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Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
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Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
DIOS MIO asdfghjkl porque escribes así? ME MATAS! me encanto el capitulo. Yo tambien me hubiera puesto a llorar como Anstacia y tubo sexo con Luke . Ali choca con Kian por Dios ya quiero que haya MAS CONTACTO. Vaya que te diviertes escribiendo pues lo plasmas muy bien. ENSERIO QUE ME IMAGINO TODO MUY BIEEEEEEEEEEEEN . Bueno espero que la sigas, porque esta buenisimaaaaaaaaaaaaa. LA AMO!
B. Spencer
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
TE PASE DE PAGINAAAAAAAAAAAA!!!!!!! :abby: ámame
GRACIAAAAAAAAAAAAAAS POR EL AVATAR que me hiciste preciosa. Hay algo que no hagas bien?
GRACIAAAAAAAAAAAAAAS POR EL AVATAR que me hiciste preciosa. Hay algo que no hagas bien?
B. Spencer
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Oh mai gad.Ese Kyan Rudd es un completo ligón, morí cuándo le guiñó un ojo a Allison, fue en plan iswuqj.-. Me hizo gracia que yo también estuviera hablando sobre él y encima ¡Con mi novio! El pobre me dio penita jajaja.Me resultó graciosa la parte de Anas cuándo se puso tan sentimental y yo tan irónica, pero fue lindo por parte de Allison ir a consolarla, aunque ella hubiera preferido mantener aquella conversación con Kyan, DIOS, son tan lindos, el destino les ha unido porque son el uno para el otro .Jen S y Jen P son unas creídas no conseguirán a Kyan ni por asomo, pero me huelo a que ellas traerán muchos problemas...ANASTACIA, LUKE, SEX, no me lo puedo creer con la inocencia que tiene ella y pum ya lo hizo, ojalá que ese amor no sea falso y sigan, porque me daría mucha penita T.T ALLISON ESTÁ CELOSA, no me lo puedes negar, ah, pero aún así, me parece muy fuerte que Anas fume, no lo hagas :sad:.ME HA ENCANTADO EL CAP, EN SERIO HA SIDO MUY LINDO, ojalá subas prontito para seguir leyendo ésta maravillosa novela.Te quiero muchísimo
Clouds
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Oshea, me voy a dormir y me encuentro con esto, has subido capítulo, bueno lo he amado como nunca, te hablo enserio que he amado el capítulo. Kian.....¿Que decir de el? es un chico orgulloso de sí, es todo un.......¿Coqueto? ¿Ligon? bueno, esas palabras llegan por lo menos a describirle, Allison....es tan parecida a mí, soy la única de mis amigas sin novio, y vaya que es un tanto extraño, ya hasta me estoy acostumbrando a estar así, pero sé que Alli encontrará a su amor, so, ya no es como yo.
Jen P. y Jen S. ¿Acaso serán las malas del cuento? digamos que me pareció extraño, por lo menos la Jen buena (la que es simpática) no es tan perra como la otra, a mi parecer que la otra Jen si es una perra y tramará algo contra Alli, no sé, yo y mi suposiciones.
Regla número cuatro: Las mejores amigas son una caja de sorpresas.
¡Y vaya que si lo son! xd
Besos de parte de la chica equis de.
Invitado
Invitado
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Anas escribió:JAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAAJJAJAJAJA AMÉ EL CAPÍTULO DEFINITIVAMENTE
Fue tipo muy raro porque yo soy de esas chicas que se visten "fuera de lo común", es decir, con ropa ajustada y ese tipo de cosas y cuándo lo leí me sentí muy identificada.
Me sorprendió cuánto sabía sobre matemáticas de verdad, nunca me fue bien en esa materia.incluso es en la que peor me va
Cuándo me fui a llorar al lavabo, suelo hacerlo cuándo estoy triste y muy mal. Creo que me espías
Las Jen's me caen mal, algo va a pasar con ellas
CUÁNDO LEÍ EL NOMBRE DE LUKE CASI ME DESMAYO, LUKE BEBITO LINDO.
Fumamos hierba juntos, por qué eso no me pasa en la vida real
Lo que pasó después :abby: yo estaba como POR DIOS<3
Quiero saber que pasa entre Allison y Kian, lo exijo
Amo como escribes de verdad, haces cosas hermosas con las palabras.
Síguela apenas puedas porque tu pueblo exige saber más ahr
Te quiero
Estoy extremadamente feliz por saber que te gusto el capítulo ¿enserio? woah pues creo que le atine, en verdad aunque suene raro. Tengo buena suerte para identificar a las personas por medio de cualquier cosa. Y no, no te espió... (aún no) jajaja vale es broma. Pero estoy feliz, bueno en lo de matemáticas tal vez no mucho... pero necesitaba darle otro giro. Es bueno saber. Las Jen'´s #NotCool a mi tampoco me caen, ¡puede pasar de TODO! pero esperemos que nada malo asdfghjkl. Espero que te no te haya molestado lo del sexo y lo de fumar hierba... creo que a veces escribo muy explicito. Pronto sabrás que mas pasa entre esos dos, pero primero tienes que saber otras cosas y datos importantes que les haré saber. Ya la sigo. Un beso linda, te quiero mucho
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Barbarafuenmayor escribió:DIOS MIO asdfghjkl porque escribes así? ME MATAS! me encanto el capitulo. Yo tambien me hubiera puesto a llorar como Anstacia y tubo sexo con Luke . Ali choca con Kian por Dios ya quiero que haya MAS CONTACTO. Vaya que te diviertes escribiendo pues lo plasmas muy bien. ENSERIO QUE ME IMAGINO TODO MUY BIEEEEEEEEEEEEN . Bueno espero que la sigas, porque esta buenisimaaaaaaaaaaaaa. LA AMO!
