Heartbreaker girls | ¡Resultados!

Charissa o Lyla como prefiere hacerse llamar mediáticamente es una saludable y aburrida mujer de veintiún años recién cumplidos viviendo en un mundo lleno de limitaciones por su labor, mantenida a un margen por la publicidad mala que le conllevaría hacer lo que las personas de su edad hacen; divertirse o ser tan solo libre.
Desperdicia sus días en pasarelas y en las salas de peinado y maquillaje para tener un reflector solo quince segundos. Sin duda alguna tanto trabajo la ha llevado a convertirse en una persona seca de expresividad y tiempo para algo más que un café o una salida con su madre.
Es una mujer fría y carente de emociones propias de la juventud misma, calculadora espera a la resolución perfecta de su plan.
En aspectos sociales es una completa nulidad, sin amistades más que la de un gato anciano por su despectivo comportamiento hacia las nuevas caras en la agencia o en el gimnasio, lugares en el que pasa las horas más largas de sus días.
Charissa es una joven mujer que vive y se dedica única y exclusivamente al trabajo, en su vida no hay espacio para más según su madre y ella misma. Su madre es tal vez la única persona, el único humano al que le presta algo de atención, la única persona por la que hace un espacio en su apretada agenda por el simple hecho del amor infinito y el agradecimiento que le tiene, su madre fue, es y será su más preciado tesoro. Es el único ser vivo por el que quita de si el pesado momento de ser Lyla Heard, la de la cara amargada, y disfruta de ser solo la pequeña Charissa que ama a su madre con cada rincón de su ser. Muestra con ella una parte que ni siquiera la misma Charissa conoce, una parte tan sensible y emocional que hasta piensa ser bipolar o tener una gemela malvada dentro de sí para ser indiferente fuera del aspecto familiar que las involucra a ella y su madre solamente.
Charissa no es mala, es atenta y amorosa; Lyla es Lyla, indiferente, rencorosa y envidiosa. Lyla está acabando de a poco con la llama que la caracterizaba como la dulce muchacha que apareció de un día al otro en Vogue. Lyla es el monstruo codicioso que acaba con Charissa.

Charissa Heard, nacida en el seno de la familia ideal a excepción de su progenitor. Un hombre mayor a su madre, frío, testarudo, necio y sobre todo vacío de sentimiento alguno por su recién nacida hija, él anhelaba un varón.
Charissa Lyla Heard nació, sin duda alguna, envuelta en una manta de amor por parte de su madre, Clementine,quien le dio hasta lo imposible y cumplió cada pequeño y gran capricho de la niña a medida que crecía para, así, reemplazar el vacío que le dejaba tener un padre que no sentía ni un mínimo de amor por ella. Esto de igual manera no paso inadvertido por la jovencita, claro que no. Si bien nació para ser modelo no era tonta, notaba cada una de estas acciones por parte de su madre y también veía esa mirada de desprecio en Dorion, su padre y enemigo cuando se trataba de ganar el amor de Clementine.
Este hombre siempre pensó en Charissa como la ladrona que le quitaba de a poco el corazón de su esposa, la que tanto le había costado conseguir o más bien arrebatar de su hogar a la corta edad de 19 años cuando él ya era un hombre hecho y derecho de 43 años. No soprotaba mirarla y no odiarla, anhelaba patearla fuera de su vida y olvidar que en algún momento existió.
Sin embrago, para este desalmado padre ese sueño no llego ni siquiera a iniciar realmente cuando Clementine solicitó el divorcio y se fue llevándose a su hija consigo.
Ahora, que Dorion no amará a su pequeña no significaba que ella no lo amará tampoco, creía que su padre era como un héroe que solo no le prestaba atención porque tenía muchas vidas que salvar al ser el gerente del hospital que quedaba a solo una calle de distancia de su hogar. Lo adoraba en silencio puesto que él no la dejaba ni acercársele siquiera. Cuando ella y su madre salieron de aquella casona lloró y sufrió tanto, con el paso de los años entendió la situación. Ese padre amoroso que ella creía que tenía no significaba nada, nunca sintió cariño ni pena por ella, nada. Y aún así le fue bien. Se casó nuevamente al año de haberse quedado solo y había obtenido lo que quería, un hijo.
Su madre entonces trabajó el doble para mantener el nivel de vida que Charissa conocía hasta que en su mente apareció su sueño perdido, el modelaje. Recibieron tantas negativas y aún así ella consiguió que a su hija la tomarán como modelo, eso es algo que Lyla le agradecería eternamente; el sacrificio.
Pero al tiempo ella cambió, también quería que le fuera tan bien como a Dorion y dejo de ser esa modelo carismática para ser solo un cuerpo dedicado al trabajo y nada más. Para ser solo Lyla.