del cenicero. El hombre se sienta en el sofá y empieza a mirar la habitación. Sé que me está buscando. Christian vuelve con un vaso. El hombre se va a enfadar.
XXX: ¡Niñato te he dicho un cenicero, no un vaso! - dice pegándo a Christian en el ojo. Mi hermano está en el suelo herido, no puedo reprimir las lágrimas que amenazan por salir de mis ojos. - Bueno... Te tendré que utilizar como cenicero - dice mirando a Christian con malicia.
El hombre coge a Christian y le quita la camiseta. El hombre pone la colilla del cigarro en el cuerpo de Christian, él grita. El hombre parece muy dispuesto a hacerle daño a Christian. Y sigue torturándole. Yo empiezo a llorar y Christian se desmaya.
XXX: Hija de puta... ¿Dónde estás? - dice levantándose del sofá y empieza a buscar por los armarios - ¿Estás aquí? - dice abriendo un armario -   ¿O puede ser que estés aquí? - entonces, abre el armario y me saca de él.
XXX: ¿Me tienes miedo hija de puta? - dice pegándome en el estómago.
Me encojo de dolor en el suelo.
XXX: Tu hermano no dura mucho... ¿Qué hay de ti? - entonces, me quita la camiseta y me coge en brazos. Me pone encima de él, coge un cigarro y lo enciende. Siento que pone el cigarro en mi espalda y empiezo a gritar de dolor, entre gritos le pido que pare pero él no me hace caso.
Él cansado de que grite, me levanta y me desnuda.
XXX: Ahora sí que vas a gritar hija de puta - dice bajándose los pantalones.
Retrocedo y choco contra la pared. Él se acerca rápido y me estampa contra la pared y... ¡DUELE!. Empiezo a gritar. Él hace como si nada, cuando ha terminado, me deja caer en el suelo y se sube los pantalones. Me mira con una sonrisa irónica y se va, dando un portazo que hace que un retrato donde salen Christian, mi madre que es una puta adicta al crack y yo se rompa en mil pedazos.

 

 

CAPÍTULO 4:



Oigo como Harry anda detrás de mí. Noto su mirada mirándome el trasero fijamente.
 
Emily: ¿Puedes dejar de mirarme el culo? –me paro en seco y lo miro-.
 
Harry: Lo siento, es inevitable. –me mira y me sonríe-.
 
Resoplo haciendo que él se ría.
 
Harry: mi coche está por ahí –señala con la cabeza el aparcamiento de la universidad sin dejar de sonreír-.
 
Emily: ¿Y…? –lo miro arqueando una ceja-.
 
Harry: Ya te he dicho que te acompañaba a tu casa –me mira fijamente-.
 
Emily: Eres un desconocido. No voy a dejarme que me lleves a mi casa. Podrías ser un violador -le sujeto la mirada-.
 
Harry: Tienes toda la razón –ríe-. Pero te puedo jurar que no soy ningún violador. –mete la mano dentro de su chaqueta y saca un paquete de tabaco-.
 
Emily: Sigo sin fiarme. Las personas nunca se muestran como son. –miro fijamente el paquete de tabaco y aparto la mirada rapidamente-.
Harry no dice nada pero noto como me mira. Saca un encenedor y enciende el cigarro.
No levanto la vista, sé que si veo el cigarro empezaré a llorar. Y es lo último que quiero.
 
Harry: Voy a seguir insistiendo. Quiero acompañarte. –da una calada al cigarro-.
 
Emily: No. Adiós. –empiezo a andar en dirección contraria a él-.
 
Noto como Harry da una pisotada al cigarro y acto seguido me coge. Empiezo a chillar.
 
Emily: ¡Bájame! –lo golpeo con todas las fuerzas que tengo-.
 
Ni me escucha, ni me hace caso, sigue andando hacia el aparcamiento. Empieza a entonar una canción.
 
XX: Hey tío. ¿Nueva puta? –me mira maliciosamente-.
 
Harry: Nada que ver. –choca manos con ese chico y se para delante de un Mustang azul. Abre la puerta del copiloto y me mete dentro, a continuación me pone el cinturón y cierra con el seguro de niños-.
 
Me quito el cinturón y miro hacia atrás. Veo a Harry riendo con ese chico. Esta es mi oportunidad de escapar. Gateo rápido por encima del asiento del conductor y cuando abro la puerta, Harry está enfrente de mí y me mira sonriendo.
 
Harry: ¿Ibas a algún sitio? –me mira arqueando una ceja-.
 
Emily: No… -vuelvo a ponerme en el asiento del copiloto, me pongo el cinturón y cruzo los brazos-. ¿Sabes que puedo denunciarte por intento de secuestro?
 
Harry: No lo harías. ¿Sabes por qué? –se sienta en el asiento del conductor y cierra la puerta-.
 
Emily: No quiero saberlo –miro enfrente-.
 
Harry: Llegarás a estar tan enamorada de mí que no lo verás como un intento de secuestro –se pone el cinturón, pone las llaves en el contacto y arranca-.
 
Y volvió el Harry idiota.
Harry conduce a la velocidad máxima, no se salta los semáforos y deja pasar a las personas que están en el paso de cebra. Cosa que se agradece. Me imaginaba que Harry era el tipo de persona que atropellaba a las personas y se daba a la fuga superando los dos cientos kilómetros por hora. Pero sencillamente no creo que su coche dé para tanto.

Harry: ¿Dónde vives? –enciende la radio y pone una canción de Nirvana-.
 
Emily: En St.Claustro número 15. –miro por la ventana y veo como unos niños juegan con un balón. No saben la suerte que tienen-.
 
Harry: -asiente con la cabeza-.
 
Cuando yo era pequeña, no tenía con que jugar. Nunca me dejaban ir al parque. Christian a veces me cogía a escondidas y me llevaba al parque para que pudiera jugar a los columpios pero siempre mis… padres se enteraban y nos castigaban. Mi madre no decía nada sólo miraba a mi padre asustada; mi padre era el que se encargaba de castigarnos.
 
Harry: ¿Estás bien? –me coge de la barbilla y me hace mirarlo-. Hey… ¿He hecho algo malo para qué llores? –me pasa sus dedos por mis mejillas limpiando mis lágrimas-.
 
Sólo niego rápidamente con la cabeza. Me deshago del cinturón.
 
Emily: Gracias por haberme traído –bajo rápidamente del coche-.
 
Cierro la puerta del coche y empiezo a correr hacia la puerta de mi casa. Busco las llaves dentro del bolso, las cojo y abro la puerta. Entro y la cierro con un golpe fuerte. Y entonces me deshago en lágrimas.