¡No quiero matarte!, solo quiero que te diviertas leyendo asdfghjkl , pero es un halago para mí. Pronto habrá más con Ali y Kian. Gracias linda, en verdad si me divierto muchísimo escribiendo todo lo que quiero que lean, tengo mucha imaginación. Ya la sigo. Un beso
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Barbarafuenmayor escribió:TE PASE DE PAGINAAAAAAAAAAAA!!!!!!! :abby: ámame
GRACIAAAAAAAAAAAAAAS POR EL AVATAR que me hiciste preciosa. Hay algo que no hagas bien?
¡Qué pronto página 3 woah! MIL GRACIAS. ¡Te amo!, de nada al principio pensé que no te había gustado porque no lo había visto, pero ahora es todo lo contrarío. De nada, cuando quieras . JAJA una que otra cosa linda.
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
girl__dreamer escribió:Oh mai gad.Ese Kyan Rudd es un completo ligón, morí cuándo le guiñó un ojo a Allison, fue en plan iswuqj.-. Me hizo gracia que yo también estuviera hablando sobre él y encima ¡Con mi novio! El pobre me dio penita jajaja.Me resultó graciosa la parte de Anas cuándo se puso tan sentimental y yo tan irónica, pero fue lindo por parte de Allison ir a consolarla, aunque ella hubiera preferido mantener aquella conversación con Kyan, DIOS, son tan lindos, el destino les ha unido porque son el uno para el otro .Jen S y Jen P son unas creídas no conseguirán a Kyan ni por asomo, pero me huelo a que ellas traerán muchos problemas...ANASTACIA, LUKE, SEX, no me lo puedo creer con la inocencia que tiene ella y pum ya lo hizo, ojalá que ese amor no sea falso y sigan, porque me daría mucha penita T.T ALLISON ESTÁ CELOSA, no me lo puedes negar, ah, pero aún así, me parece muy fuerte que Anas fume, no lo hagas :sad:.ME HA ENCANTADO EL CAP, EN SERIO HA SIDO MUY LINDO, ojalá subas prontito para seguir leyendo ésta maravillosa novela.Te quiero muchísimo
Es un completo ligón, te lo juro. JAJAJA fue un poco de trama para que Walt estuviera ¨celoso¨. Ya sabes las reglas, siempre ir tras una amiga :posoc:, pronto mantendrá más que una conversación con KIAN linda asdfghjkl estoy emocionada por que pronto lean, por lo pronto tienen que saber otras cosas importantes. Las jen´s no me caen tampoco, Ja. Lo sé, fue un poco atrevido tal vez lo de Ana y Luke pero tenía que escribirlo ASFDFGJDKFNGKDF, ya subo linda gracias por todo tu apoyo en esto eres hermosisisima x siempre. Te quiero muchísimo más Valena, you know :posoc:
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Denilsa escribió:Oshea, me voy a dormir y me encuentro con esto, has subido capítulo, bueno lo he amado como nunca, te hablo enserio que he amado el capítulo. Kian.....¿Que decir de el? es un chico orgulloso de sí, es todo un.......¿Coqueto? ¿Ligon? bueno, esas palabras llegan por lo menos a describirle, Allison....es tan parecida a mí, soy la única de mis amigas sin novio, y vaya que es un tanto extraño, ya hasta me estoy acostumbrando a estar así, pero sé que Alli encontrará a su amor, so, ya no es como yo.Jen P. y Jen S. ¿Acaso serán las malas del cuento? digamos que me pareció extraño, por lo menos la Jen buena (la que es simpática) no es tan perra como la otra, a mi parecer que la otra Jen si es una perra y tramará algo contra Alli, no sé, yo y mi suposiciones.Regla número cuatro: Las mejores amigas son una caja de sorpresas.¡Y vaya que si lo son! xdBesos de parte de la chica equis de.
Me alegra que te guste el capítulo, lo hago para ustedes y me divierte muchísimo escribir. Kian, Kian Rudd es un chico enigma para mí, es de esos chicos típicos pero con algo detrás que no lo hace tan típico... ¿me entiendo? con el tiempo lo querrás. Me alegra que te puedas identificar, porque yo misma lo hago. Todas algún día encontraremos el amor y será perfecto. Recuerda que las mejores cosas tardan en llegar . Todas han deducido eso de las jen´s pero a mi tampoco me caen muy bien. ¡Exactamente, algunas son mas sorprendentes que otras!, pero en si todas lo son . Un beso y gracias por estar aquí
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
¡Se busca!
Necesito que la chica con el rol de: ISABELLA BLOM y usuario: APOCALYPSE. Se reporte lo más rápido posible, si el día de mañana no se reporta queda fuera de la novela.
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Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
{Yours Truly} escribió:Barbarafuenmayor escribió:DIOS MIO asdfghjkl porque escribes así? ME MATAS! me encanto el capitulo. Yo tambien me hubiera puesto a llorar como Anstacia y tubo sexo con Luke . Ali choca con Kian por Dios ya quiero que haya MAS CONTACTO. Vaya que te diviertes escribiendo pues lo plasmas muy bien. ENSERIO QUE ME IMAGINO TODO MUY BIEEEEEEEEEEEEN . Bueno espero que la sigas, porque esta buenisimaaaaaaaaaaaaa. LA AMO! ¡No quiero matarte!, solo quiero que te diviertas leyendo asdfghjkl , pero es un halago para mí. Pronto habrá más con Ali y Kian. Gracias linda, en verdad si me divierto muchísimo escribiendo todo lo que quiero que lean, tengo mucha imaginación. Ya la sigo. Un besoMe divierto mucho enserio. YA QUIERO SABER haha lo siento soy muy impulsiva!!! espero el cappp
B. Spencer
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
{Yours Truly} escribió:Barbarafuenmayor escribió:TE PASE DE PAGINAAAAAAAAAAAA!!!!!!! :abby: ámame
GRACIAAAAAAAAAAAAAAS POR EL AVATAR que me hiciste preciosa. Hay algo que no hagas bien? ¡Qué pronto página 3 woah! MIL GRACIAS. ¡Te amo!, de nada al principio pensé que no te había gustado porque no lo había visto, pero ahora es todo lo contrarío. De nada, cuando quieras . JAJA una que otra cosa linda.No hay de que , no lo que paso fue que no podia guardarlo pero ya lo solucione y lo coloque y me enamore por completo MUCHISIMAS GRACIAS otra ez ya sabes
B. Spencer
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Capítulo 03
¨Lali, vieja amiga¨
—No sé si lograré aprobar este año —dice Elena. Saca un pinta labios de color rosa que le ha robado a su madre y se lo aplica en los labios.
—Ya… —replico distraída. Todavía me desconcierta que Anastacia tenga relaciones sexuales.
¿Y si todo el mundo está practicando sexo menos yo?
Mierda.
Cojo un ejemplar de The Nutmeg casi sin darme cuenta. El titular grita: SE SIRVE YOGUR EN LA CAFETERÍA. Pongo los ojos en blanco y lo dejo a un lado. Con la excepción del puñado de chicos que trabajan en The Nutmeg, nadie más lo lee. Sin embargo, alguien debe de haberlo dejado sobre la vieja mesa de picnic que hay dentro del antiguo granero situado justo al límite de los terrenos del instituto. La mesa ha estado aquí siempre, y tiene grabados los años de graduación, las iniciales de los amantes y sentimientos generales hacia Castlebury, tales como «Castlebury apesta». Los profesores nunca vienen aquí, así que es la zona de fumadores no oficial.
—Al menos, tomaremos yogur este año —digo sin ningún motivo en especial.
¿Y si nunca llego a mantener relaciones sexuales? ¿Y si muero en un accidente de coche antes de tener la oportunidad de hacerlo?
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunta Elena.
Ay, madre… Ahora viene la temida discusión sobre el cuerpo. Elena dirá que cree que está gorda y yo diré que me parezco a un chico. Elena dirá que le gustaría tener mi aspecto y yo diré que a mí me gustaría tener el suyo. Y eso no supondrá ninguna diferencia, porque dos minutos después ambas seguiremos aquí, con el mismo cuerpo, sintiéndonos mal por algo que no podemos cambiar.
Como el hecho de no haber sido aceptada en la maldita New School.
¿Qué pasará si un chico quiere mantener relaciones sexuales conmigo y yo estoy demasiado asustada para soportarlo?
Como era de esperar, Elena dice:
—¿Se me ve gorda? Parezco gorda, ¿a que sí? Me siento gorda.
—Elena, tú no estás gorda. —Los tíos babean al ver a Elena desde que ella tenía trece años, un hecho que ella parece decidida a ignorar.
Aparto la mirada. Por detrás de ella, en el oscuro recoveco que hay al otro extremo del granero, la punta encendida de un cigarrillo se mueve arriba y abajo.
—Hay alguien aquí dentro —susurro.
—¿Quién? —Se da la vuelta justo cuando Peter Arnold sale de entre las sombras.
Peter es el segundo chico más listo de nuestra clase, y bastante gilipollas. Antes era un muchacho con la cara rechoncha y la piel pálida, pero parece que le ha ocurrido algo durante el verano. Ha crecido.
Y, al parecer, ha empezado a fumar.
Peter hace buenas migas con Anastacia, pero en realidad apenas lo conozco. En lo que se refiere a relaciones, todos nosotros somos como pequeños planetas con nuestro propio sistema solar de amigos. Hay una ley no escrita que establece que los sistemas solares raramente se entrecruzan… hasta ahora.
—¿Os importa que me quede con vosotras? —pregunta.
—Pues la verdad es que sí. Estábamos charlando sobre cosas de chicas. —No sé por qué soy así con los chicos, sobre todo con los chicos como Peter. Una mala costumbre, supongo. Peor que fumar. Pero es que no quiero que el aburrido de Peter arruine nuestra conversación.
—No, no nos importa. —Elena me da una patada por debajo de la mesa.
—Por cierto, yo no creo que estés gorda —dice Peter.
Sonrío con sorna e intento intercambiar una mirada con Elena, pero ella no se da cuenta. Está mirando a Peter. Así que yo también lo hago. Tiene el pelo más largo y ha conseguido librarse de la mayoría de sus granos, pero hay algo más.
Confianza en sí mismo.
Madre mía… Primero Anastacia y ahora Peter. ¿Es que todo el mundo va a cambiar este año?
Elena y Peter siguen ignorándome, así que cojo el periódico y finjo leerlo. Eso llama la atención de Peter.
—¿Qué piensas de The Nutmeg? —me pregunta.
—No dice más que tonterías —replico.
—Gracias —añade él—. Soy el editor.
Genial. Ya he vuelto a hacerlo.
—Si tan inteligente eres, ¿por qué no escribes para el periódico? —me pregunta Peter—. En serio, ¿no le dices a todo el mundo que quieres ser escritora? ¿Has escrito alguna vez?
Tal vez no pretendiera sonar tan agresivo, pero lo cierto es que la cuestión me ha pillado desprevenida. ¿Se habrá enterado Peter de la carta de rechazo de la New School? Eso es imposible.
Estoy cabreada.
—¿Qué más da si he escrito algo o no?
—Si dices que eres escritora, será porque has escrito algo —comenta Peter con tono engreído—. De lo contrario, deberías ser animadora o algo así.
—Y tú deberías meter la cabeza en una olla de agua hirviendo.
—Quizá lo haga. —Se echa a reír de buena gana.
Peter debe de ser uno de esos tipos detestables que están tan acostumbrados a que los insulten que ya ni siquiera se ofenden.
No obstante, sigo dolida. Cojo mi bolsa de baño.
—Tengo que entrenar —afirmo, como si no me mereciera la pena continuar con la conversación.
—¿Qué problema tiene esta? —pregunta Peter cuando salgo por la puerta.
Bajo la colina en dirección al gimnasio arrastrando los tacones de mis botas por la hierba. ¿Por qué siempre pasa lo mismo? Le digo a la gente que quiero ser escritora y pone los ojos en blanco. Me cabrea mogollón. En especial porque llevo escribiendo desde que
tenía seis años. Tengo bastante imaginación, y durante un tiempo escribí historias sobre una familia de lápices, los Número 2, que siempre intentaban escapar de un tipo malvado llamado el Sacapuntas. Luego escribí sobre una chiquilla que padecía una misteriosa enfermedad que le daba el aspecto de una mujer de noventa años. Y este verano, para poder entrar en ese estúpido programa para escritores, escribí todo un libro sobre un chico que se convierte en televisor, y nadie en su familia lo nota hasta que consume toda la electricidad de la casa.
Si le hubiera dicho a Peter la verdad sobre lo que he escrito, se habría echado a reír. Igual que la gente de la New School.
—¡Allison! —grita Elena. Corre campo a través para alcanzarme—. Siento lo de Peter. Dice que bromeaba sobre lo de escribir. Tiene un extraño sentido del humor. —No me digas…
—¿Te apetece ir al centro comercial después del entrenamiento de natación?
Clavo la vista en el instituto, al otro lado de los prados, y me fijo en el aparcamiento situado más allá. Está exactamente igual que siempre.
—¿Por qué no? —Saco la carta de mi libro de biología, la arrugo y me la meto en el bolsillo.
¿A quién le importa Peter Arnold? ¿A quién le importa la New School? Algún día seré escritora.
Algún día, pero no hoy.
—Estoy harta de este puñetero lugar —dice Lali, mientras deja sus cosas en un banco de la sala de taquillas.
—Yo también. —Bajo la cremallera de mis botas—. El primer día de natación. Lo
odio.
Saco de la bolsa uno de mis viejos bañadores Speedo y lo cuelgo de la taquilla. Empecé a nadar antes de saber caminar. La foto mía que más me gusta es una en la que tengo cinco meses y estoy sentada sobre un pequeño flotador amarillo en el estrecho de Long Island. Llevo puesto un sombrerito blanco muy mono y un bañador de lunares, y sonrío de oreja a oreja.
—Tú estarás bien —dice Lali—. Soy yo la que tengo problemas.
—¿Como cuáles?
—Como Ed —señala con una mueca. Se refiere a su padre.
Asiento. En ocasiones, Ed se comporta más como un niño que como un padre, a pesar de que es poli. En realidad, es más que poli, es detective; el único de la ciudad. Lali y yo siempre nos reímos de eso, ya que no logramos imaginar qué es lo que «detecta» en realidad, porque nunca ha habido un crimen grave en Castlebury.
—Ha pasado por el instituto —comenta Lali mientras se quita la ropa—. Nos hemos peleado.
—¿Cuál es el problema ahora?
Los Kandesie se pelean como si fueran guerreros mongoles, pero luego siempre solucionan las cosas, bromean y hacen cosas extravagantes, como esquiar sobre el agua con los pies descalzos. Podría decirse que en cierta época más o menos me adoptaron, y a veces deseaba haber nacido Kandesie en lugar de Needleman, porque así estaría todo el día riéndome, escuchando rock y jugando al béisbol con la familia las tardes de verano. Mi padre se moriría si lo supiera, pero así son las cosas.
—Ed se niega a pagarme la universidad. —Lali me mira con los brazos en jarras.
—¡¿Qué?!
—Dice que no la pagará —repite—. Me lo ha dicho hoy. Asegura que él no fue y que le va muy bien —comenta mi amiga en tono burlón—. Tengo dos posibilidades. O bien voy a la escuela militar o bien consigo un trabajo. A él le importa una mierda lo que yo quiero.
—Ay, Lali…
La miro fijamente, desconcertada. ¿Cómo es posible? Son cinco hermanos en la familia de Lali, así que siempre han andado justos de dinero. Pero Lali y yo siempre habíamos creído que ella iría a la universidad… que ambas iríamos, y que luego haríamos algo importante con nuestras vidas. En la oscuridad, metida dentro de un saco de dormir situado en el suelo junto a la litera de Lali, compartíamos nuestros secretos entre susurros de emoción. Yo iba a ser escritora y Lali ganaría la medalla de oro en estilo libre.
Ahora a mí me han rechazado en la New School y Lali ni siquiera puede ir a la universidad.
—Supongo que me quedaré atrapada en Castlebury para siempre —dice Lali furiosa—. Quizá pueda trabajar en Ann Taylor y ganar cinco dólares la hora. O tal vez consiga un trabajo en el supermercado. O… —Se da una palmada en la frente—… podría trabajar en el banco. Aunque creo que se necesita un diploma universitario para ser cajero. —Las cosas no serán así —insisto—. Ocurrirá algo…
—¿Algo como qué?
—Conseguirás una beca de natación…
—La natación no es una profesión.
—Puedes ir a la escuela militar. Tus hermanos…
—Los dos están en la escuela militar y la detestan —asegura ella cabreada.
—No puedes permitir que Ed te arruine la vida —le digo con bravuconería—. Encuentra algo que quieras hacer y hazlo sin más. Si deseas algo de verdad, Ed no puede detenerte.
—Ya… —replica Lali con ironía—. Lo único que necesito es averiguar qué es ese «algo». —Sujeta su viejo traje de baño y mete las piernas por los agujeros—. No soy como tú, ¿vale? No sé qué es lo que quiero hacer durante el resto de mi vida. Además, ¿por qué debería saberlo? Solo tengo diecisiete años. Lo único que sé es que no quiero que alguien me diga lo que «no» puedo hacer.
Se da la vuelta y se dispone a coger su gorro de baño, pero tira mi ropa al suelo sin querer. Me agacho para recogerla y, cuando lo hago, veo que la carta de la New School se ha salido del bolsillo y ha ido a parar a los pies de Lali.
—Ya lo cojo yo —digo mientras hago el intento, pero ella es demasiado rápida.
—¿Qué es esto? —pregunta mientras sujeta el trozo de papel arrugado.
—Nada —respondo con una sensación de impotencia.
—¿Nada? —Sus ojos se abren como platos cuando lee la dirección del remite—.
¿Nada? —repite mientras alisa el papel.
—Lali, por favor…
Sus ojos se mueven de un lado a otro mientras lee la breve misiva.
Mierda. Sabía que tendría que haber dejado la maldita carta en casa. Debería haberla hecho pedazos y haberla tirado a la basura. O haberla quemado, aunque no es tan fácil quemar una carta, por más dramático que quede en los libros. Pero no, en lugar de eso, la he llevado encima con la esperanza de que me sirviera como una especie de perverso incentivo para trabajar más duro.
Ahora me siento paralizada por mi propia estupidez.
—Lali, no lo hagas… —susurro.
—Solo un minuto —dice ella mientras lee la carta una vez más. Levanta la mirada,
sacude la cabeza y aprieta los labios en un gesto compasivo—. Lo siento, Ali.
—Yo también. —Me encojo de hombros con la esperanza de poder restarle importancia. Por dentro, tengo el cuerpo lleno de cristales rotos.
—Lo digo en serio. —Dobla la carta y me la devuelve antes de ponerse las gafas de natación—. Yo estoy aquí queján dome de Ed y a ti te han rechazado en la New School. Menuda mierda.
—Pues sí.
—Parece que ambas nos quedaremos aquí colgadas durante un tiempo —dice mientras me pasa el brazo por encima del hombro—. Aunque vayas a Brown, eso está a solo cuarenta y cinco minutos de aquí. Nos veremos siempre que queramos.
Cuando abre la puerta que conduce a la piscina, nos envuelve el vapor químico del cloro y de los líquidos de limpieza. Me planteo pedirle que no le hable a nadie sobre la carta de rechazo. Pero eso solo empeoraría las cosas. Si actúo como si no tuviera importancia, Lali lo olvidará.
Mi amiga arroja la toalla hacia las gradas y corre por las baldosas.
—¡La última es un huevo podrido! —grita antes de tirarse en bomba al agua.
—Ya… —replico distraída. Todavía me desconcierta que Anastacia tenga relaciones sexuales.
¿Y si todo el mundo está practicando sexo menos yo?
Mierda.
Cojo un ejemplar de The Nutmeg casi sin darme cuenta. El titular grita: SE SIRVE YOGUR EN LA CAFETERÍA. Pongo los ojos en blanco y lo dejo a un lado. Con la excepción del puñado de chicos que trabajan en The Nutmeg, nadie más lo lee. Sin embargo, alguien debe de haberlo dejado sobre la vieja mesa de picnic que hay dentro del antiguo granero situado justo al límite de los terrenos del instituto. La mesa ha estado aquí siempre, y tiene grabados los años de graduación, las iniciales de los amantes y sentimientos generales hacia Castlebury, tales como «Castlebury apesta». Los profesores nunca vienen aquí, así que es la zona de fumadores no oficial.
—Al menos, tomaremos yogur este año —digo sin ningún motivo en especial.
¿Y si nunca llego a mantener relaciones sexuales? ¿Y si muero en un accidente de coche antes de tener la oportunidad de hacerlo?
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunta Elena.
Ay, madre… Ahora viene la temida discusión sobre el cuerpo. Elena dirá que cree que está gorda y yo diré que me parezco a un chico. Elena dirá que le gustaría tener mi aspecto y yo diré que a mí me gustaría tener el suyo. Y eso no supondrá ninguna diferencia, porque dos minutos después ambas seguiremos aquí, con el mismo cuerpo, sintiéndonos mal por algo que no podemos cambiar.
Como el hecho de no haber sido aceptada en la maldita New School.
¿Qué pasará si un chico quiere mantener relaciones sexuales conmigo y yo estoy demasiado asustada para soportarlo?
Como era de esperar, Elena dice:
—¿Se me ve gorda? Parezco gorda, ¿a que sí? Me siento gorda.
—Elena, tú no estás gorda. —Los tíos babean al ver a Elena desde que ella tenía trece años, un hecho que ella parece decidida a ignorar.
Aparto la mirada. Por detrás de ella, en el oscuro recoveco que hay al otro extremo del granero, la punta encendida de un cigarrillo se mueve arriba y abajo.
—Hay alguien aquí dentro —susurro.
—¿Quién? —Se da la vuelta justo cuando Peter Arnold sale de entre las sombras.
Peter es el segundo chico más listo de nuestra clase, y bastante gilipollas. Antes era un muchacho con la cara rechoncha y la piel pálida, pero parece que le ha ocurrido algo durante el verano. Ha crecido.
Y, al parecer, ha empezado a fumar.
Peter hace buenas migas con Anastacia, pero en realidad apenas lo conozco. En lo que se refiere a relaciones, todos nosotros somos como pequeños planetas con nuestro propio sistema solar de amigos. Hay una ley no escrita que establece que los sistemas solares raramente se entrecruzan… hasta ahora.
—¿Os importa que me quede con vosotras? —pregunta.
—Pues la verdad es que sí. Estábamos charlando sobre cosas de chicas. —No sé por qué soy así con los chicos, sobre todo con los chicos como Peter. Una mala costumbre, supongo. Peor que fumar. Pero es que no quiero que el aburrido de Peter arruine nuestra conversación.
—No, no nos importa. —Elena me da una patada por debajo de la mesa.
—Por cierto, yo no creo que estés gorda —dice Peter.
Sonrío con sorna e intento intercambiar una mirada con Elena, pero ella no se da cuenta. Está mirando a Peter. Así que yo también lo hago. Tiene el pelo más largo y ha conseguido librarse de la mayoría de sus granos, pero hay algo más.
Confianza en sí mismo.
Madre mía… Primero Anastacia y ahora Peter. ¿Es que todo el mundo va a cambiar este año?
Elena y Peter siguen ignorándome, así que cojo el periódico y finjo leerlo. Eso llama la atención de Peter.
—¿Qué piensas de The Nutmeg? —me pregunta.
—No dice más que tonterías —replico.
—Gracias —añade él—. Soy el editor.
Genial. Ya he vuelto a hacerlo.
—Si tan inteligente eres, ¿por qué no escribes para el periódico? —me pregunta Peter—. En serio, ¿no le dices a todo el mundo que quieres ser escritora? ¿Has escrito alguna vez?
Tal vez no pretendiera sonar tan agresivo, pero lo cierto es que la cuestión me ha pillado desprevenida. ¿Se habrá enterado Peter de la carta de rechazo de la New School? Eso es imposible.
Estoy cabreada.
—¿Qué más da si he escrito algo o no?
—Si dices que eres escritora, será porque has escrito algo —comenta Peter con tono engreído—. De lo contrario, deberías ser animadora o algo así.
—Y tú deberías meter la cabeza en una olla de agua hirviendo.
—Quizá lo haga. —Se echa a reír de buena gana.
Peter debe de ser uno de esos tipos detestables que están tan acostumbrados a que los insulten que ya ni siquiera se ofenden.
No obstante, sigo dolida. Cojo mi bolsa de baño.
—Tengo que entrenar —afirmo, como si no me mereciera la pena continuar con la conversación.
—¿Qué problema tiene esta? —pregunta Peter cuando salgo por la puerta.
Bajo la colina en dirección al gimnasio arrastrando los tacones de mis botas por la hierba. ¿Por qué siempre pasa lo mismo? Le digo a la gente que quiero ser escritora y pone los ojos en blanco. Me cabrea mogollón. En especial porque llevo escribiendo desde que
tenía seis años. Tengo bastante imaginación, y durante un tiempo escribí historias sobre una familia de lápices, los Número 2, que siempre intentaban escapar de un tipo malvado llamado el Sacapuntas. Luego escribí sobre una chiquilla que padecía una misteriosa enfermedad que le daba el aspecto de una mujer de noventa años. Y este verano, para poder entrar en ese estúpido programa para escritores, escribí todo un libro sobre un chico que se convierte en televisor, y nadie en su familia lo nota hasta que consume toda la electricidad de la casa.
Si le hubiera dicho a Peter la verdad sobre lo que he escrito, se habría echado a reír. Igual que la gente de la New School.
—¡Allison! —grita Elena. Corre campo a través para alcanzarme—. Siento lo de Peter. Dice que bromeaba sobre lo de escribir. Tiene un extraño sentido del humor. —No me digas…
—¿Te apetece ir al centro comercial después del entrenamiento de natación?
Clavo la vista en el instituto, al otro lado de los prados, y me fijo en el aparcamiento situado más allá. Está exactamente igual que siempre.
—¿Por qué no? —Saco la carta de mi libro de biología, la arrugo y me la meto en el bolsillo.
¿A quién le importa Peter Arnold? ¿A quién le importa la New School? Algún día seré escritora.
Algún día, pero no hoy.
—Estoy harta de este puñetero lugar —dice Lali, mientras deja sus cosas en un banco de la sala de taquillas.
—Yo también. —Bajo la cremallera de mis botas—. El primer día de natación. Lo
odio.
Saco de la bolsa uno de mis viejos bañadores Speedo y lo cuelgo de la taquilla. Empecé a nadar antes de saber caminar. La foto mía que más me gusta es una en la que tengo cinco meses y estoy sentada sobre un pequeño flotador amarillo en el estrecho de Long Island. Llevo puesto un sombrerito blanco muy mono y un bañador de lunares, y sonrío de oreja a oreja.
—Tú estarás bien —dice Lali—. Soy yo la que tengo problemas.
—¿Como cuáles?
—Como Ed —señala con una mueca. Se refiere a su padre.
Asiento. En ocasiones, Ed se comporta más como un niño que como un padre, a pesar de que es poli. En realidad, es más que poli, es detective; el único de la ciudad. Lali y yo siempre nos reímos de eso, ya que no logramos imaginar qué es lo que «detecta» en realidad, porque nunca ha habido un crimen grave en Castlebury.
—Ha pasado por el instituto —comenta Lali mientras se quita la ropa—. Nos hemos peleado.
—¿Cuál es el problema ahora?
Los Kandesie se pelean como si fueran guerreros mongoles, pero luego siempre solucionan las cosas, bromean y hacen cosas extravagantes, como esquiar sobre el agua con los pies descalzos. Podría decirse que en cierta época más o menos me adoptaron, y a veces deseaba haber nacido Kandesie en lugar de Needleman, porque así estaría todo el día riéndome, escuchando rock y jugando al béisbol con la familia las tardes de verano. Mi padre se moriría si lo supiera, pero así son las cosas.
—Ed se niega a pagarme la universidad. —Lali me mira con los brazos en jarras.
—¡¿Qué?!
—Dice que no la pagará —repite—. Me lo ha dicho hoy. Asegura que él no fue y que le va muy bien —comenta mi amiga en tono burlón—. Tengo dos posibilidades. O bien voy a la escuela militar o bien consigo un trabajo. A él le importa una mierda lo que yo quiero.
—Ay, Lali…
La miro fijamente, desconcertada. ¿Cómo es posible? Son cinco hermanos en la familia de Lali, así que siempre han andado justos de dinero. Pero Lali y yo siempre habíamos creído que ella iría a la universidad… que ambas iríamos, y que luego haríamos algo importante con nuestras vidas. En la oscuridad, metida dentro de un saco de dormir situado en el suelo junto a la litera de Lali, compartíamos nuestros secretos entre susurros de emoción. Yo iba a ser escritora y Lali ganaría la medalla de oro en estilo libre.
Ahora a mí me han rechazado en la New School y Lali ni siquiera puede ir a la universidad.
—Supongo que me quedaré atrapada en Castlebury para siempre —dice Lali furiosa—. Quizá pueda trabajar en Ann Taylor y ganar cinco dólares la hora. O tal vez consiga un trabajo en el supermercado. O… —Se da una palmada en la frente—… podría trabajar en el banco. Aunque creo que se necesita un diploma universitario para ser cajero. —Las cosas no serán así —insisto—. Ocurrirá algo…
—¿Algo como qué?
—Conseguirás una beca de natación…
—La natación no es una profesión.
—Puedes ir a la escuela militar. Tus hermanos…
—Los dos están en la escuela militar y la detestan —asegura ella cabreada.
—No puedes permitir que Ed te arruine la vida —le digo con bravuconería—. Encuentra algo que quieras hacer y hazlo sin más. Si deseas algo de verdad, Ed no puede detenerte.
—Ya… —replica Lali con ironía—. Lo único que necesito es averiguar qué es ese «algo». —Sujeta su viejo traje de baño y mete las piernas por los agujeros—. No soy como tú, ¿vale? No sé qué es lo que quiero hacer durante el resto de mi vida. Además, ¿por qué debería saberlo? Solo tengo diecisiete años. Lo único que sé es que no quiero que alguien me diga lo que «no» puedo hacer.
Se da la vuelta y se dispone a coger su gorro de baño, pero tira mi ropa al suelo sin querer. Me agacho para recogerla y, cuando lo hago, veo que la carta de la New School se ha salido del bolsillo y ha ido a parar a los pies de Lali.
—Ya lo cojo yo —digo mientras hago el intento, pero ella es demasiado rápida.
—¿Qué es esto? —pregunta mientras sujeta el trozo de papel arrugado.
—Nada —respondo con una sensación de impotencia.
—¿Nada? —Sus ojos se abren como platos cuando lee la dirección del remite—.
¿Nada? —repite mientras alisa el papel.
—Lali, por favor…
Sus ojos se mueven de un lado a otro mientras lee la breve misiva.
Mierda. Sabía que tendría que haber dejado la maldita carta en casa. Debería haberla hecho pedazos y haberla tirado a la basura. O haberla quemado, aunque no es tan fácil quemar una carta, por más dramático que quede en los libros. Pero no, en lugar de eso, la he llevado encima con la esperanza de que me sirviera como una especie de perverso incentivo para trabajar más duro.
Ahora me siento paralizada por mi propia estupidez.
—Lali, no lo hagas… —susurro.
—Solo un minuto —dice ella mientras lee la carta una vez más. Levanta la mirada,
sacude la cabeza y aprieta los labios en un gesto compasivo—. Lo siento, Ali.
—Yo también. —Me encojo de hombros con la esperanza de poder restarle importancia. Por dentro, tengo el cuerpo lleno de cristales rotos.
—Lo digo en serio. —Dobla la carta y me la devuelve antes de ponerse las gafas de natación—. Yo estoy aquí queján dome de Ed y a ti te han rechazado en la New School. Menuda mierda.
—Pues sí.
—Parece que ambas nos quedaremos aquí colgadas durante un tiempo —dice mientras me pasa el brazo por encima del hombro—. Aunque vayas a Brown, eso está a solo cuarenta y cinco minutos de aquí. Nos veremos siempre que queramos.
Cuando abre la puerta que conduce a la piscina, nos envuelve el vapor químico del cloro y de los líquidos de limpieza. Me planteo pedirle que no le hable a nadie sobre la carta de rechazo. Pero eso solo empeoraría las cosas. Si actúo como si no tuviera importancia, Lali lo olvidará.
Mi amiga arroja la toalla hacia las gradas y corre por las baldosas.
—¡La última es un huevo podrido! —grita antes de tirarse en bomba al agua.
- Lectoras:
- Chicas se que probablemente este capítulo, no tenga nada de emocionante, pero era importante que conocieran o mas bien que supieran el nuevo personaje que integre que es: Lali ¨amiga¨ de Allison ya pronto sabrán el porque de esto. Espero que aun así les haya gustado poquito y si todo sale bien, subo el capítulo 4 mañana. Un beso a todas y gracias por cada comentario que dejan, las quiero ♥
Última edición por {Yours Truly} el Jue 08 Ene 2015, 2:28 pm, editado 3 veces
Jourdan Grey.
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Me ha encantado el capítulo, really.Me siento honrada por lo que pensó Ali de mi, y que linda diciendome que no estaba gorda, aunque en la vida real tampoco lo estoy jajaja.Ese tal Peter es un rarito ¿Cómo se atreve a escupirle todo eso a ella? Sé que por parte no lo hizo en plan mal, pero sonó cómo si quisiera fastidiarla, y que linda que fui a dónde estaba, ahora tenemos día de compras, ah jajaja.Oh, un nuevo personaje! Lali, bienvenida! NO se dio cuenta de que no la aceptaron, pobre ali, pero al menos no le dijo nada malo y tan solo la comprendió, aunque la pobre Lali por culpa de su padre no puede ir a la universidad, vaya padre que tiene ts.Preciosa mía tienes que seguirla si o si, y no digas nunca más que un capítulo tuyo no sea emocionante, porque lo son todos ¿Vale? .Espero el proximo capítulo prontito linda, te quiero muchísimo muchísimo, y feliz año nuevo espero que te lo hayas pasado genial
Clouds
Re: Lo que el corazón quiere (CAPITULO 11,12)
Oh mai yisus.....¿Ya dije que amo tu manera de escribir? Gad, te lo repito, debes seguirla enserio...no tengo tiempo para un comentario largo .-. Pero que sepas que leí el cap, y que estoy empezando a odiar a Peter .-. Besos Dens.
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